domingo, 5 de agosto de 2018

AMADEO I Y EL DESGOBIERNO

A mediados del siglo XIX, entre a ambición de poder, los desgobiernos y la mala leche, que nos legaron ya los celtas, estaba todo organizado para que el país se fuera yendo al carajo. Las desamortizaciones, que en principio la cosa sonaba bien en realidad solo valieron para los que era de la Iglesia, pasara a manos de ricos hacendados. Se reforzó el papel de la oligarquía y para colmo las propiedades que no interesaban, monasterios, conventos y otras haciendas se olvidaban, se abandonaban y así han llegado hasta nosotros. Hechas un asco muchas de ellas. Pero los campesinos vivían igual o peor, se crearon proletariados por causa de una mala industrialización en grandes núcleos urbanos, obreros mal pagados y hambrientos que rumiaban un justificado rencor. La reina ya sabemos lo que fue e hizo, elegante definición del papa Pio Nono: «Es puta, pero piadosa» De todas formas, el virus del ruido de sables ya estaba allí. Los generales protagonistas empezaron a participar activamente en política, y entre ellos destacaron tres, Espartero, O'Donnell y Narváez, los de las calles de Madrid. En 1848 la crisis económica era terrible y hubo pánico en la Bolsa de Madrid al conocerse la oleada revolucionaria de París, en marzo hubo intentos más o menos serios de revolución que fueron sofocados. La verdad que fue un fracaso. También el 7 de mayo cuando se sublevó el ejército en Madrid con ramificaciones en Sevilla, Barcelona y Valencia. Se disolvieron las Cortes, se detuvo a unos cuantos, consejos de guerra, conmutaciones y pelillos a la mar. En cambio en 1854 hubo un pronunciamiento liberal que desencadenó una disputa entre rebeldes y leales, sin muertos y sin victorias. Pero hubo un manifiesto, lo presentó la Unión Liberal que era un grupo político nacido en la época moderada, (la regencia de María Cristina). Proponían moralidad pública, (¡já!), desaparición de las camarillas en palacio, (otra vez ¡já!), y creación de Juntas en toda España. 


