martes, 19 de agosto de 2025

ESPAÑA, NAPOLEÓN Y LA ILUSTRACIÓN

La Ilustración fue un movimiento cultural e intelectual europeo especialmente en Francia e Inglaterra, que se desarrolló desde fines del siglo XVII hasta el inicio de la Revolución francesa. Fue denominado así por su declarada finalidad de disipar las tinieblas de la humanidad mediante las luces de la razón. El siglo XVIII es conocido, por este motivo, como el Siglo de las Luces. Este movimiento abogaba por la razón como la forma de establecer un sistema autoritario, ético, estético y de conocimientos. Los líderes intelectuales se consideraban como la élite de la sociedad, cuyo principal propósito era liderar al mundo hacia el progreso, sacándolo del largo periodo de tradiciones, superstición, irracionalidad y tiranía. Periodo que ellos creían iniciado durante la llamada “Edad Oscura”.

CARLOS III 
En España se desarrolló en el siglo XVIII, con las reformas de los Bobones hasta la Guerra de Independencia en 1808.
En aquel siglo XVIII, con Felipe V fue donde por primera vez en España se separaron religión y justicia. Fue llegando al poder una interesante sucesión de funcionarios, ministros y hasta militares ilustrados. Se afianzó a partir de 1746 con el nuevo rey, Fernando VI, hijo de Felipe V, que no quiso ninguna guerra y siguió con la costumbre de nombrar ministros competentes, gente capaz, ilustrada, y visión de futuro, que pese a muchos problemas, hizo de nuestro siglo XVIII, posiblemente, el más esperanzador. Fueron llegando funcionarios eficaces y ministros brillantes como Patiño o el marqués de la Ensenada. Su afán reformista los llevó a chocar con la Iglesia y la mayor parte de la aristocracia.

CONDE DE ARANDA 

Tras el impulso reformista del reinado de Fernando VI, (rey desde 1746 hasta 1759), la ilustración llega a su apogeo en el reinado de Carlos III, (rey desde 1759 hasta su muerte en 1788). Con Fernando VI y luego Carlos III, Europa estaba en la época de la ilustración y modernidad.  La ciencia desmontaba dogmas y consignas para la Iglesia irrefutables. Pese a todo algunos fueron dignos eclesiásticos pese a las trabas y peligros. Pero la sociedad seguía apegada a la tradición y al trono.
Con Carlos III y sus ministros hubo leyes de apoyo a la investigación y la ciencia. Los escritos de Campomanes, Jovellanos, Capmany o Cabarrús muestran la asimilación de las teorías económicas de la fisiocracia y del liberalismo económico.

PEDRO RODRIGUEZ DE CAMPOMANES 

Carlos III y sus colaboradores crearon una reforma fiscal importante. A su muerte en 1788 España había recuperado su posición entre las grandes potencias europeas. Supo rodearse de gentes inteligentes y preparadas, como Esquilache, el Conde de Campomanes, el Conde de Aranda, que supo poner orden en la sociedad soliviantada y el marqués de Floridablanca. Pero no fueron los únicos.
El Siglo de las Luces trajo consigo la creación de numerosas instituciones dedicadas al conocimiento. Por supuesto que continuaba el absolutismo, que concentraba el poder en un selecto grupo de personas.  Fundamental en la Ilustración española fue Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811), cuya figura llena todo el siglo XVIII. Otros representantes de los diferentes campos de las ciencias y de las artes fueron: Pedro Rodríguez Campomanes (1723-1802), Pablo Olavide (1725-1803), Juan Meléndez Valdés (1754-1817), José Cadalso (1741-1782) Gaspar de Jovellanos (1744-1811).
Heredó el trono su hijo Carlo IV que fue rey de España desde el 14 de diciembre de 1788 hasta el 19 de mayo de 1808.

