miércoles, 11 de enero de 2023

SOBRE EL SAQUEO Y GENOCIDIO EN AMÉRICA


La imagen estereotipada de una conquista de saqueo y rapiña no responde en absoluto a la realidad histórica de una empresa que fue, sustantivamente, una empresa de incorporación de los pueblos americanos a la sociedad, a la religión y a la cultura española y, por ende, europea. Los que acusan que España realizó un ingente trabajo genocida y de saqueo en el nuevo continente, deberían saber que si bien es cierto que hubo muchos abusos, en el sentido institucional, en las ordenes con las que partían desde la coona hacia Colón en adelante, siempre han tenido como fundamento por encima de todo la evangelización de aquellas tierras donde pisaran. Por supuesto que se buscaban riquezas.  Esto que hoy en día no es tenido como una cuestión importante, en aquellos tiempos la religión, para un cristiano era más importante que hoy la sanidad o la educación. Si España hubiera querido saquear y eliminar a los indígenas o apartarlos en reservas como hicieron en Norteamérica siglos después, nadie lo hubiera podido evitar. Tal era la potencia que España ejercía en el mundo.
El cristianismo es una fe que se proclama verdad absoluta, “dogma de fe” y la vida es un tránsito durante el cual se deben obtener los méritos para una posterior vida eterna, que es la importante. Norma válida para todos, desde el rey hasta el último morador. Por lo tanto el primer deber de un rey era eliminar los obstáculos que hubiera para que sus súbditos pudieran alcanzar el logro de este fin sobrenatural.

