jueves, 19 de octubre de 2023

REINO DE LEÓN -1-

El reino de León nació cuando el último rey de Asturias, Alfonso III, el magno, trasladó la capital desde Oviedo a León, y separó su reino entre sus hijos, entre los años 909 y 910.
El reino de León tuvo dieciocho monarcas, hasta que en el 1230, el rey de León Fernando III el Santo, heredó el reino de Castilla al morir su padre y lo unió al de León. Así se constituyó el conjunto llamado Corona de Castilla-León. Si bien quedaron tres unidades administrativas diferentes, León, Castilla y Galicia.

Alfonso III de Asturias 
tuvo que soportar la rebelión de su hijo García, que apoyado por su madre y su suegro, el conde de Castilla, y también sus hermanos Ordoño y Fruela. El rey llego a capturar y encerrar a su hijo y seguidamente traslado la capital a León. Estableció el gobierno y el Tribunal de Justicia. Pero se vio obligado a abdicar y distribuyó su extenso reino entre sus hijos, León para García, que quedó en libertad, Galicia y Portugal para Ordoño y Asturias para Fruela. Aunque ninguno se proclamó rey hasta la muerte del padre en el 910. 

García de León 
consiguió que sus hermanos le prestaran vasallaje, y se considerasen subordinados, terminando así la aventura separatista.
García se casó con la hija del conde de Castilla y siempre estuvo vinculado a la nobleza castellana. Comenzó pronto la lucha contra los musulmanes. Incursionó en Toledo y alcanzó la frontera del Duero repoblando varias plazas.
En la batalla de Arnedo contra el invasor es posible que fuera herido y de esto falleció en el 914. No dejó descendencia por lo que su hermano Ordoño, rey de Galicia accedió al trono leonés como Ordoño II de León.
Ordoño solamente reinó diez años. Tuvo cinco hijos de los cuales uno sería Alfonso IV de León, y otro Ramiro, que luego reinaría León como Ramiro II.
Ordoño II en el 915 marchó hacia Zamora y sometió en al-Ándalus, Medellín, Mérida y Badajoz, y exigió el tributo de parias. Luego hubo otra batalla, Estableció un campamento en San Estaban de Gormaz  y desde allí se desarrolló la batalla de Castromoros, con un triunfo total. Esta batalla fue un hito en la historia medieval de España.
Más adelante y conjuntamente con Sancho Garcés de Pamplona marcharon sobre Nájera, Tudela y Tarazona. Luego Ordoño conquistó Talavera.

ORDOÑO II DE LEÓN
La batalla de Valdejunquera fue una derrota importante. Luchaban unidos el rey de León y el de Pamplona en el año 920. Algunos nobles, que rechazaban la unión de los reyes no acudieron en ayuda de ellos y Ordoño mando capturarlos y encerrarlos hasta el 926.
En 921 Ordoño se dirigió con su ejército a conquistar Atienza y abatió unos cuantos castillos de Guadalajara. Llegó a las proximidades de Toledo.
Dos años después Ordoño conquistó definitivamente Nájera dando muerte al musulmán que gobernaba, de los Benu Qasi y las plazas se anexionaron a Pamplona y se reforzó la alianza de los reinos con el matrimonio de la hija del rey de Pamplona con Ordoño que había repudiado a su segunda esposa.
Ordoño murió en el 924 de muere natural. Le sucedió su hermano Fruela, que reinó tan solo catorce meses. Por suerte, porque fue un desastre. Aparte de establecer la paz con los musulmanes, como hacía con su reino de Asturias, mandó matar injustamente a los hijos de un noble que eran partidarios de los hijos de Ordoño y desterró al obispo de León. Murió de lepra y se le sepultó en la catedral de León, aunque  hay quien señala que fueron trasladados. Le sucedió el segundo hijo de Ordoño II, Alfonso Ordoñez como Alfonso IV, aunque hubo serias disputa y seguramente antes reinó Alfonso “el jorobado”, pero  los hermanos se repartieron el reino de manera que Sancho, el mayor de ellos, se quedó como rey de Galicia y los hijos de Fruela controlarían Asturias.


