lunes, 13 de noviembre de 2023

CORONA DE CASTILLA - LEÓN 5

En 1454 fallece el rey Juan II y le sucede su hijo Enrique IV que había nacido en 1425.
Fue rey de Castilla desde 1454 hasta su muerte en 1474. Era hijo de Juan II y de su primera mujer, María de Aragón, y hermano por parte de padre de Isabel y de Alfonso, (hijos de la segunda mujer del rey). Entre los compañeros de su juventud se contaba Juan Pacheco, que sería su hombre de confianza.

ENRIQUE IV 
Débil de carácter, retraído y abúlico fue dominado por el poderoso Juan Pacheco. Convirtió la corte en un prostíbulo. Se dedicaba a la caza, la danza y a la música.
En 1440 se celebró el matrimonio del príncipe Enrique (de quince años), con la infanta Blanca de Navarra, hija de la reina Blanca I de Navarra y de Juan II de Aragón y Navarra. No tuvieron hijos. Trece años después en mayo de 1453 se declaró nulo el matrimonio de Enrique y Blanca. Enrique alegó debida a un maleficio que había sido incapaz de consumar sexualmente el matrimonio, a pesar de haberlo intentado durante más de tres años, el periodo mínimo exigido por la Iglesia. Se hicieron reconocimiento médicos y se dictaminó que la reina continuaba virgen, después de trece años de matrimonio y que el rey era impotente.
Enrique, siendo príncipe aún, había participado en la Batalla de Olmedo  contra los infantes de Aragón. Su padre le donó varias ciudades y Juan Pacheco recibió el condado de Villena.

JUAN PACHECO EN LA SERIE "ISABEL"

Posteriormente se alió con el reino de Portugal y se materializó en 1455 casándose en segundas nupcias con Juana de Portugal. La boda se celebró sin acta notarial ni una bula papal que autorizara la boda entre los contrayentes, ya que eran primos segundos
En 1458, falleció el rey de Aragón, sucediéndole su hermano, el rey Juan II de Aragón y de Navarra, que era primo carnal del padre de Enrique IV, (Juan II de Castilla, coincidencia de nombre y numeral).
Se formó una Liga Nobiliaria en 1460, que planteó un control de los gastos, y la aceptación del medio hermano del rey, Alfonso de Castilla, (También hijo de Juan II y de su segunda esposa, Isabel de Portugal), como príncipe de Asturias.
Enrique IV fue un rey conflictivo al que se le ha acusado de impotencia y homosexualidad, e incluso de forzar las relaciones de su esposa con otros hombres. Otros dicen que habría dejado embarazada a la reina, mediante inseminación artificial utilizando una cánula de oro. Gregorio Marañón realizó su Ensayo biológico sobre Enrique en 1930, que diagnosticó al rey de displasia. Vamos, que no era fértil.

ISABEL DE TRASTÁMARA  EN LA SERIE 

Pero volvamos atrás. En el pueblo de Madrigal de las Altas Torres, en Ávila, nació Isabel de Trastámara el 22 de abril de 1451. Hija de Juan II de Castilla y de su segunda esposa Isabel de Portugal, de la casa de Avis
Al nacer era infanta de Castilla, ya que el heredero y por lo tanto Príncipe de Asturias era su hermano de padre Enrique, (futuro Enrique IV), hijo de Juan II del primer matrimonio. Dos años después de Isabel nació Alfonso en noviembre de 1453, por lo que Isabel pasaría a quedar en tercer lugar en la sucesión a la corona ya que según la ley, priman los varones para acceder al trono.
Juan II murió en julio de 1454, por lo que Isabel (con tres años), no se podría acordar siquiera de su padre. La reina Isabel de Portugal seguía siendo la administradora de los bienes, pero con el control de varios religiosos, lo que hace sospechar que ya el marido pensaba en que la reina sufría algún desequilibrio mental, lo que se corroboró, pues a la muerte de su marido, ella entró en una profunda depresión, lo mismo que le pasaría a su nieta Juana con Felipe “el hermoso”, años después. 
Enrique IV, ya rey de Castilla en 1454, envió a sus hermanos con su madre a Arévalo lejos de la corte y cerca de Medina del Campo. Isabel recibió una esmerada educación de acuerdo con lo que se esperaba que aprendiera una princesa del momento.
Diez años después, el 25 de octubre de 1464, es designado Príncipe de Asturias don Alfonso, su hermano, como heredero del Reino de Castilla.  
El pueblo de Arévalo está asociado a la niñez de Isabel. Allí es donde se crea su vinculación con la orden franciscana y en especial con Hernando de Talavera. Isabel está condenada desde su primera juventud al cuidado de su madre (loca seguramente), y de su hermano que nunca maduró. Allí fue educada por los monjes en la pobreza y la oración. Nos situamos en un mundo muy lejano al nuestro, pero debemos de tratar de entender, sin juzgar, para comprender la vida y obra de esta mujer. Isabel iba creciendo y quienes la rodeaban insistían en presentarla como un chiquilla especialmente despierta. Fue importante su mentor, Gonzalo Chacón, al que le profesaría un gran afecto que duró toda la vida.
En la corte, mientras tanto las cosas se iban complicando. En testamento, su padre, Juan II, había dejado en herencia al infante don Alfonso que fuese maestre de la orden de Santiago. Título muy importante durante siglos. Enrique IV por contra se la concedió a Beltrán de la Cueva, con la desaprobación de la nobleza. Comienzan los problemas. 