Los reyes, para los tiempos de Isabel tenían el mandato de Dios, es decir la obligación de reinar, no el derecho, y los súbditos eran los beneficiarios de las leyes, fueros, cartas y privilegios usos y costumbres que juraban en el momento que eran reconocidos como reyes. Es por eso que los Reyes Católicos, y sus inmediatos sucesores siempre se han planteado la cuestión espiritual y moral de la conquistas de América además en un momento histórico en que ningún país podría haberlo impedido. Ya en el primer viaje de Colón salió con el acuerdo firmado de ser virrey de las tierras a descubrir, dato fundamental para entender que no se trataba de crear colonias sino una prolongación de la corona de Castilla. Al poco tiempo de morir Isabel la católica, Fernando se cuestionó la posibilidad de abandonar le exploración y conquista por parte de la corona dada el enorme gasto y la poca rentabilidad. Fue convencido que si no lo hacía serían otros y seguramente otros países quienes tomarían la iniciativa y no serían protegidos los indígenas en absoluto. En 1512 se promulgaron las primeras leyes de protección a los indios. Nunca en la historia una potencia conquistadora se planteaba el derecho de sus conquistados. Normalmente o se les ejecutaba o esclavizaba. Ante el afán por el oro de los conquistadores, los Reyes Católicos se preocuparon para que en aquellas tierras se estableciera el orden como una prolongación de Castilla en ultramar, y no unas colonias a las que explotar hasta la última gota. Y aunque en ocasiones se impuso la sed de oro, la creación de cientos de ciudades, catedrales, universidades, caminos e incluso hospitales (entre 1500 y 1550, se levantaron unos 25 hospitales grandes y un número mayor de pequeños) demostró que para Corona aquel continente, aquella empresa atlántica, iba más allá de intereses económicos o comerciales. podemos asegurar que España no se limitó a explorar aquel vasto territorio sino que realizó una empresa aún más asombrosa y trascendente: la incorporación de sus gentes a su cultura y a su fe, en definitiva, a la civilización cristiana, europea y occidental; no de manera circunstancial sino definitivamente. No fue una empresa improvisada ni sobrevenida, sino programada y dirigida. Una empresa no al alcance de cualquiera. Su emprendimiento y realización requerían no solo de oportunidad sino de voluntad, decisión, recursos, conocimientos y capacidades. El pueblo, la Iglesia y la Corona se volcaron en aquella empresa; voluntad y decisión. Ingentes recursos y conocimientos fueron invertidos en la tarea.
PRIMERA UNIVERSIDAD DE AMÉRICA, EN LIMA Conocimientos de astronomía, navegación, construcción naval, ingeniería militar, arquitectura, bellas artes, literatura, teología, derecho, administración y economía; fueron necesarios para el buen fin de la empresa americana. No sorprende la hegemonía de España en todos esos campos durante los siglos XVI y XVII. Se sabe que cuando llegaron los españoles hubo epidemias devastadoras (como el sarampión) que se pudieron controlar más gracias a que se desarrolló una política activa de control de epidemias, lo que evidencia que el Imperio se preocupaba por la salud de los indígenas. Siempre que se habla de las atrocidades que cometieron los españoles se cita la Brevísima (1551) de Fray Bartolomé de las Casas. Las cifras que cita son falsas. Para que fueran verdad, cada español que hubiera pisado América desde el 12 de octubre de 1492 hasta el inicio de las guerras de la Independencia (1810) tendría que haber matado 14 indios al día durante 300 años. ¿Qué hizo famoso a Fray Bartolomé? Que lo utilizaron los rivales del Imperio Español, esencialmente orangistas (holandeses) y los ingleses. ¿Y qué ha hecho famoso a Chomsky, (un socialista libertario según su propia definición)? Su posición de renegado interior de EEUU. La particularidad es que Chomsky, como Fray Bartolomé en el siglo XVI, nunca ha sido represaliado por ese imperio que tanto critica sino que ha obtenido enormes beneficios. Fray Bartolomé no conocía bien América, la estancia más duradera fue cuando le nombraron obispo de Chiapas (1544-1550), pero sólo estuvo allí unos meses y en ese tiempo, como cuentan sus contemporáneos, ni se preocupó por conocer a los indios ni su idioma. En cuanto pudo, se volvió a España y se pasó el resto de su vida en la Corte. La conquista de América fue mucho menos sangrienta que otras conquistas. La mayor parte de la expansión de los españoles en América se hizo pactando con indios. Cortés desembarcó con 500 hombres y acabó con el imperio Azteca. Y ni aunque todos ellos hubieran sido Rambos revividos, hubieran podido tomar solos por ejemplo, Tenochtitlan (1521), la capital, en donde vivían al menos 80.000 personas. Lo que tuvo que hacer Cortés fue pactar con las poblaciones sometidas por los aztecas que soportaban una tiranía espantosa. Sobre la caída de los aztecas, esas pueblos consideran que fue Cortés quien les ayudó a ellos. Ellos son los protagonistas, no los conquistadores españoles. Y lo mismo pasó en el resto de Iberoamérica. Las Leyes de Indias promulgadas ya por Carlos I, después de amplios estudios en la Escuela de Salamanca recogen, entre otros, los siguientes derechos para los aborígenes americanos: la prohibición de injuriarlos o maltratarlos, la obligación de pagarles salarios justos, su derecho al descanso dominical, la jornada laboral máxima de ocho horas y un grupo de normas protectoras de su salud, especialmente de la de mujeres y niños. Esto en el año 1542. Sin duda, en la América española se cometieron abusos, no pocos impulsados o consentidos por las autoridades locales. Pero es indiscutible que todos ellos, a excepción de la esclavitud de los negros trasladados desde África, no por España, sino por Inglaterra, Holanda, Francia, Portugal, etc., lo fueron al margen de la legalidad, en contra de la ley dictada desde la metrópoli. Una ley que, no pocas veces, perjudicaba los intereses materiales de los colonos españoles. A partir de 1640, fueron muchos los mercaderes españoles que invertían sus metales preciosos en América, sobre todo en Perú, en vez de arriesgarse a que fueran confiscados en España o se perdieran en el viaje. Este capital fue la base para la transformación de las ciudades en la era posterior a la minería. El oro y la plata que se traían a la España peninsular era el Quinto Real, es decir el 20% del total obtenido. El resto quedaba en América o los Virreinatos. Para un hacendado era mejor quedarse en América con su patrimonio que volver a España. Si no hubiera sido así los españoles no habrían podido dejar en América 35 Universidades desde 1550 y más ciudades patrimonio de la Humanidad (32), que en la propia España. Cuando en 1636 se funda la Universidad de Harvard, en la América española ya había diez Universidades funcionando, que llegarían a más de 30 en el momento de la Independencia. 
Por otro lado hay que decir que la cantidad de oro y plata llegada a España en 300 años es menos que la hoy obtenida sólo en Perú en un año o en México en el mismo periodo. Los métodos de extracción eran muy rudimentarios comparativamente, y no digamos las dificultades del transporte. No obstante algunos quieren seguir echando la culpa del atraso sudamericano a España. Pueden leer a Humbolt o a Lynch, y entender de una vez para siempre que el campesino de Perú o de México a finales del XVIII tenía más nivel de vida con diferencia que el alemán. Las primeras Universidades inauguradas en América fueron una en Santo domingo en 1538 y otra en Lima en 1551, ambas por orden de Carlos I. Muchos hispanos y españoles sometidos a la dictadura de la leyenda Negra, incapaces de analizar con cierta objetividad, la situación actual de sus países recurren al siempre fácil recurso de echar las culpas a otros tras 200 años de gobiernos propios. Historia de Castilla: de Atapuerca a Fuensaldaña» (La Esfera de los Libros) América Latina entre colonia y nación. Barcelona: Editorial Crítica 2001 La España del siglo XVIII Barcelona: Editorial Crítica

BATALLA DE AYACUCHO

Ayacucho, 9 de diciembre de 1824 Es considerada la última batalla y desencadena el principio del fin del Imperio Español en América. En agos...