martes, 23 de diciembre de 2025

GUERRA DE SUCESIÓN CASTELLANA 1474-1479

La guerra por la sucesión con Portugal por el trono de Castilla fue inevitable, estalló y duró cinco años, de 1474 a 1479. Los enemigos de Castilla eran el reino de Portugal, los enemigos de Aragón, Francia y los que habían sido partidarios del noble castellano contrario a Isabel Juan de Pacheco. Un personaje importante que dominó la evolución política de Castilla durante el reinado de Enrique IV y que llegó a ser maestre de la Orden Militar de Santiago entre los años 1467 y 1474. Fue un gran intrigante en asuntos de gobierno y el que propagó la idea de que la niña Juana no era hija del rey Enrique IV, sino de Beltrán de la Cueva, y comenzó a llamarla “la Beltraneja”.

Su única meta era la de ganar poder y riqueza para convertirse en grande del reino sin preocuparse de lo demás. Fue favorable al rey, luego le traicionó en “La Farsa de Ávila”, ridiculizándole y proclamando rey a Alfonso, hermano de Isabel, y luego seguramente asesinó a Alfonso. Toda su vida fueron intrigas y ambiciones desmedidas.
Con lo cual hubo un acuerdo importante el llamado “Tratado de los Toros de Guisando”, en el que Isabel quedaría como heredera de la corona de Castilla.
A pesar de las oposiciones y diferentes problemas Fernando e Isabel se casaron. La boda, celebrada en 1469, de la que ya se consideraba como heredera de Castilla y de don Fernando, futuro rey de Aragón, había suscitado inquietudes en Francia y Portugal; aquellas naciones veían con disgusto constituirse un bloque hegemónico en la Península y al morir el rey el 12 de diciembre de 1474 e Isabel se proclamó reina de Castilla y León en virtud de aquellos acuerdos.

Juana la Beltraneja

El importante cardenal don Pedro González de Mendoza, el arzobispo de Toledo don Alfonso Carrillo, el conde de Benavente, el marqués de Santillana, el duque de Alba, el Almirante, el Condestable, el duque de Alburquerque —don Beltrán de la Cueva y muchos pueblos y ciudades, fundamentalmente de Asturias, cuna de la casa de Trastámara y llevan el honor de sentirse herederos de la monarquía visigoda,  juran a doña Isabel como reina legítima de Castilla. Pero el duque de Arévalo y don Diego López Pacheco, (hijo del anterior Pacheco), marqués de Villena, se niegan a rendirle homenaje.
Se trataba de resolver el problema que planteaba la presencia de la reina Juana, madre del rey fallecido, que había tenido hijos bastardos. Además dar una solución airosa al futuro de su hija, (la Beltraneja). Los Reyes, de acuerdo con lo previsto en Guisando, exigían el regreso de la reina a Portugal y ofrecían un matrimonio adecuado para Juana, probablemente con Enrique Fortuna, hijo del infante de Aragón, don Enrique.
Los hechos se precipitan, en efecto, cuando el arzobispo Carrillo, convencido de su poder como hacedor de reyes y sospechando siempre maniobras para desposeerle, abandonaba la Corte despechado con Fernando.

