martes, 15 de septiembre de 2020

ESCLAVOS AFRICANOS EN AMÉRICA

La esclavitud fue una constante durante la Edad Media en los reinos cristianos peninsulares . Las guerras de reconquista, el comercio con otras áreas del Mediterráneo , el corso , la piratería , las primeras relaciones comerciales de mercaderes catalanes y mallorquines con el norte de África. y la conquista de las Islas Canarias fueron los canales proveedores de los mercados de esclavos en España. Entre los esclavos árabes y otros de raza blanca los negros, poco a poco, fueron engrosando el contingente de esclavos a lo largo y ancho de la Península , siendo más abundantes en el sur y en levante ,menos en la meseta castellana y más escasos en el norte. Así, a medida que fueron disminuyendo los esclavos procedentes del área mediterránea, aumentaron los del África Subsahariana debido a las exploraciones y contactos de navegantes castellanos, andaluces y portugueses que comenzaron a "rescatarlos " en las costas occidentales africanas. Los centros más importantes del comercio de esclavos fueron Valencia y sobre todo Lisboa y Sevilla por el trasvase establecido a través del eje Guinea-Lisboa-Sevilla a finales del s. XV
Sobre la esclavitud de los negros cabe destacar el periodo previo al descubrimiento de América y trata atlántica de esclavos es la conquista de las islas Canarias, ello en el marco de la expansión ultramarina de España y Portugal. Ya desde 1425 los portugueses habían ocupado la isla de Madeira y los colonos se encontraban dedicados a la producción de trigo. El noble portugués Enrique "el Navegante" decidió crear un cultivo de caña de azúcar, comprada en Sicilia a comerciantes que la importaban del sudeste asiático, en la isla sostenido por esclavos africanos. Prácticamente al mismo tiempo dos carabelas con pescadores de Palos de la Frontera y algunos marinos del Puerto de Santa María partieron de Andalucía y llegaron al Golfo de Guinea, se apoderaron de ciento veinte esclavos y se los llevaron a Palos, en la actual provincia de Huelva, que se convertiría a partir de entonces en un lugar de trata de esclavos negros. Las islas Canarias resultaban interesantes al estar pobladas, por lo que eran objeto de saqueos para nutrir el tráfico de esclavos. En ellas se encontraba el pueblo guanche. Eran un pueblo que desconocía los metales y los tejidos, aunque sí conocían la cerámica. En un primer momento fue Portugal quien se quiso adjudicar las islas para sí, pero los intentos de conquista fueron infructuosos. Durante la Guerra de Sucesión Castellana, entre los reinos de Castilla y Portugal en 1478, los reyes de Castilla, Fernando e Isabel enviaron una armada a las costas de Guinea. Esta flota fue sorprendida en la batalla naval de Guinea por once navíos portugueses, que se apoderaron del botín castellano en oro y esclavos y lo llevaron a Lisboa. La guerra de Sucesión Castellana terminó al año siguiente con la firma del Tratado de Alcáçovas, donde Alfonso V de Portugal renunciaba a sus aspiraciones al trono castellano, reconocía la soberanía castellana en Canarias a cambio de la soberanía en el Atlántico, lo que le daba poder sobre Guinea, Madeira, las Azores, Cabo Verde y "cualesquier otras islas que se hallaren o conquistaren, de las Islas de la Canaria para ayuso contra Guinea". 

