viernes, 29 de septiembre de 2023

LA VIDA EN UN CASTILLO MEDIEVAL

Los castillos, por lo general, estaban situados en un alto, dominando el pueblo y la comarca. Estaban situados cerca de una villa, en lo alto de una colina. Otras veces en un peñasco de difícil acceso. Los llamados castillos roqueros.



Cuando había un ataque enemigo la gente abandonaba las casas y se refugiaba en el castillo. Allí vivía el asedio aglomerada en la plaza de armas, los hombres ayudando en la defensa y las mujeres recluidas en los sótanos junto con los viejos y los niños, como lugar más seguro, pero aterrados testigos por lo ruidos de la batalla, las quejas de los heridos, etc. Solo al final, con el triunfo o la derrota abandonaban la población el castillo. Ya sabían que sus casas habrían sido quemadas y sus huertas arrasadas, sus animales muertos y lo habrían perdido todo. Pero al menos salvaban la vida y podrían volver a empezar. La nobleza era poseedora de una porción de tierra concedida por el rey donde se contaba con servidumbre propia (los vasallos), y eran éstos señores feudales los que levantaban los castillos donde sus vasallos cultivaban la tierra y criaban animales. También estaba presente el clero, que establecía las reglas del lugar en función de la religión católica. En la Península Ibérica, algunos castillos pasaban a pertenecer a los musulmanes o cristianos de forma alternativa en sucesivas ocasiones según las circunstancias. Fundamentalmente durante la Reconquista, no siendo sólo entre musulmanes y cristianos, sino entre los propios reinos de taifas musulmanes entre sí y entre los propios reinos cristianos entre sí. Entre las dependencias de los castillos cristianos existían, la capilla, lugar sagrado del interior del castillo, un salón principal, donde la nobleza ofrecía sus banquetes en eventos especiales a sus invitados, los patios de armas, donde además de la preparación militar se celebraban las festividades populares.

