jueves, 17 de julio de 2025

LA MASONERÍA Y LA INDEPENDENCIA DE PAÍSES AMÉRICANOS

La masonería se expandió en Sudamérica a partir del siglo XIX, coincidiendo con los movimientos independentistas. Ofreció a los líderes criollos un modelo asociativo para la organización y la acción política, aunque su papel exacto en la independencia es objeto de debate.
Se convirtió en un actor importante con líderes masónicos participando en la política y en la creación de instituciones.

PLACA DE LA LOGIA LAUTARO 
El secretismo que envuelve a la masonería alimenta todo tipo de teorías de la conspiración. Se les acusa de mover los hilos de poder y las finanzas internacionales, de promover revoluciones y de manejar el timón de la historia.
Su forma asociativa jerarquizada y llena de antiguos y estrictos rituales hizo que fuera prohibida por la Iglesia católica, que aún considera que su doctrina es irreconciliable con la pertenencia a una logia masónica.
Uno de ellos es que la masonería ejerció una influencia intelectual fundamental en la Revolución Francesa y en las guerras de independencia, llevando las ideas liberales y de la Ilustración a la emancipación de las naciones emergentes, entre ellas Estados Unidos y los países de América Latina.
Simón Bolívar, Francisco de Miranda, Bernardo O'Higgins, José de San Martín… Se atribuye a los libertadores una filiación masónica, y a la masonería en general un papel fundamental en los procesos de independencia de los países latinoamericanos.
Según el investigador chileno Felipe del Solar, quien ha estudiado a fondo el tema, hubo masones que lucharon por la independencia, y las logias sirvieron de modelo para la creación de sociedades secretas que permitieron a las élites criollas agruparse en las colonias y enfrentar la crisis de la corona española. Pero atribuir a la masonería el logro de la independencia, es mucho decir.
"En los centenarios de las independencias, la masonería se apropió de los próceres y aseguró que todos eran masones, pero es parte de una mitología que la propia masonería creó", explica  el historiador.
En realidad, asegura el académico, "el único caso documentado de héroe de la liberación que fuera masón es el de Bolívar". Y las pruebas documentales tampoco hacen pensar que su participación en la masonería fuera mucho más allá del rito de iniciación.

SIMÓN BOLÍVAR 
El continente era entonces parte de los distintos imperios que tenían presencia allí, como el español, el francés, el británico o el holandés. "En esta época se trata fundamentalmente de masonería colonial, en la que hay una presencia casi nula de miembros locales. Es un instrumento de expansión de los imperios", explica Del Solar.
La masonería había surgido en la Edad Media europea en los gremios de canteros. Sin embargo, no fue hasta el siglo XVIII que estas asociaciones fraternales se establecieron en la encarnación moderna que conocemos hoy, influidas por las ideas de la Ilustración del Siglo de las Luces y con el objetivo de buscar lugares de encuentro para debatir ideas filosóficas, religiosas y políticas.
Mientras que en el imperio británico y en el francés la masonería adquiría fuerza e influencia y las logias florecían en sus colonias, en la católica España esta institución había sido prohibida desde 1751 y era perseguida por la Inquisición.

JOSÉ DE SAN MARTÍN
"En el mundo hispánico, la masonería era la nueva herejía del siglo XVIII, que se asimilaba a los filósofos y a la idea de la Francia revolucionaria posteriormente", señala Felipe del Solar. En esos años surge, según el investigador, la idea del "fantasma de la masonería".  Más de un siglo después Francisco Franco seguía achacando a una supuesta "conspiración judeo-masónica comunista" cualquier contratiempo que afectara a España.
De esta forma, en los territorios españoles en América, las primeras logias que se fundaron tuvieron una vida muy corta.
La primera de la que existe rastro documental es la de "Las tres virtudes teologales", que se creó en Cartagena de Indias, en Colombia, en 1808, pero que fue rápidamente descubierta. Su fundación coincide con la invasión de España por las tropas napoleónicas, cuando por la influencia francesa, empiezan a aflorar distintas logias en la península, que los criollos llevan a América. Se fundan entonces unas veintena de ellas en la metrópoli, así como distintas sociedades secretas como la Sociedad de Caballeros Racionales en Cádiz, sobre la que los expertos no se ponen de acuerdo en si era realmente una logia masónica o si se trataba de una organización secreta que usaba las fórmulas y ritos de la masonería.

