sábado, 3 de febrero de 2024

FRANCISCO PIZARRO - (1)

Nació en Trujillo provincia de Cáceres, en 1541, y murió en Lima, Perú en 1478. Conquistador del Imperio de los Incas, gobernador de la Nueva Castilla, fundador de Lima.
Fue hijo bastardo de Gonzalo Pizarro, apodado El Largo, y también El Romano. La niñez de Francisco transcurrió dentro de una pobreza que, en ningún caso, llegó a la miseria. Cansado de esa vida, hacia 1493, es decir con quince años Francisco Pizarro se junta con unos caminantes y marcha hacia la ciudad de Sevilla.
Es posible que sobreviviera, con muchos trabajos y penurias, en Sevilla mientras encontraba la ocasión para embarcarse con destino a las Indias. Finalmente logró su deseo y en 1502 zarpó con destino al Nuevo Mundo en la flota que iba al mando de frey Nicolás de Ovando, gobernador de la Isla Española, llegando a la ciudad de Santo Domingo en abril de ese año.
A partir de ese momento Francisco Pizarro iniciará una larga y laboriosa vida castrense. Pizarro no pasaba de ser un simple soldado que debía ir constantemente en diversas huestes con el propósito de pacificar a indios alzados o también a la tarea de fundar villas y fuertes.


Hacia 1509 Francisco Pizarro, siempre como hombre de infantería, zarpa del puerto de la Beata a órdenes de Alonso de Ojeda, quien iba en pos del descubrimiento y conquista de la Nueva Andalucía. Junto a Ojeda, Pizarro está presente en la fundación del fortín de San Sebastián, el cual será el primero de su género en el continente, quedando al mando de él como lugarteniente de su jefe durante la ausencia definitiva de éste. Acatando sus órdenes reunió a la tropa y la llevó de regreso en dos bergantines, naufragando uno de ellos y salvándose Pizarro y otros castellanos en el otro. En plena navegación Francisco Pizarro se encuentra con Martín Fernández de Enciso, socio de Ojeda, y lo sigue a Cenú y Darién, lugar este último donde Enciso funda la primera ciudad en el continente americano, Santa María de la Antigua, donde Pizarro recibe un solar y queda avecindado en ella.
Pizarro, iletrado pero prudente como pocos, logró mantenerse al margen de las querellas políticas. Núñez de Balboa, por entonces gobernador de Darién, una  zona peligrosa entre las actuales Panamá y Colombia, lo envía al frente de un grupo explorador, y conoció el río de San Juan y vuelve, ya como lugarteniente de Balboa, a las tierras del cacique Careta que terminó aliándose con los españoles. Pizarro y una tropilla bajo su mando sigue la exploración y arriba a las posesiones del cacique Comagre. Allí, el hijo de éste, llamado Panquiaco, les habla de un lugar donde había abundancia de oro y Pizarro también recaba información de la existencia de un océano austral. Ocupando siempre el cargo de lugarteniente de Vasco Núñez de Balboa, Pizarro es uno de los hombres que estará presente el 25 de septiembre de 1513, cuando se aviste el llamado Mar del Sur (Océano Pacífico), ingresando a sus aguas en pos del pendón de Castilla que enarbolaba Balboa y tomando posesión del inmenso mar el 29 de septiembre de 1513.

PEDRARIAS 
Al Llegar a Santa María el nuevo gobernador, Pedrarias, el alcalde interino Núñez de Balboa le salió al encuentro y les dio la bienvenida. Fue el hombre que le hizo la vida imposible a Núñez de Balboa.  Seguramente el conquistador más odiados de la historia de América. El famoso Bartolomé de Las Casas le calificó como uno de los
conquistadores más crueles de todos los tiempos por matar y esclavizar indios por cubrir su desmedida ambición de riqueza y poder.
En la entonces próspera colonia del Darién no había forma ya de alimentar a una población que se había multiplicado por cinco de la noche a la mañana con la llegada de Pedrarias con 2.000 hombres. La hambruna vino acompañada de la “modorra”, una enfermedad que daba fiebre, una somnolencia profunda y complicaciones pulmonares o renales. Unos setecientos pobladores murieron de hambre y modorra en sólo un mes, y siete u ocho meses después la población había quedado reducida a la mitad, según Andagoya. Proyectó Pedrarias cinco expediciones desde Santa María para buscar oro, alimentos y localizar posibles asentamientos en el Pacífico, con los que esperaba contrarrestar la fama de Balboa, inmovilizado a causa de su Juicio de Residencia que estaba pendiente. Las expediciones robaron el oro y mataron y esclavizaron a los indios. En poco tiempo destruyeron toda la obra de alianzas de Balboa y volvieron intransitable el istmo. Pedrarias atribuyó los desastres a las informaciones de Balboa. Todos sus compañeros fueron apresados al llegar a Santa María y Pedrarias concluyó que Balboa había intentado rebelarse contra él. Ordenó al tesorero Puente que levantara una acusación formal contra Balboa y se trasladó a Acla.

