lunes, 19 de octubre de 2020

30.- REINOS CRISTIANOS - CONDADOS CATALANES - segunda parte

CATALUÑA - (Parte 2) El rey franco, Luis el tartamudo, repartió sus condados en el año 878 y los de Barcelona y Gerona correspondieron a Wifredo el Velloso, considerado el primer gobernante autónomo de la región, y que a su muerte dejará sus tierras a sus hijos: Urgel a Sunifredo; a su hijo Mirón II, Cerdaña y Besalú; y a sus hijos Borrell y Suñer, Barcelona y Gerona. Una vez conseguido el poder civil los condes se aplican a construir una Iglesia propia. En el año 888, crean un arzobispado en Urgel. El conde barcelonés Suñer I, (890- 950), firmó la paz con el califa Abderramán III a cambio de someterse a su autoridad. Su hijo y sucesor, Borrell II, renovó su relación de vasallaje. El conde Borrell II era un auténtico político, más que militar, y procuró unas buenas relaciones tanto con los francos como con el Califato Cordobés. En 970 viajó a Roma con el propósito de reorganizar la administración religiosa y restaurar el arzobispado de Tarragona. Pero con el califato de Córdoba, a la llegada de Hisham II (976-1009), y el ascenso de Almanzor, el famoso caudillo musulmán, sanguinario y ambicioso, las relaciones se rompieron. A pesar de los esfuerzos diplomáticos del conde de Barcelona, los condados no se libraron de Almanzor. El 5 de mayo de 985 un ejército partió de Córdoba. Almanzor avanzó a sangre y fuego hacia Barcelona. Los monasterios de Barcelona fueron incendiados, y sus habitantes asesinados. Al-Mansur (Almanzor) atacó y destruyó la ciudad haciendo muchos prisioneros que los trasladó a Córdoba exigiendo un fuerte rescate. La política de paz con el califato había fracasado. Fue necesario abandonar Tarragona y no volvió a ser ocupada hasta mucho después, en 1118. El conde Borrell II trató de retomar las relaciones con los reyes francos, pero el Imperio Carolingio estaba en una franca crisis. La dinastía de los Capetos defendió la corona franca de las revueltas internas y no atendió a las peticiones de Borrell. Esto hizo a que en el 987, cuando el rey Hugo Capeto exigió los pagos correspondientes a los vínculos, la respuesta de Borrell fue no responder nada absolutamente. Eso fue el último contacto entre los condes de la Marca Hispánica y los monarcas francos. Borrel negó obediencia y le siguieron los demás condes de la Marca, consiguiendo la independencia de los condados (posteriormente catalanes) de los reyes francos. A la muerte de Borrell II le sucede su hijo Ramón Borrell que repobló los territorios. Se abstuvo de jurar lealtad a los reyes francos aunque fue requerido para ello. Esto el nacionalismo lo interpreta como el comienzo de la independencia de hecho y se reconoce “de iure” en 1258 mediante la firma del Tratado de Corbeil con Jaime I de Aragón. Pero en realidad se trata de un acuerdo por el cual el rey de Francia renuncia a sus pretensiones sobre los condados catalanes y el rey de Aragón renuncia, por su parte, a sus pretensiones sobre parte del Languedoc, excepto Montpellier. Pero esto sucedió doscientos años después de la abstención de Borrell II a los francos. El siguiente conde de Barcelona es Berenguer Ramón I, nacido en 1005. Desde la muerte de su padre, en los condados de Barcelona, Gerona y Osona, gobernaba su viuda Ermesenda, y su hijo, Berenguer Ramón I (1017-1035). Se casó con la hija de Sancho García, conde de Castilla, con la que tuvo dos hijos. Fue un hombre de paz. Promulgó un decreto que liberaba a los propietarios de tierras de cualquier vinculación jurisdiccional que no fuera la del condado y los liberó de los impuestos. Le sucedió su hijo Ramón Berenguer I llamado el viejo, (1035-1076) y también “Hispaniae subjugator”, (Apoderador de España).
---------Almanzor, pintado por Zurbarán, y Hugo Capeto, quien negó ayuda a Borrell II. ------------- Legó a sus hijos más territorio reconquistado. Impuso el pago de parias, (tributos), a los reinos musulmanes de Zaragoza, Lérida y Tortosa con lo cual se enriqueció el condado y pudo formar un ejército. En 1068 sancionó un código regulando las relaciones y reafirmando la primacía del conde de Barcelona. Hemos de tener en cuenta que en el año 1017 estaba ya muy avanzada la guerra civil cordobesa que desmembró el califato de Córdoba en decenas de reinos de taifas y que provocó su caída en el 1031. Incluso ya existía un reino taifa independiente, el de Tortosa. Este reino dominaba prácticamente toda la actual provincia de Tarragona y continuaba hacia el sur, seguramente hasta Sagunto, donde lindaba con la taifa de Valencia. El resto de la zona andalusí de la actual Cataluña, con Lérida y Balaguer como centros más importantes, se integrará luego en la Taifa de Zaragoza aunque, en ese momento, pertenecía teóricamente al califato de Córdoba. Esa era la situación de la actual Cataluña hace 1000 años: un mosaico de condados de origen franco, aún lejos de estar unidos, que estaban tratando de expandirse hacia el sur aprovechando la debilidad del poder musulmán. A Berenguer Ramón I le sucedieron sus hijos Ramón Berenguer II y Berenguer Ramón II, (no confundir). El primero murió asesinado y su hermano fue acusado por lo que se le llamó “el fratricida”. Éste conde fue el que inició una campaña contra Zaragoza, aliado de Aragón, Navarra y los los reinos musulmanes de Lérida y Tortosa, y acabó fracasando en Almenar en el 1082. Lucharon las tropas del rey musulmán de la Taifa de Zaragoza al mando del Cid Díaz de Vivar, contra las tropas del rey de las Taifa de Lérida, apoyado por el rey de Aragón y el conde de Barcelona Berenguer Ramón II. El resultado fue favorable al Cid Campeador, que hizo prisionero al conde. Luego lo liberó a cambio de un importante rescate. Almanzor, pintado por Zurbarán, y Hugo Capeto, quien negó ayuda a Borrell II.

BATALLA DE AYACUCHO

Ayacucho, 9 de diciembre de 1824 Es considerada la última batalla y desencadena el principio del fin del Imperio Español en América. En agos...