Alfonso V de Portugal 

Por parte de Alfonso V de Portugal tenía proyectos de tomar la defensa de Juana desde el mismo mes de diciembre de 1474, aunque existían opiniones contrarias a una guerra. Antes de decidirse a la intervención el monarca portugués quería garantías de contar con apoyos suficientes en el interior de Castilla y también con el compromiso de Luis XI de Francia, enfrentado a Aragón por la cuestión de Rosellón y Cerdaña. Los informes que le remitía Diego López Pacheco sobre las previsibles adhesiones en Castilla y la nueva actitud de Carrillo deciden a Alfonso V, al menos desde el mes de marzo, a tomar en sus manos la defensa de su sobrina, con la que anunciaba, además, el propósito de contraer matrimonio. El pretexto de defender la posición y la voluntad de Juana la Beltraneja no es convincente, ya que esta era una niña de 12 años y el rey portugués tenía 44 años, lo que indica que el motivo era hacerse rey de Castilla y León que conjuntamente con Portugal, lo harían el rey más importante de la península y uno de los más influyentes de Europa.
En Portugal, Juana (la Beltraneja), aunque también se proclama reina de Castilla, está manipulada por su marido, el rey y por los nobles castellanos que en su día eran opositores a Isabel. Este es el motivo real del conflicto.
En el mes de abril, Alfonso V de Portugal enviaba una embajada a Valladolid para anunciar sus propósitos y ordenaba la concentración de su ejército en Arronches; era el comienzo de la guerra, aunque las primeras hostilidades se producen con el levantamiento de Alcaraz, una de las villas que deseaban retornar al realengo. Las operaciones en torno a Alcaraz constituyeron la primera victoria de la guerra para los isabelinos.
En juego estaba el desenlace de la vieja pugna entre la nobleza y la monarquía, la delimitación del ámbito castellano y portugués de navegación en el Atlántico meridional, y el diseño de bloques de alianzas de las potencias europeas: la unión de intereses de Castilla y Aragón, vieja aliada de Francia la primera, habitual enemiga la segunda, hacían trascendental esta definición. Portugal había de actuar en la guerra contando con la alianza de Francia, aunque procurando no dañar sus relaciones con Inglaterra; Castilla y Aragón se incorporarían a la alianza antifrancesa de Inglaterra, Borgoña y Nápoles.

Las hostilidades empiezan en mayo de 1475, cuando tropas portuguesas pasan la frontera castellana. El rey de Portugal, Alfonso V, pretende defender los derechos de su sobrina doña Juana, con quien acaba de contraer matrimonio. Los nobles castellanos hostiles a doña Isabel entran en rebeldía. La guerra de Sucesión Castellana tiene, pues, un carácter doble de guerra civil y de guerra internacional. Por su situación geográfica y su empuje económico, Castilla constituye el eje de la Península. La victoria de uno u otro bando significaría un desplazamiento del peso político de la nueva monarquía hacia el oeste y el Atlántico o hacia el este y el ámbito mediterráneo; lo que está en juego es la formación de un bloque Portugal-Castilla, que vendría a deshacer el bloque Castilla-Aragón en vías de constitución. A Francia también le preocupa la unión Castilla-Aragón; por eso decide aliarse con Portugal.
En los primeros meses de la campaña, los portugueses se apoderan de parte de Extremadura y de Galicia, ocupan Toro y, durante algunos días, Zamora. Cuentan con una invasión francesa por el norte para obligar a los Reyes Católicos a capitular. La reorganización del ejército castellano y la ayuda de Aragón permiten una contraofensiva de don Fernando por tierras de Burgos y, sobre todo, en Zamora. A principios de marzo de 1476, en Toro, las tropas castellanas derrotan a las portuguesas. Alfonso V de Portugal espera restablecer la situación a su favor con la alianza de Francia; pero la renuncia momentánea de Aragón a sus derechos sobre el Rosellón incita a Luis XI, rey de Francia, a retirarse del conflicto. Los reyes de Castilla afianzan su poder, reuniendo Cortes en Madrigal (abril de 1476) y repartiéndose las tareas: don Fernando pacifica la tierra de Zamora, mientras doña Isabel se dirige a Andalucía. En febrero de 1479, don Fernando, que desde hace algunas semanas es ya rey de Aragón por muerte de su padre, derrota a los últimos partidarios de doña Juana en las inmediaciones de Mérida (batalla de Albuera).

FERNANDO V DE CASTILLA Y LEÓN
Recordemos la intervención de Fernando en el Rosellón y el envío de tropas de Isabel al conflicto ayudando a Cataluña. La escasa fuerza militar portuguesa y las consecuencias de la batalla de Toro, marzo de 1476, consiguió que la unión de los partidarios de Juana se fuera disolviendo. La famosa batalla realmente tuvo un resultado incierto, ya que Fernando al frente de sus tropas tuvo una victoria, huyendo el rey portugués, pero luego fue derrotado sin consecuencias graves, con lo cual ambos bandos se consideraron vencedores. Pero mientras que Portugal se reorganizaba militarmente, Fernando, siempre hábil en todos los campos, envió cartas a todas las ciudades de Castilla y a varios reinos extranjeros, dándoles la noticia de una gran victoria, en la que las tropas portuguesas habían sido aplastadas. El portugués se vio forzado a regresar a su reino. Francia se retiró del conflicto y la guerra se convirtió en batallas navales, donde los portugueses se impusieron y se libró la batalla decisiva en Guinea. Finalmente la guerra terminó con un Tratado de paz en Alcácovas, reconociendo Portugal a Isabel y Fernando como reyes de Castilla y a quedando en manos portuguesas la hegemonía del Atlántico, salvo las Islas Canarias.

