martes, 16 de febrero de 2021

99.- ESPAÑA SIGLO XVIII (6) CARLOS IV (1)

 Llamado «el Cazador» (no por lo astuto) había nacido en Nápoles en noviembre de 1748 y fue rey de España desde el 14 de diciembre de 1788 hasta el 19 de marzo de 1808 en que abdicó, (por segunda vez) en favor de su hijo el futuro Fernando VII. Carlos era hijo y sucesor de Carlos III y de María Amalia de Sajonia. -  El prestigio de la monarquía española había alcanzado las cotas más altas de los grandes reinos desde los Austria. Pero bastaron unos pocos años del reinado de Carlos IV para que todo se empezara a ir por el desagüe de la historia. Algunos historiadores dicen que era inteligente, culto, pero no fue preparado para ejercer la responsabilidad que le tocó en suerte. El largo reinado de su padre le hizo llegar con cuarenta años de mantenerse al margen de la política. Se fue volviendo indolente, abúlico y despreocupado por los asuntos de gobierno. Dominado por su mujer, infiel a las claras , María Luisa de Parma, y por el favorito de ésta, Manuel Godoy, de asombroso ascenso a la vida pública. Pero eso fue después. Antes, había nombrado al Marques de Floridablanca como Secretario de Estado, que había sido primer ministro con su padre, Carlos III. Era un ilustrado que quiso poner, y puso, en marcha varios proyectos tendentes a corregir y desarrollar la economía. Pero fue presa más delante de las intrigas de Godoy cayendo en desgracia. - En 1789 para jurar al nuevo rey se reunieron las Cortes de España, llamadas así por primera vez, en la cual tenían representación todos los antiguos reinos, salvo Navarra. - Mientras en Francia, los hechos de revueltas se suceden con rapidez, desembocando en la Revolución Francesa. En España se toman medidas, entre ellas la disolución de las Cortes recién creadas.  Pero aquí suceden unos hechos que nos hacen retroceder un poco para ser explicados. 

CARLOS IV

Alfonso X el sabio alá por el siglo XIII redacta para la Corona de Castilla un cuerpo de normas, las llamadas  "Leyes de las Siete Partidas". En lo que respecta a la sucesión a la corona en la Partida 2ª  dicha normativa fue la tradicional en Castilla, según las cuales la corona la heredaba el primogénito. Las mujeres tenían posibilidades de recibir la Corona siempre que no hubiera ningún hermano varón. El Caso de Isabel la Católica lo explica. Su hermano Alfonso estaba por delante en la sucesión al trono pese a ser menor que Isabel. Dado que éste murió, la herencia pasa a Isabel. Dejando de lado el asunto de Juana la Beltraneja. - Felipe V en 1713 deroga las Leyes de Partidas y La Ley Sálica, que regía en Francia y que da preferencia a los varones y sus descendientes masculinos en la línea de sucesión, excluyendo a las mujeres. Pero las Cortes de Castilla se negaron, por lo cual se creó unas nuevas leyes para el asunto. Se establece la Ley de Sucesión Fundamental.  Según las condiciones de la nueva norma, las mujeres podrían heredar el trono, pero solamente de no haber herederos varones en la línea principal (hijos) o lateral (hermanos y sobrinos). Y más adelante, en 1789 Carlos IV aprueba la "Pragmática", ley que anulaba el Auto lo acordado en 1713 por Felipe V, pero por razones de política exterior, no llegó a entrar en vigor. Con los años, su hijo, Fernando VII en marzo de 1830 que vino a promulgar la "Pragmática de 1789", dejando nuevamente “Las Siete Partidas” y actualmente se encuentra recogida en la Constitución española de 1978. De haber regido la ley Sálica hubiera servido de base legal a los carlistas de siglo siguiente y seguramente hubiera evitado las tres Guerras Carlistas, ya que hubiera podido heredar Carlos María Isidro hermano de Fernando VII, (que era lo que reclamaba). En España rige la llamada ley «agnaticia» (diferente de la ley sálica), que sitúa a las mujeres en la sucesión al trono detrás de sus hermanos varones, aunque éstos sean de menor edad.

