Desde 1450 Carlos, el príncipe de Viana, derrotado entró en
negociaciones con Castilla, pactos firmados en septiembre de 1451, que
sirvieron para ser acusado por su padre, Juan I de Navarra, de alta traición. El enfrentamiento
civil se saldó, momentáneamente, con la derrota de los beamonteses en Aybar, en
octubre de 1451, en la que el príncipe Carlos fue hecho prisionero. Mientras
que la mujer de Juan, que estaba en estado de gestación se trasladó a Sos,
Aragón, donde nació Fernando, en 1452.
Juan I de Navarra
Llegó a nombrar a Juana Enríquez, su segunda mujer,
como gobernadora de Navarra, y negoció, en 1455 en Barcelona, la sucesión al
trono navarro, desheredando para ello a Carlos de Viana y a su hermana Blanca,
en beneficio de su hija menor Leonor.
El príncipe Carlos, derrotado en Navarra, acudió a Nápoles, donde fue acogido por su tío, el rey Alfonso V de Aragón. Con la muerte del rey de Aragón en 1458, su hermano Juan heredó el trono aragonés y su hijo Carlos se convirtió en el príncipe heredero de la Corona. Navarra desde entonces ocupó un lugar secundario en el desarrollo del conflicto por la sucesión entre padre e hijo.
Alfonso V dejó a Ferrante, su hijo natural, el reino de Nápoles, mientras que su hermano Juan fue reconocido como rey Juan II de Aragón y heredero de los diversos estados de la Corona, que eran muchos.
Juan I de Navarra en julio de 1458 se coronó como el rey Juan II de Aragón. Y encumbró a su hijo Fernando en detrimento del príncipe Carlos. Juan era ya hombre de avanzada edad, sesenta y un años.
El príncipe Carlos, derrotado en Navarra, acudió a Nápoles, donde fue acogido por su tío, el rey Alfonso V de Aragón. Con la muerte del rey de Aragón en 1458, su hermano Juan heredó el trono aragonés y su hijo Carlos se convirtió en el príncipe heredero de la Corona. Navarra desde entonces ocupó un lugar secundario en el desarrollo del conflicto por la sucesión entre padre e hijo.
Alfonso V dejó a Ferrante, su hijo natural, el reino de Nápoles, mientras que su hermano Juan fue reconocido como rey Juan II de Aragón y heredero de los diversos estados de la Corona, que eran muchos.
Juan I de Navarra en julio de 1458 se coronó como el rey Juan II de Aragón. Y encumbró a su hijo Fernando en detrimento del príncipe Carlos. Juan era ya hombre de avanzada edad, sesenta y un años.
Carlos, Príncipe de Viana
Por su parte, el gobierno municipal de Barcelona, que asumía
la capitalidad del Principado, se dirigió a Juan II para reclamar su presencia
en la ciudad. Tanto las Cortes del reino de Aragón como las catalanas exigieron a Juan II que
designara a su primogénito Carlos de Viana como príncipe heredero y futuro rey
de la Corona de Aragón. El monarca aragonés decidió, firmar la llamada
Concordia de Barcelona en enero de 1460 por la que perdonaba a su hijo Carlos,
y reconoció obligado a Carlos como primogénito. El acercamiento entre padre e
hijo duró poco tiempo ya que el príncipe Carlos, desde Barcelona, negoció con
Enrique IV de Castilla su boda con Isabel de Castilla. Estos contactos, a
espaldas de su padre, sirvieron de justificación para que Juan II ordenara la
detención y encierro de su propio hijo en diciembre de 1460 en Lérida. Esto
provocó revueltas en Cataluña donde las clases privilegiadas que eran
contrarias a Juan obligaron al rey a liberar a su hijo y a firmar unas
capitulaciones, en las que no podría entrar Juan en Cataluña y reconocía a
Carlos heredero de todos sus reinos. Fernando y su madre llegan a Barcelona y
entre diciembre de 1461 y febrero de 1462, la reina conspirará contra las
autoridades catalanas desafectas a su esposo.Reina Juana Enríquez
Pero inesperadamente muere Carlos de Viana enfermo y se
complicó la situación. Fernando II (el futuro rey Fernando el católico), es reconocido heredero de la corona
aragonesa.La reina, temiendo también ella por su vida y por la de su hijo Fernando, se refugia en Gerona. Los enemigos del monarca formaron un ejército para terminar con el levantamiento campesino y destituir al monarca en 1462. Aragoneses, valencianos y mallorquines, mientras tanto, prestan su apoyo a Juan II, además de los de la Busca y los remensas, y algunos nobles y clérigos.
Juan II consiguió ayuda de Luis XI de Francia a cambio de las rentas del Rosellón y Cerdaña. El 28 de mayo de 1462 el Monarca rompió la Capitulación y entró con sus tropas en el Principado; era el comienzo de la guerra civil catalana iniciada desde las instituciones más representativas, la Generalitat, el Consell de Cent de Barcelona y el Consell del Principat, dominadas por los grupos oligárquicos. Pudo invadir Cataluña en 1462, lo que le costó su destitución según los acuerdos tomados en su día.