NATIVOS GUANCHES
La reina Isabel declara que los isleños (guanches), están bajo su protección y no podían esclavizarse, pero ante cualquier amago de rebelión los españoles actuaban de manera desmedida esclavizando a sus habitantes. Así ocurrió en 1488 en la Gomera, en Gran Canaria 1493, y también en Tenerife. Estos esclavos eran repartidos por el Mediterráneo, aunque se sabe que algunos de éstos acompañaron a los españoles a América como domésticos. Portugal circunnavega el África en busca de una ruta hacia Oriente, pero en su trayecto encuentra una rentable empresa en el continente negro basada en la creación de factorías a lo largo de la costa y la adquisición de oro, marfil y la propia población negra que será una mercancía de gran importancia durante varios siglos, de la cual los portugueses serán los principales proveedores. En 1450 el comercio portugués estaba ya consolidado. Se intercambiaban tejidos de lino, alfombras, trigo y otros objetos por oro, marfil, especias, goma, pieles, almizcle y esclavos que los árabes traían de la llamada "Tierra de los Negros". El comercio esclavista en África, fue manejada exclusivamente, por Portugal en un inicio. y se dio unas décadas antes de la llegada de Colón a América. Portugal había terminado la Reconquista de su territorio antes que España. Y contaba además de otros factores como su tecnología náutica, superior al resto, la geografía, el notable interés y patrocinio de uno de sus gobernantes, todo ello sumado a un impulso religioso, ya que los reyes cristianos consideraban su deber el conquistar a los infieles. En esto último, el Papa jugó un importante. En 1455 el Papa Nicolás V hizo la bula “Romanus Pontifex” a favor de Portugal, para que pueda ejercer  dominio en las nuevas tierras, y se legitima el hacer la guerra a los pueblos gentiles y paganos debido a la influencia que tienen sobre ellos los mahometanos. Esta bula no condena en lo absoluto la esclavitud hacia los conquistados. En la década de 1440 los portugueses habitualmente realizaban incursiones de cacería de esclavos al sur del recién descubierto río Senegal, pero los africanos habían aprendido a defenderse con sus embarcaciones ligeras. Entonces aquella forma violenta sería dejada de lado en poco tiempo para iniciar el comercio con los traficantes bereberes y árabes. Para ello, se estableció un fuerte en la costa de Mauritania. La factoría resultó ser bastante importante ya que por un lado, proporcionaba los esclavos necesarios para trabajar la recién conquistada región de Algarve en Portugal, importante para la pesca y por otro lado era un buen punto de escala para nuevos viajes para rodear África. Los mercaderes árabes recorrían el país, daban caza a los naturales, compraban prisioneros y los llevaban al mercado más próximo. Los portugueses ofrecían caballos, telas, armas de fuego y otras mercancías a cambio de los esclavos y polvo de oro. Pensemos que los portugueses ya en 1487 ya habían identificado el Cabo de Buena Esperanza y luego Vasco da Gama en 1498 había llegado a la India. Todo ello costeando África. España, por su parte, en su búsqueda de una ruta hacia la India que va dirigida en dirección este-oeste. Colón se encuentra con un continente nuevo del cual sus habitantes también pasan a formar parte de la mano de obra cautiva. