lunes, 6 de enero de 2025

ÚLTIMOS REINOS DE TAIFAS

Las últimas regiones en poder musulmán.

Los terceros Reinos de Taifas fue la consecuencia de la victoria cristian en la decisiva batalla de las Navas de Tolosa, en 1212, que durante el periodo almohade, surgió tras la alianza de los reinos cristianos peninsulares (castellanos, navarros, aragoneses) para derrotar al califa almohade Muhammad an-Nasir, quien acabó marchando a Rabat tras perder su poder en al-Ándalus, falleciendo al año siguiente en Marruecos. Eran reinos enque se dividió al-Andalus después de la disgregación del Califato de Córdoba en el 1031. Estas que señalamos en esta ocasión son las últimas, aunque varias de ellas eran vsallos de reinos cristianos, y pagaban las "parias", un tributo para no ser atacados o incluso defendido de posibles ataques. 


Los Reinos de Taifas más importantes las taifas de Murcia y Valencia, además de la taifa de Arjona, que más tarde se convertiría en el Reino Nazarí de Granada.
Por tanto, las taifas surgidas en este periodo son: las taifas de Arjona, Murcia, Valencia, Baeza, Menorca, Málaga, Niebla, Lorca, Ceuta, Orihuela, Alcira, Denia y Jativa.
El periodo de estas Taifas fue una etapa bastante efímera, ya que solo duró unos 25 años, de 1212 a 1238, cuando el rey aragonés Jaime I conquista varios puntos del levante peninsular y las Islas Baleares, y por otro lado, el rey castellano Fernando III conquista Córdoba en 1236 y en 1248 Sevilla.
En 1238 suceden dos conquistas muy importantes: la primera será la conquista de la taifa de Valencia por Jaime I de Aragón y la segunda será la anexión de la taifa de Málaga por el Reino Nazarí de Granada.
Por tanto, las taifas surgidas en este periodo son: las taifas de Arjona, Murcia, Valencia, Baeza, Menorca, Málaga, Niebla, Lorca, Ceuta, Orihuela, Alcira, Denia y Jativa.
Taifa de Arjona:  existió desde 1232 hasta 1244 fue la antesala del futuro Reino Nazarí de Granada
Taifa de Murcia: la taifa existió durante los años 1228 y 1266, pasando a formar parte del Reino de Castilla.
Taifa de Valencia: esta taifa existió entre los años 1228 y 1238.
Taifa de Baeza: solo perduró tres años, entre 1224 y 1226.
Taifa de Menorca: existió unos 70 años, entre 1228 y 1287.
Taifa de Málaga: existió durante los años 1229 a 1238, cuando pasó a formar parte del Reino Nazarí de Granada.
Taifa de Lorca: fue independiente desde 1240 y fue conquistada por Castilla en 1265.
Taifa de Ceuta: esta taifa fue independiente entre 1233 y 1236, año en que fue conquistada por la taifa de Murcia.
Taifa de Orihuela: esta taifa existió once años, entre 1239 y 1250, cuando fue conquistada y repartida entre el reino castellano y la taifa de Murcia.
Taifas de Alcira, Denia y Játiva: existieron desde 1224 a 1227, cuando fueron reconquistadas por los almohades, que más tarde la perderían

viernes, 3 de enero de 2025

REINOS CRISTIANOS – LA RECONQUISTA

La conversión del rey visigodo Recaredo en el Concilio de Toledo del 7 de abril del 589 en el cual quedó sellada la unidad espiritual y territorial del reino visigodo, dejando la religión arriana y abrazando el cristianismo romano, también simbolizaba el triunfo de la civilización hispanorromana sobre los bárbaros, y contribuyó a sellar una alianza entre la corona y la iglesia. Tanto es así que la unión de la península era un hecho por la religión cristiana.


Pero como sabemos en el 711 un ejército bereber cruzó el estrecho de Gibraltar, como aliado de los nobles visigodos contrarios a la llegada al trono del rey Don Rodrigo, y tras vencerlo en la batalla de Guadalete, comenzó la conquista de la Península Ibérica. Es la invasión musulmana. El reino visigodo se desplomó y se creó una nueva entidad política que marcaría el destino de la península, al-Andalus. 
No obstante los hispano-romanos y visigodos que componían la población de la península, todos cristianos, a la vez que se desarrolló al-Andalus, fueron creando núcleos de resistencia a los musulmanes, primero en el norte y luego irán avanzando y creando lugar a los reinos cristianos medievales, que son los que se encargarán de hacer frente al musulmán, recuperar territorio al cristianismo o someterlos de alguna forma. En la franja norte de la península, desde las actuales Galicia a Cataluña, grupos armados combatían a los musulmanes. Operaban sobre todo en la zona cantábrica y eran insumisos a cualquier gobierno desde la época romana, estaban apenas controlados por los visigodos. Aunque se presentan estos hechos como el principio de la Reconquista, más bien parece una continuación de la actitud habitual de los montañeses.
Si bien los reinos cristianos no existían entes de la invasión musulmana, por lo tanto se trataba de avanzar por el territorio de la península, a fin de  recuperar para la cristiandad los pueblos sometidos, y o bien expulsar o conseguir una debilidad que produjera impuestos que los musulmanes debían pagar. Está claro que si no había ya un rey cristiano con los visigodos, tendría que haberlo escogiendo entre los nobles de la población existente ante de la llegada de los agarenos.
Por lo tanto se organizaron y luego fueron resistiendo los ataques de los  musulmanes y pudieron destruir guarniciones y atraer a la población visigoda y fundar de hecho y derecho del reino Astur en la persona de Alfonso I, con la corte de Cangas de Onís en el 739.