BELTRÁN DE LA CUEVA 

El rápido ascenso de Beltrán no es bien visto, sobre todo por el marqués de Villena, Juan Pacheco, y Alfonso Carrillo, arzobispo de Toledo y Primado de España, familiares y poderosos castellanos.
Habían pasado seis años cuando la reina anuncia que está embarazada, lo que provoca gran alborozo en el rey y sospechas en otros. Así las cosas la reina Juana de Avis ve que la línea de sucesión a la corona está marcada por ese nacimiento, ya que desplaza a sus hermanastros Alfonso e Isabel. Por lo que se decide llevar a la corte a ambos, por seguridad, se argumenta, hasta ver que se hará con ellos, pero separándolos de su madre que quedaría en Arévalo.

ANA DE AVIS, REINA CONSORTE

Enrique IV, en otra torpeza nombra a Beltrán, conde de Ledesma, lo que hace pensar en que es un pago por los servicios prestados. No obstante hay que decir que no hay una documentación ni testigo con absoluta fidelidad por lo que se pueda asegurar que la recién nacida haya sido hija de Beltrán de la Cueva. La hija de Enrique IV obtuvo el reconocimiento de todos los nobles y eclesiásticos de sucesora por ser hija del rey y su esposa Juana, otorgándole el título de Princesa de Asturias, formalidad tradicional en Castilla que aún se conserva para quién es heredero a la corona. 

ARZOBISPO CARRILLO EN LA SERIE ISABEL 

Pero Pacheco protestó por ello por escrito pero no explica por qué no tenía derecho la niña. Se puede decir que pensaba que le correspondía a Alfonso, por ser varón y por lo tanto no podía ser desplazado en la sucesión. O porque pensaba que no era hija legítima.
Lo cierto es que el documento no fue exhibido en esas fechas, sino mucho después, como ya veremos. A pesar de todo Juan Pacheco la apadrinó en su bautizo, siendo las madrinas, su propia esposa y la infanta Isabel, que por entonces tenía once años.
Las voluntades testamentarias del rey Juan II iban siendo burladas una a una. Cuellar que le correspondía a Isabel pasó a manos del de la Cueva. El señorío de Arévalo le fue despojado a su madre, la reina viuda, entregándose a Álvaro de Zúñiga, que iba a contraer matrimonio con una hija de Pacheco.
Estos y otros muchos hechos que sufrió en carne y en su familia, las guardó Isabel en su memoria y en su mentalidad de que dado que el destino de las mujeres de esta clase social, estaban ligados a las uniones para enaltecerlas y no para destruirlas, en su caso esto sucedería de forma que ella misma tomaría la decisión que más conviniera, matrimonio político podría ser, pero con su voluntad, no sin ella.
De 1462 a 1465 en la vida de Isabel, no sabemos cuál fue su reacción ante la sugerencias que circulaban sobre su posible matrimonio.  En este sentido un tal Fernando, hijo de Juan II de Aragón, venía de perlas para curar viejas cuentas entre ambos reinos. Luego se habló del hermano de éste, Carlos, Príncipe de Viana, precisamente por lo contrario, era enemigo de su padre. Murió el Príncipe Carlos de Viana y se barajaron historias de traiciones y envenenamiento. 
Pero nada tenemos para confirmarlo.

sábado, 11 de noviembre de 2023

CORONA DE CASTILLA-LEÓN 4

En la guerra entre Enrique de Trastámara y Pedro I de Trastámara, el primero contaba con un ejército castellano-francés que fue derrotado por fuerzas inglesas en la batalla de Nájera,(abril de 1367) que luchaban a favor de Pedro I. Comandadas por Eduardo, príncipe de Gales, heredero de Inglaterra (llamado “el príncipe negro”).