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en África con los portugueses, en América se da una intensa conquista y colonización, por lo que se pasó de extraer esclavos del continente a importarlos, una vez que esclavizar a los locales se restringe y finalmente se prohíbe. En la península también hay algunos de esclavos, resultado de la guerra contra los musulmanes sobre todo y de la provincia de Huelva, que ya hemos hablado. La llegada de Cristóbal Colón a América se realizó en un contexto donde los reinos españoles, si bien no tenían el comercio de esclavos africanos en sus manos, estaban plenamente involucrados en el uso de éstos en sus campos de producción, a los que se sumaban los canarios, moros y otros grupos. El mismo Colón vivió un tiempo en Madeiras, la cual contaba con una numerosa cantidad de esclavos que trabajaban las plantaciones de azúcar. En su llegada a la isla Guanahani se encontró con los indios taínos de cultura arahuaco, bastante pobres culturalmente, además de débiles en lo militar. Andaban desnudos y no conocían el trabajo del hierro, por lo que muchos autores los describen como culturalmente inferiores a los pueblos subsaharianos de África. La relación con los nativos del lugar fue descrita por él mismo como una relación amistosa, y confiaba que los indígenas fácilmente se harían cristianos. Así, Colón tomó siete hombres y los llevó a Castilla con la intención de “que aprendieran nuestra habla y volverlos, salvo que Vuestras Altezas, cuando mandaren, puédanlos llevar todos a Castilla o tenerlos en la misma isla cautivos, porque con cincuenta hombres los tendré a todos sojuzgados y les hará hacer todo lo que quisiere”. Aún con estas buenas relaciones que se dieron con los nativos, Colón vio la posibilidad de hacer ganancias con el tráfico esclavista con estos indígenas, lo que puede parecer contradictorio. Sin embargo, debemos tener en cuenta que en la mentalidad de la época, la esclavitud a los pueblos bárbaros o conquistados o vencidos en batallas era algo normal. Tal vez la única excepción se dio en la década de 1470 cuando la reina Isabel prohíbe el tráfico de los habitantes de Canarias. El cautiverio de estos nuevos paganos por parte de Colón no era necesario justificarla al tratarse de tierras vacantes por tanto estaban susceptibles a que un príncipe cristiano los dominara. La forma de actuar en esta etapa era la de acumular todo el oro que poseía la élite aborigen, para más tarde llegar hasta la fuente del mineral, cuya explotación no pasó de la media centuria. La venta de estos esclavos fue explícitamente autorizada en un primer momento por los reyes católicos en una carta escrita el 12 de abril de 1495. Curiosamente, cuatro días después es despachada una carta que suspende la venta de indios esclavos hasta conocer la opinión de los letrados, teólogos y canonistas, lo que resulta muy curiosa, considerando que la esclavitud estaba plenamente inserta en la sociedad española, tal como lo entendió Colón a su llegada. Esto marca el principio de lo que sería una larga discusión sobre la licitud de la esclavitud en América y muestra por parte de los Reyes Católicos un espíritu de justicia. Ante las disputas habidas en la época y con motivo de la evangelización del Nuevo Mundo, en 1537, el papa Paulo III emite una bula donde prohibió que los indios fueran esclavizados. Sobre el comercio negrero la mentalidad era muy distinta a las consideraciones a los indígenas. Los negros no eran considerados seres humanos como los demás. Por lo que no podían tener los derechos habituales y eran considerados como objetos en la práctica. Por supuesto que se debatió si tenían o no alma. Los indígenas fueron considerados personas con alma, por lo que no se les podía esclavizar. Por lo tanto salía económico comprar esclavos negros. El “Asiento de negros” era un convenio entre la Corona y un particular o sociedad comercial. La Corona concedía un arrendamiento de una explotación determinada, con exclusividad. Se utilizó para la explotación de minas y para el comercio de esclavos negros. La primera que se concedió el asiento de negros ocurrió en 1516 con una compañía genovesa. Muy pronto, los portugueses se hicieron con este lucrativo negocio y lo controlaron durante siglos.

