viernes, 5 de mayo de 2017

GUERRA DE GRANADA (1482-1492)

Después de la famosa Batalla de las Navas de Tolosa, (1.212) en que se puede decir que comienza el declive musulmán en la península. Luego, entre 1265-66, el rey de Castilla, Fernando III y el de Aragón, Jaime I, se pusieron de acuerdo uno se hizo con Murcia y el valle del Guadalquivir y el otro se hizo con Valencia y Mallorca. Jaime entregó Murcia a Fernando y así es como allí hoy se habla castellano y no valenciano. Teníamos ya lo que Menéndez Pelayo llamó “La España de los cinco reinos”, Castilla, Aragón, Navarra y Portugal, y el pequeño emirato nazarí de Granada. Y por eso digo que los musulmanes no dominaron 800 años como se suele decir, realmente estaban resistiendo con pago de impuestos a los cristianos y divididos entre ellos (los reinos de Taifas). Del 711 en que comenzó la invasión hasta el 1265 van 554 años. El resto hasta 1492, en que cae Granada van 227, en que solo estaba ese reino nazarí. Después de 1266, en Granada, los reyes de Castilla, cobraban un tributo a sus homólogos nazaríes ya que estos era vasallos de Castilla-León. Un tributo en oro, porque Granada, que se beneficiaba de sus privilegiadas relaciones de sangre con el norte de África, era la puerta del oro africano. Lo cierto es que Granada era un reino próspero, muy poblado y de refinadas costumbres. Ahí tenemos el palacio de la Alhambra. Pero las cosas no son para siempre. El oro comenzó a escasear, y además, los jóvenes cristianos que se habían casado tenían las ideas muy claritas; reunir bajo sus reinos los antiguos dominios de los Godos, es decir, todos los territorios que habían sido cristianos.
Pero el gobernador moro de Ronda, Mohamed al Zagrí, se apoderó de la plaza de Zahara en 1481, realmente calculó mal. Isabel y Fernando que ya habían vencido al rey de Portugal, se decidieron a terminar con el reino nazarí. Pidieron al papa que la guerra la declarase com "Cruzada", lo que significaba además, dinero. 
Fernando era sagaz y astuto y buen militar, se lo pensó muy bien. Se acuarteló en Córdoba. Organizó un ejército regular con sus distintos cuerpos, con su Estado Mayor. Las campañas se harían en los meses calurosos, y las desarrollarían con su estudio previo. Podemos pensar que con él había nacido la guerra moderna. Los musulmanes se pensaban superiores a los cristianos, y no iban a tolerar que un cristiano les diera lecciones de guerra. Realmente la crisis dentro del emirato estaba servida. En las luchas los moros iban siendo derrotados plaza por plaza. En el Palacio crecieron las intrigas. Para colmo el rey Muley Hacén, algo viejo ya, se encaprichó con una concubina cristiana mucho más joven que él llamada Soraya. Su esposa Aixa, muy resentida por perder la condición de favorita, se conchabó en secreto con su hijo Boabdil para que le destronase y diese cumplida venganza a la traición. Boabdil, se dejó enredar. El rey moro salió a la lucha por recuperar Alhama y su hijo Boabdil aprovechó la ausencia de su progenitor para dar un golpe de mano con la ayuda del poderoso clan de los Abencerrajes, una familia aristocrática traicionera. Fernando de Trastámara, se enteró de la cuestión e influyó lo que pudo para incrementar las rencillas del palacio moro.
El rey Muley Hacén, se refugió en el castillo de Mondújar. Boabdil condujo entonces un ejército hasta los territorios cristianos, donde los castellanos salieron a su encuentro, le derrotaron en Lucena y se lo enviaron a Fernando cargado de cadenas. Todos los cristianos pedían la cabeza de Boabdil, pero a Fernando eso le parecía un desperdicio. Le dejó marchar a cambio de que, en secreto, fuese su aliado y pagase una indemnización, porque la guerra estaba saliendo carísima. En prenda se quedó con sus dos hijos. Con el emirato partido en dos bandos que se la tenían jurada, Fernando se dispuso a ir troceando con paciencia los dominios del enemigo. Ronda y Marbella cayeron en 1485, Loja en 1486 y Málaga en 1487, tras un sonado asedio. Málaga era muy importante y justificaba el dispendio. Los reyes reclamaron soldados de todos sus reinos, y hasta allí llegaron enfervorecidas huestes de vizcaínos, guipuzcoanos, asturianos y valencianos. La flota castellana bloqueó el puerto para evitar que la ciudad recibiese refuerzos y provisiones de Marruecos. A finales de agosto se rindió. Tanto había costado doblegarla que Fernando fue extremadamente cruel con los supervivientes. Ordenó que todos fuesen esclavizados.
