jueves, 17 de julio de 2025

MÉRIDA ROMANA

Mérida es la capital de la comunidad autónoma de Extremadura y sede de su gobierno. Situado en la provincia de Badajoz,
“Augusta Emerita” ciudad romana fundada como colonia en el año 25 a. C. por orden del emperador Octavio Augusto, es uno de los principales y más extensos conjuntos arqueológicos de España. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993 por la Unesco.

PROSCENIO DEL TEATRO ROMANO 
Esta monumental ciudad ha conservado el espíritu de los legionarios romanos que la fundaron, así como sus monumentos. Asimismo, se puede percibir su pasado suevo y visigodo, que la hicieron capital de sus reinos. La ciudad hace gala de los títulos de “Muy Noble, Antigua, Grande y Leal”. Excelente base para toda clase de excursiones es el centro neurálgico de la Vía de la Plata, la gran arteria norte/sur peninsular.
El patrimonio se encuentra bastante disperso en el municipio. Al lado queda el Parque Natural de Cornalvo, cuyo embalse posiblemente sea el más antiguo en funcionamiento de España.
Mérida es el lugar del que arranca la Vía de la Plata de forma oficial. La ruta, extendida al sur hasta Sevilla, Huelva o Málaga, es hoy un nuevo 'Camino de Santiago'.
Antes cabe conocer su historia. La ciudad fue fundada en el año 25 a. C. por orden del emperador Octavio Augusto. El objetivo del lugar era asentar a los legionarios licenciados con honor o eméritos tras las guerras cántabras. De ahí el nombre: Augusta Emerita. Los combatientes procedían de las legiones V Laudae y X Gemina. El historiador Estrabón la mencionó como una de las ciudades sinoicistas, con pobladores indígenas, lo que demuestra que hubo un poblado previo en el lugar.

TEMPLO DE DIANA 

La población tuvo un enorme crecimiento, construyéndose un gran teatro, anfiteatro, circo, templos, acueductos, puentes. En el siglo III, fue capital de la provincia denominada Diocesis Hispaniarum. Esta gestionaba la península y Marruecos. Además, Mérida llegó a ser la novena ciudad más poblada del Imperio.
En el año 438 d. C., los suevos conquistaron la ciudad. Los bárbaros la harían capital de un reino que incluía buena parte del oeste peninsular. Hacia el 456, los visigodos desplazaron a los suevos, alternando Mérida con Toledo en el papel de capital de su reino.
A finales del 712, el caudillo yemení Musa Ibn Nusair, gobernador de los Omeyas en el norte de África, atacó la ciudad con un gran ejército de 17.000 hombres. Después de unos seis meses de asedio, los defensores se rindieron a cambio del respeto de su vida y propiedades. La población cristiana y parte de los colonos musulmanes se rebelaron contra los dirigentes. Por ejemplo, en el 741 se produjo una sublevación, de tal virulencia que se debieron de traer tropas sirias para controlar el levantamiento.
 
CIRCO ROMANO 
Más tarde, en el año 828, la población local tomó el control de la ciudad y se declaró independiente. Lo logró apoyada por tropas cristianas enviadas por el emperador franco Ludovico Pío. El propio califa Abderramán II realizó un asedio sin éxito, no consiguiendo recuperarla hasta dos años después. Más tarde, durante el año 835, se inauguró la alcazaba. Según una inscripción, estaba destinada a proteger a los gobernantes de las insurrecciones. Esto no impidió que en el nuevo levantamiento de 868, las tropas cordobesas arrasaran la medina.

Tan alta tensión se mantuvo unos años, hasta que en el año 875 un gran grupo de ciudadanos comandados por Ibn Marwan, “el Gallego”, se fue para refundar la actual Badajoz. Otra parte emigró hacia el noroeste. Los bereberes de la tribu Masmuda les sustituyeron un año después, controlando la ciudad durante los siguientes cincuenta años.
Alcanzado el año 929, el califa Abderramán III nombró un gobernador. Finalmente, en 1230, Alfonso IX de León conquistó Mérida para los cristianos apoyado por tropas de la Orden de Santiago. Tras ello, encomendó su repoblación y defensa a dicha orden, que instaló allí el Priorato de San Marcos de León. Hacia 1479, la ciudad estaba gobernada por Beatriz Pacheco, condesa de Medellín. La noble entregó la ciudad al ejército portugués que apoyaba a Juana la Beltraneja. Esta colaboración provocó que la asediaran las tropas de Fernando el Católico.