Isabel de Aragón 
El tratado de Alcáçobas (4 de septiembre de 1479) pone fin a la guerra: doña Isabel y don Fernando quedan reconocidos como reyes de Castilla; doña Juana, la Beltraneja, renuncia a sus supuestos derechos y se la obliga a pasar el resto de su vida en un convento de Coimbra (allí muere en 1530); se arreglan los desposorios del infante don Alfonso, hijo del príncipe heredero de Portugal, con la infanta Isabel, primogénita de los Reyes Católicos; por fin, Castilla acepta la expansión portuguesa en África.
Isabel de Aragón, que nació en octubre de 1470, y su madre, Isabel, por su parte convocó a Cortes en 1476 en Madrigal y allí su hija Isabel fue proclamada heredera a la corona de Castilla al ser ella la primogénita de los reyes de Castilla y al no tener sus padres descendencia masculina.
El matrimonio de la hija de los reyes de Castilla, Isabel con el infante Alfonso de Portugal, que tenía en 1480 solo cinco años, vivía con su abuela, y al año siguiente llegó Isabel de Aragón que tenía unos diez años. La boda se celebró por poderes en 1490. Pero Alfonso de Portugal murió en julio de 1491, al año siguiente de su boda, dejando viuda a Isabel, la hija de los reyes de Castilla. 

lunes, 22 de diciembre de 2025

COEXISTENCIA DE RELIGIONES EN AL-ÁNDALUS

Como sabemos los Reyes Católicos derrotaron el último bastión musulmán en la Península en 1492. Ese mismo año fueron expulsados los judíos. Los musulmanes que se quedaron, llamados moriscos, fueron expulsados en 1613 por Felipe III.  Aquí es donde se queda establecida en toda la península la religión cristiana. Sin embargo durante siete siglos las tres religiones compartieron territorio en lo que se llamó el Al-Andalus.


Algunos han idealizado la concordancia de las tres culturas. Otros en cambio, con datos históricos en la mano, han querido demostrar que no fue precisamente una época de buena convivencia. Hoy en día tampoco lo es precisamente, por lo que no podemos reclamar a los antepasados lo que no podemos arreglar hoy en día con muchos más elementos de cultura y adelantos.

Cuando el Islam invadió la península la religión cristiana era mayoritaria, por ser la religión de los reyes godos, pero también existía la judía, discriminada y poco difundida. Ni Moisés ni Jesucristo fueron visto como paganos a los ojos de los musulmanes, bien al contrario, formaban parte para ellos de una serie de profetas que propugnaban una religión creyente en la de Abraham. Realmente digamos que daban como un tiempo de espera para que se convirtieran en musulmanes, mientras tanto, en virtud de las leyes del Corán debían pagar un tributo, la Yizjá. De esta forma se toleraba la práctica de las otras dos religiones y estaban exentos de unirse al ejército. En realidad era una tolerancia discriminatoria. Judíos y cristianos tenían sus propias autoridades pero estaban legalmente en inferioridad de condiciones frente a un musulmán. También es cierto que los cristianos no les importaban expandirse, mientras que los judíos se agrupaban y además eran mucho más gregarios y formaban lo que se llamó “juderías”.  No obstante los judíos y cristianos colaboraron tanto con el emirato como con el califato. El Harem 


Las conversiones al Islam no eran de cualquier forma, sino fuera de presiones, por propio convencimiento y sin esperar recompensa. Pero la llegada de los Almorávides en el 1086 supuso una radicalización en las costumbres religiosas musulmanas. Un musulmán podía casarse con una judía o una cristiana, pero no a la inversa.

Los cristianos hablaban el latín o lenguas romances, y el árabe se fue extendiendo, quedando el latín como idioma de cultura, siendo los cristianos bilingüistas. De ahí la importancia de que el castellano, lengua romance, (romana) fuese adquiriendo para sí términos árabes y hebreos que nos han llegado, mientras que las otras lenguas han quedado encerradas en sí mismo y por lo tanto menos divulgadas.

