lunes, 2 de junio de 2025

Y SE PERDIÓ FILIPINAS...

El Pacto de Biak-na-Bató, firmado el 14 de diciembre de 1897, fue un acuerdo entre los rebeldes filipinos y las tropas españolas durante la revolución llevada a cabo por la sociedad secreta fundada por Andrés Bonifacio contra el gobierno español que puso fin a la primera parte de su insurrección.
Pero lejos de servir para devolver la paz a las islas, pronto se inició la guerra hispano-norteamericana.
En mayo de 1898 Estados Unidos entró en la bahía de Cavite y abrió fuego contra la flota española. El Gobierno norteamericano expuso que la razón de este ataque era la defensa de las costas americanas en el Pacífico.
El 30 de agosto de 1898 el general Ramón Blanco Erenas era el capitán general de Cuba. En ese momento, se estaba desarrollando la Guerra Hispano-Estadounidense, que culminaría en la pérdida de Cuba para España. Blanco declaraba el estado de guerra en la isla de Luzón, en el extremo norte de las islas Filipinas. La sublevación que pretendía terminar con los peninsulares de un golpe se convirtió en una larga guerra basada en pequeños combates.
Sin embargo, a pesar de conseguir lo que pretendían, las tropas norteamericanas no se retiraron de las islas Filipinas y además enviaron nuevas tropas al archipiélago hasta que en agosto “conquistaron” la ciudad de Manila. Con la posesión de Manila ya solo quedaba la anexión total de las islas, y así se hizo a través del Tratado de Paz de París, firmado el 10 de diciembre de 1898.

Soldados rebeldes filipinos en Baler 
La Guerra Hispano-Norteamericana, que supuso el punto final del imperio ultramarino español comenzó el 1 de mayo de 1898 en el lugar más apartado del mismo, la bahía de Manila, en Filipinas, cuando una flota de seis buques de guerra estadounidenses atacó a la flota española colocada junto al arsenal de Cavite. Navegando desde Manila, los buques atacantes escupieron una tormenta de fuego sobre la fuerza del contralmirante Montojo. El combate fue violento, a distancias cada vez más cortas, y los blancos, aunque escasos por ambos lados, fueron los suficientes como para incendiar las naves españolas, la mayoría carentes de coraza.
De nada sirvió el valiente ataque que protagonizaron los buques Reina Cristina y Don Juan de Austria para torpedear a sus agresores, saliéndose de la zona más protegida y enfrentándose al grueso de la artillería enemiga. Pronto, con el ánimo quebrado, el jefe español abandonaba su nave para tratarse de una herida, lo que acabó por desalentar a la escuadra española y precipitó la derrota. El enemigo dominaba ambos océanos: el Atlántico, gracias a su potencia naval, y el Pacífico, gracias a la benevolencia de Reino Unido. Además, el enemigo no solo era exterior, pues el estallido de esta nueva contienda reactivó la rebelión filipina, que nunca se había apagado del todo.

Los úlltimos de Filipinas 
Y algunos, incluso, pelearon más allá de lo humano. Porque en Baler, un pueblecito filipino aislado al que no llegó noticia de la paz, un grupo de ellos, los últimos de Filipinas, aislados y sin noticias, siguieron luchando un año más, creyendo que la guerra continuaba, y costó mucho convencerlos de que todo había acabado.
La derrota en Cavite contra los estadounidenses y su apoyo económico y armado a los filipinos hizo que Emilio Aguinaldo, alcalde de Cavite y uno de los líderes del movimiento independentista del país, junto con los miembros de la sociedad Katipunan, reanudasen la guerra contra el último destacamento español que quedaba en Baler, resistiendo en la región de Luzón Central, comenzando de esa manera el sitio.

La verdad es que la insurrección fue combatida con violencia y crueldad, la intervención norteamericana, la escuadra del Pacífico destruida por los americanos en la bahía de Cavite, y unos combates terrestres donde, como en la manigua cubana, los pobres soldaditos españoles, sin medios militares, enfermos, mal alimentados y a miles de kilómetros de su patria, lucharon con el valor habitual de los fieles soldados hasta que ya no pudieron más.
El destacamento contaba con 55 hombres. Los adversarios les superaban en número, por lo que el capitán De las Morenas acordó refugiarse con su tropa en la iglesia del pueblo, San Luis de Tolosa de Baler, al ser el edificio con la construcción más fuerte. Allí almacenaron víveres y municiones.
El asedio se intensificó, la falta de alimentos frescos se empezaba a notar a pesar de que el médico de la guarnición había conseguido construir una pequeña huerta próxima a la iglesia y el gran castigo psicológico al que se encontraba sometido todo el destacamento debido al prolongado sitio empezaba a debilitarlos. Esta situación hizo que el documento que llegó del Parlamento filipino comunicando la firma del Tratado de París y, por consiguiente, que Filipinas ya no era española produjo más desconfianza que esperanza, pues ya habían sido engañados en otras ocasiones por los filipinos. Los ataques cada vez mejor organizados fueron desgastando las fuerzas de los soldados, y a los 282 días de la resistencia se quedaron definitivamente sin alimentos. Sin embargo, continuaron aguantando convencidos de que seguían protegiendo territorio español.

