jueves, 13 de junio de 2019

CONQUISTA CRISTIANA FRENTE AL MUSULMÁN

Hay que tener presente que la Guerra de la Reconquista no existió como tal. Si hubo batallas de unos reinos contra otros, muchos entre cristianos entre sí y otros contra los musulmanes y también estos entre sí. Por control del territorio y también por defender una religión determinada. Los Reinos de Taifas existieron por la división entre musulmanes y los reinos cristianos aprovecharían la división musulmana y la debilidad de cada taifa individual para someterlas. Al principio el sometimiento era únicamente económico, forzando a las taifas a pagar un tributo anual, las parias, a los monarcas cristianos. Es decir que aceptaron su existencia, lo que demuestra que el concepto de nación unificada no existió por entonces. No es que no hubiera recuperación de territorios en la Edad Media. Lo que no hubo fue idea de nación. Los cronistas medievales hablan de conquistas, no reconquistas. Si en la Edad Media nadie pensó en la Reconquista, y el término nació con unos contenidos totalmente ajenos a la medievalidad peninsular, tal vez convendría eliminarle definitivamente de nuestro léxico más técnico, manteniéndolo, en cualquier caso, como lo que siempre ha sido: un mito utilizado para explicar los diferentes presentes contemporáneos, sin utilidad alguna para analizar el pasado medieval. La palabra “Reconquista” nunca se empleó en textos antiguos, aparecen en la época del romanticismo, donde se ensalza la españolidad, el Cid, y batallas que no existieron o que fueron simplemente escaramuzas. En realidad se trató de conquistas militares del territorio invadido por los musulmanes y a la vez de conquistas de unos reinos cristianos a otros.
Después de la victoria de Don Pelayo en Covadonga, El Reino De Asturias empezó a organizarse. En el siglo IX se establece la capital en Oviedo y Galicia y parte de la meseta Norte se va poblando con visigodos para evitar nuevos ataques árabes. Luego se traslada la capital a León. El Reino de Asturias pasa a llamarse “Reino de León”. Se formó el Reino de Navarra que se encontraba entre el estado franco (Marca Hispánica) y Al-Andalus. Con Sancho III el Mayor llegó a su apogeo entre los años 1000-1035 y extendió su poder a Aragón y Castilla. Se enfrentaron a los árabes. La resistencia estuvo protagonizada por Iñigo Arista, rey de Pamplona en el año 830. Incorporó el condado de Aragón a su reino. La llamada «Marca Hispánica» quedó integrada por condados dependientes de los monarcas carolingios a principios del siglo IX. Designaron condados, algunos de origen franco y otros con gobernantes autóctonos. Los más importantes fueron los de Pamplona, convertido en Reino, Aragón, condado independiente, Urgel condado y sede episcopal y el condado de Barcelona, que pasado un tiempo se convirtió en hegemónico de los condados de Ausona y Gerona. Wilfredo el Velloso, conde de Barcelona, conquistó territorios árabes en la zona de Tarragona, y consiguió que los restantes condes reconocieran su autoridad, y ya en el siglo X, el condado de Barcelona se independizó del reino franco. El Condado De Castilla era frontera entre el reino de León y la zona musulmana. Fernán González declaró la guerra al rey de León en el 927. La paz fue sellada por un matrimonio que unía a las dos familias y reinos. En el año 1065, pasó a convertirse en el “Reino de Castilla”. Durante la etapa del hundimiento del califato cordobés y de la creación de los Reinos de Taifas, León y Castilla aprovecharon para ocupar la cuenca del Tajo. Toledo es reconquistada en el año 1085 d.C por Alfonso VI de Castilla. La llegada de los refuerzos llamados por los musulmanes, los almorávides y almohades, fue un periodo detenido en la lucha. Después continuó, tras las conquistas de Zaragoza por Alfonso I de Aragón y Tortosa y Lérida por Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona. Portugal conquistó Lisboa en el año 1147. Castilla y León consiguieron dominar el valle del Guadiana y de los pasos de Sierra Morena. Ese proceso culminó con la batalla de Las Navas de Tolosa (1212), que abrió definitivamente el avance cristiano hacia el valle del Guadalquivir y Valencia. Hubo un