miércoles, 4 de noviembre de 2020

36.- REINOS CRISTIANOS - CASTILLA (6)

Personalmente reconozco que mi admiración por Isabel, aparte de como reina y por sus hechos posteriores, viene dada por la claridad de ideas, su percepción de la realidad y su talento natural para entender asuntos tan intrincados como los vaivenes de una corte llena de ambiciones y vanidades, a una edad tan temprana, estamos en 1465, Isabel tenía solo catorce años, pero ya se percataba de los peligros que la rodeaban a ella y a su hermano Alfonso de dieciséis años.
Ambos pasaron de estar bajo la vigilancia de la reina Juana de Avis en la Corte, a estar en la protección dela marqués de Villena, Juan Pacheco, personaje intrigante y manipulador como pocos. Pero los hermanos estaban separados, Alfonso con el marqués y protegido por Gonzalo de Córdoba, (el que fuera el Gran Capitán), que estaba hacía algún tiempo en el mismo puesto pero custodiando a Isabel. Y por otro lado, Isabel abriría casa propia en Segovia, custodiada por Gonzalo Chacón, hombre honesto de la confianza de Isabel, y que también administraba sus ingresos y su seguridad, y acompañada por Beatriz de Bobadilla, hija del alcalde de Arévalo y la mejor amiga de Isabel, mujer once años mayor que ella, que se convirtió en su protectora durante los años de infancia que vivió en Arévalo, adonde la infanta llegó con su madre y su hermano Alfonso en 1454, tras la muerte de su padre. Esta mujer se casaría con Andrés de Cabrera, un converso de origen judío, que estaba emparentado con el rabino mayor de Castilla, recaudador de impuestos. Era un hombre de confianza de Isabel y de Gonzalo Chacón. Era tesorero de Segovia.
En esos días Isabel supo de la noticia de que a su hermano lo habían coronado como rey de Castilla una serie de nobles encabezados por Pacheco. (La Farsa de Ávila). Por lo tanto en Castilla había dos reyes, enemigos y hermanos de padre. Isabel ya entonces pensó que la propia vida de ser hermano corría peligro. Amenazaba el presagio de una guerra civil. El rey Enrique tenía sus partidarios. El más leal los nobles de la casa Mendoza. De esta forma es que estalla una guerra que terminará tres años después, en 1468 (Al morir el joven Alfonso por causas desconocidas). Pero Alfonso reinó incluso con el nombre de Alfonso XII durante tres años. Fue un títere en manos del marqués Pacheco y no fue seguido por muchos castellanos que seguían fieles a Enrique IV. Pero tuvo una corte con actividad cultural a la que acudían caballeros de renombre. Pasado el invierno de 1465 a 1466 era evidente que ambos bandos no estaban en condiciones de obtener la victoria. Mientras tanto, continuaba la guerra, y Pacheco sabedor que no podría asaltar la fortaleza de Segovia, ofreció al rey una propuesta de paz. Eliminaría a su rival (Alfonso) de la escena política. El rey debía alejar de la corte a los Mendoza y fundamentalmente a Beltrán de la Cueva y devolvería a él los cargos que había ostentado y a la vez ofrecería a Isabel para casarla con su hermano, Pedro Girón. Éste era un hombre bruto, ya maduro para Isabel, freire incapaz de cumplir sus votos de castidad por ser maestre de Calatrava, padre de bastardos, ambicioso y hombre violento. Enrique dio su consentimiento. Y también Alfonso. Isabel se encomendó a la protección de Dios, según la espiritualidad que le habían enseñado. En el viaje de vuelta Girón se sintió enfermo y sorpresivamente murió en abril de 1466. Sucesos como este fortalecieron a Isabel en la fe, ya que en su biografía encontramos más de uno. Isabel adoptó una actitud pasiva, tampoco podía hacer mucho.---------------- EL BAILE DE MOMOS ----------