La torre del homenaje era la construcción más característica y dominaba todo el conjunto. Servía como residencia del señor, ya fuera rey o noble. Tenía la posición más protegida, de forma que si en un ataque caían el resto de las defensas, esta torre proporcionase un último refugio. El tamaño de la cocina era equivalente a su importancia en la zona. Además de una cocina, era frecuente que contaran con una panadería propia y también se situaba una cervecería, bebida importante en el medioevo. Uno de los problemas más grandes era el frío. Como inicialmente los castillos se construyeron de piedra, eran terriblemente gélidos. Eran oscuros, pues las ventanas se hacían pequeñas por seguridad. Las paredes estaban cubiertas de tapices y los suelos aún en las residencias regias era simplemente paja, recurriendo a braseros hasta la invención hacia el siglo XIII de las chimeneas murales de alfombras, que protegían del frío y contribuían a aumentar la imagen de prestigio y poder. Cuando llegaba la noche se recurría a los candelabros, las lámparas, las velas y las lucernas para iluminar en la oscuridad. Siglos después se extendió el uso de las chimeneas. La alimentación era a base de carne, jabalí, pavo, cisne y el cerdo. Acompañaban la carne con una diversidad de piezas de pan y empleaban las manos. También era común consumir vegetales frescos. El uso de las especias, para potenciar el sabor o disimular los alimentos de dudosa frescura, fue un recurso muy utilizado. Los utensilios básicos eran los platos de madera, cerámica o metal, también las cucharas y cuchillos de metal, y por último los vasos y copas de oro, plata, bronce o cristal. Había aguamaniles para limpiar las manos. El agua se servía en puntos específicos del castillo. Generalmente se colocaba una cisterna en algún punto elevado con conexiones que llevaban el líquido hasta lugares más bajos. CASTILLO DE LOARRE 
También contaban con pozos desde donde se extraía el agua del subsuelo. El baño representaba una de las mayores dificultades a la hora de vivir en un castillo. A las gentes no les preocupaban sus desechos, y la verdad es que no les importaron durante mucho tiempo. Solían hacer sus necesidades en pozos que daban a lado exterior del castillo o en el foso que lo circundaba. Como el agua se estancaba, el hedor era espantoso. La mayoría de los castillos no contaban con calabozos para mantener prisioneros. Luego se fue pensando que podría resultar “interesante” para un señor feudal mantener prisioneros en su propiedad. Lógicamente los caballos eran el medio de transporte más veloz en aquellos tiempos así como un medio de comunicación, además resultaban imprescindibles en batalla. Por esto, cada señor feudal que se respetara requería de un número elevado de estos animales y de un lugar propio para su crianza. Los famosos fosos de agua, en realidad eran pocos los castillos que contaban con un foso natural, por lo que se hacía necesario construir uno de forma artificial. En estos casos, como el agua se estancaba y los desperdicios se vertían al agua, ésta se pudría. Pero en los castillos en que había que subir una empinada colina, no tenían foso. Las torres redondas eran mucho más seguras que las cuadradas. Al levantarse por encima de la muralla ofrecían una visión amplia de la región y zonas ideales de disparo para los arqueros. La mayoría de los castillos contaba con portones muy elaborados, con varias puertas y, a veces, con el famoso puente levadizo. En la Península Ibérica se edificaron alrededor de unos 6.000 castillos, tanto musulmanes como cristianos, de los cuales España mantiene, algunos bien, otros en ruinas y muchos a medias, unos 3.000 en total. El paso del tiempo ha causado que algunos prácticamente hayan desaparecido, aunque otros han podido vencer el trascurrir de los siglos, superando guerras, abandonos y expolios. Los castillos no eran solo fortalezas, sino que podían realizar tareas de centros administrativos de la región que controlaban, siendo donde se recaudaban las rentas, se impartía justicia, se ejecutaba las sentencias, etc. La piedra era el material con el que estaban realizadas la mayor parte de las estructuras, aunque algunas de estas dependencias empleaban además la madera, el ladrillo o el adobe. Los reyes se caracterizaban porque no vivían en un lugar fijo y de hecho no solían estar en un sitio más de unas pocas semanas. Se trasladaban constantemente de castillo en castillo, con una extensa corte que podía ser de cientos de personas. Iban junto a muebles, vestidos, tapices, etc. CASTILLO DE MANZANARES EL REAL 
Los castillos o fortalezas eran muy difícil de tomar. Una de las pocas formas de poderlo conseguir era mediante un asedio a través del que se creaba un cerco que impedía salir a sus moradores. Pero era una tarea muy ardua ya que los asedios se planificaban para durar meses o incluso años. Se creaba un campamento en su entorno, atacando y esperando que se rindiesen al quedarse sin alimentos ni agua con los que resistir. La rendición quizá podía pactarse a conveniencia de ambos bandos o en caso contrario unos debían seguir atacando, que también era complicado y muy costoso y otros seguir resistiendo por si llegaba ayuda o el enemigo abandonaba. Muchas veces el sitiador conseguía entrar y arrasaba absolutamente todo, normalmente sin hacer prisioneros. También se excavaban túneles hasta llegar bajo las murallas, en los que se acumulaban maderas para incendiar y debilitar la consistencia de estas. Los ataques con arietes para derribar la puerta principal. La invasión mediante escalas, las torres de asalto para llegar a lo alto de las murallas. Además de envenenar las aguas, arrojar al interior restos humanos y animales contaminados con enfermedades o restos descuartizados de prisioneros. Con frecuencia había un pasadizo secreto de huida. Las murallas, junto a las defensas naturales en caso de que las hubiese, rodeaban todo el recinto. En la parte superior de las murallas estaba el adarve, una zona transitable y resguardada por almenas. Las murallas, que solían estar rematadas por almenas, eran muy anchas y altas para soportar los impactos de la artillería. Estos gruesos muros podían tener cierta inclinación; eran los taludes, que ofrecían mayor resistencia a los proyectiles. A lo largo de las murallas y torres había pocos vanos al exterior, siendo en forma de saeteras y troneras desde las que se podían disparar flechas y demás proyectiles. Otro elemento de defensa en los muros eran los matacanes, que consistían en balcones o espacios salientes desde donde se arrojaban materiales como piedras y brea, arena calentada al fuego o bien mezclas incendiarias a base principalmente de cal viva, azufre, brea o aceite de roca. Los señores empleaban gran cantidad de tiempo en cacerías en los bosques cercanos. Había también juegos de torneos y justas, que solían llevarse a cabo fuera del castillo, en los que los participantes simulaban que estaban luchando. Los castillos comenzaron a perder su importancia militar con la llegada del uso de la pólvora. Al principio los cañones eran complicados de manejar y de poca efectividad, pero fueron mejorando y debilitando la resistencia de los castillos. Éstos fueron transformándose en construcciones palaciegas para reyes y nobles. Por este motivo muchos reyes fueron destruyendo algunos castillos, ya que la nobleza llegó a obtener mucho poder en las comarcas, debilitando las decisiones reales.