REVOLUCIÓN FRANCESA (5/5/1789)

Pero volvamos al final del siglo XVIII. Estalla la Revolución Francesa,  y lógicamente las noticias que van llegando hacen que se vayan adoptando medidas en España, como la de cerrar Las Cortes, que estaban en manos de Floridablanca. Se trata de aislar a España de las recetas revolucionarias. Se apoyó al rey francés y se puso fin a los proyectos reformistas. Y la Inquisición de la Iglesia empieza otra vez a destacar, desterrando a Jovellanos, un ilustrado de importante trabajos y realizaciones. El rey apartó de la vida pública a la mayoría de los pensadores avanzados.

El fracaso de las medidas de Floridablanca supuso su sustitución por el Conde de Aranda, que concertó una Alianza con Prusia y Austria para ayudar al rey francés, forma de proteger al español. Se preparaba una guerra en Europa que Aranda no apoyaba, ya que  el conde vio la formación de los ejércitos revolucionarios y su respaldo popular en el país vecino, lo que hizo ser partidario de no intervenir, dado el fracaso casi seguro y las pocas ganancias que se podrían obtener. La República ejecuta al rey francés Luis XVI en enero de 1793. Eso motivó su sustitución por Manuel Godoy en 1792, que ya era duque y Teniente General, hombre fuerte del gobierno de España, firmó con el Reino de Gran Bretaña su adhesión a la Primera Coalición contra Francia.

LUIS XVI DE FRANCIA 

Pues nada, comienza la guerra del Rosellón,  un conflicto que enfrentó a la monarquía de Carlos IV de España y a la Primera República Francesa entre 1793 y 1795.

lunes, 15 de febrero de 2021

98.- ESPAÑA SIGLO XVIII (5) CARLOS III (2)

En marzo de 1766 se había producido el "Motín de Esquilache", que ya narramos en el capítulo anterior. Destituido Esquilache, fue el conde de Aranda había sido el encargado de pacificar los motines contra el marqués de Esquilache y de ejecutar la orden de expulsión de los jesuitas, además de poner en marcha las ideas reformistas. desempeño labores de embajador en Lisboa, Varsovia y París donde se había impregnado de las ideas ilustradas, pero comprendió el peligro que éstas suponían para el sistema en España.   Grandes ministros reformistas fueron Pedro Rodríguez de Campomanes y José Moriño, marqués de Floridablanca. Desde sus puestos contribuyeron a la modernización de la administración y del pensamiento político español. “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo” era el lema de los que pertenecían al Despotismo Ilustrado europeo. Es decir que la clase gobernante participaban que el monarca y el Estado eran garantes de la seguridad y bien del pueblo. Pero sin la participación de éste. De este modo el país estaba dirigido por un reducido número de personas y el rey gobernaba prácticamente sin intermediarios y sin tener que responder de sus actuaciones. Las medidas gubernamentales alcanzaban desde las esferas políticas y económicas a las religiosas, sociales y educativas. La Iglesia era un estamento de mucho poder y la política de Carlos III no pretendía combatir a la Iglesia, pero no mantener un estado dentro de otro estado.

FIGURAS DEL DESPOTISMO ILUSTRADO

Las dificultades con las comunicaciones con América a causa de la guerra con Inglaterra, impedía la recaudación y la llegada de productos. En el interior una mala red de comunicaciones dificultaba la distribución. Se construyeron caminos y canales (de riego y navegables como los de Aragón y Tauste y el Canal de Castilla). El enfrentamiento en nuevos conflictos bélicos hacía necesaria la recaudación. Se creó la Lotería Nacional, se emitió deuda pública. - La política internacional española se centraba fundamentalmente en la defensa de los territorios americanos. Los intereses de la Europa central hace tiempo que habían desaparecido.

