Es un edificio representativo de la arquitectura renacentista
española.
Situado a 548 metros sobre el río Tajo, el Alcázar de Toledo domina el horizonte y las vistas panorámicas de la ciudad, además de ser uno de sus monumentos más importantes y visitados. Es una fortificación sobre rocas, ubicada en la parte más alta de la ciudad. Su privilegiada situación ha hecho de él un lugar de gran valor estratégico militar y así lo intuyeron los diversos pueblos que se asentaron en él.
Situado a 548 metros sobre el río Tajo, el Alcázar de Toledo domina el horizonte y las vistas panorámicas de la ciudad, además de ser uno de sus monumentos más importantes y visitados. Es una fortificación sobre rocas, ubicada en la parte más alta de la ciudad. Su privilegiada situación ha hecho de él un lugar de gran valor estratégico militar y así lo intuyeron los diversos pueblos que se asentaron en él.
En el siglo III fue un palacio romano
donde, tras la reconquista de la ciudad, establecieron el pretorio, sede del
magistrado o pretor. Durante la época visigótica el rey Leovigildo estableció
en él su capitalidad en el año 568. A partir de entonces se utilizaron las
inmediaciones para “residencias regias” que se completaron con la construcción
de las iglesias “pretorienses”, llamadas así por su proximidad al pretorio,
como la de Santa Leocadia. Se cree que en esta iglesia están enterrados, flanqueando
la tumba de la santa, los reyes Wamba y Recesvinto.
Su posición estratégica ha favorecido la ocupación humana durante milenios, existiendo vestigios de una fortaleza construida durante el período de dominación romana.
Las posteriores culturas establecieron aquí la residencia de sus dirigentes, es el caso de los visigodos y los musulmanes. Los visigodos aprovecharon esta zona y los musulmanes (711-1085) dotaron de singular importancia este espacio creando en esta zona el denominado “Alfizén” (Al-Hizan) Las últimas investigaciones arqueológicas realizadas en esta zona, con motivo de su adaptación a Museo del Ejército, arrojan nuevos datos sobre este período, con notables estructuras recuperadas.
Reconquistado Toledo por Alfonso VI, recupera el espacio del Alfizén musulmán dotándole de nuevas funciones y dependencias palaciegas. Los Reyes Católicos se alojan en Toledo en numerosas ocasiones, el Alcázar es más un palacio para la monarquía que un emplazamiento militar. Aun así, nunca perderá su importancia estratégica, y durante la Guerra de las Comunidades (1520-23), el Alcázar vuelve a ser objeto de disputa, siendo controlado en primer lugar por las fuerzas de Carlos I y posteriormente por los comuneros.
Su posición estratégica ha favorecido la ocupación humana durante milenios, existiendo vestigios de una fortaleza construida durante el período de dominación romana.
Las posteriores culturas establecieron aquí la residencia de sus dirigentes, es el caso de los visigodos y los musulmanes. Los visigodos aprovecharon esta zona y los musulmanes (711-1085) dotaron de singular importancia este espacio creando en esta zona el denominado “Alfizén” (Al-Hizan) Las últimas investigaciones arqueológicas realizadas en esta zona, con motivo de su adaptación a Museo del Ejército, arrojan nuevos datos sobre este período, con notables estructuras recuperadas.
Reconquistado Toledo por Alfonso VI, recupera el espacio del Alfizén musulmán dotándole de nuevas funciones y dependencias palaciegas. Los Reyes Católicos se alojan en Toledo en numerosas ocasiones, el Alcázar es más un palacio para la monarquía que un emplazamiento militar. Aun así, nunca perderá su importancia estratégica, y durante la Guerra de las Comunidades (1520-23), el Alcázar vuelve a ser objeto de disputa, siendo controlado en primer lugar por las fuerzas de Carlos I y posteriormente por los comuneros.
El
monarca propone un nuevo impulso para el degradado edificio y convoca para su
construcción a algunos de los mejores arquitectos de la época y con Felipe II,
Juan de Herrera construye la magnífica fachada sur. Cuando decide en 1561
trasladar la corte a Madrid, el Alcázar pierde su función palaciega y comienza
una etapa de abandono y decadencia. Durante esta etapa será cárcel, cuartel de
caballería, residencia para la madre y para la viuda de Carlos II.
No volverá su función militar hasta la guerra de Sucesión, en el siglo XVIII, siendo convertido de nuevo en cuartel por el archiduque Carlos de Habsburgo. A consecuencia de esta función militar, sufre hacia 1710 un violento incendio, que no sería el único ya que en el siglo siguiente se repetiría, durante la ocupación francesa (1810).
No volverá su función militar hasta la guerra de Sucesión, en el siglo XVIII, siendo convertido de nuevo en cuartel por el archiduque Carlos de Habsburgo. A consecuencia de esta función militar, sufre hacia 1710 un violento incendio, que no sería el único ya que en el siglo siguiente se repetiría, durante la ocupación francesa (1810).
Hacia 1875 será sede de la Academia de Infantería hasta la Guerra Civil (1936-1939) fue que utilizado como punto de resistencia de la Guardia Civil y resultó prácticamente destruido por las tropas republicanas y los milicianos. Un asedio desde el 21 de julio al 27 de septiembre de 1936. Fue liberado ese día por las tropas nacionales. El franquismo sacó provecho con la publicidad del heroísmo de sus tropas.
En 1961 se finalizan las obras de reconstrucción y se reabre con un pequeño museo dedicado al “Asedio” y algunas funciones militares.
Durante el actual período Democrático (1998), se adecua parte del edificio para alojar la “Biblioteca de Castilla-La Mancha”, hoy en pleno funcionamiento. A partir de entonces, el Gobierno de Castilla-La Mancha inicia las gestiones en colaboración con el Central para alojar en las dependencias vacías del Alcázar el actual “Museo del Ejército”, abriendo sus puertas en el verano de 2010. En el interior se ubica hoy en día la exposición permanente distribuida entre 13 salas temáticas y 8 salas históricas ordenas cronológicamente.
Se puede visitar la sección de armas de fuego, armas blancas, armas defensivas, munición, artillería, uniformes, insignias, vexilia, fotografía, pintura, escultura, etnografía, numismática, maquetas o vehículos.