sábado, 10 de septiembre de 2022

PLAN BRITÁNICO DE MAITLAND SOBRE SUDAMÉRICA (Siglo XIX)

 Así diseñaron los ingleses la independencia de la América española. El Plan Maitland constituía un proyecto británico para separar las provincias sudamericanas de la Corona hispánica y poder someterlas a su propia esfera de influencia económica.

Un ejército conformado por José de San Martín y planeado por Gran Bretaña a conciencia, para independizar a las colonias latinas del dominio del Imperio Español.
Es un documento redactado por el Teniente General del Ejército Británico y gobernador colonial Thomas Maitland. Fue concebido a principios del año 1800 y no tiene destinatario. Se encuentra registrado en el Archivo General de Escocia bajo el título de “Plan para capturar Buenos Aires y Chile y luego emancipar Perú y México”. La mención de México fue un error, ya que el objetivo del plan era la emancipación de Perú y Quito (el actual Ecuador).
Al advertir el error, Maitland tachó México y escribió abajo Quito, pero omitió corregirlo al final del plan, cuando lo sintetiza diciendo que el objetivo sería indudablemente la emancipación de Perú y México. En 1998, el historiador argentino de la Universidad de Quilmes, Rodolfo Terragno, y también Felipe Pigna, escritor e investigador de historia argentino, afirmó haber leído el plan y publicó un libro titulado Maitland & San Martín. Según esta obra el primero era ganar el control de Buenos Aires; a continuación, tomar posiciones en Mendoza. Posteriormente, se centrarían en coordinar las acciones con un ejército separatista en Chile y cruzar los Andes. Los cuatro últimos pasos serían derrotar a los españoles, controlar Chile, continuar por mar y someter Perú.
Según diversas teorías, existen similitudes entre la campaña de José de San Martín y el plan de Maitland, que invitan a pensar que San Martín probablemente lo haya conocido a través de miembros de la Logia Lautaro. Esta logia fue fundada por Francisco de Miranda y el escocés Lord MacDuff.
Se reconoce diferencias entre el plan de Maitland y la campaña de San Martín y Terragno sostiene que es posible que San Martín haya coincidido con Maitland sin saberlo, ya que ambos eran estrategas europeos, acostumbrados a hacer planes sobre mapas, que debieron leer libros de estrategia inspirados en Alejandro, Ciro, Carlomagno, Napoleón (contra cuyo ejército pelearon ambos) o Aníbal (que, a semejanza del cruce de los Andes de San Martín, atravesó con sus fuerzas los Alpes).
Con este proceso preparado y con un orden de actuación, el Plan Maitland se había cumplido. Gran Bretaña pretendía una América loteada, no unida (salvo en lo referente a independencia de España), en la que ningún país fuera bioceánico; así, ninguno tendría gran poder de negociación ante el Imperio Británico, por entonces dueño y señor de los mares. Buenos clientes, buenos mercados, buenas condiciones comerciales para extender sus negocios y sus intereses políticos.
El oro del Perú (Hoy millones de euros), fue conseguido por Inglaterra por Lord Cochrane (inglés) Se apoderó de todos los fondos del gobierno peruano y de fondos particulares de Lima, que San Martín había resguardado en los buques peruanos Jerezana, La Perla y La Luisa ‘para evitar que cayeran en poder de las fuerzas realistas en caso de que éstas tomasen la ciudad de Lima’.
Otros muchos británicos hubo en la América del Sur que contribuyeron en las luchas contra España. Los nombres de Daniel Florence O’Leary, Gregor MacGregor, John Devereux, los hermanos James y John Mackintosh, Richard Trevithick, Thomas C. Wright, Alexander Alexander, George L. Chesterton, William Davy, Thomas I. Ferrier, Thomas Foley, Peter A. Grant, James Hamilton, John Johnstone, Laurence McGuire, Thomas Manby, Richard Murphy, John Needham, Robert Piggot, William Rafter, James Robinson, Athur Sandes, Richard L. Vowell, etc. Asimismo y simultáneamente, los buques británicos “Indian”, “Prince”, “Britannia”, “Dawson” y “Emerald”, servirán a los “patriotas”.
Todas sus historias al servicio de los intereses británicos merecen ser contadas.
Bibliografía:
– Matthew Brown, Adventuring through Spanish Colonies: Simon Bolivar, foreign mercenaries and the birth of new nations (2006).
– James Dunkerley, The Third Man: Francisco Burdett O’Connor and the Emancipation of the Americas (1999).
– Alfred Hasbrouck, Foreign Legionaries in the liberation of Spanish South America (1928)

miércoles, 22 de junio de 2022

EDICTO DE 1505 DE ISABEL LA CATÓLICA SOBRE LOS INDIOS

No fue el primer edicto ni la primera orden sobre el asunto ordenada por los reyes, pero he aquí un breve resumen para aquellos que tengan dudas sobre el trato justo a los indios. Otra cosa es la desobediencia de la ley y su correspondiente castigo.