corto período denominado Terceros Reinos de Taifas, que terminó en el siglo XIII conquistando Levante, Córdoba y Sevilla. El Reino de Granada fue fundado en el año 1238 y fue aliado de la Corona de Castilla y luego pasó a pagar impuestos para mantenerse independiente. Los musulmanes iban huyendo hacia el sur de la península, hacia Granada. Pero 200 años después, en 1482, comenzó la Guerra de Granada que duró 10 años, y fue un conjunto de campañas emprendidas por los Reyes Católicos. Se conquistaron Ronda (1485) y Málaga (1486) y culminaron con las Capitulaciones de Granada de Boabdil el día 2 de enero de 1492. Boabdil sufría una gran falta de control sobre su propia gente. Hubo negociaciones secretas que incluyeron el respeto a la religión islámica, la posibilidad de migrar y una Exención fiscal por tres años. Se concedió un plazo de dos meses para la rendición. Los granadinos causaron tumultos, sofocados por los cristianos y por los fieles a Boabdil. El Reino Nazarí de Granada había durado 254 años. El resto del poder musulmán había desaparecido hacía 244 años antes que Granada. Los musulmanes dominaron parcialmente en realidad unos 500 años. La guerra de Granada fue clave para desarrollar el sistema fiscal y la capacidad militar castellana. A nivel defensivo, la victoria en Granada sirvió para asegurar que los turcos no invadiesen el país. El papa Alejandro VI reconoció a Isabel y Fernando con el título de Reyes Católicos en 1496. Enrique IV, el hermano de Isabel ya había conquistado Gibraltar en 1462 y Ceuta en 1415 era Portuguesa pasando a España tiempo después. Particularmente afirmo que los musulmanes no dominaron 800 años en la península, sino que residieron simplemente. Entraron en el 711 y en pocos años dominaron todo el territorio, pero pronto tuvieron que empezar a defenderse. Y se fueron creando reinos cristianos, que paulatinamente avanzaron en lo que se ha dado en llamar erróneamente “reconquista”, ganando y también perdiendo batallas, pero avanzando hasta sacudirse la existencia musulmana. Aquí una relación de los Reinos Cristianos en la península, con las fechas de su formación. Si el moro hubiera dominado realmente estos reinos no hubieran nacido ni se hubieran desarrollado.
REINOS CRISTIANOS NAVARRA, inicialmente Condado de Pamplona (del Imperio carolingio) y reino de Pamplona. También se usó la denominación reino de Nájera. Del 810 al 1076 en que se une a Aragón MARCA HISPÁNICA (Imperio Carolingio) Condados Pirenaicos formados por: Condado de Barcelona. Del 801 al 1164 en que se une a la Corona de Aragón, continuando como condado. El Condado de Sobrarbe, Ribagorza, Condado de Barcelona, en torno al que se unificaron todos los condados (Ahora Cataluña). Condado de Aragón. (del Imperio carolingio, junto con, Sobrarbe y Ribagorza) ARAGÓN. Unidos los Condados en reino del 1035 AL 1707. Aragón en el 1076 se une a Pamplona. En 1134 se dividen los reinos hasta 1504. En 1479 se une a Castilla. Y se une Navarra en 1512. NAVARRA desde 1134 hasta 1512 CASTILLA. Condado desde 930 hasta 1230 del reino de León, independizado, vinculado al reino de Navarra, vuelto a separar convertido en reino, reunificado y separado varias veces con el reino de León hasta la formación definitiva de la Corona de Castilla. REINO DE LEÓN, inicialmente segregado del de Asturias (o "asturleonés"), que posteriormente se le incorpora. Independiente desde 910 al 924. REINO DE ASTURIAS, ampliado como "reino asturleonés", brevemente separado por fragmentación de éste y definitivamente incorporado al que se denominó reino de León. Independiente desde el 714 al 924. REINO DE GALICIA, de existencia episódica, inicialmente condado del reino de León, independiente desde 910 al 914 CORONA DE CASTILLA, incluye León, Asturias y Galicia desde 1230 hasta 1516. CORONA de Castilla y Aragón, unidas por matrimonio a partir del reinado de Fernando II en 1479, se une Navarra en 1512 en las que gobierna Fernando y luego Carlos I REINO DE PORTUGAL, inicialmente condado del reino de León desde 930 al 1065 pertenece a León y luego a Galicia por breve periodo, y luego independiente desde 1143 a 1580 y hasta 1640 unido a España. Independiente hasta 1910.