Casi doscientos años después, entre 1640 y 1668, durante la Guerra de Restauración de Portugal, (Independencia, ya que desde Felipe II era otro reino español), fue una de las ciudades más afectadas por las continuas requisas y destrucciones. Esto le sirvió para ser eximida de impuestos durante años. En 1653, junto con Alcántara, Badajoz, Cáceres, Plasencia y Trujillo compró un voto en las Cortes de Castilla para defender mejor sus intereses comunes.
Más tarde, llegad la Guerra de Independencia Española contra Napoleón, 1810, el Gobierno de José I Bonaparte instaló en Mérida la capital de la Prefectura de Guadiana. Esta era una de las nuevas organizaciones territoriales que puso en marcha el galo. Casi dos siglos después, en 1983, fue designada capital de la comunidad autónoma de Extremadura.

ACUEDUCTO
Finalmente, en 1994 se constituyó la Archidiócesis de Mérida-Badajoz.
El esplendor de la antigua ciudad romana es palpable dos mil años después por todo el trazado urbano. No faltan restos del esplendor de Roma.
En la zona oriental se encuentra el Teatro Romano de Mérida, finalizado por Marco Agripa en el año 15 a. C. Cabe resaltar que el actual frente de escena, elemento arquitectónico de más interés, se debe a una reforma del año 105. Desde su construcción y hasta mediados del siglo IV d. C., pudo llegar a albergar hasta 6000 espectadores. Tras la caída del Imperio Romano y con la estigmatización del teatro promovida por el cristianismo, el recinto cayó en el abandono.  
Alcanzado el siglo XVIII, fue aprovechado como coso taurino mientras que en el XX comenzó a ser restaurado. Actualmente, vuelve a cumplir su antigua función como marco de los festivales del Teatro Clásico.
El contiguo Anfiteatro de Mérida, de trazado elíptico y grandes dimensiones, es algo posterior (8 a. C.). Su aforo pudo llegar a los 14.000 espectadores. Está hecho de mampostería y hormigón, aunque le falta gran parte del cubrimiento con sillares de granito. Es posible visitar el lugar donde esperaban los gladiadores (spoliaria) o los cubículos para las fieras (carceres) utilizadas en los espectáculos.

CIRCO ROMANO 
Dentro del recinto se sitúa la llamada Casa del Anfiteatro. En ella destaca la Casa de la Torre del Agua, en cuyo suelo puede verse una cuidada obra de mosaico geométrico. Al tiempo, la propia Casa del Anfiteatro (siglos I-IV) es otro interesante elemento que ver en Mérida. Posee el magnífico Mosaico de la Vendimia y el Mosaico de los Peces.
Es el anfiteatro romano tercero del mundo, solo superado por el Coliseo y el de Cartago
El Museo Nacional de Arte Romano, se levanta sobre un conjunto de ruinas romanas. En la planta baja, se exponen piezas como la lápida de Proserpina, la cabeza velada del Genio de la Colonia o el mosaico referido al dios Baco. También, perfectamente ambientados, se disponen diferentes tipos de enterramientos. Asimismo, hay un espacio dedicado a evocar la vida en el Foro, mediante esculturas, restos de construcciones y pequeños objetos hallados en la antigua Augusta Emerita.

LA ALCAZABA 
Caminando desde el recinto del teatro y el anfiteatro están los restos del Circo Romano de Mérida. Este mastodóntico centro de ocio de la urbe desde siglo I d. C. llegó a albergar a 30 000 espectadores. Divida en dos partes por un espigón al que daban siete vueltas los aurigas. Junto al circo, hay tres pilares del antiguo Acueducto de San Lázaro.
Mucho de lo que ver en Mérida se halla en su centro histórico. Se trata de una serie de espacios romanos que fueron reconvertidos en cristianos, luego en musulmanes y de nuevo cristianizados.
Otra muestra es el Pórtico del Foro, construido en el siglo I. En los alrededores de la plaza de España se encuentran el Arco de Trajano y el Templo de Diana, dos de los más icónicos enclaves que ver en Mérida.
Desde la fortaleza se divisa el Puente Romano de Mérida, de la época del César Augusto. Con sus 792 metros y 60 arcos es el más largo del mundo de esta época, tras el del rio Danubio. Junto al de Alcántara, uno de los mejor conservados de la época romana en España. Por él suelen entrar los peregrinos de la Vía de la Plata a la ciudad, donde se ve la loba capitolina cedida por Roma.