MARQUÉS DE LA ENSENADA 

Godoy, su valido en 1792, firmó con el Reino de Gran Bretaña su adhesión a la Primera Coalición contra Francia. Comienza la guerra del Rosellón, un conflicto que enfrentó a la monarquía de Carlos IV de España y a la Primera República Francesa entre 1793 y 1795, con la derrota española. Godoy firmó con Francia la Paz de Basilea (1795), se reconocía a la República Francesa.
Para España las alianzas con la Francia del Directorio y después con Napoleón, no trajeron más que grandes problemas. Se sucede la “Guerra de las naranjas”, España y Francia aliadas contra Portugal que solo duró 18 días con la victoria de los aliados
Luego llegó la derrota de Trafalgar (1805), que supuso la supremacía naval de Inglaterra durante todo el siglo XIX en el mar. Napoleón desistió en su intento de invadir Inglaterra y supuso también un duro golpe en su carrera. España sufrió a partir de entonces que Inglaterra controlara a través de Gibraltar por sus buques, ocasionando un estancamiento en el comercio español por mar. Por lo tanto Napoleón pensó en hacer de España otro reinado satélite como los que ya tenía en Holanda y Alemania. Con habilidad pasmosa consiguió que el miserable traidor de Fernando, el hijo del rey, liderase un partido de oposición al de Manuel Godoy. Fernando aspiraba a la corona como fuera y Godoy molestaba.

JOVELLANOS 

Luego el “Motín de Aranjuez”, pensado por Napoleón, marzo de 1808, una pequeña multitud, se agolpa frente al Palacio Real y asalta el palacio de Godoy. El motín perseguía la destitución de Godoy y la abdicación de Carlos IV en Fernando. Fue el principio de la agonía del Antiguo Régimen en España. El pueblo había sido manipulado, pero consiguió la renuncia de Godoy, la abdicación forzada del Rey Carlos IV y el acceso de Fernando. Napoleón manda llamar a toda la familia a Bayona. Y a partir de aquí la historia desgraciada para España. Se produce la invasión de las tropas napoleónicas.
No vamos a narra la guerra de Independencia contra Napoleón, que es una historia que merece otros artículos.
Diremos que con la llegada de los Bonaparte, un español con cierta cultura, que mirase el mundo con espíritu crítico, convencido de que las luces, la ilustración que recorrían Europa iban a sacar a España del pozo siniestro de reyes incapaces. Ese español llega a la conclusión de que la Francia napoleónica, hija de la Revolución y el genio de Bonaparte podía animar a los españoles de buen criterio a sacudirse e ingresar en el mundo avanzado, y hacer de éste un país moderno y con futuro. Cultura, espíritu crítico, libros, ciencia, deberes ciudadanos, responsabilidad intelectual, etc. Ese español recibió con alborozo la noticia de que España y Francia son aliadas. Y que además a Carlos IV, Fernando VII, Godoy y otros se los llevan a Francia medio invitados medio prisioneros, mientras Napoleón decide poner en España, como rey a su hermano José.
Pero el pueblo español piensa de otra forma, y comienza la Guerra de Independencia en 1808. Y resulta que ese mismo año al ejército de los liberales españoles, organizado con prisas, vence al francés en la batalla de Bailén. Un ejército de tierra nunca había vencido a Napoleón. Bailén se le dio el aviso, y seis años después fue echado a patadas de nuestro país. Luego Rusia terminó de darle la puntilla. El final estaba cercano. Pero se llevó por delante a millones de vidas entre militares y civiles en toda Europa además de saqueos casa por casa, iglesias, catedrales, tumbas, violaciones, profanaciones y todo tipo de barbaridades contra el pueblo español.
Y es aquí donde vemos claramente donde con Napoleón no hubo Ilustración, con él se terminó la Ilustración en Europa. Lo mismo que supo ver el genial Beethoven con anterioridad, que esperanzado en principio, se sintió profundamente defraudado.

NAPOLEÓN Y BEETHOVEN 
Para el que tenga dudas, que recuerde que el genio inmortal de Beethoven era un admirador de Napoleón, ya que personificaba el desmantelamiento de las monarquías absolutistas de Europa y en su lugar implantar las nuevas ideas, leyes y derechos tan esperados por los pueblos. El punto de inflexión en esta relación de amor (primero) y odio (después) lo produjo la decisión de Napoleón de autoproclamarse emperador en 1804. Un gesto que el republicanismo del compositor consideró como una traición a los ideales de la Revolución francesa que Napoleón en un primer momento había dado la impresión de abanderar. Después, en 1805, Viena cayó en manos francesas. Beethoven permaneció todo ese tiempo en Viena. Sufrió las exigencias económicas del ocupante. La obra que había compuesto en honor de Napoleón la reformó y cuando se publicó en 1806, Beethoven había tachado el nombre de Bonaparte de la portada y en su lugar, había escogido otro título, “Sinfonía heroica”.
Nunca se conocieron personalmente, pero Beethoven comprendió que en realidad el corso utilizó su poder militar para encumbrarse, para obtener más poder y que estaba enfermo de megalomanía, y las nuevas ideas de la Ilustración quedaban desbaratadas.

