domingo, 27 de mayo de 2018

FELIPE II (Segunda parte)

LAS DESGRACIAS DEL REY Ya hemos hablado en el capítulo anterior de los inicios de Felipe, las enseñanzas de su padre y sus primeros matrimonios. Pero tuvo una vida muy complicada y de abundantes problemas que supo encarar con desigual fortuna. Felipe I de Nápoles, Felipe I de Inglaterra y Felipe I de Portugal no es otro que nuestro Felipe II, una de las grandes figuras de la historia. La Leyenda Negra que no sólo no se corresponde con la realidad histórica, sino que es producto de la primera campaña de propaganda realizada con el apoyo de la imprenta, rodeó a Felipe II durante todo su reinado e incluso después. La afrontó con energía, utilizando como secretarios verdaderos ministros, siendo el primero descendiente de Gonzalo Pérez, judío converso, experto en el manejo de los negocios durante los largos viajes que había realizado el Emperador. Felipe pudo contar, en su enorme trabajo, con su hermano de padre, Juan de Austria, nacido de la relación extramatrimonial que tuvo el emperador con Bárbara Blomberg en 1545. El padre lo vio por primera vez poco antes de morir.
Realmente Carlos hubiera querido que su hijo fuera nombrado aspirante a la corona Imperial. Pero fue Fernando I de Habsburgo,  a partir de 1558, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Era hijo de Felipe el Hermoso y de Juana I de Castilla y, por lo tanto, hermano menor de Carlos I, y pretendía que fuera su hijo, el futuro Maximiliano II, quien se hiciera cargo de la corona imperial a su muerte y no su sobrino. Es por esta razón que el emperador no prestó ayuda a la monarquía hispánica, el país donde había nacido, cuando Felipe II la reclamó en la guerra contra Francia de 1557. Así y todo, los lazos entre las dos ramas Habsburgo continuaron entrecruzados hasta el final de esta dinastía en nuestro país. El emperador Maximiliano II fue regente de España en 1551, mientras Felipe II realizaba un viaje de tres años por Europa, y mantuvo siempre una gran amistad con su primo. El padre de Felipe, el gran monarca de las largas ausencias, había dejado vacías las arcas, hecho que Don Felipe había advertido al Emperador: "De un año contrario queda la gente pobre, de manera que no puede levantar cabeza en otros muchos". Encontró Don Felipe II una carga muy pesada, al hacerse cargo de la corona, que pesaba no solo sobre los reinos de España, sino también sobre los europeos de Nápoles, Sicilia, Cerdeña, señoríos de Milán, los Países Bajos, el Franco Condado y la corona de Portugal por su matrimonio. Ya sabemos que se casó con su prima María de Portugal, pero ella murió en el parto en julio de 1545. Su hijo Carlos, murió en extrañas circunstancias a los 23 años de edad. Luego se casó con María Tudor, reina de Inglaterra, pero en 1558 falleció la Reina María I sin descendencia. Con lo cual Felipe quedó sin derecho al trono inglés. Luego se casó con Isabel de Valois, hija de Enrique II de Francia. Tuvo Isabel un aborto por enfermedad mal curada, y después en 1566 nace su hija Isabel Clara Eugenia que moriría en 1633. La reina tuvo un parto prematuro en 1568 y ella falleció a los veintidós años de edad. El rey quedó muy afectado durante mucho tiempo. Deprimido, viudo y sin descendencia tenía la necesidad de un heredero. Se casó en 1570 con su sobrina Ana de Austria, hija del emperador Maximiliano II, el que había sido regente en la ausencia de Carlos. Tuvieron un hijo, Fernando pero falleció a los siete años. Luego otro, Carlos Lorenzo