NÚÑEZ DE BALBOA 
Tras esto mandó a Pizarro que saliera a su encuentro con un destacamento y lo apresara. Balboa no receló nada y fue detenido al entrar en Acla, acusado de traición, le acusó de haber traicionado al Rey y a él. Mandó ponerle guardias y trasladarlo a la cárcel común, fue condenado a pena de muerte. Se levantó un cadalso en la plaza mayor de Acla y se cumplió la sentencia un día desconocido de la semana del 13 al 21 de enero de 1519. Antes de que le cortaran la cabeza, Balboa tomó la palabra y dijo a los presentes que todo era una falsedad y que jamás había traicionado al Rey.
Pedrarias nombrará a Pizarro regidor del primer Cabildo que se establece en la ciudad de Nuestra Señora de la Asunción de Panamá, situada sobre el Mar del Sur. Pizarro es elegido alcalde ordinario de Panamá.
 Para el mes de julio de 1523 llega a Panamá Pascual de Andagoya de un viaje explorador al Señorío de Virú, Pirú o Perú. Con las noticias de la existencia de territorios abundosos en oro y plata. Pizarro tenía formada una sociedad de bienes con Diego de Almagro, otro baqueano como él. A esta sociedad se agregaría el clérigo Hernando de Luque. Entre los tres socios llegaron a juntar aproximadamente 18.000 pesos de oro. Su objetivo era llegar, por Levante, a esas ricas tierras de oro que Pascual de Andagoya había desistido de explorar. En abril estaban en el Fortín del Cacique de Las Piedras. Allí Pizarro y sus hombres tuvieron que rechazar un fuerte ataque de los indios. La expedición había sido un fracaso y los hombres insistían en volver a Panamá. Pizarro se obstinó en retirarse solo hasta Chochama, en el Golfo de San Miguel, donde esperó a Diego de Almagro, quien llegó a ese punto en julio de 1525. Cuando Pedrarias se enteró del fracaso de Pizarro, tomó la decisión de destituirlo. Luque y Almagro convencieron a Pedrarias para que diera a Pizarro otra oportunidad. Pedrarias cedió a los ruegos con la condición de que Almagro también fuera capitán, al igual que Pizarro.
En el segundo viaje zarpan de Chochama. Esta vez van ambos capitanes: Pizarro y Almagro y llevan dos carabelas. Su primera medida es atacar e incendiar el Fortín del Cacique de Las Piedras, que a partir de ese momento recibirá el nombre de Puerto Quemado. Pizarro y Almagro deciden que el piloto Bartolomé Ruiz explore siempre con rumbo al sur.
El viaje fue trascendental, pues tuvo un encuentro con la llamada “balsa” (tesoro), de grandes proporciones. Allí Ruiz y sus compañeros pudieron recoger las primeras noticias que evidenciaban la existencia, todavía mucho más hacia el sur, del Imperio incaico.
Almagro fue a Panamá para retornar con alimentos y algunos hombres de refuerzo. Cuando recibieron las noticias de Bartolomé Ruiz las desavenencias entre los socios se hacían más constantes, estamos en mayo de 1527. 

Con Pizarro la mayoría de sus hombres primaba el deseo de regresar a Panamá. Francisco Pizarro seguía firme en su decisión de no volver. Fue entonces cuando tuvo lugar el famoso episodio que consagraría a los Trece de la Fama. Pizarro, según la historia mezclada con leyenda, trazó con su puñal una raya en la húmeda playa pidiendo que los que quisieran seguir acompañándole la cruzaran. Sólo trece de sus soldados decidieron seguir su suerte.
Estamos en mayo de 1527. Almagro fue a Panamá para retornar con alimentos y algunos hombres de refuerzo. Cuando recibieron las noticias de Bartolomé Ruiz las desavenencias entre los socios de Pizarro se hacían más constantes.

“Por este lado se va a Panamá, a ser pobres, por este otro a Perú, a ser ricos; escoja el que fuere buen castellano lo que más bien le estuviese”.
Sólo trece de sus soldados decidieron seguir su suerte.
Pizarro y sus acompañantes, abandonados, en Tumbes pudieron apreciar que se encontraban en los linderos de un gran reino, cuyas riquezas podrían ser extraordinarias. Llenos de esperanza siguieron explorando, siempre al sur, donde pudieron recoger objetos de oro y plata y primorosos tejidos. Pizarro ya no necesitaría esforzarse para convencer a los incrédulos. Regresó entonces a Panamá, donde decidieron que viajara a España para obtener una Capitulación directamente con la Corona. Pizarro partió con rumbo a España desde el puerto de Nombre de Dios, entre septiembre y diciembre de 1528.
Los primeros días de febrero de 1529, Pizarro viajó a Toledo. Un mes más tarde, en junio, Francisco Pizarro y la Corona pudieron ponerse de acuerdo para que esta última otorgara una Capitulación, que por haber sido concedida en Toledo, el 26 de julio de 1529 que lo autorizaba a conquistar la llamada Nueva Castilla, nombre burocrático hispano que tendría el Perú.
Francisco Pizarro recibía el nombramiento de gobernador, adelantado y alguacil mayor del Perú. Almagro era reconocido hidalgo y nombrado alcalde de la Fortaleza de Tumbes, la ciudad incaica que tanto había impresionado a los conquistadores. Viajaron a Sevilla para embarcarse, corrían los últimos días de 1530. En total Pizarro llevaba cuatro navíos. Arriban finalmente a Nombre de Dios. Allí les esperaba Almagro. Un elemento de crispación fue la presencia de los hermanos de Francisco Pizarro. Se procedió al zarpe desde Panamá el 20 de enero de 1531.
La estancia en Puná se prolonga algunos meses y a principios de abril Pizarro desembarcó en Tumbes. Corría el mes de mayo de 1532. Desde este punto marcharon a San Miguel de Tangarará, donde el 15 de agosto Francisco Pizarro funda la primera ciudad hispana en el Perú. Pizarro llevaba a cabo su primer intento descubridor, había muerto el inca Huayna Capac, uno de los más poderosos conquistadores del Imperio Andino. Su desaparición trajo consigo la desavenencia entre dos de sus hijos.  