La muerte de Pedro Girón detuvo toda negociación y prosiguió la guerra. En el mes de agosto de 1467 ambos bandos se enfrentaron en Olmedo, conocida como la Segunda Batalla de Olmedo. Realmente ninguno fue vencedor claro, pero Enrique no se atrevió a proclamar su victoria ante sus tropas, cosa que si hizo Alfonso aconsejado por su valedor, experto en asuntos militares. Se dice que en realidad en que combatió con la armadura de Alfonso fue Gonzalo de Córdoba, (el que sería El Gran Capitán), su protector, e indujo a Alfonso a declararse vencedor. Las cosas se complican y entra en el asunto el papa Paulo II como pacificador. Encarga las negociaciones a Antonio de Veneris, nuncio papal ante la corte de Enrique IV y embajador de este en Roma, con plenos poderes. Pronto sentenció que la legitimidad de la corona pertenecía a Enrique IV y las cosas debían volver a como estaban en 1464. Es decir que Alfonso volvería a ser infante, pero recordemos que había sido proclamado Príncipe de Asturias, es decir heredero a la corona, lo que desplazaba a la hija del rey, Juana. Mientras siguen las negociaciones, Pacheco pierde la batalla en Toledo. Con lo cual decide hacerse con Segovia, plaza muy difícil de tomar, tanto la ciudad como la fortaleza. Pero hábil y astuto consigue, como dijo, que las puertas se abran desde dentro, es decir que había sobornado a algunos hombres. Con lo cual entra en Segovia tomando la ciudad, no sin resistencia, pero con éxito. No lo consigue con el Alcázar defendido por Cabrera.
Recordemos que Isabel no vivía en palacio, sino en la ciudad y por lo tanto se convierte en rehén de Pacheco y del arzobispo Alfonso Carrillo, que era otro personaje de cuidado, muy poderoso y que también había participado en la Farsa de Ávila, contrario al rey. Lo único bueno para nuestra Isabel es que se reuniría con su hermano y ambos fueron ver a su madre. El pérfido marques Pacheco despidió a Beatriz y otras mujeres cercanas a Isabel, con lo cual ésta fue en busca de Carrillo, recién promovido a Duque de Alba, y le puso delante un papel para su firma, jurando por su honor que empeñaba su palabra de no consentir que se impusiese a ella un matrimonio mientras ella libremente no diera su voluntad. Poca garantía era un papel en tiempos tan revueltos, pero la palabra de un primado de España era algo muy serio. Aquí es donde los hermanos se reúnen con su madre y celebran el cumpleaños de Alfonso con, entre otras, una representación de “momos”, una pieza de baile y recitado, en la que participó la propia Isabel, con otras jóvenes, bailando y vestidas como hadas. El propio Jorge Manrique dio fe de la brillantez de la corte. Recordemos que en esos días al hermano de Isabel, Alfonso, lo habían proclamado rey de Castilla. Alfonso en agradecimiento le ofreció a su hermana el señorío de Medina del Campo, uno de los mandos de la voluntad de su padre. Así es como Medina entró a formar parte en marzo de 1468 de la vida de Isabel, para no desprenderse jamás de la villa, hasta el momento de su muerte. El alojamiento que buscó en la villa no fue el castillo de la Mota, como se cree, sino un palacio, edificio que no merece siquiera ese nombre, situado junto a la Iglesia de San Antolín. En el mes de julio de 1468 muere repentinamente Alfonso. La guerra por la corona había terminado. (Fotos del baile de Momos de la serie Isabel)