FRANCISCO DE MIRANDA 
"Esa logia se devuelve a América, y funda una sociedad similar en México y otra en Buenos Aires, que después recibe el nombre de Logia Lautaro", explica Felipe del Solar. La Logia Lautaro, que debe su nombre a un caudillo mapuche, tuvo distintas filiales, fue una sociedad secreta que permitió a la oposición organizarse con un objetivo claramente independentista. A ella perteneció José de San Martín, el general y político que lideró la independencia de lo que hoy es Argentina, Perú y Chile, y también Bernardo O'Higgins, conocido como uno de los "Padres de la Patria" de Chile.
Según el académico y masón chileno-israelí Leon Zeldis, no existe prueba documental de que ni San Martín ni O'Higgins fueran masones, según explica en su ensayo "La contribución de la masonería a la independencia sudamericana, un enfoque basado en hechos".

BENITO JUÁREZ 
El objetivo de la Logia Lautaro "no fue implantar una gran república en la América española sino varias monarquías de tipo constitucional con príncipes de las principales dinastías europeas", argumenta el investigador Emilio Ocampo, de la Universidad de Buenos Aires, en un ensayo sobre el papel de la masonería en el proceso de independencia. Una de ellas fuel el fracasado intento del “Carlotismo”, que postulaba a la hermana del rey. Buscaba establecer una monarquía independiente en el Virreinato del Río de la Plata, con la infanta Carlota Joaquina de Borbón, hermana de Fernando VII y esposa del príncipe regente Juan de Portugal, como cabeza de esta nueva entidad política
Como sucede con la Sociedad de Caballeros Racionales, los investigadores difieren en si esta logia, que usaba símbolos y rituales prestados de la masonería y tenía entre sus miembros a masones, fue masónica o no.
Sin embargo existen otros datos que dicen que San Martín en Perú fue iniciado masón en la logia Integridad de Cádiz (1808). Poco después se afilió a la logia Caballeros Racionales número 3, también de Cádiz, donde recibió el grado de Maestro Masón el 6 de mayo de 1808. Tras un breve paso por Sevilla, estuvo en Londres por 4 meses. Allí participó de la fundación de la Logia Caballeros Racionales número 7.
Con el conde de Fife, una de las prominentes figuras de la masonería londinense, acordó los detalles finales de su viaje al río de la Plata a bordo de la fragata “George Canning” junto a sus hermanos masones Alvear, Zapiola, Holmberg, Chilabert y otros.
Ya en Buenos Aires se pusieron en contacto con Julián Álvarez, venerable maestro de la logia Independencia, y con su ayuda fundaron la “Logia Lautaro”, cuyo primer venerable maestro fue Alvear.
La próxima escala masónica de San Martín fue la ciudad de Córdoba, a donde llegó procedente de Salta después de organizar el Ejército del Norte.
El 24 de mayo de 1814 constituyó la logia Lautaro de Córdoba, cuya acta de fundación se conserva. En setiembre asumió como Intendente de Cuyo, y fundó la Logia Lautaro de Mendoza. Con su hermano masón Manuel Belgrano, a través de misivas y documentos, instó entonces a la convocatoria de un congreso que finalmente se reunió en Tucumán y resolvió la Independencia el 9 de julio de 1816, fecha fundamental que se festeja actualmente como el día del nacimiento de la Nación Argentina.
Semanas más tarde, el director supremo Juan Martín de Pueyrredón nombró a San Martín General en Jefe del Ejército de los Andes.
El Libertador creó el Ejercito de los Andes. Tras el cruce de la cordillera el Ejército de los Andes triunfó en Chacabuco el 12 de febrero de 1817. El parte de la victoria, redactado por San Martín, lleva la firma y rúbrica que utilizaba en los documentos masónicos. A poco de su llegada victoriosa a Lima, San Martín fue proclamado Protector del Perú, y en ese carácter tomó algunas disposiciones, entre ellas la clausura de la inquisición.