Lo que quedaba del emirato estaba dividido entre Boabdil, que controlaba Granada, y su tío el Zagal, que tenía en su poder Almería y Guadix. Muley Hacén había muerto dos años antes, abandonado por todos. Se cuenta que, al morir, los pocos partidarios que le quedaban llevaron su cadáver hasta lo más alto de Sierra Nevada, donde le dieron sepultura. El pico pasaría a llamarse como él: Mulhacén, que es, además, con sus casi 3.500 metros, el más alto de la Península. Fernando antes dar el remate al timorato Boabdil, que se escondía en el Albaicín detrás de las faldas de su madre, siguió a lo suyo, los castellanos conquistaron Baza, y envió un emisario al Zagal para pedir su rendición. Lo entendió enseguida. Entregó Almería y se largó al norte de África. Granada, la capital, en 1490, era lo que quedaba. Fernando sabía que entrar a saco hubiera sido una carnicería por ambos bandos, y con resultado incierto. De modo en lugar de tratar de tomarla al asalto, la sitió. Mandó construir una ciudad junto a Granada, a la que llamó Santa Fe. Caso insólito éste: edificar una ciudad para sitiar otra. No se volvería a ver cosa igual. Granada resistía, Isabel envió un emisario negociador. Ofreció a Boabdil un señorío en la Alpujarra, rentas y el compromiso de respetar la religión y las costumbres de los granadinos. El acuerdo en la desesperada situación en que se encontraba, no estaba mal por lo que el emir aceptó. Se fijó el 2 de enero para hacer efectiva la entrega de la ciudad. Para evitar machadas de última hora, Fernando ordenó a Gutierre de Cárdenas que entrase con un pequeño contingente por la noche y ocupase la Alhambra. Al amanecer, los reyes esperaron a Boabdil a orillas del Genil. El moro se acercó derrotado; hizo ademán de besar las manos de Fernando, cosa que éste rechazó, y entregó las llaves al rey, que, a su vez, se las dio a Isabel. Era su regalo, el más preciado que una reina de Castilla pudo soñar jamás. Gutierre de Cárdenas hizo entonces ondear el pendón de Castilla en lo más alto de la Alhambra, en la torre de la Vela. El cardenal Pedro de Mendoza, que estaba con él, puso una cruz junto al estandarte. Cuando se produjo la rendición, la esposa de Boabdil, Morayma pensó que le serían devueltos sus hijos, después de diez años. Pero ante la posibilidad de un levantamiento, los monarcas cristianos no entregaron a los príncipes cautivos. El alcalde de Benarix intercedió ante los monarcas suplicando la entrega de los infantes. Los reyes tardaron un año en conceder lo suplicado. Cuando el menor de los hijos, Ahmed, vio a su madre, enferma y postrada, ni la reconoció. Boabdil trató de calmar a su esposa explicándole que había sido educados en la fe católica y ese mismo desdén lo había tenido con él. Pero la pena aumentó al saber que su hijo mayor había muerto años atrás. Terminaría muriendo también.
La Reconquista había terminado. La noticia recorrió Europa. El Papa hizo repicar al unísono todas las campanas de Roma. Los reyes de Europa, incluido el de Francia, celebraron la conquista y ordenaron misas en gratitud por la victoria. Mientras tanto, un vencido Boabdil salía camino del exilio en compañía de su madre, la vengativa Aixa. Al coronar uno de los cerros que anticipan la sierra, Boabdil descendió del caballo, se giró y, mientras contemplaba compungido el perfil de Granada al atardecer, con sus palacios y torres reflejando la delicada luz dorada que baña la ciudad los días de invierno, se echó a llorar. Es entonces cuando dicen las lenguas de doble filo que Aixa pronunció: "Llora, llora como mujer lo que no supiste defender como hombre". Pero esto último no es cierto. La frase la escribió por primera vez, tres siglos después, el padre Echevarría en una obra titulada “Los paseos de Granada”. De ser cierta, sería una gran injusticia. Boabdil luchó por Granada, no fue un buen guerrero, no fue hábil negociador, pero se dejó llevar por los consejos de su madre, pues fue ella quien hizo que su hijo traicionara a su padre y se aliara con los poderosos y pérfidos clan de los Abencerrajes. De ahí que sea conocido como Boabdil el Desdichado. Sus lágrimas siguen hoy inspirando a poetas, y el lugar donde las derramó se llama desde entonces Puerto del Suspiro del Moro.