ATAHUALPA

Uno de ellos era Huáscar y el otro Atahualpa. La pugna entre ambos hermanos terminó en una guerra en la cual Huáscar resultó vencido y prisionero.
Además de esta circunstancia política anómala al momento de la conquista hay que tomar en cuenta que muchos pueblos dominadas por los incas desde el Cuzco, como los Huancas o los Chachapoyas, entre otros, vieron en los españoles a los aliados que podrían ayudarlos para romper con la dominación cuzqueña. Pizarro supo aprovechar estas disensiones y conseguiría leales aliados indígenas.
Pizarro partió de San Miguel de Piura en busca de Atahualpa el 24 de septiembre de 1532. La marcha hacia Cajamarca fue una verdadera proeza de valor ante lo desconocido. Entre jinetes y peones Pizarro llevaba ciento sesenta hombres
El 15 de noviembre de 1532 Pizarro y los suyos estaban en Cajamarca donde el inca aguardaba rodeado de un ejército de miles de hombres y de un boato realmente excepcional.
Pizarro distribuyó a sus hombres en dos pelotones de caballería y él se puso al frente de los infantes. Su única posibilidad de triunfo era el factor sorpresa. Atahualpa, por su parte, pecó de excesiva confianza dada su inmensa superioridad numérica.
Atahualpa inició la marcha hacia la plaza de Cajamarca donde lo esperaba la emboscada de los españoles. Pizarro dio la orden, se disparó un pequeño cañoncillo. Atahualpa fue arrancado de las lujosas andas en que era llevado a hombros. El sacerdote dominico conminó al inca para que se sometiera al Monarca hispano. Estas palabras, sin duda mal transmitidas por un joven intérprete indio, sólo causaron el desprecio de Atahualpa.
El trato que dispensó Pizarro al inca cautivo fue generoso. Impidió cualquier tipo de vejámenes. Fue entonces cuando el inca dijo que entregaría a los españoles una habitación llena de oro y otras dos iguales llenas de plata en un plazo de dos meses, Pizarro aceptó sin vacilar.

ENCUENTRO DE ATAHUALPA  Y  PIZARRO

En Cajamarca los españoles tomaron conocimiento de la existencia de la ciudad del Cuzco, donde abundaba el oro, pues era la capital del Imperio.
En abril de 1533 llegó a Cajamarca Diego de Almagro con sus hombres. Mientras pasaban los días se iba cumpliendo la entrega del rescate.
Atahualpa fue acusado de haber ordenado desde su prisión el asesinato de su hermano. Se le acusaba también de polígamo, idólatra, de haber usurpado el trono incaico y de incestuoso. Finalmente se produjo la sentencia y el inca fue condenado a morir en la hoguera, salvo que antes de ello aceptara las aguas del bautismo. Atahualpa no tuvo más remedio que optar por esto último y recibió la muerte mediante garrote vil el 26 de julio de 1533.
Ya se había ordenado la fundición de los metales preciosos, y todos los presentes en la captura del inca, de acuerdo con su rango, recibieron ingentes sumas. La parte que le tocó a Francisco Pizarro, a sus hermanos y a Diego de Almagro fue verdaderamente fabulosa. También se apartó el quinto del Rey, o sea, la porción que le correspondía del tesoro y se dispuso que Hernando Pizarro lo condujera a España para entregárselo al Monarca.
El 23 de marzo de 1534, Francisco Pizarro realizó la fundación española del Cuzco.
Pizarro marchó al valle del Rimac donde fundaría el 18 de enero la Ciudad de los Reyes, que muy pronto se conocería con el nombre de Lima, actual capital de la República del Perú.
Luego de la fundación de Lima, del reparto de solares y de la entrega de indios, se inicia para Francisco Pizarro una etapa de intensa actividad. El 5 de marzo de 1535 funda la ciudad de Trujillo. Por esos días se enteró que Diego de Almagro había recibido de la Corona el título de gobernador de la Nueva Toledo. Los límites de las gobernaciones de la Nueva Castilla y la Nueva Toledo serían, muy poco después, la causa del rompimiento definitivo entre Pizarro y Almagro. Pizarro marchó al Cuzco donde arribaría los primeros días de junio y allí conferenció con Almagro para planear la conquista de Chile, que llevaría adelante el Gobernador de la Nueva Toledo. Aparentemente se había renovado la amistad entre los socios, pero la mutua desconfianza nunca desaparecería. Finalizaba el año de 1535 y Pizarro regresó a Lima. Allí llegó su hermano Hernando, procedente de España, que le trajo excelentes noticias.
Pizarro retornó a Lima a inicios de mayo de 1536 donde angustiados mensajeros lo esperaban para noticiarlo que Manco Inca había iniciado una gran sublevación en el Cuzco, Pizarro había ya enviado urgentes mensajes pidiendo auxilio a Panamá, Nicaragua y México. Luego de una cruenta lucha los españoles consiguen dar muerte a Tito Yupanqui, con lo cual sus soldados se desconcertaron y emprendieron la retirada hacia el Cuzco.
Pizarro y Almagro se entrevistaron en Mala el 13 de noviembre de 1537. La habilidad de Pizarro logró que Almagro pusiera en libertad a sus hermanos Hernando y Gonzalo que estaban presos en el Cuzco.