ALFONSO IV DE LEÓN 

En el 929 fallece Sancho y Galicia continúa bajo la supremacía del reino de León.
A la muerte de la mujer de Alfonso éste sufre una depresión que le hace dimitir y retirarse a un monasterio. Su hermano Ramiro entró a saco y logró reunir, no sin luchas, los reinos de León, Galicia y Portugal. Pero Alfonso IV se arrepintió, abandonó los hábitos y se desplazó a León. Con los apoyos de los hijos de Fruela y aprovechando la ausencia de Ramiro II, que estaba en Zamora. Enterado éste, marchó a León, sitió la ciudad y la recuperó. Ramiro II hizo prisioneros a los hijos de Fruela y conjuntamente con Alfonso ordenó que les arrancaran los ojos, práctica habitual en la ley goda. Los encerró en un monasterio hasta la muerte.
Ramiro II reinó desde el 931 hasta el 951. Considerado como un hombre decidido e inteligente. Tuvo entre otros hijos a el que sería Ordoño III.
En el año 932 el ejército leonés tomo momentáneamente Madrid pero solamente pudo saquear algunas tierras cerca de Talavera. Mientras la zona de Osma y Pamplona fue atacada por los musulmanes donde asesinaron a doscientos monjes.
A comienzos del 939 Ramiro II llegó hasta Santarem que estaba en manos de los musulmanes. El califa había reunido un ejército muy poderoso, de cien mil hombres según las crónicas, para desbaratar la alianza de Zaragoza con León. Pero en la batalla de Simancas los cristianos habían formado una alianza con los castellanos, leoneses, pamploneses y aragoneses. Esta es otra batalla de las más destacada de la historia de España. Los cristianos vencieron y el califa logró huir por los pelos. Los restos del ejército musulmán fueron aniquilados. Asimismo el califa crucificó a más de trescientos oficiales por no haber combatido con convicción. Esta victoria cristiana aseguró la línea del Duero y la zona comenzó a llamarse Extrema Durri. (Extremadura). Se repoblaron las zonas de Salamanca, Ledesma, Venta de Baños, Peñaranda y otras.

RAMIRO II DE LEÓN 

En los últimos diez años el rey Ramiro II de León tuvo muchos problemas internos fundamentalmente por el ansia de independencia de Castilla, gobernada por el conde Fernán González, cuñado del rey de Pamplona. El conde se declaró en rebeldía y realizó una incursión y saqueo por tierras musulmanes. Ramiro logró imponer su voluntad y encarceló al conde y alguno de sus seguidores.
Pero en el 945 liberó a Fernán González por la necesidad de contar con un guerrero prestigioso para hacer frente al califa cordobés. Éste le juró fidelidad  y se pactó el matrimonio de una hija del castellano con Ordoño, el hijo del leonés.
La última gesta del rey leonés fue en 950 cuando venció a los musulmanes en Talavera de la Reina, donde aniquiló a doce mil musulmanes y consiguió un rico botín.
Volvió a León y  dejó el reino a su hijo Ordoño III en el 951. 
Ramiro había engrandecido la corte con la construcción de un nuevo Palacio Real y restauró varios monasterios.

miércoles, 18 de octubre de 2023

REINO DE CASTILLA (4)