martes, 3 de noviembre de 2020

CORONA DE CASTILLA LEÓN -2-

En 1454 fallece el rey Juan II y le sucede su hijo Enrique IV que había nacido en 1425. Fue rey de Castilla desde 1454 hasta su muerte en 1474. Era hijo de Juan II y de su primera mujer, María de Aragón, y hermano por parte de padre de Isabel y de Alfonso, (hijos de la segunda mujer del rey). Entre los compañeros de su juventud se contaba Juan Pacheco, que sería su hombre de confianza. En 1440 se celebró el matrimonio del príncipe Enrique con la infanta Blanca de Navarra, hija de la reina Blanca I de Navarra y de Juan II de Aragón y Navarra. En mayo de 1453 se declaró nulo el matrimonio de Enrique y Blanca, atribuyéndose a una impotencia sexual de Enrique debida a un maleficio. Enrique alegó que había sido incapaz de consumar sexualmente el matrimonio, a pesar de haberlo intentado durante más de tres años, el periodo mínimo exigido por la Iglesia.
------ SEPULCRO DE JUAN II DE CASTILLA
 Posteriormente se alió con el reino de Portugal y se materializó en 1455 casándose en segundas nupcias con Juana de Portugal. La boda se celebró sin acta notarial ni una bula papal que autorizara la boda entre los contrayentes, ya que eran primos segundos En 1458, falleció el rey de Aragón, sucediéndole su hermano, el rey Juan II de Aragón y de Navarra, que era primo carnal del padre de Enrique IV, (Juan II de Castilla, coincidencia de nombre y numeral). Se formó una Liga nobiliaria en 1460, que planteó un control de los gastos, y la aceptación del medio hermano del rey, Alfonso de Castilla, como príncipe de Asturias. Enrique fue un rey conflictivo al que se le ha acusado de impotencia y homosexualidad, e incluso de forzar las relaciones de su esposa con otros hombres. Otros dicen que habría dejado embarazada a la reina, mediante inseminación artificial utilizando una cánula de oro. Gregorio Marañón realizó su Ensayo biológico sobre Enrique en 1930, que diagnosticó al rey de displasia. Vamos, que no era fértil. Pero volvamos atrás. En el pueblo de Madrigal de las Altas Torres, en Ávila, nació Isabel de Trastámara el 22 de abril de 1451. Más tarde, fue enviada a Arévalo junto a su madre, lejos de la corte y cerca de Medina del Campo. Isabel recibió una esmerada educación de acuerdo con lo que se esperaba que aprendiera una princesa del momento.

ENRIQUE IV DE CASTILLA 


El 25 de octubre de 1464 es designado el Príncipe don Alfonso, su hermano, como heredero del Reino de Castilla. El pueblo de Arévalo está asociado a la niñez de Isabel. Allí es donde se crea su vinculación con la orden franciscana y en especial con Hernando de Talavera. Isabel está condenada desde su primera juventud al cuidado de su madre (loca seguramente), y de su hermano que nunca maduró. Allí fue educada por los monjes en la pobreza y la oración. Nos situamos en un mundo muy lejano al nuestro, pero debemos de tratar de entender, sin juzgar, para comprender la vida y obra de esta mujer. Isabel iba creciendo y quienes la rodeaban insistían en presentarla como un chiquilla especialmente despierta. Fue importante su mentor, Gonzalo Chacón, al que le profesaría un gran afecto que duró toda la vida. En la corte, mientras tanto las cosas se iban complicando. En testamento, su padre, Juan II, había dejado en herencia al infante don Alfonso que fuese maestre de la orden de Santiago. Título muy importante durante siglos. Enrique IV por contra se la concedió a Beltrán de la Cueva, con la desaprobación de la nobleza. Comienzan los problemas. El rápido ascenso de Beltrán no es bien visto, sobre todo por el marqués de Villena, Juan Pacheco y Alfonso Carrillo, familiares y poderosos castellanos. Habían pasado seis años cuando la reina anuncia que está embarazada, lo que provoca gran alborozo en el rey y sospechas en otros. Así las cosas la reina Juana de Avis ve que la línea de sucesión a la corona está marcada por ese nacimiento, ya que desplaza a sus tíos, Alfonso e Isabel. Por lo que se decide llevar a la corte a ambos, por seguridad, se argumenta, hasta ver que se hará con ellos, pero separándolos de su madre que quedaría en Arévalo. Enrique, en otra torpeza nombra a Beltrán, conde de Ledesma, lo que hace pensar en que es un pago por los servicios prestados. No obstante hay que decir que no hay una documentación ni testigo con absoluta fidelidad por lo que se pueda asegurar que la recién nacida haya sido hija de Beltrán de la Cueva. La hija de Enrique IV obtuvo el reconocimiento de todos los nobles y eclesiásticos de sucesora por ser hija del rey y su esposa Juana, otorgándole el título de Princesa de Asturias, formalidad tradicional en Castilla que aún se conserva para quién es heredero a la corona. Pero Pacheco protestó por ello por escrito pero no explica por qué no tenía derecho la niña. Se puede decir que pensaba que le correspondía a Alfonso, por ser varón y por lo tanto no podía ser desplazado en la sucesión. O porque pensaba que no era hija legítima. Lo cierto es que el documento no fue exhibido en esas fechas, sino mucho después, como ya veremos. A pesar de todo Juan Pacheco la apadrinó en su bautizo, siendo las madrinas, su propia esposa y la infanta Isabel, que por entonces tenía once años. Las voluntades testamentarias del rey Juan II iban siendo burladas una a una. Cuellar que le correspondía a Isabel pasó a manos del de la Cueva. El señorío de Arévalo le fue despojado a su madre, la reina viuda, entregándose a Álvaro de Zúñiga, que iba a contraer matrimonio con una hija de Pacheco. Estos y otros muchos hechos que sufrió en carne y en su familia, las guardó Isabel en su memoria y en su mentalidad de que dado que el destino de las mujeres de esta clase social, estaban ligados a las uniones para enaltecerlas y no para destruirlas, en su caso esto sucedería de forma que ella misma tomaría la decisión que más conviniera, matrimonio político podría ser, pero con su voluntad, no sin ella. De 1462 a 1465 en la vida de Isabel, no sabemos cuál fue su reacción ante la sugerencias que circulaban sobre su posible matrimonio. En este sentido un tal Fernando, hijo de Juan II de Aragón, venía de perlas para curar viejas cuentas entre ambos reinos. Luego se habló del hermano de éste, Carlos, Príncipe de Viana, precisamente por lo contrario, era enemigo de su padre. Murió el Príncipe Carlos y se barajaron historias de traiciones y envenenamiento. Pero nada tenemos para confirmarlo.