miércoles, 3 de mayo de 2017

ÁLVAR NÚÑEZ CABEZA DE VACA - EL GRAN CONQUISTADOR

Personifica la España del siglo XVI. Cuando se termina la Reconquista, (batallas contra el Imperio Musulmán), aquellos españoles que llevaban 800 años luchando generación tras generación tienen que seguir peleando por algo, y buscan nuevos horizontes. Álvar formó parte de la primera oleada de españoles que tras las victorias del Gran Capitán empezaron a imponer la hegemonía española en el mundo. Siendo muy joven se marcha a Italia. Lo que buscaba en Italia era lo que buscaba entonces cualquier español: honor, algo mucho más preciado que el vil metal. En aquella España la economía importaba menos que la honra, se podía ser caballero sin dinero y por tener dinero no se era caballero. Cabeza de Vaca tenía que hacer honor a su apellido, había recibido una herencia de nobleza de sus antepasados que debía acrecentar. El principio de legalidad ha imperado y conformado siempre la vida en España. Es la base de la civilización romana, y España, como país nacido al amparo de Roma, ha sido ordenada siempre según este principio. La Reconquista no persigue otra cosa que restablecer la legalidad perdida, el Reino de Asturias quiere recuperar la legalidad del Reino visigodo. Fue una obsesión que marcó al país durante 800 años. Este principio, unido al de fidelidad al Rey y a la sucesión dinástica, marcó también el espíritu de Cabeza de Vaca. Y en 1527 parte para conquistar Florida. Se embarca en aquella misión por tres motivos. Va buscando riquezas, como hoy vamos a Alemania. Allí había medios, y España era un país pobre en medios, como siempre lo ha sido y lo será. Álvar también buscaba el honor, la continuación del legado de los antepasados. Y además, marcha por motivos religiosos. Si leemos las cartas que los descubridores mandan a la Península podemos ver la importancia que dan a la evangelización del Nuevo Mundo. Lo primero que pide Hernán Cortés al Rey tras la conquista de México no son refuerzos militares, armas o barcos. Pide curas. Colón no manda a España como primeras referencias que hay mucho oro o buenas tierras, lo primero que cuenta es que los indígenas son gente de naturaleza muy buena y por lo tanto predispuestos a recibir la fe. ! CABEZA DE VACA FORMÓ PARTE DE UNA EXPEDICIÓN DE LA QUE DE 600 SOLDADOS... ¡QUEDARON VIVOS CUATRO!
La de Pánfilo de Narváez era una de las expediciones mejor organizadas, con muchos barcos, armas y caballos. Pero primero, 150 desertan en cuanto llegan a Cuba. Después, otros cien mueren en unas tormentas horrorosas allí mismo. En cuanto desembarcan en Tampa los indios les persiguen, les lanzan flechas envenenadas y logran matar a la mitad. Y para colmo, cuando salen de la bahía de Tampa tienen que volver a fabricar barcos, porque los que los llevaron ya se habían ido. Nuevas embarcaciones que las corrientes del Misisipi hundieron más adelante... Una sucesión interminable de desgracias hace que, al final, de 600 expedicionarios queden cuatro. Los indios los habían hecho esclavos, no eran más que cuatro y se encontraban en un punto tal de desesperación que ya sólo esperaban la muerte. Pero los convirtieron por la fuerza en médicos, y como quiera que fuese curando a los indios, de la noche a la mañana Álvar dejó de ser esclavo para convertirse en líder de la tribu. Unas veces curaba con lo poco o mucho que aprendió en las guerras en Italia y contra los comuneros, y otras, curaba rezando. Debió tener tal pericia que llegó a operar a corazón abierto a un indio que tenía clavada una flecha. Aquella fue la primera intervención quirúrgica de este tipo de la que se tiene testimonio. De hecho, Cabeza de Vaca es hoy todo un símbolo en el ámbito de la cardiología estadounidense. Álvar es muy querido por los afroamericanos estadounidenses porque trató como un compañero más, y no como un esclavo, al negro