Para entender los acuerdos entre el reino de Portugal y el
de Castilla-León, hemos de remontarnos a la Guerra de Sucesión Castellana entre
ambos reinos producida entre los años 1475-1479, poco después de la
proclamación de Isabel como reina de Castilla. Este enfrentamiento se saldó con
el Tratado de Alcácovas al terminar la guerra. Además de acordar la paz y el
portugués Alfonso V renunciar al trono castellano en nombre de su esposa Juana,
(la Beltraneja), se repartieron los territorios del océano Atlántico,
manteniendo Portugal el control sobre sus posesiones de Guinea, Madeira, las
Azores, Islas Flores y Cabo Verde y a Castilla le reconoció la soberanía de las
Islas Canarias. Es decir que Portugal tenía posesiones en África salvo las
Canarias.
Recordemos que el Océano Atlántico aún estaba sin conocer en toda su
extensión. También tengamos en cuenta que en Portugal siempre hubo importantes
marinos, como Enrique “el navegante” que ya en 1452 el papa reconoció la
conquista portuguesa en cabos e islas de África, ya que habían explorado hasta
Sierra Leona esto fue en 1455 y 1456 con dos bulas reconociendo los
descubrimientos de Enrique. Tiempo después, en 1488, el navegante portugués
Bartolomé Díaz descubrió y dobló el Cabo de Buena Esperanza, culminando el proyecto
iniciado en 1410 por Enrique, a fin de encontrar el extremo sur de África y
proporcionar una ruta alternativa a las Indias. La diferencia con el viaje de
Colón es fundamental ya que éste cruzó el Atlántico en busca de la India. Los
portugueses hacían navegación de cabotaje, es decir cercana a las costas
africanas.
Con lo cual, al regresar Colón de su primer viaje el Papa Alejandro VI determinó el futuro del Nuevo Mundo en la bula “Inter Caetera”. La primera bula, bula de donación, concedió los territorios descubiertos por los navegantes castellanos a los Reyes Católicos y sus herederos en los tronos de Castilla y León. La segunda, llamada bula de partición, promulgada pocos meses después, a instancias de los propios Reyes Católicos, corrigió la anterior y estableció el dominio castellano sobre los territorios al oeste de una línea imaginaria geográfica entre los polos, dejando al Reino de Portugal las posesiones al este. Además de la partición, las bulas “Inter Caetera” daban la orden de evangelizar a todos los indígenas de las tierras descubiertas.
Fueron firmadas poco después del regreso de Colón en 1493. El manuscrito original del breve promulgado se encuentra en el Archivo de Indias de Sevilla.
Pero el desencadenante del conflicto con Portugal fue la visita que Colón había realizado a Portugal antes de su llegada a España en su primer viaje el 15 de febrero de 1493, Colón llega a las Bocas del Tajo, como quien dice a Lisboa. Va a tener que hacer partícipes de la noticia a los portugueses antes que a los castellanos. Colón hace saber que él es Almirante del Mar Océano y el Virrey de las Indias nombrado por los reyes de Castilla. El marino que le recibirá será Bartolomé Díaz, quién dos años antes había llegado al Cabo de las Tormentas en el sur de África, y le había dado el nombre de Cabo de Buena Esperanza, abriéndole el camino a Portugal para llegar hasta la China y el Japón. Con esto estoy diciendo que los portugueses llegaron a Asia, antes que España, dos años antes. Bartolomé Díaz fue el navegante primer explorador europeo en doblar a principios de 1488 el extremo sur de África, llegando al océano Índico a partir del Atlántico, un hito de la navegación a vela. Fue el primer navegante que viajó alejado de la costa en el Atlántico Sur. Bartolomé Díaz estaba en la cumbre de su gloria. El 4 de marzo de 1493 Colón es recibido en Lisboa por el rey Juan II de Portugal. Colón le advierte al portugués que las tierras que acababa de descubrir se hallaban al sur del paralelo de las Canarias, y pertenecían, según él, a Portugal.
El conflicto estallaría entre ambos reinos, después de enterarse de las bulas que hemos mencionado. Los portugueses pretenden que el paralelo de las Canarias sirva de límite a las conquistas de ambos reinos. Los Reyes Católicos rechazan esta pretensión y tratan de conseguir que Juan II se quede con África y deje para los castellanos las nuevas tierras descubiertas. Este intento por parte de los Reyes castellanos, se concreta en la promulgación por el Papa Alejandro VI de tres bulas en 1493: en la "Inter Caeteras" que hemos mencionado anteriormente. Se establece que todas las tierras descubiertas por Colón y las que posteriormente se descubran serán para Castilla, ampliando los dominios asignados a los castellanos.
Con lo cual, al regresar Colón de su primer viaje el Papa Alejandro VI determinó el futuro del Nuevo Mundo en la bula “Inter Caetera”. La primera bula, bula de donación, concedió los territorios descubiertos por los navegantes castellanos a los Reyes Católicos y sus herederos en los tronos de Castilla y León. La segunda, llamada bula de partición, promulgada pocos meses después, a instancias de los propios Reyes Católicos, corrigió la anterior y estableció el dominio castellano sobre los territorios al oeste de una línea imaginaria geográfica entre los polos, dejando al Reino de Portugal las posesiones al este. Además de la partición, las bulas “Inter Caetera” daban la orden de evangelizar a todos los indígenas de las tierras descubiertas.