La reina se vio obligada a llamar al que fuera su regente, el General Esparteros, ya convertido en héroe nacional. Por otro lado Marruecos tocaba las pelotas. Las relaciones entre Marruecos y España siempre fueron tensas. Una partida de moros atacó la guarnición de Ceuta. Y basta que nos toquen el orgullo y un par de cosas para que se despertara el sentimiento patriótico popular. España recibió el apoyo de las cancillerías de Europa, y casi es esto lo que obligó a iniciar una guerra que fue declarada en octubre de 1859. Y aquí estimado amigo lector encontramos como en Cataluña y Las Vascongadas (se llamaban así), se crearon oficinas de reclutamiento voluntario en las que se alistaron un cuantioso número de carlistas de Navarra. Ese patriotismo no se veía desde la invasión napoleónica. En Barcelona se organizó un desfile para despedir a los voluntarios, con bendición del capellán de Monserrat y toda la pesca. La guerra de África fue algo corta, la dirigió O´Donnell, y en Castillejos el general Prim, que orientó a la toma de Tetuán como paso previo a las condiciones de negociación. Se firmó lo que se llamó el Tratado de Wad-Ras.
En otro orden de cosas en 1866 una fuerte crisis económica, con quiebras empresariales, restricción de créditos, caída de las bolsas, una desocupación laboral, malas cosechas, para colmo, y como no, la especulación y la corrupción, (¿te suena?), es decir los tres factores importantes, la economía, la política y la sociedad, crearon un escenario que produjo la desintegración del régimen isabelino. Un pronunciamiento militar en Cádiz en septiembre de 1868 fue el detonante de la revolución llamado “La Gloriosa”, y comienza aquí el sexenio revolucionario. El apoyo popular fue inmenso. La reina que veraneaba en Lequeitio, con el ambiente calentito que se respiraba, se piró a la francesa, como Pepe Botella, es decir sin saludar, y se marchó sin renunciar a la corona y sin abdicar. Por supuesto se fue dónde van todos los desesperados, a Francia. Se negaba a abdicar, la muy burra, hasta que dos años después, en junio de 1870 firmó su abdicación. Lo hizo en su hijo Alfonso, que tenía 13 añitos. Y en vez de guardar las composturas, nunca lo había hecho, se dedicó a criticar todo lo que se le ponía por delante y que le recordara a los políticos que le habían llevado a esa situación. A la vez que teníamos la revolución de 1868 en Cuba se iniciaron unas insurrecciones que desencadenarían la Guerra de los Diez Años. Un poema de situación. El gobierno provisional organizó el asunto. Las Cortes promulgaron una nueva Constitución, que establecía la monarquía como forma de gobierno y una serie de medidas de carácter liberal, pero no mucho. Por lo que las Cortes, al abdicar la reina ninfómana, (así la llamaban), establecieron una regencia al general Serrano y éste encargó a Prim formar gobierno. Su tarea era encontrar un príncipe adecuado para la corona de España y lo encontró en la persona de Amadeo de Saboya, que sería elegido rey en el mes de noviembre de 1870. Solo puede pasar en España que sea elegido un rey por votación en un parlamento. Pero así fue. Y como siempre hasta en eso España es diferente, y el rey no tuvo apoyos de casi nadie, ni de la derecha ni de la izquierda ni de su padre. Bueno de éste sí, porque era el padre, políticamente hablando, era Prim, un héroe catalán de la guerra de África, que fue asesinado en Madrid al mes siguiente, y con él desaparecía el principal apoyo del rey. Amadeo tuvo serias dificultades debido a la inestabilidad política española. Hubo seis ministerios en dos años que duró su reinado, e intentaron asesinarle el 19 de julio de 1872. El pobre rey enloquecía ante las complicaciones de la política española. «Ah, per Bacco, non capisco niente!», solía exclamar. En realidad Amadeo era un tio majo, liberal. . Pero claro. En la España de envidia y mala leche de toda la vida, eso no podía funcionar nunca. Y encima, a Prim, que lo trajo, se lo habían cargado de un trabucazo antes de que el rey tomara posesión. Así que, hasta las pelotas de nosotros, Amadeo hizo las maletas y nos mandó a tomar por saco. Dejando, en su abdicación, un exacto diagnóstico del paisaje: «Si al menos fueran extranjeros los enemigos de España, todavía. Pero no. Todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra, agravan y perpetúan los males de la Nación son españoles». Terminó hasta los pelos. Se marchó convencido de que los enemigos de España, eran los propios españoles. No estaba descaminado el hombre. Corto espacio estuvo en el trono. Tragedia de un hombre que fue llamado para ser rey de un país en el que ninguno de sus súbditos quiso concederle la menor oportunidad. El mismo día en que abdicó Amadeo I, el 11 de febrero de 1873, reunidos en la Asamblea Nacional, a pesar que la reunión no era constitucional, se declaró que la República era la forma de gobierno a partir de ese momento. La I República marcó, en su corta duración, la culminación de proceso revolucionario iniciado en 1868.

miércoles, 1 de agosto de 2018

MEJORAS REALIZADAS EN EL SIGLO XIX

La división definitiva de España en provincias se hizo, después de varios intentos en 1833 cuando los liberales estaban asentados en el poder. Se crearon 49 provincias al frente de las cuales se puso lo que actualmente son los Delegados del Gobierno. Paralelamente con la uniformidad administrativa y social surgieron los nacionalismos radicales y separatistas. Las Guerras Carlistas se convirtieron en defensa de los fueron tradicionales de Navarra y el País Vasco. Se promulgaron el Código Civil, el Código de Comercio y el Código Penal, que garantizaban que en todo el territorio nacional se aplicaran las mismas leyes para todos, por encima de las leyes tradicionales. La Hacienda Pública estaba en bancarrota, ya desde la época de después de Trafalgar, y la Guerra vino a empeorar la situación. Lo que llevó con el tiempo a la Desamortización de Mendizábal que abordó la desamortización eclesiástica en 1836 lo que significó un gran aumento en los recursos de la Hacienda, por la venta de los bienes de la Iglesia. Existía desde Carlos III el Banco de San Carlos, que aunque era privado se creó para conceder préstamos a la corona. Funcionó hasta 1820 en que se creó el Banco de San Fernando, que emitía billetes solo con valor en Madrid.