Cuando ochocientos años después, como sabemos en 1492, los reyes Isabel y Fernando salen victoriosos en la guerra de Granada, terminando así con el último reducto musulmán en la península. El cronista e historiador Rodríguez de Almela, en esos días, al entregarles a los reyes un ejemplar de su “Compilación de las crónicas e estorias de España”, les recordaba que el origen de la legitimidad de los reinos cristianos, estaba en la estirpe visigoda que a su vez la recibiera de Roma por el primer pacto (Foedus) del 418, en Tolosa. 
Los ocho siglos de convivencia en el mismo territorio tuvo todo tipo de situaciones en las relaciones de diferentes reinos y con los invasores musulmanes. La consolidación de los reinos cristianos durante la Edad Media presenta una dinámica particular. Los reinos de Castilla y León forman el bloque más aventajado y compacto. Era una época en que se confundía el gobierno de los territorios con las administraciones de las propiedades privadas. Por lo que no es de extrañar que los conflictos familiares, los matrimonios de conveniencia y las cuestiones hereditarias determinasen los dominios sobre amplias extensiones, muchas sin poblar.


Las alianzas, enemistades y los frecuentes cambios fronterizos de los reinos eran moneda común. Esto nos lleva a pensar que el sentimiento de Estado o Nación no existía aún, o era solo un esbozo. Los reinos eran hereditarios y competían entre sí e incluso eran capaces de luchar entre hermanos o padres contra hijos. No obstante tanto León como Castilla, Navarra y Aragón estaban en general empeñados en arrebatar los territorios a los musulmanes en aras de la expansión del cristianismo, o al menos de convertir a esos sus pobladores musulmanes en vasallos de los reinos cristianos. Esto explica cómo pudo ser que los islámicos estuvieran tanto tiempo en la península, digamos que gran parte de ese tiempo lo hicieron como inquilinos mal considerados.


El Califato de Córdoba se desintegra y termina en el año 1031, pero ya se había iniciado la disgregación del territorio en pequeños reinos llamados Taifas. La primera se considera que fue la de Badajoz en el 1009. Pero el avance cristiano hace que los reyes de las taifas pidieran ayuda al sultán almorávide del norte de África, hasta el 1144. Cuando el dominio almorávide empezó a decaer, surgieron los llamados segundos reinos de taifas en 1144 que habían sucedido a los almorávides en su dominio del norte de África.  Tras el fin del periodo almohade, marcado por la batalla de las Navas de Tolosa (1212), hubo un corto periodo denominado terceros reinos de Taifas, que terminó en la primera mitad del siglo XIII con las conquistas cristianas en el Levante de Jaime I de Aragón y en Castilla de Fernando III el Santo. Y perduró en Granada con la fundación del reino nazarí en 1238, (que fueron vasallos de la Corona de Castilla-León), y que no capituló hasta el 2 de enero de 1492, fecha que pone fin a la Reconquista.

Si bien esto no impedía que hubiese alianzas entre cristianos y musulmanes, ya fuese para combatir a los del credo contrario o a los adversarios del credo propio. Muchas veces a la defensa de la religión, se anteponía la necesidad política o económica de asegurar determinada región. Aún ante esta confusa situación, los reinos cristianos fueron consolidando sus propias identidades a través de instituciones y normas sociales, diferentes entre unos reinos y otros muchas veces, pero que les imprimieron sus particulares rasgos sociales, sus usos y costumbres. Su identidad.
Durante esos ocho siglos (711-1492) existieron en la península ibérica hasta diez reinos cristianos: Asturias, Pamplona, León, Aragón, Castilla, Galicia, Portugal, Navarra, Mallorca y Valencia. Si bien realmente fueron cinco los que predominaron en diferentes periodos de tiempo, más o menos largos: Asturias-León, Pamplona-Navarra, Castilla, Aragón y Portugal.
Además no debemos olvidar lo que luego se convirtió en Cataluña, una serie de condados pirenaicos que fueron protegidos y regidos por el Imperio Carolingio durante doscientos años, y después de un breve espacio de tiempo siendo vasallos del Califato cordobés, se unieron al reino de Aragón, conservando su identidad.
De lo que podemos estar seguros es que España se va creando lentamente, primero con pueblos prehistóricos y luego con la llegada de los romanos se crea la provincia romana de Hispania, que al caer lentamente el Imperio, ceden por pacto a los visigodos el territorio para su control y para el desplazamiento y expulsión de los últimos bárbaros, Alanos, Vándalos y Suevos. Y de aquella provincia de Hispania, se convierte en el reino visigodo que dará lugar a los reinos cristianos que hemos nombrado, luchando y pactando con los musulmanes invasores.
Con la llegada del rey Carlos I, nieto de los Reyes Católicos, en 1517 se produce lo esperado durante siglos, la unión de todas las coronas.
Burocracias aparte, el nacimiento de la nación hay que buscar su embrión en los primeros pobladores, los íberos, pasando por todos los pueblos que llegaron y organizándose en todos los sentidos al llegar Roma.
A partir de la desaparición de Roma, la Hispania romana queda en manos de sus pobladores, como propietarios dentro de las fronteras, formando reinos, y rechazando a los invasores y construyendo su laborioso futuro.
Han pasado 1.600 años desde el considerado primer monarca hispano, Ataulfo.  

