viernes, 12 de septiembre de 2025

PEDRO DE ALVARADO

En este 2025 se cumplen 500 años de que Pedro de Alvarado ordenara fundar la villa de San Salvador, en un sitio no confirmado, como un campamento militar con cabildo, para detener el avance de las expediciones enviadas desde Nicaragua. Aun así, la villa fue abandonada a los pocos meses de su fundación. Como primer alcalde fue nombrado Diego Holguín, un regidor del cabildo de Santiago de Guatemala, ciudad fundada el 25 de julio de 1524.

Como vemos, su inicio en la aventura americana fue como la de muchos otros hidalgos empobrecidos que buscan en las Indias lo que no pueden conseguir en la península: riquezas y honor. Pedro de Alvarado pertenece a la misma hornada que Hernán Cortés, Francisco Pizarro, Diego de Almagro, Vasco Núñez de Balboa o Alvar Núñez Cabeza de Vaca, los conquistadores y exploradores.
Bien es cierto que desde el inicio del descubrimiento, conquista y colonización de América se alzaron voces en defensa de los nativos e incluso en contra de la conquista, ahí tenemos a Antonio de Montesinos, Bartolomé de las Casas o Toribio de Benavente. La mayoría de los grandes conquistadores de la época eran individuos fruto de su época, no más crueles que los soldados incas o aztecas que sometían a los pueblos vecinos. Pedro de Alvarado, en cambio, fue un gran guerrero, pero cruel, despiadado y sanguinario, una figura controvertida y discutida ya entre sus coetáneos.
Pedro es un joven obsesionado con el honor, la honra y la milicia y, al igual que sus siete hermanos, se traslada pronto a las Indias dispuesto a enriquecerse y, sobre todo, a alcanzar gloria semejante a la de sus antepasados. Allá le espera Diego de Alvarado y Messía, hermano de su padre, pacífico colono que había llegado a La Española entre los primeros españoles, en 1499.
Llega a América en 1510, en la misma nao que sus hermanos Gonzalo, Gómez y Jorge. Apenas unos meses después de desembarcar en La Española se enrola en la expedición de conquista de Cuba que lidera Diego Velázquez.
Sus hermanos también participan en numerosas expediciones de conquista, y todos ellos pecan de los mismos males que Pedro: valientes hasta la temeridad, crueles, despóticos y sanguinarios.
Pedro, en Cuba, Diego Velázquez le nombra capitán y le recompensa con una importante encomienda de indios. No lleva siquiera tres años en las Indias, y ya ha conseguido lo que otros no alcanzan sino en años. Es entonces cuando empieza a mostrar su carácter: pendenciero con sus compatriotas, despótico y cruel con los indios. Continúa explorando la península del Yucatán y el golfo de México. Es precisamente allí cuando toma contacto con el Imperio azteca. Diego Velázquez organiza un ejército de setecientos españoles.

HERNÁN CORTÉS 

Saben que están bien vigilados desde la costa. Los conquistadores parten entonces hacia Veracruz, donde Cortés funda la ciudad de la Villa Rica de la Vera Cruz y donde se asienta el ejército momentáneamente. Cortés ordena entonces avanzar hacia el norte con el objetivo siempre presente de apresar la capital azteca. Pasan los días entre avances, las tropas españolas se enfrentan durante diez días a continuos ataques de los tlaxcaltecas, a los que vencen una y otra vez, y con los que finalmente se alían en su avance.
Hacia Tenochtitlán y la barbarie. Alvarado participa en la conquista de Tlaxcala. A mediados de noviembre, la tropa hispana llega a la villa de Cholula, a apenas una semana de camino de Tenochtitlán. Los capitanes españoles sospechan que se está armando una emboscada contra ellos. Cortés ordena, en represalia, atacar inmediatamente. Tlaxcaltecas y españoles arrasan la villa a sangre y fuego en la que es conocida como la matanza de Cholula. Pedro de Alvarado participa activamente en la matanza. Tras la escabechina, los cholultecas, hasta entonces fieles vasallos de los aztecas, se alían con Cortés. La conquista del Imperio azteca se muestra, expedita, en el horizonte.
El 8 de noviembre entran los hispanos en la capital azteca, abrumados por las riquezas que observan a su derredor y por la belleza de la ciudad, como ninguna otra que hayan contemplado antes. Seis días más tarde, Cortés toma como rehén al jefe Moctezuma.