martes, 11 de junio de 2019

EMANCIPACIÓN DE BUENOS AIRES – MAYO DE 1810

Napoleón coloca a su hermano José como rey de España en junio de 1808. Un mes antes el pueblo de Madrid declara la guerra a Napoleón, no el ejército, sino el pueblo. Comenzaba así la Guerra de la Independencia. Se había conseguido la ayuda de los ingleses. Y así es como Inglaterra pasó de ser enemigo a aliado. No olvidemos las dos invasiones inglesas a Buenos Aires en 1806 y 1807 que terminaron en fracaso inglés. Lo cierto es que a los ingleses les interesaba el debilitamiento de Francia y su emperador, así como el de España y su imperio Americano. Con la Guerra de Independencia española contra Napoleón, mataban dos pájaros de un tiro. El pago a su ayuda sería con el comercio de los virreinatos americanos. Y solapadamente ayudaron en las emancipaciones de los virreinatos americanos La guerra duraría desde 1808 hasta 1814. En ese periodo precisamente se fraguan las ideas independentistas de los criollos americanos. Los virreinatos eran la prolongación de la corona española, es decir que aquellos territorios eran España. Pero a los criollos, que eran los hijos de españoles nacidos en América, y por lo tanto españoles, hijos del liberalismo y de la Ilustración, para ellos el rey español suponía un atraso, volvería el absolutismo, el viejo régimen. El ejemplo de Francia con su revolución, de EE. UU. con su independencia, y de Inglaterra con su ayuda y comercio, fueron las condiciones precisas para que las ideas emancipadores se desarrollaran. Inglaterra aún en la Guerra de la Independencia Española no dejó de ser un peligro para España. En Buenos Aires, el pequeño ejército (realista), y la participación de las milicias populares en la Reconquista de los dos intentos de invasiones inglesas, que al mando de Santiago de Liniers obtuvieron un rotundo éxito, aumentó el poder y la popularidad de los líderes criollos militares e incrementaron la influencia y el fervor de los grupos independentistas. Paralelamente, estos motivos se convirtieron en uno de los catalizadores de la causa emancipadora. Un antecedente inmediato de la Revolución de mayo de 1810 que dio inicio al proceso de Independencia de lo que ahora es Argentina Por entonces el rey Fernando VII era prácticamente prisionero de Napoleón. La fidelidad de Liniers al legítimo rey, Fernando VII, por el que se estaba luchando en España hicieron que se nombrara a un sustituto en reemplazo de Liniers a Baltasar Hidalgo de Cisneros. Santiago de Liniers era un héroe popular, pero se había retirado. En 1810, cuando ya estaba preparado para regresar a España, le llegó la noticia de la Revolución de Mayo. Liniers, contrario a la Revolución que sustituiría al virreinato se unió al grupo que pretendía oponerse a la Primera Junta surgida. Fue cuando escribió “Será necesario considerar como rebeldes a los causantes de tanta inquietud. Como militar estoy pronto a cumplir con mi deber. Y me ofrezco desde ya a organizar las fuerzas necesarias. La conducta de los de Buenos Aires con la Madre Patria, en la que se halla debido el atroz usurpador Bonaparte, es igual a la de un hijo que viendo a su padre enfermo, pero de un mal del que probablemente se salvaría, lo asesina en la cama para heredarlo.” El héroe ante las dos Invasiones Inglesas fracasadas, que el Imperio británico emprendió en 1806 y 1807 en Buenos Aires, con el conocimiento de algunos criollos revolucionarios y organizadas por espías ingleses, Santiago de Liniers, fue fusilado por orden de Mariano Moreno y Juan José Castelli, miembros de la Primera Junta Revolucionaria de Gobierno. La revolución no caló en las áreas rurales donde surgieron grupos armados contrarios a los independentistas, integrados por nativos, llaneros, mestizos, negros y mulatos. Estos grupos significaron el enfrentamiento abierto entre las clases populares y la burguesía criolla. Por los que hoy son llamados “patriotas” de Mayo, deberíamos preguntarnos de que patria hablaban cuando impulsaron la revolución de mayo. La única patria era precisamente España. En un territorio despoblado, con ganadería extensiva y agricultura casi inexistente, todo hace pensar que el propósito de aquellos personajes no pretendió una emancipación, (eso vino seis años después), sino hacerse con el poder para disponer de libertad para negociar directamente sobre todo con Gran Bretaña. Su propósito no pasaba por la igualdad de las provincias ni de la participación popular en asuntos públicos. La muchedumbre que acudió al Cabildo abierto de mayo pudo refugiarse