sábado, 31 de octubre de 2020

32.- REINOS CRISTIANOS- CASTILLA (2)

En 1217 Fernando III el Santo recibe de su madre Berenguela (en 1217) el reino de Castilla y de su padre Alfonso IX (en 1230) el de León. Y las Taifas y señoríos conquistados a los árabes, Córdoba Jaén Murcia y Sevilla. A partir de Fernando el Santo rey de Castilla y de León, se considera el nacimiento de la Corona de Castilla-León. Conquistó para la cristiandad el Reino de Jaén, el Reino de Córdoba, el Reino de Sevilla y Extremadura, obligando con ello a retroceder a los reinos musulmanes. Al finalizar el reinado de Fernando III, únicamente poseían en la Andalucía el Reino de Niebla, Tejada y el Reino de Granada, este último como feudo castellano. Su hijo, el futuro Alfonso X, el sabio, fue enviado por Fernando a la conquista del Reino de Murcia, venciendo a los moros, dejando la región como un señorío castellano, tras lo cual Alfonso conquistó las plazas de Mula y Cartagena. Le sucedió su hijo Alfonso X que fue titular de la Corona de Castilla y León entre 1252 y 1284. Había nacido en 1221. Fue un rey diferente, que sin abandonar su trabajo de gobernante y militar es muy reconocida su obra literaria y su trabajo en pos de la ciencia, historia y judicatura. Patrocinó y supervisó e incluso compuso y colaboró personalmente en diferentes trabajos, muchas veces acompañados por un amplio conjunto de intelectuales de amplia procedencia. Considerado como el fundador de la prosa castellana, en la que es posible datarse el hecho en su época de la adopción del castellano como lengua oficial.
-------- -------------ALFONSO X, El sabio----------- El Fuero real de Castilla en 1254, preparó la redacción de la que sería su gran obra, el “Código de las siete partidas”, seguramente de 1263, donde se recoge lo mejor del Derecho Romano para unirlo a las más vivas tradiciones de Castilla. Este código, de larga influencia en el ordenamiento castellano y español, supuso la recepción del derecho romano en Castilla y su incorporación por lo tanto a la corriente europea. En el terreno militar, la muerte de su padre había reanudado la ofensiva contra los musulmanes. Tomó Jerez, Medina-Sidonia, Lebrija, Niebla y Cádiz. Hay historiadores que aseguran que fue en el sitio de Niebla donde se utilizó la pólvora por primera vez con fines militares, (1262). A los reyes de Granada y Túnez que se habían sublevados les hizo frente. Sofocó la sublevación mudéjar de la Baja Andalucía con facilidad. En Murcia lo consiguió con la ayuda de Jaime I de Aragón, pero tuvo la consecuencia de la huida de los mudéjares andaluces, con el consiguiente despoblamiento de muchos territorios de la campiña del Guadalquivir. En 1275, murió su hijo primogénito el infante Fernando de la Cerda. El Rey Alfonso provocó un conflicto sucesorio. Muerto el heredero según el derecho castellano debía corresponderle a su segundo hijo la herencia, a Sancho, pero según el derecho romano les correspondía a los hijos de fallecido, es decir a Alfonso de la Cerda y luego en un intento posterior de hacer al infante Alfonso de la Cerda rey de Jaén provocó la rebeldía de Sancho, quien buscó apoyo en Aragón y Portugal (mientras que Francia apoyaba a los de la Cerda) y se hizo reconocer por unas Cortes reunidas en Valladolid, que depusieron a Alfonso X, en 1282. Quedó el viejo rey confinado en Sevilla. Sólo Sevilla, Murcia y Badajoz permanecieron fieles al viejo monarca. Alfonso maldijo a su hijo, a quien desheredó en su testamento, y ayudado por sus antiguos enemigos los benimerines empezó a recuperar su posición. Cuando cada vez más nobles y ciudades rebeldes iban abandonando la facción de Sancho, murió el rey en Sevilla, el 4 de abril de 1284. Sancho, a pesar de haber sido desheredado, fue coronado en Toledo el 30 de abril de 1284. Realmente la nobleza nunca vio con buenos ojos la política de su padre en su admiración por las culturas árabe y judía. Las luchas internas por alcanzar el poder fueron constantes al principio. Su hermano el infante don Juan se unió al señor de Vizcaya, y Sancho mató al de Vizcaya y encarceló a su hermano. Y también mandó matar a 400 seguidores del infante de la Cerda, (el hijo del hermano de Sancho), aunque lo perdonó al poco tiempo volvió a sublevarse apoyándose en los Benimerines, ocasionando el conflicto en la plaza de Tarifa, sitiando el lugar, pero fue defendida y los atacantes abandonaron el sitio. Sancho IV murió en 1295 y dejó como heredero a su hijo de nueve años, Fernando, sin terminar de resolver las disputas con los Infantes de la Cerda. Fernando IV de Castilla nació en 1285 y durante su minoría de edad, su crianza y la custodia de su persona fueron encomendadas a su madre María de Molina que ya viuda, era una mujer fuerte, procuró aplacar a la nobleza, e impidió en varias ocasiones que su hijo Fernando IV fuese destronado. La peste que, en forma de terrible epidemia, atacó al ejército de sus enemigos e invasores. Esto salvó a Fernando. La mayoría se retiró, y María de Molina triunfó. Entre 1301 y 1302 María de Molina perdió el control de su hijo. Se vio además desairada por su él, quien, influido sin duda por sus nuevos consejeros, le pidió cuentas de su tutoría en las Cortes de Medina del Campo. Fernando en 1309 prosiguió la lucha contra los musulmanes, fracasó en su intento de tomar Algeciras pero se apoderó de Gibraltar y más adelante en 1312 la ciudad jienense de Alcaudete. El Maestre de la Orden del Temple en el reino de Castilla y León, se dispuso a entregar a María de Molina las fortalezas de la Orden en el reino, más la reina no aceptó tomarlas sin el consentimiento de su hijo el rey. María de Molina estaba ya descansando de sus funciones cuando muere su hijo Fernando, dejando un heredero, el futuro Alfonso XI que había nacido en 1311.