Tenochtitlán (siglo XVI)

Alvarado y los demás capitanes españoles procuran familiarizarse con los mexicas hasta que vuelve a ganar triste protagonismo. Con el grueso del ejército, Cortés abandona a Tenochtitlán y parte al encuentro de Pánfilo de Narváez, enviado por Diego Velázquez para detenerle. Cortés deja al mando de los que quedan en Tenochtitlán a Pedro de Alvarado.  
Se celebra la gran fiesta de Toxcatl, en honor de los dioses sobre los impresionantes templos de la capital azteca. Miles de nobles mexicas acuden al Templo Mayor para rendir pleitesía. Alvarado, temiendo un levantamiento mexica, ordena descabezar a los aztecas de toda su clase dirigente. Si matamos a los nobles se quedarán sin líderes, explica a sus soldados.
El centenar de soldados tlaxcaltecas, hasta entonces las principales víctimas de los sacrificios humanos mexicas, y los conquistadores españoles irrumpen sorpresivamente en el Templo Mayor de Tenochtitlán y arrasan vilmente con los asistentes que, al estar desarmados, apenas pueden defenderse. Las crónicas españolas e indias que dan cuenta del episodio no dejan lugar a dudas. “Acuchillan, alancean a la gente. con las espadas los hieren. A algunos les acometieron por detrás. A otros les rebanaron la cabeza”, narran los mexicas al fraile Franciscano Bernardino de Sahagún.

Tlaxcaltecas

A la vuelta de Cortés, el odio y la rebelión contra los europeos están tan extendidos que los españoles deciden abandonar la ciudad la noche del 30 de junio al 1 de julio de 1520, en la que de nuevo Pedro de Alvarado dará muestras de su valor. Después, la reorganización de los españoles, el asedio y la caída de Tenochtitlán a manos de los conquistadores españoles, en la que día sí y día también destaca don Pedro de Alvarado.
A partir de entonces, Alvarado pasa a ser el capitán español más odiado y temido entre los indios. Los mexicas le apodan “Tonatiuh”. A finales de 1523, Cortés le confía el mando de unos trescientos españoles y unos mil indios tlaxcaltecas, cholultecas y mexicas, con el mandato de conquistar los diversos reinos de Centroamérica. Alvarado sabe que Cortés desea la mayor extensión de territorios posible, y que él no es más que un peón, pero él mismo, en persona, pedirá la gobernación de todas sus conquistas al emperador Carlos I.
Alvarado se dedica desde entonces a recorrer batallando. Primero arrasa la costa de Chiapas y después se dirige a la actual Guatemala. Se dirige primero a los pueblos sometidos. Tal y como sucedió con los tlaxcaltecas en México, ocurre ahora en Guatemala: tras breves refriegas con los indios nahuas y cachiqueles, estos se alían con él. El líder quiché, alertado, prepara un poderoso ejército y se enfrenta a él. Los arcabuceros y ballesteros españoles diezman a los guerreros quichés mientras estos se enfrentan a las tropas auxiliares indias al servicio de Alvarado. La caballería española carga contra el entorno al líder quiché. Es entonces cuando Pedro de Alvarado descubre a Tecún Umán, batiéndose con fiereza, a apenas unos metros de distancia. A su alrededor los indios de uno y otro ejército gritan su sobrenombre azteca, ¡Tonatiuh, Tonatiuh!. Tecún Umán fija su mirada en Pedro de Alvarado. A lomos de su caballo, a la  vanguardia de los españoles, el barbudo rubio y de penetrantes ojos azules no puede ser más que Tonatiuh. “Sin duda, ese es el líder de los quiché”, piensa Alvarado. Tecún Umán desafía a gritos a Alvarado mientras blande una sensacional macuahuitl, la espada nativa de madera con filos de obsidiana a lado y lado. Alvarado azuza a su caballo, que se abalanza sobre el líder maya. Salta del caballo y lanza tal mandoble sobre Tecún Umán que quiebra el escudo de su adversario. El quiché se abalanza sobre el hispano, y su arma el macuahuitl de Tecún Umán se parte en dos. ¡Santiago! brama Alvarado antes de asestar el golpe final al quiché. El reino quiché cae ante las armas de Alvarado.


