Carlos II fue proclamado rey en 1665, a los tres años pero continúa la regencia de su madre. La reina regente y su valido Valenzuela fueron desplazados del poder en 1677 por Juan José de Austria, hijo bastardo de Felipe IV, padre de Carlos II. Tomó el poder apoyándose en la nobleza. Valenzuela fue desterrado y la Reina madre abandonó la Corte fijando su residencia en el Alcázar de Toledo. Juan José de Austria se había hecho con el poder y gobernaba con el beneplácito del rey. Por otro lado Carlos II quería casarse cuanto antes y ya tenía previsto el enlace con María Luisa de Orleans, una francesa. Tenía el rey 18 años. Era evidente que el apoyo a Juan José, ya enfermo y desacreditado, disminuiría con la entrada de una reina francesa. Sin apoyos todavía logró instaurar “La Gaceta de Madrid”. Luchó toda su vida por afianzar su posición en la corte del Imperio español. Su muerte aconteció posiblemente por envenenamiento, en septiembre de 1679.
Ese año de 1679 el rey tenía 18 años y se casa con María Luisa de Orleans, reina desde 1679 hasta 1689. sobrina de Luis XIV de Francia. Él era realmente desagradable y ella tenía una educación mucho más libre que la castellana. Aguantó pacientemente a su marido y llegó a ser afectuosa con él, mientras que el rey parecía estar enamorado de ella. La reina no quedó embarazada a pesar de los intentos. Las presiones de los médicos se multiplicaron para aumentar su fertilidad. Tanto fue así que terminaron por enfermarla y murió en febrero de 1689 a los 26 años de edad, dejando a Carlos muy deprimido. El aspecto del rey era impresionante, un desgraciado. Unos exorcistas declararon que el rey estaba hechizado y con potingues terminaron por minar definitivamente la salud del rey.
CARLOS II
El rey se casó por poderes un mes después no sin problemas con otra extranjera, Mariana de Neoburgo, que reinó desde 1690 hasta la muerte del rey en 1700. La boda en persona con el rey Carlos se llevó a cabo en mayo de 1690. Él no tenía heredero y ella tenía una educación mucho más libre que la castellana y las mujeres de su familia gozaban de una fama de gran fertilidad.
El embajador francés en Madrid, describió en pocas palabras la nueva posición de Mariana en la corte española:
“La princesa de Neoburgo ha adquirido tal ascendiente sobre el espíritu del rey, su esposo, que bien puede decirse que es ella la que reina y gobierna en España... los cargos y dignidades se otorgan a los que le muestran rendimiento; los méritos, el rango o los servicios prestados no ponen a cubierto a quienes se oponen a su voluntad, ni les salvan de la desgracia y el destierro. Por lo demás, la autoridad de la Reina se funda más bien en el temor que tienen a su resentimiento que a su amor al pueblo...”
Ella fingió cuantos embarazos le interesaba. Anuló la voluntad de Carlos, pero nunca quedó embarazada.
Reina Mariana de Neoburgo
La situación de España, perdiendo en todos los sentidos, marcó un final de siglo terrible.
El rey Carlos II llegó a representar el hundimiento de la España que había sido. Ya su padre, Felipe IV, pensaba que Dios había abandonado a toda su dinastía. La endogamia practicada continuamente por la casa de Austria trajo como fruto a Carlos, símbolo de la decadencia de los Austria y de la mismísima España, que estaba en guerra con Francia y formaba parte de una coalición militar con Inglaterra y Holanda. El rey francés no perdía detalle de los vaivenes de la corte española. La firma de la paz de Nimega fue la claudicación de España ante Francia cediendo el Franco Condado y algunas plazas de los Países Bajos. Cataluña es invadida por Francia y tendrá que capitular en 1697. Los catalanes desconfiaban de la monarquía porque decían que no les habían apoyado lo suficiente, y la monarquía desconfiaba de la fidelidad de Cataluña.