martes, 27 de octubre de 2020

EDAD MEDIA EN ESPAÑA

Independientemente de que en otros países o culturas se barajen otras fechas o periodos de la historia, en nuestro país tenemos unos periodos históricos diferenciados unos de otros, que nos permiten establecer con cierta precisión las divisiones que se hacen entre Alta y Baja Edad Media. En el año 415 se realiza el pacto (Foedus), entre el emperador romano Honoria y el rey visigodo Walia. Éstos se asentaron en la Galia, al sur, y tras la derrota de la batalla de Vouillé en el 507 emigran a Hispania. En el año 476 cae definitivamente el Imperio Romano de Occidente, y por supuesto se inicia un nuevo periodo histórico. Así llegaron los visigodos. El pacto aquél establecía que recibían los germanos tierras para establecerse y por el contrario debían defender al Imperio de sus enemigos en esas tierras. Las “bagaudae”, guerreros asaltantes, y otros pueblos germánicos Léase suevos, alanos y vándalos. Los visigodos entraron en Hispania con intención de establecerse definitivamente, no como usurpadores ni invasores. Por lo que en la Península Ibérica, la Alta Edad Media, su inicio lo podemos establecer con la llegada de los visigodos, o con la caída de Roma. Las fechas son próximas. En el 456 es cuando entran las tropas visigodas en la península.
----------Alfonso X el sabio: Estatua delante de la Biblioteca Nacional en Madrid ---- Y este periodo en que los habitantes de la península, los hispano-romanos, son cristianos, y los visigodos arrianos, también católicos pero con diferencias, un siglo después abrazan la religión romana y aunque gobiernan la península con un solo rey, todavía quedaban los bizantinos que también son expulsados finalmente, este periodo viene a ser convulsionado por la invasión musulmana, de gran poder militar, que derrotan y desaparecen los visigodos. Pero aunque los musulmanes dominan casi todo el territorio al principio, sufren las embestidas de unos nuevos reinos cristianos que van naciendo con gran esfuerzo durante años, como herederos de los visigodos. Esta Alta Edad Media la podemos llevar hasta el siglo XIII. Para los musulmanes ya en el 1031 desaparece el califato de Córdoba apareciendo unos pequeños reinos, llamados Taifas, que han de luchar por su permanencia o ser vasallos de los reinos cristianos, que progresivamente van recuperando para la cristiandad los territorios. En el año 1212 son vencidos en la Batalla de Las Navas de Tolosa, por tres reinos cristianos, lo que marca indeleblemente el principio del fin de los musulmanes en la península. Para entonces el poder musulmán quedó reducido al reino de Granada que fue fundado en el 1238. Debemos recordar que los 200 años que median entre la toma de Tarifa (1292), y la caída de Granada,(1492), durante ese tiempo el reino Nazarí de Granada era tributario y vasallo de Castilla, por lo que enviaba representantes a las Cortes y pagaba anualmente una elevada suma en oro a Castilla. Los siglos XIV y XV se les ha considerado como el “otoño de la Edad Media”, en otras palabras, es la Baja Edad Media para España. El matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, marcará un punto de inflexión de consecuencias incalculables. En la península como dijo Menéndez Pelayo, era la época de los cinco reinos, Portugal, Granada, Aragón, Castilla y Navarra. La gran expansión territorial desarrollada en los siglos anteriores no se detendrá en los siglos posteriores. Las luchas entre los nobles y los reyes acarrearon no pocas guerras civiles, cambios dinásticos y el afianzamiento del centralismo real, a la vez que el fortalecimiento de la alta nobleza, estrechamente vinculada a la nobleza por los cargos y prebendas y hasta por parentescos. También ha habido hambrunas retroceso demográfico, epidemias y crisis de subsistencias, algo común también en el resto de Europa. A partir de mediados del siglo XV se inicia un proceso de recuperación, producto de una mayor estabilidad derivada de un manifiesto crecimiento económico. Podemos decir que la Baja Edad Media termina para España con la toma de Granada, último bastión musulmán, o con el Descubrimiento de América, es el mismo año. Esta gran epopeya marca en todo el planeta el inicio de la puesta en la modernidad a todo un enorme continente que se hallaba prácticamente, según zonas, en la Edad de Piedra. Cuando Isabel y Fernando toman Granada , el historiador presente, les recuerda el escrito firmado, el “Foedus”, aquel acuerdo en que Roma entrega Hispania a los visigodos para su defensa en el territorio, conjuntamente con la religión romana, por lo que los cristianos son herederos de aquellos visigodos y de los romanos. La Edad siguiente será la Edad Moderna. Pero eso es otra historia.