Como dijimos en el capítulo anterior, la batalla de Navas de Tolosa en 1212, no supuso el fin del imperio Almohade, pero marcó el inicio del declive musulmán y tuvo una importancia muy grande en la cristiandad no solo de España, sino de toda Europa que festejó la victoria de la cruz.
En dicha batalla el reino de León no acudió porque sus Cortes no lo permitieron. Tenían un litigio sin resolver.  El rey castellano Alfonso VIII había pedido la mediación del papa Inocencio II y éste accedió y amenazó con la excomunión a quien se atreviera a violar la paz mientras los castellanos lucharan contra los musulmanes. El mismo papa había obligado al monarca castellano, sin éxito, a devolver unos castillos y poblados a Alfonso IX de León, que eran los que causaban el litigio entre los reyes castellano y leonés. No obstante León permitió que acudieran voluntarios a la batalla, como así fue.
Pero aprovechando la ausencia de las tropas castellanas, el rey leonés se hizo con las plazas de Castilla que estaban dentro del reino de León, por lo cual Alfonso VIII no pudo hacer nada. De todas formas se firmó un pacto entre León, Portugal y Castilla solucionando el asunto satisfactoriamente para todos.
Alfonso VIII fundó el Estudio General Español, en Palencia, germen de la posterior Universidad. Por entonces es cuando se escribió el cantar del Mío Cid.
Dos años después de la batalla de las Navas muere Alfonso VIII, el 6 de octubre de 1214. Leonor de Plantagenet, esposa de Alfonso VIII, había sido la propiciadora de la fundación del Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas ya en 1187. Allí es donde descansan los restos de Alfonso desde octubre de 1214 y el de su esposa que falleció a los pocos días.

El heredero fue su hijo Enrique I desde el mismo año de la muerte de su padre, aunque él tenía tan solo 10 años. Su madre, que había fallecido, era la prevista para ser la regente, por lo que tuvo que ser la hermana mayor de Enrique, Berenguela la regente. El conde Álvaro Núñez de Lara se hizo con la regencia efectiva y procuró matrimonios para Enrique, que no se produjeron. El conde trataba de apartar de la sucesión a Fernando de León, que fue el futuro rey Fernando III el santo. Después de una sucesión de traiciones del conde murió el rey Enrique I a los trece años por un accidente, en 1217. El conde trató de evitar que sea visto el cadáver pero su madre, Berenguela se apoderó de Dueñas y con los obispos de Palencia y Burgos se trasladaron al monasterio de Huelgas.
Berenguela de Castilla y Alfonso IX de León habían estado casados, pero el papa anuló el matrimonio, a pesar de que tenían cinco hijos, pero consiguió la madre que sus hijos sean considerados legítimos.

BERENGUELA DE CASTILLA 

Al morir el rey Enrique I, el 6 de junio de 1217, Berenguela recurrió al padre de éste, Alfonso IX de León para que cuidará al hijo de ambos, Fernando. Ella mientras fue una regente prudente que supo desempeñar su trabajo a pesar de las intrigas de los nobles y de Alfonso de León. Pero al morir el rey leonés, Berenguela consiguió para su hijo Fernando, mediante la Concordia de Benavente con Teresa de Portugal, el reino de León a cambio de las renuncias  de sus hermanastras previo abono de cuantiosas propiedades y sumas.
En 1217 Fernando III el Santo recibe de su madre Berenguela el reino de Castilla el 1 de julio. Por lo tanto Berenguela fue reina regente de Fernando solamente veinticuatro días.
Berenguela cuidó de los monasterios y las catedrales como la de Burgos y Toledo. Murió en 1245 y sus restos también reposan en el monasterio de las Huelgas Reales.
A partir de Fernando el Santo rey de Castilla y de León, se considera el nacimiento de la Corona de Castilla-León.