Encuentro entre Cortés y Moctezama II 
La ambición del pacense no tiene límites y conquistan todos los pueblos del oriente guatemalteco, pasando al actual El Salvador. En 1524 regresa a Guatemala, funda la villa de Santiago de los Caballeros y viaja a España, donde le acusan de trato inhumano a los indios y de apropiarse de parte del oro que le correspondería por derecho a sus soldados. Las acusaciones a las que se enfrenta en Castilla son rebatidas por el flamante conquistador de Guatemala con una mezcla de arrogancia y cinismo. El emperador, fascinado por sus triunfos militares le nombra caballero de la orden de Santiago y adelantado y gobernador de Guatemala. Alvarado no cabe en sí de gozo: ¡por fin es libre de la tutela de Cortés! En 1530 vuelve a Guatemala. Paradójicamente, el gran fracaso de Alvarado llega en la primera expedición que organiza en 1534. Después de preparar una enorme expedición de doce barcos.
Ambiciona hacerse con parte del territorio y de las riquezas del incanato, pero el soberbio de Alvarado no cuenta con que ni Diego de Almagro ni Francisco Pizarro están dispuestos a compartir lo que han conquistado.  El ejército de Alvarado desembarca en la costa ecuatoriana y se lanza. Pero el ímpetu y su enorme mesnada decae a medida que erran por la costa selvática ecuatoriana durante meses, cada vez más agotados por las enfermedades, el cansancio y las inclemencias del tiempo. Tres meses llevan cuando Alvarado ordena avanzar hacia los Andes, desesperado al contemplar el estado lamentable de sus hombres. Entonces las dificultades son otras: el viento gélido y las constantes nevadas merman aún más su ejército. El 25 de agosto, agotados, se topan con el ejército de Diego de Almagro y Sebastián de Belalcázar en la sierra de Ambato, a más de dos mil quinientos metros de altitud. Almagro sabe cómo es Pedro de Alvarado, pero él no le teme. Y Alvarado, consciente del deplorable estado de su ejército, doblega la cerviz ante Almagro. Diego de Almagro es un caballero de palabra y le ofrece un trato más que cortés: le compra los barcos y acogerá a cuantos soldados de la expedición de Alvarado decidan quedarse en el Perú junto a él y Pizarro. A cambio, pagará por ellos una indemnización más que generosa a Alvarado.

Diego de Almagro

Un año más tarde, de vuelta en Guatemala, don Pedro recibe del gobernador de Honduras, una petición angustiosa: los indígenas de la región se han rebelado y están al borde de la derrota. Alvarado decide sofocar la revuelta india antes de partir de nuevo a España. Volver a la patria habiendo aplacado la revuelta india sería la carta de presentación más valiosa de cara a defenderse. Marcha con su ejército hacia Honduras, aplaca la revuelta y, en agradecimiento, el gobernador le cede el gobierno del territorio. Ante el emperador Carlos I, Alvarado logra la suspensión del juicio de residencia y le es confirmada la gobernación de Guatemala. Logra una capitulación imperial que le autoriza a organizar una expedición de conquista a las ansiadas islas de las Especierías.
En Guatemala en septiembre de 1539, se dedica al gran proyecto: la conquista de las islas de las Especias, El Dorado. Arma una flota de doce navíos, setecientos soldados españoles y cientos de guerreros aliados indios. Se lo ha jugado todo en esta empresa, mayor incluso que la de Hernán Cortés en la conquista de México. Por fin, en agosto de 1540, Alvarado abandona Guatemala por última vez. Zarpa rumbo al puerto de la Purificación de Jalisco. Allí, el virrey Antonio de Mendoza y Pacheco le ofrecen sufragar a medias los gastos de la expedición, con la condición de repartirse luego entre ambos las riquezas de la Especiería. Alvarado, que ha invertido todo su patrimonio en la expedición, acepta. En el puerto de Jalisco recibe una petición de ayuda del conquistador de Nueva Galicia, Cristóbal de Oñate. En ella, Oñate le informa de que los indios caxcanes y chichimecas se han rebelado, haciéndose fuertes no lejos de donde se encuentran Alvarado y su enorme ejército. A pesar de las advertencias de Oñate, que le previene de la fiereza de los sublevados y de la ventajosa situación de las tropas rebeldes, atrincheradas en lo alto de un monte bien defendido, el arrogante Alvarado hace caso omiso y parte únicamente con cien de sus hombres. El 24 de junio de 1541 llega a la vanguardia de su mesnada  pero les es imposible tomarlo por la fuerza y ordena un repliegue. Es entonces cuando a un soldado español se le encabrita su corcel y soldado caen rodando y atropellan en su caída a Alvarado. Mortalmente herido, el temible y temido, sufre durante diez días una terrible y atroz agonía.
Muere el 4 de julio de 1541.
Su hija Leonor, hija de la princesa tlaxcalteca Luisa Tecuelhuetzin Xicoténcatl traslada en 1568 sus restos hasta la catedral de Santiago de los Caballeros de Guatemala. Leonor de Alvarado tuvo hacia su padre un enorme respeto, y compasión. Es el símbolo de la generación nacida tras la conquista española de América: la primera generación “hispanoamericana”