lunes, 2 de noviembre de 2020

34.- REINOS CRISTIANOS - CASTILLA (4)

Marzo de 1369. Pedro I de Castilla muere en lucha contra su hermano de padre, Enrique de Trastámara, siendo así el último rey de la casa de Borgoña en Castilla, y comienza la casa de Trastámara. Por lo tanto le sucede Enrique II de Castilla. Este rey derrotó a Fernando I de Portugal en las Guerras Fernandinas, y al yerno del que fue su rival, Pedro I, es decir al marido de Constanza de Castilla, Juan de Gante, duque de Lancaster. Defendió los intereses del reino de León y Castilla y negó las cesiones de territorio concedidas a Aragón. Enrique II supo recompensar a los que en su momento le ayudaron, con la entrega de territorios, pero también defendió los intereses de León y Castilla. Realizó una devaluación de la moneda para pagar a las Compañías Blancas y a los mercenarios hizo que la confianza de la moneda castellana fuese devaluada en el resto de los reinos. Enrique II Estatua en el parque del Retiro en Madrid ------------
Tras la muerte de su hermano Tello incorporó el señoría de Vizcaya a Castilla. Protegió a los judíos dentro de sus reinos, que eran acosados por el pueblo y algunos nobles, transformó la administración. Convocó numerosas veces a las Cortes, señal de que no era un rey déspota. Fue favorable a Francia frente a Inglaterra. Falleció en mayo de 1379 y sucedido en el trono por su hijo Juan I de Castilla. Este rey nació en Aragón cuando su padre no era todavía rey. Tanto él como su padre, Enrique II, brindan ayuda a Francia enviando la escuadra castellana, destruyendo la escuadra inglesa en 1372 y saquea puertos ingleses llegando a amenazar Londres. Juan mantuvo amistad con Carlos III rey de Navarra, que estaba casado con su hermana Leonor, poniendo fin a los conflictos entre ambos reinos. Se casó en 1383 con Beatriz de Portugal hija del rey portugués, con unas condiciones hereditarias complejas pero muy abundantes. Si el rey portugués moría sin hijos, la corona pasaría a su hija Beatriz y a su esposo Juan I, aunque no mezclarían los reinos, y Leonor, la viuda del rey Fernando, Leonor, permanecería como regente y a cargo del gobierno de Portugal hasta que Beatriz tuviera un hijo que alcanzase catorce años, el cual asumiría el gobierno y título de rey de Portugal. Muere el rey portugués y se asume lo pactado quedando la corona de Portugal para Juan y Beatriz, reconocidos por el papa. Aunque una parte de la nobleza portuguesa no está de acuerdo con esto. Efectivamente hubo un levantamiento con muertes por varias provincias, haciendo que la regente, Leonor, huyera de Lisboa, recluta un ejército y pide ayuda a su yerno Juan I de Castilla. Éste obtuvo de Leonor la renuncia a la regencia y del gobierno en su favor, lo cual hizo que muchos caballeros y gobernadores de castillos se presentasen a jurar obediencia tanto a él como a su esposa Beatriz. Juan fracasó en Coímbra y en Lisboa. Pidió ayuda a Francia. Mientras tanto el maestro de Avis logró que Beatriz fue declarada ilegítima y se procedió a elegir y proclamar al maestre como Juan I de Portugal. Después de algunos fracasos la flota castellana regresó. La derrota era completa, y volvieron las aspiraciones de los descendiente de Pedro I, el cruel, su hija Constanza y su esposo Juan de Gante que se intitulaban reyes de Castilla desde 