miércoles, 25 de enero de 2023

PARADORES NACIONALES

Fortalezas árabes, antiguos conventos, palacios, castillos medievales…
Edificios singulares antiguos recuperados para hoy, con el objeto de que el viajero tenga la ocasión de alojarse entre viejos y nobles muros, donde la sombra del pasado todavía cobija recuerdos imperecederos grabados  en la piedra, el adobe, la madera, en las escaleras, en las habitaciones y pasillos, en comedores y salones; donde las esculturas, pinturas y la propia arquitectura nos hablan de nuestra larga, grande y formidable historia.

PARADOR DE MONFORTE

De las mejores ideas y realizaciones que se han hecho en España aprovechando lo que hay, mejorando su situación, conservando y además consiguiendo un beneficio. Buena forma de mantener y utilizar nuestro gran patrimonio arquitectónico histórico-artístico. En realidad son una serie de edificios históricos convertidos en hoteles de categoría, localizados en sitios privilegiados, muy bien seleccionados. Podría haber muchos más, pero el dinero manda. Detrás de esto está la empresa “Paradores de Turismo de España, S.A”. que es una empresa cuyo capital es, en su totalidad, de la Administración General del Estado. Es decir de toda España. Empresa pública al servicio del turismo español desde 1928. Casi un siglo de vida en el que ha cumplido con éxito su tarea de promocionar la mejor imagen de España, proteger el patrimonio histórico y cultural, y promover la economía local y el cuidado del medioambiente.
PARADOR DE CIUDAD REAL 

Treinta de sus hoteles están calificados como Bienes de Interés Cultural y otros quince se encuentran en conjuntos históricos declarados Bienes de Interés Cultural. Paradores, que cuenta con un valioso patrimonio histórico-artístico.
La empresa cuenta con un valioso patrimonio histórico, seguramente en su aspecto artístico el más valioso del mundo en manos de una cadena hotelera, con edificios, de los cuales 45 están declarados Bien de Interés Cultural. Además conserva entre su oferta una propuesta de gastronomía propia de la zona en que se encuentra cada Parador, recuperando la cocina tradicional del lugar.
PARADOR DE ALMAGRO 

En 1926 el Marqués de la Vega-Inclán fue la persona de la cual nace este gran proyecto, convertido en realidad, por suerte. Construyó un alojamiento en la sierra de Gredos, que sería el primer Parador y se inauguró al púbico en Navarredonda de Gredos (Ávila) en 1928. Posteriormente se constituyó la Junta de Paradores y Hosterías del Reino. Parajes de belleza, poblaciones con riqueza cultural e histórica donde se encontrarán monumentos históricos y artísticos factibles de remodelar y convertirlos en hotel. Esa fue la idea original. Y así se hizo. Al de Gredos siguieron otro en Alcalá de Henares, Madrid, en Ciudad Rodrigo en Salamanca, el de Oropesa en Toledo, el de Úbeda en Jaén. Y el de Mérida en Badajoz. Esto hasta 1933. A la vez se construyeron doce Albergues de Carretera, que posteriormente también fueron Paradores. En la década de los 60, durante el ministerio de Manuel Fraga, fue cuando la red de Paradores alcanzó más impulso y llegó a tener 83 Paradores. Luego se perdieron los que había en Marruecos. En la década de 1980, algunos hoteles se incorporaron a la red de Paradores como el Hostal de los Reyes Católicos en Santiago de Compostela, una auténtica belleza.
PARADOR DE GRANADA 

En el año 2012 las dificultades económicas de la red que fueron encontradas decidió el cierre temporal de varios establecimientos.
Hay personas que exclusivamente se aloja en Paradores, y no les hables de otras cosas, no hay nada comparable para ellos. Sibaritas que aprecian el gusto por el detalle, por lo antiguo, lo histórico. En el Monasterio de San Estebo, por ejemplo se aprecian claramente los estilos barroco y románico, con tres impresionantes claustros, uno románico, uno gótico y otro renacentista, por los que podrás pasear en noches tranquilas, bajo tenue iluminación y con un leve sonido de música religiosa acompañándote. La belleza y monumentalidad del edificio han hecho que fuese declarado Monumento Histórico Artístico en el año 1923.