JORGE JUAN 

Y en España, la guerra llevó al país a una situación económica desastrosa, con el problema de no poder defender sus posesiones en América y la traición del hombre más incapaz y felón que ha nacido en España, Felipe VII, que volvió para establecer el absolutismo y derogar la Constitución de 1812 que los liberales habían promulgado y él juró ante Dios. Traicionó precisamente a ese pueblo y a los hombres que habían arriesgado su vida por él, para sacarlo de las garras de Napoleón y que reine con el apoyo de todos los españoles.
Y así fue como volvió además del absolutismo, una cierta oscuridad cultural, dando fuerza a tradiciones casi de supersticiones, el servilismo y la tiranía.

lunes, 18 de agosto de 2025

MIGUEL SERVET

Hace 472 que la Inquisición francesa quemaba en la hoguera,  junto a sus libros, al sabio Miguel Servet, teólogo y científico aragonés. Investigó sobre astronomía, meteorología, geografía, jurisprudencia, física, el estudio de la Biblia, matemáticas, anatomía y medicina. Muy conocido por su trabajo sobre la circulación pulmonar.


Nacido Miguel Servetus en Villanueva de Sijena, Huesca en 1511 y fallecido en Champel, Suiza, 1553. Mientras cursaba estudios en Barcelona trabó amistad con el confesor de Carlos I de España, fray Juan de Quintana, quien lo acogió a su servicio y viajó con él a Roma en 1530 con motivo de la coronación del emperador. Seguidamente abandonó a su mentor e inició una larga peregrinación por diferentes ciudades europeas (Lyon, Ginebra, Basilea), donde polemizó con algunos líderes reformistas como Juan Ecolampadio o Martín Bucero.
En 1531 y 1532 aparecieron dos obras suyas en las que intentó dilucidar las cuestiones teológicas relativas a la Santísima Trinidad, y abogó por una visión muy personal que consideraba a Jesucristo como una divinidad deseada por el Padre y, en consecuencia, con un origen simultáneo al acto físico del nacimiento. Esta concepción, inmediato precedente del unitarismo, le enfrentó tanto a los católicos como a los protestantes, viéndose obligado a publicar una formulación revisada de la misma apenas un año después.
En 1537 se matriculó en la Universidad de París para estudiar medicina, pero un tratado de astrología en el que defendía la influencia de las estrellas en la salud humana lo enfrentó a la comunidad médica profesional. Su amistad personal con el arzobispo de Vienne le permitió entrar a su servicio como médico personal.
En 1546 envió a Juan Calvino una copia de su trabajo más importante, Christianismi Restitutio, de carácter fundamentalmente teológico, pero que pasó a la posteridad por contener en su Libro V la primera exposición de la circulación pulmonar o menor.  Según Servet, la sangre es transmitida por la arteria pulmonar a la vena pulmonar por un paso prolongado a través de los pulmones, en cuyo curso se torna de color rojo y se libera de los vapores fuliginosos por el acto de la espiración. Tras leer dicha obra, Calvino denunció a Servet ante la Inquisición de Lyon, lo que provocó la huida apresurada de éste.

JUAN CALVINO 
En una fatal etapa en Ginebra, camino de Italia, Servet fue reconocido y, tras ser detenido y juzgado, fue condenado por la Inquisición protestante de Calvino a morir en la hoguera. Su muerte suscitó una fuerte polémica en el frente protestante sobre la aplicación de la pena capital por razones de supuesta herejía.
Servet comenzó a ser reivindicado por partidarios del librepensamiento, que veían en su ejecución una prueba de los peligros que conlleva el fanatismo religioso. “No habéis defendido a la iglesia, habéis matado a un hombre”
El hecho más triste de la Ginebra de Calvino fue sin duda el caso Servet. La prisión, condena y muerte del español supuso un duro golpe para un sector reformado, que se sentía en una posición moral superior a la iglesia de Roma. Miguel Servet se equivocó de camino, pensaba que la tolerancia y el respeto al hombre estarían por encima de cualquier otra consideración en la ciudad de Ginebra, pero se equivocaba. El español había oído de los avances sociales en la ciudad, el cuidado de los pobres, huérfanos y desvalidos, pero no podía imaginar que el celo religioso de Calvino podría llevarla hasta la muerte. 


