domingo, 11 de septiembre de 2022

BARCELONA - 11 DE SEPTIEMBRE DE 1714

 Acabada la guerra de Sucesión en España en 1713 y firmado el Tratado de Utrech, retiradas las tropas inglesas y sus aliados, las Cortes catalanas debían decidir si se entregaban a Felipe V, tal como habían pactado una semana antes los representantes imperiales y borbónicos en el Convenio de Hospitalet. La Diputación de Cataluña proclamó la resistencia. La nobleza se opuso prestando obediencia a Felipe V. También el clero y las ciudades de Vich y Valls. La Diputación editó un folleto en el que se justificó seguir la lucha, no por defender la secesión sino por un estado federal y por la lucha de la libertad de España.

Las tropas borbónicas sitiaron Barcelona a finales de julio de 1713. en las luchas por ambos bandos se cometieron atrocidades, quemados, torturados, etc.

En abril de 1714 comenzó el bombardeo de Barcelona por la artillería borbónica que no pararía hasta su rendición, que se produciría el 14 de septiembre de 1714.
Ese día se rindieron las tropas catalanas en Barcelona a las del rey Felipe V, terminando así su lucha por conseguir que el ya Emperador Carlos de Habsburgo fuera rey de España, en contra del rey Felipe V. No es cierto que en el famoso 11 de septiembre combatieran catalanes contra castellanos, pues hubo castellanos defendiendo Barcelona del mismo modo que el ejército de Felipe V contó con miles de voluntarios catalanes. Los catalanes austracistas no eran separatistas, al contrario, presumieron de ser los más españoles de todos.
Durante el sitio de Barcelona por las tropas de Felipe V, todos, sitiadores y sitiados, ven claramente que la ciudad tiene los días contados porque el asedio es poderoso y los límites de la resistencia de los defensores están a punto de alcanzarse. Por ello, sus propias autoridades lanzan un último llamamiento a los defensores y demás habitantes de Barcelona para que acudan a las murallas rotas para el esfuerzo final. Pero al poner un plazo para ello y la condición de que aparezcan fuerzas suficientes para continuar la lucha, están revelando que lo que desean es agotar la última posibilidad y llegar a negociaciones sobre los términos de la rendición.
Proclaman sus deseos con un escrito que finaliza así:
“Derramar su sangre por su rey y por la libertad de toda España. Dado en la Casa de la Excelentísima Ciudad residente en el portal de San Antonio, estando presentes los citados Excelentísimos señores y personas asociadas, a 11 de septiembre, a las 3 de la tarde, de 1714.”
Por entonces no existía el derecho individual de cada uno para elegir en cada ocasión en qué bando luchar. Por lo tanto, hubo súbditos de Felipe V que, por decisión propia, se convirtieron ante él en reos de Lesa Majestad al haberse puesto de parte de los que querían arrebatarle la corona. Y fueron castigados conforme a los estándares europeos de aquel siglo XVIII. Las instrucciones precisas de Felipe V sobre el trato que debía dar a los resistentes cuando la ciudad cayera, en las que se decía que “se merecen ser sometidos al máximo rigor según las leyes de la guerra para que sirva de ejemplo para todos mis otros súbditos que, a semejanza suya, persisten en la rebelión”.
Así como el rey castigó la deslealtad, premió la lealtad de diversos modos. Por ejemplo, Cervera (Lérida) fue agraciada con la única universidad autorizada en Cataluña, y el escudo de Murcia recibió un león coronado que sujeta una flor de lis y un lema laudatorio, en reconocimiento del apoyo que había prestado al rey. Honores similares fueron concedidos a otras localidades españolas.
Como se suele decir, “Después de un incendio, no se dejan rescoldos”. Y eso ha pasado siempre después de una guerra.
Por supuesto que todo es cuestionable y en una guerra cada bando tiene sus razones para luchar, pero hoy en día se cuenta una historia falsa en algunas provincias y por algunos medios, y esto es lo que pretendemos, contar el porqué lucharon los catalanes después de terminada la Guerra de Sucesión Española en 1713 con la firma del Tratado de Utrech.
La fecha en Cataluña es la celebración de lo que se llama "la Diada", día de Cataluña. Bien mirado están celebrando una derrota

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