miércoles, 21 de octubre de 2020

31.- REINOS CRISTIANOS - CONDADOS CATALANES - Tercera parte

La batalla de Almenar se produjo en 1082 entre las tropas del rey Al-Mutamán de la Taifa de Zaragoza, comandadas por Rodrigo Díaz de Vivar, contra las tropas del rey de la Taifa de Lérida, que contó con el apoyo del rey de Aragón, Sancho Ramírez, el conde de Barcelona, Berenguer Ramón II y el conde de Cerdaña y Berga, Guillermo Ramón I. El resultado fue favorable al Cid Campeador, que hizo prisionero al conde de Barcelona. Luego lo liberó a cambio de un importante rescate. En el año 1096 el conde participó en la I Cruzada a Tierra Santa dejando a su sobrino Ramón Berenguer III. Éste supo consolidar y ampliar los límites del condado. Conquistó parte del condado de Ampurias y, al frente de una amplia coalición, emprendió también la conquista de Mallorca, narrada en el documento pisano llamado “Liber maiolichinus” (1117), en el que se llama a Ramón Berenguer III “Dux Catalanensis” y catalanicus heros, mientras que sus súbditos son denominados “Christicolas catalanenses”, en lo que se considera la referencia documental más antigua a Cataluña. Se trata de un libro sobre las luchas para liberar a los esclavos cristianos y vencer a los corsarios musulmanes que, con base en las Baleares, sembraban el terror por todo el Mediterráneo “desde Hispania hasta Grecia”. Sin embargo, el conde tuvo que abandonar sus conquistas ante el avance de las tropas almorávides en la península. Recibió asimismo mediante herencia los condados de Besalú y Cerdaña, formando progresivamente un espacio territorial muy similar al de la llamada Cataluña Vieja, además de avanzar hacia Lérida y repoblar territorios fronterizos como la ciudad de Tarragona, restaurándola efectivamente como sede episcopal. Éste se casó con la hija del Cid, María, y acudió en ayuda de Valencia en el 1099, ciudad que estaba gobernada por Jimena, viuda ya del Cid. Murió su esposa y se casó con la condesa Dulce, de forma que pudo ampliar sus dominios transpirenaicos al incorporar el condado de Provenza gracias a su matrimonio. Éste conde legó a su hijo, que sería Ramón Berenguer IV los condados de Vic, Barcelona, Gerona, Cerdaña y Besalú. Sería Ramón Berenguer IV el que se casara con Petronila, la heredera del rey de Aragón, Ramiro II. En noviembre de 1137, Ramiro ofreció a su hija (de un año), en matrimonio. La boda se celebró en Lérida en agosto de 1150. Ramiro II depositó en su yerno el gobierno del reino, pero no la dignidad real, firmando este al casarse como Conde de Barcelona y fue nombrado “Princeps de Aragón” que en la época significaba primus inter pares. Un documento del rey hacia el conde termina diciendo: “Tú, en cambio, convienes conmigo, en palabra de verdad, y pones tus manos entre mis manos, que no enajenes, ni hagas enajenar, este reino que te doy, durante la vida de los hijos de mi hija. [...] Y que durante toda mi vida me tengas como padre y señor. [...] Aunque te entregue el reino, sin embargo, no renuncio a mi dignidad”. Luego renunció al gobierno (aunque no a su título de 'Señor Mayor de la Casa de Aragón'). Petronila y Ramón Berrenguer IV ------------