En  definitiva que en Al-Ándalus siempre ha existido el temor, el recelo y la desconfianza. A la vez también hubo la cooperación y el entendimiento, dentro de ciertos cauces, entre las tres religiones. Desgraciadamente la llegada de los almorávides y los  almohades en territorio musulmán y también la expansión de los reinos cristianos fueron socavando estas costumbres, por otra parte con una fecha de caducidad tácita. 

Las luchas entre los reinos cristianos y Al-Andalus, luego las Taifas eran moneda corriente. Luchas muy sangrientas con esclavitud del derrotado en el mejor de los casos.


Por ejemplo Almanzor que era un caudillo del califa Hisam II, llevó a cabo medio centenar de sangrientas campañas militares contra los reinos cristianos. En las mismas hizo decenas de miles de prisioneros y lanzó cabezas cortadas contra las ciudades enemigas para desmoralizar a sus ciudadanos. Hizo no menos de cincuenta aceifas o incursiones en los reinos cristianos en busca de esclavas que vender en Córdoba y cautivos por los que pedir rescate, llegó a arrasar Zamora, León, Pamplona, Barcelona y Santiago de Compostela, entre otras muchas poblaciones cristianas, hasta hacer más de 200.000 prisioneros entre esclavas, niños o cautivos para pedir rescate o intercambiar por cautivos musulmanes y con ello poder financiar sus campañas. Almanzor utilizó el terror como arma de guerra, en Barcelona lanzaba cabezas de cristianos contra las murallas y pasó a cuchillo a todos los soldados, en Santiago incendió la ciudad y traslado las campanas a Córdoba llevadas por los cautivos y esclavos.  Montó un mercado de esclavos que cubrió los deseos más lascivos y los más bajos instintos de la corte califal. Entre las esclavas más apreciadas estaban las vasconas que fueron las madres del califato y en segundo término las doncellas gallegas, los infantes y jóvenes eran sodomizados. Las posteriores invasiones de almohades, almorávides o benimerines siguieron las mismas pautas de obtener esclavas y cautivos como botín de guerra en sus incursiones en los reinos cristianos. Almanzor murió en el 1002. Poco después cmenzaron las intrigas por el poder en el califato de Córdoba. 


El Califato de Córdoba desapareció en el 1031 estableciéndose los reinos de Taifas, que fueron siendo vencidas por los cristianos aunque normalmente eran vasallos de algún reino y pagaban tributo por ello.  En el año 1238 se fundó el reino nazarí de Granada, siendo el último que quedaba hasta desaparecer en el 1492.

 

domingo, 21 de diciembre de 2025

ARTE MUDEJAR FUERA DE ARAGÓN

Derivado el árabe Mudajjan (domesticado), este término acuñado en 1859 hace referencia a los musulmanes no convertidos que vivieron en la España posterior a la Reconquista y, por extensión, a la cultura creada por ellos; en particular, por los arquitectos y artesanos que construyeron y decoraron todo tipo de estructuras en zonas reconquistadas.

Los mudéjares fueron un minoría islámica que vivió en la península entre el siglo XI y su conversión obligada y posterior expulsión en el XVII. Los mudéjares no se consideraban como tal, sino musulmanes, miembros de la comunidad islámica descendientes directos de la tradición andalusí.
Sea como fuere, el término mudéjar hace referencia a aquellos musulmanes que permanecieron en territorio conquistado por los cristianos, a los que generalmente se les segregó en barrios denominados morerías y entidades autónomas conocidas como aljamas, pero a los que, en un principio, se les permitió seguir practicando sus costumbres y su religión siendo considerados ciudadanos libres, aunque con un grado variable de discriminación, sobre el que aún siguen debatiendo los historiadores.
Pero en cuanto a la arquitectura y decoración es un estilo artístico característico de la Península Ibérica que se desarrolló entre los siglos XII y XV, en paralelo al románico y al gótico.