PEDRO I DE CASTILLA 

Pedro I recuperó el trono castellano y el príncipe inglés pidió su recompensa. Pero el rey Pedro le ofreció l todos los castillos y villas de Vizcaya que le reconocerían como soberano
La decisión, en manos de los linajes señoriales de Vizcaya que negativa, preferían seguir con un rey castellano. Además la muerte del último señor de Vizcaya, don Tello, vasallo del rey de Castilla, propiciaría la unión definitiva entre Vizcaya y la Corona de Castilla, en 1369. Los reyes de Castilla (y luego de España) pasarían a ser señores perpetuos de Vizcaya. Así pues, si los linajes de Vizcaya lo hubiesen querido, Vizcaya se hubiera unido a Inglaterra en 1367.
Por lo tanto, decepcionado, el príncipe de Gales abandonó España con sus tropas
Esto facilitó las cosas a Enrique de Trastámara, que ambicionaba la corona de Castilla, por ser hijo de Alfonso XI de Castilla, pero bastardo aunque reconocido, y Pedro I era el primogénito, por lo tanto eran ambos hermanos de padre. La guerra civil se extendió de nuevo por toda la corona de Castilla. Pedro pidió ayuda de los moros de Granada y se defendió en Andalucía. En el camino halló a su hermano Enrique, a quien acompañaban Beltrán Duguesclín y sus Compañías Blancas (los mercenarios franceses), y trabaron combate cerca del castillo de Montiel, llamado de la estrella. Pero sus tropas fueron derrotadas, entonces Pedro se encerró en la fortaleza. Y durante un intento de fuga, donde fue engañado por Bertrand du Guesclin, el Rey de Castilla acabó frente a la tienda de Enrique. Los hermanos iniciaron una lucha personal a espadas y habiendo desarmado Pedro a Enrique, Bertrand du Guesclin intervino sujetando al Rey Pedro por la pierna y haciéndolo girar, momento que aprovechó el Enrique para asestarle una estocada mortal. Esto es posible que sea una leyenda.
Con la muerte de Pedro I (1369) terminó el reinado de la Casa de Borgoña en Castilla.
Comienza por tanto la dinastía de la casa de Trastámara. Siendo su primer rey Enrique II de Castilla.
Este  rey derrotó a Fernando I de Portugal en las Guerras Fernandinas, y al yerno del que fue su rival, (Pedro I), es decir al marido de Constanza de Castilla, Juan de Gante, duque de Lancaster. 

ENRIQUE II DE CASTILLA 

Defendió los intereses del reino de León y Castilla y negó las cesiones de territorio concedidas a Aragón. Enrique II supo recompensar a los que en su momento le ayudaron, con la entrega de territorios, pero también defendió los intereses de León y Castilla. Realizó una devaluación de la moneda para pagar a las Compañías Blancas y a los mercenarios hizo que la confianza de la moneda castellana fuese devaluada en el resto de los reinos. Tras la muerte de su hermano Tello incorporó el señoría de Vizcaya a Castilla que era lo que estaba pensado por los nobles vizcaínos.
Protegió a los judíos dentro de sus reinos, que eran acosados por el pueblo y algunos nobles,  transformó la administración. Convocó numerosas veces a las Cortes, señal de que no era un rey déspota. Fue favorable a Francia frente a Inglaterra.
Falleció en mayo de 1379 y sucedido en el trono por su hijo Juan I de Castilla.
Este rey nació en Aragón cuando su padre no era todavía rey. Tanto él como su padre, Enrique II,  brindan ayuda a Francia enviando la escuadra castellana, destruyendo la escuadra inglesa en 1372 y saquea puertos ingleses llegando a amenazar Londres.
Juan mantuvo amistad con Carlos III rey de Navarra, que estaba casado con su hermana Leonor, poniendo fin a los conflictos entre ambos reinos.
Se casó en 1383 con Beatriz de Portugal hija del rey portugués, con unas condiciones hereditarias complejas pero muy abundantes. 