1372. En 1386, Portugal e Inglaterra habían establecido una alianza por El Tratado de Windsor y en julio desembarcaron en Galicia Juan de Gante, su esposa y la hija de ambos, Catalina de Lancaster, y establecieron la corte en Orense. Juan de Gante y Juan I de Castilla negociaron un acuerdo a espaldas del rey portugués, el Tratado de Bayona de 1388. Juan de Gante y su esposa renunciaban a los derechos sucesorios castellanos en favor del matrimonio de su hija Catalina con el primogénito de Juan I de Castilla, el futuro Enrique III, a quienes se les otorgó la condición de Príncipes de Asturias, territorio que les correspondía. Así es como queda instaurado para siempre el título de Príncipe de Asturias, que incluso en la actualidad le corresponde al heredero de la corona de España. Enrique, hijo de Juan I, fue el primer príncipe en poseer este título. Juan I de Castilla falleció en octubre de 1390 y asciende al trono Enrique III de Castilla, llamado “El Doliente”, que había nacido en Burgos siendo hijo del nombrado Juan I y de Leonor de Aragón, siendo rey desde 1390 hasta su muerte en 1406. JUAN I DE CASTILLA
Se hizo con los nobles pacificando la situación y restauró el poder que estaba en crisis, se deshizo de sus parientes próximos. Derogó privilegios de las Cortes e impulsó a los “Corregidores” en las ciudades y logró sanear la economía muy deteriorada. También protegió a los judíos en lo posible. La flota castellana consiguió victoria contra los ingleses. Derrotó a los piratas en Tetuán y comenzó la colonización de Canarias. Detuvo una invasión portuguesa en 1396 y firmó una tregua con Juan de Portugal en 1402. Después reanudó la campaña contra el reino nazarí de Granada alcanzando una importante victoria en 1406, pero no la pudo terminar porque le sobrevino la muerte. Fue previsor ya que había delegado una parte del poder en su hermano Fernando I de Aragón, quien a partir de entonces sería el regente de su hijo, menor de edad, el futuro Juan II de Castilla. Juan II de Castilla fue rey entre 1406 y 1454. Su primer matrimonio fue con María de Aragón, y de sus hijos solo sobrevivió Enrique, (el futuro rey Enrique IV). Su segundo matrimonio fue con Isabel de Portugal que era nieta de Juan I de Portugal de la casa de Avis. Con esta mujer Juan II tuvo dos hijos, Isabel y Alfonso. En 1420 sufrió el llamado “Golpe de Tordesillas”, que fue secuestrado por el infante Enrique de Aragón, pero es rescatado con la ayuda de Álvaro de Luna, un personaje que en 1410 había sido enviado a la corte donde se convirtió en paje del joven monarca Juan II de Castilla y León, de quien llegó a ser hombre de confianza. Fue nombrado Condestable, era realmente el valido del rey, y se planteó una guerra civil con los nobles, unos del bando de Aragón y otros de Castilla. Más adelante venció en la batalla de Olmedo, pero fue su declive pues por intrigas de unos y otros, sobre todo de la reina Juana de Avis inducida por su hombre de confianza, Gonzalo Chacón, que estuvo a las órdenes de Álvaro de Luna, y también el hijo primogénito, Enrique, entre todos consiguieron que el rey le retirase su confianza y acabase por condenarle a muerte, ejecutándose en 1453. Al año siguiente fallece el rey Juan II y le sucede su hijo Enrique IV que había nacido en 1425. Y dejamos Castilla aquí, para seguir con Aragón.