Es esta cuestión muy discutida, pero existen documentos escritos por el rey. El papel de Ramón Berenguer IV a partir de los esponsales de 1137 fue el de administrador de la Casa de Aragón como regente y en la documentación se intituló “Princeps”, como dijimos, pero nunca rey. Fue Ramiro II quien siguió siendo “señor, padre y rey” como reza la documentación aducida. “Y yo predicho Ramiro sea rey, señor y padre en el citado reino y en todos tus condados mientras me plazca” (se refiere a los condados de Sobrarbe y Ribagorza) e “In tota vita mea teneas me sicut patrem et dominum” (en toda mi vi vida me tengas como padre y señor), y ostentando el título de Rey de Aragón hasta su muerte en 1157, con lo que Ramón Berenguer IV se integraba en la Casa de Aragón al ser pactadas sus capitulaciones matrimoniales de acuerdo a las instituciones jurídicas del derecho aragonés, y dando lugar, tras el reinado de Ramiro II, a que la reina fuera su hija Petronila, hasta que el 18 de junio de 1164 esta abdica en favor de Alfonso II, transcurridos dos años desde la muerte de su marido. En 1157 nacía en Huesca el primogénito de la pareja, llamado Alfonso. Tras la muerte de su esposo, Petronila abdicó en su hijo Alfonso II el Reino de Aragón y el condado de Barcelona. A partir de esto, se retiró y vivió privadamente el resto de su vida. El abuelo, Ramiro II, después de su muerte, cumplió su sueño de salvar la monarquía y además unir el Reino de Aragón con el Condado de Barcelona en un heredero suyo. Petronila y Ramón se habían casado conforme al derecho aragonés, es decir, en un tipo de matrimonio donde el marido se integraba a la casa principal como un miembro de pleno derecho. El acuerdo supuso, como dijimos, la unión del condado de Barcelona y del Reino de Aragón en la forma de lo que más adelante fue conocido como Corona de Aragón. En un contexto de alianzas medievales, la asociación de ambos territorios no fue, pues, el fruto de una fusión ni de una conquista, sino el resultado de una unión dinástica pactada entre la Casa de Aragón y la poseedora del condado de Barcelona. De hecho, originalmente los territorios que formaron la Corona mantuvieron por separado sus leyes, costumbres e instituciones. Así es que con el hijo de estos, Alfonso II, quedaron asentados Aragón y el condado bajo las cuatro barras de la monarquía aragonesa. Hay que aclarar que los términos Catalania y catalanenses no se encuentran escritos hasta 1117 en los Usatges de Barcelona, (condiciones de los usos y costumbres). Y la denominación Principado de Cataluña (Principatus Cathaloniae) no la encontramos escrita hasta 1350. Se trataba de una denominación jurídica, no exactamente un título de casa real. En esa época de la unión se hablaba del condado de Barcelona, que no abarcaba todo lo que hoy es Cataluña. El término jurídico se utiliza a partir del siglo XIV para nombrar al territorio bajo jurisdicción de las Cortes Catalanas, cuyo soberano era el conde de Barcelona, título que coincidió con el de soberano de la Corona de Aragón en Alfonso II y posteriormente de la Corona de España hasta los Decretos de Nueva Planta de 1707 promulgados en tiempos de Felipe V.