cómodamente bajo la pequeña Recova cuando empezó a llover. Realmente eran muy poca gente. La revolución en Buenos Aires, en mayo de 1810, sin participación popular, instituyó la Primera Junta Revolucionaria. El virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros fue depuesto. Al año siguiente, en España, en la batalla de Bailén, primera derrota del ejército napoleónico destaca por su valor un joven oficial, José de San Martín. Más adelante, en 1811 en España en La Batalla de La Albuera, una de las de la Guerra de la Independencia combatieron fuerzas aliadas compuestas por tropas españolas y anglo-portuguesas contra el ejército del Imperio Francés. En esa batalla José de San Martín combatió a las órdenes del general William Carr Beresford, el mismo que cinco años antes había invadido Buenos Aires. Ironías del destino, pero que deja a las claras el españolismo de San Martín. Tras esta fulgurante carrera en el ejército español, y poco después de estallar la revolución emancipadora en América, San Martín, que había mantenido contactos con las logias masónicas que simpatizaban con el movimiento independentista. El sentimiento de su identidad americana y su ideario liberal, desarrollado en el clima espiritual surgido tras la Revolución Francesa y en la lectura de los enciclopedistas e ilustrados franceses y españoles, lo determinaron a contribuir a la libertad de los territorios americanos. Siempre se ha dicho que fue San Martín el libertador de Argentina, Chile y Perú, cosa imposible pues esos países no existían aún. San Martín fue iniciado masón en la logia Integridad de Cádiz (1808). Estuvo en Londres por 4 meses. Allí participó de la fundación de la Logia Caballeros Racionales. Con la masonería londinense, acordó los detalles finales de su viaje al río de la Plata a bordo de la fragata “George Canning” junto a sus hermanos masones Alvear, Zapiola, Holmberg, Chilabert y otros. Ya en Buenos Aires se pusieron en contacto con Julián Álvarez, venerable maestro de la logia Independencia, y con su ayuda fundaron la logia Lautaro, cuyo primer venerable maestro fue Alvear. CABILDO DE BUENOS AIRES -
El 24 de mayo de 1814 constituyó la logia Lautaro de Córdoba. Con su hermano masón Manuel Belgrano, a través de misivas y documentos, instó entonces a la convocatoria de un congreso que finalmente se reunió en Tucumán y resolvió la Independencia el 9 de julio de 1816. Semanas más tarde, el director supremo Juan Martín de Pueyrredón nombró a San Martín General en Jefe del Ejército de los Andes. La relación con Bolívar fue difícil. Bolívar en realidad soñaba con una Sudamérica unida de la cual él tendría que ser el gran dirigente panamericano. Estaba enfrentado a las ideas de San Martín que pretendía una federación de naciones independientes con carácter monárquico español en principio. Él temía que los criollos americanos, que siempre dependieron de las autoridades coloniales que representaban al Rey, no fueran capaces de gobernarse a sí mismos, pues carecían de la experiencia política necesaria, lo que podría desencadenar en una cruenta guerra civil por querer llegar al poder. No se equivocó, pues tras su partida y especialmente, tras la partida de Bolívar unos años después, los caudillos militares desataron un gran caos político en casi toda Hispanoamérica, para satisfacer sus ansias de poder, que aún hoy perduran. Generalmente en Sudamérica se entiende por “ejército realista” a las tropas llegadas desde España a combatir contra los emancipadores americanos. Nada más lejos de la realidad. Sólo por poner un ejemplo, en la gran batalla de Ayacucho, que significó el final del dominio de España en América del Sur, acaecido el 9 de diciembre de 1824, de todos los soldados del ejército realista, solo 900 eran nacidos en España. ¿Y el resto? Las unidades se formaban por tropas originarias americanas, y su componente social y étnico era el reflejo de su población local. Los oficiales y suboficiales del Ejército Real del Perú hablaban en la lengua quechua o aimará para dirigir a las tropas amerindias ya que la inmensa mayoría sólo hablaban su lengua nativa por lo cual los oficiales debían conocerla para poder dirigirlos. Los hombres identificados con las múltiples castas de amerindios mestizos (cholos), o de negros mestizos (mulatos o pardos), junto con negros esclavos liberados fueron el grueso de la tropa realista dependiendo del predominio étnico en la población. Mirado de otra forma las guerras de emancipación americana realmente fue una gran guerra civil en el continente.