DIEGO ALMAGRO 

El otro hermano, Juan, había muerto intentando asaltar la fortaleza de Sacsahuaman. Hernando Pizarro formó un ejército. En esta circunstancia ni Hernando Pizarro ni Almagro pensaban en una solución pacífica sino en un choque de armas, que tuvo lugar en el campo de Las Salinas, en las proximidades del Cuzco, el 26 de abril de 1538. Pizarristas y almagristas lucharon con ferocidad. La victoria se inclinó por el bando pizarrista y Almagro fue apresado, se le inició proceso y, finalmente, se le condenó a muerte.
A Diego de Almagro se le cortó la cabeza en el Cuzco el 8 de julio de 1538.
Las noticias de la rivalidad entre Pizarro y Almagro habían llegado a la Corte. El 29 de enero de 1539 Pizarro fundó la ciudad de San Juan de la Frontera de Huamanga. Por esos días recibió una Real Cédula del emperador Carlos V concediéndole un marquesado. Francisco Pizarro volvió al Cuzco y desde allí envió una carta al Emperador agradeciéndole el título nobiliario.
En los primeros meses de 1540 ya Pizarro estaba en su capital. El 26 de junio de 1541 cuando un grupo de almagristas, aproximadamente veinte o treinta, asaltó la morada de Pizarro a los gritos de “¡Viva el Rey! ¡Mueran tiranos!”. Pizarro se hallaba conversando con un nutrido grupo de personas, quienes al escuchar los gritos homicidas escaparon en la mejor forma que pudieron.
                                MUERTE DE PIZARRO 

Pizarro se había puesto apresuradamente una cota y, según el cronista Pedro Cieza de León, al tomar su espada dijo: “Vení, acá, vos, mi buena espada, compañera de mis trabajos”. Y salió con ella a batirse con denuedo indesmayable. Pizarro se defendió con brío juvenil. Los asesinos empujaron a Diego de Narváez que fue atravesado por la espada de Pizarro. Aprovechando ese instante Martín de Bilbao le dio una estocada en la garganta. Luego se echaron todos sobre él y le dieron estocadas y puñaladas hasta que cayó al suelo, clamando: “¡Confesión!”. Entonces Juan Rodríguez Barragán, antiguo criado suyo tomó una alcarraza llena de agua y se la quebrantó en la cabeza diciéndole: “¡Al infierno! ¡Al infierno os iréis a confesar!”. Y así rindió la vida el gran capitán, heroicamente como había vivido, “sin desmayo alguno en el corazón, y nombrando a Cristo como buen español”. Dadas las circunstancias, el entierro de Pizarro tuvo que hacerse de noche y a escondidas para evitar que se profanara el cadáver. El 26 de junio de 1891, al conmemorarse el 350 aniversario de la muerte de Francisco Pizarro, tuvo lugar en la Catedral de Lima una solemne ceremonia en la cual el Cabildo Eclesiástico entregó al Concejo Provincial de la capital del Perú los restos del capitán extremeño para que reposaran definitivamente en la capilla de los Reyes Magos de la Iglesia Metropolitana limeña.
                            




jueves, 1 de febrero de 2024

HERNÁN CORTES ALTAMIRANO - (2)

 El 16 de agosto de 1519, Cortés abandonó la costa e inició su marcha hacia el interior, rumbo hacia al corazón del Imperio mexica, con un ejército de 1300 guerreros totonacas, 200 indios de carga, 6 cañones, 400 infantes españoles y 15 de caballería. - En esas circunstancias llegó Cortés al territorio de Tlaxcala,  donde venció y se unieron a los españoles para la conquista. - El 8 de noviembre de 1519, Cortés llegó a Tenochtitlán, siendo recibido triunfalmente por Moctezuma en la calzada de Tlalpan. Éste creía que se trataba del dios Quetzalcóatl quien, según la leyenda, regresaría un día por el oriente hombres blancos, barbudos y con un poder impresionante. Moctezuma hospedó a Cortés en el Palacio de Axayácatl y pronto éste capturó a Moctezuma, pues paralizado por el miedo, decidió dejarlos entrar en la capital. - Se produjo el encuentro de Moctezuma y Cortés, y creyó que los españoles eran enviados del dios que vendría del Este, según la leyenda.

PIRÁMIDE KUKULCÁN 

Moctezuma los hospedó en el templo. Los españoles levantaron un templo cristiano en un palacio con permiso del emperador. Allí, escondido encontraron un enorme tesoro y temieron por sus vidas. Avisado Cortés pensaron en retener al emperador.

Cuatro capitanes y doce soldados se presentaron a Cortés para hacerle presente la conveniencia de prender al emperador, manteniéndole como rehén, para que respondiera con su vida de la vida del ejército. No se tomó de momento ningún acuerdo, pero una noticia precipitó la resolución.

Mientras tanto aconteció la batalla de Nautla, entre los mexicas y los totonacas aliados de los españoles, y murieron ocho españoles, con lo cual los nativos vieron que no eran semidioses y podían ser vencidos. Cortés hizo rehén a Moctezuma so pena de muerte. Éste dijo a su guardia que iba de propia voluntad. Cortés supo que los agresores obedecían órdenes de Moctezuma y fueron quemados en la hoguera. Moctezuma se declaró vasallo de Carlos V. La casta sacerdotal y la nobleza conjuraron para liberar a su señor y aniquilar a los españoles.