 PARADOR DE SIGÜENZA

Un moderno hotel con todas las comodidades, nunca podrá ofrecerte el arte, la historia y el monumento de un Parador.

sábado, 14 de enero de 2023

GUERRA DEL RIF - DESASTRE DE ANNUAL


Fue librada por España y en su última fase, también por Francia entre los años 1909 y 1927. A principios del siglo XX España explotaba los yacimientos mineros cercanos a Melilla.  

España tenía presencia militar en el norte de Marruecos desde 1907, aunque ya contaba previamente con diversas plazas tomadas en siglos anteriores, fundamentalmente Ceuta, Melilla y diversos peñones. La riqueza de materias primas minerales del norte de Marruecos era el principal atractivo de esta región para España, lo que le permitía vender una parte de ellas como exportaciones.


En 1904 se firmó un convenio con Francia definiendo las zonas de influencia en las tierras costeras de Marruecos , el Rif. En 1906 España consiguió el reconocimiento internacional de su posición en el norte de África.
La zona estaba controlada por insurrectos del Rif, que no acataban al sultán de Marruecos. Pero lo habitantes descontentos atacaron lo yacimientos y el cabecilla fue entregado a Marruecos. El gobierno de Madrid no actuó. Pero una expedición apresó a seis rebeldes que fueron conducidos a Melilla. Fue el detonante de la reacción popular. En las revueltas murieron seis españoles trabajadores. Se enviaron tropas a la zona. Hubo una emboscada que causó entre muertos y heridos españoles más de 650 hombres. Llegaron más tropas españolas y el lugar quedo pacificado en agosto de 1909.
La política colonial con Marruecos se derrumbaba. En 1919 e retomaron las operaciones militares detenidos por la Guerra Mundial. En 1920 España no acababa de controlar esa zona. Las tropas españolas sufrían constantes pequeñas derrotas debido a su escasa eficacia. Ese rosario de derrotas tuvieron su punto culminante en julio de 1921. El alto comisario del protectorado de Marruecos, el general Berenguer, fijó una serie de objetivos militares. Por un lado, extender el control militar español en la zona occidental y oriental de Melilla. De esta manera, se garantizaría la conexión de la costa con el interior y se cortaría el contrabando de armas que se producía en la zona. 

En el año 1921, cuando se produce el Desastre de Annual, España tenía en el norte de Marruecos cerca de 69.000 militares, divididos en las tres comandancias: Ceuta, Larache y Melilla. El problema de esta fuerza militar era su equipamiento, compuesto por malos pertrechos y armas militares anticuadas y desgastadas. Se aprobó un presupuesto para la mejora técnica y de indumentaria, pero la burocracia ralentizó su puesta en marcha. La Comandancia de Melilla estaba dirigida por el general Silvestre. Comenzó su incursión en el Rif animado por el rey y otros, pero con escasa prudencia y poca preparación técnica. Silvestre sufrió una estrepitosa derrota con la conquista de las tropas de Abd-el-Krim, muriendo más de 8.000 españoles. En realidad, parece ser que no hubo un ataque en regla por parte de los rifeños, fue más el pánico y la confusión de los españoles lo que llevó a este desastre. Las tropas estaban formadas por soldados reclutas, bisoños, sin experiencia militar, también con indígenas marroquíes. Todos con un armamento obsoleto, fusiles Mauser alemanes, que se recalentaban al usarlos, ametralladores igual de antiguas, armas que venían de las guerras de Cuba y Filipinas. Los soldados iban pobremente vestidos, en alpargatas, con comidas racionada, todo ello producto de una corrupción desalmada de jefes y oficiales. Melilla se salvó gracias a las tropas enviadas por el general Sanjurjo. España llevaba en esos momentos más de 20.000 muertos.

El de Annual fue el mayor desastre sufrido por cualquier potencia colonial europea en aquella época. La opinión pública y parte de la clase política clamaban pidiendo responsabilidades y cuestionaban la presencia en Marruecos. No era un capricho colonial el Protectorado, sino la necesidad estratégica, bajo delegación del sultán, de que Francia no dominase el Estrecho de Gibraltar.  Cabe decir también que muchos de los balazos que mataron a soldados españoles fueron disparados con los fusiles vendidos de contrabando a los rebeldes por un prohombre hispano, el multimillonario Juan March. También debe recordarse que las levas para Marruecos solo afectaban a las clases populares, pues previo pago de 2.000 pesetas se esquivaba la mili; otra modalidad de escaqueo, destinada a los universitarios (Unos pocos de familias adineradas),  consistía en acogerse a la modalidad de “voluntario de un año”, supuesto en el cual se realizaba un servicio militar más corto que los tres años habituales, y con elección de destino por parte del interesado.