Entre 1754 y 1763 se libró la llamada “Guerra de los Siete años”, que estaban implicados la mayoría de las potencias de Europa, aunque España se incorporó en 1761. Afectó también a Norteamérica, Centroamérica, parte de África, y Filipinas. Pero los principales contendientes fueron Inglaterra y Francia. Carlos III se ofreció como mediador, pero no fue atendido por Inglaterra que, al contrario, aumento sus ataques a buques y posesiones españolas en América.  Esto hacía peligrar la seguridad del Virreinato de Nueva España en México. En tal estado de cosas se llegó a una alianza Hispano-francesa, el Tercer Pacto de Familia (1761), lo que supuso aliarse con el bando perdedor. Al finalizar la guerra Francia lo había perdido todo en América, mientras que España mantenía intacto su Imperio.

NUEVA ESPAÑA EN EL 1800 

A raíz de la sublevación de las trece colonias inglesas en el norte de América desde 1763 existía con Inglaterra una paz tensa. Invadieron las islas Malvinas, que con el tiempo abandonaron. La ayuda española al principio era la excusa para lograr Menorca y Gibraltar, en manos inglesas, a cambio de neutralidad. Segura de su superioridad naval, Londres rechazó la oferta y a través del Pacto de Familia se entró en la guerra con la invasión de Florida y Honduras. Pero el asedio a Inglaterra dificultó las maniobras navales inglesas y favoreció el abastecimiento de los independentistas americanos y ayudó a su victoria. España recuperó Manila y La Habana y devolvió Sacramento a Portugal. - Derrotada militarmente Inglaterra en Norteamérica, e imposibilitada de cualquier movimiento en Europa, un vertiginoso ascenso de la revolución industrial a causa del bloqueo del Canal se vio obligada en 1783 a concertar, la Paz de Versalles. Inglaterra reconoció la independencia de los Estados Unidos y devolvió a España algunos territorios salvo Gibraltar. - España consiguió logros y enjugaron las pérdidas, sin embargo, produjo profundas perturbaciones en el comercio con América y la independencia estadounidense influyó poco a poco en los ilustrados americanos, lo que tres décadas después comenzó el proceso de emancipación de los virreinatos americanos.

LLEGADA DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Cincuenta años de reinado, entre Nápoles y España, son muchos años de trabajo arduo y Carlos III, aunque estaba al tanto de los asuntos importantes fue lentamente retirándose. Estaba viudo, sus hermanos habían muerto salvo Luis, cuyas relaciones eran pocas. Con su hijo Carlos, el futuro heredero, su trato no era muy interesante de los que debía ser. El invierno de 1788 iba a ser el último para Carlos y para la Ilustración en España. El 14 de diciembre de 1788, falleció sin estar senil.

Al morir Carlos III se terminaron las reformas de la Ilustración en España, y al año siguiente estallaría la Revolución Francesa, lo que marcaría el reinado de su hijo, Carlos IV, marcando una etapa diferente. - El conde de Aranda continuó como primer ministro con Carlos IV pero fue víctima de intrigas palaciegas del favorito del rey, Godoy, quien consiguió su destierro y persecución por parte de la Inquisición. Al ver el triunfo de la Revolución Francesa se retiró a su casa en Zaragoza donde murió en 1798. 

A partir de estos hechos, España entra en una de las peores etapas de su historia.

jueves, 11 de febrero de 2021

97.- ESPAÑA SIGLO XVIII (6) CARLOS III

Este largo reinado, (1759-1788) del primer hijo de Felipe V posibilitó la incorporación de España al ritmo del crecimiento de las naciones más avanzadas de Europa mediante la superación del déficit acumulado en el siglo XVII. Vino de ser el rey de Nápoles, lo que le aportaba gran experiencia de gobierno. El pueblo lo recibió con gran esperanza, desde un recibimiento entusiasta que se le brindó en Barcelona a su llegada hasta su entrada en Madrid. No defraudó. El país vivió una etapa de reformas, con la centralización del Estado y la sustitución de los validos corruptos por ministros competentes. A pesar de ello las ideas ilustradas no acabaron de calar en gran parte de la población.