lunes, 19 de octubre de 2020

30.- REINOS CRISTIANOS - CONDADOS CATALANES - segunda parte

CATALUÑA - (Parte 2) El rey franco, Luis el tartamudo, repartió sus condados en el año 878 y los de Barcelona y Gerona correspondieron a Wifredo el Velloso, considerado el primer gobernante autónomo de la región, y que a su muerte dejará sus tierras a sus hijos: Urgel a Sunifredo; a su hijo Mirón II, Cerdaña y Besalú; y a sus hijos Borrell y Suñer, Barcelona y Gerona. Una vez conseguido el poder civil los condes se aplican a construir una Iglesia propia. En el año 888, crean un arzobispado en Urgel. El conde barcelonés Suñer I, (890- 950), firmó la paz con el califa Abderramán III a cambio de someterse a su autoridad. Su hijo y sucesor, Borrell II, renovó su relación de vasallaje. El conde Borrell II era un auténtico político, más que militar, y procuró unas buenas relaciones tanto con los francos como con el Califato Cordobés. En 970 viajó a Roma con el propósito de reorganizar la administración religiosa y restaurar el arzobispado de Tarragona. Pero con el califato de Córdoba, a la llegada de Hisham II (976-1009), y el ascenso de Almanzor, el famoso caudillo musulmán, sanguinario y ambicioso, las relaciones se rompieron. A pesar de los esfuerzos diplomáticos del conde de Barcelona, los condados no se libraron de Almanzor. El 5 de mayo de 985 un ejército partió de Córdoba. Almanzor avanzó a sangre y fuego hacia Barcelona. Los monasterios de Barcelona fueron incendiados, y sus habitantes asesinados. Al-Mansur (Almanzor) atacó y destruyó la ciudad haciendo muchos prisioneros que los trasladó a Córdoba exigiendo un fuerte rescate. La política de paz con el califato había fracasado. Fue necesario abandonar Tarragona y no volvió a ser ocupada hasta mucho después, en 1118. El conde Borrell II trató de retomar las relaciones con los reyes francos, pero el Imperio Carolingio estaba en una franca crisis. La dinastía de los Capetos defendió la corona franca de las revueltas internas y no atendió a las peticiones de Borrell. Esto hizo a que en el 987, cuando el rey Hugo Capeto exigió los pagos correspondientes a los vínculos, la respuesta de Borrell fue no responder nada absolutamente. Eso fue el último contacto entre los condes de la Marca Hispánica y los monarcas francos. Borrel negó obediencia y le siguieron los demás condes de la Marca, consiguiendo la independencia de los condados (posteriormente catalanes) de los reyes francos. A la muerte de Borrell II le sucede su hijo Ramón Borrell que repobló los territorios. Se abstuvo de jurar lealtad a los reyes francos aunque fue requerido para ello. Esto el nacionalismo lo interpreta como el comienzo de la independencia de hecho y se reconoce “de iure” en 1258 mediante la firma del Tratado de Corbeil con Jaime I de Aragón. Pero en realidad se trata de un acuerdo por el cual el rey de Francia renuncia a sus pretensiones sobre los condados catalanes y el rey de Aragón renuncia, por su parte, a sus pretensiones