FERNANDO III EL SANTO

Pero dese 1217 en que fue proclamado rey de Castilla tuvo varios incidentes, con los habituales enemigos de su madre, los Núñez de Lara e incluso su propio padre. Fernando no combatió contra su padre, y le envió mensajes de que bajo su reinado Castilla sería un reino amigo y, aunque al principio Alfonso no hizo caso, terminó retirándose a León cansado de estas acciones y al morir el conde Álvaro Núñez, el 26 de agosto de 1218 se firma el Pacto de Toro entre padre e hijo que pondrá fin a esta situación. En noviembre de 1219 se armó a si mismo caballero y unos días después se casó con Beatriz de Suabia hija del rey Federico II de Alemania. Nacieron diez hijos, entre ellos el futuro Alfonso X el sabio.
En 1224 murió el califa Almohade y se aceleró la creación de los terceros reinos de Taifas, cada vez más débiles.  Fernando aprovechó la situación.
A la muerte de Alfonso IX de León en 1230 se plantea el asunto de la sucesión. El testamento dejaba la corona a sus hijas de su primer matrimonio. Los nobles se dividieron en dos bloques. Unos apoyaban a las hermanas y otro a Fernando. Consiguió éste que sus hermanastras firmaran la renuncia tras un acuerdo.
De esta forma es como Fernando reino en ambos reinos con el nombre de Fernando III formándose así la Corona de Castilla-León. Si bien quedaron tres unidades administrativas diferentes, León, Castilla y Galicia.
Al año siguiente se reunió con el rey de Portugal y se fijaron las fronteras definitivamente y sellaron la paz.

martes, 17 de octubre de 2023

REINO DE CASTILLA - (3 )

El 18 de Julio de 1195 se desarrollará la batalla de Alarcos,  entre el ejército Almohade y las tropas de Alfonso VIII de Castilla, con una humillante derrota cristiana. 
El 1 de junio de 1195 Abū Yūsuf desembarcó sus tropas, llegó hasta Sevilla, donde reunió un ejército de treinta mil hombres. Partió de Córdoba cruzando Despeñaperros. En ese día y al día siguiente el ejército almohade ya formó por completo. 

Alfonso VIII de Castilla  se alarmó tras estos hechos. Convino la ayuda de los reyes de León, Navarra y Aragón. Quedaron en la fortaleza de Alarcos, pero esta fortaleza estaba aún en construcción. La situación era apremiante y no esperó las ayudas de los reinos convenidos y se decidió a presentar batalla.
Abū Yūsuf no aceptó todavía enfrentarse en ese día y al día siguiente el 18 de julio el ejército almohade ya formó por completo. 
La primera carga cristiana fue rechazada y volvieron a cargar, para volver a ser rechazados. A la tercera la caballería cristiana consiguió romper la formación del centro de la vanguardia almohade, haciéndolos retroceder colina arriba, tratando de proteger al visir quien sucumbió en combate. El ejército almohade no se descompuso y prosiguió con el ataque.  La pericia que mostraron los arqueros y ballesteros almohades fue fundamental. Rebasaron a las tropas cristianas por los flancos del cerro y empezaron a atacarlas con una concentrada lluvia de flechas
El ejército castellano no estaba preparado y en inferioridad numérica finalmente se vio en la necesidad de huir o admitir la derrota. Las pérdidas fueron innumerables entre los cristianos y también resultaron elevadas para los musulmanes. No solo el visir, Abu Yahya.
Los cristianos comenzaron a huir  desordenadamente hacia donde podían. Entraron los moros a la fortaleza quemando sus puertas y matando, apoderándose de cuanto allí había, armas, riquezas, provisiones, caballos y ganado; hicieron cautivos a muchas mujeres y niños y mataron a los hombres. Los almohades se adueñaron de las tierras entonces controladas por la Orden de Calatrava; seis meses después cayó la fortaleza de Calatrava la Nueva y llegaron hasta las proximidades de Toledo.

CASTILLO DE CALATRAVA LA NUEVA 

Alfonso VIII obtuvo una alianza con el rey Alfonso IX de León (que estaba enfurecido con el rey castellano por no haberle esperado antes de la batalla de Alarcos) y la neutralidad de Navarra, ambos pactos temporales. Abū Yūsuf abandonó sus asuntos en al-Ándalus.
En un audaz golpe de mano de los caballeros calatravos, solo el castillo de Salvatierra, junto a Sierra Morena, pudo ser recuperado (1198)
Posteriormente, entre 1206 y 1212, los reinos cristianos convencieron al Papa Inocencio para que proclamase la Santa Cruzada contra el Imperio Almohade, gobernador en Al-Andalus.
En esta época, los reinos cristianos europeos estaban luchando en la 4º cruzada, intentando reconquistar Tierra Santa. Muchos caballeros y soldados de fortuna europeos acudieron a la llamada de la guerra contra el infiel en la península, y el Rey de Castilla Alfonso VIII, consiguió reunir una fuerza considerable para la época. Acudió el rey Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra, además de voluntarios portugueses y leoneses.
Partieron de Toledo en Mayo de 1212 y tras cruzar Despeñaperros se encontraron frente al ejército musulmán, separados únicamente por la llanura de las Navas de Tolosa.

