La imagen estereotipada de una conquista de saqueo y rapiña no
responde en absoluto a la realidad histórica de una empresa que fue,
sustantivamente, una empresa de incorporación de los pueblos americanos a la
sociedad, a la religión y a la cultura española y, por ende, europea.
Ya la Reina Católica, Isabel de Castilla, promulgó decretos en
1494 para la protección de los indios frente a los posibles (y ciertos) abusos
de los colonizadores. Determinó que los indios seguirían siendo propietarios de
sus tierras y prohibió expresamente la esclavitud. Pero la corona no se quedó
solo en esto, puso decisión, recursos, conocimientos y sus mejores hombres a la
tarea de integrar a los pueblos americanos a la cultura española, es decir la
que predominaba en Europa. Isabel muere en 1504 y ese mismo año muere Colón.
Ambos nunca supieron que se había descubierto un continente. Se creía aún que
eran un conjunto de islas cercanos a la India, por eso Colón les llamó
“indios”.
Pero Fernando el católico se planteó seriamente promulgar por
escrito como orden real, los derechos de los indígenas. Así nacieron las “Las
Leyes de Burgos u Ordenanzas para el tratamiento de los indios”. Juristas y
teólogos estudiaron el asunto y de aquí salió el resultado de que lo importante
era la evangelización del indígena. También que la corona tenía el dominio
sobre los territorios descubiertos o por descubrir, y el indio era un hombre
libre, no podrá ser explotado, pero debía trabajar a favor de la corona, a
través de los españoles que allí estaban, y para ello se crearon la
“encomienda” y el “requerimiento”.
Estas Leyes de Burgos se les considera hoy como el primer acuerdo
sobre los Derechos Humanos, siendo el precursor de ese derecho.
Podemos asegurar que España no se limitó a explorar aquel vasto
territorio, sino que realizó una empresa aún más asombrosa y trascendente: la
incorporación de sus gentes a su cultura y a su fe, en definitiva, a la
civilización cristiana, europea y occidental. Y no con la intención de que
fuera una forma circunstancial, sino definitiva.
Más adelante el rey emperador Carlos I, para el buen gobierno de
los indios, con las bases de la voluntad ya de la reina Isabel en su ordenanza
de 1494 y la promulgación en 1512 de la Leyes de Burgos por el rey Fernando y asimismo
para hacerse pública la polémica creada por fray Bartolomé de las Casas, convocó
para 1540 una junta legislativa que se albergó en la Universidad de Salamanca,
para iniciar las reorganización que los humanistas venían pidiendo décadas
atrás. Fueron invitados legisladores y religiosos influyentes como el abogados,
teólogos y economistas. Ello redundó en la promulgación de las Leyes Nuevas,
del 20 de noviembre de 1542 en Barcelona. Fundamentalmente sus puntos es que
suprime las Encomiendas, que tanto problemas habían dado, y regula la forma de
hacer los nuevos Descubrimientos y de gratificar a los Conquistadores. También
suprime la esclavitud de los indígenas, y las guerras de Conquista. Recogen,
entre otros, los siguientes derechos: la prohibición de injuriarlos o
maltratarlos, la obligación de pagarles salarios justos, su derecho al descanso
dominical, la jornada laboral máxima de ocho horas y un grupo de normas
protectoras de su salud, especialmente de la de mujeres y niños. Esto en el año
1542. Hay que tener en cuenta que América antes de la llegada de los
españoles no fue una edad de oro, ni es un paraíso perdido. La vida era muy
dura, por eso la esperanza de vida era corta. De 16 a 22 años para los hombres
y de 14 a 18 años para las mujeres, además de cada diez niños nacidos sólo
cinco o seis llegaban a esas edades pues morían antes de los 5 años, a veces
por enfermedades, otras por infanticidios.
Todo se regía por la lucha por la supervivencia, se pasaba hambre.
No había vacas, no había gallinas, no había ovejas ni cabras, todo ello fue
traído en barcos por los españoles. Cuando no se tenía que comer se comían cortezas, hierbas y madera, o se
practicaba el canibalismo como algo muy habitual y extendido. Había epidemias
de virus que no se podían parar, no se conocían los remedios naturales para
curar todos los males. Había enfermedades antes los españoles, se han
encontrado momias con síntomas de tuberculosis, también otras momias de niños
que fueron emborrachados y abusados. Las guerras encarnizadas eran constantes.