domingo, 2 de junio de 2019

SIGLO XX-56- CONSECUENCIAS DE LA GUERRA CIVIL

El coste humano de la Guerra Civil tuvo unas consecuencias inmediatas. Además de muertos, heridos desaparecidos y la pérdida de la gente joven, y la desproporción entre hombres y mujeres. También el exilio y abandono de su país de infinidad de gente. Al igual que después de un incendio se asegura el monte apagando cualquier rescoldo que queda, pues la represión posterior a la guerra pretendió apagar cualquier posibilidad de rebeldía para una nueva forma de gobernar que se tenía pensado. Aunque los historiadores no se ponen de acuerdo en el número de víctimas durante la guerra, se puede afirmar que fueron más de 300.00, la mitad en los frentes y la otra parte en las retaguardias de ambos bandos. Posteriormente con la represión en la España franquista se calcula que unas 40.000 personas murieron fusiladas, otras 500.000 se vieron obligadas a marcharse del país y unas 300.000 fueron encarceladas, condenadas a penas de prisión o trabajos forzados. El país había quedado desbastado, con las carreteras, puentes y vías férreas destruidos o dañados. La renta per cápita cayó un 28% y no volvió a su nivel anterior a la guerra hasta 1952. La producción industrial bajó casi un tercio y la agrícola lo hacía en una quinta parte. Los costes financieros de la guerra, sumados los dos bandos se calcula que pudieron llegar a unos 700 millones de dólares de la época. El Movimiento Nacional, aparato burocrático del franquismo, sustituyó a la antigua administración del Estado. Todos los avances democráticos y de progreso social y cultural serían eliminados de raíz. El Franquismo fue una régimen fascista con aspiraciones totalitarias hasta 1945, prooccidental hasta 1957 y desarrollador en 1958 y 1959. Creó un nuevo orden económico y social, represivo. No obstante tuvo apoyo popular porque se basó en los valores más tradicionales, familia, orden y religión. Muchos intelectuales de prestigio optaron por el exilio. La atmósfera política no propició las manifestaciones en las artes y la cultura. Una férrea censura se aplicó a todos los ámbitos con objeto de promover los valores del catolicismo y la tradición, pero no de apertura de ideas y de libertades. No obstante ya en los años 50 el régimen había evolucionado. La Falange se había diluido en el Movimiento Nacional, la represión ya no era tan dura, aunque si selectiva. Y fundamentalmente la economía se había estabilizado. Se construyeron aeropuertos, embalses, nuevos trenes, planes de electrificación. Se inauguraron Universidades Laborales en Gijón, Córdoba, Sevilla, Zamora y Tarragona. Se potenció el sistema de la Seguridad Social, con atención sanitaria, médica y hospitalaria. Sistemas de Jubilación, Viudedad, Orfandad, Desempleo, jornada laboral reducida, vacaciones pagadas. En los años 60 no se había producido todavía una reforma fiscal, con lo cual el sistema tributario era obsoleto. De todas formas España era secularizada y consumista. EL INSTITUTO NACIONAL DE INDUSTRIA
El fuerte impulso que dio el turismo en España supuso una gran fuente de ingresos además del progreso de la construcción y el desarrollo de las zonas costeras de Valencia, Alicante y Andalucía, fundamentalmente. El Instituto Nacional de Industria se dedicaba a subvencionar empresas en crisis interviniendo en el desarrollo del sector industrial. También hay que sumar el hecho de que el régimen no podía obviar el asunto de la sucesión de Franco. Aquí es donde podemos indicar que comienza la Transición Española. Muchos no se ponen de acuerdo en señalar la fecha de que comienza la Transición. Como sabemos Francisco Franco gobernó como dictador. Pero lo que nunca se aprecia es que el franquismo no fue totalitario sino autoritario. El totalitarismo es poner el partido por encima del estado. Franco hizo lo contrario, puso al Estado, que era él, por encima del partido. El resultado es el mismo: represión e inseguridad jurídica. Pero esa diferencia es lo que permitió evolucionar al régimen hacia otra cosa, ir tomando los raíles hacia la monarquía. Ya que fue por su voluntad y no la del partido y sus gentes la que fue pensando en la Transición para después de su muerte. Por eso digo que la Transición empezó en 1969, no con la muerte de Franco. Ya desde los años 60 el país había entrado en un proceso modernizador, industrial, turístico y con un desarrollo lento pero efectivo y consolidado. Se rodeó de tecnócratas y gentes que supieran evolucionar, dentro de sus principios, con ideas que fueran colocando al país en el lugar que le correspondía en el concierto internacional. El día 22 de julio de 1969 en las Cortes franquistas, Don Juan Carlos, ante el Jefe del Estado y el presidente de las Cortes, el Príncipe hincó las rodillas sobre un cojín de terciopelo granate, colocado sobre una tarima de madera. Sobre la mesa, el libro de los Santos Evangelios. El presidente de las Cortes preguntó: – En nombre de Dios y sobre los Santos Evangelios, ¿juráis lealtad a Su Excelencia el Jefe del Estado y fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional y demás leyes Fundamentales del Reino? – Sí, juro lealtad a Su Excelencia el Jefe del Estado y fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional y demás Leyes Fundamentales del Reino. El presidente de las Cortes concluyó – Si así lo hiciereis que Dios os lo premie, y si no, os lo demande. Con este juramento quedó sellado la forma en que transitaría el gobierno de España a la muerte de Franco. Franco diseñó un futuro que asegurase los valores y sobre todo la unidad de España.
Nombró a Carrero Blanco, su mano derecha y el hombre del cual nunca tuvo dudas de su fidelidad. El sería el encargado de asegurarse esa unidad y que el pueblo aprobase una monarquía que aunara y que asegurase la paz y una forma de gobierno que evitase lo sucedido en las aventuras republicanas del país y que habían llevado a un desgobierno lleno de huelgas, atentados, asesinatos e incluso declaraciones de independencia. A Franco podríamos llamarle muchas cosas menos que fuese tonto o poco previsor. Años antes de morir piensa y prepara el futuro como una monarquía que asegurase los valores y sobre todo la unidad de España. El guion estaba escrito por Carrero Blanco. El diseño con el Rey como continuidad y cambio del régimen, estaba apoyado por algunos miembros, y el propio Franco nunca pensó en otro rey que Juan Carlos. Pero el 20 de diciembre de 1973 el Almirante Carrero es brutalmente asesinado por ETA. Fue un gran golpe en todos los sentidos, incluso en lo personalmente emocional. Designa a Arias Navarro como presidente de gobierno lo que sorprende a los más conservadores. En abril del 74 Portugal logra que su “Revolución de los claveles” triunfe sin derramamiento de sangre, lo que es un aviso para el Franquismo. Mientras ETA da su golpe asesino en la calle del Correo de Madrid, lo que hace endurecer las medidas del gobierno. No obstante Arias había iniciado unas tímidas reformas anunciadas en lo que se llamó el “espíritu del 12 de febrero”. A pesar de la enorme presión internacional el 27 de septiembre de 1975 son ejecutados 5 de los 11 etarras condenados a muerte, lo que provoca gran cantidad de manifestaciones y retirada de embajadores y descrédito internacional. Sin embargo el pueblo español el día 1 de octubre realiza manifestaciones de apoyo a Franco realmente multitudinarias, fundamentalmente la de la Plaza de Oriente de Madrid. Poco tiempo después Franco sufre un infarto, del que se recupera, pero a partir de entonces queda seriamente enfermo. No está en condiciones de gobernar, y aunque se opone al principio, Juan Carlos recibe poco después la orden de Franco de asumir la Jefatura del Estado. Franco muere después de varias operaciones el día 20 de noviembre. Dos días después don Juan Carlos es proclamado rey de España.