jueves, 11 de septiembre de 2025

BARCELONA - 11 DE SEPTIEMBRE DE 1714.

Acabada la guerra de Sucesión en España en 1713 y firmado el Tratado de Utrech, retiradas las tropas inglesas y sus aliados, las Cortes catalanas debían decidir si se entregaban a Felipe V, tal como habían pactado una semana antes los representantes imperiales y borbónicos en el Convenio de Hospitalet. La Diputación de Cataluña proclamó la resistencia. La nobleza se opuso prestando obediencia a Felipe V. También el clero y las ciudades de Vich y Valls. La Diputación editó un folleto en el que se justificó seguir la lucha, no por defender la secesión sino por un estado federal y por la lucha de la libertad de España.


Las tropas borbónicas sitiaron Barcelona a finales de julio de 1713. en las luchas por ambos bandos se cometieron atrocidades, quemados, torturados, etc.
En abril de 1714 comenzó el bombardeo de Barcelona por la artillería borbónica que no pararía hasta su rendición, que se produciría el 14 de septiembre de 1714.
Ese día se rindieron las tropas catalanas en Barcelona a las del rey Felipe V, terminando así su lucha por conseguir que el ya Emperador Carlos de Habsburgo fuera rey de España, en contra del rey Felipe V. No es cierto que en el famoso 11 de septiembre combatieran catalanes contra castellanos, pues hubo castellanos defendiendo Barcelona del mismo modo que el ejército de Felipe V contó con miles de voluntarios catalanes. Los catalanes austracistas no eran separatistas, al contrario, presumieron de ser los más españoles de todos.
Durante el sitio de Barcelona por las tropas de Felipe V, todos, sitiadores y sitiados, ven claramente que la ciudad tiene los días contados porque el asedio es poderoso y los límites de la resistencia de los defensores están a punto de alcanzarse. Por ello, sus propias autoridades lanzan un último llamamiento a los defensores y demás habitantes de Barcelona para que acudan a las murallas rotas para el esfuerzo final. Pero al poner un plazo para ello y la condición de que aparezcan fuerzas suficientes para continuar la lucha, están revelando que lo que desean es agotar la última posibilidad y llegar a negociaciones sobre los términos de la rendición.
Proclaman sus deseos con un escrito que finaliza así:
“Derramar su sangre por su rey y por la libertad de toda España. Dado en la Casa de la Excelentísima Ciudad residente en el portal de San Antonio, estando presentes los citados Excelentísimos señores y personas asociadas, a 11 de septiembre, a las 3 de la tarde, de 1714.”

FELIPE V 
Por entonces no existía el derecho individual de cada uno para elegir en cada ocasión en qué bando luchar. Por lo tanto, hubo súbditos de Felipe V que, por decisión propia, se convirtieron ante él en reos de Lesa Majestad al haberse puesto de parte de los que querían arrebatarle la corona. Y fueron castigados conforme a los estándares europeos de aquel siglo XVIII. Las instrucciones precisas de Felipe V sobre el trato que debía dar a los resistentes cuando la ciudad cayera, en las que se decía que “se merecen ser sometidos al máximo rigor según las leyes de la guerra para que sirva de ejemplo para todos mis otros súbditos que, a semejanza suya, persisten en la rebelión”.
Así como el rey castigó la deslealtad, premió la lealtad de diversos modos. Por ejemplo, Cervera (Lérida) fue agraciada con la única universidad autorizada en Cataluña, y el escudo de Murcia recibió un león coronado que sujeta una flor de lis y un lema laudatorio, en reconocimiento del apoyo que había prestado al rey. Honores similares fueron concedidos a otras localidades españolas.
Como se suele decir, “Después de un incendio, no se dejan rescoldos”. Y eso ha pasado siempre después de una guerra.
Por supuesto que todo es cuestionable y en una guerra cada bando tiene sus razones para luchar, pero hoy en día se cuenta una historia falsa en algunas provincias y por algunos medios, y esto es lo que pretendemos, contar el porqué lucharon los catalanes después de terminada la Guerra de Sucesión Española en 1713 con la firma del Tratado de Utrech.
La fecha en Cataluña es la celebración de lo que se llama "la Diada", día de Cataluña.
Bien mirado están celebrando una derrota o el fin de la resistencia de algunos.