TENOCHTITLÁN (Maqueta)

Llegaron navíos enviados por Diego de Velázquez para castigar a los rebeldes. Además, pudieron avisar a Moctezuma que Cortés era un rebelde de Carlos I, y que lo matasen. Cortés dejó una guarnición en Tenochtitlan al mando de Pedro de Alvarado, y salió al encuentro de las tropas enemigas. Atacó el campamento enemigo en plena noche, derramando muy poca sangre y capturando a su capitán Narváez. Sedujo a los hombres a cambiar de bando mostrando el oro y así duplicó sus efectivos. 

Mientras Alvarado, temeroso de una revuelta mexica había cometido una matanza de nativos, de nobles, caciques y jefes. La población se indignó y se rebelaron contra Moctezuma. En junio de 1520 Cortés consiguió que Moctezuma tratase de apaciguar a los inconformes y que dejasen salir a los españoles de la ciudad.

GUERREROS MEXICAS

Los españoles fueron sitiados por multitudes de indígenas. La única salida era la retirada. Y el 30 de junio al 1 de julio de 1520, conocida como la “Noche Triste” pudieron salir. Al salir silenciosamente fueron descubiertos y miles de guerreros mexicas atacaron en tromba a los españoles. Murieron muchos españoles y se perdió además gran cantidad de piezas de artillería y de caballos. Perseguidos por los mexicas, el 7 de julio, cerca de Otumba, los españoles se reorganizaron, y plantaron batalla a los guerreros que les perseguían, logrando derrotarles.

Organizados nuevamente atacaron Tenochtitlan, poniendo en sitio a la ciudad. La alianza de los tlaxcaltecas podría o no considerarse legítima, porque dada la fragilidad de los españoles, les hubieran podido eliminar y no lo hicieron. En vez de eso, les aprovisionaron y les ayudaron.

Cortés manda traer los navíos que había inhabilitado con el fin de ponerle sitio a Tenochtitlan y tras 75 días, en los que los mexicas pelearon hasta su práctico exterminio fueron derrotados y sometidos a esclavitud. Es por esta razón que podemos decir, que el mestizaje se dio más con los tlaxcaltecas y otros señoríos indígenas que con el pueblo mexica, y obtuvieron estatus de principales y representantes ante la corona española como caciques gobernantes.

Se tomó completamente Tenochtitlán y, junto a un gran ejército de indígenas, se construyó la gran ciudad española que llamamos México, fundando el Virreinato de la Nueva España y expandiendo inmediatamente después los dominios continentales hacia los actuales territorios de Honduras y Guatemala, o hacia los territorios de la Baja California, anexionados a México por Hernán Cortés entre 1533 y 1539.

Una grandiosa gesta militar, con resultados de riqueza que convirtió a las tierras, de Nueva España en un punto fundamental de la provisión de riquezas del Imperio Español en América. En siglos venideros México sería el punto central del comercio con Asia y Europa.  No es por nada, pero la ciudad de México fue más avanzada social, cultural y comercial que Londres, Paris o Nueva York en aquellos tiempos.

Hernán Cortés se dirigió luego hasta Veracruz rumbo a Las Hibueras. Asegura el investigador Juan Miralles, que uno de los caciques previno a Cortés acerca de que Cuauhtémoc y otros promovían una conjura para matarlo a él junto a todos los españoles. Cortés detuvo a los sospechosos y se realizó la sentencia y ejecución por ahorcamiento de Cuauhtémo y los demás.

La expedición continuó el camino durante más de treinta días en un trayecto accidentado hasta Nito (Guatemala), y después de una pequeña escaramuza se establecieron en el sitio durante algunos días. Cortés envió un pequeño grupo para solicitar una embarcación y poder continuar su trayectoria por mar hacia Naco (las Hibueras). Al llegar la embarcación a Nito le informaron que Cristóbal de Olid ya había sido ejecutado. Cortés había sabido que Cristóbal de Olid había entrado en tratos con su enemigo Diego de Velázquez, para robarle las nuevas tierras que se habrían de descubrir.

LA NOCHE TRISTE

Cortés fundó la villa de Trujillo el 18 de mayo de 1525. Llegó a la villa de Trujillo fuerzas españolas dirigidas por Francisco Hernández de Córdoba, fundador de Nicaragua, homónimo del descubridor de Yucatán. Al escuchar que la zona era rica en metales preciosos, Cortés se interesó en las minas y acciones de conquista. Se encontraba preparando su expedición a Nicaragua cuando llegó fray Diego de Altamirano con noticias acerca de la situación en Ciudad de México, por lo que prefirió cancelar su expedición y regresar por vía marítima a San Juan de Ulúa. Envió a sus soldados a Guatemala para poblar la zona y dar apoyo a Pedro de Alvarado.

Se considera a Hernán Cortés como el descubridor de la península de Baja California, ya que el primer europeo que desembarcó fue su piloto español Fortún Jiménez, quien al mando del navío Concepción, propiedad de Hernán Cortés, avistó y desembarcó en el año 1534 en la península.