miércoles, 27 de septiembre de 2023

EL ARTE ROMÁNICO ESPAÑOL

El arte románico en Europa fue una manifestación del cristianismo de la Edad Media. Fue un arte religioso que reflejó la sociedad medieval, que a la vez era guerrera y cristiana. Romana, prerromana, bizantina, germánica y árabe. No era solo de una región sino que paulatina y simultáneamente se fue introduciendo en las diferentes regiones de Europa, con las características propias. La prosperidad y la renovación inspiraron gran cantidad de obras, iglesias y catedrales. 

Las órdenes religiosas como la del Cluny y la del Cister construyeron monasterios y el Camino de Santiago aportó influencia en la religión y en la arquitectura. Se edificaron con la aportación también de los aldeanos con dinero y trabajo. Artesanos y arquitectos especialistas, picapedreros, etc. El Arte Románico penetró en España en el siglo XI por los Pirineos y se extendió por el norte del país a través del Camino de Santiago. Este estilo artístico tiene unas características comunes en Europa, aunque en España mantiene un cierta personalidad propia. Fue influida en la península por las tradiciones culturales y lógicamente el arte andalusí. Gran parte de sus construcciones las encontramos en los cascos antiguos de las ciudades, haciendo ver el lugar con el atractivo medieval. La Ruta del Románico en el valle de Boí, entre El Pont de Suert y Taüll, en los Pirineos de Lérida conserva un grupo de templos de los siglos XI y XII, que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Entre ellos destacan las iglesias de San Clemente y la de Santa María de Taüll. Hay que destacar la Catedral de San Pedro de Jaca, el castillo de Loarre, la fortaleza mejor conservada de Europa. En Castilla y León se encuentra Santo Domingo de Silos, en Burgos, con su monasterio benedictino, cuyo claustro está considerado una de las obras maestras del románico español.

CASTILLO DE LOARRE 
En la Ruta del Románico Palentino, se reúne la mayor concentración de iglesias y ermitas románicas de toda Europa. Frómista alberga la iglesia de San Martín de Tours una de las cumbres del románico en España y Europa, Carrión de los Condes, villa muy importante en su tiempo. Zamora está considerada la capital del románico ya que conserva el mayor conjunto de construcciones de este estilo de toda España. En Asturias la Ruta del Románico cerca de Oviedo podemos admirar obras prerrománicas como Santa María del Naranco. Galicia, con su Catedral de Santiago de Compostela al frente, está repleta de monumentos y edificios de un gran valor, que destacan por su calidad artística. El Pórtico de la Gloria, de la Catedral es la obra cumbre de la escultura románica. España es el tercer país del mundo con mayor cantidad de bienes declarados Patrimonios de la Humanidad. El turismo cultural ha hecho que nos visiten cerca de 8 millones de personas por motivos culturales, a los que hay que agregar unos 13 millones del turismo interior

LA CATEDRAL DE JACA 
El origen de la catedral y su relación íntima con la villa de Jaca debe situarse en ese mundo de las peregrinaciones jacobeas, tremendamente rico en flujos e intercambios de personas, productos e ideas, y en un preciso momento histórico en el que los reinos cristianos hispanos luchaban contra el invasor musulmán y avanzaban lentamente desde la montaña hacia el valle dejando a su paso testimonios de la fe restablecida. Así, conquistada Jaca a comienzos del siglo X, inmediatamente se amuralla y se organiza su vida religiosa mediante la fundación de un viejo monasterio puesto bajo la advocación de San Pedro (llamado luego el Viejo, para diferenciarlo de la propia catedral, que recibió el mismo nombre).