Incluso las civilizaciones a las que se les atribuyen la construcción de las
grandes pirámides se dedicaban al exterminio y a la caza de humanos. No existía
nada que uniera a esas gentes; ni lengua, ni costumbres, ni creencias... nada. Por
eso es un error decir que llegaron los españoles y NOS conquistaron; no existía
un “nosotros”. Porque, en efecto, existía, era constatable el desfase tecnológico
entre ambas orillas del océano Atlántico. De hecho, observado desde parámetros
de clasificación cultural occidentales, como ha advertido Sanchiz, “las
civilizaciones precolombinas se encontraban en una fase cultural equiparable a
la Edad del Bronce cuando los españoles llegaron a América”.
Más significativo le ha parecido el hecho de que los indígenas
americanos no hicieran uso de la rueda, “no por desconocimiento, ya que sí se
observa la forma de la rueda en pequeñas figuras y juguetes”. El ejemplo de la rueda, “que no se usó con
fines de transporte porque por motivos bioclimáticos no había animales de tiro”.
De todas formas si conocían la rueda y solo la usaron para juguetes porque los
animales no les servían, se dejaron muchas posibilidades que ofrece la rueda,
correas de trasmisión, engranajes, poleas, polipastos, carretillas, etc.
Tampoco tenían desarrollado un sistema de navegación avanzado.
Jamás hubiesen podido alejarse mucho de las costas, ni aguantar temporales o
fuertes corrientes.
Realmente fue un Descubrimiento en toda regla, se descubrió un
continente. Una vez hecho esto quedan cuatro cosas por hacer fundamentales para
aquella época. Colonizar, extraer riqueza, evangelizar y adaptar a los
indígenas a la civilización más avanzada. Y esa labor la realizó España,
incluso con una integración social mutua. En el norte, la zona no dependiente
de la corona española, las cosas fueron distintas. Allí se apartó al indígena,
no se le intentó civilizar y eso que estaban mucho más atrasados que en el sur.
No eran ni agricultores ni ganaderos. Eran nómadas. Ni se les enseñó. No se les
dio idioma, ni religión y mucho menos se mezclaron.
Y hay que recalcar que en américa nunca hubo colonias españolas,
sino virreinatos, es decir que el pueblo era español. Hasta que llegaron las
emancipaciones. Pero eso es otra historia. UNIVERSIDAD DE SAN MARCOS LIMA -PERÚ (1551)
Ingentes recursos y conocimientos fueron invertidos en la tarea de
poner a América a un nivel aceptable. Pensemos que los indígenas no sabían
navegar a vela, no conocían la rueda ni el hierro. Se emplearon entonces
conocimientos de astronomía, navegación, construcción naval, ingeniería
militar, arquitectura, bellas artes, literatura, teología, derecho,
administración y economía; fueron necesarios para el buen fin de la empresa
americana. No sorprende la hegemonía de España en todos esos campos durante los
siglos XVI y XVII. Después vino el siglo XVIII. Para unos de consolidación y
reforma. De revisionismo y claudicación para otros. Un siglo durante el que, en
cualquier caso, España mantuvo una posición entre las cuatro o cinco grandes
potencias mundiales.
Sin duda, en la América española se cometieron abusos, no pocos
impulsados o consentidos por las autoridades locales, y no se niega la barbarie
cometida a espaldas de las leyes vigentes. Pero es indiscutible que todos ellos
lo fueron al margen de la legalidad, en contra de la ley dictada desde la
metrópoli. Una ley que, no pocas veces, perjudicaba los intereses materiales de
los colonos españoles, y de ahí su incumplimiento muchas veces. España se
impuso desde un principio un objetivo de integración de la población aborigen
en la sociedad de la nueva España trasatlántica mediante una política de
discriminación positiva (como diríamos hoy) de los indígenas mediante las leyes
protectoras. Si alguien puede informar de Universidades o Colegios para indígenas
en las colonias inglesas, francesas, holandesas o de cualquier país en América,
le agradeceré me de ese dato.