JUAN I DE CASTILLA

Si el rey portugués moría sin hijos, la corona pasaría a su hija Beatriz y a su esposo Juan I, aunque no mezclarían los reinos, y Leonor, la viuda del rey Fernando, Leonor, permanecería como regente y a cargo del gobierno de Portugal hasta que Beatriz tuviera un hijo que alcanzase catorce años, el cual asumiría el gobierno y título de rey de Portugal.
Muere el rey portugués y se asume lo pactado quedando la corona de Portugal para Juan y Beatriz, reconocidos por el papa. Aunque una parte de la nobleza portuguesa no está de acuerdo con esto. Efectivamente hubo un levantamiento con muertes por varias provincias, haciendo que la regente, Leonor, huyera de Lisboa, recluta un ejército y pide ayuda a su yerno Juan I de Castilla. Éste obtuvo de Leonor la renuncia a la regencia y del gobierno en su favor, lo cual hizo que muchos caballeros y gobernadores de castillos se presentasen a jurar obediencia tanto a él como a su esposa Beatriz. Juan fracasó en Coímbra y en Lisboa. Pidió ayuda a Francia. Mientras tanto el maestro de Avis logró que Beatriz fue declarada ilegítima y se procedió a elegir y proclamar al maestre como Juan I de Portugal. Después de algunos fracasos la flota castellana regresó. La derrota era completa, y volvieron las aspiraciones de los descendiente de Pedro I, el cruel, su hija Constanza y su esposo Juan de Gante que se intitulaban reyes de Castilla desde 1372. En 1386, Portugal e Inglaterra habían establecido una alianza por El Tratado de Windsor y en julio desembarcaron en Galicia Juan de Gante, su esposa y la hija de ambos, Catalina de Lancaster, y establecieron la corte en Orense. Juan de Gante y Juan I de Castilla negociaron un acuerdo a espaldas del rey portugués, el Tratado de Bayona de 1388. Juan de Gante y su esposa renunciaban a los derechos sucesorios castellanos en favor del matrimonio de su hija Catalina con el primogénito de Juan I de Castilla, el futuro Enrique III, a quienes se les otorgó la condición de Príncipes de Asturias, territorio que les correspondía. Así es como queda instaurado para siempre el título de Príncipe de Asturias, que incluso en la actualidad le corresponde al heredero de la corona de España. Enrique, hijo de Juan I, fue el primer príncipe en poseer este título.
Juan I de Castilla falleció en octubre de 1390 y asciende al trono Enrique III de Castilla, llamado “El Doliente”, que había nacido en Burgos siendo hijo del nombrado Juan I y de Leonor de Aragón, siendo rey desde 1390 hasta su muerte en 1406.
Se hizo con los nobles pacificando la situación y restauró el poder que estaba en crisis, se deshizo de sus parientes próximos. Derogó privilegios de las Cortes e impulsó a los “Corregidores” en las ciudades y logró sanear la economía muy deteriorada. También protegió a los judíos en lo posible.
La flota castellana consiguió victoria contra los ingleses. Derrotó a los piratas en Tetuán y comenzó la colonización de Canarias. Detuvo una invasión portuguesa en 1396 y firmó una tregua con Juan de Portugal en 1402.
Después reanudó la campaña contra el reino nazarí de Granada alcanzando una importante victoria en 1406, pero no la pudo terminar porque le sobrevino la muerte.
Fue previsor ya que había delegado una parte del poder en su hermano Fernando I de Aragón, quien a partir de entonces sería el regente de su hijo, menor de edad, el futuro Juan II de Castilla.

Juan II de Castilla
Fue rey entre 1406 y 1454. Su primer matrimonio fue con María de Aragón, y de sus hijos solo sobrevivió Enrique, (el futuro rey Enrique IV).
Su segundo matrimonio fue con Isabel de Portugal que era nieta de Juan I de Portugal de la casa de Avis. Con esta mujer Juan II tuvo dos hijos, Isabel y Alfonso.
En 1420 sufrió el llamado “Golpe de Tordesillas”, que fue secuestrado por el infante Enrique de Aragón, pero es rescatado con la ayuda de Álvaro de Luna, un personaje que en 1410 había sido enviado a la corte donde se convirtió en paje del joven monarca Juan II de Castilla y León, de quien llegó a ser hombre de confianza. Fue  nombrado Condestable, era realmente el valido del rey, y se planteó una guerra civil con los nobles, unos del bando de Aragón y otros de Castilla. Más adelante venció en la batalla de Olmedo, pero fue su declive pues por intrigas de unos y otros, sobre todo de la reina Juana de Avis inducida por su hombre de confianza, Gonzalo Chacón, que estuvo a las órdenes de Álvaro de Luna, y también el hijo primogénito, Enrique, entre todos consiguieron que el rey le retirase su confianza y acabase por condenarle a muerte, ejecutándose en 1453.
Al año siguiente fallece el rey Juan II y le sucede su hijo Enrique IV que había nacido en 1425.

jueves, 9 de noviembre de 2023

CORONA DE CASTILLA-LEÓN 3

El hijo de Alfonso X el sabio, Sancho, a pesar de haber sido desheredado, fue coronado en Toledo el 30 de abril de 1284 como Sancho IV. Poco antes, Sancho todavía príncipe, en 1281 se había casado con María de Molina, lo que había provocado el rechazo de su padre y del papa, por razones de parentesco. 