IGLESIA DE SAN MARTÍN DE TOURS es un templo iglesia católica construido en el siglo XI en Frómista, en la provincia de Palencia, España, que está situado en el Camino de Santiago. Iglesia de San Martín de Tours pertenece al estilo románico y está considerado como uno de los principales prototipos de románico en Europa. Construida en la segunda mitad del siglo XI por orden de doña Mayor de Castilla, como parte de un Monasterio de San Martín. l arte asturiano se manifiesta principalmente en la arquitectura y recoge pocos elementos de tradición visigoda, pero con aportaciones del Bajo Imperio Romano e influencias carolingias, así como artes aplicadas de tinte oriental bizantino. Se extiende principalmente durante los siglos IX y X; es un arte que se da básicamente en el reino de Asturias, de ahí su nombre, y destaca también por la ausencia de cualquier influencia musulmana.

SANTA MARIA DEL NARANCO Mandado construir por el rey Ramiro I de Asturias (842-850) en las faldas del Monte Naranco como edificio palatino. Muy cerca también manda construir la Iglesia de San Miguel de Lillo. Ambas construcciones formarían parte de un amplio complejo palatino de este rey, como lugar de descanso y recreo, no como sede permanente de la corte. Características de Santa María del Naranco es el uso de la bóveda de cañón, los contrafuertes y la utilización de arcos fajones para la sujeción de las bóvedas. Aunque es una edificación en su origen palatino, el factor religioso impregna toda la construcción. Destaca también por el uso de columnas con el fuste sogueado típico del arte asturiano, y la utilización de medallones y fajas como elementos decorativos.

CATEDRAL DE SANTIAGO La construcción de un sitio destinado a rendir culto a los restos del apóstol Santiago, tiene sus raíces en torno al siglo II, en un mausoleo pagano de Compostela (Campo de Estrellas) que contenía los restos de dos mártires cristianos. Este edificio sepulcral, despertó el interés del obispo Teodomiro, quien en torno a 829, identificó los restos como pertenecientes al apóstol Santiago y a dos de sus discípulos, Atanasio y Teodoro. Durante un tiempo, por decisión del papa Nicolás I, la iglesia sirvió de concatedral junto a la de Iria Flavia, pero fue el 5 de diciembre de 1095 cuando por fin los fieles pudieron conocerla como la gran catedral de Santiago. Siguiendo el patrón de la época, una cruz latina con tres naves en cada uno de los brazos sirvió de estructura a la planta. La obra culminó el Románico, pero como siguieron produciéndose reformas y construcciones, quedó abierta a los estilos que traían los nuevos tiempos. La construcción de la Catedral comenzó en torno a 1075, promovida por el obispo Diego Peláez. Tras derruir una parte de las antiguas construcciones, el sepulcro pasó a figurar en el presbiterio y más tarde, bajo el auspicio de Diego Gelmírez, el cual impulsó las obras del primitivo claustro, los trabajos se mantuvieron de forma intermitente, hasta quedar completada en 1105.

IGLESIA DE SAN CLEMENTE DE TAHULL Situada en el Valle de Bohí, en Lérida. Fue consagrada el 10 de diciembre de 1125 según consta en una inscripción hallada en una columna que se conserva en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. De planta de tres naves, techumbre de madera. Decoración lombarda del exterior que denota la inspiración de Mantua y Verona

lunes, 25 de septiembre de 2023

FERNANDO VI - UN REY PACÍFICO

Felipe V, en enero de 1724 abdicó en su hijo Luis, casado con Isabel de Orleans, pero enfermó y murió ocho meses después. El sucesor debería haber sido su hijo Fernando, pero para algo estaba la Farnesio, la reina  consorte de Felipe, la gran manipuladora del momento, que impidió y consiguió que el propio rey volviera a gobernar. De esta manera Fernando pasó a ser Príncipe de Asturias (heredero a la corona). Ventidós años estuvo en esa situación, en que la reina era la que marcaba el paso de todos los movimientos de la corte y Fernando y su esposa, Bárbara de Braganza, vivieron en una jaula de oro, aislados y con pocas visitas. Los príncipes no podrían recibir a otros embajadores que los de Francia y Portugal. A todo esto la salud mental del rey Felipe V iba deteriorándose rápidamente. Hasta que el 9 de julio de 1746 murió el rey. Una semana tardó Fernando en ordenar a su madrastra, mala como la de Blancanieves a que debía abandonar el palacio real y se marchara junto con sus hijos. Más adelante fue desterrada de Madrid y enviada al palacio de La Granja de San Ildefonso, no sin la protesta de ella, tratando de enmendar sus decisiones, a lo que el rey respondió “Lo que yo determino en mis reinos no admite consulta de nadie antes de ser ejecutado y obedecido”