CARLOS III

Posiblemente no fuera un hombre inteligente, pero supo rodearse de saber elegir a sus colaboradores. Carlos III deparó a los españoles el reinado más fructífero y positivo de todo el siglo. - Fue un rey ilustrado que procuró rodearse de gente competente. Podemos admirar la cantidad de leyes justas y oportunas con la que aquel Borbón logró airear el ambiente a cerrado que existía.  Hubo leyes de apoyo a la investigación y la ciencia, repoblación con inmigrantes de regiones abandonadas, y  eficaces que hacían justicia a los desfavorecidos, rompían el inmovilismo de gremios y corporaciones de talante medieval, permitían ejercer oficios honorables a los hijos ilegítimos y abrían a las mujeres la posibilidad de ejercer oficios que hasta entonces les estaban vedados.

Para los madrileños en concreto con las grandes obras y embellecimiento de la ciudad, haciendo de ella una digna capital de un reino, ha quedado para siempre en el recuerdo como “El mejor alcalde de Madrid”. Pero no todo fueron alegrías

La muerte sin descendencia de sus hermanos de padre Luis y Fernando, lo llevó al trono a los cuarenta y seis años. Con una larga experiencia en gobernar.  - A poco de llegar contó con Leopoldo de Gregorio, marqués de Esquilache, hombre imbuido del pensamiento ilustrado que trabajó por el saneamiento de la hacienda pública y el recorte de las clases privilegiadas. Carlos III fue el símbolo del Despotismo Ilustrado español y el impulsor de grandes proyectos ministeriales, reforma fiscal, creación del primer banco Nacional, (Banco de San Carlos),  fomento de la industrialización, las comunicaciones y la colonización, patrocinio de las academias y de las asociaciones de amigos del país. Obras como la Puerta de Alcalá, de Sabatini, Museo del Prado del arquitecto Juan de Villanueva. Las fuentes de Neptuno y Cibeles y la Fuente de Apolo o de las Cuatro Estaciones, tres grandes grupos escultóricos diseñados por Ventura Rodríguez para el Salón del Prado. El Museo del Prado del año 1785. En principio no había de funcionar como pinacoteca, sino que se trataría del Gabinete de historia natural. De Juan de Villanueva. Observatorio Astronómico y el Jardín Botánico, que aún hoy podemos visitar. Todo ello inmerso en los jardines del Buen Retiro. Esquilache y el arquitecto italiano Sabatini fueron los encargados de hacer de Madrid una ciudad limpia, y a la altura de las grandes capitales europeas. Se instalaron farolas de aceite, se empedraron las calles, se implantó la evacuación de basuras, se potenció el alcantarillado. También se diseñaron paseos y se levantaron numerosos edificios y monumentos públicos.

PUERTA DE ALCALÁ

Carlos III hizo que desaparecieran las grandes fiestas palaciegas, que habían sido tan numerosas. - Aunque a menor escala esta política se extendió también a otras ciudades. Para conseguir el dinero necesario Esquilache potenció el rescate de rentas y propiedades enajenadas anteriormente y lo más importante inició una persecución de los fraudes que solían hacer al fisco las clases altas aprovechando sus privilegios.

El marqués realizó las reformas económicas necesarias recortando privilegios de nobles y de eclesiásticos.  Esta política fue mal recibida por los que tenían que perder, la jerarquía eclesiástica y la poderosa alta nobleza. Ambos estamentos iniciaron una campaña de desprestigio contra Esquilache, que al coincidir con una época de malas cosechas propició que se sumara la clase popular de Madrid. Al liberar el precio de los cereales se produjo un alza de los precios al consumidor final. Un bando emitido por el marqués, sin importancia realmente ya que era para combatir la delincuencia y prohibía vestir capa larga castellana y  el sombrero chambergo de ala ancha ya que propiciaban el enmascaramiento. - El domingo de Ramos, en torno a las 4 de la tarde, dos ciudadanos vestidos con las prendas prohibidas cruzaron provocativamente la plazuela de Antón Martín. Varios soldados les dieron el alto y les pidieron explicaciones Se amotinaron y con la ayuda prevista asaltaron un cuartelillo. 2.000 manifestantes marcharon hasta la Plaza Mayor gritando insultos contra Esquilache, ya habían destruido las 5.000 farolas. Hubo un par de muertos. El rey seguía sin hacer nada. El 24 de marzo la situación empeoró. Un sacerdote se erigió en representante de los manifestantes y logró abrirse camino hasta Carlos III y presentarle las peticiones. El discurso del cura fue tajante: o se satisfacían las demandas, o el palacio del rey quedaría reducido a escombros en menos de dos horas.