En la cuarta “Carta de Relación”, fechada en México el 15 de octubre de 1524, escribe Hernán Cortés al rey de España de la preparación de barcos para explorar y someter nuevos reinos sobre la mar del Sur (océano Pacífico) deseaba encontrar además un paso de mar entre el Pacífico y el Atlántico, pues se pensaba que podría haber otro paso por el norte. Cortés mostró un especial interés por la exploración del océano Pacífico, lo que entonces se conocía como el Mar del Sur. Sin embargo, a partir de la llegada de funcionarios reales se sintió agraviado, viéndose obligado a acudir personalmente a la Corte a aclarar y reclamar sus derechos. En Castilla, intentó recuperar sus honores, consiguiendo que el monarca le otorgara el título de marqués del valle de Oaxaca y el cargo de capitán general, aunque sin funciones gubernativas. En julio de 1530 regresó a Veracruz, estableciéndose en Cuernavaca desde donde exploró el golfo de California.

En 1540 decidió regresar a España otra vez para defenderse, y luego pensaba regresar a las Indias. Como reconocimiento fue nombrado primer marqués del Valle de Oaxaca, gobernador y capitán general de la Nueva España. Luego participó en la expedición contra Argel en 1540.

Pero la muerte le sorprendió en Castilleja de la Cuesta, Sevilla, el 2 de diciembre de 1547.  -Murió y pasó a la posteridad como un gran héroe, como el Conquistador del Imperio Azteca y como el primer hombre del Nuevo Mundo que planteó públicamente la no esclavización de los indígenas.

Hernán Cortés escribió todos los detalles de la Conquista de México en las famosas “Cartas de Relación”, cinco cartas que envió al Rey y que son una absoluta verdad.

Y otra carta "inédita" de Hernán Cortés al emperador Carlos V, fechada el 15 de octubre de 1524. Tiene la misma fecha que la cuarta carta de relación. En este documento Cortés vuelve a solicitar el envío de frailes a la Nueva España, reporta haber realizado el reparto de encomiendas. Bajo la premisa de la práctica de sacrificios humanos, solicita el permiso de esclavizar nativos que solían ser esclavos o tributarios de los mexicas y repartirlos a los españoles para que de esta manera puedan trabajar las tierras.

En el libro del profesor mexicano de la Universidad de California Andrés Reséndez escribe que la esclavitud no la inventaron los europeos, eran prácticas que ya existían en el continente americano desde tiempos inmemorables con los mayas o los aztecas.

miércoles, 31 de enero de 2024

HERNÁN CORTÉS MONROY PIZARRO ALTAMIRANO - (1)

 

Este personaje de nuestra historia es uno de los más desconocidos en su verdad en la historia, por las mentiras de la puñetera Leyenda Negra. Como será que fue el primer defensor que planteó públicamente la no esclavización de los indígenas, siguiendo las ideas que había dejado la reina Isabel.

Nació en Extremadura, en Medellín, corona de Castilla, en 1485, hijo de una baja nobleza hidalga. Culto y fervorosamente religioso, con sentido de la moral. Cortés estudió en Salamanca durante dos años, o al menos eso se dice ya que otra versión lo coloca como aprendiz de un escribano en Valladolid.  Intentó participar con Gonzalo Fernández de Córdoba en Italia, sin conseguirlo.

HERNÁN CORTÉS

Se embarcó con 19 años en 1504. Zarpó hacia la isla de La Española, donde trabajó como funcionario. Vivió como asistente de la notaría de Azua, que regentaba D. Diego Velázquez, futuro teniente de gobernador de Cuba. Al principio mantuvo unas buenas relaciones con el gobernador Velázquez, gozando de su apoyo y protección. En 1511 Diego Velázquez reclutó a Cortés para la conquista de Cuba, como secretario y con el fin de administrar el quinto real. Recibió una encomienda. Fue nombrado alcalde de Santiago de Cuba, pero en 1514 fue encarcelado por el gobernador, acusado de conspirar. Liberado, se casó con la cuñada del propio Diego Velázquez, de nombre Catalina Juárez. A finales de 1518 Velázquez le confió el mando de la tercera expedición, tras las de Francisco Hernández y Juan de Grijalva, para continuar sus descubrimientos en la costa de Yucatán. Pero Velázquez pronto desconfió de él y surgieron las diferencias por sus proyectos de expansión. Velázquez tras una maniobra consiguió una amonestación de Carlos I que le impedía a Cortés explorar, navegar y mucho menos fundar territorios. Pero, traiciones maquiavélicas aparte, la misma noche en que se enteró del intento de frenar su partida, se embarcó en secreto por la noche con unos 550 hombres dispuestos a todo. Barcos, cañones, caballos, y provisiones, lo justito para ir aguantando una temporada. Y fueron, a hacerse ricos como sea.

En febrero de 1519, zarpó clandestinamente con 11 barcos, 550 hombres, 16 caballos y 14 cañones. Tras diez días de navegación, llegaron a la isla de Cozumel, donde se encontraron con Jerónimo de Aguilar, superviviente de un naufragio, que hablaba la lengua de los mayas. En la isla de Cozumel, donde tras someter a los indígenas mayas de la isla y rescatar a los náufragos, Cortés conoció a la que se convertiría en amante, consejera, intérprete y guía fundamental para el Capitán durante todo el tiempo que duró la gesta. Se llamaba Malinalli Tenépatl, posteriormente bautizada como Marina y conocida como La Malinche. Éste y doña Marina, la Malinche, una india que le fue regalada en Tabasco, se convirtieron en sus interlocutores con el mundo mexica. Prosiguieron su viaje hacia San Juan de Ulúa fundando, pese a la prohibición de Velázquez, la ciudad de Veracruz.