Miles de jóvenes españoles de las clases trabajadoras del campo y las ciudades murieron absurdamente en la guerra de Marruecos, en aras de ambiciones particulares y por designio de políticos al servicio de intereses oligárquicos. Fueron víctimas de un sistema político languideciente. Supuso el hundimiento del Ejército español derrotado en esa batalla brutal y colonial. Annual fue un desastre en todas sus dimensiones. Un desastre bélico producido por el pánico, la desbandada por parte de las tropas españolas ante las rifeñas. Murieron unos 20.000 soldados, según cálculos.
Las críticas en la península se recrudecían atacando a los militares y a la cúpula de dirigentes políticos. Todas las miradas, airadas, apuntaron de inmediato al Rey Alfonso XIII y a uno de sus hombres de máxima confianza, el conde de Romanones. Así fue como el denominado expediente Picasso, informe muy prolijo realizado por el general Picasso, donde se pueden ver las actuaciones de los mandos. El general Batet fue nombrado más adelante juez de los procedimientos motivados por el denominado expediente Picasso tras el Desastre de Annual, y escribió un informe sobre los altos mandos del ejército español en Marruecos, en el que Franco no quedó muy bien parado. Las relaciones entre el Rey y el conde de Romanones no fueron sólo políticas, sino económicas.
Mientras altos jefes militares se dedicaban, con notoria intensidad y honradez, a saber y difundir la verdad del desastre de Annual, el capitán general de Cataluña en ese tiempo, Miguel Primo de Rivera, obedeció al monarca. Y de este modo se lanzó, con gran satisfacción de no pocos empresarios catalanes, a dar un golpe de Estado en España entre el 13 y el 15 de septiembre de 1923.

miércoles, 11 de enero de 2023

SOBRE EL SAQUEO Y GENOCIDIO EN AMÉRICA


La imagen estereotipada de una conquista de saqueo y rapiña no responde en absoluto a la realidad histórica de una empresa que fue, sustantivamente, una empresa de incorporación de los pueblos americanos a la sociedad, a la religión y a la cultura española y, por ende, europea. Los que acusan que España realizó un ingente trabajo genocida y de saqueo en el nuevo continente, deberían saber que si bien es cierto que hubo muchos abusos, en el sentido institucional, en las ordenes con las que partían desde la coona hacia Colón en adelante, siempre han tenido como fundamento por encima de todo la evangelización de aquellas tierras donde pisaran. Por supuesto que se buscaban riquezas.  Esto que hoy en día no es tenido como una cuestión importante, en aquellos tiempos la religión, para un cristiano era más importante que hoy la sanidad o la educación. Si España hubiera querido saquear y eliminar a los indígenas o apartarlos en reservas como hicieron en Norteamérica siglos después, nadie lo hubiera podido evitar. Tal era la potencia que España ejercía en el mundo.
El cristianismo es una fe que se proclama verdad absoluta, “dogma de fe” y la vida es un tránsito durante el cual se deben obtener los méritos para una posterior vida eterna, que es la importante. Norma válida para todos, desde el rey hasta el último morador. Por lo tanto el primer deber de un rey era eliminar los obstáculos que hubiera para que sus súbditos pudieran alcanzar el logro de este fin sobrenatural.

