domingo, 2 de junio de 2019

SIGLO XX-56- CONSECUENCIAS DE LA GUERRA CIVIL

El coste humano de la Guerra Civil tuvo unas consecuencias inmediatas. Además de muertos, heridos desaparecidos y la pérdida de la gente joven, y la desproporción entre hombres y mujeres. También el exilio y abandono de su país de infinidad de gente. Al igual que después de un incendio se asegura el monte apagando cualquier rescoldo que queda, pues la represión posterior a la guerra pretendió apagar cualquier posibilidad de rebeldía para una nueva forma de gobernar que se tenía pensado. Aunque los historiadores no se ponen de acuerdo en el número de víctimas durante la guerra, se puede afirmar que fueron más de 300.00, la mitad en los frentes y la otra parte en las retaguardias de ambos bandos. Posteriormente con la represión en la España franquista se calcula que unas 40.000 personas murieron fusiladas, otras 500.000 se vieron obligadas a marcharse del país y unas 300.000 fueron encarceladas, condenadas a penas de prisión o trabajos forzados. El país había quedado desbastado, con las carreteras, puentes y vías férreas destruidos o dañados. La renta per cápita cayó un 28% y no volvió a su nivel anterior a la guerra hasta 1952. La producción industrial bajó casi un tercio y la agrícola lo hacía en una quinta parte. Los costes financieros de la guerra, sumados los dos bandos se calcula que pudieron llegar a unos 700 millones de dólares de la época. El Movimiento Nacional, aparato burocrático del franquismo, sustituyó a la antigua administración del Estado. Todos los avances democráticos y de progreso social y cultural serían eliminados de raíz. El Franquismo fue una régimen fascista con aspiraciones totalitarias hasta 1945, prooccidental hasta 1957 y desarrollador en 1958 y 1959. Creó un nuevo orden económico y social, represivo. No obstante tuvo apoyo popular porque se basó en los valores más tradicionales, familia, orden y religión. Muchos intelectuales de prestigio optaron por el exilio. La atmósfera política no propició las manifestaciones en las artes y la cultura. Una férrea censura se aplicó a todos los ámbitos con objeto de promover los valores del catolicismo y la tradición, pero no de apertura de ideas y de libertades. No obstante ya en los años 50 el régimen había evolucionado. La Falange se había diluido en el Movimiento Nacional, la represión ya no era tan dura, aunque si selectiva. Y fundamentalmente la economía se había estabilizado. Se construyeron aeropuertos, embalses, nuevos trenes, planes de electrificación. Se inauguraron Universidades Laborales en Gijón, Córdoba, Sevilla, Zamora y Tarragona. Se potenció el sistema de la Seguridad Social, con atención sanitaria, médica y hospitalaria. Sistemas de Jubilación, Viudedad, Orfandad, Desempleo, jornada laboral reducida, vacaciones pagadas. En los años 60 no se había producido todavía una reforma fiscal, con lo cual el sistema tributario era obsoleto. De todas formas España era secularizada y consumista. EL INSTITUTO NACIONAL DE INDUSTRIA
El fuerte impulso que dio el turismo en España supuso una gran fuente de ingresos además del progreso de la construcción y el desarrollo de las zonas costeras de Valencia, Alicante y Andalucía, fundamentalmente. El Instituto Nacional de Industria se dedicaba a subvencionar empresas en crisis interviniendo en el desarrollo del sector industrial. También hay que sumar el hecho de que el régimen no podía obviar el asunto de la sucesión de Franco. Aquí es donde podemos indicar que comienza la Transición Española. Muchos no se ponen de acuerdo en señalar la fecha de que comienza la Transición. Como sabemos Francisco Franco gobernó como dictador. Pero lo que nunca se aprecia es que el franquismo no fue totalitario sino autoritario. El totalitarismo es poner el partido por encima del estado. Franco hizo lo contrario, puso al Estado, que era él, por encima del partido. El resultado es el mismo: represión e inseguridad jurídica. Pero esa diferencia es lo que permitió evolucionar