Los cristianos que viven bajo el poder musulmán que invade
España se les llama “mozárabes”. Desde el siglo IX están en minoría. Pueden
mantener su religión, pero pagando impuestos adicionales y no pueden tener
cargos, ni propagar su religión.
Las iglesias muchas de ellas son convertidas en mezquitas. En
ocasiones, sufren matanzas y martirios. Muchos mozárabes fueron trasladados al
Norte como resultado de las incursiones de la Reconquista. El arte mozárabe,
derivado del visigodo con formas del arte islámico, se desarrolla en el Norte,
en territorios cristianos, en el Sur sólo quedan pocos vestigios.
Cuando dicen que se convivía en paz los pueblos entre las
distintas religiones, deberían saber, por ejemplo que la “Jornada del Foso” en
797, en Toledo, ciudad mozárabe, fue una matanza de los jefes de multitud de
familias. De mediados del siglo IX, son los mártires de Córdoba, como
san Eulogio, martirizado en 859.
Los musulmanes se hacen ceder iglesias para instalar
sus mezquitas; como la Mezquita de Córdoba, construida sobre la catedral
de San Vicente de Córdoba: en el 748, obligan a los cristianos a cederles la
mitad de esa basílica para establecer allí la mezquita mayor de la ciudad,
porque aún no tenían capacidad arquitectónica; en el 785, Abderramán I,
consolidado en el trono de Al Andalus como emir independiente, obliga a los
cristianos a entregar la otra mitad de su catedral, donde coexistían ambos
cultos por imposición islámica que ahora completan. En 786, derriba la Catedral
para construir allí la Mezquita de Córdoba con alarifes (arquitectos)
hispanogodos y decoradores bizantinos de mosaicos, después
será ampliada varias veces por sus sucesores.
Toledo consigue cierta autonomía en 873. Al ser reconquistada
en 1085, vivían todavía mozárabes en Toledo.
Los mozárabes aportaron a los núcleos cristianos de
resistencia del Norte el incremento del sentido cristiano de esa
resistencia, con su propio espíritu de resistencia al Islam, esencial en
la Reconquista, y aportaron con su emigración, o exilio, o rescate
al Norte, el aumento de población esencial para consolidar los territorios
liberados y para reconquistar otros. Reconquistar era repoblar, tener población
dispuesta a vivir en los territorios de primera línea, o en la tierra de nadie,
y a defenderlos. La Rioja, se repobló en parte con población
vascona y con población mozárabe.
El latín, aunque aún es la lengua escrita utilizada por los
mozárabes para los textos religiosos y culturales, ya se ha ido descomponiendo
dialectalmente, de forma que el habla mozárabe es ya muy
parecida al castellano arcaico. En la literatura de Al Andalus, se conservan
palabras mozárabes intercaladas en versos árabes. La jarcha es un
pequeño poema o en habla mozárabe insertado al final un poema en árabe llamado moaxaja.
El arte de
repoblación es la tercera etapa del periodo prerrománico
hispano, tras las fases que corresponden al Arte visigodo y al Arte asturiano.
Al avanzar el reino cristiano de Asturias y trasladar su
capital a León se impuso curiosos
monumentos no estudiados hasta principios del siglo XX.
Son las iglesias levantadas por “mozárabes”, como dijimos,
cristianos que se quedaron en tierras de moros conservando su religión
cristiana. Esas iglesias tenían un arte
diferente a los monumentos asturianos pero también de tradición visigoda.
El término “mozárabe” entre los estudiosos está en desuso ya
que se ha usado como parte de la historia de las comunidades citadas.
Existe una nueva teoría que fundamentalmente indica que las
ermitas castellanas no son concretamente mozárabes, sino que encontrado
vestigios de influencias visigóticas. y conviene hablar de arquitectura de
repoblación, ya que estas iglesias se construyen en el momento en que los
diversos reinos cristianos empiezan a reconquistar los territorios de la meseta
que estaban en manos del islam.
Las iglesias que edificaron los mozárabes en Castilla y León
tenían arcos de herradura que les daba cierto aspecto islámico. Los monjes que
habitaban en Córdoba, que eran numerosos, tuvieron que emigrar perseguidos por
rechazar el islamismo. Refugiados en el norte construyeron un nuevo tipo que
hoy llamamos mozárabes. Otros se marcharon a Cataluña donde dejaron muestras de
su estancia en los capiteles por ejemplo del monasterio de Ripoll y en la
cripta de la catedral de Vic, en el prerrománico de Cataluña además, una parte
importante de la pintura de la época prerrománica, principalmente miniaturas,
es pintura mozárabe, como la Biblia Hispalense (988).