SANCHO IV

Pero en 1301 la reina María de Molina, (ya viuda) consiguió que el papa considerase legítimos al matrimonio y a sus siete hijos.
En su aspecto militar ya se había enfrentado en 1275, a una coalición de ejércitos musulmanes y fue vencido en Écija.
Ya coronado rey tuvo durante toda la vida luchas internas con los infante De la Cerda, que reclamaban el reino que les había dejado su  padre, Sevilla y Badajoz. También con Lope de Haro, señor de Vizcaya.
Realmente la nobleza nunca vio con buenos ojos la política de su padre en su admiración por las culturas árabe y judía. Las luchas internas por alcanzar el poder fueron constantes al principio. Su hermano el infante don Juan se unió al señor de Vizcaya, y Sancho mató al de Vizcaya y encarceló a su hermano. Y también mandó matar a 400 seguidores del infante de la Cerda, (el hijo del hermano de Sancho), aunque los perdonó al poco tiempo y volvió a sublevarse apoyándose en los Benimerines, ocasionando el conflicto en la plaza de Tarifa, sitiando el lugar, pero fue defendida y los atacantes abandonaron el sitio.
Sancho IV murió en 1295 y dejó como heredero a su hijo de nueve años, Fernando, sin terminar de resolver las disputas con los Infantes de la Cerda.

MARÍA DE MOLINA 

Fernando IV de Castilla nació en 1285 y durante su minoría de edad, su crianza y la custodia fueron encomendadas a su madre María de Molina, que ya viuda, era una mujer fuerte, procuró aplacar a la nobleza, e impidió en varias ocasiones que su hijo Fernando IV fuese destronado. 
La peste, que en forma de terrible epidemia, atacó al ejército de sus enemigos e invasores. Esto salvó a Fernando. La mayoría se retiró, y María de Molina triunfó. Entre 1301 y 1302 María de Molina perdió el control de su hijo. Se vio además desairada por su él, quien, influido sin duda por sus nuevos consejeros, le pidió cuentas de su tutoría en las Cortes de Medina del Campo. Fernando en 1309 prosiguió la lucha contra los musulmanes, fracasó en su intento de tomar Algeciras pero se apoderó de Gibraltar y más adelante en 1312 la ciudad jienense de Alcaudete.

FERNANDO IV 

El Maestre de la Orden del Temple en el reino de Castilla y León, se dispuso a entregar a María de Molina las fortalezas de la Orden en el reino, más la reina no aceptó tomarlas sin el consentimiento de su hijo el rey. María de Molina, ya mayor, estaba ya descansando de sus funciones cuando muere su hijo Fernando, dejando un heredero, el futuro Alfonso XI que había nacido en 1311. Es cuando comenzaron nuevamente las disputas por la regencia. Los infantes Juan, su tío abuelo y Pedro, su tío, formaron regencia, y la tutela la asumieron su madre Constanza de Portugal, hasta su fallecimiento el 18 de noviembre de 1313. Y luego su abuela, María de Molina.
Alfonso XI asumió el trono en 1325, obtuvo la victoria en la Batalla del Salado, contra los Benimerines en 1340 que fue fundamental ya que las fuerzas combinadas de Castilla y Portugal derrotaron decisivamente a los benimerines, último reino magrebí que trataría de invadir la península y hacerse con el último reino musulmán que quedaba, Granada. Posteriormente Alfonso conquistó el reino de Algeciras en 1344.
Sofocó una revuelta que le hicieron Alfonso IV de Portugal y el noble Juan Manuel, pero perdió Gibraltar, que había conquistado su padre. Se alió con Francia en la Guerra de los Cien Años, y puso sitio a Gibraltar. Falleció durante el asedio víctima de la peste negra, que asolaba la región y muchas zonas de Europa, en marzo de 1350.


ALFONSO XI 
En 1329 doña Leonor de Castilla, (hermana de Alfonso XI de Castilla), se casó con el rey Alfonso IV rey de Aragón, de Valencia, de Cerdeña, rey de Córcega y conde de Barcelona. Se procuraba mejorar las relaciones de ambas coronas. Tuvieron dos hijos. Por influencia de ella, el rey de Aragón en 1333 donó al hijo de ambos, Fernando, los señoríos y villas de Játiva, Alcira, Morvedre, Sagunto, Alicante, Morella, Castellón y Burriana, infringiendo las promesas hechas ante las Cortes y la voluntad de su padre de no dividir los territorios. Esto fraccionaba el reino a lo que opusieron los valencianos y el heredero, Pedro, hijo del primer matrimonio, con lo cual los nobles se dividieron en dos bandos. Uno a favor de Leonor y otro a favor de Pedro, su hijastro. Pedro era el heredero legal. Pero posteriormente los jurados de Valencia amonestaron al rey y finalmente cedió ya que esa donaciones eran contrarias a los fueros. Con lo cual aceptó la orden que su padre había dictado donde declaraba que el reino no sería dividido.
Al morir Alfonso XI de Castilla, le sucede su hijo, el famoso Pedro I de Castilla, apodado por unos el Cruel y por otros el Justiciero. Al principio de su reinado hubo luchas entre facciones que se disputaban el trono. Una era la del rey Pedro, y otra la de su hermano de padre, el conde Enrique de Trastamara, hijo bastardo de Alfonso XI y de Leonor de Guzmán.
A su vez, Pedro I de Castilla se encontraba en guerra contra Aragón, cuyo rey, Pedro IV el Ceremonioso apoyaba a Enrique de Trastamara. Y por si fuera poco este conflicto era también un frente de la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, ya que a Pedro el Cruel le apoyaba Inglaterra y a Enrique de Trastamara le apoyaba Francia. Inglaterra y Francia enviaron ejércitos a Castilla para apoyar a sus respectivos candidatos. Aragón se jugaba la hegemonía en el Mediterráneo compitiendo con Génova, que a su vez tenía intereses comunes con Castilla. Las alianzas que obtuvieron en la contienda con Inglaterra, Francia y Marruecos, uno y otro, hizo que la nobleza enfrentada a Pedro I se envalentonara.