sábado, 12 de septiembre de 2020

CAUSAS DE LA DECADENCIA DE LA POBLACIÓN IINDIGENA AMERICANA

Según María Luisa Laviana Cuetos, doctora en Geografía e Historia de América, por la Universidad de Sevilla, Científica Titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en la Escuela de Estudios Hispano-Americanos, nos dice; “No sabemos con exactitud cuánta población existía a la llegada de los españoles a América, pero sí sabemos por qué disminuyó la población indígena, aunque tampoco sea posible valorar con precisión lo que cada una de las causas conocidas representa en el fenómeno global. De la amplia gama de causas que usualmente se mencionan, citaremos sólo tres de las más significativas: primera, la violencia española, segunda, el "desgano vital" indígena y tercera, las epidemias. La primera de ellas, la violencia o brutalidad de los españoles, tanto en la conquista como en la colonización, ha sido, desde Bartolomé de Las Casas, uno de los argumentos más repetidos como explicación del fenómeno, siendo la base de las conocidas teorías homiciditas y del genocidio. Sin duda la conquista fue extremadamente violenta y ocasionó una gran mortandad indígena, aunque no hasta el punto de provocar una contracción tan profunda y duradera en unos pueblos ya de antiguo acostumbrados a guerrear entre sí.
La segunda, el “desgano vital”, cabe decir sobre la explotación laboral (incluyendo malos tratos, trabajos excesivos, desplazamientos de población), que siendo evidente y cierta, no proporciona una explicación suficiente del hundimiento poblacional, sobre todo para los pueblos mesoamericanos y andinos, acostumbrados también a enormes esfuerzos y trabajos. La colonización obligó a los indígenas a un reacondicionamiento económico y social (Nicolás Sánchez Albornoz) que agravó el derrumbe demográfico iniciado por las guerras de conquista. El impacto psicológico causado en los indios por su derrota y dominación (con la consiguiente anulación de todo su sistema de vida y creencias) es un factor muy importante aunque muy difícil de evaluar. Se refleja en el llamado desgano vital, pronto traducido en suicidios, y en la reducción de la capacidad reproductiva indígena. A la mortalidad causada por la violencia, desnutrición, agotamiento, se suma la caída de la fertilidad, impidiéndose así una pronta recuperación demográfica. La contraconcepción, el aborto y el infanticidio no son más que prácticas defensivas derivadas de la condición de sometimiento y explotación. La tercera causa es que sobre esta población anímicamente deprimida y físicamente agotada se cebaron además las enfermedades epidémicas, que resultaron así una de las principales causas de la catástrofe, o la principal causa, según muchos autores. El aislamiento americano había mantenido a sus habitantes en condiciones relativamente salubres y también completamente indefensos ante la repentina invasión de gérmenes europeos, que se reprodujeron entre ellos a gran velocidad. Incluso enfermedades benignas para los adultos blancos, como sarampión, tos ferina o gripe, resultaban letales para los indígenas, y más aún lo eran otras como la viruela, el tifus o la peste bubónica que también causaban estragos en Europa; o enfermedades africanas como la fiebre amarilla y la malaria, que se harán endémicas en el Nuevo Mundo. Y si las epidemias fueron un poderoso aliado en la conquista, incluso precediendo a la presencia física de los españoles (el inca Huayna Capac murió de viruela años antes de la llegada de Pizarro), los sucesivos y reiterados brotes a lo largo de los siglos XVI y XVII, frecuentemente asociados a hambrunas, explican la perduración del derrumbe demográfico indígena.” El mejor resumen de todo esto lo hizo el virrey de Perú, marqués de Castelfuerte, en 1736: "Las causas de la decadencia de la población de las Indias son varias, y aunque todos los que han tratado y hablan de ellas ponen el principal origen de la ruina en... el trabajo de las minas, y aunque no dudo que este trabajo, el de los obrajes y otros concurren poderosamente al decaimiento, sin embargo, la universal que aun sin estas causas ha ido a extinguir esta nación es la inevitable de su preciso estado, que es la de ser regida por otra dominante, como ha sucedido en todos los imperios". Algunos autores sostienen que había en América cuatro millones de indígenas y otros 20 cuando se produjo el descubrimiento. Pero esas cifras no tienen base histórica porque no había censo alguno. Lo que sí se sabe es que cuando llegaron los españoles hubo epidemias devastadoras (como el sarampión) que se pudieron controlar más gracias a que se desarrolló una política activa de control de epidemias, lo que evidencia que el Imperio se preocupaba por la salud de los indígenas. El crecimiento de la población en Iberoamérica fue espectacular. México capital tiene en el año 1621, Siete mil setecientas casas y en 1650, Treinta mil. Y Lima tiene en 1619 Veinticinco mil, y en 1687, ochenta mil. Y según el Archivo de Indias, hasta el año 1700 sólo viajaron a América unos 200.000 españoles. Así que tuvieron que ser los indios o mestizos los habitantes. Los frailes que habían ido solo a evangelizar, los “Dominicos”, no soportaban la injusticia con que se trataba a los indios. En 1508 fundaron la primera iglesia y poco después se rebelaron contra los españoles que extorsionaban con su trabajo a los indígenas. Su rebelión llegó a España y a Europa entera y se planteó una disputa. ¿Eran los indios hermanos o eran bestias similares a los bárbaros medievales? Finalmente se dictaminó que si abrazaban la fe cristiana y sucumbían como súbditos de la corona serían libres. Pero si se negaban o huían serían vendidos como esclavos o encarcelados. Esto se les comunicaba a los indios con toque de tambor y a voz en grito acompañados por soldados, era el sistema militar en uso con lo cual se asustaban y huían despavoridos. Las conductas de abusos a los indios fueron denunciadas como dijimos por Fray Bartolomé de las Casas. Exagerado en su exposición pero con el objetivo claro de protección cristiana a los indios y justicia para los culpables. Sus escritos circularon por Europa y comenzó la llamada “Leyenda negra”. El historiador norteamericano John Tate Lanning, denunció exageración en las atrocidades referidas por el fraile De Las Casas. Ya en el siglo XIX, Charles F. Lummis (1859-1928), historiador estadounidense que se propuso cubrir a pie 3.500 millas a lo largo de 143 días por el estado de Nuevo México y su pasión por el mundo indio y español; publicó su experiencia, en su obra “Los exploradores Españoles del Siglo XVI” y escribió: “Los españoles no solo fueron los primeros conquistadores del nuevo mundo, sino también sus primeros civilizadores. Ellos construyeron las primeras ciudades, las primeras imprentas y publicaron los primeros libros; escribieron los primeros diccionarios, historias y geografías y trajeron los primeros profesores y misioneros. Una de las cosas más asombrosas de los españoles, es el espíritu humanitario y progresivo que desde el principio hasta el fin caracterizó sus instituciones. Algunas historias han pintado a esa heroica nación como cruel para los indios; pero la verdad es que la conducta de España en este particular a nosotros debería avergonzarnos.”

