Estalla la Revolución Francesa, y lógicamente las noticias que van llegando hacen que se vayan adoptando medidas en España, como la de cerrar Las Cortes, que estaban en manos del Marqués de Floridablanca, un ministro capaz e inteligente. Se trata de aislar a España de las recetas revolucionarias. Se apoyó al rey francés y se puso fin a los proyectos reformistas. Y la Inquisición de la Iglesia empieza otra vez a destacar, desterrando a Jovellanos, un ilustrado de importante trabajos y realizaciones. El rey apartó de la vida pública a la mayoría de los pensadores avanzados. El fracaso de las medidas de Floridablanca supuso su sustitución por el Conde de Aranda, Pedro de Abarca, un ilustrado, que concertó una Alianza con Prusia y Austria para ayudar al rey francés, forma de proteger al español. Se preparaba una guerra en Europa que Aranda no apoyaba, ya que el conde vio la formación de los ejércitos revolucionarios y su respaldo popular en el país vecino, lo que hizo ser partidario de no intervenir, dado el fracaso casi seguro y las pocas ganancias que se podrían obtener.
sábado, 11 de junio de 2022
ESPAÑA Y LA REVOLUCION FRANCESA
Cuando la República ejecuta al rey francés Luis XVI en enero
de 1793, motivó en España la sustitución por Manuel Godoy en 1792, que ya era
duque y Teniente General, hombre fuerte del gobierno de España, y firmó con el
Reino de Gran Bretaña su adhesión a la Primera Coalición contra Francia.
Por otra parte los nobles franceses huidos de su país habían
conseguido que Federico Guillermo II rey de Prusia, y de Francisco II,
emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y luego de Austria, firmaran su
alianza con el “Manifiesto de Brunswick” donde apoyaban al rey francés y fue
una amenaza de invasión militar y política dirigida al pueblo francés
republicano. Pero el pueblo francés ejecuta a su rey en enero de 1793. Se
redactó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, y una nueva Constitución.
El Comité de Salvación Pública cayó bajo el mando de Maximilien Robespierre y
los jacobinos desataron lo que se denominó el Reinado del Terror (1793-1794).
La República Francesa declaró la guerra a España en marzo de
1793 y pronto se apoderó del valle de Arán. Comienza la guerra del Rosellón, un
conflicto que enfrentó a España y a la República Francesa entre 1793 y 1795.
El Consejo de Estado preparó la ofensiva, el mayor al mando
del general Ricardos. También se establecieron puntos militares en Navarra,
Guipúzcoa y en la zona central aragonés.
La Corona portuguesa se unió a la ofensiva contra los franceses. El
capitán general de Cataluña, Ricardos, invadió el Rosellón En tanto que una
flota anglo-española operaba en Tolón en apoyo de los realistas. Tras ocupar
diversas localidades de la frontera, en mayo de 1793 derrotó al ejército
francés. Los triunfos del general Ricardos culminaron con la batalla de
Truillás, librada en septiembre. Sin embargo, el general Ricardos, falto de
suministros, tuvo que retirarse.
El general Ricardos, de regreso en Madrid, murió en marzo de
1794. Durante las campañas de 1794 y 1795 las tropas francesas consiguieron
arrojar a los españoles del Rosellón y penetraron en Cataluña, las provincias
vascas y Navarra, llegando a ocupar Miranda de Ebro. Las ideas revolucionarias en España en mano de
Guipúzcoa que fueron quienes facilitaron la entrada en Irún, Fuenterrabía,
Pasajes y San Sebastián. En Madrid se descubrió una conspiración republicana
denominada del "Cerrillo de San Blas". En otros puntos de España se
detectaron células republicanas donde se discutía si la futura República
Ibérica debía ser federada o unitaria.
Se unía la escasez de recursos humanos y materiales para
continuar la guerra. Por ello, Godoy decidió entablar negociaciones de paz con
los franceses, que las aceptaron de buen grado, pues también deseaban la paz tras
la caída de Robespierre y el fin del Terror. Godoy firmó con Francia la Paz de
Basilea (1795), que también firma Francia con Prusia y Austria. En esos
entonces gobernaba en Francia el Directorio. A cambio de terminar la guerra, se
reconocía a la República Francesa, y a cambio de los territorios españoles
ocupados se cedía a Francia la parte española de la isla de La Española y se
normalizaban las relaciones comerciales. Por su parte, Portugal no participó porque
no tuvo conocimiento del tratado.
Para España las alianzas con la Francia del Directorio no
trajeron más que desdichas. Después tras diversas revueltas, en diciembre de
1799 se produce un golpe de Estado y toma el poder total, Napoleón, supuestamente
para salvar la república de una posible restauración monárquica. Un militar
ególatra que traería muchas desgracias en España
Las comunicaciones con América fueron muy complicadas y
difíciles, y esto empobreció aún más a la población. Lo cual hizo impopular a
Godoy y al rey.
GODOY Y MA. LUISA DE PARMA
En abril de 1801, Napoleón pide a Portugal que rompa su
alianza con Inglaterra y cerrara sus puertos a los barcos ingleses. Mediante el Tratado de Madrid en 1801,
firmado por Godoy España se comprometía a declarar la guerra a Portugal si la
nación vecina mantenía su apoyo a los ingleses y en caso de negativa, invadir
el país mediante un ejército conjunto. La negativa portuguesa a las condiciones
impuestas en el tratado provocó el comienzo de la “Guerra de las Naranjas”, en
la que el ejército español invadió el Alentejo con el apoyo de las tropas
auxiliares francesas, que llegaron a Portugal reforzadas por las españolas. Godoy
necesitaba recobrar su prestigio, así que organizó un cuerpo
expedicionario a cuyo frente se puso él mismo. Así fue como España se vio
envuelta en medio de esta guerra, que tan solo duró 18 días. Godoy se hizo con
la plaza portuguesa de Elbas, he hizo llegar a su amante, María Luisa de Parma,
esposa del rey de España, Carlos IV unas cuanta naranjas. La fama de una y
otros quedó al descubierto. Sirvió para bautizar éste conflicto bélico.
Napoleón no consiguió conquistar Portugal, pero sí consiguió que, al menos
cerrase sus puertos a Inglaterra.
Tal conflicto bélico dio como resultado el Tratado de
Badajoz, un acuerdo de paz entre España y Portugal, poniendo fin a la Guerra. En
septiembre del mismo año, Francia y Portugal firmaron el tratado de Madrid con
el mismo fin. En ambos se incluía la obligación de cerrar los puertos
portugueses a sus aliados británicos y permitir el paso franco a los franceses.
España y Portugal firmaron la paz mediante el Tratado de Badajoz, el 6 de junio
de 1801, que consistía en líneas
generales la pérdida de territorio portugués, en particular Olivenza y Táliga y
sentó las bases para la invasión total de la Península Ibérica por las fuerzas
francesas.
El franchute estaba empecinado en derrotar a Inglaterra, que
era muy superior en el mar.
Carlos IV de España y Napoleón I de Francia, merced los
tratados firmados con la anterior República Francesa y por el interés de la
recuperación de Gibraltar, obligaban a España a contribuir económicamente a las
guerras de Napoleón, y también a poner a disposición de éste la Armada para
combatir a la flota británica. Con lo cual nos hicimos aliados de Francia para
invadir a Inglaterra comenzando la guerra con Inglaterra con la pérdida de
Menorca y la derrota naval en el Cabo San Vicente.
Dejamos Trafalgar para la próxima.
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