PEDRO I 

En 1357, Pedro entró en tierras de Aragón, y luego entró en Castilla en 1359. Enrique reunía en Francia a las Compañías Blancas (mercenarios franceses), al mando de Beltrán de Duguesclin. Pedro I venció en Nájera y años después en Valencia consiguiendo un pacto de paz con Pedro IV de Aragón. Pero no cumplió el pacto de paz y reinició la guerra.
En 1360, viendo Enrique que aumentaban sus partidarios, no dudó del buen éxito de una invasión en Castilla. Renovando las hostilidades contra Aragón, en 1361 Pedro I ganó varias fortalezas. Ajustó la paz con Pedro IV de Aragón obligándose ambos reyes a restituirse los castillos y lugares conquistados. Pedro I de Castilla se apoderó en 1362 de varias plazas musulmanas. Estamos en la guerra castellano-aragonesa de 1356-1369, llamada “Guerra de los Dos Pedros”, fue una serie de enfrentamientos que mantuvieron Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón entre 1356 y la muerte del primero en 1369. El conflicto no fue continuo, estuvieron separados por varias treguas y negociaciones de paz que fracasaron.
Este conflicto era, pues, al mismo tiempo guerra civil en Castilla por el dominio de España entre Castilla y Aragón y un campo de batalla de la Guerra de los Cien Años. En este contexto, en un determinado momento del conflicto, en 1366-1367, el rey Pedro el Cruel, que había perdido el dominio de la mayor parte de Castilla. Pidió ayuda a Eduardo, príncipe de Gales, heredero de Inglaterra (llamado “el príncipe negro”) y a cambio prometió entregarle el Señorío de Vizcaya, incluyendo la villa de Castro Urdiales.


EDUARDO DE WOODSTOCK (EL PRÍNCIPE NEGRO)

Al principio pareció que esta alianza funcionaba. El ejército castellano-francés de Enrique fue derrotado por fuerzas inglesas en la batalla de Nájera,(abril de 1367). Pedro recuperó el trono castellano y el príncipe inglés pidió su recompensa. Pero entonces el rey Pedro le dijo que muy pronto todos los castillos y villas de Vizcaya le reconocerían como soberano pero en privado envió cartas a los caballeros de Vizcaya para que no reconocieran al inglés. La decisión quedó en manos de los linajes señoriales de Vizcaya.
 Si éstos hubiesen pensado que Vizcaya estaba oprimida por las armas por Castilla y no se hubiesen sentido castellanos tenían una oportunidad de oro para separarse de Castilla y de España para siempre. Pero hicieron todo lo contrario. Como indica el célebre historiador vizcaíno del siglo XIX Labayru, los caballeros vascos les dijeron claramente a los enviados ingleses que “Vizcaya nunca aceptaría como Señor a un príncipe extranjero”. El famoso cronista contemporáneo y futuro Canciller de Castilla, el alavés Pedro López de Ayala afirma en su célebre “Crónica sobre este periodo de la historia de España: “el príncipe de Gales no ovo la tierra de Vizcaya por cuanto los naturales de la tierra sabían non placía al rey fuese aquella tierra del príncipe”. Es decir, los vizcaínos optaron por la lealtad a Castilla. Quedó bien clara de nuevo la hispanidad vasca y vizcaína, quienes, junto a alaveses y guipuzcoanos llenarían las filas del ejército castellano del rey Enrique unos años más tarde en la guerra contra Navarra. Además la muerte del último señor de Vizcaya, don Tello, vasallo del rey de Castilla, propiciaría la unión definitiva entre Vizcaya y la Corona de Castilla, en 1369. Los reyes de Castilla (y luego de España) pasarían a ser señores perpetuos de Vizcaya. Así pues, si los linajes de Vizcaya lo hubiesen querido, Vizcaya se hubiera unido a Inglaterra en 1367 y quién sabe si hoy Vizcaya sería todavía británica.

martes, 7 de noviembre de 2023

CORONA DE CASTILLA-LEÓN 2

A Fernando III, el santo, le sucedió su hijo Alfonso X que fue titular de la Corona de Castilla y León entre 1252 y 1284. Había nacido en 1221.


