miércoles, 3 de enero de 2024

ORIGEN DE CRISTÓBAL COLÓN

Existen hipótesis en abundancia sobre el asunto, algunas descabelladas, otras risibles, inverosímiles y hasta de procedencia extraterrestre. En fin, de todo hay. 
Así, de vez en cuando, se leen noticias sobre intentos de examinar el ADN de los restos de las dos supuestas tumbas de Colón en Sevilla y en la República Dominicana para compararlo con el de las familias hispanas que portan ese apellido. Tales verificaciones no probarían que Colón hubiera nacido allí, salvo que se pudiera seguir el rastro del árbol genealógico de los sujetos correspondientes hasta mediados del siglo XV.
Su hijo don Hernando, sabía la procedencia de su padre, pues  esclareció de modo transparente, aun cuando sus precisiones hayan pasado inadvertidas.
Sin salir de España, se ha considerado a Colón castellano de Guadalajara, convirtiéndolo en hijo ilegítimo del conde de Treviño, Diego Gómez Manrique, lo que explicaría el silencio sobre una mancha que todos los contemporáneos acordaron callar. Para algunos, era extremeño y para otros gallego, se insistía con forzadas referencias lingüísticas y toponímicas en la pretendida identidad gallega. También se le ha hecho catalán de distinto pelaje, pues si, para unos, luchó junto a Renato de Anjou, para otros lo hizo a favor del príncipe de Viana. Ibicenco, por creer erróneamente que algunos de los nombres que dio Colón a los lugares descubiertos solo se hallan en Baleares.
Se ha pretendido identificarlo como hijo del príncipe de Viana y en consecuencia, como sobrino de Fernando el Católico, lo que habría obligado a silenciar su origen. No ha faltado tampoco la defensa de una ascendencia judía, buscada desesperadamente por muchos en las más destacadas figuras de la Castilla cuatrocentista. 
Otros le han adjudicado una procedencia judaica remota, como hizo Salvador de Madariaga, quien alegó que el descubridor, aun cuando genovés, descendía de judíos españoles, emigrados generaciones antes, de manera que la facilidad con que se movió más tarde por la corte castellana se habría debido a los conversos que rodeaban a los reyes.


CELSO GARCÍA DE LA RIEGA


Desechados el origen hispano y la presunta ascendencia judía, que carecen de la más mínima base, hay que remachar que el propio Colón se consideraba extranjero en Castilla. Así, por ejemplo, en el Diario del primer viaje, al dar cuenta de la gran tempestad que se desató a su vuelta, el 14 de febrero de 1493, comenta, entre otras cosas, que "le dava gran pena dos hijos que tenía en Córdoba al estudio, que los dexaba güérfanos de padre y madre en tierra estraña” Y en declaraciones notariales, pleitos o cartas él y sus hermanos se confesaron foráneos. Igualmente, los coetáneos con los que mantuvo trato lo juzgaron extranjero: verbigracia, en un documento del tesorero Francisco González, firmado en Sevilla, el 5 de mayo de 1487.
En dicho documento se le cita como "Cristóbal Colomo extranjero"; como "Colomo extranjero" se le nombra también en una cédula de 12 de mayo de 1489, al concedérsele ayuda para su traslado a la corte; Juan Martín Pinzón, hijo de Martín Alonso Pinzón, lo calificó en 1535 como “estranjero destos reinos”.


VILLAGARCÍA DE AROSA-PONTEVEDRA

Todas estas declaraciones coinciden con el examen de la lengua empleada en sus múltiples escritos, la cual tenía como cimiento el castellano, si bien, como en repetidas ocasiones remachó Bartolomé de Las Casas en su Historia de las Indias (cuya primera redacción corresponde a los años 1527-1531,aunque admite interpolaciones posteriores), no lo hablaba bien por “ser natural de otra lengua”, pues “en Castilla no había nacido”, de modo que algunas de sus palabras eran “no de perfecto romance castellano, como no fuese su lengua materna”, sino palabras “defectuosas cuanto a nuestro lenguaje castellano, el cual no sabía bien”.
Por supuesto, a partir de su estancia y matrimonio en Portugal, se ha barajado asimismo, al menos desde la segunda década del siglo XX, la ascendencia portuguesa.
Años antes, un reconocido investigador español suponía que en Castilla pudo estimársele durante cierto tiempo como portugués a causa de los años de residencia en el país vecino, además de por su matrimonio y sus portuguesismos; pero no pasa de ser una conjetura más o menos posible. Fuente: Nicasio Salvador, Catedrático de Literatura Medieval.