BALCÓN LATERAL DEL TEMPLO DE DIANA 
A orillas del Guadiana se encuentra el Conjunto arqueológico de las Morerías, con necrópolis, calzadas y casas utilizadas tanto por romanos como árabes.
El Puente Romano de Mérida da idea de su envergadura. Se trata de un puente que se prolonga durante casi 800 metros, para lo cual necesita apoyarse en 60 arcos. Los datos son evidentes y plasman de forma contundente que es el puente romano más largo del mundo, al menos de cuantos quedan en pie.
Algo casi milagroso, ya que hay que tener en cuenta que el puente emeritense se construyó a finales del siglo I antes de Cristo. Por entonces, se levantó como infraestructura clave para la ciudad. Y, gracias a él, y a la Vía de la Plata, Mérida quedaba unida con otras urbes romanas como Toletum o Caesaraugusta, la actual Zaragoza, a orillas del Ebro.

Quien accede hoy al centro de Mérida a pie lo hace del mismo modo que lo hacían los habitantes de la antigua Emérita Augusta hace dos milenios: cruzando su majestuoso puente romano sobre el río Guadiana. Esta imponente estructura, construida a finales del siglo I a.C. con motivo de la fundación de la colonia, no solo fue clave para el desarrollo de la ciudad, sino que ha sobrevivido a guerras, crecidas fluviales y siglos de desgaste, consolidándose como el puente romano más largo que se conserva de la antigüedad.
El puente que hoy puede cruzarse de un tirón no siempre fue una única estructura. Originalmente, se dividía en dos tramos separados por un tajamar —una especie de islote en mitad del Guadiana— que servía para frenar la fuerza del agua.

ACUEDUCTO DE SAN LÁZARO 

Levantado con hormigón revestido en sillares de granito, su resistencia ha sido probada a lo largo de los siglos. De hecho, tres de sus arcos permanecieron ocultos hasta los años noventa, cuando unas obras urbanísticas los sacaron a la luz.
Durante siglos, el puente soportó el paso de todo tipo de tráfico, incluidas carretas y automóviles. No fue hasta 1991cuando se peatonalizó por completo, coincidiendo con la construcción del Puente Lusitania, ideado por Santiago Calatrava.

Reconocido como Bien de Interés Cultural en 1912 y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1993 dentro del Conjunto Arqueológico de Mérida, es sin duda una de las joyas arquitectónicas más valiosas de la ciudad y de toda España.
Desde el puente, mirando hacia el margen derecho del río, se alza imponente la Alcazaba Árabe de Mérida, construida en el siglo IX. Considerada la más antigua de la península ibérica, esta fortaleza fue edificada por los omeyas como punto de control sobre el acceso a la ciudad desde el puente romano.


Con claras influencias bizantinas, la Alcazaba se convirtió en residencia del gobernador y centro administrativo, pero también en una barrera defensiva y símbolo del poder musulmán en la región.
Caminar por el puente romano de Mérida es mucho más que cruzar un río: es un viaje por la historia, un paseo entre arcos que han resistido el paso de los siglos y que siguen contando, piedra a piedra, la grandeza del Imperio Romano.
El Acueducto romano Sabemos que la necesidad de agua era fundamental en una ciudad. Respecto a la antigüedad del acueducto tal como apuntan las intervenciones del tramo del canal frente al cementerio y del Ninfeo ubicado en el Calvario, se dataría aproximadamente en época Claudia o de los Flavios, es decir siglo I d. C.
Captaba el agua en el embalse de Proserpina y discurría por 12 kilómetros de largo. Para salvar el río Albarregas, se construyó una serie de arquerías, monumentales, y la obra finalizaba en el altozano del Calvario, donde apareció la torre de distribución (castellum aquae). En cuanto al tramo en el que se tuvo que recurrir a la construcción de arquerías, estas se alargan 830 metros, con una altura de 25 metros en la parte más profunda del valle del río. La estructura de dicho tramo es característica de Mérida. Se compone de robustos y elegantes pilares, en los que alternan cinco hiladas de sillares de granito con otras tantas hiladas de ladrillo. Arcos a diferentes alturas van enlazando los pilares. Los arcos de enlace son de ladrillo, salvo el que salva el cauce del río Albarregas, que tiene las dovelas de granito muy bien trabajadas. Son todavía 73 los pilares que han permanecido más o menos deteriorados.