La expedición de Cortés continuó bordeando la costa y el 14 de marzo de 1519 a la desembocadura del río Tabasco (hoy Grijalva), en las cercanías de la ciudad de Potonchán, perteneciente a los putunes, se produjo la Batalla de Centla. Cortés se adelantó pidiéndoles agua y algo de comer y que lo pagarían. Les entregaron lo pedido pero Cortés vio que no era suficiente y pidió que entraran sus hombres a la ciudad.

Con la negativa de los indígenas y las amenazas de muerte los españoles atacaron entonces la ciudad, produciéndose una batalla que finalizó en la derrota de Potonchán y la entrada de Cortés y sus hombres. Cortés tomó posesión de esas tierras fundando el 25 de marzo de 1519 la villa de Santa María de la Victoria, que sería la primera población española en la Nueva España y una de las primeras en América. Dejó un puñado de hombres para controlar la posesión y continuó viaje. Ese año comenzaría una epidemia de viruela que hizo estragos en la población.

LA MALINCHE.           En Tabasco, supieron de la existencia de un país denominado México. Días después se presentaron canoas enviadas por el rey o emperador, Moctezuma. Cortés mostró sus armas para amedrentarlos, pero fue amable y pidió que lo llevaran ante su rey.

Sus hombres pidieron a Cortés que se proclamara Capitán por lo que se desvinculó del Gobernador de Cuba. Consumada la traición, envió a dos emisarios a la corte del emperador para tratar de justificar sus acciones. Realmente tenían todas las de perder ante la incursión en aquellas frondosísimas, pobladísimas y muy desconocidas tierras, pero tras llegar al continente y fundar aquella ciudad, no se lo pensó mucho y, de perdidos al río, si había cruzado el océano, cabreado al gobernador, puesto los cuernos a su mujer, decidió desguazar frente a la misma costa, todos los barcos de su flota, evitando así que algunos opositores volviesen a Cuba a informar de la defección a Diego Velázquez o tuvieran la más mínima tentación de regresar por donde habían venido. A ver quién se atrevía a desafiar a un hombre así. No había vuelta atrás.

Cortés comprobó que los habitantes de las aldeas y pueblos aztecas mostraban un gran sufrimiento ante el despótico y cruel poder que sobre ellos ejercía su emperador. Los convenció a que se unieran a él y le acompañaran hasta Tenochtitlán para derrocar a la bestia. En los sacrificios del ritual azteca, se arrancaba el corazón al elegido mientras estaba vivo. Tras ello, su cuerpo se troceaba y se lanzaba hacia abajo por los escalones de las pirámides, para ser finalmente devorado por la gente hambrienta.

Avanzó sobre Tlaxcala que, tras una dura resistencia, firmó la alianza. En octubre de 1519 partieron, acompañados por varios miles de indios cempoaleses y tlaxcaltecas, con el objetivo explícito de entrar en Tenochtitlán, capital de los mexicas. Pero antes pasaron por la ciudad sagrada de Cholula, la cual fue saqueada y sus habitantes masacrados, en un acto de barbarie que tuvo como objetivo amedrentar a sus oponentes. 

TENOCHTITLÁN 

Tenochtitlán era una ciudad impresionante, que según los cronistas era equivalente a Venecia o Constantinopla. La capital de los mexicas fue la cabeza de un poderoso Estado que dominó una gran parte de Mesoamérica. El florecimiento de la ciudad se realizó a costa del tributo pagado por los pueblos sometidos a su poder. Por ello, cuando los españoles llegaron a Mesoamérica, numerosas naciones indígenas se aliaron con ellos con el objetivo de poner fin a la dominación tenochca.


martes, 30 de enero de 2024

CATEDRAL DE SANTIAGO DE COMPOSTELA


La tumba de Santiago el Mayor fue descubierta una noche del 813 en el monte sagrado del Libredón, bajo una lluvia de estrellas, y sería la piedra fundacional de una prodigiosa Catedral y de una ciudad que, desde entonces, atraería las huellas de los caminantes hasta convertirse en un destino con el rastro y el eco de toda Europa. Así ocho siglos después de la muerte del Apóstol Santiago, un ermitaño llamado Pelayo o Paio dijo que vio una estrella posada en el bosque Libredón. Se lo comunicó al obispo Teodomiro, obispo de Iria Flavia. Fueron allí y descubrieron en la espesura la antigua capilla, donde existe un cementerio de la época romana. El hallazgo del supuesto sepulcro coincide con la llegada al reino astur de mozárabes huidos de las zonas dominadas por los musulmanes, buscando poder practicar sus creencias religiosas.

Alfonso II de Asturias (760-842), “el Casto”, fue el primer rey que viajó devotamente al enterarse de la noticia del hallazgo del sepulcro del Apóstol, de forma que se le puede considerar el primer peregrino jacobeo. Entre los años 820 y 830 fue cuando se descubrió la cámara sepulcral, posiblemente romana, conteniendo los restos del Apóstol y dos de sus discípulos. Fue muestra de su fe la construcción de una pequeña iglesia, donde se cree que reposan los restos del Apóstol. Aproximadamente desde el año 921, con el hallazgo de las presuntas reliquias del Apóstol y con el beneplácito de Carlomagno, que quería defender sus fronteras de invasiones árabes, Compostela se convertirá progresivamente en un centro de peregrinaje.