fallecido también a los dos años de edad. Y en 1575 nació un tercer varón Diego, que falleció victima de viruela. En 1578 había nacido otro varón, Felipe que al sobrevivir a sus hermanos alcanzo el Principado de Asturias, es decir, heredero al trono. El futuro Felipe III. Tuvieron otra hija, María que murió a los tres años. La reina enfermó y murió en 1580 a los treinta y un años. Los hijos varones, salvo Felipe habían muerto. Felipe II parece ser que amó más que a ninguna otra mujer a Isabel de Valois. Su primer hijo, Carlos, después de una operación de cabeza nunca rigió bien y según parece Juan de Austria advirtió a su hermano Felipe II que su propio hijo planeaba matarle. Fue confinado Carlos en el castillo de Arevalo, donde ya había estado en la misma situación Isabel de Portugal, la madre de Isabel la Católica. Murió Carlos en julio de 1568 produciendo hondo dolor en su padre.
En 1559 Felipe había promulgado una pragmática en Aranjuez por la que, para evitar contagios del protestantismo, prohibía a todos sus súbditos estudiar en universidades extranjeras. Incluso a los clérigos y mandaba regresar a los que ya estuvieran fuera. Felipe afirmó que mantendría con todas sus energías la religión católica en España. Consiguió el impuso del Concilio de Trento, que se celebró en enero de 1562 y enero de 1564, allí se definieron las doctrinas de la iglesia católica que perduraron cuatro siglos, sin hacer la menor concesión a los protestantes. Por entonces Felipe era el adalid de la Iglesia Católica. Se comenzó un ataque contra el papa Pablo IV, que reprobaba la presencia española en Italia y que había concentrado una alianza con Enrique II de Francia, siempre dispuesto a perjudicar a España favoreciendo sus pretensiones sobre Italia. El duque de Alba atacó al pontífice en 1556 y en una tregua el ejército francés acudió en ayuda del papa. Las tropas españolas se replegaron esperando refuerzos y consiguieron repeler un ataque francés. El duque de Saboya penetró por Francia y consiguió la famosa victoria de la batalla de San Quintín, en agosto de 1557. Carlos I, por entonces ya retirado en Yuste, creyó que su hijo invadiría París, pero Felipe no aprovechó una circunstancia tan propicia.
El pontífice capituló ante el duque de Alba. Francia aprovechó para adueñarse de Calais en enero de 1558, última plaza inglesa desde la guerra de los Cien Años, que estaban vinculados a España por la boda de María Tudor con Felipe II, y también atacaron Luxemburgo y Flandes. Todo se saldó con la firma de la paz de Cateau-Cambrésis en abril de 1559. Francia consolidó su posición al recuperar Calais cortando la vía de comunicación española a ambos lados de su frontera. Pero deparó la hegemonía de España en Europa. En mayo de 1565, la armada otomana llegó a las costas de Malta e inició el asedio a la isla, defendida por los caballeros de la Orden de San Juan u Orden de Malta. El asedio fue durísimo. Por suerte, este gran ataque fue detenido por los miles de soldados que envió España para socorrer a los sitiados. De haber caído en manos del Imperio Otomano, Malta se hubiera convertido en el trampolín perfecto para asaltar Italia. En previsión de un ataque a la isla, el papa Pío V solicitó a España y Venecia la creación de una alianza militar con los Estados Pontificios con el objetivo de frenar la expansión otomana en el Mediterráneo. En 1571, Madrid, Venecia y Roma crearon la Santa Liga. Luego vendría la batalla de Lepanto, que le dedicaremos un capitulo como se merece. Continuará.