Cuando Fernando VI llegó al trono, España se encontraba en la Guerra de Sucesión Austriaca, que terminó con la Paz de Aquisgrán en1748. Fernando deseaba una reforma completa del estado de cosas y su meta era una neutralidad manifiesta en Europa. Las reformas debían de empezar de inmediato y contó con hombres de talla para realizarlas. Fernando VI “Paz con todos, guerra con ninguno”. Ese fue el lema que empleó el rey para definir su pensamiento. El reinado, desde 1746 hasta 1759 tuvo como propiedad todo alejamiento bélico, y ese pacifismo activo fue especialmente importante para revitalizar la Hacienda Pública y completar el proceso modernizador de la administración del Estado Para esta tarea contó con importantes hombres, magníficos ministros que estudiaban los proyectos y los sometían a la aprobación del rey, que luego se encargarían de mandar ejecutar. 

Destacó José de Carvajal, uno de los mejores conocedores de la política europea de mediados del siglo XVIII. A su lado trabajó también Zenón de Somodevilla, más conocido por el Marques de la Ensenada, persona dinámica, creador del catastro y negociador del Concordato con la Santa Sede en 1753. Mediante este pacto se limitó las cantidades de dinero que se enviaban a Roma, al mismo tiempo que se reforzó el patronato regio, lo que permitió al rey ser el que designaba a la mayoría de las figuras del clero. Mediante la ordenanza del 2 de julio de 1751 prohibió la masonería Ensenada, además encontró satisfacción en la potenciación de la flota naval española. Se ampliaron los astilleros de Cádiz, El Ferrol y Cartagena y contrató de forma  clandestina a ingenieros y capataces ingleses, que tenían prohibida su salida de la isla dado sus conocimientos navales. Fomentó la agricultura nacional, abrió canales de riego, perfeccionó los transportes y comunicaciones, restauró la Real Armada y protegió cuanto tenía que ver con las artes y las ciencias: uno de esos grandes hombres, resumiendo, con los que España y los españoles tenemos una deuda inmensa y del que, por supuesto, para no faltar a la costumbre, ningún escolar español conoce hoy el nombre. El rey siguió con la costumbre de nombrar ministros competentes, gente capaz, ilustrada, con ganas de trabajar y visión de futuro, que pese a las contradicciones y vaivenes del poder y la política hizo de nuestro siglo XVIII, posiblemente, el más esperanzador de la dolorosa historia de España. En aquella primera media centuria se favoreció las ciencias y las artes, se creó una marina moderna y competente, y bajo protección real y estatal se fundaron las academias de la Lengua, de Medicina y la Biblioteca Nacional. Pero todos esos triunfos y avances tuvieron su resistencia, el interior fue el sector más reaccionario de la Iglesia que veía la Ilustración como quién ve a Satanás. Entre la propia clase eclesiástica había gente docta y leída, con ideas avanzadas. El problema era que la ciencia, les desmontaba dogmas y consignas para ellos irrefutables. Pasó, por ejemplo, la barbaridad de Jorge Juan que era un humanista, ingeniero naval y científico, junto con Antonio de Ulloa, que fue un naturalista, militar y escritor, los dos marinos científicos más brillantes de su tiempo, a la vuelta de América para medir la longitud del meridiano terrestre demostrando que la Tierra está achatada en los polos, reformando el modelo naval español. Y así llegó a darse la circunstancia siniestra de que en algunos libros de ciencia figurase la pintoresca advertencia: "Pese a que esto parece demostrado, no debe creerse por oponerse a la doctrina católica". Pese a todo, hombres doctos y valientes, algunos fueron dignos eclesiásticos, dieron en la correcta dirección pese a las trabas y peligros; como cuando el Gobierno decidió implantar la física newtoniana en las universidades y la mayor parte de los rectores y catedráticos se opusieron a esa iniciativa, o cuando el Consejo de Castilla encargó al capuchino Villalpando que incorporase las novedades científicas a la Universidad, y los nuevos textos fueron rechazados por los docentes. El rey Fernando VI en sus 13 años de reinado, intentó siempre por todos los medios mantener la neutralidad de España en los conflictos entre Francia e Inglaterra que intentaron su implicación, primero Francia conquistó Menorca a los ingleses y la ofreció a España a cambio de su alianza, más tarde Inglaterra ofreció Gibraltar  a cambio de su alianza contra Francia, Fernando VI había visto tantas guerras innecesarias, provocadas por las ambiciones de su madrastra, que evito su implicación en cualquiera por muy bien que le sirviesen las propuestas. Fernando sufría, como su padre, crisis de melancolía, carácter indolente y una esposa a la que idolatraba, Barbara de Braganza. Por el origen portugués de ella, tradicional aliado de Inglaterra, esto tuvo mucho que ver con la neutralidad española en la guerra de los Siete Años. Cuando ella murió, en 1758, Fernando se volvió tremendamente melancólico, (con lo cual le quedó el mote) permaneciendo encerrado  en Villaviciosa de Odón (Madrid), donde paso a sumirse en profunda locura. Un año el Estado pudo mantener el tono vital gracias al impulso creado en años anteriores. 