A partir de 1640, fueron muchos los mercaderes españoles que
invertían sus metales preciosos en América, sobre todo en Perú, en vez de arriesgarse
a que fueran confiscados en España o se perdieran en el viaje. Este capital fue
la base para la transformación de las ciudades en la era posterior a la
minería. El oro y la plata que se traían a la España península era el Quinto
Real, es decir el 20% del total obtenido. El resto quedaba en América o los
Virreinatos. Si no hubiera sido así los españoles no habrían podido dejar en
América 55 Universidades desde 1550 y más ciudades patrimonio de la Humanidad
(32), que en la propia España. Por otro lado hay que decir que la cantidad de
oro y plata llegada a España en 300 años es menos que la hoy obtenida sólo en
Perú en un año o en México en el mismo periodo. Los métodos de extracción eran
muy rudimentarios comparativamente, y no digamos las dificultades del
transporte.
Las aportaciones de España en la colonización de América.
Cuando en el año 1636 se fundó la Universidad de Harvard
(inicialmente dirigida hacia el estudio de la Teología), ya había en las Indias
españolas una decena de Universidades que llegarían a más de treinta en el
momento de la independencia. Treinta Universidades, la primera la Real y
Pontificia Universidad de México, creada por real cédula del emperador Carlos V
inaugurada el 25 de enero de 1553. A
esto hay que agregar una veintena de colegios mayores adscriptos.
Una característica de algunas Universidades en la América española
es que tenían cátedras de lengua indígena, cuyo conocimiento era obligatorio
para todos los curas y religiosos que en la América española ejercieran la
enseñanza.
Portugal nunca fundó una en Brasil. Tampoco lo hicieron Francia y
Holanda
La rueda. Polea y polipasto, como elemento de trabajo y
transporte. La noria. Aunque los mexicas
tenían tornos de alfarería, no se les había ocurrido usar la rueda como medio
para facilitar el transporte. El arado, que contribuyó, de manera decisiva, a
la transformación de la agricultura. El hierro. La metalurgia de Toledo era la
más avanzada de Europa.
La cerámica de Valencia, azulejos, vajillas. Las armas de fuego.
La pólvora. La seda.
El papel y la imprenta moderna, con la edición en América de
diccionarios, libros religiosos, científicos, jurídicos, etc., contribuyó a la
difusión de la cultura europea en el Nuevo Mundo
La escritura y la gramática de Antonio de Nebrija. En 1500 se
publicó en Toledo La Celestina, en 1508 Amadís de Gaula en Zaragoza y, después,
vendrían Cervantes, Calderón de la Barca, Quevedo, Lope de Vega, etc., cuyas
obras llegaron a América al poco de ser publicadas en España. La vid. (Perú,
Chile, Argentina y California). El vinagre. Los olivos. La cebada. La fabricación
de cerveza. Leguminosas (garbanzos, lentejas, habas)
El arroz, las almendras, el ajo, la cebolla, la ciruela pasa y
otras variedades de frutos secos.
Ganado bovino, incluido el toro de lidia, y, con ello, los
productos lácteos. El trigo. El limón. La naranja, la manzana, la pera, el
melocotón y el higo. La caña de azúcar, el lino, el cáñamo. El ganado ovino. El caballo y su
guarnicionería. El sebo. El alquitrán. El calendario juliano, y después, el
Gregoriano. El reloj mecánico, inventado en Europa en el siglo XIII. Las
arquitecturas europeas y árabes. Iglesias, monasterios, catedrales, viviendas,
pueblos y ciudades. . Técnicas de jardinería. Técnicas de construcción de
barcos de pequeños, y hasta de gran tonelaje.
Técnicas de navegación transoceánicas. La ballestilla, el
astrolabio, el cuadrante, la brújula marina, la ampolleta, instrumentos de
navegación y la cartografía. Técnicas de explotación de la minería y el
utillaje de hierro como picos, alzaprimas, cuñas y almádenas, los molinos de ganga accionados por fuerza
hidráulica, o el método de amalgama.
Las universidades. El Derecho Romano que constituían la base
jurídica en Castilla.
La aritmética, geometría, astronomía y música. El sistema
financiero: el dinero, la banca, la letra de cambio, las sociedades
mercantiles, etc. Troqueles, prensas y demás utensilios para acuñar monedas. La Casa de La Moneda de México, la primera
"Casa de la moneda" de América. Conocimientos de economía y
administración. Conocimientos de farmacia
Construcción de hospitales y su gestión. Técnicas hidráulicas, acueductos y
embalses, canalizaciones y el molino
hidráulico. El tornillo de Arquímedes. Técnica de los tapices, importantísimas
fueron las colecciones de tapices de los reyes Fernando e Isabel.