miércoles, 10 de septiembre de 2025

CASTILLO DE LOARRE-HUESCA

La Real Academia de Bellas Artes lo califica como "ejemplar único en su género". y la Academia de la Historia de "maravillosa construcción en que el románico agotó todos sus primores y atrevimientos".


De base excavada en la roca en tiempos romanos, posteriormente “zuda" árabe, conquistada por Sancho Ramírez en 1070 se construyó un palacio con detalles militares como torres, murallas, puentees, y adarves. También señoriales salones, ventanales religiosos, capillas ábside y sepulcros.
Los cimientos de cuando Navarra no era Navarra sino reino de Pamplona. Se llamó reino de Pamplona, hasta que Sancho VI lo cambiase a reino de Navarra en 1162.


Hay quien asegura que no fue conquistado por Sancho Ramírez. Entre 1033 y 1035 ya pertenecía a Sancho III el Mayor de Pamplona, quien lo construyó como avanzadilla para conquistar Bolea y lo dejó en herencia a su hijo Gonzalo. Al morir Gonzalo pasó a su hermano Ramiro I, primer rey de Aragón, quien construyó la torre del homenaje y lo dejó en herencia a su hijo Sancho Ramírez. Este construyó la mayor parte de lo que hoy se conserva. Ni fue retomado por musulmanes ni reconquistado por Sancho Ramírez.
El primer documento que se le conoce data del 1033.

Presenta un buen estado de conservación, lo que hace que sea uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar y civil del románico de España.
Al estar asentado sobre piedra, (precisamente Loarre  quiere decir castillo roquero), suponía una gran ventaja defensiva, ya que así los muros no podían ser minados. Técnica habitual en el asedio de fortalezas, que consistía en construir un túnel por debajo del muro para después hundirlo y abrir así una brecha por la que asaltar. Además está rodeado por una muralla con ocho torreones circulares incluso flanquean la puerta exterior. La muralla asciende por una de las vertientes del inmenso roquedal. En total presente ocho cubos y una sola abertura, la llamada torre-puerta de los reyes.

Tiene una segunda torre vigía.
Pero durante el siglo XV, la población que vivía a los pies del castillo se traslada a la actual villa de Loarre, reutilizando materiales de la fortaleza. aquí es cuando desaparecen gran cantidad de elementos de ornamentación. El retablo barroco del templo también desapareció sin que se pueda determinar cuándo fue.
Hay que destacar los pasos de ronda que circundaban la torre del Homenaje, donde se encuentran estatuas del Salvador sedente y de la Virgen María, y un cortejo de ángeles, verdaderamente representativos de la mejor escultura medieval hispana.

El castillo de Loarre fue utilizado como residencia real durante muchos años, y fue construido con muchas comodidades para sus habitantes reales, incluida una gran ventana desde la que se puede ver el hermoso paisaje, e incluso una habitación con un baño antiguo. El castillo también contiene una mazmorra, una cripta y un laberinto de pasillos, pasillos y túneles.
En 1070, se construyó la hermosa iglesia románica de San Pedro. En 1073, el rey Sancho proporcionó los medios para que el castillo de Loarre se convirtiera en un monasterio para los cánones agustinos, ya que el castillo está cerca de una popular ruta de peregrinación.

El castillo de Loarre ha visto muchas otras adiciones en su historia, como la muralla y las torres más externas que se agregaron en el siglo XIII. Los terrenos del castillo de Loarre salpicados de extrañas formaciones rocosas, que se suma a la mística de esta hermosa fortaleza antigua. Para información del visitante,
El castillo fue usado para el rodaje de la película "El reino de los cielos" (2005) del Ridley Scott con Liam Nelson y Jeremy Iron. El pueblo de Loarre participó en el rodaje de la película haciendo de extra. El castillo puede verse en varias ocasiones durante la película.