 

LA MASONERÍA Y LA INDEPENDENCIA DE PAÍSES AMÉRICANOS

La masonería se expandió en Sudamérica a partir del siglo XIX, coincidiendo con los movimientos independentistas. Ofreció a los líderes criollos un modelo asociativo para la organización y la acción política, aunque su papel exacto en la independencia es objeto de debate.
Se convirtió en un actor importante con líderes masónicos participando en la política y en la creación de instituciones.

PLACA DE LA LOGIA LAUTARO 
El secretismo que envuelve a la masonería alimenta todo tipo de teorías de la conspiración. Se les acusa de mover los hilos de poder y las finanzas internacionales, de promover revoluciones y de manejar el timón de la historia.
Su forma asociativa jerarquizada y llena de antiguos y estrictos rituales hizo que fuera prohibida por la Iglesia católica, que aún considera que su doctrina es irreconciliable con la pertenencia a una logia masónica.
Uno de ellos es que la masonería ejerció una influencia intelectual fundamental en la Revolución Francesa y en las guerras de independencia, llevando las ideas liberales y de la Ilustración a la emancipación de las naciones emergentes, entre ellas Estados Unidos y los países de América Latina.
Simón Bolívar, Francisco de Miranda, Bernardo O'Higgins, José de San Martín… Se atribuye a los libertadores una filiación masónica, y a la masonería en general un papel fundamental en los procesos de independencia de los países latinoamericanos.
Según el investigador chileno Felipe del Solar, quien ha estudiado a fondo el tema, hubo masones que lucharon por la independencia, y las logias sirvieron de modelo para la creación de sociedades secretas que permitieron a las élites criollas agruparse en las colonias y enfrentar la crisis de la corona española. Pero atribuir a la masonería el logro de la independencia, es mucho decir.
"En los centenarios de las independencias, la masonería se apropió de los próceres y aseguró que todos eran masones, pero es parte de una mitología que la propia masonería creó", explica  el historiador.
En realidad, asegura el académico, "el único caso documentado de héroe de la liberación que fuera masón es el de Bolívar". Y las pruebas documentales tampoco hacen pensar que su participación en la masonería fuera mucho más allá del rito de iniciación.

SIMÓN BOLÍVAR 
El continente era entonces parte de los distintos imperios que tenían presencia allí, como el español, el francés, el británico o el holandés. "En esta época se trata fundamentalmente de masonería colonial, en la que hay una presencia casi nula de miembros locales. Es un instrumento de expansión de los imperios", explica Del Solar.
La masonería había surgido en la Edad Media europea en los gremios de canteros. Sin embargo, no fue hasta el siglo XVIII que estas asociaciones fraternales se establecieron en la encarnación moderna que conocemos hoy, influidas por las ideas de la Ilustración del Siglo de las Luces y con el objetivo de buscar lugares de encuentro para debatir ideas filosóficas, religiosas y políticas.
Mientras que en el imperio británico y en el francés la masonería adquiría fuerza e influencia y las logias florecían en sus colonias, en la católica España esta institución había sido prohibida desde 1751 y era perseguida por la Inquisición.

JOSÉ DE SAN MARTÍN
"En el mundo hispánico, la masonería era la nueva herejía del siglo XVIII, que se asimilaba a los filósofos y a la idea de la Francia revolucionaria posteriormente", señala Felipe del Solar. En esos años surge, según el investigador, la idea del "fantasma de la masonería".  Más de un siglo después Francisco Franco seguía achacando a una supuesta "conspiración judeo-masónica comunista" cualquier contratiempo que afectara a España.
De esta forma, en los territorios españoles en América, las primeras logias que se fundaron tuvieron una vida muy corta.
La primera de la que existe rastro documental es la de "Las tres virtudes teologales", que se creó en Cartagena de Indias, en Colombia, en 1808, pero que fue rápidamente descubierta. Su fundación coincide con la invasión de España por las tropas napoleónicas, cuando por la influencia francesa, empiezan a aflorar distintas logias en la península, que los criollos llevan a América. Se fundan entonces unas veintena de ellas en la metrópoli, así como distintas sociedades secretas como la Sociedad de Caballeros Racionales en Cádiz, sobre la que los expertos no se ponen de acuerdo en si era realmente una logia masónica o si se trataba de una organización secreta que usaba las fórmulas y ritos de la masonería.