sábado, 31 de octubre de 2020

33.- REINOS CRISTIANOS - CASTILLA Tercera parte

Alfonso XI que había nacido en 1311. Es cuando comenzaron nuevamente las disputas por la regencia. La asumió su madre, que murió a los dos años y luego su abuela, María de Molina. Alfonso XI asumió el trono en 1325, obtuvo la victoria en la Batalla del Salado, contra los Benimerines en 1340 y conquistó el reino de Algeciras en 1344. Sofocó una revuelta que le hicieron Alfonso IV de Portugal y el noble Juan Manuel, pero perdió Gibraltar, que había conquistado su padre. Se alió con Francia en la Guerra de los Cien Años, y puso sitio a Gibraltar. Falleció durante el asedio víctima de la peste negra, que asolaba la región y muchas zonas de Europa, en marzo de 1350. En 1329 doña Leonor de Castilla, se casó con el rey Alfonso IV de Aragón. Se procuraba mejorar las relaciones de ambas coronas. Tuvieron dos hijos, Fernando y Juan. Por influencia de su esposa el rey de Aragón en 1333 donó a su hijo Fernando los señoríos y villas de Játiva, Alcira, Morvedre, Sagunto, Alicante, Morella, Castellón y Burriana, infringiendo las promesas hechas ante las Cortes. Esto fraccionaba el reino a lo que opusieron los valencianos y el heredero, Pedro, con lo cual los nobles se dividieron en dos bandos. Uno a favor de Leonor y otro a favor de Pedro. Pedro era hijo del primer matrimonio de su padre, y por tanto el heredero legal. Pero posteriormente los jurados de Valencia amonestaron al rey y finalmente cedió ya que esa donaciones eran contrarias a los fueros. Con lo cual aceptó la orden que su padre había dictado donde declaraba que el reino no sería dividido.
------------PINTURA DE ENRIQUE II DE CASTILLA -------------- Al morir Alfonso XI de Castilla, le sucede su hijo, el famoso Pedro I de Castilla, apodado por unos el Cruel y por otros el Justiciero. Al principio de su reinado hubo luchas entre facciones que se disputaban el trono la del rey Pedro, y su hermanastro, el conde Enrique de Trastamara, hijo también de Alfonso XI y de Leonor de Guzmán. A su vez, Pedro I de Castilla se encontraba en guerra contra Aragón, cuyo rey Pedro IV el Ceremonioso apoyaba a Enrique de Trastamara. Y por si fuera poco este conflicto era también un frente de la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, ya que a Pedro el Cruel le apoyaba Inglaterra y a Enrique de Trastamara le apoyaba Francia. Inglaterra y Francia enviaron ejércitos a Castilla para apoyar a sus respectivos candidatos. Aragón se jugaba la hegemonía en el Mediterráneo compitiendo con Génova, que a su vez tenía intereses comunes con Castilla. Las alianzas que obtuvieron en la contienda con Inglaterra, Francia y Marruecos, uno y otro, hizo que la nobleza enfrentada a Pedro I se envalentonara.
------- ESTATUA DE PEDRO I DE CASTILLA ------------- En 1357, Pedro entró en tierras de Aragón, y luego entró en Castilla en 1359. Enrique reunía en Francia a las Compañías Blancas (mercenarios franceses), al mando de Beltrán de Duguesclin. Pedro I venció en Nájera y años después en Valencia consiguiendo un pacto de paz con Pedro IV de Aragón. Pero no cumplió el pacto de paz y reinició la guerra. En 1360, viendo Enrique que aumentaban sus partidarios, no dudó del buen éxito de una invasión en Castilla. Renovando las hostilidades contra Aragón, en 1361 Pedro I ganó varias fortalezas. Ajustó la paz con Pedro IV de Aragón obligándose ambos reyes a restituirse los castillos y lugares conquistados. Pedro I de Castilla se apoderó en 1362 de varias plazas musulmanas. Este conflicto era, pues, al mismo tiempo guerra civil en Castilla