5. Las rebeliones de los moriscos obligaron a los reyes de
España a trasladarlos en masa al interior y norte de España, para alejarlos de
la costa Mediterránea, del gran Imperio Turco y de los piratas berberiscos. Por
eso se encuentra más ADN africano en Salamanca que en Alicante, por ejemplo.
6. Los judíos fueron expulsados en 1492, los musulmanes en
1501 y los moriscos (cristianos descendientes de musulmanes) en 1609, porque
había un peligro muy real y documentado de que España fuera invadida por el
gran Imperio Turco, como lo había sido Bizancio, Grecia, Hungría, Bulgaria y lo
estaban siendo los Balcanes y Europa del Este, donde estaban sitiando la ciudad
de Viena. Lepanto los paró.
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