Desde el Palacio de la Granja Isabel de Farnesio seguía a los suyo, preparando la coronación de su hijo Carlos, rey de Nápoles para ser rey de España. Fernando murió el10 de agosto de 1759 y al no tener descendencia fue sucedido por su hermano de padre, el futuro Carlos III, hijo de la Farnesio.

domingo, 24 de septiembre de 2023

ISABEL II - CLAROSCUROS DE SU ETAPA

"La de los Tristes Destinos"  Título de una de las novelas de la serie de Pérez-Galdós, "Episodios Nacionales". Es verdad que su vida ya desde niña fue un cúmulo de problemas. Regida por su madre y luego rodeada de interesados políticos y espadones. El reinado de Isabel II fue una precariedad política. Hubo de nombrar en total 32 Jefes de Gobierno. No obstante la etapa de Isabel fue fecunda en otros campos. Se construye el ferrocarril, cuya primera línea unía Mataró con Barcelona. El entramado del capitalismo se desarrolló, como por ejemplo con la Ley de Bolsa o la constitución de Bancos de emisión. Se concretó la regulación del orden público mediante la promulgación del Código Penal y la creación de la Guardia Civil. No obstante Isabel siempre fue ajena a todos estos cambios. Incapaz de comprenderlo, por su falta de preparación para tan alta responsabilidad. De la familia real podemos destacar a su sexto hijo, que sería el futuro Alfonso XII. Como decíamos, teníamos una reina casi analfabeta, caprichosa y aficionada a los fornidos palafreneros, unos militares ambiciosos metidos en políticos, unos políticos metidos hasta las orejas en la corrupción. Pronunciamientos militares y revolucioncitas parciales de Narváez y O'Donnell, con el acuerdo de un tercero llamado Espartero, para inventarse dos partidos, liberal y moderado, que se fueron alternando en el poder; y así todos disfrutaron, por turnos. Aquella pandilla de sinvergüenzas se fue repartiendo España durante cierto tiempo. Jefes de gobierno sobornados por banqueros extranjeros. Farsas electorales. Votos comprados y muertos que votaban. Represión, destierros al norte de África, Canarias o Filipinas, a jóvenes soldados obligados  a luchar con clara inferioridad en todos los sentidos. Mientras y de paso la oligarquía catalana se forró el riñón de oro con la industria textil. Si había protestas obreras se la reprimía vía ejército y a otra cosa, que lo de ser español en Cataluña fue buen negocio en lo del trabajo sucio. Por su parte, las Provincias Vascongadas, que así se llamaban salvo alguna intentona carlista, estaban tranquilos. Sabino Arana con su eslogan de vascos buenos y españoles malvados, y la industrialización, sobre todo metalúrgica, todavía no había aparecido. A nadie se le ocurría hablar de independencia ni asesinar españolistas, con el cinismo de la burguesía. En otras palabras, la burguesía y la oligarquía vasca y catalana, igual que las de Murcia o de Cuenca, estaban integradas en la parte rentable de aquella España que, aunque renqueante, iba hacia la modernidad. Surgían ferrocarriles, minas y bancos, la clase alta terrateniente, financiera y especuladora cortaba el bacalao, la burguesía creciente daba el punto a las clases medias, y, esto era lo jodido, los obreros y campesinos analfabetos fueron manipulados y explotados a gusto por los caciques locales, quedándose fuera de toda fiesta pero entregando a sus hijos para guerras coloniales, para arar o para llevar un mísero sueldo a casa. Esto producía cabreo muy justificado, que era frenado por la intervención policial y por jueces corruptos, por políticos demagogos. Mientras reinaba Isabel, por decir algo. 