sábado, 4 de mayo de 2019

EDAD CONTEMPORÁNEA-48-EL OCASO DE LA MONARQUÍA

El auge burgués e industrial del momento estaba metiendo mucho dinero en las provincias vascas, Asturias y sobre todo en Cataluña, donde ciudades como Barcelona, Sabadell, Manresa y Tarrasa, con sus manufacturas textiles y su proximidad fronteriza con Europa, aumentaban la riqueza y por supuesto inspiraba, al igual que hoy, un sentimiento de superioridad al resto del país no era un sentimiento separatista todavía pero si de descentralizar el estado, un federalismo. Y para arreglar las cosas se desata la Primera Guerra Mundial. España se declara neutral. La clase obrera sufrió las consecuencias de la carestía de los productos. Y a raíz de esto y otros muchos conflictos sociales el ejército ganó prestigio como garante de la paz. En 1917 una huelga revolucionaria declarada por la UGT. En 1918 una crisis de capitalización a causa de la guerra de Marruecos. En el exterior se veía a España como un país imposible de gobernar. Comenzaron a oírse voces como “el peligro bolchevique”, el “separatismo”, y “debilidad del liberalismo”. Por ejemplo en 1920 hubo 1.060 huelgas con 7.260 días laborables perdidos. Los anarquistas reconocieron la revolución rusa como la oportunidad esperada para terminar con el capitalismo. Esto forzó la división del Psoe y en el ala más izquierda se independizó con el nombre de Partido Comunista de España. Y claro, apareció un militar para arreglar las cosas. En septiembre de 1923 el general Primo de Rivera da un golpe de estado que dura hasta 1930. Miguel Primo de Rivera, el dictador aunque tuviera buenas intenciones usaba métodos muy equivocados y se preocupaba de poner orden social fundamentalmente, y la unidad de España, pero faltaba un programa político. Entre los tantos a su favor se cuentan la construcción y equipamiento de nuevas escuelas, el respeto a la huelga y los sindicatos libres, la jubilación pagada para cuatro millones de trabajadores, la jornada laboral de ocho horas, que hay que decir que fuimos los primeros del mundo en adoptarla, una sanidad nacional bastante potable, lazos estrechos con Hispanoamérica, las exposiciones internacionales de Barcelona y Sevilla, la concesión de monopolios como teléfonos y combustibles a empresas privadas (Telefónica, Campsa), y una inversión en obras públicas, sin precedentes en nuestra historia, que modernizó de forma espectacular reservas de agua, regadíos y redes de transporte. Pero el pueblo y la Iglesia sobre todo, seguían en su letanía.