sábado, 26 de mayo de 2018

FELIPE II - EL REY PRUDENTE

Parte primera. El nieto de los Reyes Católicos, el Emperador Carlos V y a su vez Carlos I de España, el 16 de enero de 1556, en sus habitaciones privadas y sin ninguna ceremonia, cedió a su hijo (el que sería Felipe II) la Corona de los Reinos Hispánicos, Sicilia y las Indias. Por lo tanto Felipe nunca fue coronado Rey de España. Felipe ya desempeñaba funciones de gobierno desde 1544, después de que Carlos I le escribiera en 1543, a su regreso a España, las Instrucciones de Palamós, que preparaban a Felipe para la regencia de los reinos peninsulares hasta 1550 cuando éste aún tenía dieciséis años. Aunque durante su juventud vivió doce años fuera de España en Suiza, Inglaterra, Flandes, Portugal, etc., una vez convertido en Rey de España fijó su residencia en Madrid y potenció el papel de esta ciudad como capital de todos sus reinos. El Rey Carlos I murió el 21 de septiembre de 1558, a los tres días de que entregara el acta de adjudicación de todos los dominios españoles a su hijo Felipe. Entre esa fecha de 1516 en que muere el Rey Fernando el Católico y aquella otra de 1556 en que abdica como Emperador Carlos V, trascurre una periodo épico para España. Felipe nació en Valladolid, en mayo de 1527, realmente pasó la mayor parte de su niñez con su madre, Isabel de Portugal, ya que en sus cuarenta años de reinado su padre, Carlos I, pasó largo tiempo fuera de España, al ser nombrado Emperador. Las cartas que enviaba a su hijo, conocidas como “Instrucciones”; fueron una buena preparación política para el futuro rey. En realidad ambos personajes tenían poco en común, el carácter militar y caballeresco de Carlos era prácticamente nulo en Felipe. Éste forjó una nueva forma de gobernar. Un imperio tan grande como el suyo, unida al deseo de manejar los entresijos de la administración hizo que crease una burocracia que manejaba a la perfección. Tuvo muchos secretarios pero supervisaba personalmente todos los asuntos importantes. Álvarez de Toledo, tercer duque de Alba, Mateo Vázquez y Gabriel Zayas fueron los más influyentes. Entre los moderados estaban Gómez de Silva, príncipe de Éboli y Antonio Pérez, que tuvo un papel destacado al final de la vida del monarca.
Felipe II puede ser considerado el primer rey moderno en la historia de España. La edificación de un sistema burocrático amplio y funcional de la Administración del Estado, la delegación del poder a terceros y sobre todo la superación de la dicotomía medieval rey-reino por el moderno concepto de Estado. A pesar de su extrema religiosidad y de entender la herejía como un ataque al Estado, en las relaciones internacionales era más permisivo y no llegó a declarar ninguna guerra por motivos exclusivamente religiosos, incluso pactó con Estados contrarios a la fe católica. Su padre quería casarlo con la hija de Francisco I de Francia, (su cordial enemigo), ya que hubiera acercado ambas monarquías. Pero Felipe prefería, y consiguió, a María