martes, 13 de junio de 2023

AL-ANDALUS - SIGLO XI - (PARTE 6)

El militar y político Almanzor, durante el califato de Alhakén II ocupó importantes cargos administrativos. La muerte de este califa en el 976 marcó el comienzo de la época donde destacó el desgraciadamente recordado Almanzor. Ejerció un poder extraordinario en el Estado andalusí, en toda la península ibérica y en parte del Magreb, mientras el califa quedaba relegado por Almanzor. Protagonizó entre 977 y 1002 cincuenta y seis campañas militares, en su mayoría, contra los reinos cristianos del norte peninsular. 

ALMANZOR 

El culmen de su barbarie llegó en el 997, cuando arrasó y saqueó Santiago de Compostela. “Destruyó iglesias, monasterios y palacios y los quemó con fuego”. Sus huestes solo respetaron el sepulcro del apóstol, nunca sabremos porqué. Hizo no menos de cincuenta aceifas o incursiones en los reinos cristianos en busca de esclavas que vender en Córdoba y cautivos por los que pedir rescate, llegó a arrasar Zamora, León, Pamplona, Barcelona y Santiago de Compostela, entre otras muchas poblaciones cristianas, hasta hacer más de 200.000 prisioneros entre esclavas, niños o cautivos para pedir rescate o intercambiar por cautivos musulmanes y con ello poder financiar sus campañas. Almanzor utilizó el terror como arma de guerra, en Barcelona lanzaba cabezas de cristianos contra las murallas y pasó a cuchillo a todos los soldados, en Santiago incendió la ciudad y traslado las campanas a Córdoba llevadas a mano  por los cautivos y esclavos. En Córdoba se montó un mercado de esclavos que cubrió los deseos más lascivos y los más bajos instintos de la corte califal, de lo que se aprovechó para gobernar sin ser califa, proporcionando fondos a los para las siguientes aceifas. Entre las esclavas más apreciadas estaban las vasconas que fueron las madres del califato y en segundo término las doncellas gallegas, los infantes y jóvenes eran sodomizados. En fin, fue un cruel personaje, no construyó nada, no escribió nada y solamente se dedicó a batallar y secuestrar, esclavizar, etc. Después de la muerte de este despreciable carnicero en el 1002 el Califato de Córdoba duró veintinueve años más, creándose después los reinos de Taifas.
Las causas profundas del declive del califato de Córdoba no están clara, si bien parece que la militarización profunda es una de las más importantes.
Pero muerto el califa Al-Hakan II en el 976 fue cuando comenzaron los últimos años del califato.
El Califato  Cordobés fue una época de esplendor, un desarrollo impresionante en todos los sentidos. Pero hemos de tener en cuenta que fue mantenido por un poderoso ejército y dos califas que supieron gobernar.

CALIFATO DESDE EL 929 AL 1031

Entre los moros en el Califato de Córdoba, el nuevo  reparto de cargos y zonas de influencia en el territorio condujo a enfrentamientos entre los conquistadores bereberes y árabes y con las oleadas de inmigrantes. Al ser los conquistadores, primeros eran los inmigrantes los perjudicados por el método de conquista mediante pactos. Los últimos años del califato vieron desfilar a una sucesión  de nombres y la paulatina división del territorio en Taifas. Las intrigas por el poder eran constantes. Continuos cambios de gobernador. Existía el partido árabe enfrentado al eslavo y al partido beréber. El nuevo califa había enrolado como soldados a numerosos cordobeses tras su participación en la revuelta que le había llevado al poder y había reclutado entre ellos a su guardia palatina. Entre un poder que buscaba el apoyo de la población y los dos grupos, siempre presentes, de eslavos y de beréberes magrebíes, que era la fuerza más segura del poder amirí precisamente por ser extraños a la sociedad andalusí, no podía haber armonía. Estas rivalidades fueron aprovechados por los cristianos para aliarse con los bereberes, junto a los cuales asaltaron Toledo y luego el general árabe Muhammad II se alió con tropas cristianas para saquear Córdoba y más tarde se unió con los eslavos para matar a su señor. Los bereberes continuaban asolando Al-Andalus y pusieron cerco a Córdoba que cayó en el 1013 y fue saqueada nuevamente. Se sucedieron varios califas en el trono cordobés y el último Omeya, Hissam III fue derrocado en el 1031.