ALFONSO X EL SABIO

Fue un rey diferente, que sin abandonar su trabajo de gobernante y militar es muy reconocida su obra literaria y su trabajo en pos de la ciencia, historia y judicatura. Patrocinó y supervisó e incluso compuso y colaboró personalmente en diferentes trabajos, muchas veces acompañados por un amplio conjunto de intelectuales de amplia procedencia.
Considerado como el fundador de la prosa castellana, en la que es posible datarse el hecho en su época de la adopción del castellano como lengua oficial.
En el terreno militar, la muerte de su padre había reanudado la ofensiva contra los musulmanes. Tomó Jerez, Medina-Sidonia, Lebrija, Niebla y Cádiz. Hay historiadores que aseguran que fue en el sitio de Niebla donde se utilizó la pólvora por primera vez con fines militares, (1262). A los reyes de Granada y Túnez que se habían sublevados les hizo frente. Sofocó la sublevación mudéjar de la Baja Andalucía con facilidad. En Murcia lo consiguió con la ayuda de Jaime I de Aragón, pero tuvo la consecuencia de la huida de los mudéjares andaluces, con el consiguiente despoblamiento de muchos territorios de la campiña del Guadalquivir.
Vamos a dejar a un lado su muy importante trabajo de gobernante cuando ya estaban unidas Castilla y León, para hablar de su labor cultural.
En aquella época un rey, que sin dejar sus trabajos de gobernación y militar se dedique a culturizar a su pueblo pensando que era lo más noble de su política, no era algo muy corriente, sobre todo dejando algo de lado la dirección religiosa. Y a ello se entregó organizando códigos, saber científico, ejercicios lúdicos y versos marianos. Mirando al cielo, mejoró sus campos.

CÓDIGO DE LAS SIETE PARTIDAS 

Como legislador introdujo en sus reinos un formidable cuerpo de textos jurídicos, doctrinales y normativos, ligados al Derecho Romano. Llamados “El Espéculo” y “Las Siete Partidas”. de la que ya hemos hablado.
Su empresa cultural vinculó simultáneamente ingredientes tanto cristianos como musulmanes y judíos. La fecundidad de la colaboración entre intelectuales de las tres culturas tiene su máxima expresión en la Escuela de Traductores de Toledo, instituciones instaladas en Toledo, Sevilla y Murcia, que impulsó el rey sabio y que estaban destinados a los procesos de traducción e interpretación de textos clásicos, greco-latinos, alejandrinos, vertidos de árabe o del hebreo a la lengua latina, romance o lenguas diversas, emergentes, como el castellano. Trabajo el cual, junto a compiladores y autores, emprendió una ingente labor de recogida de toda clase de materiales para la elaboración de libros, que el propio rey corregía y supervisaba. Hizo tabla rasa de las diferencias de raza o religión, por lo que reunió a judíos, musulmanes, castellanos e italianos, que colaboraron libremente y otorgaron al conjunto una proyección universal.
La Historia fue una de sus grandes pasiones. Escribió o participó en “La Crónica General”, donde se propone la relación de la historia universal. Y la “Estoria de España”, (atención al nombre para los desentendidos), redactadas en lengua romance castellana, como prueba del importante apoyo del monarca al idioma castellano, desde un punto de vista unificador, en términos nacionales y políticos.