de Portugal, de la que eran primos carnales. El matrimonio duró dos años. Felipe trató con frialdad a su esposa y fue recriminado por ello por su padre, como asunto de estado el concebir un descendiente. Por fin María quedó embarazada y pero murió en el parto en julio de 1545. El niño fue bautizado como Carlos, y murió en tristes circunstancias. Don Juan de Austria, el hermano bastardo de Felipe y a la postre héroe de Lepanto, se había visto obligado a desvelar los planes de su sobrino al percatarse de la gravedad de su locura. Carlos fue acusado de conspirar contra su padre. Por una operación siendo joven sufrió daños cerebrales y desarrolló un carácter muy agresivo. Fue apresado por el propio padre y durante el cautiverio de seis meses, lejos de calmar a don Carlos, empeoró su salud mental y terminó costándole la vida en un arranque de demencia a los 23 años de edad. En medio de una huelga de hambre, se acostumbró a calmar sus calenturas volcando nieve en su cama y bebiendo agua helada, lo cual terminó consumiendo su quebradiza salud. Por supuesto, la propaganda holandesa acusó directamente al Felipe de ordenar el asesinato de su hijo y argumentó que lo único que quería Don Carlos era acabar con la tiranía de su padre en los Países Bajos. El melancólico y misterioso carácter de Felipe, a su vez, prestó los ingredientes para que Giuseppe Verdi, recogiendo la leyenda negra, compusiera siglos después una de sus óperas más famosas: “Don Giovanni”. Murió Carlos a los ventitrés años. Viudo y sin descendencia era una pesada carga además de las que por su condición tenía. Necesitaba casarse y tener un hijo, a ser posible varón. Pero en Inglaterra muere el hermano de María Tudor, hija de Catalina de Aragón, hija a su vez de los reyes católicos, y de Enrique VIII de Inglaterra, dejando a María la Corona de ese país. Desde su trono María se propuso desmontar la obra religiosa de su padre y devolver a Inglaterra a la obediencia del papa de Roma, liquidando el cisma. Por las persecuciones que realizó a los protestantes era conocida como Bloody Mary, “María la Sanguinaria”. Dadas las circunstancias María y Felipe se casaron el 25 de julio del año 1554 en la Catedral de Winchester y mientras que parece que María estaba profundamente enamorada de Felipe, él no de ella. Es popular la singular frase de que “Partía para Inglaterra como el que parte para una cruzada”.
Felipe y María Tudor Cuando se casaron la reina contaba 39 años y el rey 27. El matrimonio no tuvo descendencia, aunque más de una ocasión pareció que la reina estaba embarazada y así lo declaró. Por lo tanto Felipe fue antes rey de Inglaterra que de España, ya que durante cuatro años fue rey consorte inglés al haberse casado con la que fuera reina María I de Inglaterra. Recibiría la herencia de su padre, Carlos I, dos años después. En 1558 fallecieron la Reina María I de Inglaterra, (sin hijos) y también Carlos I de España. Felipe quedó viudo de nuevo y sin derecho al trono inglés. Contnuará