por el dominio de España entre Castilla y Aragón y un campo de batalla de la Guerra de los Cien Años. En este contexto, en un determinado momento del conflicto, en 1366-1367, el rey Pedro el Cruel, que había perdido el dominio de la mayor parte de Castilla. Pidió ayuda a Eduardo, príncipe de Gales, heredero de Inglaterra (llamado “el príncipe negro”) y a cambio prometió entregarle el Señorío de Vizcaya, incluyendo la villa de Castro Urdiales. Al principio pareció que esta alianza funcionaba. El ejército castellano-francés de Enrique fue derrotado por fuerzas inglesas en la batalla de Nájera,(abril de 1367). Pedro recuperó el trono castellano y el príncipe inglés pidió su recompensa. Pero entonces el rey Pedro le dijo que muy pronto todos los castillos y villas de Vizcaya le reconocerían como soberano pero en privado envió cartas a los caballeros de Vizcaya para que no reconocieran al inglés. La decisión quedó en manos de los linajes señoriales de Vizcaya. Si éstos hubiesen pensado que Vizcaya estaba oprimida por las armas por Castilla y no se hubiesen sentido castellanos tenían una oportunidad de oro para separarse de Castilla y de España para siempre. Pero hicieron todo lo contrario. Como indica el célebre historiador vizcaíno del siglo XIX Labayru, los caballeros vascos les dijeron claramente a los enviados ingleses que “Vizcaya nunca aceptaría como Señor a un príncipe extranjero”. El famoso cronista contemporáneo y futuro Canciller de Castilla, el alavés Pedro López de Ayala afirma en su célebre “Crónica sobre este periodo de la historia de España: “el príncipe de Gales no ovo la tierra de Vizcaya por cuanto los naturales de la tierra sabían non placía al rey fuese aquella tierra del príncipe”. Es decir, los vizcaínos optaron por la lealtad a Castilla. Quedó bien clara de nuevo la hispanidad vasca y vizcaína, quienes, junto a alaveses y guipuzcoanos llenarían las filas del ejército castellano del rey Enrique unos años más tarde en la guerra contra Navarra. Además la muerte del último señor de Vizcaya, don Tello, vasallo del rey de Castilla, propiciaría la unión definitiva entre Vizcaya y la Corona de Castilla, en 1369. Los reyes de Castilla (y luego de España) pasarían a ser señores perpetuos de Vizcaya. Así pues, si los linajes de Vizcaya lo hubiesen querido, Vizcaya se hubiera unido a Inglaterra en 1367 y quién sabe si hoy Vizcaya sería todavía británica. Por lo tanto, decepcionado, el príncipe de Gales abandonó España con sus tropas Esto facilitó las cosas a Enrique. La guerra civil se extendió de nuevo por toda la corona de Castilla. Pedro pidió ayuda de los moros de Granada y se defendió en Andalucía. En el camino halló a su hermano Enrique, a quien acompañaban Beltrán Duguesclín y sus Compañías Blancas, (los mercenarios franceses), y trabaron combate cerca del castillo de Montiel, llamado de la estrella. Pero sus tropas fueron derrotadas, entonces Pedro se encerró en la fortaleza. Y durante un intento de fuga, donde fue engañado por Bertrand du Guesclin, el Rey de Castilla acabó frente a la tienda de Enrique. Los hermanos iniciaron una lucha personal a espadas y habiendo desarmado Pedro a Enrique, Bertrand du Guesclin intervino sujetando al Rey Pedro por la pierna y haciéndolo girar, momento que aprovechó el Enrique para asestarle una estocada mortal. Con la muerte de Pedro I (1369) terminó el reinado de la Casa de Borgoña en Castilla.

COLÓN Y LA FUERZA DE SU PASIÓN - (2)

En 1.484 Colón presentó al reino de Portugal su empresa de ir a las Indias Orientales por Occidente. Juan II le escuchó atentamente y quedó ...