Estebanico, uno de aquellos cuatro expedicionarios supervivientes. Y eso en aquel siglo XVI no era frecuente. Además, él fue el primero en construir barcos en lo que hoy son los Estados Unidos. Cuando volvieron de internarse en la Florida les habían dado por muertos, y los barcos se habían ido, así es que tuvieron que fundir sus corazas para fabricar nuevas embarcaciones. Y EN DIEZ AÑOS, CON UN EJÉRCITO DE INDIOS, CONQUISTA LA MITAD SUR DE LO QUE HOY SON LOS EE.UU. Y SIN DERRAMAR SANGRE. Ficha a ese ejército de indios como lo hicieron Hernán Cortés y Pizarro. Lo que pasa es que sobre estos pesa aún la leyenda negra. Sus conquistas han quedado ensombrecidas por algunos episodios de derramamiento de sangre pero, en realidad, las conquistas de México y Perú fueron más bien pacíficas. Los españoles se impusieron a los indios porque estos quisieron ser gobernados por los españoles. Los indígenas veían en aquellos conquistadores unos líderes y gobernantes mucho mejores que los que habían tenido hasta ese momento. Ven en el cristianismo una religión más humana que aquellas en las que se realizaban sacrificios humanos. Los españoles convencían. Pero como Álvar no mató a nadie, es un personaje bastante desconocido, porque a los que defienden la leyenda negra no les interesa alguien que consiguió tanto sin que se le pueda achacar nada. Como premio, es nombrado gobernador del Río de la Plata. En su camino a lo que hoy es la frontera entre Argentina, Paraguay y Brasil contempla las cataratas de Iguazú, de hecho es el primer europeo en dar señales del lugar y llega tras cinco meses de cruzar valles, montañas y selvas a la sede del Gobierno, en Asunción del Paraguay. Pero acabará engrilletado y enviado de vuelta a la Península. ¿Por qué? De nuevo, por defender la legalidad, en este caso las Leyes de Indias que protegían a los indígenas y son el origen de los actuales DERECHOS HUMANOS. La Corona había perdido el control de Asunción, capital del virreinato. Allí se habían sublevado, habían hecho esclavos a los indios y utilizaban a las indias a su placer. Cabeza de Vaca llega para imponer la ley, y por ello lo engrilletan. Una vez cesa la anarquía, pensó en ejecutar a los cabecillas de la rebelión, pero los perdonó y después estos lo acusaron de querer hacerse rey, de independentista. Lo enviaron a España encadenado. A su llegada a España, el Consejo de Indias confirmó el destierro, deportándolo a Orán (Argelia). Tras un periodo de ocho años, Felipe II le concedió el indulto y el cargo de juez en la Casa de Contratación de Sevilla. Los últimos años de su vida los pasó como prior de un convento sevillano, donde, según todos los indicios, falleció, habiendo presenciado el nacimiento del protestantismo y la ruptura de Enrique VIII con Roma. 
--Un busto de bronce de Álvar Núñez en Houston Park conmemorando su gesta en la primera historia de Texas.-- En aquella época la religión era lo más importante, lo único importante. Fuera de la religión nada tenía sentido. Con la Reforma nace el relativismo, y frente a la ruptura de Lutero, la España del XVI defiende aún la legalidad, es fiel a su juramento de fidelidad a Roma, de la que se siente súbdita. Álvar se apoyó siempre en su fe para resistir, para conseguir tantas cosas. Hoy Cabeza de Vaca nos diría, «si yo hice cosas impresionantes sin medios, cómo no las vais a hacer vosotros». Así es que podemos utilizar la Historia como estéril pañuelo de lágrimas o para darnos cuenta de lo que realmente es capaz de hacer el ser humano. Los territorios que anexionó Cabeza de Vaca al Imperio Español integrándolos en el Virreinato de Nueva España, podrían equivaler en extensión a lo que hoy es la actual Europa occidental y el hito de su conquista, quizás solo haya sido superado por el Gran Alejandro casi dos mil años antes en su expansión cultural y militar hacia el antiguo oriente.