ARCO DEL CARMEN  MEXICO 

Tuvo el uso predominante de ladrillo, más económico, rápido y fácil de trabajar que la piedra. Se utilizaba tanto para la construcción de muros como en fachadas e interiores.
Las cubiertas se realizan con armadura “a par y nudillo”, también llamado artesonado de madera. Debajo del entablado de madera que forma la inclinación del techo, es encuentra la armadura, hecha con vigas inclinadas que siguen la pendiente del techo, (los pares). Se colocan bastante cerca unas de otras (80 cm aprox.) y se conocen como pares o alfardas Estas vigas se apoyan en la cumbrera, que es la parte más alta, y en los muros de fachadas. Luego se colocan las vigas que unen los pares en forma horizontal, de manera que da resistencia al posible pandeo del tejado, son los nudillos.

TORRE DE SAN FRANCISCO - CALI COLOMBIA

La madera el yeso y cerámica vidriada son otras incorporaciones, que permitían una gran riqueza decorativa a bajo coste.
Ya en el grupo se ha publicado el mudéjar en Aragón, que es Patrimonio de la Humanidad.
A principios del siglo XIX se pudieron de moda estas adaptaciones neomudéjares en ciudades como Madrid. Incluso hubo claros de su extensión en algunos países de América como el famoso Arco del Carmen en San Cristóbal de la Casas, en México, erigido en 1677 con el más puro estilo mudéjar en la época Colonial, perteneció al Convento de la Encarnación. o la Torre Mudéjar de Cali, en Colombia. Es decir, el campanario de un templo, en este caso de la Capilla de la Inmaculada que se integra en el complejo religioso de San Francisco.

Sinagoga del Tránsito -Toledo 

Aplicando formas y elementos islámicos a la arquitectura medieval y renacentista, el mudéjar se ejecuta principalmente sobre estructuras de ladrillo adornadas con mosaicos elaborados (arriba), aunque también se puede contemplar en yeserías, artesonados de madera y metales ornamentados. Son típicas las evocaciones a la geometría y la caligrafía árabe. El mudéjar se ha convertido en un idioma hermoso; también en la contribución más típicamente española al ámbito universal de la arquitectura.

Santa María la Blanca -Toledo

Es un estilo con presencia en las principales regiones de España. Los primeros ejemplos de arte mudéjar, como las iglesias de San Tirso y San Lorenzo, se remontan al Sahagún del siglo XII, localidad ubicada a media hora de la ciudad de León. Sin embargo, encontró especial profusión en las comunidades de Andalucía, Castilla-La Mancha, especialmente en Toledo, por ejemplo la Portada del convento de la Madre de Dios, portada mudéjar, exquisitamente ornamentada, y en Aragón, cuya capital, Zaragoza, la ciudad de Teruel los tres valles que la rodean cuentan con la mayor concentración mudéjar del país, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En Madrid tenemos nada menos que la Plaza de toros de Las Ventas estilo neomudéjar. 
 
Plaza de las Ventas - Madrid

El Real Alcázar de Sevilla, construido a lo largo de varias generaciones tras la Reconquista de Sevilla en el año 1247, este gran palacio está abierto al público. Todavía lo sigue utilizando la familia real española cuando alguno sus miembros están en la capital de Andalucía.
Casa de Pilatos, en Sevilla. La construcción de este palacio renacentista y mudéjar comenzó en 1483, propiedad de los Duques de Medinaceli. Su imponente belleza le llevó a aparecer en diferentes éxitos de taquilla de Hollywood como Lawrence de Arabia.

Sistema de estructura de un tejado 

Catedral de Santa María de Mediavilla, en Teruel. Su edificación comenzó en 1171 y duró varios siglos. Está considerado uno de los ejemplos más representativos de la arquitectura mudéjar en España.
Catedral-Basílica de Nuestra Señora del Pilar, en Zaragoza. Este templo con una arquitectura que mezcla los estilos barroco y mudéjar fue la primera iglesia de la cristiandad dedicada a la Virgen María. Además, es el hogar de una de las estatuas marianas más famosas de Europa.



Las iglesias de Santiago del Arrabal o Santa María la Blanca y la Sinagoga del Tránsito, todas ellas en Toledo, son claras exponentes del mudéjar en Castilla-La Mancha.

viernes, 19 de diciembre de 2025

MOZÁRABES Y ARTE MOZÁRABE

Los cristianos que viven bajo el poder musulmán que invade España se les llama “mozárabes”. Desde el siglo IX están en minoría. Pueden mantener su religión, pero pagando impuestos adicionales y no pueden tener cargos, ni propagar su religión.