Los reyes, para los tiempos de Isabel tenían el mandato de Dios, es decir la obligación de reinar, no el derecho, y los súbditos eran los beneficiarios de las leyes, fueros, cartas y privilegios usos y costumbres que juraban en el momento que eran reconocidos como reyes. Es por eso que los Reyes Católicos, y sus inmediatos sucesores siempre se han planteado la cuestión espiritual y moral de la conquistas de América además en un momento histórico en que ningún país podría haberlo impedido. Ya en el primer viaje de Colón salió con el acuerdo firmado de ser virrey de las tierras a descubrir, dato fundamental para entender que no se trataba de crear colonias sino una prolongación de la corona de Castilla. Al poco tiempo de morir Isabel la católica, Fernando se cuestionó la posibilidad de abandonar le exploración y conquista por parte de la corona dada el enorme gasto y la poca rentabilidad. Fue convencido que si no lo hacía serían otros y seguramente otros países quienes tomarían la iniciativa y no serían protegidos los indígenas en absoluto. En 1512 se promulgaron las primeras leyes de protección a los indios. Nunca en la historia una potencia conquistadora se planteaba el derecho de sus conquistados. Normalmente o se les ejecutaba o esclavizaba. Ante el afán por el oro de los conquistadores, los Reyes Católicos se preocuparon para que en aquellas tierras se estableciera el orden como una prolongación de Castilla en ultramar, y no unas colonias a las que explotar hasta la última gota. Y aunque en ocasiones se impuso la sed de oro, la creación de cientos de ciudades, catedrales, universidades, caminos e incluso hospitales (entre 1500 y 1550, se levantaron unos 25 hospitales grandes y un número mayor de pequeños) demostró que para Corona aquel continente, aquella empresa atlántica, iba más allá de intereses económicos o comerciales. podemos asegurar que España no se limitó a explorar aquel vasto territorio sino que realizó una empresa aún más asombrosa y trascendente: la incorporación de sus gentes a su cultura y a su fe, en definitiva, a la civilización cristiana, europea y occidental; no de manera circunstancial sino definitivamente. No fue una empresa improvisada ni sobrevenida, sino programada y dirigida. Una empresa no al alcance de cualquiera. Su emprendimiento y realización requerían no solo de oportunidad sino de voluntad, decisión, recursos, conocimientos y capacidades. El pueblo, la Iglesia y la Corona se volcaron en aquella empresa; voluntad y decisión. Ingentes recursos y conocimientos fueron invertidos en la tarea.
PRIMERA UNIVERSIDAD DE AMÉRICA, EN LIMA Conocimientos de astronomía, navegación, construcción naval, ingeniería militar, arquitectura, bellas artes, literatura, teología, derecho, administración y economía; fueron necesarios para el buen fin de la empresa americana. No sorprende la hegemonía de España en todos esos campos durante los siglos XVI y XVII. Se sabe que cuando llegaron los españoles hubo epidemias devastadoras (como el sarampión) que se pudieron controlar más gracias a que se desarrolló una política activa de control de epidemias, lo que evidencia que el Imperio se preocupaba por la salud de los indígenas. Siempre que se habla de las atrocidades que cometieron los españoles se cita la Brevísima (1551) de Fray Bartolomé de las Casas. Las cifras que cita son falsas. Para que fueran verdad, cada español que hubiera pisado América desde el 12 de octubre de 1492 hasta el inicio de las guerras de la Independencia (1810) tendría que haber matado 14 indios al día durante 300 años. ¿Qué hizo famoso a Fray Bartolomé? Que lo utilizaron los rivales del Imperio Español, esencialmente orangistas (holandeses) y los ingleses. ¿Y qué ha hecho famoso a Chomsky, (un socialista libertario según su propia definición)? Su posición de renegado interior de EEUU. La particularidad es que Chomsky, como Fray Bartolomé en el siglo XVI, nunca ha sido represaliado por ese imperio que tanto critica sino que ha obtenido enormes beneficios. Fray Bartolomé no conocía bien América, la estancia más duradera fue cuando le nombraron obispo de Chiapas (1544-1550), pero sólo estuvo allí unos meses y en ese tiempo, como cuentan sus contemporáneos, ni se preocupó por conocer a los indios ni su idioma. En cuanto pudo, se volvió a España y se pasó el resto de su vida en la Corte. La conquista de América fue mucho menos sangrienta que otras conquistas. La mayor parte de la expansión de los españoles en América se hizo pactando con indios. Cortés desembarcó con 500 hombres y acabó con el imperio Azteca. Y ni aunque todos ellos hubieran sido Rambos revividos, hubieran podido tomar solos por ejemplo, Tenochtitlan (1521), la capital, en donde vivían al menos 80.000 personas. Lo que tuvo que hacer Cortés fue pactar con las poblaciones sometidas por los aztecas que soportaban una tiranía espantosa. Sobre la caída de los aztecas, esas pueblos consideran que fue Cortés quien les ayudó a ellos. Ellos son los protagonistas, no los conquistadores españoles. Y lo mismo pasó en el resto de Iberoamérica. Las Leyes de Indias promulgadas ya por Carlos I, después de amplios estudios en la Escuela de Salamanca recogen, entre otros, los siguientes derechos para los aborígenes americanos: la prohibición de injuriarlos o maltratarlos, la obligación de pagarles salarios justos, su derecho al descanso dominical, la jornada laboral máxima de ocho horas y un grupo de normas protectoras de su salud, especialmente de la de mujeres y niños. Esto en el año 1542. Sin duda, en la América española se cometieron abusos, no pocos impulsados o consentidos por las autoridades locales. Pero es indiscutible que todos ellos, a excepción de la esclavitud de los negros trasladados desde África, no por España, sino por Inglaterra, Holanda, Francia, Portugal, etc., lo fueron al margen de la legalidad, en contra de la ley dictada desde la metrópoli. Una ley que, no pocas veces, perjudicaba los intereses materiales de los colonos españoles. A partir de 1640, fueron muchos los mercaderes españoles que invertían sus metales preciosos en América, sobre todo en Perú, en vez de arriesgarse a que fueran confiscados en España o se perdieran en el viaje. Este capital fue la base para la transformación de las ciudades en la era posterior a la minería. El oro y la plata que se traían a la España peninsular era el Quinto Real, es decir el 20% del total obtenido. El resto quedaba en América o los Virreinatos. Para un hacendado era mejor quedarse en América con su patrimonio que volver a España. Si no hubiera sido así los españoles no habrían podido dejar en América 35 Universidades desde 1550 y más ciudades patrimonio de la Humanidad (32), que en la propia España. Cuando en 1636 se funda la Universidad de Harvard, en la América española ya había diez Universidades funcionando, que llegarían a más de 30 en el momento de la Independencia. 
Por otro lado hay que decir que la cantidad de oro y plata llegada a España en 300 años es menos que la hoy obtenida sólo en Perú en un año o en México en el mismo periodo. Los métodos de extracción eran muy rudimentarios comparativamente, y no digamos las dificultades del transporte. No obstante algunos quieren seguir echando la culpa del atraso sudamericano a España. Pueden leer a Humbolt o a Lynch, y entender de una vez para siempre que el campesino de Perú o de México a finales del XVIII tenía más nivel de vida con diferencia que el alemán. Las primeras Universidades inauguradas en América fueron una en Santo domingo en 1538 y otra en Lima en 1551, ambas por orden de Carlos I. Muchos hispanos y españoles sometidos a la dictadura de la leyenda Negra, incapaces de analizar con cierta objetividad, la situación actual de sus países recurren al siempre fácil recurso de echar las culpas a otros tras 200 años de gobiernos propios. Historia de Castilla: de Atapuerca a Fuensaldaña» (La Esfera de los Libros) América Latina entre colonia y nación. Barcelona: Editorial Crítica 2001 La España del siglo XVIII Barcelona: Editorial Crítica