Declarado Monumento Nacional en 1906. En la actualidad cuenta con el estatus de bien de interés cultural. Las instituciones regionales y comarcales están interesadas en promover su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
 

martes, 9 de septiembre de 2025

VIDA DE ISABEL I DE CASTILLA Y LEÓN – (y 3)

Al proclamarse Isabel reina de Castilla el 13 de diciembre de 1474, la guerra por la sucesión al trono de Castilla fue inevitable, estalló y duró cinco años, de 1474 a 1479.
La guerra se la denomina de Sucesión Castellana, y fue entre los partidarios de Isabel y los de su sobrina Juana, (la Beltraneja). Realmente era una guerra de el reino de Castilla y el reino dePortugal. Debemos de tener en cuenta que Juana se había casado con el rey de Portugal Alfonso V, teniendo la niña 13 años. Realmente no tenia conciencia de los hechos.
Francia apoyaba a Portugal porque la unión de Aragón y Castilla le debilitaba en su guerra particular con Aragón. En marzo de 1476 Fernando tomó parte personalmente en la decisiva victoria de Toro.

Francia se retiró del conflicto. Finalmente la guerra terminó con un Tratado de paz en Alcácovas, reconociendo Portugal a Isabel y Fernando como reyes de Castilla y a quedando en manos portuguesas la hegemonía del Atlántico, salvo las Islas Canarias. Juana permaneció para siempre en Portugal.
De haber perdido la guerra Isabel y Fernando, perderían la corona de Castilla y pasaría a su sobrina Juana, que en realidad era que pasaba a los dominios del rey portugués. La historia de España hubiera cambiado totalmente.
El rey de Aragón Juan II moría en enero de 1479, quedando su hijo Fernando con todos sus títulos. Ya era rey de Sicilia y heredó además de Aragón, Cerdeña y Conde de Barcelona. El reino de Navarra lo heredó su hermana Leonor.
Antes de esto, en junio de 1478 Isabel I daba a luz un niño, Juan de Aragón, que desplazó de la herencia a su hermana Isabel por ser varón, siendo Príncipe de Asturias y por lo tanto heredero de la corona de Castilla y lo sería de Aragón. Era el segundo hijo de los reyes. Pero murió joven en 1497 con diecinueve años. Al morir Juan convierte a su hermana Isabel de Aragón, otra vez en la heredera del trono de Castilla, que a la sazón era reina consorte de Portugal ya que siendo viuda se había vuelto a casar con el que luego llegó a ser Manuel I de Portugal. Este matrimonio tuvo un hijo que se llamó Miguel de la Paz, nacido en 1498 y que al ser varón fue heredero de las coronas de Castilla, Aragón y Portugal. En el parto murió su madre Isabel. El niño estuvo al cuidado de sus abuelos Fernando e Isabel, pero murió en el año 1500. Este fallecimiento es el que provoca que sea su hermana Juana (la loca), la heredera de la Corona de Castilla.