El ejército cristiano tenía un tamaño ciertamente respetable, pero el gran número de tropas convocadas por el califa almohade Muhammad al-Nasir (Miramamolín para los cristianos) era similar. Son cifras calculadas por historiadores modernos, despreciando las crónicas antiguas dado lo desmesurado de las cifras.
El 16 de Julio, al alba, comenzaría el combate con un carga por parte de las tropas cristianas. El choque fue brutal, los miles de soldados almohades intentando descabalgar a los jinetes, que avanzaban bajo una lluvia incesante de flechas por parte de la retaguardia musulmana. An-Nasir, contraatacó con el grueso de su ejército e intentaron rodear al ejército cristiano gracias a su mayor número de tropas. Cercándose el mediodía en una lucha feroz a campo abierto, las fuerzas cristianas estaban en un punto crítico. Los cadáveres se contaban ya por miles.
Ante la desesperada situación, Alfonso VIII avanzó cargando heroicamente con las últimas y mejores tropas de su ejército entre las que se encontraba la caballería pesada capitaneados en primera línea por Pedro II de Aragón, Sancho VII de Navarra y el mismo Alfonso VIII de Castilla. Esta valentía quedaría en la historia como la carga de los tres reyes. Los monarcas prosiguieron su avance imparable hacia el campamento enemigo donde se encontrarían con la guardia negra de An-Nasir, soldados de raza negra que luchaban junto a los musulmanes. Su estilo de combate se basaba en atarse con cadenas en sus rodillas, y de sus rodillas al suelo o a un poste atado a él. Así simbolizaban su intención de luchar hasta el final.

Las cadenas fueron rotas por los hombres de Sancho VII, segando las vidas. Es por esto por lo que se incorporó el símbolo de las cadenas al escudo de Navarra. An-Nasir tuvo que huir de su tienda roja a toda prisa en desbandada, junto con su ejército a los que los caballeros cristianos en persecución durante varios kilómetros iban dando caza, mientras se ponía el sol. Así consiguió el ejército cristiano una victoria decisiva que cambiaría nuestra historia hasta día de hoy. Aunque no supuso el fin del Imperio almohade, la derrota militar conllevó un significativo declive de los almohades en la península ibérica.

domingo, 15 de octubre de 2023

REINO DE CASTILLA -2-

En 1109 Alfonso VI de Castilla, ya viejo, opta a casar a su hija Urraca con el famoso guerrero Alfonso I de Aragón el Batallador. Unión que no funcionó. Además la nobleza y el clero no aprobaba esta unión. Esto llevó a una guerra civil y a la anulación del matrimonio y la retirada de aragonés a sus territorios.
El hijo de el primer matrimonio de Urraca, Alfonso Raimúndez tenía a los nobles y los clérigos de su parte. Urraca murió en 1126 y su hijo sería coronado con los títulos de rey de León y Castilla como Alfonso VII. 
Tuvo problemas con su padrastro Alfonso I de Aragón, el batallador, y con el condado de Portugal. Al morir el rey aragonés sin descendencia Alfonso VII reclamó el trono como tataranieto de Sancho II, el mayor pero lo nobles aragoneses eligieron a Ramiro II y los pamploneses a García Ramírez, quedando separados los reinos de Aragón y Pamplona.