El ejército de la Generalitat entra en Gerona y asedia la ciudadela, donde se encuentran la reina Juana y el infante Fernando. Aquellos días, tropas populares formadas por campesinos la ayudan a resistir, testimonio elocuente de la profunda división de la sociedad catalana. La reina supo defenderse en espera de ayuda. La Diputació de Cataluña desposee a Fernando de los derechos de su primogenitura y ofrecen su gobierno a Enrique IV de Castilla, nombrándole Conde de Barcelona, pero se encontró la resistencia del rey francés y Enrique la rechazó. Luego se lo ofrecieron a Pedro de Portugal, pero este muere en la batalla de Calaf. Ofrecieron la corona también a Renato de Anjou, que había sido vencido por el padre de Juan II, (Alfonso V), en Nápoles y estaba refugiado en Francia. En 1466 que aceptó ser rey de Aragón pero envió a su hijo Juan que muere cuatro años después.
En 1468 muere el infante Alfonso de Castilla, (el hermano de Isabel), por lo que después de numerosos conflictos, se llega al
Pacto de los Toros de Guisando
Se reconoce a la infanta Isabel, la hermana de Enrique IV,
rey de Castilla, como heredera. El rey Juan II, padre de Fernando, trató de
conseguir por todos los medios posibles el matrimonio de Fernando con Isabel.
Se firmó un acuerdo según el cual los contrayentes actuarían conjuntamente y
tomarían decisiones entre los dos. Además, este enlace no era del agrado del
rey Enrique IV, por lo que se lleva a cabo en secreto.
Mientras tanto el rey aragonés Juan II seguía luchado y en
1471, en octubre tomó Gerona, y venció en la batalla de Santa Coloma de
Gramanet. Y continuó con otras localidades menores. Muchas pueblos se rendían
sin problema, dado la forma de trato del rey. Barcelona seguía resistiendo
aunque estaba sitiada por tierra y por mar. Pero en el mes de octubre de 1472
se firmó la Capitulación de Pedralves que suponía la capitulación de toda Cataluña, no solamente de Barcelona.
La guerra civil catalana ha durado diez años. Se ponía fin a la guerra pero no a la crisis económica ni al conflicto entre los campesinos y los señores. También quedaba por recobrar los condados del Rosellón y Cerdaña que el francés retenía. Cosa que consiguió con una rendición, y aceptó el pago de las deudas, pero cuyas condiciones el francés no cumplió y que el aragonés no pudo recuperar por la falta de medios. Cataluña saldría a medio plazo bien librada porque mantenía sus estructuras políticas y sociales con capacidad de reforma y esto la hizo entrar en la modernidad. Sin embargo no fue igual para Aragón que había contribuido a la victoria de Juan II para que mantuviera unida a la Corona y asegurarse el comercio marítimo en el Mediterráneo. La fuerza de los nobles detuvo cualquier cambio.
Juan II dejó a su hija de su primer matrimonio, Leonor, el reino de Navarra. Desde aquí es cuando Navarra queda desprendida de la unión con las fuertes coronas de Aragón y Castilla Y Fernando, que era hijo de su matrimonio don Juana Enríquez, heredó el reino de Aragón y los condados catalanes. Todavía en 1478 Cerdeña se sometía definitivamente a la Corona de Aragón, viéndose así el anciano Monarca reconfortado en los últimos meses de su vida.
Murió Juan II en enero de 1479. Fue enterrado en el real monasterio de Poblet.
La guerra civil catalana ha durado diez años. Se ponía fin a la guerra pero no a la crisis económica ni al conflicto entre los campesinos y los señores. También quedaba por recobrar los condados del Rosellón y Cerdaña que el francés retenía. Cosa que consiguió con una rendición, y aceptó el pago de las deudas, pero cuyas condiciones el francés no cumplió y que el aragonés no pudo recuperar por la falta de medios. Cataluña saldría a medio plazo bien librada porque mantenía sus estructuras políticas y sociales con capacidad de reforma y esto la hizo entrar en la modernidad. Sin embargo no fue igual para Aragón que había contribuido a la victoria de Juan II para que mantuviera unida a la Corona y asegurarse el comercio marítimo en el Mediterráneo. La fuerza de los nobles detuvo cualquier cambio.
Juan II dejó a su hija de su primer matrimonio, Leonor, el reino de Navarra. Desde aquí es cuando Navarra queda desprendida de la unión con las fuertes coronas de Aragón y Castilla Y Fernando, que era hijo de su matrimonio don Juana Enríquez, heredó el reino de Aragón y los condados catalanes. Todavía en 1478 Cerdeña se sometía definitivamente a la Corona de Aragón, viéndose así el anciano Monarca reconfortado en los últimos meses de su vida.
Murió Juan II en enero de 1479. Fue enterrado en el real monasterio de Poblet.