FRANCISCO DE MIRANDA 
"Esa logia se devuelve a América, y funda una sociedad similar en México y otra en Buenos Aires, que después recibe el nombre de Logia Lautaro", explica Felipe del Solar. La Logia Lautaro, que debe su nombre a un caudillo mapuche, tuvo distintas filiales, fue una sociedad secreta que permitió a la oposición organizarse con un objetivo claramente independentista. A ella perteneció José de San Martín, el general y político que lideró la independencia de lo que hoy es Argentina, Perú y Chile, y también Bernardo O'Higgins, conocido como uno de los "Padres de la Patria" de Chile.
Según el académico y masón chileno-israelí Leon Zeldis, no existe prueba documental de que ni San Martín ni O'Higgins fueran masones, según explica en su ensayo "La contribución de la masonería a la independencia sudamericana, un enfoque basado en hechos".

BENITO JUÁREZ 
El objetivo de la Logia Lautaro "no fue implantar una gran república en la América española sino varias monarquías de tipo constitucional con príncipes de las principales dinastías europeas", argumenta el investigador Emilio Ocampo, de la Universidad de Buenos Aires, en un ensayo sobre el papel de la masonería en el proceso de independencia. Una de ellas fuel el fracasado intento del “Carlotismo”, que postulaba a la hermana del rey. Buscaba establecer una monarquía independiente en el Virreinato del Río de la Plata, con la infanta Carlota Joaquina de Borbón, hermana de Fernando VII y esposa del príncipe regente Juan de Portugal, como cabeza de esta nueva entidad política
Como sucede con la Sociedad de Caballeros Racionales, los investigadores difieren en si esta logia, que usaba símbolos y rituales prestados de la masonería y tenía entre sus miembros a masones, fue masónica o no.
Sin embargo existen otros datos que dicen que San Martín en Perú fue iniciado masón en la logia Integridad de Cádiz (1808). Poco después se afilió a la logia Caballeros Racionales número 3, también de Cádiz, donde recibió el grado de Maestro Masón el 6 de mayo de 1808. Tras un breve paso por Sevilla, estuvo en Londres por 4 meses. Allí participó de la fundación de la Logia Caballeros Racionales número 7.
Con el conde de Fife, una de las prominentes figuras de la masonería londinense, acordó los detalles finales de su viaje al río de la Plata a bordo de la fragata “George Canning” junto a sus hermanos masones Alvear, Zapiola, Holmberg, Chilabert y otros.
Ya en Buenos Aires se pusieron en contacto con Julián Álvarez, venerable maestro de la logia Independencia, y con su ayuda fundaron la “Logia Lautaro”, cuyo primer venerable maestro fue Alvear.
La próxima escala masónica de San Martín fue la ciudad de Córdoba, a donde llegó procedente de Salta después de organizar el Ejército del Norte.
El 24 de mayo de 1814 constituyó la logia Lautaro de Córdoba, cuya acta de fundación se conserva. En setiembre asumió como Intendente de Cuyo, y fundó la Logia Lautaro de Mendoza. Con su hermano masón Manuel Belgrano, a través de misivas y documentos, instó entonces a la convocatoria de un congreso que finalmente se reunió en Tucumán y resolvió la Independencia el 9 de julio de 1816, fecha fundamental que se festeja actualmente como el día del nacimiento de la Nación Argentina.
Semanas más tarde, el director supremo Juan Martín de Pueyrredón nombró a San Martín General en Jefe del Ejército de los Andes.
El Libertador creó el Ejercito de los Andes. Tras el cruce de la cordillera el Ejército de los Andes triunfó en Chacabuco el 12 de febrero de 1817. El parte de la victoria, redactado por San Martín, lleva la firma y rúbrica que utilizaba en los documentos masónicos. A poco de su llegada victoriosa a Lima, San Martín fue proclamado Protector del Perú, y en ese carácter tomó algunas disposiciones, entre ellas la clausura de la inquisición.