La construcción de un sitio destinado a rendir culto a los restos del apóstol Santiago, tenía sus raíces en torno al siglo II, en un mausoleo pagano de Compostela (Campo de Estrellas) que contenía los restos de dos mártires cristianos. Este edificio sepulcral, despertó el interés del obispo Teodomiro, quien en torno a 829, identificó los restos como pertenecientes al apóstol Santiago y a dos de sus discípulos, Atanasio y Teodoro.
Pero Almanzor el invasor musulmán, sobre el año 997 quemó el templo prerrománico dedicado a Santiago, respetando el sepulcro. Las peregrinaciones por el Camino continuaron de todas formas. Se reconstruyó, pero se quedaba pequeña para atender a los fieles.  Ya la iglesia se quedaba pequeña para albergar tanta gente, por lo que Alfonso VI, el Bravo, inició las obras de la catedral románica en el año 1075, con unos 50 canteros, datos que nos ofrece en detalle el famoso Códice Calixtino. La construcción de la Catedral comenzó promovida por el obispo Diego Peláez. 

Tras derruir una parte de las antiguas construcciones, el sepulcro pasó a figurar en el presbiterio y más tarde se impulsó las obras del primitivo claustro, los trabajos se mantuvieron de forma intermitente, hasta quedar completada en 1105.
El número de peregrinos aumentó considerablemente gracias a contactos culturales entre las naciones europeas. La noticia se extiende por toda la Europa cristiana y los peregrinos comienzan a arribar al venerable lugar del sepulcro, el denominado “Campus Stellae”, que devendrá en el famoso vocablo Compostela.
Un privilegio concedido en 1122 por el papa Calixto II declaró que serían “Año Santo” o “Año Jubilar” en Compostela todos los años en que el día 25 de julio, día de Santiago, coincidieran en domingo; este privilegio fue confirmado por el papa Alejandro III en su bula Regis aeterni en 1179. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1896,2​ y la ciudad vieja de Santiago de Compostela, que se concentra en torno a la catedral, fue declarada bien cultural Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985.

Ya en el siglo XV, la iglesia se convirtió en centro de peregrinación de la Cristiandad, dando origen a los que llamamos “El camino de Santiago”, que desde luego hay muchos.
Por esta vía se expandieron en la Península los nuevos estilos arquitectónicos que triunfaron en Europa.
La gran catedral ocupa una superficie de ocho mil metros cuadrados. Ya en el siglo XII tiene nueva naves inferiores y tres superiores. La primera y principal es la que se extiende des la puerta  principal  hasta los cuatro pilares centrales que sostienen la iglesia  y a su lado hay don naves pequeñas.

Las tres naves principales se extienden a los más alto de la basílica, Rodean el templo veinticinco capillas y la actual cúpula  gótica del crucero sustituye a la linterna románica originaria.
Pero lo más extraordinario de la catedral es su exterior, sus magníficas portadas, tres principales y otras siete pequeñas.
La fachada que mira a occidente es el “PÓRTICO DE LA GLORIA" realizada en el 1188 por el maestro Mateo. Obra cumbre de la escultura románica que se desarrolla en un pórtico con tres arcos. En el central se representa la Gloria, destino final de los justos, presidida por un gran Cristo resucitado. En el izquierdo al pueblo judío esperando en el Limbo de los Justos la llegada de Cristo y en el derecho el Juicio final al que serán sometidos todos los seres humanos.

La gran fachada barroca del OBRADOIRO, del siglo XVIII, es obra de Fernando Casas y Novoa, (1738-1750) Arriba, en el centro, aparece la figura de Santiago Apóstol, en medio la urna y la estrella (representación de las luminarias que vio el ermitaño Pelayo) entre ángeles y nubes. Una combinación de piedra y vidrio, destacando el gran ventanal del cuerpo central, de los mayores anteriores a la Revolución Industrial.
En la fachada de las PLATERÍAS destaca el desbordamiento de la escultura fuera del marco de los tímpanos, donde se narra el ciclo de la Redención. La naturaleza divina queda reservada al tímpano de la izquierda, presidido por las figuras del Salvador y el colegio apostólico. En las jambas, escenas del Génesis y la figura elegante del rey David. La Puerta Santa, barroca (1611), sólo se abre los años santos. En la de Platerías encontraremos la única fachada románica que se conserva de todo el templo, haciendo honor al oficio que allí se llevaba a cabo.


La fachada este o de la QUINTANA tiene dos puertas. La puerta santa está dedicada a Santiago y a su lado los discípulos Teodoro y Anastasio. A ambos lados de la puerta están colocadas veinticuatro estatuas sedentes de Apóstoles, patriarcas y profetas. La otra es la puerta real, cuyo nombre hace alusión al escudo que tiene. Y la Puerta Santa y rodeado por la casa de la Parra y el convento de la Quintana de Vivos.
La fachada da ACIBECHERÍA (Azabachería), es neoclásica (Ventura Rodríguez y Lois Monteagudo), antiguamente Puerta del Paraíso, por la que entraban los peregrinos. Corresponde a la zona Norte de la Catedral y fue, durante mucho tiempo, la puerta principal del templo. 

En la plaza, los peregrinos lavaban sus manos y harapos. El nombre de esta fachada viene dado por el gremio de los “azabacheros”, en cuyo material Compostela era destacada y  de nuevo en honor a los puestos de venta ubicados en la misma; a día de hoy aún podremos encontrar algunos de ellos aquí mismo.
Varias plazas rodean esta mastodóntica catedral.
Por último, la catedral se encuentra custodiada por la plaza de la Inmaculada y por la de Azabachería.
Cabe resaltar la parte superior de la catedral: sus cubiertas. Estas se pueden recorrer bajo previa reserva gracias a una visita guiada.

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