EL MARQUÉS DE ESQUILACHE

Las demandas eran echar a Esquilache del país. Reducir los precios básicos. Y otra serie de medidas que el rey debía prometer al salir al balcón personalmente. - Se asomó al balcón del palacio y las aceptó. Esto calmó a la población, pero el rey, temiendo por su seguridad, cometió el error de huir a Aranjuez acompañado de toda su familia y de sus ministros. Esto despertó las iras de la población, que creyó que el rey había aceptado las demandas para calmarlos y posteriormente huir. - Unas 30.000 personas se dedicaron entonces a saquear almacenes y cuarteles y a liberar a los presos. El rey entonces envió una carta donde se comprometía a satisfacer todas las demandas y la población se tranquilizó de nuevo. Esquilache fue destituido y enviado a Italia. - En febrero de 1767 firmó la expulsión de los Jesuitas y la confiscación de todos sus bienes tanto en la península como en América. Años después los gobiernos de Francia, Portugal, Nápoles y España consiguieron del papa la disolución de la orden mediante bula.

No obstante se inició una investigación para descubrir a los incitadores de los sucesos. La animadversión que sentían los investigadores por la Compañía de Jesús y el pábulo que daban los ministros reformistas a las noticias de los supuestos planes de dominio político por parte de los jesuitas hicieron que se les señalara como los responsables. Pero en toda Europa existía ese rechazo a la orden alimentados por los reformistas ilustrados, por los políticos e incluso por parte de la propia Iglesia. Fueran o no culpables Carlos III entendió que en el entorno de la orden había un grupo de presión contra su gobierno.

MOTÍN DE ESQUILACHE

Después del famoso Motín, emboscada en la que el rey no pudo apoyarle, Esquilache marchó al exilio. Le sucedió Pedro de Abarca, conde de Aranda, militar efectivo y adecuada para pacificar los disturbios ocasionados por las clases altas soliviantadas por la pérdida de sus privilegios, y unas clases populares que los combatían. 

La política internacional española se centraba fundamentalmente en la defensa de los territorios americanos. Los intereses de la Europa central hace tiempo que habían desaparecido.


miércoles, 10 de febrero de 2021

96.- ESPAÑA SIGLO XVIII (5) FERNANDO VI

 La viuda de Felipe V, Isabel de Farnesio, durante la enfermedad de éste, había encerrado a su hijastro Fernando y a su esposa Bárbara de Braganza y vivieron veintidós años aislados de la Corte para que no tuvieran contactos con la nobleza como heredero que era. No pudo Fernando salir de su encierro hasta la muerte de su padre. Felipe V murió la noche del 9 de julio de 1746.

Fernando, el tercer hijo de Felipe V y su primera mujer, era el heredero a la corona. A la semana de la muerte del rey, Fernando, coronado Fernando VI, ordenó a Isabel de Farnesio que abandonara el palacio real del Buen Retiro, acompañada por sus hijos.