miércoles, 10 de enero de 2018

LOS MOZÁRABES

Los cristianos que viven bajo el poder musulmán que invade España en 711 se les llama “mozárabes” Desde el siglo IX están en minoría. Pueden mantener su religión, pero pagando impuestos adicionales y no pueden tener cargos, ni propagar su religión. Las iglesias muchas de ellas son convertidas en mezquitas. En ocasiones, sufren matanzas y martirios. Muchos mozárabes fueron trasladados al Norte como resultado de las incursiones de la Reconquista. El arte mozárabe, derivado del visigodo con formas del arte islámico, se desarrolla en el Norte, en territorios cristianos, en el Sur sólo quedan unos pocos vestigios. Cuando dicen que se convivía en paz los pueblos entre las distintas religiones, deberían saber, por ejemplo que la “Jornada del Foso” en 797, en Toledo, ciudad mozárabe, fue una matanza de los jefes de multitud de familias. De mediados del siglo IX, son los mártires de Córdoba, como san Eulogio, martirizado en 859. Los musulmanes se hacen ceder iglesias para instalar sus mezquitas; como la Mezquita de Córdoba, construida sobre la catedral de San Vicente de Córdoba: en 748, obligan a los cristianos a cederles la mitad de esa basílica para establecer allí la mezquita mayor de la ciudad, porque aún no tenían capacidad arquitectónica; en 785, Abderramán I, consolidado en el trono de Al Andalus como emir independiente, obliga a los cristianos a entregar la otra mitad de su catedral, donde coexistían ambos cultos por imposición islámica que ahora completan. En 786, derriba la Catedral para construir allí la Mezquita de Córdoba con alarifes (arquitectos) hispanogodos y decoradores bizantinos de mosaicos, después será ampliada varias veces por sus sucesores.
Toledo consigue cierta autonomía en 873. Al ser reconquistada en 1085, vivían todavía mozárabes en Toledo. Los mozárabes aportaron a los núcleos cristianos de resistencia del Norte el incremento del sentido cristiano de esa resistencia, con su propio espíritu de resistencia al Islam, esencial en la Reconquista, y aportaron con su emigración, o exilio, o rescate al Norte, el aumento de población esencial para consolidar los territorios liberados y para reconquistar otros. Porque reconquistar era repoblar, tener población dispuesta a vivir en los territorios de primera línea, o en la tierra de nadie, y a defenderlos. La Rioja, por ejemplo, se repobló en parte con población vascona y en parte con población mozárabe. El arte mozárabe, que es uno de los estilos prerrománicos más destacados, tiene como elemento más característico el arco de herradura procedente del arte visigodo, de donde también lo toma el arte islámico. El hecho de que en la mitad Sur de España queden unos pocos restos es debido a las destrucciones de las épocas de radicalismo islámico.
Las iglesias, austeras exteriormente, suelen tener un espacio interior muy hermoso y de gusto oriental, con arquerías de herradura, columnas con capiteles corintios de tradición cordobesa y, en algunos casos, tallas escultoras de gran esquematismo imaginativo. Las principales características que definen la arquitectura mozárabe son: Un gran dominio de la técnica en la construcción, empleando principalmente sillería a soga y tizón. (colocación de ladrillos de norte a sur y de este a oeste). Ausencia o sobriedad de la decoración exterior. Diversidad en las plantas, si bien la mayoría destacan por las pequeñas proporciones y espacios discontinuos cubiertos por cúpulas (de arista, gallonadas, de nervios de crucería califal...). Uso del arco de herradura al estilo islámico califal, muy cerrado y con el peralte de dos tercios del radio. Uso del alfiz. (el marco que rodea el exterior de un arco en ventanas o puertas) Uso de la columna como soporte, coronada por un capitel corintio decorado con elementos vegetales muy estilizados. Los aleros sobresalen y se asientan sobre modillones de lóbulos. (viguetas de madera con formas para sostener los aleros) Estos vestigios que quedan en la mitad Sur de arte mozárabe son la iglesia de Santa María de Melque en Toledo (s IX), y la iglesia parcialmente rupestre de Bobastro en la Serranía de Ronda, último reducto de la insurrección de Omar Ben Hafsún, lo que demuestra que se acabó convirtiendo al cristianismo, puesto que era muladí (cristiano que abandonaba el cristianismo, se convertía al Islam y vivía entre musulmanes), cuando se levantó en armas en 884.  Lo principal del arte mozárabe está en los reinos de León y Castilla En León, San Miguel de Escalada (913). San Cebrián de Mazote. Santiago de Peñalba (937). En Castilla: San Baudelio de Berlanga En La Rioja: San Millán de la Cogolla, Monasterio de Suso La arquitectura mozárabe también influyó en el prerrománico de Cataluña.  Además, una parte importante de la pintura de la época prerrománica, principalmente miniaturas, es pintura mozárabe, como la Biblia Hispalense (988).
El latín, aunque aún es la lengua escrita utilizada por los mozárabes para los textos religiosos y culturales, ya se ha ido descomponiendo dialectalmente, de forma que el habla mozárabe es ya muy parecida al castellano arcaico. En la literatura de Al Andalus, se conservan palabras mozárabes intercaladas en versos árabes. La jarcha es un pequeño poema o copla en habla mozárabe insertado al final de cierto tipo de poema en árabe llamado moaxaja.