MANDIL MASÓNICO DE JOSÉ DE SAN MARTÍN 
Inmediatamente fundó la logia Paz y Perfecta Unión de la capital peruana, que en la actualidad lleva el número 1 de la Gran Logia del Perú.
San Martín programó el encuentro con su hermano masón Simón Bolívar. Los preparativos estuvieron a cargo de la logia Estrella de Guayaquil. Al instalarse el Congreso Constituyente del Perú, San Martín declinó el mando supremo que ejercía, y se embarcó con destino a Europa en febrero de 1824.
Pasó luego a Bruselas, donde se incorporó a la logia La Perfecta Amistad, la cual mandó acuñar una medalla de plata en su homenaje, obra del masón Henri Simon, en la que el Libertador aparece de perfil.
Al radicarse posteriormente en Francia retomó la relación con Alejandro Aguado, marqués de las Marismas, con quien asistió a las tenidas de la Logia de Ivry, cuyo venerable maestro era el doctor Rayer, médico personal de Aguado.
José de San Martín falleció en Boulogne Sur Mer el 17 de agosto de 1850. Cinco años después, la logia Unión del Plata de Buenos Aires gestionó una estatua que recordara la memoria del Libertador. La ceremonia de inauguración se desarrolló el 13 de julio de 1862. La masonería comenzó entonces las gestiones para la repatriación de los restos de San Martín. Se pensó colocar los restos en la catedral de Buenos Aires, pero las autoridades eclesiásticas plantearon la objeción de los códigos canónicos que prohíben depositar los restos de un masón en un lugar consagrado. Después la Iglesia aceptó la construcción de un mausoleo junto a la catedral, pero fuera del cuadrilátero consagrado. Colocó el ataúd hacia abajo, según la premisa de que quienes fallecen fuera del seno de la iglesia van al infierno. 20 años después, las autoridades eclesiásticas comenzaron a homenajear al Padre de la Patria.
La masonería argentina rinde emocionado recuerdo a su hermano José de San Martín, su gran iniciado, paradigma de virtudes masónicas claramente volcadas a su vida civil y militar
Fuente:  Ángel Jorge Clavero, Gran Maestre de la Masonería Argentina.
Para Felipe del Solar, "en realidad eran sociedades secretas a las que la masonería había entregado un modelo asociativo que se reprodujo de distintas maneras en distintas latitudes". Estos grupos podían haberse convertido en logias masónicas propiamente dichas, "pero no era una época para que la masonería se institucionalizara en América Latina porque tenía muy mala fama", según el historiador.
Estas sociedades secretas se convierten en la antesala de los partidos políticos en ese contexto de desintegración del antiguo régimen. Sirven para unir facciones que buscan tomar el poder y generar reformas.
"La independencia no se explica por estas agrupaciones", asegura Del Solar, pero ayudan a que sea irreversible. Por ejemplo, en las Provincias Unidas de Buenos Aires, lo que hoy conocemos como Argentina, "la Logia Lautaro estaba en el poder en un momento de cambio y propició que esos cambios fueran irreversibles", afirma el experto.
Para que las verdaderas logias masónicas se institucionalizaran en América tuvieron que pasar al menos 30 años, ya que no fue hasta mediados del siglo XIX que la masonería se funda y se convierte en un poder político importante con la llegada de los gobiernos liberales en el continente.
Sucede, por ejemplo, en México, donde se crearon varias logias después de la independencia, y donde hubo muchos presidentes masones, por ejemplo, Benito Juárez, "que fue el primero en elaborar leyes laicas en un país eminentemente católico, que son un modelo de leyes laicas a nivel mundial", explica Felipe del Solar.
En Cuba, aunque se formaron algunas logias tempranas "con una masonería más bien colonial y no revolucionaria", no es hasta finales del siglo XIX que la institución toma peso y apoya la independencia de la isla.
La mayor parte de los Libertadores pasaron parte de sus vidas en Europa y Estados Unidos, donde se impregnaron de las ideas filosóficas y políticas de la época. Otro militar importante fue José de Sucre, vencedor de la batalla decisiva de Ayacucho en 1824, fue presidente de Bolivia en 1825, goberndor de Perú y general del Ejército de la Gran Colombia.