domingo, 30 de abril de 2017

2 DE MAYO DE 1808

Decíamos ayer... que las noticias iban llegando. Se sabía que Napoleón tenía medio secuestrados a Carlos IV y Fernando VII. Y eso jodía, claro. Además de que los franchutes lo tocaran el culo a las folclóricas y se comportaran con chulería con “tó quisque”. Ni la corte ni el ejército pensaban en la resistencia frente al invasor francés en aquél momento, después del Motín de Aranjuez, donde Carlos IV abdicó en su hijo Fernando VII. Nadie iba a suponer, que éste iba a ser el mayor traidor que hubo en España. Solo estaba interesado en lamerle las botas a Napoleón para ser rey de España. Pero estas no eran las ideas del emperador. Quería desterrar definitivamente a los Borbones. Sabidas estas cosas, en la noche del 1 al 2 de mayo de 1808, el letrado Juan Villamil es nombrado miembro de una Junta Suprema de Gobierno, clandestina, para reemplazar a la que ya los franceses dominaban. Murat había recibido la orden de enviar al resto de la familia real a Bayona y estas noticias llegaron al pueblo de Madrid. Villamil se encontraba en su casa de Móstoles. Allí fue donde recibió la comunicación que el pueblo se había revelado cuando las tropas francesas sacaban del Palacio Real al infante Francisco de Paula para llevarlo a Francia, el día 2. El levantamiento del dos de mayo no fue realizado por el Estado Español, sino por las clases populares de Madrid contra el ocupante tolerado (por indiferencia, miedo o interés) por gran cantidad de miembros de la administración. A la madrugada del día 2 de mayo el pueblo veía como se llevaban a la reina María Luisa con los dos infantes. Alguien dio el aviso voz en grito y “mueras” a los franceses y se fue creando una multitud, que llevaron a las armas para evitar que se llevaran a los infantes. Apareció entonces el infante don Antonio, emocionado por el acto del pueblo, solo tenía doce años. Su aparición provocó un estallido de entusiasmo en la gente. El alboroto hizo llegar a los franceses que dispararon contra la muchedumbre. Lo que causó que se extendiera la rebelión. Se trató de un acto espontáneo, carente de preparación y medios. Murat, el francés, disponía de 50 mil hombres armados. Los militares españoles no eran más de 5 mil y estaban a las afueras, no obstante fueron avisados. Se acuartelaron pero el pueblo no se retiró. Hasta soltaron a los presos que pidieron sumarse a la lucha. El pueblo madrileño se alzó en armas, es un decir ya que apenas si tenían. El ejército español tenía orden de su rey de amistad con los franceses, por lo que además de estar en clara diferencia numérica era una desobediencia militar al rey. Pero el pueblo recibió la ayuda de algunos destacamentos del ejército y los capitanes del parque de artillería Daoíz y Velarde, que proveyeron de armas y ante los hechos, fueron atacados por los franceses muriendo en la refriega. Los madrileños armados con palos, agujas, barras de hierro, cuchillos y poco más. Cargaron contra un destacamento francés y le robaron el cañón. En fin, que los españoles hicieron lo que pudieron frente a un ejército profesional. Al final fueron conducidos a una emboscada donde los “mamelucos”, soldados musulmanes del ejército francés, se despacharon a gusto con sus cimitarras. Quedó en la memoria gracias al gran reportero gráfico que teníamos, Goya, con “La carga de los Mamelucos”. Se dice que el pintor pudo ver desde una ventana la matanza. Al día siguiente comenzó una represión cruel.