La marroquinería, el repujado, el damasquinado, la esmaltería, la
azabachería, la mazonería, la orfebrería, la joyería. Encuadernación de libros.
El vidrio, la técnica de las vidrieras
Técnicas de pintura. La técnica del laminado del oro ("pan de
oro”). La música occidental llevada por los españoles durante el renacimiento y
el barroco, así como los instrumentos musicales necesarios para su
interpretación: el violín, el laúd, el arpa, el clave, el clavicordio,
trompetas, atabales, sacabuches, el bajón, flautas, tambores, etc. La guitarra
española, el instrumento más popular en España. Las técnicas de entretejido:
alfombras, vestidos, terciopelos.
La técnica del artesonado.
Las técnicas urbanísticas para planificar las nuevas ciudades
coloniales consideradas hoy, en muchos casos, Patrimonio de la Humanidad por la
Unesco: Ciudad de Potosí y ciudad histórica de Sucre, en Bolivia; Cartagena de
Indias y centro histórico de Santa Cruz de Mompox, en Colombia; ciudad vieja de
La Habana y sus fortificaciones, Trinidad, centro histórico de Cienfuegos,
centro histórico de Camagüey, en Cuba; Viejo San Juan, en Puerto Rico; centros
históricos de Quito y Cuenca, en Ecuador; centros históricos de México, Oaxaca,
Puebla, San Miguel de Allende, Guanajuato, Morelia, Zacatecas y Campeche, en
México; distrito histórico de Panamá; centros históricos de Cuzco, Lima y
Arequipa, en Perú; Antigua Guatemala, en Guatemala; Coro, en Venezuela, y otras
muchas ciudades coloniales construidas por los españoles y que hoy son
candidatas a figurar en la lista de la Unesco: Salta, en Argentina; Villa de
Leyva, en Colombia, etc.
La ingeniería militar. Fuertes, los castillos, murallas,
fortificaciones. La ingeniería civil: innumerables puentes (puesto que
desconocían el arco, tenían que utilizar puentes de cuerdas suspendidos),
puertos, canales y calzadas, en cuya construcción se empleó la grúa (la de
cigüeñal, la de arbolar, la de pisar, la portuaria, la accionada por rueda, la
flotante), dragas, la máquina de hinca de pilotes, las máquinas de achique, la
noria de vejigar, etc.
El Camino Real de Tierra Adentro, que comunicaba la Ciudad de
México con Santa Fe de Nuevo México (hoy en Estados Unidos), fue una de las
obras de ingeniería más importantes de las realizadas por los españoles en
América, hasta el punto de haber sido declarada Patrimonio de la Humanidad por
la Unesco en 2010. Las lentes. El idioma común. La religión católica. El
mestizaje
Ingentes recursos y conocimientos fueron invertidos en la tarea de
poner a América a un nivel aceptable. España no se limitó a explorar aquel
vasto territorio sino que realizó una empresa aún más asombrosa y trascendente:
la incorporación de sus gentes a su cultura y a su fe, en definitiva, a la
civilización cristiana, europea y occidental; no de manera circunstancial sino
definitivamente. Pero se realizó de una forma organizada y constante, no a los
dictados de las conveniencias de la Metrópoli. Y era así, porque aquellos
territorios eran también españolas.
Cuando acusan de saqueo de oro y plata es porque no saben que las
cantidades que se sacaron en los doscientos cincuenta años que España estuvo
allí a base de pico y pala se sacan hoy en día en un año con las herramientas
actuales. De la producción se llevaba a l Metrópoli el 20%, el 80% restante se
quedaba en América, y allí se invertía por sus propietarios en ganadería,
agricultura, construcción, etc. Porque para un español de aquellos tiempos era
mucho más rentable vivir en América que vivir en la península, dado que su vida
era mucho más cómoda.
Y la gran parte de lo que sacó España se invirtió allí mismo en
ciudades, universidades, hospitales, iglesias, escuelas, fábricas, etc. Lugares
en los que se integró a los indios con los españoles porque tenían los mismos
derechos. Los indigenistas no puede ser que desconozca o añoren la época
anterior a la conquista porque ¿Dónde dejan el canibalismo, el desconocimiento
de la navegación marítima, el desconocimiento de la escritura, el
desconocimiento de la agricultura, etc.? España sacó a la mayor parte de la población
originaria de América del Paleolítico Inferior, y el que no lo vea es que no lo
quiere ver. Igual que los romanos nos dieron a los españoles casi todo lo que
somos.