ALFONSO VII DE LEÓN Y CASTILLA 

Después, Alfonso VII de León y Castilla consigue anexionarse algunas tierras de los reinos de Navarra y Aragón y renuncia a su derecho a la conquista de la costa mediterránea en favor de la nueva unión de Aragón con el condado de Barcelona por matrimonio, (doña Petronila de Aragón y Ramón Berenguer IV conde de Barcelona).
Alfonso VII se intitula en 1135 “Imperator Legionensis et Hispaniae” en León, (Emperador de España).
El título fue adoptado en el siglo X por los monarcas leoneses, como expresión que implicaba la supremacía política de León frente a los demás reinos peninsulares. Los reyes leoneses defendían ser los herederos del reino visigodo.
Aprovechando el desmoronamiento del imperio Almorávide con la formación de nuevos reinos de Taifas se propuso recuperar territorios más al sur peninsular. Madrid, Córdoba, Albacete, Calatrava Coria Jaén entre otras.
Pero en 1143, su primo Alfonso Enríquez, conde de Portugalense, invade el sur de Galicia tomando Tuy. Alfonso VII desbastó Portugal y recuperó Tuy, donde su primo le juró fidelidad, pero no lo cumplió, ya que continuó luchando y consiguiendo apoyos hasta proclamarse el primer rey de Portugal en 1139, siendo reconocido por Alfonso VII.
En 1146 aparecen los almohades que se deshacen de los almorávides. Ocuparon extensos territorios del sur. Con ayuda de Pamplona y Aragón y cruzados franceses realizó Alfonso VII una campaña que terminó conquistando Almería en 1147.
Los últimos años de Alfonso VII no tuvo descanso en su lucha contra los almohades. Con el Tratado de Tudillén en 1151 con Ramón Berenguer IV se acordó el reparto de los territorios conquistados y Ramón Berenguer se sometió al vasallaje castellano. En 1156 las relaciones de Castilla y Aragón se consolidaron por el pacto matrimonial de Sancha, hija del segundo matrimonio del rey castellano con el heredero de Aragón, Alfonso, que sería rey de Aragón y conde de Barcelona.
Alfonso VII, otra vez divide Castilla de León entre sus hijos, aunque parte de Castilla fue ocupada por León. 
A la muerte de Alfonso en 1157, reina Sancho III en Castilla. En León reinará Fernando II.

SANCHO III DE CASTILLA 

En mayo de 1158 Sancho III de Castilla había penetrado con su corte y ejército hacia la frontera leonesa, siguiendo la línea trazada por el Camino de Santiago, penetrando en territorio leonés. Por lo que su hermano el rey de León prefirió pactar antes que enfrentarse y firmaron “Tratado de Sahagún” ese 23 de mayo del año 1158, por el que ambos reinos sentaron las bases de la pacificación y coordinación política futura. Según el acuerdo, ambos firmantes consentían en darse ayuda mutua. Y si alguno de ellos moría sin descendencia, su reino sería ocupado por el superviviente. Y también que los territorios que en el futuro fueran conquistados a los musulmanes se repartirían entre ambos. El rey de Castilla, Sancho III, aceptó devolver a su hermano las tierras conquistadas en la frontera, pero a condición de que su tenencia fuera a parar a manos de los principales nobles leoneses pro-castellanos. Esos poderosos linajes leoneses se comprometieron a acudir en auxilio y servicio del rey castellano en caso de que Fernando II de León incumpliera el acuerdo pactado, o en su defecto, a devolver las tierras dadas a la corona castellana.
En el tratado se coordinó la actitud política a seguir de ambos reinos con respecto a los demás estados peninsulares. Los hermanos Fernando II y Sancho III se comprometieron a prestarse ayuda mutua, salvo en lo referente a su tío materno, el gobernante de Aragón, el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV, en cuya amistad confiaron ambos hermanos.

