viernes, 10 de febrero de 2017

DESARROLLO DE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA

El 25 de mayo de 1808 Napoleón lanza una proclama donde anuncia que no será el rey de España y como depositario de la corona reafirma en el cargo de Presidente de la Junta Suprema Central a su lugarteniente Murat. El 6 de junio es coronado José Bonaparte como rey de España. Su llegada a  a Madrid no fue bien recibida y hubo revueltas por todo el país. Proclamado en Madrid el 25 de julio tuvo que huir el 10 de agosto poco después ante la derrota de las tropas francsas en Bailén, dirigiendose al norte. La Junta Suprema Central creada por Fenando VII al marchar a Francia tenía representantes de las Juntas Provinciales. Dado que las autoridades provinciales no respondían a las presiones para la rebelión, se formaron Juntas Supremas, la primera en Sevilla el 27 de mayo de 1808 y tuvo un papel fundamental en la resistencia y lo primero que hicieron fue crear un ejército al mando del General Castaños. CUADRO DEL PRADO DEL GENERAL CASTAÑOS
Al iniciarse la guerra contra los franceses hubo una batalla muy sonada, Bailén. Se produjo el 19 de julio de 1808. En la batalla se midieron el francés Dupont contra el general Castaños. El desenlace fue entre las diez y la una de la mañana. Los franceses no reciben ayuda. El calor era intenso, el agua escaseaba y la desmoralización de los franceses era general. Además el apoyo popular al ejército español fue muy importante. El pueblo colaboraba arriesgandos sus vidas, llevando agua a los soldados y retirando heridos. Dupont casi vencido, finalmente y a la desesperada ataca al mediodía pero sin éxito, las bajas crecen y comienzan a huir en retirada. Dupont no tiene más remedio que solicitar el final de las hostilidades. Los refuerzos franceses llegaron tarde y aunque intentaron un último ataque, porque no se creían que Dupont hubiese sido vencido, recibieron por escrito la orden de Dupont de deponer las armas. Un detalle a recordar. En esta batalla combatió el capitán de infantería del regimiento de voluntarios de Campo Mayor, el español José de San Martín, el que sería libertador en Argentina. Por su arrojo contra los invasores franceses en la batalla de Bailén le valdría ser nombrado teniente coronel de caballería.
La derrota francesa de Bailen tuvo numerosas consecuencias, primero originó un enorme entusiasmo en la sociedad española sobre todo por el heroísmo de la población en Zaragoza y Gerona. Este entusiasmo se propagó por Europa. Fue la primera derrota en campo abierto de un ejército napoleónico. Y la pérdida de 20.000 soldados imperiales. Resumiendo mucho, la referida victoria del general Castaños en Bailén forzó la retirada de las tropas francesas hasta el Ebro, desembarcando un ejército inglés en Portugal. El 5 de septiembre los generales españoles entran en Madrid. Con el triunfo de Bailén el propio emperador vino a España a combatir, logrando varias victorias pero con enorme cantidad de bajas por ambas partes. Se perdió en Tudela y Uclés, debiendo retirarse nuestros compatriotas al sur. En diciembre Napoleón recupera Madrid. Pero en enero el emperador se marcha a París. Sin embargo, aunque España, más o menos, estaba oficialmente bajo dominio francés, lo cierto es que buena parte nunca lo estuvo del todo, pues surgió una modalidad de combate tan española, tan nuestra, que los franchutes llamaron “guerrita”, pero en acento francés, de ahí “guerrilla”. Aquí se inventó, ¿o fueron los celtas contra los romanos? Bueno es igual, el caso es que los guerrilleros eran gente dura y bronca: bandoleros, campesinos, contrabandistas y gente así. Fulanos desesperados que no tragaban a los gabachos o tenían cuentas pendientes porque les habían quemado la casa, violado a la mujer y otras lindezas. Luego ya se fue sumando más gente, incluidos muchos desertores de los ejércitos regulares que los franceses solían derrotar casi siempre cuando había batallas en campo abierto, porque lo nuestro era un descojono de disciplina y organización; pero que