sobre parte del Languedoc, excepto Montpellier. Pero esto sucedió doscientos años después de la abstención de Borrell II a los francos. El siguiente conde de Barcelona es Berenguer Ramón I, nacido en 1005. Desde la muerte de su padre, en los condados de Barcelona, Gerona y Osona, gobernaba su viuda Ermesenda, y su hijo, Berenguer Ramón I (1017-1035). Se casó con la hija de Sancho García, conde de Castilla, con la que tuvo dos hijos. Fue un hombre de paz. Promulgó un decreto que liberaba a los propietarios de tierras de cualquier vinculación jurisdiccional que no fuera la del condado y los liberó de los impuestos. Le sucedió su hijo Ramón Berenguer I llamado el viejo, (1035-1076) y también “Hispaniae subjugator”, (Apoderador de España).
---------Almanzor, pintado por Zurbarán, y Hugo Capeto, quien negó ayuda a Borrell II. ------------- Legó a sus hijos más territorio reconquistado. Impuso el pago de parias, (tributos), a los reinos musulmanes de Zaragoza, Lérida y Tortosa con lo cual se enriqueció el condado y pudo formar un ejército. En 1068 sancionó un código regulando las relaciones y reafirmando la primacía del conde de Barcelona. Hemos de tener en cuenta que en el año 1017 estaba ya muy avanzada la guerra civil cordobesa que desmembró el califato de Córdoba en decenas de reinos de taifas y que provocó su caída en el 1031. Incluso ya existía un reino taifa independiente, el de Tortosa. Este reino dominaba prácticamente toda la actual provincia de Tarragona y continuaba hacia el sur, seguramente hasta Sagunto, donde lindaba con la taifa de Valencia. El resto de la zona andalusí de la actual Cataluña, con Lérida y Balaguer como centros más importantes, se integrará luego en la Taifa de Zaragoza aunque, en ese momento, pertenecía teóricamente al califato de Córdoba. Esa era la situación de la actual Cataluña hace 1000 años: un mosaico de condados de origen franco, aún lejos de estar unidos, que estaban tratando de expandirse hacia el sur aprovechando la debilidad del poder musulmán. A Berenguer Ramón I le sucedieron sus hijos Ramón Berenguer II y Berenguer Ramón II, (no confundir). El primero murió asesinado y su hermano fue acusado por lo que se le llamó “el fratricida”. Éste conde fue el que inició una campaña contra Zaragoza, aliado de Aragón, Navarra y los los reinos musulmanes de Lérida y Tortosa, y acabó fracasando en Almenar en el 1082. Lucharon las tropas del rey musulmán de la Taifa de Zaragoza al mando del Cid Díaz de Vivar, contra las tropas del rey de las Taifa de Lérida, apoyado por el rey de Aragón y el conde de Barcelona Berenguer Ramón II. El resultado fue favorable al Cid Campeador, que hizo prisionero al conde. Luego lo liberó a cambio de un importante rescate. Almanzor, pintado por Zurbarán, y Hugo Capeto, quien negó ayuda a Borrell II.

COLÓN Y LA FUERZA DE SU PASIÓN - (2)

En 1.484 Colón presentó al reino de Portugal su empresa de ir a las Indias Orientales por Occidente. Juan II le escuchó atentamente y quedó ...