FERNANDO II DE LEÓN 

Por último, se repartieron los territorios y zonas de influencia que en un futuro se conquistase al Islam, de modo que Fernando II de León y sus descendientes obtendrían las prerrogativas y derechos de conquistas sobre Coria, Montánchez, Mérida, Badajoz, todo el actual Portugal, desde Lisboa hasta el Algarve, y todas la Baja Andalucía, incluyendo el Valle del Guadalquivir. El resto del territorio, hacia el este, quedó bajo ámbito castellano.
Todo ello, remarca el documento, perteneciendo al Reino de León desde Niebla hasta Lisboa, quedando el resto para el reino de Castilla.
Pero Sancho III, el castellano, pasó a mejor vida ese mismo año a finales. Y el heredero era su hijo Alfonso, (futuro Alfonso VIII),  por entonces tenía tres años.  Esto hizo que su madre y la Corte designaran como tutor a Gutierre Fernández de Castro y como regente a Manrique Pérez de Lara, para contentar a las poderosas familias Castro y Lara. De todas formas esta rivalidad desembocó en una guerra civil, periodo que fue aprovechado por los reinos vecinos, por lo que como buitres, en 1159 el rey navarro Sancho VI se apoderó de Logroño y de amplias zonas de La Rioja, mientras que el tío del joven Alfonso, el rey leonés Fernando II, se apoderó de la ciudad de Burgos extendiendo sus dominios hacia territorio castellano, dejando sin efecto el tratado que había firmado con su hermano.
Si se hubiera cumplido lo pactado se habría quedado en nada la Independencia del reino de Portugal al estrangular su crecimiento territorial natural hacia el sur y englobándolo bajo el ámbito castellano y leonés, del que salió.
Una pena porque Sancho III era un tipo con arrestos y fue el que contribuyó a la creación de la Orden de Calatrava (1158) cuando los templarios se rajaron de la plaza argumentando que no era defendible, por lo que el rey entregó entonces la tenencia y el señorío de Calatrava al abad Raimundo de Fitero y al caballero Diego Velázquez, que defendieron la plaza y fundaron la Orden de Calatrava.
También había conseguido que en 1157 su cuñado el rey Sancho VI de Navarra, y en 1158, el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV le rindieran homenaje y se declarasen vasallos suyos en el Acuerdo de Serón de Nágima (1158).
Pero al alcanzar la mayoría de edad en 1170 el niño heredero, Alfonso, fue proclamado rey de Castilla en las Cortes como Alfonso VIII y fue un gran rey. 

ALFONSO VIII DE CASTILLA 

Fue el fundador del primer estudio general español, el “Studium generale” de Palencia (germen de la universidad), que decayó tras su fallecimiento.
El 18 de Julio de 1195 se desarrollará la batalla de Alarcos,  entre el ejército Almohade y las tropas de Alfonso VIII de Castilla, con una humillante derrota cristiana.
Los antecedentes de la batalla de Alarcos están en que en el verano de 1194, Alfonso permitió una expedición que penetró en Jaén y Córdoba, y saqueó las cercanías de la mismísima capital almohade (Sevilla).  Esto enfureció a Ya'qub, quien resolvió tacar a Castilla y atravesar el mar para contener y escarmentar al monarca castellano
El 1 de junio de 1195 Abū Yūsuf desembarcó sus tropas, llegó hasta Sevilla, donde reunió un ejército de treinta mil hombres. Partió de Córdoba cruzando Despeñaperros. Un destacamento de la Orden de Calatrava, casi fueron aniquilados por completo. Alfonso VIII se alarmó tras estos hechos. El castellano convino la ayuda de los reyes de León, Navarra y Aragón. Quedaron en la fortaleza de Alarcos, pero esta fortaleza estaba aún en construcción. La situación era apremiante y no esperó las ayudas de los reinos convenidos y se decidió a presentar batalla.
Abū Yūsuf no aceptó todavía enfrentarse en ese día y al día siguiente el ejército almohade ya formó por completo. 
 

COLÓN LLEGA A AMÉRICA -3-

El viernes 3 de agosto de 1492 estaban listos para zarpar. Para Colón era un día glorioso, al fin podría demostrar su sueño. Solo eran tres ...