Edicto donde se demuestra que la preocupación por la Justicia, moralidad, derechos y obligaciones, tanto de los indios como de los españoles.
Creyendo los Reyes Católicos que la situación de rebeldía de los indígenas ya había acabado, dictan otra real instrucción al Gobernador Nicolás de Ovando y a los oficiales de las Indias para la población y el regimiento de aquellas tierras, que va a estar firmada primero por la Reina en Alcalá de Henares y después por el Rey en Zaragoza, los días 20 y 29 de marzo de 1503. En ella continúan el desarrollo del programa previsto, con ampliaciones dedicadas a los indígenas. Así, del mismo modo que en las primeras se decidió la conducta de los españoles, ahora se resolvía que los indios se establecieran también en pueblos que habrían de fundarse para vivir con sus familias.
El vivir reunidos en poblaciones facilitaba el poderlos adoctrinar, para cuyo fin cada pueblo había de tener una iglesia y su sacerdote, así como una “escuela” para que los niños puedan aprender a leer, escribir y el capellán les enseñaría las prácticas de la fe.
Se pretendía lograr una uniformidad en el régimen de vida de españoles e indios, pues éstos también habían de vivir juntos para evitar que anduvieran por los montes:
“Primeramente porque somos informados que para lo cumple a la salutación de las animas de los dichos indios en la concentración de las gentes que allá están, es necesario que los indios se repartan en pueblos en que vivan juntamente, e que los unos non estén ni anden apartados de los otros por los montes, e que allí tengan cada uno de ellos su casa apartada con su mujer e hijos y heredades en que labren e siembren e críen sus ganados; y que en cada pueblo de los que se hiciere, haya iglesia y capellán que tenga cargo de adoctrinarlos y enseñar en nuestra santa fe católica; y que así mismo en cada lugar haya una persona conocida que en nuestro nombre tenga cargo del lugar que así le fuere encomendado y de los vecinos para que los tenga en justicia, y no les consienta hacer ningún mal ni daño en sus personas ni en sus bienes y para que haga que los dichos indios sirvan en las cosas cumplideras a nuestro servicio.
El evitar la dispersión será una constante en la política de los Reyes Católicos, pues se basaba en el criterio grecolatino de que el vivir suelto era propio de animales salvajes. Por consiguiente, la pimera aspiración civilizadora consistía en sedentarizar a los naturales y reducirles a una vida familiar, para que habitaran agrupados con su mujer e hijos. Los indios en sus poblaciones vivirán de las tierras que se les habían de señalar, por familias, en torno a sus pueblos, en régimen de propiedad privada, como las haciendas de españoles: Por ende, deseando que todo se haga como cumple al servicio de Dios, ordenamos y mandamos que el nuestro gobernador de las dichas indias entienda luego con mucha diligencia en hacer que se hagan poblaciones en que los dichos indios puedan estar y estén juntos, según y como están las personas que viven en estos nuestros reinos; las cuales hagan hacer en los lugares y partes que a él bien visto fuere y donde los vecinos de las tales poblaciones puedan tener y tengan heredades en que labren y cercamientos para que puedan criar y apacentar sus ganados sin que los de la una población puedan hacer daño a los de la otra.