lunes, 9 de enero de 2023

COLONIZACIÓN DE AMERICA ANGLOSAJONA

 

San Agustín, la ciudad más antigua del territorio actual de USA fue fundada por españoles. También fueron fundadas por españoles, San Francisco, San Antonio, Tucson, Los Ángeles, Santa Fe, San Diego … etc., etc. Ocho de los cincuenta estados que forman Estados Unidos conservan su nombre en español : California, Colorado, Florida, Montana, Nevada, Nuevo Méjico, Tejas y Utha. En rios: Bravo, Sacramento, Colorado, Grande. La presencia de España en USA a se extendió durante 309 años, desde que el 12 de abril de 1513, cuando Juan Ponce de León llegó a las costas de Florida; hasta 1822 coincidiendo con la independencia de México. El legado español en USA refleja los más de tres siglos de presencia de la cultura española en este territorio. Exportada a Norteamérica por los colonos españoles desde La Nueva España, el Virreinato creado por la Corona de España en México. Gracias a Ponce de León , USA entró hace más de 500 años en la historia de Occidente. 107 años después llegarían a bordo del Mayflower a Massachusetts los peregrinos puritanos. Durante el reinado de Jacobo I se poblaron las regiones que hoy constituyen los estados de Maryland, Pennsylvania y Virginia, que en la segunda mitad del siglo XVI sólo habían sido escenario de las correrías de corsarios como John Hawkins y Francis Drake, más enfrascados en acciones contra España que en algún objetivo fundacional.                           AMERICA DEL NORTE EN 1810