Las iglesias muchas de ellas son convertidas en mezquitas. En ocasiones, sufren matanzas y martirios. Muchos mozárabes fueron trasladados al Norte como resultado de las incursiones de la Reconquista. El arte mozárabe, derivado del visigodo con formas del arte islámico, se desarrolla en el Norte, en territorios cristianos, en el Sur sólo quedan pocos vestigios.
Cuando dicen que se convivía en paz los pueblos entre las distintas religiones, deberían saber, por ejemplo que la “Jornada del Foso” en 797, en Toledo, ciudad mozárabe, fue una matanza de los jefes de multitud de familias. De mediados del siglo IX, son los mártires de Córdoba, como san Eulogio, martirizado en 859.
Los musulmanes se hacen ceder iglesias para instalar sus mezquitas; como la Mezquita de Córdoba, construida sobre la catedral de San Vicente de Córdoba: en el 748, obligan a los cristianos a cederles la mitad de esa basílica para establecer allí la mezquita mayor de la ciudad, porque aún no tenían capacidad arquitectónica; en el 785, Abderramán I, consolidado en el trono de Al Andalus como emir independiente, obliga a los cristianos a entregar la otra mitad de su catedral, donde coexistían ambos cultos por imposición islámica que ahora completan. En 786, derriba la Catedral para construir allí la Mezquita de Córdoba con alarifes (arquitectos) hispanogodos y decoradores bizantinos de mosaicos, después será ampliada varias veces por sus sucesores.
Toledo consigue cierta autonomía en 873. Al ser reconquistada en 1085, vivían todavía mozárabes en Toledo.
Los mozárabes aportaron a los núcleos cristianos de resistencia del Norte el incremento del sentido cristiano de esa resistencia, con su propio espíritu de resistencia al Islam, esencial en la Reconquista, y aportaron con su emigración, o exilio, o rescate al Norte, el aumento de población esencial para consolidar los territorios liberados y para reconquistar otros. Reconquistar era repoblar, tener población dispuesta a vivir en los territorios de primera línea, o en la tierra de nadie, y a defenderlos. La Rioja, se repobló en parte con población vascona y con población mozárabe.
El latín, aunque aún es la lengua escrita utilizada por los mozárabes para los textos religiosos y culturales, ya se ha ido descomponiendo dialectalmente, de forma que el habla mozárabe es ya muy parecida al castellano arcaico. En la literatura de Al Andalus, se conservan palabras mozárabes intercaladas en versos árabes. La jarcha es un pequeño poema o en habla mozárabe insertado al final un poema en árabe llamado moaxaja.
El arte de repoblación es la tercera etapa del periodo prerrománico hispano, tras las fases que corresponden al Arte visigodo y al Arte asturiano.
Al avanzar el reino cristiano de Asturias y trasladar su capital a León se impuso  curiosos monumentos no estudiados hasta principios del siglo XX.
Son las iglesias levantadas por “mozárabes”, como dijimos, cristianos que se quedaron en tierras de moros conservando su religión cristiana. Esas iglesias  tenían un arte diferente a los monumentos asturianos pero también de tradición visigoda.
El término “mozárabe” entre los estudiosos está en desuso ya que se ha usado como parte de la historia de las comunidades citadas.
Existe una nueva teoría que fundamentalmente indica que las ermitas castellanas no son concretamente mozárabes, sino que encontrado vestigios de influencias visigóticas. y conviene hablar de arquitectura de repoblación, ya que estas iglesias se construyen en el momento en que los diversos reinos cristianos empiezan a reconquistar los territorios de la meseta que estaban en manos del islam.
Las iglesias que edificaron los mozárabes en Castilla y León tenían arcos de herradura que les daba cierto aspecto islámico. Los monjes que habitaban en Córdoba, que eran numerosos, tuvieron que emigrar perseguidos por rechazar el islamismo. Refugiados en el norte construyeron un nuevo tipo que hoy llamamos mozárabes. Otros se marcharon a Cataluña donde dejaron muestras de su estancia en los capiteles por ejemplo del monasterio de Ripoll y en la cripta de la catedral de Vic, en el prerrománico de Cataluña además, una parte importante de la pintura de la época prerrománica, principalmente miniaturas, es pintura mozárabe, como la Biblia Hispalense (988).
Las iglesias mozárabes son iglesias, blancas a veces con dos filas de columnas que sostienen arcos de herradura sobre las que se apoyan las cubiertas de madera de las tres naves. Las hay cerradas con bóveda, de una sola nave. Apenas poseen decoraciones salvo los capiteles que son de un tipo corintio degenerado.
El arte mozárabe, que es uno de los estilos prerrománicos más destacados, tiene como elemento más característico el arco de herradura procedente del arte visigodo, de donde también lo toma el arte islámico. El hecho de que en la mitad Sur de España queden unos pocos restos es debido a las destrucciones de las épocas de radicalismo islámico.
Las iglesias, austeras exteriormente, suelen tener un espacio interior muy hermoso y de gusto oriental, con arquerías de herradura, columnas con capiteles corintios de tradición cordobesa y, en algunos casos, tallas escultoras de gran esquematismo imaginativo.
Las principales características que definen la arquitectura mozárabe son:
Un gran dominio de la técnica en la construcción, empleando principalmente sillería a soga y tizón. (colocación de ladrillos de norte a sur y de este a oeste). Ausencia o sobriedad de la decoración exterior. Diversidad en las plantas, si bien la mayoría destacan por las pequeñas proporciones y espacios discontinuos cubiertos por cúpulas (de arista, gallonadas, de nervios de crucería califal...). Uso del arco de herradura al estilo islámico califal, muy cerrado y con el peralte de dos tercios del radio. Uso del alfiz. (el marco que rodea el exterior de un arco en ventanas o puertas) Uso de la columna como soporte, coronada por un capitel corintio decorado con elementos vegetales muy estilizados. Los aleros sobresalen y se asientan sobre modillones de lóbulos. (viguetas de madera con formas para sostener los aleros)