lunes, 8 de enero de 2018

EL LEGADO ANDALUSÍ

Fue necesario que transcurriese un siglo desde el desembarco musulmán en la península, para que comenzara a despuntar cierta vida cultural en el invasor. Los primeros en llegar eran guerreros y difícilmente podrían aportar estímulos culturales. Además la cultura existente en el territorio, la visigoda, se fue restringiendo a medida que aumentaba la musulmana. Hasta quedar confinada a reductos, los llamados mozárabes. La lengua árabe sustituyó a la latina, en las zonas ocupadas. Las iglesias se convirtieron en mezquitas, en vez de rezar mirando a Roma se miró a La Meca, y la Hispania de romanos y visigodos empezó a llamarse Al Andalus ya en monedas acuñadas en el año 716. Al comienzo la actividad de su cultura se redujo a los conocimientos necesarios para la vida cotidiana o actividades mercantiles. Esta situación contrasta con el altísimo nivel cultural que se encuentra en los siglo IX y X, que fue el reflejo del impulso en el occidente musulmán del califa Al-Mansur, en el siglo VIII a todas las ramas del saber. Córdoba se convirtió entonces en uno de los focos culturales más brillantes del mundo. Sabios de religiones y culturas diversas, musulmanes, cristianos y judíos convivieron en armonía y se fundieron en una fecunda simbiosis cultural. Pero, lo que eran el pueblo, esa idea de que había una Al Andalus tolerante y feliz, llena de poetas y gente culta, donde se bebía vino, tolerancia religiosa y las señoras eran más libres que en otras partes, no es verdad. En otro orden de cosas, durante siglos fueron frecuentes las alianzas entre cristianos y musulmanes, con matrimonios mixtos y otros convenios, hasta el extremo de que muchos reyes y emires de uno y otro bando tuvieron madres musulmanas o cristianas; no esclavas, sino concertadas en matrimonio a cambio de alianzas y ventajas territoriales. Todo esto fue creando una tierra de nadie peligrosa, despoblada, que se extendía hasta el valle del Duero, en la que las familias de colonos cristianos pobres se instalaban poblando por su cuenta y riesgo. Se unían para defenderse con fortificaciones y a su manera empezaron una reconquista sin imaginar lo importante que era aquello. Y desde la Rioja se comenzó a extender una rica lengua, que hija del latín, no dejó de absorber palabras árabes y enriquecerse de los griegos y demás. Cómo estarían las cosas reconquistadoras de poco claras por ese tiempo, que el primer rey cristiano de Pamplona del que se tiene noticia, Íñigo Arista, tenía un hermano carnal llamado Buza que era caudillo moro, y entre los dos le dieron otra soba después de Roncesvalles a Carlomagno. En el siglo XI se produce la desaparición del califato cordobés que conllevó la división política de Al-Ándalus en núcleos independientes, los reinos de “Taifas”, (Banderas). Cada uno de sus reyes dominaba en provecho propio, el descontento de la población fue en aumento por el incremento de los impuestos y tributos que debían pagar a los reyes cristianos para su protección. Los reinos de Taifas no dominaban un cuerno, pagaban impuestos a los cristianos para poder seguir establecidos. Cuando todo el mundo dice que los árabes estuvieron es España 800 años, o no saben contar o desconocen la historia. Dominar, lo que se llama dominar, digamos desde el 714 al 1085 año en que se reconquista Toledo. Al principio la estructura económica de Al-Andaluz se basaba esencialmente en la agricultura y ganadería. Aunque aumentaba la producción artesanal y se incrementaba el comercio. En contacto con los principales centros intelectuales del Islam, se acometió desde comienzos del siglo X la elaboración de creaciones artísticas e investigaciones científicas. Sus resultados fueron exportados a los reinos cristianos. España es heredera de gran patrimonio artístico andaluz, que se conserva con orgullo.
Se confeccionaron diccionarios y se usaron leyes gramaticales. Se desarrolló una técnica parra la elaboración del cristal. La numeración arábiga, de origen indio, llegó poco después de ser adoptada en Oriente en el siglo IX, y de allí pasó al Occidente cristiano. Esto permitió el uso de la aritmética comercial, la geometría y la agrimensura. La astronomía, siempre ligada a la astrología y siempre a resultado difícil desligar ambas materias antiguamente. También se desarrollaron la medicina y la botánica, la zoología y la mineralogía, todas ellas relacionadas por la alquimia. La filosofía andalusí provenía de sus raíces con el mundo cultural bizantino. La importancia de la poesía era considerada, junto con el lenguaje la principal expresión estética.
Pero la mejor expresión de arte que nos han dejado ha sido la arquitectura. La pobreza de los materiales se disimulaba con una profusión decorativa que confiere gran vistosidad y sensación de riqueza. La piedra se utilizó poco y sí en cambio el ladrillo y la mampostería. Ocasionalmente el adobe. Pilares de ladrillos revestidos de mosaicos y estucos. El arco fue el de herradura, también con variantes hasta entrar en un cierto barroquismo. Cubiertas de madera, bóvedas de crucería sin clave central. La decoración no deja espacio sin decorar. La mezquita es el edificio más característico de la arquitectura islámica. Generalmente se abre a un patio con una fuente. El edificio fundamental es la mezquita de Córdoba. Fue construida en el 786 sobre una iglesia visigótica de San Vicente. En el periodo de las segundas taifas lo llena en el terreno artístico la Granada nazarí con la culminación en el siglo XIV, época de la construcción de la Al-hambra. Es un conjunto de edificios y jardines levantado en los siglos XIII y XIV sobre una antigua fortaleza. De gran belleza, es objeto de otro artículo sobre el tema.

COLÓN Y LA FUERZA DE SU PASIÓN - (2)

En 1.484 Colón presentó al reino de Portugal su empresa de ir a las Indias Orientales por Occidente. Juan II le escuchó atentamente y quedó ...