Banco Nacional de España 
 Pero no solo se fundó ese banco sino también el de Barcelona, Bilbao, Santander, Málaga, etc. todos tenían la capacidad de emitir billetes en su provincia. La segunda mitad del siglo XIX experimenta una lenta pero continuada recuperación. Siempre subordinada a la deuda ocasionada por las pérdidas de las colonias, la invasión francesa y las guerras carlistas. Una característica general del siglo es la baja productividad agrícola española. La población activa estaba en su mayoría dedicada al sector. La mayoría era de cultivo extensivo del cereal y constituía un modelo atrasado. La industria llegó a España de la mano de instituciones públicas y de capital extranjero. La burguesía nacional seguía anclada al pasado y no se sumó a la industria. Cataluña apostó por la industria textil algodonera ya que desde hacía tiempo contaba con telares mecánicos. Aunque el éxito industrial catalán fue importante, si lo comparamos con el francés o el inglés se ve la debilidad de la base industrial. Con la industrialización vino el incremento de la población y la emigración de las zonas agrarias a la ciudad. Esto hizo ampliar las ciudades que todavía seguían oprimidas por sus murallas. Madrid, Barcelona y Bilbao servían de ejemplo a otras ciudades. Se prefirió el ensanche de las ciudades, con sus grandes expropiaciones y derribos antes que añadir barrios que oprimirían aún más la ciudad. 

Congreso Nacional de los Diputados
 Evidentemente junto con la aparición de la industria al poco tiempo se inician los movimientos obreros. En 1855 aparece en Barcelona la primera huelga general en España. Le seguirán ocupaciones de fincas en Andalucía, se propaga el ideario anarquista que entró en contacto con las asociaciones obreras y círculos republicanos. Todo esto se incrementa con las crisis de 1851 al 1854 y después con la revolución de 1868. El carbón y la máquina de vapor liberaron la industria de la dependencia de la ubicación de las fuentes de energía. El ferrocarril y el barco se hicieron imprescindibles. Pero fue ya en el siglo XX, en que se comenzó a emplearse la electricidad cuando se consigue el verdadero desarrollo de la movilidad industrial. Primer Depósito del Canal de Isabel II

Fuente del primer depósito del Canal de Isabel II 
El abastecimiento de agua en Madrid siempre fue un problema desde que la corte se instaló en la ciudad. Se realizaba, durante siglos, por medio de pozos y fuentes, que ya resultaban insuficientes. Proyectar un canal de agua para el abastecimiento parecía una fantasía. Pero se iniciaron las obras en agosto de 1851 y se inauguraron siete años después. Se llamó, como hoy en día Canal de Isabel II. También llegó el telégrafo siendo en en 1857 cuando se disponía de una red básica a nivel nacional. La primera prueba del teléfono fue realizada en Mataró en 1877. La construcción de edificios siempre contó con la dificultad económica, inestabilidad política y voluntad partidaria de los gobiernos de turno. No obstante son de esta época el Congreso de los Diputados, de 1850. La Biblioteca Nacional obtuvo de las desamortizaciones unos 70.000 libros y esto hizo que la Biblioteca Pública del Palacio dejara ser propiedad de la corona y en 1896 se pudo inaugurar la actual biblioteca. El Teatro Real en cambio, fue promovido por la reina Isabel II. Se pudo inaugurar en 1850. El comercio dejó de ser local, para convertirse en nacional y exterior. Se importaban bienes de equipo y se exportaban alimentos. 