Estatua de Miguel Servet atado de pies y manos a la estaca de la hoguera. Plaza la Mairie d'Annemasse (Hte Savoie – Francia)
El doctor y teólogo español estaba de paso en la ciudad, simplemente quería conocer en persona, aunque fuese de lejos, a uno de los grandes hombres de la Reforma. Ambos habían comenzado una relación epistolario que había terminado en insultos y descalificaciones. Server había escrito un libro contra la obra de Calvino, pero lo peor de todo es que Miguel negaba algunas doctrinas fundamentales del cristianismo, como la Trinidad y muchos de los hechos sobrenaturales de las Escrituras. Aquel día, como otros muchos, Calvino subió al púlpito a predicar, pero mientras examinaba los rostros de la congregación, se fijó en un forastero. Seguramente no podía imaginar que Servet se atreviera a pasar por la ciudad, después de lo que había dicho de él, pero allí estaba, en su propia ciudad. Uno de los problemas entre los dos era que mientras Calvino era muy estricto en lo que a la teología se refiere, para Servet la teología era pura especulación filosófica. Calvino no iba a consentir que Servet llegara con sus ideas a Ginebra, por eso ordenó que capturaran al hereje antes de salir de la iglesia. Desde un primer momento, el bando de los libertinos buscó en el caso y juicio de Servet, una manera de desacreditar a Calvino.
La condena en la hoguera era el más duro de todos los castigos que se imponían en la época. Servet pidió una reunión con Calvino y este se la concedió. El español le rogó que le impusieran otra condena más leve, pero cuando Calvino le pidió que adjurara de sus ideas, Servet soltó una carcajada. Juan Calvino si pidió un cambio en la sentencia, pero no fue la absolución o condena de cárcel, se limitó a pedir la decapitación, que consideraba una forma de ejecución más humana para el reo. El Consejo denegó la petición de Calvino y Miguel Servet murió en la hoguera

viernes, 15 de agosto de 2025

AL-ANDALUS DURANTE 800 AÑOS

Solemos escuchar y leer incluso a historiadores refutados que los musulmanes dominaron la península Ibérica durante 800 años. Pues bien, nada más lejos de la realidad. Dominar exactamente no, otra cosa es que residieran en parte del territorio, con gran éxito al principio y progresivamente con dificultades hasta su desaparición.

En el año 711 se produjo la entrada del contingente que se expandió con rapidez. Los reinos visigodos estaban disgregados y con luchas internas. Los musulmanes recibieron ayudas de los judíos, porque serían mejor tratados que con los cristianos. Y también de los propios hispano-godos, descontentos por los privilegios que recibían determinadas clases, los invasores ocuparon la capital, Toledo y algo más tarde Córdoba. Aunque todo marchaba sobre ruedas o cierto es que dese el primer momento surgieron disputas entre los bereberes y los árabes, por cargos, territorios y zonas de influencia. Ese fue el origen remoto todavía de los reinos de Taifas. Al-Andalus formaba parte como una gran provincia de un imperio que también abarcaba lo que hoy es Marruecos y llegaba hasta Punjab, en la India. No voy a hablar de la historia completa de este pueblo, pero he de decir que personalmente creo, que si bien fueron invasores, en realidad con el paso de los siglos han formado parte del sustrato y la raigambre de lo que hoy son los españoles.
Para ser claros hay que decir que hacia el 715 habían conseguido control del territorio peninsular y establecer la unidad administrativa. Comenzaba así la etapa musulmana de la cuenca del Ebro, que habría de durar cuatro siglos. La capital musulmana se había establecido primero en Sevilla y en el 717 se trasladó a Córdoba. Aunque el control efectivo se consiguió con la población hispano-goda mediante pactos y capitulaciones con las noblezas y las distintas fuerzas sociales, lo que explica su rapidez. Pero Hispania fue dominada por las armas y mediante acuerdos que permitían retener gran parte de las posesiones a quienes los firmaban a cambio de un impuesto, el “Jaray”. La nobleza y la Iglesia que no se sometía les eran confiscados sus bienes. No obstante las poblaciones que se resistían eran destruidas y quemadas, sus iglesias derruidas, y su población muerta o esclavizada. A los hombres se les crucificaba y las mujeres y niños eran esclavizados siendo islamizados a la fuerza. Como vemos, los musulmanes no se andaban por las ramas.