Nada nuevo bajo el sol, como digo, políticos jueces, alcaldes, militares todos en la degradación moral. Esto hizo que sea tan evidente la inutilidad de una reina que lo único que hacía bien, por lo visto, era follar y comer soberbios cocidos en Casa Lhardy . La gentuza instalada en las Cortes se había convertido en forajidos políticos. Se consiguió una farsa de administración y Justicia. Nadie escuchaba la voz de los desfavorecidos que a base de palos y demagogia iban a la guerra a veces cobrando para que no fuera el hijo del rico. Las campañas militares en que anduvo España, como la guerra del Pacífico, la intervención en México, en la Conchinchina y en Italia para ayudar al papa, eran para lamerle las botas a las grandes potencias que por interés nacional. Pero por debajo de toda aquella basura monárquica, política, financiera y castrense, algo estaba cambiando. El pueblo llano estaba hasta los escrotos de que le tomaran por el idiota útil. Las urnas no sirven para nada a un pueblo analfabeto. Y alguien lo pensó, la cultura es lo único que puede hacer que esto vaya cambiando. Algunos heroicos hombres y mujeres se empeñaron en crear mecanismos de educación popular. Escritura, lectura, ciencias aplicadas a las artes y la industria, emancipación de la mujer, empezaron a ser enseñados a obreros y campesinos en centros casi clandestinos. Ayudaron a eso el teatro, y la gran difusión que los libros y periódicos, novelas y publicaciones de todas clases, que a veces lograban torear a la censura. Se pusieron de moda los folletines por entregas publicados en periódicos, y la burguesía y el pueblo bajo que accedía a la lectura los acogieron con entusiasmo. Y así hubo estallidos revolucionarios serios, como el de 1854, resuelto con metralla. Creciente conflictividad obrera, como la primera huelga general de nuestra historia, que se extendió por Cataluña ondeando banderas rojas con el lema “Pan y trabajo”, anuncio de lo que se venía. Las represiones en el campo y la ciudad fueron brutales, y si a eso le sumamos la injusticia que imperaba, hizo que, muchos se echaran al monte a lo Curro Giménez. Policía militar para el medio rural utilizada para la represión. La monarquía era un desastre, y los burgueses veían que esto se les estaba yendo de las manos. Por lo que cuando el equipo pierde se cambia al entrenador y a ver qué pasa. Vamos a poner a otro para seguir nosotros. Isabel sobraba desde hace rato, y bueno pues a grandes males, grandes remedios. En 1868 se produjo la famosa revolución que se llamó “La Gloriosa” que puso las cosas muy difíciles a Isabelita, y aunque se revolvió como gato panza arriba, perjudicando todavía más al país, gobernó hasta 1870, cuando abdicó a favor de su hijo. Se fue a País, donde largó sapos y culebras por la boquita, todo lo que pudo, poniendo a parir al personal, Finalmente murió en París, el 9 de abril de 1904. Las cosas cambiaron, pero eso es otra historia. 

COLÓN Y LA FUERZA DE SU PASIÓN - (2)

En 1.484 Colón presentó al reino de Portugal su empresa de ir a las Indias Orientales por Occidente. Juan II le escuchó atentamente y quedó ...