La verdadera colonización del territorio no comenzó hasta principios del siglo XVII, producto de los esfuerzos conjuntos de la Corona y de particulares. A finales de 1606 la Compañía de Londres envía tres buques a la bahía de Chesapeake, cuyos tripulantes fundan al año siguiente la villa de James-town, unas 30 millas curso arriba del río James. Los colonos estaban dirigidos por John Smith, quien disfrutó del favor de Pocahontas, hija del cacique Powhatan, el cual les permitió establecerse. Para hacer rentable la nueva colonia introdujeron en 1612 el cultivo del tabaco. En el otoño de 1620 arribaron un conjunto de pilgrims (peregrinos) quienes, procedentes de Inglaterra pero refugiados en Holanda, víctima de las persecuciones religiosas de los anglicanos, consiguieron hacerse a la mar rumbo a América en el buque Mayflower y fundar el pueblo de Plymouth en Nueva Inglaterra. Sus inicios fueron duros, pues carecían de lo más elemental, pero en noviembre de 1621 recibieron un barco con provisiones, consiguieron una buena cosecha de maíz y con la caza de pavos y venados organizaron una fiesta de Acción de Gracias a Dios (Thanksgiving) por haber podido subsistir, tradición que mantiene hasta hoy el pueblo americano. Más tarde, en 1628 llegaron puritanos de Inglaterra y fundaron cerca de la anterior colonia las villas de Boston, Salem y otras. Estaban dirigidos por John Winthrop y su gente venía con abundantes vituallas y aperos que les permitieron organizar una colonia rica. Introdujeron en cambio una profunda intolerancia religiosa, reflejo de la situación inglesa. Hubo otras colonias, como las de Connecticut y Rhode Island, pero estas fueron iniciadas por gentes tolerantes y de espíritu democrático. En 1632 el rey Carlos I de Inglaterra propició una colonización católica, aunque bajo el espíritu de la tolerancia religiosa, a cuya cabeza puso a Lord Baltimore, a quien concedió las tierras entre el río Potomac y el paralelo 40 a cambio del simbólico precio de dos flechas indias al año. Fue el hijo de Lord Baltimore quien, en 1649, proclamó el Acta de Tolerancia, una de las primeras leyes de tolerancia religiosa de las colonias americanas. Para esta convivencia fundó la ciudad de Filadelfia («ciudad del amor fraterno» en griego), concediendo la igualdad de derechos a los blancos e indios de la región. Esta experiencia inspiró a algunos pensadores del Siglo de las Luces, como Voltaire. En su honor, la fraternal colonia fue denominada “la selva de Penn”, Pennsylvania. La Corona inglesa intervino directamente en la colonización anglosajona de otros territorios. Para evitar el avance hacia el norte de los españoles de La Florida y realizar al mismo tiempo una obra humanitaria, el filántropo James Oglethorpe destinó las tierras al sur del río Savannah a la gente empobrecida y deudora de Inglaterra. Jorge II le concedió tierras que fueron denominadas Georgia en honor de dicho monarca. Sus inicios fueron difíciles a causa del paludismo endémico de aquella región pantanosa, pero pronto se introdujo el cultivo del arroz y, con la llegada de negros esclavos, la colonia comenzó a prosperar. En el siglo XVIII la configuración de la primitiva Norteamérica estaba constituida por trece colonias: Nueva Jersey, Delaware, Nueva York, Nueva Hampshire, Virginia, Massachusetts, Connecticut, Rhode Island, Maryland, Pennsylvania, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia, en las que a mediados del siglo XVIII habitaban cerca de un millón y medio de habitantes. En la cúspide del poder político de las trece colonias se situaba un gobernador nombrado directamente por la Corona. Esta tradición de autogobierno en la América británica se remonta al pacto que los peregrinos del «Mayflower» firmaron para erigirse en gobierno, dotarse de leyes iguales para todos y en pro del bien común. La incipiente democracia se veía limitada por el hecho de que para ejercer el derecho al voto era necesario ser propietario de tierras, si bien el derecho a la crítica y a hacerse oír lo tenían en principio todos los ciudadanos. La colonización anglosajona se produjo un siglo después que la hispana y, en consecuencia, sus instituciones tenían una estructura más moderna; por otra parte, disfrutaban, al menos al principio, de una mayor autonomía respecto a la metrópoli y los colonizadores no aspiraban a retornar enriquecidos al Viejo Mundo, sino que, fugitivos de una situación de intolerancia religiosa, económica y política, deseaban echar raíces en América. Todos estos factores