Asegura Serafín Fanjul que es Catedrático de literatura árabe, miembro de la Real Academia de la Historia. “Hoy en día nadie, ni los historiadores arabistas, creen que Al-Andalus fue un crisol; fue una época terrorífica”. “No sé si se produjo la batalla de Covadonga, lo que sí sé es que durante el siglo VIII entraron unos 100.000 árabes en la Península y en los años 730 y 740 se dieron unas hambrunas tremendas en las zonas de Asturias y Galicia que obligaron a los musulmanes que se habían asentado en el Norte a regresar a su tierra bereber. Fue un éxodo obligado por el hambre más que una heroica batalla de don Pelayo, que desde luego aprovechó esa huida para impulsar la monarquía astur-leonesa. Nunca hubo armonía, eran tres comunidades yuxtapuestas con intercambios comerciales, económicos y administrativos. Lo que había eran dos culturas y tres religiones porque los judíos tendieron a adoptar la cultura romance o la árabe”.
Cuando se dividen en reinos de taifas, al final del siglo X, ya no dominan con la fuerza de antes. Luchan a duras penas por subsistir y pagando para residir, (vasallaje). Digamos unos 300 años de dominación y otros 460 de pasarlas muy mal, sin dominar y perdiendo territorio. 


En el año 711 se produjo la entrada del contingente que se expandió con rapidez. Los reinos visigodos estaban disgregados y con luchas internas. Los musulmanes recibieron ayudas de los judíos, porque serían mejor tratados que con los cristianos. Y también de los propios hispano-godos, descontentos por los privilegios que recibían determinadas clases, los invasores ocuparon la capital, Toledo y algo más tarde Córdoba. Aunque todo marchaba sobre ruedas o cierto es que dese el primer momento surgieron disputas entre los bereberes y los árabes, por cargos, territorios y zonas de influencia. Ese fue el origen remoto todavía de los reinos de Taifas. Con otra religión diferente a la romana, otras costumbres y cultura, lo cierto es que se ganaron también el derecho a pensar con los años que estaban en suelo propio. 
Su organización política fue la siguiente:
Primero los musulmanes dependientes de Damasco del 714 al 756.
Luego se creó el Emirato de Córdoba del 756 al 912
Pasa al Califato de Córdoba del 912 al 1009
"Fitnas de Al-Andalús" del 1009 al 1031, es un periodo de inestabilidad y guerra civil durante el Califato de Córdoba. La fitna dio comienzo tras un golpe de estado orquestado por la propia dinastía Omeya. Ya había algunas Taifas (pequeños reinos musulmanes desde el 1009). 
Las taifas, palabra que significa "bando" fueron hasta treinta y nueve pequeños reinos en que se dividió el califato de Córdoba después del derrocamiento de la dinastía omeya y la abolición del califato en 1031.
-Reinos de Taifas del 1009 al 1238. (Primeros, segundos y terceros)
-Emirato de Granada del 1238 al 1492.

