Es posible que los primeros judíos en la península Ibérica
hayan llegado en la época del rey Salomón, aproximadamente por el 950 a.C. Cuando el rey visigodo Recaredo se convirtió al catolicismo,
(año 587), en estrecha colaboración con la Iglesia católica, adoptó una actitud
beligerante contra las comunidades judías.
Conversión de Recaredo
Durante el reinado de Sisebuto, las
leyes antijudías se endurecieron, se produjeron numerosas conversiones
forzosas, lo que motivó que gran número de judíos abandonasen el reino. En tiempos de los reyes cristianos se identificaba la
política con la religión. Solo los bautizados estaban en condiciones de ser
súbditos del rey y por tanto de estar bajo el amparo de las leyes, usos y
costumbres del reino. El cristianismo es una fe que se proclama verdad
absoluta, “dogma de fe” y la vida es un tránsito durante el cual se deben
obtener los méritos para una posterior vida eterna, que es la importante. Norma
válida para todos, desde el rey hasta el último morador. Al comienzo del
reinado de Fernando e Isabel, judíos y musulmanes formaban comunidades propias,
pero habitaban en tierra ajena. Tenían casas de oración, sus leyes y
autoridades y escuelas. Tenían permiso del rey para ello. Abonaban una cantidad
de dinero por ello y no podían formar parte de las instituciones. Todo esto es
importante para entender los hechos que tanto se les reprochan a nuestros reyes
y que inicia la enorme falacia de la “Leyenda Negra”. Si se pierde este punto
de vista, tan alejado de nosotros en nuestros días, no podremos comprender los
hechos sucedidos, sus porqués y las decisiones que tomaron en aquella época.
Por ejemplo la apostasía, la herejía el sacrilegio y los pecados contra natura,
eran castigados duramente, incluso con la muerte, dado que eran crímenes
horrendos que había que extirpar. Por el contrario el poder y la justicia
estaban sometidos a fuertes limitaciones porque por encima de ellos existía el
orden moral del cual la iglesia es la custodia. En determinadas condiciones se
toleró o aceptó a comunidades judías, pues dado que los cristianos no se les
permitía prestar dinero y mucho menos cobrar intereses, esto si fue permitido a
los judíos, lo que a la larga provocó la desconfianza del pueblo. El papel del judío dentro de las cortes castellanas fue el
de transmisor de los conocimientos árabes. Cortes como la de Alfonso X, junto
con colaboradores árabes, se creó la Escuela de Traductores de Toledo, una obra
enorme de recopilación de los conocimientos y divulgación. De ahí la costumbre
dedecir ”La ciudad de las tres
culturas”, siendo esto solamente aplicable a nivel cultural, pero no en el
ámbito popular, que fue solamente una toleración.
Cántigas de Santa María - Alfonso X el sabio
Los judíos fueron
imprescindibles en la medicina. No había casa noble o real que el médico no
fuera judío.No obstante esto estaba
prohibido por la religión. El judío era además el recaudador de impuestos y encargado
de la custodia y control del tesoro estatal.Este trabajo, cerca del poder de nobles, prelados y reyes explica el incremento
del recelo de las clases populares contra los judíos, ya que era visto como el
explotador, gentes cercanos a los ricos y poderosos y apartados del pueblo. Pero no fueron pocos los reyes que defendieron a los judíos,
y podemos citar precisamente a Fernando e Isabel sobre todo en 1481. Pero
también a Enrique IV de Castilla y a Juan II de Castilla, a quien hasta se le
acusó de defender a los judíos. De los libros del rabí de Toledo se desprende que la vida de
los judíos castellanos era mucho más favorable que en el resto de Europa; por
lo general, se gobernaban casi con total independencia en sus propios barrios. El pueblo, fue principal víctima de la usura, hasta el punto
de que con frecuencia tenían que vender sus casas, tierras o majuelos para
saldar las deudas, no dejaba de presentar una y otra vez en las Cortes sus
peticiones para conseguir moratorias y rebajas en los pagos, alegando su
pobreza debida a la escasez de frutos, las malas condiciones climatológicas o
los excesivos impuestos; en otras ocasiones acusaban a los judíos de que,
conscientes de sus necesidades, los obligaban a aceptar en las escrituras doble
cantidad de la que recibían, o insertaban cláusulas engañosas. Aunque las leyes no lo obligaban muchos judíos se
convencieron que les convenía convertirse al cristianismo. Estos cristianos
nuevos tampoco convenció a los cristianos viejos por lo que se introdujo la
noción de la pureza de sangre. Y también dividió a la comunidad judía entre los
más conservadores y los conversos. La decisión de prohibir el judaísmo está relacionada con la
instauración de la Santa Inquisición en las Coronas de Aragón y en la de
Castilla, que perseguía a los falsos conversos que en realidad engañaban y seguían
practicando su primitiva fe.