El bolchevismo intentaba controlar desde Rusia el tinglado, el socialismo y el anarquismo peleaban por la revolución, y el fascismo, que acababa de aparecer en Italia, era todavía un experimento nuevo, cuyas siniestras consecuencias posteriores aún no eran previsibles, que gozaba de buena imagen en no pocos ambientes. Y todo esto llegaba a nuestro país, que, por ejemplo la Barcelona industrial, sobre todo, siguió siendo escenario de lucha entre patronos y sindicatos, pistolerismo y violencia. El nacionalismo catalán siempre apretando cuando el estado anda flojo, jugaba fuerte para conseguir una autonomía propia. La primera pitada al himno nacional tuvo lugar en 1925 en el campo del FC Barcelona, con el resultado inmediato del cierre temporal del estadio. La represión de Primo de Rivera se centró especialmente en intelectuales y periodistas, la crítica de la dictadura. Blasco Ibáñez, Unamuno, Ortega y Gasset, entre muchos, tomaron partido contra él. Y Alfonso XIII, un rey sin arrestos comenzó a distanciarse tímidamente. Así que para cuando el rey dejó caer a Primo de Rivera, la monarquía parlamentaria estaba fiambre total. Tras el fracaso de la dictadura de Primo de Rivera, unos se inclinaban por soluciones autoritarias conservadoras, y otros, menos pero bastantes, por soluciones autoritarias desde la izquierda. Siempre hubo republicanos de izquierdas y de derechas. Las ideas independentistas vasca y catalana, fastidiaban el paisaje, ávidos de pescar en rio revuelto. La Iglesia iba a lo suyo, sin ponerse el mono de trabajo de la actualidad, y en materia de educación escolar, emancipación de la mujer y reformas sociales no facilitaba las cosas, precisamente. Alfonso XIII era ya cadáver. Los partidarios del trono eran cada vez menos, e intelectuales como Ortega y Gasset, Unamuno o Marañón empezaron a dirigir fuego directo contra Alfonso XIII. Los últimos tiempos de la monarquía fueron agónicos. La oposición a la monarquía se fue extendiendo. Socialistas y anarquistas por una parte, y el naciente partido de Alianza Republicana respaldado por intelectuales y algunos miembros del ejército y también Acción Republicana liderada por Manuel Azaña. Un creciente movimiento de los partidos nacionalistas. Así pues, socialistas, republicanos, sindicalistas y nacionalistas pactaron en San Sebastián en agosto de 1930 una salida republicana constituyente para el país. En el Pacto de San Sebastián es donde se encuentran las ideologías que marcarán la futura República Española. La “Dictablanda”, periodo desde la caída de Primo de Rivera no funcionó. Con buenas intenciones decidió aplazar la elecciones previstas y en su lugar convocó elecciones municipales para abril de 1931. El gobierno de Dámaso Berenguer inició su singladura con el objetivo de retornar a la Corona su discutida autoridad moral. Legaliza partidos y sindicatos, pero es inútil, Berenguer constata su soledad política. El gobierno fue desestabilizado por un grupo de militares tras el levantamiento de Jaca en diciembre de 1930, que fracasó y luego sus cabecilla fueron fusilados convirtiéndose en héroes para los partidarios de la República. Berenguer dimite en febrero de 1931 y el declinar de la monarquía es imparable. Se constituye un gobierno de concentración nacional presidido por Juan B. Aznar, un militar. A este gobierno agonizante solo le da tiempo a convocar elecciones municipales, las primera en España, la fecha es el 12 de abril de 1931. Si bien las opciones monárquicas obtienen más votos, los partidos republicanos son los que consiguen más concejales, 34.368 frente a los 19.035 de los monárquicos. Es sin duda el advenimiento de la República. Alfonso XIII tenía las horas contadas, no querían hablar con él, sino echarlo a la puta calle. Y la peña se dedicó a pensar en la II República, dado que el rey se lo había puesto en bandeja. La España monárquica empezaba a ser inviable. A nadie le importó su labor humanitaria en la Guerra Mundial ni al tratar de salvar a los monarcas rusos del afeitado general. No tuvo apoyos ni de dentro del país ni de fuera. Realmente el pescado estaba vendido y ya se sabía que las elecciones municipales eran realmente un referéndum, no sobre los ayuntamientos sino sobre monarquía o república.
En Eibar la población se echa a la calle proclamando la República. Alfonso XIII, ese mismo día 14 de abril emprende un viaje a Francia, sin retorno. Ya en Francia escribe desde las páginas del ABC,” …Soy el Rey de todos los españoles, pero, quiero apartarme de cuanto sea lanzar a un compatriota contra otro en fratricida guerra civil. No renuncio a ninguno de mis derechos porque más que míos, son depósito acumulado de la Historia, de cuya custodia ha de pedirme cuenta algún día”.

RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN.

Nació en Villanueva de Arosa, en 1869 - Murió en Santiago de Compostela, 1935. Narrador y dramaturgo. Se le considera, junto con Federico Ga...