SANTA MARÍA DE MELQUE
En Toledo, siglo IX. Nació como conjunto monástico en los siglos VII y VIII en las cercanías de la que era la capital del reino visigodo, Toledo. Su fecha de construcción inicial es muy antigua, del siglo VII, que coincide con el final del reino visigodo. Estos vestigios que quedan en la mitad Sur de arte mozárabe. La planta es cruciforme, con un ábside central; los dos ábsides laterales fueron añadidos más tarde. Se conservan íntegras sus distintas naves, algunas capillas laterales y una sala dotada de arcos de herradura muy pronunciados. Se conserva también un nicho probablemente del fundador del templo, como ya se indicó.
El presbiterio es amplio como corresponde a una comunidad monástica y a ambos lados de él pueden apreciarse arcos de medio punto achatados. Sobre la bóveda se conserva la torre musulmana a la que se accedía por escalera exterior. Su fábrica es de enormes bloques de granito ensamblados en seco, que recuerda el acueducto de Segovia
Lo principal del arte mozárabe está en los reinos de León y Castilla

SAN MIGUEL DE ESCALADA
En León, el templo mozárabe fue construido (913) aprovechando materiales de épocas anteriores, visigótica y romana, observando aún hoy en el muro el aprovechamiento de lápidas, entre ellas, una inscripción visigótica.
El templo mozárabe fue construido aprovechando materiales de épocas anteriores, visigótica y romana, observando aún hoy en el muro el aprovechamiento de lápidas, entre ellas, una inscripción visigótica. Antes de la construcción del templo se encontraba en este lugar un templo de origen tardorromano que tiene su origen en la arquitectura paleocristiana.  Se puede afirmar, gracias a una inscripción actualmente desaparecida, que debido al incremento de monjes fue necesario ampliarlo, consagrándose en el año 951 de la era hispánica (913 en nuestra cronología) por el obispo Genadio

SAN CEBRIÁN DE MAZOTE, 
Valladolid. Con fuerte influencia visigoda, asturiana y califal (árabe). Planta basilical de tres naves con arcos de herradura sobre columnas reutilizadas, capiteles únicos, cimborrio, y una cabecera con triple ábside (el central de herradura) y un contrapuesto ábside occidental, algo casi único. Declarada Monumento de Interés Cultural, fue restaurada usando a Santiago de Peñalba como modelo para reconstruir su crucero y cimborrio.