martes, 25 de agosto de 2020

EL GÓTICO ESPAÑOL

La ciudad de Burgos posee uno de los templos en los que se puede apreciar el estilo gótico de forma más pura, a pesar de que en algunas partes la construcción contiene elementos añadidos en siglos posteriores. Esta colosal catedral no podía faltar como uno de los edificios góticos que no se pueden dejar de visitar en nuestro país. Se inició en el siglo XIII y en su construcción se siguieron los parámetros del gótico francés, inspirándose en la catedral de Reims. A partir de que en los años 90 se desprendiese parte de una de las esculturas de la fachada se iniciaron unas largas obras de restauración cuyos resultados podemos disfrutar en la actualidad. CATEDRAL DE BURGOS ---
Otro de los baluartes de nuestra arquitectura gótica se encuentra en la ciudad de León, siendo junto con la catedral burgalesa las dos grandes paradas del arte gótico en el Camino de Santiago. De su construcción, iniciada en el siglo XIII, se hizo cargo el maestro Enrique, quien ya había trabajado en las obras de la catedral de Burgos. En este templo, conocido como La Bella Leonesa, se lleva al máximo exponente la característica gótica de la desaparición de los muros; en su lugar las vidrieras coloreadas proliferan creando una atmósfera única en el interior, constituyendo una de las mayores colecciones de vidrieras medievales que existen en el mundo. CATEDRAL DE LEÓN ---
La prosperidad económica del levante peninsular durante la Edad Media estimuló la construcción de edificios civiles en estilo gótico en regiones como Cataluña o Valencia. Este es el caso de la Lonja de la Seda en la ciudad de Valencia, uno de los principales puertos del momento. Se trata de una de las construcciones góticas más impresionantes por la suntuosa decoración y lo imaginativo de su diseño. Especialmente llamativo es el espacio denominado “sala de contratación” o salón columnario, donde se yerguen ocho magníficos pilares helicoidales que sostienen la bóveda de crucería.
----
--- A finales del siglo XIII y durante el siglo XIV las diferentes circunstancias históricas de los distintos reinos peninsulares propiciaron la aparición de diferentes variantes del estilo gótico con diferentes maneras de utilizar los elementos arquitectónicos y decorativos. La más importante de estas variantes fue el gótico levantino, al que pertenece la Catedral de Palma, y que floreció en las regiones mediterráneas durante el siglo XIV. En el templo principal de esta bella ciudad vemos algunas de sus principales características, como la escasa decoración en los muros y la mayor verticalidad, siendo una de las catedrales más altas de Europa, con 44 metros en su nave central, además de contar con el rosetón gótico más grande que se construyó. Con la llegada de los Reyes Católicos surgió la que está considerada como la última fase del gótico español y antesala del renacimiento: el gótico isabelino. Se trata de un estilo original de gótico castellano, que recibe influencia alemana y flamenca. La mayoría de los edificios del Gótico Isabelino son encargados por los Reyes Católicos o reciben financiación por ellos. Uno de los edificios más destacado es el monasterio que los reyes mandaron construir en la ciudad de Toledo (ciudad que también cuenta con una excelente catedral gótica). El edificio conmemora la batalla de Toro y pretendía servir como mausoleo real, por lo que se encuentra pródigamente decorado con una mezcla de elementos ornamentales castellanos, musulmanes y europeos por la cual se caracteriza esta fase isabelina. De esta manera, el edificio crea un impresionante y suntuoso espacio que resulta una maravilloso homenaje a estos reyes. Las obras más importantes están en Burgos (Cartuja de Miraflores), Ávila (Monasterio de Santo Tomás), Toledo (Monasterio de San Juan de los reyes) y Valladolid (Colegio de San Gregorio).
- - CARTUJA DE MIRAFLORES (Burgos)

viernes, 21 de agosto de 2020

¿POR QUÉ EL CRISTIANISMO EN ESPAÑA?