Biblioteca Nacional 
Se desarrolló la prensa de masas, con páginas de publicidad y artículos documentados. Hasta mediados del siglo el Estado controlaba la formación y lo planes de estudio de las universidades, convirtiendo así en instituciones cerradas sin apenas contacto con la sociedad y de bajo nivel científico. Hacia finales del siglo las críticas destacaron por parte de intelectuales de la época como Giner de los Ríos, Unamuno, etc. La tradicional moral de la Iglesia influía negativamente en el desarrollo de las ciencias como el darwinismo, la antropología, el positivismo, etc. la creación de la institución Libre de Enseñanza en la década de 1870, aunque limitada a las ciencias naturales, realizó no obstante algo de recuperación. Hubieron en el país cuatro epidemias de cólera, la última en 1885. el hambre estuvo presente en casi todo el siglo, con una mortalidad alta, infantil y en adultos.
Acueducto de Amaniel - Madrid 
Pero es de este siglo el nacimiento del Romanticismo. Una reacción frente a la tradición establecida. Los artistas románticos buscaron una huida de la realidad que les rodeaba dando rienda suelta a un ideal sublime.

martes, 31 de julio de 2018

1868 - REVOLUCIÓN "LA GLORIOSA" - CAE ISABEL II

Isabel II era una reina casi analfabeta. Militares ambiciosos metidos a políticos. Políticos corruptos. Jefes de gobierno sobornados por banqueros extranjeros. Farsas electorales. Votos comprados y si no, represión, o sea destierros al norte de África, Canarias o Filipinas. Mientras y de paso la oligarquía catalana se forró el riñón de oro con la industria textil. Las burguesías y las oligarquías vasca y catalana, igual que las de Murcia o de Cuenca, estaban integradas en la parte rentable de aquella España que, aunque renqueante, iba hacia la modernidad. Surgían ferrocarriles, minas y bancos, la clase alta terrateniente, financiera y especuladora cortaba el bacalao, la burguesía creciente daba el punto a las clases medias, y, esto era lo jodido, los obreros y campesinos analfabetos fueron manipulados y explotados a gusto por los caciques locales, quedándose fuera de toda fiesta pero entregando a sus hijos para guerras coloniales, para arar o para llevar un mísero sueldo a casa. Esto producía una mala leche muy justificada, que era frenada por la intervención policial y por jueces corruptos, por políticos demagogos. Nada nuevo bajo el sol. Esto hizo que sea tan evidente la inutilidad de una reina que lo único que hacía bien, por lo visto.... Bueno, la llamaban "La reina ninfómana". La gentuza instalada en las Cortes se había convertido en forajidos políticos. Se consiguió una farsa de administración y Justicia. Nadie escuchaba la voz de los desfavorecidos que a base de palos y demagogia iban a la guerra a veces cobrando para que no fuera el hijo del rico. Creciente conflictividad obrera, como la primera huelga general de nuestra historia, que se extendió por Cataluña ondeando banderas rojas con el lema Pan y trabajo, anuncio de lo que se venía. Las represiones en el campo y la ciudad fueron brutales, y si a eso le sumamos la injusticia que imperaba, hizo que, muchos se echaran al monte. La monarquía era un desastre, y los burgueses veían que esto se les estaba yendo de las manos. Isabel, sobraba desde hace rato, y bueno pues a grandes males grandes remedios Cualquier revolución importante necesita de tres aspectos que lo desencadenan. El político, el económico y el social. Cuando estos factores coinciden es probable el estallido revolucionario ya que la crisis económica provoca una crisis política y esto desemboca en una agitación social. Manifestación en la Puerta de Sol y entrada de los generales de la Gloriosa