Las iglesias mozárabes son iglesias, blancas a veces con dos
filas de columnas que sostienen arcos de herradura sobre las que se apoyan las cubiertas
de madera de las tres naves. Las hay cerradas con bóveda, de una sola nave.
Apenas poseen decoraciones salvo los capiteles que son de un tipo corintio
degenerado.
El arte mozárabe, que es uno de los estilos
prerrománicos más destacados, tiene como elemento más característico el arco de
herradura procedente del arte visigodo, de donde también lo toma el arte
islámico. El hecho de que en la mitad Sur de España queden unos pocos restos es
debido a las destrucciones de las épocas de radicalismo islámico.
Las iglesias, austeras exteriormente, suelen tener un espacio
interior muy hermoso y de gusto oriental, con arquerías de herradura, columnas
con capiteles corintios de tradición cordobesa y, en algunos casos, tallas
escultoras de gran esquematismo imaginativo.
Las principales características que definen la arquitectura
mozárabe son:
Un gran dominio de la técnica en la construcción, empleando
principalmente sillería a soga y tizón. (colocación de ladrillos de norte
a sur y de este a oeste). Ausencia o sobriedad de la decoración exterior.
Diversidad en las plantas, si bien la mayoría destacan por las pequeñas
proporciones y espacios discontinuos cubiertos por cúpulas (de
arista, gallonadas, de nervios de crucería califal...). Uso del arco de
herradura al estilo islámico califal, muy cerrado y con
el peralte de dos tercios del radio. Uso del alfiz. (el marco
que rodea el exterior de un arco en ventanas o puertas) Uso de
la columna como soporte, coronada por un capitel
corintio decorado con elementos vegetales muy estilizados. Los aleros
sobresalen y se asientan sobre modillones de lóbulos. (viguetas de
madera con formas para sostener los aleros)
SANTA MARÍA DE MELQUE
En Toledo, siglo IX. Nació como conjunto monástico en los
siglos VII y VIII en las cercanías de la que era la capital del reino visigodo,
Toledo. Su fecha de construcción inicial es muy antigua, del siglo VII, que
coincide con el final del reino visigodo. Estos vestigios que quedan en la
mitad Sur de arte mozárabe. La planta es cruciforme, con un ábside central; los
dos ábsides laterales fueron añadidos más tarde. Se conservan íntegras sus
distintas naves, algunas capillas laterales y una sala dotada de arcos de
herradura muy pronunciados. Se conserva también un nicho probablemente del
fundador del templo, como ya se indicó.
El presbiterio es amplio como corresponde a una comunidad
monástica y a ambos lados de él pueden apreciarse arcos de medio punto
achatados. Sobre la bóveda se conserva la torre musulmana a la que se accedía
por escalera exterior. Su fábrica es de enormes bloques de granito ensamblados
en seco, que recuerda el acueducto de Segovia
Lo principal del arte mozárabe está en los reinos de León y
Castilla
SAN MIGUEL DE ESCALADA
En León, el templo mozárabe fue construido (913) aprovechando
materiales de épocas anteriores, visigótica y romana, observando aún hoy en el
muro el aprovechamiento de lápidas, entre ellas, una inscripción visigótica.El templo mozárabe fue construido aprovechando materiales de épocas anteriores, visigótica y romana, observando aún hoy en el muro el aprovechamiento de lápidas, entre ellas, una inscripción visigótica. Antes de la construcción del templo se encontraba en este lugar un templo de origen tardorromano que tiene su origen en la arquitectura paleocristiana. Se puede afirmar, gracias a una inscripción actualmente desaparecida, que debido al incremento de monjes fue necesario ampliarlo, consagrándose en el año 951 de la era hispánica (913 en nuestra cronología) por el obispo Genadio
SAN CEBRIÁN DE MAZOTE,
Valladolid. Con fuerte influencia
visigoda, asturiana y califal (árabe). Planta basilical de tres naves con arcos
de herradura sobre columnas reutilizadas, capiteles únicos, cimborrio, y una
cabecera con triple ábside (el central de herradura) y un contrapuesto ábside
occidental, algo casi único. Declarada Monumento de Interés Cultural, fue
restaurada usando a Santiago de Peñalba como modelo para reconstruir su crucero
y cimborrio.