Otro si mandamos que el dicho nuestro gobernador tenga mucho cuidado de hacer que cada uno de los dichos indios tenga su casa apartada en que more con su mujer e hijos, para que vivan y estén según y de la manera que viven los vecinos de estos nuestros reinos, y que a cada uno de los dichos indios les haga señalar cerca de las dichas sus casas heredades en que labren y cercamientos, en que puedan criar y tener sus ganados sin que el uno entre ni tome lo del otro, y cada uno conozca lo que es suyo porque tenga más cuidado de labrarlo y repararlo.
Para lograr esta transformación de vida social, calco de la del campesino español, se decidió que en cada pueblo se estableciera una persona de reconocido prestigio designada por el gobernador que tendría encomendado, en nombre de los Reyes, la difícil tarea de mantener a los indios bajo su tutela, justicia y protección:
Otro sí, mandamos a dicho nuestro gobernador que en cada una de las dichas poblaciones haya de poner y ponga una buena persona, para que con su poder y en nuestro nombre haya de tener y tenga cargo de tal población y de tener en justicia a los dichos indios, y que no consienta en ella sea hecho ningún daño en sus personas ni en sus bienes; a la cual dicha persona que así por el fuere nombrada para lo susodicho mandamos que tenga mucho cuidado de entender en todo lo susodicho y que no consienta ni de lugar que los cristianos que están en las dichas indias tomen de los dichos indios sus mujeres ni hijos ni hijas, ni les hagan otro ningún mal ni daño en sus personas ni en sus bienes; ni consientan que se sirvan de ellos como hasta aquí lo han hecho, salvo queriéndolo los dichos indios por su propia voluntad y pagándoles los jornales que justos fueren según que por el dicho nuestro gobernador fueren tasados.
Otro sí mandamos que el dicho nuestro gobernador y la persona o personas que por el fueren nombradas para tener cargo de las dichas poblaciones, no consienta que los dichos indios vendan ni truequen con los dichos cristianos sus bienes ni heredades por cuentas ni por otras cosas semejantes y de poco valor como hasta aquí se ha hecho; y que cuando algo les compraren, sea por precio justo o cambiándolo por ropas para vestir, que valgan la cuantía de lo que así vendieren a vista del dicho gobernador o de las personas que el para ello nombrare, y haga que en todo los dichos indios sean muy bien tratados y mirados porque con mayor cuidado procuren por hacer las casas y labrar y criar ganados para sus mantenimientos.
Otro sí, mandamos que el dicho nuestro gobernador y las personas que por el fueren nombradas, den orden como luego se hagan iglesias en cada una de las dichas poblaciones que así se hicieren para que en ellas se digan e celebren los divinos oficios e que en cada una de ellas pongan un capellán que sea buena persona, el cual aya de tener e tenga cargo de enseñar a los dichos indios como se han se santiguar y como se han de encomendar a Dios y hacer oración y como se han de confesar e hacer todas las otras cosas que convengan para ser bien doctrinados; y así mismo los haga venir a la iglesia cada día para que allí hagan lo dicho.
….Es muchísimo más largo, pero ya nos da una buena idea de las preocupaciones de los reyes sobre los indios y los españoles en América.
Derechos para los indios ya en 1503. Ningún pueblo conquistador se planteó los derechos de sus conquistados, y elaborar leyes estudiadas por eruditos, como las de Leyes de Indias de 1512 y as Nuevas Leyes de 1542.