Fueron firmadas poco después del regreso de Colón en 1493. El manuscrito original del breve promulgado se encuentra en el Archivo de Indias de Sevilla.
Pero el desencadenante del conflicto con Portugal fue la visita que Colón había realizado a Portugal antes de su llegada a España en su primer viaje el 15 de febrero de 1493, Colón llega a las Bocas del Tajo, como quien dice a Lisboa. Va a tener que hacer partícipes de la noticia a los portugueses antes que a los castellanos. Colón hace saber que él es Almirante del Mar Océano y el Virrey de las Indias nombrado por los reyes de Castilla. El marino que le recibirá será Bartolomé Díaz, quién dos años antes había llegado al Cabo de las Tormentas en el sur de África, y le había dado el nombre de Cabo de Buena Esperanza, abriéndole el camino a Portugal para llegar hasta la China y el Japón. Con esto estoy diciendo que los portugueses llegaron a Asia, antes que España, dos años antes. Bartolomé Díaz fue el navegante primer explorador europeo en doblar a principios de 1488 el extremo sur de África, llegando al océano Índico a partir del Atlántico, un hito de la navegación a vela. Fue el primer navegante que viajó alejado de la costa en el Atlántico Sur. Bartolomé Díaz estaba en la cumbre de su gloria. El 4 de marzo de 1493 Colón es recibido en Lisboa por el rey Juan II de Portugal. Colón le advierte al portugués que las tierras que acababa de descubrir se hallaban al sur del paralelo de las Canarias, y pertenecían, según él, a Portugal.
El conflicto estallaría entre ambos reinos, después de enterarse de las bulas que hemos mencionado. Los portugueses pretenden que el paralelo de las Canarias sirva de límite a las conquistas de ambos reinos. Los Reyes Católicos rechazan esta pretensión y tratan de conseguir que Juan II se quede con África y deje para los castellanos las nuevas tierras descubiertas. Este intento por parte de los Reyes castellanos, se concreta en la promulgación por el Papa Alejandro VI de tres bulas en 1493: en la "Inter Caeteras" que hemos mencionado anteriormente. Se establece que todas las tierras descubiertas por Colón y las que posteriormente se descubran serán para Castilla, ampliando los dominios asignados a los castellanos.
TRATADO DE TORDESILLAS
La firmeza de Juan II al rechazar estas soluciones, así como
el deseo sincero de ambos reinos de no reiniciar una nueva guerra, unida a la
incertidumbre de los Reyes Católicos ante los secretos del Océano motivaron una
larga serie de contactos y negociaciones que se materializaron en 1494 en
Tordesillas, provincia de Valladolid, se firma el “Tratado de Tordesillas”,
entre los Reyes Católicos y el rey de Portugal, Juan II, que determina la
frontera entre los dominios de España y Portugal en América. Cabe destacar que
cuando Colón descubre América, en 1492, América, según el portugués, ya
pertenecía a Portugal por bulas papales emitidas en el siglo XV al término de
la guerra.El Papa había venido obteniendo el máximo provecho político-internacional al también mediar en la pugna entre Francia y España por obtener poder en Italia emitiendo las afamadas “bulas alejandrinas”.
Negocian los reyes durante un año y firman el Tratado de Tordesillas el 7 de junio de 1494. Se concede a Castilla las tierras que se encuentren a más de 370 leguas al oeste del Cabo Verde. Todos los territorios por descubrirse al oriente de dicha línea quedarían bajo dominio portugués, mientras que España tendría soberanía sobre los ubicados al occidente. Dicha demarcación coincide con la actual ciudad de São Paulo.
Años después sucedió que el navegante portugués Pedro Álvares Cabral en el año 1500 navegó a lo largo de la costa africana en el océano Atlántico, se desvió de su ruta al adentrarse en el Atlántico en busca de vientos que le empujaran hacia el sur, aunque es posible que buscara visitar las tierras americanas que le habían correspondido a Portugal en el por el Tratado de Tordesillas seis años antes, de esta manera arribó a lo que, inicialmente, se pensó que era una gran isla. Como el nuevo territorio se encontraba dentro de la órbita portuguesa del acuerdo, exploró el litoral y percibió que la gran masa de tierra era posiblemente un continente, enviando enseguida un navío para notificar al rey de Portugal sobre el descubrimiento de nuevas tierras. Cabral había desembarcado en América del Sur, y las tierras que había reivindicado para Portugal más tarde constituirían lo que hoy es Brasil. El Tratado de Tordesillas se confirma en 1506 con esta inclusión.
Ya con Carlos I, 35 años después, ambos reinos se reunieron en Zaragoza para resolver el dominio de la otra mitad del planeta. El viaje de Magallanes-El Cano, había permitido a los españoles acceder a las Indias Orientales por el oeste, que en eso momento estarían adjudicadas a Portugal.
Se determinó con acuerdo la zona de influencia de cada reino.