(937) Joya del mozárabe leonés, construida en el siglo X. Planta
de cruz latina, dos ábsides (uno en el pie de la cruz), cúpulas gallonadas, y
arcos de herradura. Considerada una de las iglesias más importantes de la
repoblación cristiana, con una rica decoración que combina elementos visigodos,
asturianos y árabes.
SAN BAUDELIO DE BERLANGA.
En Soria. Construida a finales del siglo XI, destaca por su
singular arquitectura y por las pinturas murales que decoran su interior. Es
considerada un ejemplo excepcional del arte mozárabe, tanto por su diseño como
por su contenido artístico, lo que le ha valido el apodo de la "Capilla
Sixtina del arte mozárabe". Fue declarada Monumento nacional en el 1917,
lo que no evitó que en 1922 parte de sus obras pictóricas fueran vendidas a un
marchante de arte y, tras ser arrancadas de los muros, se distribuyesen entre
varios museos, como el Museo del Prado en Madrid y algunas instituciones
estadounidenses.
En La Rioja, en San Millán De La Cogolla. Monasterios de Yuso y Suso. Ambos monasterios con
Patrimonio de la Humanidad. Además es un núcleo monumental de primer orden.
Este es lugar famoso porque en el siglo VI, a comienzos de la Alta Edad Media,
fue elegido por Millán (o Emiliano), un pastor de Berceo, para retirarse. El municipio no está exactamente en
el Camino de Santiago, hay14 kilómetros de la ruta con dirección
a San Millán de la Cogolla.
MONASTERIO DE SUSO
En el siglo X ya se había fundado un pequeño monasterio que
gozó de la protección de los reyes de Navarra y fue saqueado por las tropas de
Almanzor. El monasterio fue reconstruido rápidamente y ampliado, pero se
pensó que era conveniente llevar los restos de San Millán a Nájera, donde
estarían mejor guardados. Se cuenta que los pusieron en una carreta y empezaron
el traslado, pero cundo llevaban un corto trecho los bueyes se detuvieron y no
hubo forma de que siguieran. Se consideró una señal divina y en ese preciso
lugar se levantó un segundo monasterio. Como estaba en la colina abajo del
anterior lo llamaron de Yuso (de Abajo) y el primero quedó como de Suso, de
Arriba.
Suso está en lo profundo del monte y tiene una preciosa
iglesia mozárabe de dos naves que se ampliaron en el siglo XI, ya con formas
románicas. Traspasar el umbral supone sumergirse en la historia y la
leyenda. En el atrio se guardan los sepulcros de los Siete Infantes de
Lara y de tres reinas de Navarra. Al fondo están las cuevas que fueron el
refugio de los primeros eremitas y el sepulcro de San Millán, con su cubierta
labrada del siglo XII.
El de Suso es un cenobio visigodo (siglo VI) recoleto y
solitario enclavado en un paraje umbrío, como perdido en un bosque. El
de Yuso, sin embargo, tiene trazas de gran monasterio señorial e
imponente. No en vano se le conoce como El Escorial de La
Rioja.
IGLESIA DE SANTA MARÍA DE LEBEÑA
En Cantabria, del municipio de Cillorigo de Liébana,
(Cantabria). Es uno de los mejores testimonios del arte prerrománico en España,
encuadrado dentro del denominado “arte de repoblación” o mozárabe. Esta construcción debió levantarse en
un periodo de tiempo relativamente corto, ya que no se observan cambios de
planteamiento ni reformas del esquema original. Por ello, es posible pensar que
fuera obra de un personaje principal de Liébana, y su finalidad podría ser para
capilla funeraria de Santo Toribio. De planta centralizada, combinada con la de
tipo basilical, de tres ábsides y tres naves, que se enfatiza con la ayuda que
alcanzan los dos tramos centrales de la nave principal.
El tipo de piedra empleada en la construcción es la
mampostería, utilizándose la sillería, en arenisca y caliza, solo en los
ángulos y en los cercos de los vanos. Los cimientos son visibles sin terminar
de tallar.