FERNANDO VI 

Durante el reinado de Fernando desde ese 1746 y hasta su muerte en 1759 tuvo como prioridad el pensamiento que se resume en la frase “Paz con todo, guerra con ninguno”, dado que había visto y sabido de las innumerables conflictos que soportó su padre y su abuelo. Se decidió por la terminación de la Guerra de Sucesión austríaca y en la neutralidad mantenida en la guerra de los Siete años de Francia y Austria, frente a Inglaterra y Prusia. Pretendía, y lo consiguió revitalizar la hacienda pública y modernizar la administración del Estado. Supo escoger magníficos ministros como José de Carvajal, gran conocedor de la política europea. Zenón de Somodevilla, marqués de la Ensenada creador del Catastro y negociador del Concordato de 1753, limitando el envío de dinero a Roma. Potenció la flota naval, ampliando los astilleros del El Ferrol, Cádiz y Cartagena. El proyecto de Ensenada pasaba por la implantación en Castilla de una Única Contribución directa proporcional a las fortunas familiares, medidas en virtud de un catastro que se levantó al efecto (1749-56); las dificultades y resistencias que suscitó aquella operación, sin embargo, hicieron que no pudiera ser aplicada hasta el reinado de Carlos III (1760), y aun entonces sólo de forma transitoria y parcial. Otras medidas de reforma de la Hacienda fueron más eficaces: la administración directa de las Rentas Provinciales y la acción de los intendentes (a los que se dio una nueva ordenanza en 1755) permitieron prescindir de los arrendatarios particulares que mediatizaban la recaudación de los impuestos en beneficio propio; al mismo tiempo, la centralización de las transacciones exteriores del Estado en la oficina del Real Giro (1751-52) permitió prescindir de la costosa intermediación de banqueros y asentistas. Con todo ello mejoraron los ingresos de la Hacienda Real y, al mismo tiempo, se aligeró la presión fiscal, facilitando la recuperación económica.

Fernando VI siguió en la línea de fomento de la cultura iniciada por sus antecesores, con medidas que posibilitaron la penetración de la Ilustración y la ruptura definitiva del aislamiento en que estuvo sumida España desde 1559. Prueba de ello, fue, entre otras, la fundación de la Academia de San Fernando de Bellas Artes en 1752. La política con América era muy productiva en sus aportaciones al tesoro del reino. Pero este equilibrio se vio amenazado debido a una expedición de portugueses que se asentaron en la colonia de Sacramento, al norte del río de la Plata, poniendo en peligro el comercio y la seguridad de la zona. Para solucionar este problema con Portugal, Carvajal negoció un cambio de posesiones para llegar a un acuerdo pacífico, reflejado en el Tratado de Madrid de 1750, según el cual los portugueses cedían la colonia del Sacramento, pero a cambio se cedían territorios cercanos donde estaban asentadas varias reducciones jesuíticas de los indios guaraníes que tenían que ser deportados a otros lugares y eran hostiles a ser dominados por Portugal, estableciendo los límites geográficos de ambos países en aquellas colonias. Las resistencias de los indios y ciertos informes de algunos jesuitas con este motivo de las reducciones prestarían argumentos contrarios a la Compañía de Jesús a la hora de su expulsión. Ensenada acudió a Carlos, futuro Carlos III, para que protestase ante su hermanastro cancelándose el tratado de límites, pero esta maniobra supuso la caída de Ensenada.

ISABEL DE FARNESIO 

Fernando VI sufría, como su padre, de procesos de melancolía, agudizado por el carácter de una esposa depresiva a la que amaba. Cuando ella murió, en agosto de 1758, sin dejar hijos,  el rey se encerró en el castillo de Villaviciosa de Odón, donde empeoró. Durante un año sin el rey, muerto Carvajal y Ensenada desterrado en Granada por una conjura, el Estado supo mantenerse gracias al impulso del tono vital acumulado durante esos doce años anteriores. Mientras la Farnesio se comunicaba con su hijo Carlos, primer hijo de Felipe V con ella, a la sazón rey de Nápoles, teniéndole al día de los acontecimientos españoles, dado que si Fernando moría, sería rey de España.

Con una España sin rey y una administración paralizada, la monarquía siguió funcionando hasta que llegó de Nápoles su hermanastro Carlos para hacerse cargo del trono una vez que falleció Fernando VI, sin descendientes, el 10 de agosto de 1759, con cuarenta y cinco años de edad y trece de reinado.

LA MASONERÍA Y LA INDEPENDENCIA DE PAÍSES AMÉRICANOS

La masonería se expandió en Sudamérica a partir del siglo XIX, coincidiendo con los movimientos independentistas. Ofreció a los líderes crio...