al régimen hacia otra cosa, ir tomando los raíles hacia la monarquía. Ya que fue por su voluntad y no la del partido y sus gentes la que fue pensando en la Transición para después de su muerte. Por eso digo que la Transición empezó en 1969, no con la muerte de Franco. Ya desde los años 60 el país había entrado en un proceso modernizador, industrial, turístico y con un desarrollo lento pero efectivo y consolidado. Se rodeó de tecnócratas y gentes que supieran evolucionar, dentro de sus principios, con ideas que fueran colocando al país en el lugar que le correspondía en el concierto internacional. El día 22 de julio de 1969 en las Cortes franquistas, Don Juan Carlos, ante el Jefe del Estado y el presidente de las Cortes, el Príncipe hincó las rodillas sobre un cojín de terciopelo granate, colocado sobre una tarima de madera. Sobre la mesa, el libro de los Santos Evangelios. El presidente de las Cortes preguntó: – En nombre de Dios y sobre los Santos Evangelios, ¿juráis lealtad a Su Excelencia el Jefe del Estado y fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional y demás leyes Fundamentales del Reino? – Sí, juro lealtad a Su Excelencia el Jefe del Estado y fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional y demás Leyes Fundamentales del Reino. El presidente de las Cortes concluyó – Si así lo hiciereis que Dios os lo premie, y si no, os lo demande. Con este juramento quedó sellado la forma en que transitaría el gobierno de España a la muerte de Franco. Franco diseñó un futuro que asegurase los valores y sobre todo la unidad de España.
Nombró a Carrero Blanco, su mano derecha y el hombre del cual nunca tuvo dudas de su fidelidad. El sería el encargado de asegurarse esa unidad y que el pueblo aprobase una monarquía que aunara y que asegurase la paz y una forma de gobierno que evitase lo sucedido en las aventuras republicanas del país y que habían llevado a un desgobierno lleno de huelgas, atentados, asesinatos e incluso declaraciones de independencia. A Franco podríamos llamarle muchas cosas menos que fuese tonto o poco previsor. Años antes de morir piensa y prepara el futuro como una monarquía que asegurase los valores y sobre todo la unidad de España. El guion estaba escrito por Carrero Blanco. El diseño con el Rey como continuidad y cambio del régimen, estaba apoyado por algunos miembros, y el propio Franco nunca pensó en otro rey que Juan Carlos. Pero el 20 de diciembre de 1973 el Almirante Carrero es brutalmente asesinado por ETA. Fue un gran golpe en todos los sentidos, incluso en lo personalmente emocional. Designa a Arias Navarro como presidente de gobierno lo que sorprende a los más conservadores. En abril del 74 Portugal logra que su “Revolución de los claveles” triunfe sin derramamiento de sangre, lo que es un aviso para el Franquismo. Mientras ETA da su golpe asesino en la calle del Correo de Madrid, lo que hace endurecer las medidas del gobierno. No obstante Arias había iniciado unas tímidas reformas anunciadas en lo que se llamó el “espíritu del 12 de febrero”. A pesar de la enorme presión internacional el 27 de septiembre de 1975 son ejecutados 5 de los 11 etarras condenados a muerte, lo que provoca gran cantidad de manifestaciones y retirada de embajadores y descrédito internacional. Sin embargo el pueblo español el día 1 de octubre realiza manifestaciones de apoyo a Franco realmente multitudinarias, fundamentalmente la de la Plaza de Oriente de Madrid. Poco tiempo después Franco sufre un infarto, del que se recupera, pero a partir de entonces queda seriamente enfermo. No está en condiciones de gobernar, y aunque se opone al principio, Juan Carlos recibe poco después la orden de Franco de asumir la Jefatura del Estado. Franco muere después de varias operaciones el día 20 de noviembre. Dos días después don Juan Carlos es proclamado rey de España.

BATALLA DE AYACUCHO

Ayacucho, 9 de diciembre de 1824 Es considerada la última batalla y desencadena el principio del fin del Imperio Español en América. En agos...