Tras el debilitamiento de los almorávides y los almohades, surgieron los llamados segundos y terceros reinos de taifas hasta el siglo XIII. En el trono se van sucediendo los califas, en medio de una anarquía total. Realmente los problemas eran muy profundos. Luchas por el trono califal, luchas internas por causas raciales entre árabes, bereberes y muladíes o eslavos (esclavos libertos del norte peninsular o de origen centroeuropeo). También influían los mozárabes, el ansia independentista de las áreas con mayores recursos económicos y la presión de los impuestos. Al no tener tropas necesarias para luchar contra sus vecinos o contra el avance cristiano, contrataban mercenarios, incluso guerreros cristianos, como el propio Cid Campeador, que sirvieron a reyes musulmanes, luchando incluso contra otros reyes cristianos. Al principio se les sometía económicamente forzando a pagar un tributo, las parias, a los reyes cristianos. Pero estas rivalidades entre los invasores los cristianos aprovecharían aliándose con los bereberes y asaltaron Toledo. Más tarde los bereberes derrotaron y saquearon Córdoba en 1013. Al conquistar estos el reino de Toledo en 1085 por parte de Alfonso VI de León pidieron ayuda al sultán almorávide del norte de África, Yúsuf ibn Tasufin, el cual derrotó al rey leonés en la batalla de Zalaca en 1086, y conquistó progresivamente todas las taifas. Aunque no consiguió reconquistar Toledo. Pero el rey castellano Alfonso VII y el aragonés Alfonso I el batallador, consiguieron éxitos militares y poco a poco debilitaron el poder musulmán. Estos volvieron a pedir ayuda, esta vez a los almohades, que con el paso del tiempo y las luchas vencieron al rey de Castilla Alfonso VIII en la batalla de Alarcos, en julio de 1195, que fue un tremendo desastre para los cristianos. Se estableció una tregua.
El rey castellano se lo tomó a pecho, y no descansó hasta que pudo montarles la recíproca en las Navas de Tolosa, que, por fin, marcó el principio del fin musulmán. Fue en Jaén en julio de 1212, aparte de voluntarios franceses y de duros caballeros de las órdenes militares españolas, estaba milagrosamente formado por tropas castellanas, navarras y aragonesas, puestas de acuerdo por una vez en su vida. La cosa no estuvo clara hasta el final cuando con mucho esfuerzo se hicieron con victoria. Miles de hombres cayeron, pero finalmente la victoria se decantó del lado cristiano. El Califa Miramamolín escapó huyendo a toda prisa una vez perdida ya la batalla. Navas de Tolosa fue la hecatombe para el imperio Almohade en la Península Ibérica.  

Con esta histórica victoria de la alianza cristiana se había iniciado el declive del dominio musulmán de España. Los musulmanes de la Península Ibérica nunca más se recuperaron de esta derrota. Los reinos cristianos comenzaron a expandirse con mayor fuerza y definitivamente. Estableció una superioridad militar, económica y política. Al-Andalus, ya desmenbrada en Taifas, fueron cayendo hasta que solo quedó el reino de Granada, que duró 280 años más. Después de 1266, en Granada, los reyes de Castilla cobraban un tributo a sus homólogos nazaríes. Un tributo en oro, porque Granada, que se beneficiaba de sus privilegiadas relaciones de sangre con el norte de África, era la puerta del oro africano. Lo cierto es que Granada era un reino próspero, muy poblado y de refinadas costumbres. Pero las cosas no son para siempre. El oro comenzó a escasear, y además, los jóvenes Isabel y Fernando que se habían casado tenían las ideas muy claras; reunir bajo sus reinos los antiguos dominios de los Godos, es decir, todos los territorios que habían sido cristianos. Pero el gobernador moro de Ronda, Mohamed al Zagrí, que se apoderó de la plaza de Zahara en 1481, realmente calculó mal. Isabel I ya había vencido al rey de Portugal, con las tropas al mando de su marido, Fernando de Aragón, se lo pensaron muy bien. Se acuarteló en Córdoba. Organizó un ejército regular con sus distintos cuerpos, con su Estado Mayor. Lo que es la organización de una guerra moderna.

Hasta que finalmente después de una guerra de diez años, el rey de Aragón Fernando II y la reina de Castilla, Isabel I, tomaron definitivamente el reino de Granada en 1492 para la corona de Castilla.
Por lo que resumiendo mucho, diremos que el poder islámico en la Península comenzó en el 711 y fue fuerte hasta el 1031. Posteriormente se sucedieron muchas batallas en diferente Taifas contra distintos reinos cristianos. En el año 1238 fue fundado el reino nazarí de Granada, siendo además vasallo de la corona de Castilla a la que le rendía tributo, que duró, como digimos, hasta 1492. 

miércoles, 13 de agosto de 2025

LOS MOZÁRABES

A los cristianos que viven bajo el poder musulmán que invade España desde el 711 se les llama “mozárabes”. Desde el siglo IX están en minoría. Pueden mantener su religión, pero pagando impuestos adicionales y no pueden tener cargos, ni propagar su religión. Las iglesias muchas de ellas son convertidas en mezquitas. En ocasiones, sufren matanzas y martirios. Muchos mozárabes fueron trasladados al Norte como resultado de las incursiones de la Reconquista. El arte mozárabe, derivado del visigodo con formas del arte islámico, se desarrolla en el Norte, en territorios cristianos, en el Sur sólo quedan unos pocos vestigios.