MANDIL MASÓNICO DE JOSÉ DE SAN MARTÍN 
Inmediatamente fundó la logia Paz y Perfecta Unión de la capital peruana, que en la actualidad lleva el número 1 de la Gran Logia del Perú.
San Martín programó el encuentro con su hermano masón Simón Bolívar. Los preparativos estuvieron a cargo de la logia Estrella de Guayaquil. Al instalarse el Congreso Constituyente del Perú, San Martín declinó el mando supremo que ejercía, y se embarcó con destino a Europa en febrero de 1824.
Pasó luego a Bruselas, donde se incorporó a la logia La Perfecta Amistad, la cual mandó acuñar una medalla de plata en su homenaje, obra del masón Henri Simon, en la que el Libertador aparece de perfil.
Al radicarse posteriormente en Francia retomó la relación con Alejandro Aguado, marqués de las Marismas, con quien asistió a las tenidas de la Logia de Ivry, cuyo venerable maestro era el doctor Rayer, médico personal de Aguado.
José de San Martín falleció en Boulogne Sur Mer el 17 de agosto de 1850. Cinco años después, la logia Unión del Plata de Buenos Aires gestionó una estatua que recordara la memoria del Libertador. La ceremonia de inauguración se desarrolló el 13 de julio de 1862. La masonería comenzó entonces las gestiones para la repatriación de los restos de San Martín. Se pensó colocar los restos en la catedral de Buenos Aires, pero las autoridades eclesiásticas plantearon la objeción de los códigos canónicos que prohíben depositar los restos de un masón en un lugar consagrado. Después la Iglesia aceptó la construcción de un mausoleo junto a la catedral, pero fuera del cuadrilátero consagrado. Colocó el ataúd hacia abajo, según la premisa de que quienes fallecen fuera del seno de la iglesia van al infierno. 20 años después, las autoridades eclesiásticas comenzaron a homenajear al Padre de la Patria.
La masonería argentina rinde emocionado recuerdo a su hermano José de San Martín, su gran iniciado, paradigma de virtudes masónicas claramente volcadas a su vida civil y militar
Fuente:  Ángel Jorge Clavero, Gran Maestre de la Masonería Argentina.
Para Felipe del Solar, "en realidad eran sociedades secretas a las que la masonería había entregado un modelo asociativo que se reprodujo de distintas maneras en distintas latitudes". Estos grupos podían haberse convertido en logias masónicas propiamente dichas, "pero no era una época para que la masonería se institucionalizara en América Latina porque tenía muy mala fama", según el historiador.
Estas sociedades secretas se convierten en la antesala de los partidos políticos en ese contexto de desintegración del antiguo régimen. Sirven para unir facciones que buscan tomar el poder y generar reformas.
"La independencia no se explica por estas agrupaciones", asegura Del Solar, pero ayudan a que sea irreversible. Por ejemplo, en las Provincias Unidas de Buenos Aires, lo que hoy conocemos como Argentina, "la Logia Lautaro estaba en el poder en un momento de cambio y propició que esos cambios fueran irreversibles", afirma el experto.
Para que las verdaderas logias masónicas se institucionalizaran en América tuvieron que pasar al menos 30 años, ya que no fue hasta mediados del siglo XIX que la masonería se funda y se convierte en un poder político importante con la llegada de los gobiernos liberales en el continente.
Sucede, por ejemplo, en México, donde se crearon varias logias después de la independencia, y donde hubo muchos presidentes masones, por ejemplo, Benito Juárez, "que fue el primero en elaborar leyes laicas en un país eminentemente católico, que son un modelo de leyes laicas a nivel mundial", explica Felipe del Solar.
En Cuba, aunque se formaron algunas logias tempranas "con una masonería más bien colonial y no revolucionaria", no es hasta finales del siglo XIX que la institución toma peso y apoya la independencia de la isla.
La mayor parte de los Libertadores pasaron parte de sus vidas en Europa y Estados Unidos, donde se impregnaron de las ideas filosóficas y políticas de la época. Otro militar importante fue José de Sucre, vencedor de la batalla decisiva de Ayacucho en 1824, fue presidente de Bolivia en 1825, goberndor de Perú y general del Ejército de la Gran Colombia.

José de Sucre 

A Francisco de Miranda, por ejemplo, se le atribuye el papel de haber introducido en la masonería a otros patriotas latinoamericanos en Londres, donde vivió 13 años y donde creó la sociedad revolucionaria "Gran Reunión Americana".Fue encarcelado en Cádiz, donde murió en 1816.
Bolívar se inició en la Logia de San Alejandro de Escocia en París, "en el undécimo día del undécimo mes del año masónico de 5805, que se corresponde al 11 de enero de 1806", según León Zeldis. El documento que lo acredita está guardado en el archivo de la logia del Supremo Consejo de Venezuela del Grado 33.
"Las credenciales masónicas de Bolívar son incuestionables", señala Zeldis. Sin embargo, continúa, "parece que la masonería no jugó ningún papel en sus escritos ni en sus actividades".
No existen pruebas, por ejemplo, que se afiliara a ninguna de las 30 logias que existían en Venezuela, la Gran Colombia y Ecuador. 

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