En mayo de 1866 debido en parte al incremento de la especulación, al abuso del crédito y a la escasez de dinero real, una fuerte crisis económica, con quiebras de empresas, restricción de créditos y vertiginosa caída de la bolsa, arruinando a muchos ahorradores. produjo el crac bancario y trajo como consecuencia la falta de empleos y si añadimos malas cosechas de 1867 y 68, consideradas las peores del siglo, pues tenemos todas las condiciones dadas para un grave problema social. El gobierno se vio impotente y se ganó la desconfianza general al emitir un empréstito forzoso que obligaba a todos los contribuyentes y decretar una rebaja de sueldos de los funcionarios públicos civiles, pero no los militares. A su vez existía una falta de participación en la política de las clases medias y el empeoramiento de las condiciones de vida de las clases humildes. El almirante Topet en el puerto de Cádiz realiza un pronunciamiento militar que fue el detonant de la revolución, conocida como "La Gloriosa". Se marca el comienzo de un periodo febril llamado el "Sexenio Revolucionario" en el que s sucedieron vertiginosamente numerosas fórmulas de gobierno y que desembocarían en la restauración de la monarquía. En septiembre de 1868, en Cádiz, los generales Prim, Dulce, Serrano y Topete firmaron el bando de la proclama revolucionaria. El prsidente del gobierno Ramó M. Narváz y su primer ministro, González Bravo abandonaron a la reina, y gran parte del ejercito desertó para pasarse al bando revolucionario. Surgieron Juntas Provisionales Revolucionarias que excitaban al pueblo a la revuelta con consignas radicales. A todo esto, la reina Isabel II, que veraneaba en Lequeitio s marchó exiliada a Francia, pero no renunció a la corona. Apenas hubo sucesos violentos. Existía una confianza en la nueva situación. La Junta de Madrid nombró a Serrano para constituir un gobierno provisional. De entrada tuvo que enfrentarse con la insurrección cubana, que dio inicio a la "Guerra de los Diez Años". Pero al mismo tiempo se definió el propósito de mantener la monarquía como institución, sobre una base democrática, expresada en unas Cortes Constituyentes que debían ser elegidas por sufragio universal.
Se elaboró una Constitución en 1869 que establecía la monarquía dinástica y la base de la soberanía residiendo en el pueblo español. Es decir, s acababa con el absolutismo definitivamente y teníamos otra Constitución de caracter liberal. Quedaba el problema de la abdicación de la reina, que Cánovas se esforzaba en conseguir. Era el gran obstáculo para la dinastía borbónica en España y su renuncia resultaba imprescindible. Finalmente en 1870 firmó su testamento de abdicación en su hijo Alfonso. No obstante la reina se dedicó a criticar a los políticos que la llevaron a esa situación. Años después y con la monarquía asentada la reina fue a Madrid a ver a su hijo cuando éste se encontraba al borde de la muerte. Preguntó que ocurriría a continuación. Era una pregunta con deseo incorporado. Pero existía una heredera y la reina consorte estaba embarazada, por lo que la regencia y la sucesión al trono estaban garantizados.

