viernes, 1 de febrero de 2019

REY CARLOS I - (2)

Carlos I tenía en Francisco I de Francia, a su rival, su enemigo. El francés fue capaz de pactar con el diablo, el de entonces, los turcos, para combatir a Carlos. Ambos com­pitieron por el cetro imperial en 1519, y ambos lucharon a lo largo de sus respec­tivos reinados por obtener una posición hegemónica en Europa. El ideal de una monarquía universal, que Carlos consideró parte de su dignidad imperial, hizo que Francia se sintiera per­manentemente amenazada. Ya en 1521, Francisco había tratado de debilitar las posiciones de su rival aprovechando la revuelta de los Comuneros de Castilla para atacar sus fronteras en Navarra y Flandes. Pero el gran escenario de la con­tienda entre ambos monarcas fue el nor­te de Italia. Francisco I de Francia fue derrotado por el ejército imperial de Carlos I en la Batalla de Pavía, en febrero de 1525. Francisco cayó prisionero de Carlos. Trasladado a Madrid, fue obligado a firmar un humillante tratado de paz que, además de obligarle a renunciar a todas sus aspiraciones en Italia y los Países Ba­jos, le forzaba a casarse (en esos momen­tos era viudo) con Leonor de Habsburgo, hermana del emperador y viuda del rey Manuel I de Portugal. Por entonces ya había nacido la reforma protestante, y aunque el Papa León X excomulgó a Lutero en enero de 1521, Carlos concedió un tiempo para ver si se arrepentía. La cuestión salió mal. Se fue extendiendo y el cristianismo sufrió mucho con esas disputas que fueron aprovechadas por el gordo de Enrique VIII, el inglés, que en 1533 se casó con Ana Bolena, para lo cual abandonó la iglesia de Roma, fundó una nueva creencia protestante en su país para legalizar su matrimonio, y de paso con esto rechazaba a Catalina de Aragón, hija de nuestros Fernando e Isabel, es decir que era tía de Carlos I. Posteriormente entre esposas y guillotinas, pactaba según le convenía con Carlos o con Francisco. Gracias a eso los turcos se apoderaron de Hungría y llegaron a tratar de hacerse con Viena, que al fin lograron. Pero el trabajo y los asuntos de Carlos no solo estaban en Europa, también en España y en las Indias. En 1542 se promulgan las Nuevas Leyes de Burgos, sobre la colonización. 
CONSEJO DE INDIAS 
 Se determina la creación de un Consejo de Indias, la prohibición de la esclavitud de los indios, moderación en los repartimientos, y prohibición de nuevas encomiendas. También se establecían las condiciones del asentamiento de Colonos en nuevas tierras, y los tributos y servicios que los indios debían pagar como súbditos del Rey. Para Carlos el fallecimiento de su esposa el 1 de mayo de 1539 provocó su hundimiento, retirándose al monasterio de la Sisla durante dos meses. Es cuando le llega la noticia del motín que se produce en su ciudad natal, Gante, provocado por la negativa de los ciudadanos a pagar impuestos para sufragar las guerras contra Francia, incitando a la revuelta a las ciudades vecinas. Marchó sobre Gante con un ejército de cinco mil hombres. La rebelión de la ciudad fue aplacada de manera cruel. Gante perdió todos sus derechos, y pasó a ser una ciudad de segunda categoría En la batalla de Muhlberg el 24 de abril de 1547, se impone ante los protestantes alemanes, (motivo del cuadro de Tiziano). Los alemanes se aliaron con Enrique II de Francia, quien tomó varias plazas imperiales al tiempo que los turcos tomaban Trípoli y Mauricio de Sajonia traicionaba la confianza de Carlos y le atacaba en Innsbruck, pudiendo escapar por los nevados pasos de los Alpes para refugiarse en Italia. Se le empezaba a dar la vuelta la tortilla. Todo marchaba mal, y el emperador estaba cansado y abatido. Tantos frentes abiertos, amenazas continuas y dificultades financieras. Y mientras en América, en 1542, Francisco de Orellana llevó a cabo la primera exploración del Amazonas. Tras sufrir todo tipo de penalidades, la expedición alcanzó la desembocadura, en el océano Atlántico. En 1551 se funda la Universidad de Lima, en el Virreynato del Perú. En 1553 se crea la Universidad de México. Se comienza la extracción de plata en Potosí, Bolivia. Se introduce el cultivo de la caña de azúcar en Cuba. Su hijo Felipe, ya viudo, se casa con María Tudor, hija de Catalina de Aragón, en 1554 hasta 1558, en que muere ella. Era reina de Inglaterra, y Felipe fue rey consorte de Inglaterra. Carlos, decidió abdicar. El 25 de octubre de 1555, ante los Estados Generales reunidos en Bruselas, el emperador dejaba la soberanía de los Países Bajos en manos de su hijo Felipe, el tío más valeroso e interesante que ocupó un trono español. Tres meses más tarde, el 16 de enero de 1556, renunciaba a las coronas de Castilla-León, Aragón, Cataluña, Cerdeña y Sicilia a favor de Felipe. En septiembre del mismo año abdicaba el gobierno del Imperio en su hermano Fernando y se embarcaba rumbo a España. Al final de su vida don Carlos había realizado nueve viajes a Alemania, seis a España, siete a Italia, diez a los Países Bajos, cuatro a Francia, once a Inglaterra y África, ocho cruceros por el Mediterráneo y tres por el Atlántico. Falleció Carlos el 21 de septiembre de 1558. A principios del siglo XVI, teníamos una fuerte influencia comercial y militar en Italia, el Mediterráneo y los asuntos de Europa, y éramos la potencia mundial más chula de Occidente, y entonces, que para eso no hay quien nos gane, empezamos a cagarla. Había nobles que no pagaban impuestos, y otros burgueses aprovechando en sus fueros y privilegios territoriales, sobre todo en Cataluña, nos metimos de lleno en guerras familiares y de religión, cuando no, en tierras en que no se nos había perdido nada, y en cosa de 200 años, todo se iría lentamente al garete. Carlos nos dejó en un estado de cosas cuyas consecuencias resultarían gravísimas para España. Por ser Emperador sus obligaciones nos metieron donde nada se nos había perdido, quemando a lo loco las riquezas americanas y pidiendo préstamos a banqueros de aquí y de allí. Muchos hombres, jóvenes con talento y pelotas, que hubieran venido bien en otros menesteres se desangraron en batallas ajenas. La Contrarreforma desde el Concilio de Trento aplastó al movimiento reformista de España. Intelectuales como Luis Vives, que podríamos llamar progresistas, sufrieron a la puñetera Inquisición, y eso que era amigo de Tomás Moro y la reina Catalina, hija de Fernando el Católico. Elegimos una Iglesia fanática, antigua y corrupta, que impuso sus preceptos a base de lo que sea desde púlpitos y confesionarios y nos hundió en el atraso y el rechazo a corrientes nuevas. Los siglos siguientes no corrigieron del todo este asunto y aún hoy estamos pagando la factura, por un lado con la creencia, aún hoy, de la Leyenda Negra en Europa, y el rechazo de la religión arrojando a algunos a unas ideologías ultras que solo han traído manifestaciones exaltadas, huelgas injustas y luego muerte y traiciones. El genio español, que pudo ser y no fue, lo que sí ha sido es machacado, solo dejando pocas expresiones en relación a lo que merece por su genio y talento.

BATALLA DE AYACUCHO

Ayacucho, 9 de diciembre de 1824 Es considerada la última batalla y desencadena el principio del fin del Imperio Español en América. En agos...