José de Sucre 

A Francisco de Miranda, por ejemplo, se le atribuye el papel de haber introducido en la masonería a otros patriotas latinoamericanos en Londres, donde vivió 13 años y donde creó la sociedad revolucionaria "Gran Reunión Americana".Fue encarcelado en Cádiz, donde murió en 1816.
Bolívar se inició en la Logia de San Alejandro de Escocia en París, "en el undécimo día del undécimo mes del año masónico de 5805, que se corresponde al 11 de enero de 1806", según León Zeldis. El documento que lo acredita está guardado en el archivo de la logia del Supremo Consejo de Venezuela del Grado 33.
"Las credenciales masónicas de Bolívar son incuestionables", señala Zeldis. Sin embargo, continúa, "parece que la masonería no jugó ningún papel en sus escritos ni en sus actividades".
No existen pruebas, por ejemplo, que se afiliara a ninguna de las 30 logias que existían en Venezuela, la Gran Colombia y Ecuador. 

miércoles, 16 de julio de 2025

ALCAZAR DE LOS REYES CRISTIANOS – CÓRDOBA

Situado junto al río Guadalquivir y no muy lejos de la mezquita-catedral y del alcázar de los califas, hoy Palacio Episcopal. Se trata de un edificio de carácter militar cuya construcción fue mandada construir por el rey Alfonso XI de Castilla en el año 1328, sobre construcciones anteriores (el Alcázar Omeya de época islámica , también anterior residencia del Gobernador romano y de la Aduana). Los Trastámara lo reformaron de forma importante incorporando jardines, fuentes, albercas y baños. Los RR CC también lo hicieron para habilitarlo mientras dirigían las operaciones de la guerra de Granada.


El conjunto arquitectónico tiene un carácter sobrio en su exterior y espléndido en su interior, con los magníficos jardines y patios que mantienen una inspiración mudéjar. El Alcázar de los Reyes Cristianos es un escenario donde se gestaron episodios capitales de la historia de España.  Desde 1236, año de la conquista cristiana de la ciudad por parte de Fernando III, había sido residencia real. En época romana tuvo el carácter de fortaleza, beneficiado por su privilegiada ubicación a orillas del río Guadalquivir, y en el periodo de la presencia musulmana formó parte del conjunto de edificios que constituían el alcázar omeya. A lo largo de su historia ha desempeñado funciones muy diversas: en la Edad Moderna fue sede de la Inquisición, desde 1822 hasta 1931 fue cárcel y posteriormente acogió instalaciones militares hasta su cesión al Ayuntamiento de Córdoba en 1955.

El Alcázar es un complejo defensivo que se aleja de los cánones tipológicos de las fortalezas árabes, un hito constructivo de la arquitectura militar de la Reconquista cristiana en Córdoba. Durante diez años, desde este espacio se organizó la estrategia de la conquista del reino de Granada, por lo que los Reyes Católicos pasaron diversos periodos en él. De hecho, aquí nació una de sus hijas, la infanta María, futura reina de Portugal, y se desarrollaron las conversaciones con Cristóbal Colón previas a su primer viaje a América.


El Alcázar forma un recinto casi cuadrado con sus vértices protegidos por torres. Alfonso XI quiso crear una unidad arquitectónica perfecta que remitiera al arte gótico europeo en una ciudad que durante siglos había estado sometida al poder musulmán, realizando un castillo-palacio antagónico a la cercana Mezquita. Entre sus torres, la principal, situada al noreste, es la del Homenaje, llamada así porque era el lugar en el que se juraba defender la fortaleza y en el que se hacían las proclamaciones de los reyes. En el piso superior está la estancia principal o salón de recibo, que presenta bóveda con nervios que descansan sobre capiteles labrados con motivos vegetales de influencia francesa. Bajo ella se encuentra el aljibe o cisterna que suministraba el agua a los baños reales. Coronada con almenas rematadas en prismas como las del resto del edificio, junto a ella se ubica una pequeña torre más elevada, con balcones y tejado a cuatro aguas, donde los condenados a muerte por la Inquisición eran ahorcados ante el pueblo.
Al noroeste se sitúa la Torre del León, acceso principal al Camposanto de los Mártires. Es la más arcaica del conjunto, de sección cuadrada, con dos plantas y anchas fajas de tipo almohade. En sus cuatro caras exteriores se remata con terrazas y almenas.
La Torre de la Inquisición o de los Jardines está situada al suroeste y es posterior a las anteriores y de planta circular. Este torreón sirvió de archivo durante siglos. Parte de su interior alberga el Patio Morisco, ejemplo de planta netamente musulmana de sección rectangular.
Las tres torres se comunican entre sí por adarves protegidos por almenas o prismas de sillares de piedra y vanos intermedios.