MOZÁRABES CASTELLANOS 
Descendían de hispanovisigodos y decidieron acatar la autoridad de los invasores, permaneciendo como cristianos en sus pueblos y ciudades. La convivencia entre esta población y los musulmanes se aseguró por pactos, pero, con el correr de los años, las autoridades árabes decidieron romperla, para expandir el islam a toda la población, llegando en algunos casos a la persecución violenta. Ello motivó la huida de los mozárabes a los núcleos de resistencia cristiana en el Norte de la Península Ibérica, llevando su cultura y sus recuerdos del reino godo. Sus aportaciones al progreso de la cultura, las artes y de las letras fueron indiscutibles, aunque se les considerase más artesanos que artistas. Los abades y monjes mozárabes conservaron la cultura visigoda y, más que una leve capa de cultura musulmana, lo que llevaron al Norte fue la obra de san Isidoro de Sevilla y de san Fructuoso de Braga. Además, escribieron crónicas y formaron bibliotecas importantes en los monasterios. Ese clero culto empezó a ocupar los puestos de mayor responsabilidad y que requerían serios conocimientos en los reinos de Asturias y León, actuando como preceptores, consejeros y embajadores de sus monarcas. Aportaron la idea de continuidad y herencia del reino visigodo de Toledo, justificando su desaparición por sus pecados y la legitimidad del reino de Asturias para recuperar el territorio perdido, a ser sus herederos y continuadores, a mediados del siglo IX.

SANTA MARÍA DE MELQUE 
Cuando dicen que se convivía en paz los pueblos entre las distintas religiones, deberían saber, por ejemplo que la “Jornada del Foso de Toledo” en 797, ciudad mozárabe, fue una matanza de los jefes de multitud de familias. cuando aquella ciudad estaba bajo el control del Emirato de Córdoba. En el año 797 d.C. Soleimán, era walí (gobernador) de Toledo, ciudad que aún mantenía su recelo hacia Córdoba cuando Al Hakam asumió el emirato.
Algunos cronistas le describen como violento e impío, y lo cierto es que su etapa fue bastante turbulenta. La población era básicamente hispanorromana y visigoda, mozárabes -aunque también había judíos y, por supuesto, musulmanes- y gozaba de cierta autonomía, manifestando a menudo posiciones refractarias a las disposiciones de Córdoba. Harto de aquella oposición, decidió suprimir ese autogobierno y hacerlo además de forma taxativa y ejemplar. Para ello envió como walí a un hombre de su total confianza, al gobernador de Talavera de la Reina, quien debía intentar atraerse a los notables con todo tipo de promesas, aceptando en primera instancia sus exigencias para ganarse su confianza. Así ocurrió, en efecto: Amrus no era árabe ni bereber sino muladí (en este caso hijo de un cristiano converso al Islam). Eso se explica porque los nobles toledanos, que estaban ya en abierta rebeldía desde primeros también eran mayoritariamente muladíes. De hecho aparentemente todo fue bien: Amrus cedió a sus demandas e incluso mandó construir una fortaleza, lo que demostraba que se relajaba la tensión. Una vez estuvo terminada, el walí anunció que vendría a inaugurarla el mismísimo Abderramán II, el hijo adolescente de Al Hakam y futuro emir; Amrus organizó una fiesta y acudió personalmente ese día, invitando a todas las familias aristocráticas que se habían mostrado especialmente levantiscas como forma de agasajarlas una vez más. Para aumentar la pompa, los nobles iban entrando uno por uno al salón, cerrándose la puerta tras ellos hasta dar paso al siguiente. A medida que entraban eran degollados y sus cabezas arrojadas al foso de la propia fortaleza (luego se colgarían públicamente de las almenas). Y así, una tras otra, se calcula que cayeron al menos entre cuatrocientas y setecientas personas. De ahí viene el dicho de “Pasar una noche Toledana”.