JAIME I DE ARAGÓN 

“Cantigas”, obras de carácter religioso que es en su vertiente donde el rey alcanza sus mayores logros. Son una serie de canciones líricas escritas en galaico y con anotación musical e ilustraciones que son lo mejor de la pintura de su tiempo.
“Libros de axedrez, dados e tablas”. Se editaron las “Tablas Astronómicas Alfonsíes” elaboradas en 1272.
Considerado como el fundador de la prosa castellana.
El Fuero real de Castilla en 1254, preparó la redacción de la que sería su gran obra, el “Código de las siete partidas”, seguramente de 1263, donde se recoge lo mejor del Derecho Romano para unirlo a las más vivas tradiciones de Castilla. Este código, de larga influencia en el ordenamiento castellano y español, supuso la recepción del derecho romano en Castilla y su incorporación por lo tanto a la corriente europea. De estudio obligatorio aún hoy.
Patrocinó y supervisó e incluso compuso y colaboró personalmente en diferentes trabajos, muchas veces acompañados por un amplio conjunto de intelectuales de amplia procedencia.
Su labor poética le llevó a escribir poesía en lengua gallega. Son sus 453 composiciones algunas en un lenguaje que contiene parodia o insolencia. “El rey hace un libro no porque en él escriba con sus manos, sino porque compone las razones y de él parten las enmiendas y corrige y endereza y muestra la manera de cómo se debe hacer y así se escribe lo que él manda. Pero decimos que el rey hace el libro”
Explica que él concebía la obra, que otros realizarían, pero ponía los medios y con sus instrucciones sobre la estructura, su contenido e incluso hasta los detalles, por eso se podía decir que el rey había escrito el libro.
Hablaremos ahora del desarrollo militar. 
A las grandes expectativas que había despertado entre los castellanos la entronización de Alfonso X, pronto se vieron frustradas. Había participado en vida de su padre en algunas campaña militares como la conquista del reino de Murcia y en el terreno diplomático era bien visto el Tratado de Almizra con Jaime I de Aragón  en 1244, delimitando las áreas a conquistar, un acuerdo de ambos a devolverse las poblaciones que conquistadas por uno, pertenecieran al otro.
Pero estos éxitos no tuvieron continuidad. Al ser hijo de Beatriz de Suabia, que había sido hija del duque de Suabia, emperador de Alemania, le podía corresponder derechos sobre el trono. Trató de obtener la candidatura para la coronación imperial de Alemania, con el apoyo de Sajonia, Brandeburgo, Bohemia y varias ciudades italianas. Gastó grandes sumas de dinero para atraer votos a su elección. Pero no viajó a Alemania y sus adversarios reaccionaron y fracasó el empeño.
El Papa Clemente IV se opuso a Fernando y en 1273 fue elegido emperador Rodolfo de Habsburgo. Estos hechos trajeron el rechazo en Castilla, gastos, hombres, guerras etc. obligaron a crear nuevos impuestos.
A la muerte de su padre había reanudado la ofensiva contra los musulmanes. Tomó Jerez, Medina-Sidonia, Lebrija, Niebla y Cádiz. A los reyes de Granada y Túnez que se habían sublevados les hizo frente. Sofocó la sublevación mudéjar de la Baja Andalucía con facilidad. En Murcia lo consiguió con la ayuda de Jaime I de Aragón, pero tuvo la consecuencia de la huida de los mudéjares andaluces, con el consiguiente despoblamiento de muchos territorios de la campiña del Guadalquivir.
Siempre se tituló “Rey del Algarve”, porque parece ser que le había sido donado por Sancho II de Portugal como pago de su apoyo militar. Inició una guerra contra el rey portugués Alfonso III de Portugal que terminó en un diplomático acuerdo matrimonial. Hubo que renunciar al Algarbe. También abandonó sus pretensiones sobre Navarra evitando la guerra con su suegro Jaime I.
En 1272, una serie de reivindicaciones planteadas por los nobles fueron desoidas por el  monarca, lo que provocó el exilio de éstos en Granada, junto a sus ejércitos. Fernando de la Cerda, heredero de la corona a la sazón negoció con los nobles en un acuerdo de reconciliación.

SOLDADOS BENEMIRINES 

Cuando se disponía a combatir a los benimerines, en Marruecos, en 1275, murió el infante Fernando de la Cerda, antes de que su hermano Sancho consiguiera rechazar a los musulmanes. El Rey Alfonso en su decisión provocó un conflicto sucesorio. Muerto el heredero según el derecho castellano debía corresponderle a su segundo hijo la herencia, a Sancho, pero según el derecho romano les correspondía a los hijos de fallecido, es decir a Alfonso de la Cerda y luego en un intento posterior de hacer al infante Alfonso de la Cerda rey de Jaén provocó la rebeldía de Sancho, quien buscó apoyo en Aragón y Portugal (mientras que Francia apoyaba a los de la Cerda) y se hizo reconocer por unas Cortes reunidas en Valladolid, que depusieron a Alfonso X, en 1282. Quedó el viejo rey confinado en Sevilla. Sólo Sevilla, Murcia y Badajoz permanecieron fieles al viejo monarca. Alfonso maldijo a su hijo, a quien desheredó en su testamento, y ayudado por sus antiguos enemigos los benimerines empezó a recuperar su posición. Cuando cada vez más nobles y ciudades rebeldes iban abandonando la facción de Sancho, murió el rey en Sevilla, el 4 de abril de 1284.
Sancho, a pesar de haber sido desheredado, fue coronado en Toledo el 30 de abril de 1284 

LA UNIVERSIDAD LABORAL DE GIJÓN

Las Universidades Laborales fueron una instituciones de enseñanza orientadas a los hijos de los obreros y trabajadores que nacieron a partir...