En el Alcázar pueden contemplarse piezas artísticas halladas en el subsuelo de la ciudad. Destaca la colección de mosaicos romanos que decoran las paredes de la antigua capilla de la Inquisición, realizada en el siglo XVIII y que actualmente se conoce como Salón de los Mosaicos, escenario de distintos actos municipales a lo largo del año.
La primitiva Huerta del Alcázar dio lugar a los jardines que el visitante puede contemplar hoy, y que ocupan aproximadamente 55.000 metros cuadrados. Especies de las más variadas plantas autóctonas, siempre dentro de la tradición del jardín árabe (palmeras, cipreses, naranjos, limoneros...), se alternan con fuentes y estanques, creando un espacio único y representativo de la cultura cordobesa. Los grandes estanques de la planta superior fueron realizados en el siglo XIX.
El Alcázar fue calificado Monumento Histórico en 1931 y está integrado en la zona declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994

domingo, 13 de julio de 2025

13 DE JULIO, DÍA MALDITO

JOSÉ CALVO SOTELO ASESINADO - En las Cortes en 1936,  tras lanzar José Calvo Sotelo su frase conocida de que “prefería morir con gloria a vivir con vilipendio”, desde su escaño Dolores Ibárruri dijo… “Este hombre ha hablado hoy por última vez”. Y para constatar esos hechos hay dos testimonios interesantísimos, ambos de personas tan poco sospechosas de ser franquistas como el presidente de la Generalitat, Josep Tarradellas o Salvador de Madariaga; el primero de ellos, confesó haberlo escuchado por estar su escaño muy cerca del de Calvo Sotelo.


La trágica consecuencia fue el posterior asesinato al día siguiente 13 de julio de 1936, del diputado derechista Calvo Sotelo, como venganza por los compañeros del teniente que quería asesinar al jefe de la CEDA José María Gil-Robles, pero al no encontrar a este en su domicilio se encaminaron al de José Calvo Sotelo, un monárquico moderado que había sido ministro. Se lo llevaron de su domicilio, burlando a sus escoltas con una orden de detención falsa, y tras dispararle dos tiros dentro del coche en el que iban, dejaron su cadáver.
Esto último se va a señalar como la chispa detonadora de todo el proceso conspirativo y precipitó las cosas. El gobierno de Casares Quiroga, que no había decidido tomar medidas pese a las continuas advertencias de las organizaciones obreras, vio como el 17 de julio de 1936 el ejército de Marruecos iniciaba la rebelión golpista contra el gobierno de la República.
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MIGUEL ANGEL BLANCO ASESINADO 
Sesenta y un años después, se cometió otro asesinato que España no olvida. Miguel Ángel Blanco Garrido, nacido en Ermua, Vizcaya, 13 de mayo de 1968 y asesinado por la banda criminal comunista y separatista ETA, en San Sebastián, Guipúzcoa, 13 de julio de 1997.
ETA lo secuestró a Miguel Ángel Blanco. Exigieron a cambio de su liberación el acercamiento de todos los presos de la organización terrorista a las cárceles del País Vasco. En caso de negativa sería ejecutado. Esto generó una reacción social en contra de ETA. Desde ese momento España vivió 72 horas de angustia.

Dos días después, se convocó en Bilbao una manifestación contra el secuestro de Blanco. Fue la mayor manifestación contra ETA de la historia, reuniendo hasta 500 000 personas. También hubo manifestaciones en San Sebastián, Vitoria, Madrid, Barcelona, Zaragoza y otras ciudades. En total, alrededor de 2,5 millones de personas participaron en alguna manifestación contra el secuestro.            
El Gobierno central de José María Aznar se negó a negociar con la banda terrorista.

Blanco fue ejecutado y tiroteado en una zona forestal cerca de Lasarte a la tarde del 12 de julio. Fue encontrado con vida, pero murió en la madrugada del día 13.
Hoy mismo, el Partido comunista y los herederos de ETA apoyan o participan en el Gobierno de España
 
 

CASTILLO DE TORIJA – GUADALAJARA

Es donde ahora se ubica el Centro de Interpretación Turística de Guadalajara. La fortaleza perteneció a la poderosa familia Mendoza quienes ...