----GOYA LA CARGA DE LOS MAMELUCOS---- Los franceses, no conformes con haber aplacado el levantamiento, se plantearon tres objetivos: controlar la administración y el ejército español, aplicar un riguroso castigo a los rebeldes para escarmiento de todos los españoles y afirmar que ellos gobernarían España. Reprimida la protesta por las fuerzas napoleónicas presentes en la ciudad. Sin embargo, la sangre derramada no hizo sino inflamar los ánimos de los españoles y dar la señal de comienzo de la lucha en toda España contra las tropas invasoras. El mismo 2 de mayo por la tarde, en la villa de Móstoles, ante las noticias horribles traídas por los fugitivos de la represión en la capital, Juan Villamil, jurista, redactó un oficio que fue firmado por el alcalde de Móstoles, Andrés Torrejón y Simón Hernandez, y que sería distribuido por todo el país. Se trataba de una declaración de guerra a Napoleón. Un pueblo, que no un gobierno, el alcalde de un pueblo que prácticamente sin armas, le declaran la guerra al Emperador europeo, al mejor ejército del mundo en aquellos años. ¡Con un par de huevos! Encendida estaba la llama de la lucha por la libertad del sometimiento.. Comenzaba así la guerra de la independencia. Se desarrolló en varias fases en las que ambos bandos tomaron sucesivamente la iniciativa, y se destacó por el surgimiento del fenómeno guerrillero. Los franceses decían que eso no era una guerra, sino una “guerrilla”, pues en los pueblos y en los caminos. Destacamento francés que se localizara, les atacaban por la retaguardia, por los flancos, escondidos en los montes, y como podían. Eso los campesinos, esa era la “guerrilla”. Y así quedó el nombre hasta nuestros días. Además la Junta Suprema había conseguido la ayuda de los ingleses, que se la tenían jurada a Napoleón, y mandaron al general Wellington al frente de sus tropas y del ejército español.
----GOYA- LOS FUSILAMIENTOS DEL 3 DE MAYO---- Los éxitos de las fuerzas españolas fueron, la Batalla del Bruch, la resistencia de Zaragoza y Valencia y, en particular, la sonada victoria de Bailén, donde destacó un joven oficial, José de San Martín. El destino a la campaña del ejército de Napoleón contra Rusia fue aprovechada por los españoles. Victoria en la batalla de los Arapiles y victoria en las batallas de Vitoria (21 de junio) y San Marcial (31 de agosto). El tratado de Valençay (11 de diciembre de 1813) restauró a Fernando VII y dejaba a España libre de la presencia extranjera, pero no evitó la invasión del territorio francés, siendo la batalla de Toulouse (10 de abril de 1814), el último enfrentamiento de la guerra. Refiriéndose a esta guerra Napoleón I, en su exilio, declaró: “Esta maldita guerra de España fue la causa primera de todas las desgracias de Francia. Todas las circunstancias de mis desastres se relacionan con este nudo fatal: destruyó mi autoridad moral en Europa, complicó mis dificultades, abrió una escuela a los soldados ingleses... esta maldita guerra me ha perdido”. Napoleón fue derrotado en España en varias ocasiones, la más sonada en Bailén. No fue la de Waterloo la primera derrota del emperador, fue la última. Foto de la pintura de Francisco de Goya, "Los fusilamientos del 3 de mayo" y “La carga de los Mamelucos”