luego, después de cada derrota, de correr por los campos o refugiarse en la sierra, volvían a reunirse y peleaban de nuevo, incansables, supliendo la falta de medios y de encuadramiento militar con esa mala leche, ese valor suicida y ese odio contumaz que tienen los españoles cuando algo o alguien se les atraviesa en el gaznate. Así cantidad de derrotas militares que a los españoles parecían importarles un huevo, pues siempre estaban dispuestos para la siguiente. Y de ese modo, entre ejércitos regulares desorganizados y con poco éxito, pero tenaces y guerrilleros feroces que infestaban los campos y caminos, sacándole literalmente las tripas al franchute que pillaban aparte, los invasores dormían con un ojo abierto y vivían en angustia permanente. Pero aún después de Bailén habían de pasar cinco años más de guerra, que esquilmó y destrozó al país y tuvo unas consecuencias desastrosas, aún ganando. Como unidad frente al invasor, y dejando absoluta claridad sobre el reconocimiento al rey Fernando VII y a a Iglesia Católica y en rechazo al rey impuesto, José I Bonaparte, el día de San José, el 19 de marzo de 1912, fue promulgada la Constitución por las Cortes Generales Españolas en Cádiz.. Se trata de la primera Constitución promulgada en España, además de ser una de las más liberales de su tiempo. Oficialmente estuvo en vigor solo dos años, desde su promulgación hasta su derogación en Valencia el 4 de mayo de 1814, tras el regreso a España del borbón Fernando VII. Fue la respuesta del pueblo español a las intenciones invasoras de Napoleón Bonaparte que, aspiraba a constituir en España una monarquía satélite del Imperio, como ya había hecho con Holanda, Alemania e Italia, coronando a su hermano José Bonaparte. La Constitución establecía la soberanía en la Nación, que residía en el pueblo, se establecía una monarquía constitucional, la separación de poderes, la limitación de los poderes del rey, el sufragio universal masculino indirecto, el derecho de propiedad o la fundamental abolición de los señoríos, entre otras cuestiones. Además, incorporaba la ciudadanía española para todos los nacidos en territorios americanos, prácticamente fundando un solo país junto a las colonias americanas. Por el contrario, el texto consagraba a España como Estado confesional católico, prohibiendo expresamente en su artículo duodécimo cualquier otra confesión, y el rey lo seguía siendo «por la gracia de Dios y la Constitución». No contempló derechos para la mujer, ni siquiera la ciudadanía, aunque hoy sería impensable este hecho, por entonces esto sucedía en los usos y costumbres de toda europa. No obstante fue la Constitución más liberal de las existentes. Pensemos que solo eran anteriores a esta la de Estados Unidos de 1787 y la de la Revolución Francesa de 1789. EL GENERAL WELLINGTON
La España patriota, disgregada, se unió finalmente en una Junta Central Suprema. La designación de los Diputados y su aportación fundamental fue la Constitución de 1812. Tuvo además una gran influencia fuera de España, tanto en América, en las constituciones de las viejas colonias españolas al independizarse, como en Europa, en la que durante años operó como un auténtico mito, influyendo en las ideas constitucionales portuguesas, en el surgimiento del Estado italiano e incluso en la Rusia zarista. Vuelve José I el 2 de noviembre de 1812 cuando las tropas francesas reconquistan Madrid. Pero se marchará para siempre el 29 de junio de 1813. En julio de 1813 las tropas francesas son derrotadas en Vitoria y en Irún con lo que se pone fin a la Guerra. El ejército alnglo-español penetra en suelo francés. En diciembre de ese mismo año Bonaparte firmó la paz con Fernando, en el llamado "Tratado de Valençay", concediéndole la libertad. Y entonces el rey “Deseado” volvió a España para poner las cosas en su sitio, según su corto entender.

VIDA EN UN BARCO HACIA AMÉRICA SIGLOS XVI-XVII

A partir del Descubrimiento los viajes fueron incesantes. Los barcos se armaban por lo general en Sevilla bajo condiciones estrictas.   Los ...