La capital romana de la cristiandad en oriente, Constantinopla cayó en manos musulmanas en mayo de 1.453. Esa ciudad era por entonces el centro de la cultura, la religión y el comercio. Génova, una ciudad-estado vio perder sus colonias. Peligraba el comercio de Europa occidental. Evidentemente había que encontrar un camino alternativo. Colón que era joven pudo presenciar el ocaso de Génova y a los 25 años se marchó en una expedición comercial a Occidente. Portugal fue su destino. Esto es parte de la teoría de que era genovés. 
La teoría de que fuese gallego se inició con Celso García de la Riega, un historiador y escritor español, impulsor de la teoría gallega de Colón, fue el primero en atacar abiertamente la teoría genovesa en una conferencia realizada en Madrid en 1898 a petición de la Sociedad Geográfica de Madrid. Según el investigador Colón era gallego porque escribía en el gallego de aquella época, con los mismos giros, y por la toponimia, porque los nombres de los sitios que fue bautizando en el descubrimiento constituyen un calco de las Rías Baixas, de las costas pontevedresas, de hecho hay más de 200 lugares que coinciden. Además en ese momento el único sitio del mundo en donde existía el apellido Colón tal cual, sin que fuese Colombo ni Colóm ni nada por el estilo era en Pontevedra. Además se sabe que Cristóbal Colón era noble, un personaje que era recibido por los reyes, tanto los castellanos como los portugueses, franceses, ingleses, todos lo trataron como noble antes, durante y después del descubrimiento, tanto a él como a su hermano Bartolomé y en esa época ningún plebeyo podría tener acceso a esas cortes, llegar a donde llegó Colón, si no era de origen noble. Entonces había que buscar un noble gallego que tuviera tratos que tuviera tratos con la corte portuguesa y castellana, y en 1976-77 Alfonso Philippot enlaza a Pedro Álvarez de Sotomayor, apodado Pedro Madruga (por combatir de madrugada),  con Cristóbal Colón y todo empieza a tener forma.
Supuestamente muere en 1486, pero más que morir desaparece porque no hay entierro, no se encuentra el cuerpo, nadie lo reclama, y casualmente el día que Cristóbal Colón visita a los Reyes Católicos está documentado que es el mismo día que Pedro Madruga visita a los monarcas, en la misma corte, en el mismo día y a la misma hora, estuvieron sentados en el mismo banco. Después desaparece misteriosamente y no se sabe nada de él pero curiosamente aparecen más de 100 documentos que lo dan por vivo hasta 1506. Se trata de reclamaciones de dinero, pleitos etc. donde se menciona a Pedro Madruga como una persona viva. ¿Por qué habría cambiado su identidad, si los reyes sabían quién era realmente? ¿Para qué promover tanta confusión sobre su identidad? Pedro Madruga (realmente Pedro Álvarez de Sotomayor),  había sido uno de los varios nobles enemigos más importantes de los Reyes Católicos en la guerra de Sucesión de Isabel y Fernando contra el reino de Portugal, pero ya habían pasado muchos años y en ese momento ya no había problemas, los reyes sabían perfectamente quien era Cristóbal Colón pero públicamente no podían darle todas las posesiones que le dieron llamándose Pedro Madruga porque el resto de la nobleza se les echaría encima, después de que Madruga hubiese sido un enemigo declarado. La clave es que Pedro Madruga conocía los secretos mejor guardados de la navegación portuguesa, era un experto navegante (algo que muy poca gente sabe), entonces los reyes lo que hicieron fue decirle que no le devolverían el condado de Sotomayor. Pero “a cambio de lo que te daré me entregarás esos secretos de la navegación de Portugal”. Y ahí empezaron las negociaciones, aclarando que le darían mucho, concesiones que no se las habían dado a nadie, a cambio de que esos secretos fuesen para Castilla, se ocultaría el nombre de Madruga, se usaría el apellido materno etc. De hecho hay varios autores contemporáneos a Colón que lo llaman Pedro Colón, en la corte y también en Portugal. ¿Cómo había sido hasta entonces la vida de Pedro Madruga? Era hijo natural del señor de Sotomayor, que lo mandó a estudiar con Esteban de Soutelo, su tío. Los Soutelo estaban emparentados con los Colón. Lo manda al monasterio, de ahí sale a los 14 años, se hace a la mar y se marcha a Portugal y aprende todo de la navegación de la mano de su hermano, Bartolomé Colón, casualmente una persona cuya vida es tan misteriosa como la de su hermano, pero ahora se sabe que Pedro Madruga tenía un hermano de padre y de madre, que se llamaba realmente Joao Goncalves de Sotomayor, que encaja totalmente, absolutamente, con Bartolomé Colón. Joao Goncalves era hijo del mismo padre y de la misma madre, que nosotros creemos que era Constanza de Colón.
El libro de García de la Riega recoge las últimas investigaciones sobre la teoría coloniana. Además de ello hay varios detalles, por ejemplo que se hablaba de un centenar de topónimos de la ría de Pontevedra, nombres con los que Colón fue bautizando localidades en el descubrimiento, pero gracias a Portos del Estado, que sacó hace un par de meses un mapa con las coincidencias de los nombres de la ría, hoy sabemos que son casi 200 topónimos, solo un marinero muy experimentado, un gran conocedor de las rías gallegas, podría saber tal número de nombres.
En 1917 y en 1928 se realizan estudios sobre los papeles que aporta García de la Riega que ya había fallecido sin conseguir aclarar con seguridad su antigüedad. Finalmente el caso fue reabierto y estudiado ya con técnicas modernas, sobra la documentación aportada por de la Riega. El 23 de mayo de 2013, María Del Carmen Hidalgo Brinquis -Jefa del Servicio de Patrimonio Documental del IPCE- dio una conferencia sobre los análisis efectuados a los documentos, después de dos meses de estudios y se obtuvieron las conclusiones. El papel de los documentos era del Siglo XV, con Filigrana, marca de agua de la época. Las tintas se correspondían con las tintas empleadas en el siglo XV. Mediante fotografías comprobaron que los papeles no fueron: raspados ni tachados, con intención de engañar, es decir, no había intención dolosa por parte de García de la Riega.
En colaboración con la policía científica, comprobaron que lo escrito por encima era lo mismo que aparecía debajo, es decir, que García de la Riega lo que hizo fue avivar o recalcar por encima las letras que ya estaban escritas con la intención de resaltar los nombres que aparecían en los documentos, es decir apellidos De Colón.

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