martes, 21 de junio de 2022

LOS TERCIOS Y EL CAMINO ESPAÑOL

Los Tercios estaban formados no solo por soldados españoles, sino también reclutados en diversas partes de Europa (alemanes, italianos, valones, borgoñones, flamencos, ingleses, irlandeses...). Los españoles, aunque solo representaban entre un 30 y un 50% del total de los efectivos, estaban considerados el núcleo combatiente selecto que daba solidez al conjunto y aportaba la gran mayoría de los mandos. Ellos constituían la fuerza esencial que hacía del tercio el soporte seguro y siempre fiel de los intereses hispanos. Son famosos por su extrema valentía y arrojo, una fe inquebrantable y preferir morir antes que rendirse. Pero para llegar al centro de Europa, donde se disputaban las batallas en cuestión, era necesario un camino seguro.
El llamado “Camino Español” fue ideado en 1563 por el cardenal Granvela cuando Felipe II todavía pensaba visitar los Países Bajos. Ofrecía la ventaja de que se extendía por territorios propio o aliados.  Fue utilizada la primera vez en 1567 por el duque de Alba para convertirse en el nuevo gobernador de los Países Bajos, y el último ejército que recorrió el Camino Español original lo hizo en 1620.
La geografía del camino era un serio problema, pero no el único. También había que prever cómo alimentar y alojar cada día a un cuerpo de varios miles de hombres. En un primer momento esto se resolvió mediante el establecimiento de almacenes en los principales puntos de concentración de tropas, pero asumir un coste permanente para un viaje que se realizaba una vez al año como mucho era económicamente inviable, y aun así era obligado recurrir a menudo a la requisa por la fuerza de comida y otros recursos en las poblaciones de paso, forzando a los habitantes a alojar a la tropa, un procedimiento común en las guerras europeas del momento que si no acarreaba altercados, dejaba arrasados territorios propios o de los aliados. En 1551, se creó en Saboya el llamado sistema de etapas. En aquellos mercados locales por donde se preveía que iban a confluir las tropas en un momento dado, se contrataba el suministro de alimentos con antelación. Así, cuando llegaban los soldados, la comida y el alojamiento ya estaban preparados. Luego todo desaparecía cuando los soldados se iban y el mercado seguía funcionando. Esto no solo evitaba empobrecer la región, sino que la enriquecía, y además mejoraba el mantenimiento de los ejércitos.
 Para la década de 1620 el estallido de la Guerra de los Treinta Años pondría a prueba la estabilidad del corredor militar. Francia se había dedicado a envenenar las relaciones entre España y los cantones suizos logrando interrumpir el flujo de soldados en repetidas ocasiones. Se daba en esta zona un inoportuno choque de intereses, ya no es solo que amenazar el Camino Español fuese una estrategia más para debilitar el poder de los Habsburgo, es que Francia misma tenía su propio Camino Francés que atravesaba el sur de Alemania.
Los tercios de españoles e italianos encontraron otra forma de llegar hasta Flandes, nada menos que a través del canal de la Mancha. La nueva paz con Inglaterra garantizaba la seguridad de los navíos españoles que circulasen por el Mar del  Norte. Pero los holandeses no tenían razones para mostrarse tan amigables. En 1.639 tiene lugar la batalla de las Dunas, en la que una flota comercial inglesa que transportaba tropas españolas se encontró de lleno con los buques de guerra del almirante holandés Troomp. Los marinos ingleses se negaron a combatir contra quienes en definitiva eran aliados suyos, resultando en la captura de un millar de españoles. La ficticia seguridad que el canal de la Mancha ofrecía quedaba ahora en evidencia y España hubo de limitarse a reclutar a su soldadesca en tierra hasta el colapso final en 1.648.
Unos años antes, Francia que había entrado en la Guerra de los 30 años de parte de los protestantes, aun siendo un país católico, porque veía el poder del Sacro Imperio y el de España. En 1635 declaró la Guerra a España y la situación de Cataluña era clave dado su posición fronteriza. Dejando a un lado las batallas habidas, recordamos que quiso invadir España por Navarra, y Francia fue derrotada en Fuenterrabía. Los catalanes no quisieron acudir a esa asedio francés. Después de su derrota, casi habían cortado el camino a Flandes, que usaban los Tercios para abastecerse. De ahí viene lo difícil que es poner una pica en Flandes. Se pensó abrir un segundo frente en los Pirineos, que permitiría un rápido abastecimiento a las tropas. Este frente se abriría en Cataluña, lo que posibilitaría una aportación del Principado. La presencia del ejército no era agradable para las poblaciones fronterizas. El pueblo despreciaba al ejército, los nobles no querían aportar y la situación económica que era grave, influía negativamente para que Cataluña, al igual que el resto de España, entrara en guerra. Los ecos de la protesta llegaron a Barcelona y en mayo de 1640, campesinos gerundenses atacaron a los tercios que acogían. A finales de ese mismo mes, los campesinos llegaban a Barcelona, y a ellos se unieron los segadores en junio que se dirigían a su manifestación. En Cataluña, “El Corpus de Sangre” fue una rebelión en Barcelona, del 7 de junio de 1640 por un numeroso grupo de segadores, con la connivencia de una buena parte de la población local. Un pequeño incidente entre un grupo de segadores y algunos soldados castellanos, en el cual un segador quedó malherido, precipitó la revuelta. Pero esto es otra historia. 