viernes, 27 de julio de 2018

ISABEL II (2)

El reinado de Isabel II fue una precariedad política. Hubo de nombrar en total 32 Jefes de Gobierno. No obstante la etapa de Isabel fue fecunda en otros campos. Se construye el ferrocarril, cuya primera línea unía Mataró con Barcelona. El entramado del capitalismo se desarrolló, como por ejemplo con la Ley de Bolsa o la constitución de Bancos de emisión. Se concretó la regulación del orden público mediante la promulgación del Código Penal y la creación de la Guardia Civil. No obstante Isabel siempre fue ajena a todos estos cambios. Incapaz de comprendedlo, por su falta de preparación para tan alta responsabilidad. De la familia real podemos destacar a su sexto hijo, que sería el futuro Alfonso XII. Como decíamos, teníamos una reina casi analfabeta, caprichosa y aficionada a los fornidos palafreneros, unos militares ambiciosos metidos en políticos, unos políticos metidos hasta las orejas en la corrupción. Pronunciamientos militares y revolucioncitas parciales Narváez y O'Donnell, con el acuerdo de un tercero llamado Espartero, para inventarse dos partidos, liberal y moderado, que se fueran alternando en el poder; y así todos disfrutaron, por turnos. Aquella pandilla de sinvergüenzas se fue repartiendo España durante cierto tiempo. Jefes de gobierno sobornados por banqueros extranjeros. Farsas electorales. Votos comprados y si no hostia que te crió, es decir, represión, destierros al norte de África, Canarias o Filipinas, todavía quedaban colonias. Mientras y de paso la oligarquía catalana se forró el riñón de oro con la industria textil. Si había protestas obreras se la reprimía vía ejército y a otra cosa, que lo de ser español en Cataluña fue buen negocio en lo del trabajo sucio. Por su parte, las Provincias Vascongadas, que así se llamaban salvo alguna intentona carlista, estaban tranquilos. Sabino Arana con su eslogan de vascos buenos y españoles malvados, y la industrialización, sobre todo metalúrgica, todavía no había aparecido. A nadie se le ocurría hablar de independencia ni asesinar españolistas, con el cinismo de la burguesía. En otras palabras, la burguesía y la oligarquía vasca y catalana, igual que las de Murcia o de Cuenca, estaban integradas en la parte rentable de aquella España que, aunque renqueante, iba hacia la modernidad. Surgían ferrocarriles, minas y bancos, la clase alta terrateniente, financiera y especuladora cortaba el bacalao, la burguesía creciente daba el punto a las clases medias, y, esto era lo jodido, los obreros y campesinos analfabetos fueron manipulados y explotados a gusto por los caciques locales, quedándose fuera de toda fiesta pero entregando a sus hijos para guerras coloniales, para arar o para llevar un mísero sueldo a casa. Esto producía una mala leche muy justificada, que era frenada por la intervención policial y por jueces corruptos, por políticos demagogos. Mientras reinaba Isa.
Nada nuevo bajo el sol, como digo, políticos jueces, alcaldes, militares todos en el mismo saco de la degradación moral. Esto hizo que sea tan evidente la inutilidad de una reina que lo único que hacía bien, por lo visto, era follar y come soberbios cocidos en Casa Lardy . La gentuza instalada en las Cortes se había convertido en forajidos políticos. Se consiguió una farsa de administración y Justicia. Nadie escuchaba la voz de los desfavorecidos que a base de palos y demagogia iban a la guerra a veces cobrando para que no fuera el hijo del rico. Las campañas militares en que anduvo España, como la guerra del Pacífico, la intervención en México, en la Conchinchina y en Italia para ayudar al papa, eran para lamerle las botas a las grandes potencias que por interés nacional. Pero por debajo de toda aquella basura monárquica, política, financiera y castrense, algo estaba cambiando. El pueblo llano estaba hasta los escrotos de que le tomaran por el idiota útil. Las urnas no sirven para nada a un pueblo analfabeto. Y alguien lo pensó, la cultura es lo único que puede hacer que esto vaya cambiando. Algunos heroicos hombres y mujeres se empeñaron en crear mecanismos de educación popular. Escritura, lectura, ciencias aplicadas a las artes y la industria, emancipación de la mujer, empezaron a ser enseñados a obreros y campesinos en centros casi clandestinos. Ayudaron a eso el teatro, y la gran difusión que los libros y periódicos, novelas y publicaciones de todas clases, que a veces lograban torear a la censura. Se pusieron de moda los folletines por entregas publicados en periódicos, y la burguesía y el pueblo bajo que accedía a la lectura los acogieron con entusiasmo. Y así hubo estallidos revolucionarios serios, como el de 1854, resuelto con metralla. Creciente conflictividad obrera, como la primera huelga general de nuestra historia, que se extendió por Cataluña ondeando banderas rojas con el lema “Pan y trabajo”, anuncio de lo que se venía. Las represiones en el campo y la ciudad fueron brutales, y si a eso le sumamos la injusticia que imperaba, hizo que, muchos se echaran al monte a lo Sancho Gracia y dio lugar a la creación de la Guardia Civil. Policía militar para el medio rural utilizada para la represión. La monarquía era un desastre, y los burgueses veían que esto se les estaba yendo de las manos. Por lo que cuando el equipo pierde se cambia al entrenador y a ver qué pasa. Vamos a poner a otro para seguir nosotros. Isabel sobraba desde hace rato, y bueno pues a grandes males, grandes remedios. En 1868 se produjo la famosa revolución que se llamó “La Gloriosa” que puso las cosas muy difíciles a Isabelita, y aunque se revolvió como gato panza arriba, perjudicando todavía más al país, gobernó hasta 1870, cuando abdicó a favor de su hijo. Se fue a País, donde largó sapos y culebras por la boquita, todo lo que pudo, poniendo a parir al personal, Finalmente murió en París, el 9 de abril de 1904. Las cosas cambiaron después de su marcha, pero eso es otra historia.

COLÓN Y LA FUERZA DE SU PASIÓN - (2)

En 1.484 Colón presentó al reino de Portugal su empresa de ir a las Indias Orientales por Occidente. Juan II le escuchó atentamente y quedó ...