miércoles, 12 de abril de 2017

PARADORES DE TURISMO NACIONALES DE ESPAÑA

Una de las mejores ideas y realizaciones que se han hecho en España aprovechando lo que hay, mejorando su situación, conservando y además consiguiendo un beneficio. Buena forma de conservar y utilizar nuestro gran patrimonio arquitectónico histórico-artístico. En realidad son una serie de castillos, monasterios y palacios convertidos en hoteles de categoría, localizados en sitios privilegiados, muy bien seleccionados. Podrían haber muchos más, pero el dinero manda. Detrás de esto esta la empresa “Paradores de Turismo de España, S.A”. que es una empresa cuyo capital es, en su totalidad, de la Administración General del Estado. Es decir de toda España. La empresa cuenta con un valioso patrimonio histórico, seguramente en su aspecto artístico el más valioso del mundo en manos de una cadena hotelera, con edificios, de los cuales 45 están declarados Biene de Interés Cultural. Además conserva entre su oferta una propuesta de gastronomía propia de la zona en que se encuentra cada Parador, recuperando la cocina tradicional del lugar.
En 1926 el Marqués de la Vega-Inclán fue la persona de la cual nace este gran proyecto, convertido en realidad, por suerte. Construyó un alojamiento en la sierra de Gredos, que sería el primer Parador. Posteriormente se constituyó la Junta de Paradores y Hosterías del Reino. Parajes de belleza, poblaciones con riqueza cultural e histórica donde se encontraran monumentos históricos y artísticos factibles de remodelar y convertirlos en hotel. Esa fue la idea original. Y así se hizo. Al de Gredos siguieron otro en Alcalá de Henares, Madrid, en Ciudad Rodrigo en Salamanca, el de Oropesa en Toledo, el de Úbeda en Jaén. Y el de Mérida en Badajoz. Esto hasta 1933. A la vez se construyeron doce Albergues de Carretera, que posteriormente también fueron Paradores. En la década de los 60, durante el ministerio de M. Fraga, fue cuando la red de Paradores alcanzó más impulso y llegó a tener 83 Paradores. Luego se perdieron los que había en Marruecos. En la década de 1980, algunos hoteles se incorporaron a la red de Paradores como el Hostal de los Reyes Católicos en Santiago de Compostela, una auténtica belleza.
En el año 2012 las dificultades económicas de la red que fueron encontradas decidió el cierre temporal de varios establecimientos. Hay gente que exclusivamente se aloja en Paradores, y no les hables de otras cosas, no hay nada comparable para ellos. El Monasterio de San Estevo, por ejemplo se aprecian claramente los estilos barroco y románico, con tres impresionantes claustros, uno románico, uno gótico y otro renacentista, por los que podrás pasear en noches tranquilas, bajo tenue iluminación y con un leve sonido de música religiosa acompañándote. La belleza y monumentalidad del edificio han hecho que fuese declarado Monumento Histórico Artístico en el año 1923. Un moderno hotel, con todas las comodidades nunca podrá ofrecerte el arte, la historia y el monumento de un Parador. Aquí tienes por ejemplo el de los Reyes Católicos y el de San Estevo.

CRISTOBAL COLÓN Y LA FUERZA DE SU PASIÓN - (1)

Para un europeo del siglo XV era muy difícil imaginar un mapamundi de aquellos tiempos. No habían viajado por toda la tierra conocida. Tenía...