SANTIAGO DE PEÑALBA
(937) Joya del mozárabe leonés, construida en el siglo X. Planta de cruz latina, dos ábsides (uno en el pie de la cruz), cúpulas gallonadas, y arcos de herradura. Considerada una de las iglesias más importantes de la repoblación cristiana, con una rica decoración que combina elementos visigodos, asturianos y árabes.

SAN BAUDELIO DE BERLANGA.
En Soria. Construida a finales del siglo XI, destaca por su singular arquitectura y por las pinturas murales que decoran su interior. Es considerada un ejemplo excepcional del arte mozárabe, tanto por su diseño como por su contenido artístico, lo que le ha valido el apodo de la "Capilla Sixtina del arte mozárabe". Fue declarada Monumento nacional en el 1917, lo que no evitó que en 1922 parte de sus obras pictóricas fueran vendidas a un marchante de arte y, tras ser arrancadas de los muros, se distribuyesen entre varios museos, como el Museo del Prado en Madrid y algunas instituciones estadounidenses.

MONASTERIO DE YUSO

En La Rioja, en San Millán De La Cogolla. Monasterios de Yuso y Suso. Ambos monasterios con Patrimonio de la Humanidad. Además es un núcleo monumental de primer orden. Este es lugar famoso porque en el siglo VI, a comienzos de la Alta Edad Media, fue elegido por Millán (o Emiliano), un pastor de Berceo, para retirarse.  El municipio no está exactamente en el Camino de Santiago, hay14 kilómetros de la ruta con dirección a San Millán de la Cogolla.


MONASTERIO DE SUSO
En el siglo X ya se había fundado un pequeño monasterio que gozó de la protección de los reyes de Navarra y fue saqueado por las tropas de Almanzor. El monasterio fue reconstruido rápidamente y ampliado, pero se pensó que era conveniente llevar los restos de San Millán a Nájera, donde estarían mejor guardados. Se cuenta que los pusieron en una carreta y empezaron el traslado, pero cundo llevaban un corto trecho los bueyes se detuvieron y no hubo forma de que siguieran. Se consideró una señal divina y en ese preciso lugar se levantó un segundo monasterio. Como estaba en la colina abajo del anterior lo llamaron de Yuso (de Abajo) y el primero quedó como de Suso, de Arriba.
Suso está en lo profundo del monte y tiene una preciosa iglesia mozárabe de dos naves que se ampliaron en el siglo XI, ya con formas románicas. Traspasar el umbral supone sumergirse en la historia y la leyenda. En el atrio se guardan los sepulcros de los Siete Infantes de Lara y de tres reinas de Navarra. Al fondo están las cuevas que fueron el refugio de los primeros eremitas y el sepulcro de San Millán, con su cubierta labrada del siglo XII.
El de Suso es un cenobio visigodo (siglo VI) recoleto y solitario enclavado en un paraje umbrío, como perdido en un bosque. El de Yuso, sin embargo, tiene trazas de gran monasterio señorial e imponente. No en vano se le conoce como El Escorial de La Rioja. 

IGLESIA DE SANTA MARÍA DE LEBEÑA
En Cantabria, del municipio de Cillorigo de Liébana, (Cantabria). Es uno de los mejores testimonios del arte prerrománico en España, encuadrado dentro del denominado “arte de repoblación” o mozárabe. Esta construcción debió levantarse en un periodo de tiempo relativamente corto, ya que no se observan cambios de planteamiento ni reformas del esquema original. Por ello, es posible pensar que fuera obra de un personaje principal de Liébana, y su finalidad podría ser para capilla funeraria de Santo Toribio. De planta centralizada, combinada con la de tipo basilical, de tres ábsides y tres naves, que se enfatiza con la ayuda que alcanzan los dos tramos centrales de la nave principal.

El tipo de piedra empleada en la construcción es la mampostería, utilizándose la sillería, en arenisca y caliza, solo en los ángulos y en los cercos de los vanos. Los cimientos son visibles sin terminar de tallar.

 

ARAGÓN REINO (primera parte)

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