De mediados del siglo IX los mozárabes son los mártires de Córdoba, como san Eulogio, martirizado en 859. Los musulmanes se hacen ceder iglesias para instalar sus mezquitas; como la Mezquita de Córdoba, construida sobre la catedral de San Vicente de Córdoba: en 748, obligan a los cristianos a cederles la mitad de esa basílica para establecer allí la mezquita mayor de la ciudad, porque aún no tenían capacidad arquitectónica; en 785, Abderramán I, consolidado en el trono de Al Andalus como emir independiente, obliga a los cristianos a entregar la otra mitad de su catedral, donde coexistían ambos cultos por imposición islámica que ahora completan.
En 786, derriba la Catedral para construir allí la Mezquita de Córdoba con alarifes (arquitectos) hispanogodos y decoradores bizantinos de mosaicos, después será ampliada varias veces por sus sucesores.
Toledo consigue cierta autonomía en 873. Al ser reconquistada por el rey de León Alfonso VI en mayo de 1085, desalojó de manera definitiva a las fuerzas musulmanas de Al-Qádir, emir de la Taifa de Toledo, y vivían todavía mozárabes en Toledo. Los mozárabes aportaron a los núcleos cristianos de resistencia del Norte el incremento del sentido cristiano de esa resistencia, con su propio espíritu de resistencia al Islam, esencial en la Reconquista, y aportaron con su emigración, o exilio, o rescate al Norte, el aumento de población esencial para consolidar los territorios liberados y para reconquistar otros. Porque reconquistar era repoblar, tener población dispuesta a vivir en los territorios de primera línea, o en la tierra de nadie, y a defenderlos.
La Rioja, por ejemplo, se repobló en parte con población vascona y en parte con población mozárabe. El arte mozárabe, que es uno de los estilos prerrománicos más destacados, tiene como elemento más característico el arco de herradura procedente del arte visigodo, de donde también lo toma el arte islámico. El hecho de que en la mitad Sur de España queden unos pocos restos es debido a las destrucciones de las épocas de radicalismo islámico.

SAN MIGUEL DE LA ESCALADA 

Las iglesias, austeras exteriormente, suelen tener un espacio interior muy hermoso y de gusto oriental, con arquerías de herradura, columnas con capiteles corintios de tradición cordobesa y, en algunos casos, tallas escultoras de gran esquematismo imaginativo. Las principales características que definen la arquitectura mozárabe son: Un gran dominio de la técnica en la construcción, empleando principalmente sillería a soga y tizón. (colocación de ladrillos de norte a sur y de este a oeste). Ausencia o sobriedad de la decoración exterior. Diversidad en las plantas, si bien la mayoría destacan por las pequeñas proporciones y espacios discontinuos cubiertos por cúpulas (de arista, gallonadas, de nervios de crucería califal...). Uso del arco de herradura al estilo islámico califal, muy cerrado y con el peralte de dos tercios del radio. Uso del alfiz. (el marco que rodea el exterior de un arco en ventanas o puertas) Uso de la columna como soporte, coronada por un capitel corintio decorado con elementos vegetales muy estilizados. Los aleros sobresalen y se asientan sobre modillones de lóbulos. (viguetas de madera con formas para sostener los aleros).  


Estos vestigios que quedan en la mitad Sur de arte mozárabe son la iglesia de Santa María de Melque en Toledo (s IX), y la iglesia parcialmente rupestre de Bobastro en la Serranía de Ronda, último reducto de la insurrección de Omar Ben Hafsún, lo que demuestra que se acabó convirtiendo al cristianismo, puesto que era muladí (cristiano que abandonaba el cristianismo, se convertía al Islam y vivía entre musulmanes), cuando se levantó en armas en 884.  Lo principal del arte mozárabe está en los reinos de León y Castilla En León, San Miguel de Escalada (913). San Cebrián de Mazote. Santiago de Peñalba (937). En Castilla: San Baudelio de Berlanga En La Rioja: San Millán de la Cogolla, Monasterio de Suso La arquitectura mozárabe también influyó en el prerrománico de Cataluña.  Además, una parte importante de la pintura de la época prerrománica, principalmente miniaturas, es pintura mozárabe, como la Biblia Hispalense (988).

SANTIAGO DE PEÑALVER
El latín, aunque aún es la lengua escrita utilizada por los mozárabes para los textos religiosos y culturales, ya se ha ido descomponiendo dialectalmente, de forma que el habla mozárabe es ya muy parecida al castellano arcaico. En la literatura de Al Andalus, se conservan palabras mozárabes intercaladas en versos árabes. La jarcha es un pequeño poema o copla en habla mozárabe insertado al final de cierto tipo de poema en árabe llamado moaxaja.

RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN.

Nació en Villanueva de Arosa, en 1869 - Murió en Santiago de Compostela, 1935. Narrador y dramaturgo. Se le considera, junto con Federico Ga...