Desde ROMA a los Reyes Católicos --- En el Imperio Romano, desde Constantino y Teodosio la religión cristiana era el credo obligatorio para todos los ciudadanos y la Iglesia cristiana, apoyándose muy directamente en las instituciones del Estado, se había convertido en iglesia imperial. El Reino visigodo de Tolosa con capital en la ciudad gala comenzó en el año 418, tras el pacto o foedus entre los visigodos y Roma, y duró hasta el 507 y la actuación de los visigodos se ve supeditada por las circunstancias históricas de este pueblo a dar paso al Reino visigodo de Toledo o hispano-visigodo, con capital en la hispana Toledo, que se extendió desde el 507 hasta el 711, año en el que comienza la invasión musulmana en la península ibérica. El III Concilio de Toledo (589), en el que el rey visigodo Recaredo abraza la religión cristiano-romana, abandonando la arriana, es donde puede considerarse el punto de partida de nuestra nacionalidad en torno a un solo monarca, a un poder político ejercido sobre una sociedad que avanzaba firmemente hacia su plena integración desde sus dos elementos conformadores, el latino y el germánico. 

EL PAPA SILVESTRE I 
Y EL EMPERADOR ROMANO CONSTANTINO I
Este hecho fue fundamental para la organización y aceptación de los hispano-romanos a los visigodos, ya que eran algo más cultos y adelantados y la religión arriana, aunque era también cristiana, tenía diferencia. Los arrianos no creían en la doctrina tradicional de la Trinidad, que sostiene que Dios Padre, Jesús y el Espíritu Santo son un único ser. A diferencia de lo que sucedió en Italia o en el Norte de África donde ostrogodos y vándalos respectivamente constituyeron una minoría extraña y hostil, en Hispania se produjo una fusión generalizada entre godos e hispano-romanos, y sobre esta unidad se pudo alzar un Estado independiente y conformarse la nacionalidad hispánica. 

REY ATAÚLFO 
Durante el siglo VII se iría consolidando la nacionalidad común de los denominados ya como “hispano-godos”, poseedores de una religión común, gobernados por un mismo monarca, e incorporados plenamente a la Administración los antiguos hispano-romanos. Los cronistas insisten en presentar a Fernando e Isabel como los restauradores de aquella Hispania que arrancaba de Roma su legitimidad, pero que había perdido en el 711 su propio ser. Una larga serie de escritores insisten en que la tarea de recuperación no se refería tanto al territorio, no al suelo como al cristianismo. Con ello remataban la reconquista. En 1491 Rodríguez de Almela al entregarles un ejemplar de su Crónica, en las vísperas de la caída de Granada, les recordaba que el origen de su legitimidad estaba en la estirpe goda que la recibiera de roma por el pacto del 418. Se identificaba por tanto la política con la religión cristiana. Solo los bautizados estaban en condiciones de ser súbditos del rey y por tanto de estar bajo el amparo de las leyes, usos y costumbres del reino. El cristianismo es una fe que se proclama verdad absoluta, “dogma de fe” y la vida es un tránsito durante el cual se deben obtener los méritos para una posterior vida eterna, que es la importante. Norma válida para todos, desde el rey hasta el último morador. Por lo tanto el primer deber de un rey era eliminar los obstáculos que hubiera para que sus súbditos pudieran alcanzar el logro de este fin sobrenatural.

 CONVERSIÓN DE REY RECAREDO 
Los reyes, para los tiempos de la Edad Media tenían el mandato de Dios, es decir la obligación de reinar, no solamente el derecho, y los súbditos eran los beneficiarios de las leyes, fueros, cartas y privilegios usos y costumbres que juraban en el momento que eran reconocidos como reyes. Al comienzo del reinado de Fernando e Isabel, judíos y musulmanes formaban comunidades propias, pero habitaban en tierra ajena. Tenían casas de oración, sus leyes y autoridades y escuelas. Tenían permiso del rey para ello. Abonaban una cantidad de dinero por ello y no podían formar parte de las instituciones. Todo esto es importante para entender los hechos que tanto se les reprochan a nuestros reyes y que inicia la enorme falacia de la “Leyenda Negra”. Si se pierde este punto de vista, tan alejado de nosotros en nuestros días, no podremos comprender los hechos sucedidos, sus porqués y las decisiones que tomaron en aquella época. Por ejemplo la apostasía, la herejía el sacrilegio y los pecados contra natura, eran castigados duramente, incluso con la muerte, dado que eran crímenes horrendos que había que extirpar. Por el contrario el poder y la justicia estaban sometidos a fuertes limitaciones porque por encima de ellos existía el orden moral del cual la iglesia es la custodia.

COLÓN Y LA FUERZA DE SU PASIÓN - (2)

En 1.484 Colón presentó al reino de Portugal su empresa de ir a las Indias Orientales por Occidente. Juan II le escuchó atentamente y quedó ...