TERRITORIOS DE LAS TAIFAS 

Ese corto periodo de cien años es cuando al-Andaluz controla casi toda la península, no sin luchas. Es decir, que la dominación era en cierta forma relativa, tuvieron que defenderse constantemente de los reinos cristianos y de las revueltas internas.
Desde el 1031 los musulmanes se dividen en “banderías”, o pequeños reinos, “Taifas” y cada una de ellas dominaba una región  determinada. Hubo tres etapas de los reinos de Taifas. Tras el debilitamiento de los almorávides y los almohades, surgieron los llamados segundos (1144 y 1170) y terceros reinos de taifas (siglo XIII). El origen de todas las dinastías de las taifas era extranjero, salvo el de los Banu Qasi y los Banu Harún, que era muladí.
Cada Taifa dominaba una región determinada y cada una tenía su rey. Las grandes taifas eran, Zaragoza, Toledo y Badajoz, Granada y Sevilla. Habían sido las primeras en constituirse. En las primeras Taifas a su frente la dirección de cada una de estas divisiones se las repartieron distintas etnias, litigantes ya dentro del Califato. Como fuere que sus reyes gobernaban en su propio provecho creció un malestar entre la población de los grupos étnicos. Algunas de las taifas no obstante progresan en la agricultura, acuñan moneda y funciona bien el comercio. Hubo un mecenazgo en las artes y las ciencias. Los ejércitos eran imprescindibles para la defensa. Las taifas gozaron de riqueza y cultura, pero no de fuerza militar, lo que las condenó al pago de parias a cristianos y al alza de impuestos entre sus súbditos. Este hecho junto a la fragmentación de la comunidad islámica y la carencia de legitimidad política de algunos dirigentes, provocaron la crisis a finales del siglo XI. Los impuestos se incrementaron provocando el descontento en la población. Máxime cuando gran parte de ese dinero iba a parar a manos cristianas pagando los tributos como protección o vasallaje.
Dichos reinos tuvieron una vida muy corta, ligeramente superior al medio siglo, pues fueron barridos antes de que concluyera la undécima centuria por los invasores almorávides. Los taifas más importantes fueron el de Zaragoza, el de Badajoz, el de Toledo, y ante todo, los de Granada y Sevilla. Los reyezuelos taifas, en contraste con lo sucedido en la época califal, eran muy débiles políticamente. Se hallaban a merced de los reyes cristianos, lo que se tradujo en el pago de parias o tributos, a cambio de los cuales pedían protección militar a aquéllos. Para hacer frente a esa situación, así como para mantener a los ejércitos, integrados básicamente por mercenarios, los dirigentes taifas no tuvieron más remedio que elevar los impuestos, lo que motivó un creciente descontento entre la población.

GUERREROS ALMORÁVIDES 

Careciendo de las tropas necesarias, las taifas contrataban mercenarios para luchar contra sus vecinos o para oponerse a los reinos cristianos del norte. Incluso guerreros cristianos, como el propio Cid Campeador, sirvieron a reyes musulmanes, luchando incluso contra otros reyes cristianos. Esto no fue suficiente. Los reinos cristianos aprovecharon la división musulmana y la debilidad de cada taifa individual. Al principio el sometimiento era únicamente económico, pagar un tributo anual, las parias. Sin embargo, en el año 1083 Alfonso VI rey de Castilla y León toma Madrid. La consecuencia de que Alfonso VI (1040-1109) tomara Toledo en mayo de 1085  y toda la zona que hoy es Castilla la Mancha (ya nunca volvió a manos musulmanas), y en el 1086 marcha a tomar Zaragoza, fue lo que alarmó a los andalusíes, y tomaron la decisión, de llamar en su auxilio a los curtidos guerreros almorávides, facción que predicaba el cumplimiento ortodoxo del islam. La pérdida de Toledo fue el desencadenante.
Los reyes de las taifas pidieron ayuda al sultán almorávide del norte de África, Yúsuf ibn Tasufin, el cual pasó el estrecho asentándose en Algeciras y no solo derrotó al rey leonés en la batalla de Zalaca (1086), sino que con la excepción de los beréberes nuevos de Granada y los eslavos de Baleares, las demás taifas de estos grupos fueron conquistadas por los almorávides, ya que eran muy débiles desde el punto de vista político. Estas Taifas tuvieron una vida muy corta, ligeramente superior al medio siglo, pues fueron barridos por los invasores almorávides (1090), que puso fin a estos reinos  independientes, se conoce en la historiografía tradicional como época de las primeras taifas.

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