El arte en los países musulmanes estaba sometido a las leyes del Corán, como la prohibición de representar la figura de Mahoma. Esta limitación favoreció ´que surgiera una artesanía que dependía mayoritariamente de lo que ha sido la mejor manifestación artística legada por los árabes a España, la arquitectura. En el arte islámico, las representaciones humanas o religiosas están casi ausentes. En las tres religiones monoteístas, el cristianismo, el judaísmo y el islam, las representaciones de lo divino se han discutido mucho, y solo en el cristianismo se permitían imágenes e iconos religiosos. Sin embargo, incluso en el cristianismo, durante la iconoclasia bizantina en los siglos VIII y IX d.C., las autoridades religiosas e imperiales se opusieron a imágenes o íconos religiosos durante dos períodos.
El Corán condena claramente la idolatría y el arte islámico se ha alejado de las imágenes e iconos religiosos.
La arquitectura en los países islámicos fue una síntesis de influencias, fundamentalmente persas y bizantinas es decir que se adaptaron a las tierras conquistadas.
Ilustra esto el minarete de la mezquita de Samarra (del 944), en Irak, que se inspira en los antiguos mesopotámicos. Lego dada la enorme extensión de los territorios conquistados en cada lugar adquirió ciertas características propias, pero manteniendo los rasgos esenciales, sobre todo porque las mezquitas debían mantenerse a unas normas muy precisas.
Los musulmanes tenían una cultura muy desarrollada y estaban construyendo una arquitectura imponente y produciendo un arte exquisito en la Edad Media. En esa época era la civilización más adelantada del mundo.
Lo más destacado de la arquitectura islámica en la Europa medieval es un monumento en el sur de España: la Alhambra, 'la Fortaleza Roja', construida por los nazarí. Los Palacios todavía se enorgullecen en las colinas de Granada hoy en día hacen que millones de visitantes se pregunten cada año. Hay muchas más hermosas arquitecturas islámicas para ver en España, aunque muchas otras se han perdido en la historia. Entre los aspectos más destacados se encuentra la Mezquita-Catedral de Córdoba (Mezquita-Catedral de Córdoba) que los cristianos destruyeron parcialmente con la conquista de la ciudad: hoy quedan 856 columnas de las originales de 1293.Actualmente podría ser considerada como la tercera mezquita más grande del mundo en extensión, tan solo por detrás de la Mezquita sagrada de la Meca y de la Mezquita Azul de Estambul, construida posteriormente. Tiene la singularidad con respecto a cualquier Mezquita es que su orientación no mira hacia la Meca y sí hacia Damasco, explicándose tal hecho por la nostalgia que sintió Abderramán I por la antigua capital del Califato Omeya que tuvo que trasladarse a Córdoba fundando el Califato de occidente tras ser derrocados por los abasíes en el Califato de Damasco.
Este Palacio cuyo nombre en árabe significa ciudadela es uno
de los monumentos históricos de la ciudad, un espacio muy visitado por conjugar
historia y belleza en un mismo recinto. De época musulmana está situada a los
pies del monte Gibralfaro donde está el Castillo defensivo
árabe al que estaba unido por un pasillo resguardado por murallas llamado La
Coracha. El recinto amurallado de Antequera fue construido por los
almohades, a finales del siglo XII y comienzos del XIII, aunque fue reforzado
en la época nazarí. Por otra parte Medina Azahara fue la nueva sede del
califato y residencia del Califa de Córdoba.
Como materiales constructivos encontramos el ladrillo que por su bajo coste es el más utilizado. La mampostería, la madera para los techos, puertas y púlpitos, el estuco y el yeso. La piedra se utiliza muy poco.
Elementos formales: son edificios de poca altura para estar en armonía con la naturaleza. Se da más importancia a la decoración interior que en el exterior que es más austera. Las plantas son rectangulares o cuadradas y siempre hay simetría.
Como elementos sustentantes encontramos: muros con función sustentante, pilares de diferentes plantas, columnas de épocas anteriores (visigodos y romanos). El arco por excelencia fue el de herradura y se añadieron variantes.
Muchos de ellos no tenían una función de sustento sino que eran pura decoración.
Hay capiteles de diversos tipos: Capitel de avispero. mediados del siglo X. Madinat al Zahra. Córdoba. Capiteles corintios del mirhab de la mezquita de Córdoba (961-962). Época de Al-Hakam II, aunque proceden del mirhab de época de Abd-al-Rahman II. Ya en el siglo XII, con los almohades, surge una nueva reinterpretación del capitel compuesto. Es ya casi tópico hablar de la austeridad que manifestó aquel pueblo en todas sus construcciones y su elevado interés por la geometría sencilla. De esas características participa el capitel encintado, que muestra una alta esquematización tanto de las volutas como de las hojas de acanto y que recibe esa denominación precisamente porque en cada una de sus caras, entre ambas volutas, se dispone un par de bandas horizontales, a modo de cintas.