Fray Tomás de Torquemada bendiciendo a nuevos cristianos
Ángeles Irisarri, historiadora y autora de “Isabel, la
reina”, apuesta por que fue un tema de fe: "Cuandolos señores Reyes dictaron el edicto de
expulsión,los judíos habíansido expulsados de todos los países y sólo
quedaban dos por adoptar esamedida:
Portugal y Austria, que muy pronto se sumaron alsentimientogeneralizado de odio a los hebreos. Es de decir que, mucho antes de
laexpulsión Sus Altezasquisieron convertir a los judíos a la fecristiana, y mandaron por todas las ciudades,
villas y aldeas, apredicadores que
instruyeran a los herejes en la doctrina de la IglesiaRomana. Y muchos, escarmentados por las
grandes matanzas del siglo XIV ypor lo
que se vislumbraba que iba a venir, se convirtieron, aunquealgunos siguieron judaizando. Contra éstos
últimos se estableció laInquisición." El hispanista francés Joseph Pérez ha destacado las
semejanzas que existen entre esta expulsión y la persecución de los judíos en
la Hispania visigoda casi mil años antes de la realizada por los Reyes
Católicos en 1492, y que ésta no fue una excepción en Europa, salvo por tardía,
a pesar de la fama de antisemitas que arrastran los monarcas.
Auto de Fe La primer comunidad judía registrada en Gran Bretaña fue
llevada a Inglaterra en 1070 por el rey Guillermo I de Inglaterra, quien creía
que sus habilidades comerciales harían que su país recién conquistado fuese más
próspero. Doscientos años más tarde los judíos ya no eran bienvenidos. El rey
Eduardo I de Inglaterra aprobó el Estatuto de la judería (Statutum de Judaismo)
en 1275, la cual restringía las actividades de la comunidad, más notablemente
declarar ilegal la práctica de la usura (cobro de intereses). Cuando, 15 años
después, Eduardo encontró que muchas de estas disposiciones fueron ignoradas,
expulsó a los judíos de Inglaterra. Ellos emigraron a países como Polonia,
donde eran protegidos por la ley. Una pequeña comunidad inglesa persistió en la
clandestinidad a pesar de la expulsión. Los judíos no fueron prohibidos de
Escocia, que hasta 1707 era un reino independiente. Año 586 a.C. El primer exilio ocurrió cuando el rey de los
babilonios, Nabucodonosor II, conquistó el Reino de Judá, destruyendo el Primer
Templo de Jerusalén . Primera diáspora. Año 70 d.C. El general romano Tito
derrotó la revuelta judía y destruyó el Segundo Templo de Jerusalén del cual
queda un muro, (el de las lamentaciones), y provoca la expulsión del pueblo
judío de unas tierras que ellos consideran sagradas. Era la segunda diáspora.
Año 135 d.C. Un número aún mayor de judíos fue expulsado de Judea después de
haber sido aplastada la rebelión de Bar Kojba. Desde entonces los judíos se
dispersaron por todo el Imperio romano y, posteriormente por el mundo,
encontrándose en casi todos los países.
Año y país de su expulsión. 1016 Crimea - 1290 Inglaterra, Eduardo I 1290 Gales. 1306 Francia. 1394 Algunos regresaron y expulsados. 1349 Sajonia, Alemania 1360 Hungría, expulsados y, en 1380 Eslovaquia 1562. Eslovaquia regresaron y fueron expulsados de Praga 1582 Hungría, regresaron y fueron expulsados nuevamente. 1370 Bélgica. Unos pocos se asentaron nuevamente en 1450 Algunos regresaron y fueron expulsados 1420 Austria: Expulsados por Alberto V. 1445 Lituania 1492 España 1492 Portugal 1510 Prusia 1537 Túnez 1540 Italia: Reino de Napolés y de Sardinia 1551 Bavaria: Expulsados permanentemente 1744 María Teresa los expulsó nuevamente. 1791 Rusia. Obligados al asentamiento 1843 Ucrania 1682 Bordeaux, Avignon, Marseilles
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