Los datos estadísticos están publicados por la propia Casa de
Contratación de Sevilla que controlaba exhaustivamente todo el tráfico. No
obstante si algunos ignorantes quieren seguir echando la culpa de su atraso a
España pueden leer a Humbolt y entender de una vez para siempre que el
campesino de Perú o de Méjico a finales del XVIII tenía más nivel de vida con
diferencia que el alemán.
Las Fundaciones de Ciudades en América realizadas por España
Santo Domingo. Ciudad fundada por Bartolomé Colón el 5 de agosto
de 1498. Santiago de Cuba la capital de Cuba fue fundada en 1515 por el conquistador
español Diego Velázquez de Cuéllar
La Ciudad de Guatemala, fue fundada en 1541 como centro militar. La
ciudad de Bogotá fue fundada el 6 de agosto de 1538 por el español Gonzalo
Jiménez de Quesada. Buenos Aires tuvo dos fundaciones, la primera en 1536 por
Pedro de Mendoza, fue destruida y la segunda en 1580 por Juan de Garay. Santiago
de Chile, fundada el 12 de febrero de 1541, Pedro de Valdivia.
La capital de Venezuela, fue fundada como centro ganadero en 1560
por el mestizo Francisco Fajardo. En 1567, el conquistador español Diego de
Losada, refunda formalmente la ciudad el 25 de julio de 1567 con el nombre de
Santiago de León de Caracas. La capital de Ecuador, Quito la funda Sebastián de Belalcázar el 6 de
diciembre de 1534, como ciudad de San Francisco de Quito. La capital de Perú,
Lima se funda el 18 de enero de 1535, con el nombre de la Ciudad de los Reyes. Paraguay,
capital Asunción, fechada su fundación el 16 de septiembre de 1541, por el
teniente gobernador Domingo Martínez de Irala. Panamá fue fundada el 15 de
agosto de 1519 por Pedrarias Dávila cerca de una ranchería Cueva a la que
llamaban Panamá.
México. El 13 de agosto de 1521, los mexicas fueron derrotados con
la toma de la ciudad, a manos de los españoles. Los territorios que anexionó
Cabeza de Vaca al Imperio Español integrándolos en el Virreinato de Nueva
España, podrían equivaler en extensión a lo que hoy es la actual Europa
occidental y el hito de su conquista, quizás solo haya sido superado por el
Gran Alejandro casi dos mil años antes en su expansión cultural y militar hacia
el antiguo oriente.
España exploró y conquistó extensísimos territorios que abarcaron
desde Carolina del Norte en la costa Este norteamericana hasta Alaska en la
punta noroeste del subcontinente: California, Arizona, Nuevo México, Texas,
Alabama, Mississippi, Arkansas, Kansas, Florida, Luisiana, Virginia, Georgia,
Carolina del Sur y del Norte, Tennessee, Oklahoma, Oregón, Nevada, etc.
Desde 1573 se dictaron normas y ordenanzas para la fundación y disposición
urbanística de las nuevas ciudades y se reguló hasta el extremo. Se adoptó el
sistema de cuadrícula castellano. Una plaza mayor y alrededor las principales
edificaciones gubernativas y religiosas. La plaza era el centro del comercio,
el paseo, celebraciones, etc.
Actividades de ocio y festivas.
España dejó unas 30 Universidades funcionando antes de la
independencia, 39 ciudades y monumentos que son ahora Patrimonio de la
Humanidad, más de 150.000 licenciados en diversas materias, de distintas razas
y colores de piel, dejaron hospitales, Lima por ejemplo tenía una cama por cada
cien habitantes cifra que hoy no tiene por ejemplo Los Ángeles. Se construyeron
caminos, alguno de más de tres mil kilómetros como en Camino real de México a
la tierra alta hoy EE. UU.
La corona y el pueblo español se desangró con la exploración y la
conquista.
Muchos hombres murieron solamente por su fe, por su impresionante
voluntad de descubrir. Recordemos sin ir más lejos la muerte de Magallanes y la
llegada de Elcano con solamente 18 hombres, hambrientos, después de tres años
de viajar y confirmar empíricamente que el planeta era esférico. Eso señala
perfectamente la calidad de aquellos hombres, capaces de alcanzar el máximo
sueño, la mayor gesta lograda por el hombre.