Los problemas financieros que había dejado Felipe IV se agravaban. Comenzó a circular moneda falsa, Castilla y Andalucía sufrían una profunda crisis, la ganadería y el abandono de las tierras, todavía en un sistema feudal. Peste, sequía y hambre.
Pero aquí es donde se produce una gran diferencia entre Castilla y la periferia. Galicia, el país vasco y otras zonas comienzan nuevas técnicas, unas de siderurgia y otros de cultivos de lana y seda. La España del mediterráneo supera la crisis. Se dijo que “no es oro y plata lo que traemos de las Américas, sino sangre de indios”. Solo podían viajar al nuevo mundo los súbditos castellanos.
La rebelión popular llamada “motín de los gatos” fue la expresión popular del descontento existente en el pueblo y la corte.

Motín de los gatos (1699)
El motín era una revuelta por el desconteto por la carestía y falta de alimentos. Pero en realidad fue promovido desde instancias reales. El conde de Oropesa era en principio en heredero al trono español.Venía un cambio de siglo y de dinastía.
La revuelta fue aprovechada por los partidarios de la sucesión francesa en la persona de Felipe de Anjou, de la casa de Borbón. El importante cardenal Portocarrero, la reina y sus partidarios consiguieron apartar al pretendiente de la casa de Habsburgo, Carlos. Triunfaron en sus pretensión y el primer afectado fue el Conde de Oropesa, a la sazón valido del rey, que era partidario de Carlos e Habsburgo.

Firma de la destitución del Conde de Oropesa
Volviendo a años anteriores y resumiendo los aspectos
políticos del reinado diremos que España reconoce la independencia de Portugal
y recibe Ceuta a cambio. En 1674, se subleva Messina contra España. Debilitado
el ejército en Cataluña, cambian la cosas y si en 1674 se había invadido el
Rosellón, en el año 1675 son los franceses los que invaden Cataluña, como lo
habían hecho en 1640 con apoyo catalán. Posteriormente, sigue la guerra con
distinta suerte para ambos bandos que van manteniendo un constante equilibrio
en su situación de fuerza. Un hecho importante fue la Paz de Ryswick, firmada
con Francia en 1697 donde España
recuperó la Cataluña invadida por los borbones franceses, algo que fue
fundamental en la Guerra de Sucesión que vendría más adelante. La consecuencia
más importante de esta paz fue la posibilidad de Francia de acceder al trono de
la Corona española. Se había pactado un heredero, José Fernando de Baviera,
pero murió un año antes que Carlos, en 1699. El rey Carlos II hizo testamento
en favor de Felipe de Anjou, (futuro Felipe V de España), nieto de Luis XIV de
Francia, haciendo constar que las coronas francesas y españolas no podían ser
unidas. Carlos II se murió hecho una pavesa el pobre, en 1700. Y aquí termina
la dinastía de los Austria y comienza la de los Borbones. Según algunos
historiadores modernos, no fue tan malo el reinado de Carlos II. Tuvo la
desgracia de ser el último Habsburgo, y vivió en el período posterior a la
derrota y la pérdida de la hegemonía internacional de su monarquía, y, la mala
fortuna de que su competidor, el rey de la potencia dominante de su padre,
Felipe IV, fuera Luis XIV, el más astuto e inteligente monarca europeo de la
época, que necesitaba enfrentarse y debilitar a la monarquía de España. Carlos
II reinó en un momento en que Luis XIV de Francia habría de convertirse en la
figura a imitar por los monarcas ilustrados de la centuria posterior. En buena
medida la recuperación demográfica y económica del siglo XVIII en España se
produce en aquellos años.
Ciertamente, hubo una decadencia. Afectó esencialmente a la
capacidad de la monarquía para reclutar y financiar sus ejércitos y marinas.
España seguía siendo una gran potencia, con territorios extendidos por media
Europa, además de su formidable imperio colonial. El problema, ante la falta de
dinero y hombres, era la escasa capacidad para defender sus posesiones.
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