El campo de batalla entre Francia y España que era Cataluña, los catalanes querían evitar al comienzo de la guerra y por no querer costear algo su defensa en favor de España, ahora lo hacían en favor de Francia, para colmo cediendo parcialmente su administración a un extranjero. Francia además quería atacar Aragón y Valencia.
Un llamamiento general de Olivares y de Felipe IV en 1643 a  todos  los estamentos para la formación de un ejército de unidad, grande pero irregular, acabó en derrota en el intento de la toma de Lérida, incrementada en su repliegue anárquico hacia Zaragoza. Este fue el punto final de la carrera del duque de Olivares. El fracaso de su política centralista en un conglomerado de regiones poco dispuestas a ceder autonomía. Olivares se retiró y murió dos años después abatido e ignorado por todos.
Para colmo todavía pudo ver como los mejores Tercios que le quedaban a España, el 19 de Mayo de 1643, eran derrotados los Tercios en Rocroi , de lo que tanto se ha hablado. Pero la derrota no fue tan abrumadora como la propaganda francesa ha hecho creer, ya que los tercios recuperaron Rocroi y siguieron combatiendo en Flandes durante la segunda mitad del siglo XVII.
 Sin embargo seis meses después el 25 de Noviembre del mismo año 1643 los franceses fueron derrotados y tuvieron su propio Rocroi en Tuttlingen, batalla de la que nadie habla
Además un año antes de esta batalla, el 26 de mayo de 1642, prácticamente las mismas tropas que se enviaron a Rocroi habían derrotado al ejército francés en la Batalla de Honnecourt, de la que tampoco se habla.
 Y tampoco se habla de la casi desaparición del Camino de los Tercios Españoles, y el porqué de su desaparición, que era por el que se abastecía a los Tercios, que es la consecuencia de varios problemas de logística y desabastecimiento.
“No se puede dudar, escribía el cardenal Richelieu a Luis XIII,  de que los españoles aspiran al dominio universal, y que los únicos obstáculos que hasta el presente han encontrado son la distancia entre sus dominios y su escasez de hombres”.
Según el historiador británico Geoffrey Parker, la ruina de España y de sus tercios radicó en no saber adaptarse a los cambios sociales, políticos y religiosos que se estaban produciendo en Europa. Una rigidez que para muchos explica el hundimiento de la política de los Austrias. La idea de un imperio multinacional y católico dejó paso a la fragmentación nacional y religiosa que todavía perdura en Europa.
Al factor demográfico, con la despoblación de gran parte de España, se añade la menguante economía y la escasez de dinero. El tercio era una tropa profesional muy cara.
Otro factor del declive militar español viene dado por la deficiente organización administrativa, política y fiscal de los diferentes reinos y territorios que componían la monarquía hispana. Falló la excesiva descentralización, contraria a la tendencia general unificadora, tanto en política como en recursos, de las potencias europeas del momento. En última instancia, la derrota militar de España y sus tercios es consecuencia del fracaso político y el deterioro del Estado.
Los tercios, como la maquinaria imperial, se van oxidando hasta que, a partir de la guerra de Sucesión, con la llegada al trono español de los Borbones, se produce la reorganización de las fuerzas terrestres. Serán sustituidos por regimientos al mando de coroneles, según los modelos francés y alemán.
Felipe V no mostró ninguna querencia por ellos, los cortesanos y militares a su servicio la tuvieron aún menos, buscando un sitio en el nuevo orden que nacía. Por tanto, es fácil entender que en un abrir y cerrar de ojos los servicios prestados por los Tercios a la Casa de Austria , criticada sin cesar por la nueva dinastía y sus partidarios para legitimar con mayor vehemencia su instauración en el trono de la Monarquía,  cayeran en el más terrible de los castigos de la Historia, el olvido.
En definitiva, la complejidad del gran reto político y militar que fue mantener abierto el Camino Español bien pudo ser el origen del dicho castellano «poner una pica en Flandes», es decir, conseguir algo extremadamente difícil.

martes, 14 de junio de 2022

EL LEJANO OESTE AMERICANO

 “Si no hubiera existido España hace cuatrocientos años, no existirían hoy los Estados Unidos…Porque creo que todo joven sajón-americano ama la justicia y admira el heroísmo. La razón de que no hayamos hecho justicia a los exploradores españoles es sencillamente porque hemos sido mal informados. Su historia no tiene paralelo… Amamos la valentía, y la exploración de las Américas por los españoles fue la más grande, la más larga y la más maravillosa serie de proezas que registra la Historia…”
Charles Fletcher Lummis. (Periodista, historiador y pionero americano)