viernes, 27 de diciembre de 2024

FELIX RODRIGUEZ DE LA FUENTE

Nació en Poza de la Sal, Burgos, 14 de marzo de 1928-y murió por accidente aéreo en Shaktoolik, Alaska, 14 de marzo de 1980. Fue un naturalista y divulgador ambientalista español, defensor de la naturaleza y realizador de documentales para radio y televisión, entre los que destaca la serie El hombre y la Tierra (1974-1980). Estaba Licenciado en Medicina por la Facultad de Medicina de Valladolid y autodidacta en biología, fue un personaje polifacético.


Este gran hombre de hechos y no de palabras, ha sido relegado al olvido por los gobiernos desde que falleció en accidente. Este hombre sí que era un ecologista de verdad, cuyos documentales han sido premiados en todo el planeta, fue el primero en concienciar a la gente del peligro que corrían muchas especies como el lobo, el oso, las rapaces, etc. Era un comunicador espléndido, y la reintroducción de la cetrería permitió que muchos aviones despegaran y aterrizaran con seguridad en los aeropuertos.
Fue el último descubridor y promotor de los barrancos de Peregrina en Guadalajara, quien tomó aquellos parajes como escenario ideal para sus correrías acerca de la fauna salvaje de la Península. Ave mítica, el águila real, resultaba, sin embargo, muy poco conocida por entonces.
Su legado perdura pero de una manera propia, no porque las autoridades estén volcadas en él. En general España no ha sabido valorar el nivel de Félix Rodríguez de la Fuente oficialmente, porque en Francia sí tienen una fundación relevante,
No son muchos los lugares de la provincia de Guadalajara que, con tantos merecimientos paisajísticos e históricos, sean a su vez tan poco frecuentados por el público excursionista de dentro y de fuera de la capital. Algún que otro pequeño grupo de estudiosos, interesados por la Geología o simpatizantes de nuestra fauna nacional. Aquellas inolvidables imágenes televisivas, uno acaba por regocijarse en el recuerdo al considerar cómo toda aquella maravilla, perdido paraíso para estos tiempos que corren.

Esta mañana cogí el coche y me fui solo a gozar del paisaje desde la Pelegrina, el mirador construido en su recuerdo, sobre el barranco, junto al ramal de carretera que va desde Torremocha del Campo hasta Sigüenza. Un matrimonio de avanzada edad acaba de colocar un humilde ramo de flores al pie del monumento que recuerda al viajero la personalidad y la obra del naturalista fallecido. El detalle resulta emotivo en un momento de falsas idolatrías, donde por lo general la gratitud y el reconocimiento son monedas caducas y de escaso porvenir. La tarde anda de caída; los buitres y los quebrantahuesos dibujan lentamente círculos concéntricos sobre el cielo de Sigüenza. A nuestra izquierda se alcanza a ver, lejana, la chorrera que el río produce al despeñarse por la angosta abertura que, con el paso de los siglos, consiguió surcar entre las rocas. 

El rugido de las aguas al caer apenas llega hasta nosotros. Después, tomando, el arroyo pasa lento entre los arbolillos en sombra que crecieron a lo largo y el apacible hierbazal por el que se cuela, como una cinta, la estrecha senda de los campesinos. En pleno verano, cuando la media tarde abre en la comarca, el barranco del río Dulce se cubre de sombras antes de abocar en Pelegrina. El pueblo aguas abajo, sobre un leve oterillo en medio de la vertiente.
Los documentales del doctor Rodríguez de la Fuente, sobre todo la serie dedicada a la fauna ibérica, deberían ser de visionado obligatorio en los colegios. 

MONUMENTOEN SU PUEBLO NATAL - POZA DE LA SAL 

AL-ANDALUS DURANTE 800 AÑOS

Solemos escuchar y leer incluso a historiadores refutados que los musulmanes dominaron la península Ibérica durante 800 años. Pues bien, nad...