Juana I de Castilla y León 
Los reyes de Castilla y Aragón no fueron unos reyes que disfrutaran de la corte, de fiestas y placeres.
En aquella época existían en la península los reinos de Aragón, Castilla, Portugal, Navarra y el reino nazarí de Granada. Fuera de Granada los musulmanes vivían entre cristianos. Los acuerdos pactados con las poblaciones de Al-Andalus vencidas variaron pero en general se garantizó la permanencia de los musulmanes y se les permitió conservar su religión, costumbres, organización y derecho, aunque continuaron las obligaciones tributarias. Esta actitud de los monarcas cristianos se producía, principalmente, por la necesidad de no despoblar y mantener la vida económica de los territorios ocupados. Pero esos moriscos eran rechazados por los cristianos, no los consideraban auténticos del país y recelaban de ellos... Por otra parte, la presencia judía, que se remonta a la época romana, y su antipatía hacia ellos, eran para los cristianos igual de antigua. Su dedicación a la banca y al préstamo y el estricto mantenimiento de sus costumbres eran otras razones que iban alimentando el rechazo de la población.
La desconfianza de las conversiones llevó a los reyes a solicitar del papa Sixto IV, en 1478, la autorización para poner en marcha una nueva Inquisición que persiguiera la herejía, es decir la práctica de los ritos judíos por parte de los falsos conversos. Se restableció y asentó la Inquisición.
En tiempos de los reyes cristianos se identificaba la política con la religión. Fue la búsqueda de la unidad religiosa lo que impulsó a los reyes a decretar la expulsión de los judíos que no se quisieran convertir, en marzo de 1492. 
Ya desde 1266, en Granada, los reyes de Castilla, cobraban un tributo a sus vasallos musulmanes. Granada, se beneficiaba de sus privilegiadas relaciones de sangre con el norte de África, era la puerta del oro africano.  El oro comenzó a escasear, y el gobernador de Ronda se apoderó de Zahara en 1481. Fernando acuarteló Córdoba y organizó un ejército con su Estado Mayor. Ronda y Marbella cayeron en 1485, Loja en 1486 y Málaga en 1487, tras un sonado asedio. Málaga era muy importante y justificaba el dispendio. Los reyes reclamaron soldados de todos sus reinos, y hasta allí llegaron enfervorecidas huestes de vizcaínos, guipuzcoanos, asturianos y valencianos. Desde 1487, tomada Málaga, la guerra entraba en fase de liquidación y Fernando pasaba a ser el más brillante de los reyes europeos. Granada resistía, Isabel envió un emisario negociador y se fijó el 2 de enero para la entrega de la ciudad. Se terminó así la Reconquista.  La noticia recorrió Europa y los reyes incluido el de Francia, lo celebraron y ordenaron misas en gratitud por la victoria.

Isabel recibe las llaves de Granada 
Cristóbal Colón había conseguido su primera entrevista con los reyes en enero de 1486. Cuando cayó Granada en 1492, se produjo una nueva audiencia de Colón, en la que los monarcas aceptaban la posibilidad de la empresa que ofrecía Colón, partir por occidente a la India por mar. Los monarcas fueron convencidos. Así firman el acuerdo,  las “Capitulaciones de Santa Fe”  fue emitido por la Real Cancillería de la corte de los Reyes Católicos y firmado el 17 de abril de 1492 en la localidad de Santa Fe de la Vega, Granada.
Como sabemos Colón y la expedición llegaron a tierra firme el 12 de octubre de ese año. A su vuelta a la península fue recibido Colón y su puñado de indios en el salón de Ciento de Barcelona. No se equivocó Fernando en un punto: los poderes otorgados eran excesivos y por ello Colón causó daños aunque no lo pretendiera.
Los propios Reyes Católicos nunca fueron conscientes de la envergadura del Descubrimiento. Su participación en el proyecto fue muy limitada, las exploraciones y conquistas se realizarían ya con Carlos I.
Los RR CC tenían ente sí un problema de sucesión. La herencia pasaba a Juana ya su esposo Felipe, el hermoso. Las relaciones entre ambos cónyuges eran tormentosas, la reina Isabel tenía la seguridad de que su hija se volvería loca y Felipe era amigo de Francia y no le gustaba la corte castellana por recia poco divertida. Algunos nobles que habían combatido a los Reyes Católicos en 1475, se prestaron a servir de apoyo a Felipe que quería sustituir a Fernando en el momento en que Isabel falleciera.
La reina Isabel la Católica falleció en 1504 en Medina del Campo. Previamente informada por sus embajadores de la situación, añadió a su testamento un codicilo en el cual disponía que si Juana estaba ausente, renunciaba por sí misma o era incapacitada, Fernando y no Felipe debía tomar las riendas del poder. Después del fallecimiento Fernando hizo proclamar a Juana reina y asumió, en ausencia de ésta, las funciones reales. Felipe el Hermoso viajó a España en compañía de su esposa, con tropas, y reunió en torno a su persona un partido nobiliario. Ante la perspectiva de una nueva división con guerra, Fernando cedió a su yerno el ejercicio (concordia de Salamanca, 1505) a cambio de una indemnización, y se retiró a Aragón y luego a Italia.

Felipe I de Castilla y León 
Pocos meses después muere Felipe el hermoso y Fernando regresa  y nombra al Cardenal Cisneros como regente de la gobernación de Castilla, aunque Juana I era la reina, y lo fue hasta su muerte, compartida desde que llegó su hijo Carlos en 1517.
 
 

RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN.

Nació en Villanueva de Arosa, en 1869 - Murió en Santiago de Compostela, 1935. Narrador y dramaturgo. Se le considera, junto con Federico Ga...