ACCIÓN DE GRACIAS

Entre los siglos XVI y XIX la corona española gobernaba en casi todo el continente americano. Y pese a lo prolongado de ese dominio, la presencia española en los actuales Estados Unidos y Canadá ha caído en un extraño y lamentable olvido, especialmente entre los propios españoles.
Los territorios españoles comprendían más de la mitad del actual Estados Unidos. Los actuales estados norteamericanos de California, Nevada, Colorado, Utah, Nuevo México, Arizona, Texas, Oregón, Washington, Idaho, Montana, Wyoming, Kansas, Oklahoma, Luisiana, Florida, Alabama, Misisipi y Alaska eran posesiones españolas que formaban parte del Virreinato de Nueva España.
Lo que llamamos “salvaje oeste” fueron incorporados a los Estados Unidos después de la guerra mexicano-estadounidense en 1847. Antes de esto, conformaron parte de la república federal de Méjico desde su independencia con respecto a España en 1821. Por lo tanto, los territorios que recrearon el oeste americano no son otros que aquellos dominados por los colonizadores españoles durante casi trescientos años. Muchas de las escenas de películas de colonos y vaqueros que ocurren entre mediados del siglo XIX y el término de la Guerra de la Secesión, esos territorios eran España o, en todo caso, descendiente de los colonos españoles.
DRAGÓN DE CUEVA ESPAÑOL 
El origen de los vaqueros americanos es español. Más concretamente en Andalucía. Los propietarios extendían sus dominios en forma de haciendas, un sistema ya conocido en Andalucía, donde los terratenientes son dueños de extensos campos dedicados al pastoreo, y ya practicado en otras regiones americanas de corte españolizado, como pueden ser Argentina o Colombia. Esto quiere decir que las grandes propiedades en el salvaje oeste seguían un esquema casi idéntico al que se seguía en España, con todas las consecuencias que la organización territorial de una región pueda acarrear a la cultura de la zona.
Lo primero fue conquistar los territorios que antes pertenecieron a México y que llamaron el salvaje oeste. Los indígenas eran un problema, pero se podía medianamente controlar. Ni hablar de mestizaje. Y lo complicado era poblar esos territorios. En una estrategia de propaganda donde se aseguraban tierras, oro y oportunidades para los desdichados colonos en busca de una vida mejor que en su asolada Europa.  Anglosajones fundamentalmente.  La cultura se asienta paulatinamente en un nuevo territorio cuya cultura, la española, es extraña y rechazada por los recién llegados. Con el paso de los años y las generaciones, el número de anglosajones supera al de descendientes de hispanos sobradamente. Se crearon celebridades del estilo de Jesse James, Billy el Niño o Wyatt Earp, sean héroes o villanos, es igual, todos ellos de ascendencia anglosajona, de manera que el mundo de fuera no veía la realidad que fluía en el terreno sino la realidad que se les mostraba en sus hogares, es decir, los rostros de los famosos forajidos blancos de piel y muchos de ellos, rubios. ¿Por qué si no la industria cinematográfica estadounidense nos ofreció desde siempre miles de películas del lejano oeste? Y se fomentó el turismo relacionado con los vaqueros del siglo XIX, los cowboys y los rufianes. Porque da grandes beneficios ofrecer una imagen de heroísmo y de un país hecho con dureza, pero se esconde una verdad que no han querido contarnos. Hasta los piratas del Caribe son héroes románticos, cuando era ladrones y asesinos en el mar de buques españoles.
Por ejemplo El Gran Cañón del Colorado lo descubrió en 1540 el español García López de Cárdenas y Figueroa.  Álvar Núñez Cabeza de Vaca fue uno de los cuatro supervivientes de la expedición de 600 hombres y cinco barcos que Pánfilo de Narváez lideró en 1527.  Aquella expedición, en la que Cabeza de Vaca fue alguacil mayor y tesorero, lo convirtió no sólo en náufrago, también en rehén de varias tribus indígenas. Comenzó ahí el calvario de su extravío, sobreviviendo por pantanos y desiertos durante nueve años, caminando más de 8.000 kilómetros a pie por Florida, Texas, Nuevo México, Arizona y California. En 1536 los cuatro fueron hallados por españoles y llevados a Ciudad de México, donde todos se maravillaron de su hazaña. Se hizo muy querido entre los indios y aparte de la conquista jamás mató a nadie. Incluso tiene estatuas en ese país.
Por ejemplo, el famoso vaquero americano es una descendencia de “Los dragones de cuera”, soldados presidiales o soldados de cuera, eran tropas defensivas creadas por España para la defensa de las fronteras, que ocuparon los presidios de la Nueva España.

FOTOS:
-Pintura de José Cisneros que representa cuando los colonos españoles al mando de Juan de Oñate celebraron en 1598 una comida de Acción de Gracias con los indios Mansos, una tribu nativa de la actual zona de El Paso
-Un Dragón de Cuera cabalga ataviado con la indumentaria típica de estas tropas defensivas en una pintura de Augusto Ferrer-Dalmau

LA MASONERÍA Y LA INDEPENDENCIA DE PAÍSES AMÉRICANOS

La masonería se expandió en Sudamérica a partir del siglo XIX, coincidiendo con los movimientos independentistas. Ofreció a los líderes crio...