imprimieron a las colonias sajonas unas características que todavía hoy pueden detectarse en el entramado socioeconómico de los EE. UU. y Canadá. Con el desarrollo de las técnicas de cultivo y de comercialización, las estructuras hicieron que la sociedad se dividiera en propietarios aristócratas y comerciantes capitalistas de un lado, y en pequeños propietarios mercaderes y artesanos del otro. La propiedad agrícola, riqueza fundamental del país, variaba sus características según el tipo de suelos, de cultivos y de poblamiento. Al cabo de cierto tiempo el sistema fracasó, pues dio lugar a especulaciones fraudulentas que ya a principios del siglo XVIII habían hecho posible la formación de una nueva clase de terratenientes que arrendaban la mayor parte de sus tierras. Esto dio lugar a la aparición del latifundismo y a una profunda diferenciación social, una de cuyas manifestaciones fue la proliferación de los squatters u ocupantes ilegales de tierras. En las colonias del centro los agricultores pagaban renta por las tierras a la Corona o a dueños particulares, según fuesen propietarios o arrendatarios. En un país esencialmente agrícola, esto condujo a innumerables fricciones sociales y a encuentros violentos por el cobro de estas rentas, así como a una sociedad de castas liderada por los terratenientes adictos a la Corona. No obstante, esta situación tuvo un aspecto positivo, pues el agricultor, presionado por las rentas, tuvo que diversificar sus fuentes de ingreso y recurrir en régimen de economía familiar a la elaboración artesanal y comercialización de sus propios productos. En los territorios de Nueva Inglaterra las asambleas locales concedían a las nuevas comunidades de agricultores una porción de tierra, el town (seis millas cuadradas), libres de tributación durante cierto tiempo. En el centro del lote se construía la villa, y en el centro de ésta una casa comunal que servía como iglesia y ayuntamiento a un tiempo, y alrededor de la cual construían sus casas los vecinos. Éstos recibían un lote de terreno para su cultivo con arreglo a ciertas jerarquías, pues las mejores tierras eran para los funcionarios elegidos por la comunidad y los hombres de iglesia. También se dejaban tierras comunales para pasto, leña y forraje. La propiedad comunal de estas tierras desapareció a principios del siglo XVIII, al consolidarse la propiedad agraria. Los nuevos colonos tenían que comprar o arrendar sus tierras sin derecho al uso de las comunales, que se hizo privativo de los primeros pobladores. Nueva Inglaterra se dedicó más a la ganadería, y como la agricultura no era demasiado pródiga, se orientó al comercio y la industria. Las colonias del centro se especializaron en el cultivo de cereales, en especial el trigo, que exportaban a Las Antillas, donde no se podía cultivar por el clima. Las colonias del sur comenzaron a destacarse en el sistema de grandes plantaciones de un solo cultivo que dio origen al capitalismo de plantación, cuya producción se destinaba al comercio internacional, a base de una mano de obra que pronto fue la del trabajo esclavo de negros africanos. El primer cultivo extenso y de gran riqueza fue el del tabaco, en Virginia, que predominó hasta el auge posterior del algodón. Las trece colonias inglesas tenían sistemas políticos, constitucionales y legales muy similares, y fueron dominadas por protestantes de habla inglesa. Eran solo una parte de las posesiones de Gran Bretaña en el Nuevo Mundo, que también incluyeron colonias en la actual Canadá y el Caribe, así como en el este y en el oeste de la Florida. Las trece colonias tenían un alto grado de autonomía y las elecciones locales eran activas, y cada vez más se resistieron a las demandas de Londres para un mayor control. En la década de 1750, las colonias comenzaron a colaborar entre sí, en lugar de tratar directamente con Gran Bretaña. Estas actividades inter-coloniales cultivaron un sentido de identidad americana compartida y condujeron a las peticiones de protección de los derechos como ingleses (Rights of Englishmen) de los colonos, especialmente el principio de «no hay impuestos sin representación». Las quejas contra el gobierno británico llevaron a la revolución americana, en la que las colonias establecieron un Congreso Continental y declararon la independencia en 1776.

LA MASONERÍA Y LA INDEPENDENCIA DE PAÍSES AMÉRICANOS

La masonería se expandió en Sudamérica a partir del siglo XIX, coincidiendo con los movimientos independentistas. Ofreció a los líderes crio...