Monumento en Madrid
Un nuevo parlamentario llegó hasta la iglesia y se identificó como el teniente coronel Aguilar Castañeda, pero algunos detalles como su raro uniforme o sus documentos de acreditación hicieron que el general Martín Cerezo volviese a desconfiar del parlamentario y de la noticia que traía consigo. El parlamentario, perplejo ante la reiterada desconfianza, expresó a Martín Cerezo: ¡Pero hombre! ¿Qué tengo que hacer para que Ud. me crea, espera que venga el General Ríos en persona?
Con recelo a las noticias, los soldados de Baler siguieron defendiendo el sitio. Tras 11 meses en la iglesia del pueblo filipino, a finales de mayo de 1899, en un intento de hacer que los soldados españoles depusieran su resistencia y volviesen a Manila, el teniente Martín Cerezo descubrió una noticia en los periódicos que no podía ser una inventiva de los isleños, lo que le hizo reconocer y darse cuenta, definitivamente, de que los anteriores avisos en los que se le comunicaba que España ya no poseía la soberanía de Filipinas eran ciertos y de que no tenía sentido seguir resistiendo en la iglesia.
Reuniendo a la tropa, el teniente Martín Cerezo explicó cuál era la situación y propuso una retirada en la que su dignidad y honor, depositado en ellos por España, no se perdiese. Finalmente, el 2 de junio de 1899, tras izar en la iglesia la bandera blanca y oír al corneta tocar atención, el destacamento español de Baler se rindió hace 126 años.
Y 300 años después de aquél referemdum de Felipe II en el que el pueblo filipino quiso ser español ante todo.

Y como España es diferente hasta en eso, consta que uno de aquellos héroes, quizá el último que quedaba vivo, una noche lo sacaron de su casa un grupo de… hijos de p… ya en 1936 y aunque mostraba sus viejas medallas ganadas por su heroísmo, siendo un anciano, lo fusilaron en nombre de no sé qué ideología de España.
Emilio Aguinaldo fue el primer presidente, desde 1897 al 1901, y lideró el levantamiento contra España para dejar de pertenecer a la corona. Apoyados por los EEUU creyeron en una libertad que nunca vino. Engañados, viendo como su pueblo era masacrado cruelmente por los norteamericanos y viviendo las nefastas consecuencias que había tenido aquel levantamiento independentista, se arrepintió dolorosamente. Así lo confesó al diario ABC, cuando lo entrevistaron, en 1962, dejando un titular meridianamente claro: “Los norteamericanos nos traicionaron”.
El escritor y periodista filipino Guillermo Gómez Rivera le preguntó a Aguinaldo si se arrepentía de haberse levantado contra España, su respuesta fue: “Sí, estoy arrepentido. Por eso, cuando se celebraron los funerales en Manila en honor del Rey Alfonso XIII en 1941, yo me presenté en la catedral para sorpresa de los españoles. Allí me preguntaron que por qué había ido a los funerales del Rey contra el cual me había alzado en rebelión. Y les dije que sigue siendo mi Rey, porque bajo España siempre fuimos súbditos o ciudadanos españoles, pero que ahora, bajo el poder de Estados Unidos, somos tan solo un mercado de consumidores de sus exportaciones, cuando no parias. Nunca nos han hecho ciudadanos de ninguno de sus estados. Los españoles, sin embargo, me abrieron paso y me trataron como su hermano en aquel día tan significativo”
En Madirid hay una escultura ridinedo homenaje al destacamento español conocido como "Los últimos de Filipinas".
 
 

domingo, 1 de junio de 2025

HISTORIA DEL CANAL DE PANAMÁ

Colón murió sin saber que había descubierto un continente desconocido en Europa, siempre creyó haber llegado a la India. Y estuvo a punto de ver el otro lado del continente, donde está el Océano Pacífico.
En su cuarto viaje Colón salió de Sevilla el 3 de abril de 1502 y llegó a la isla “La Española”  el 29 de junio. El 17 de julio desembarcó en la actual Honduras.

Continuaron su viaje y desembarcaron en Panamá, donde decidieron fundar un fuerte en orillas del río Veragua. En este lugar iniciaron contacto con los nativos. Comenzaron la construcción de casas al poco tiempo de encontrarse en el área; aunque pronto esto tuvo que parar debido al clima insoportable de la zona.  Allí encontraron un gran bahía, una entrada que daba un paso hacia oriente. Pensó que había dado con un foso que abriría el paso al para cruzar por mar hacia el otro lado. 

Provincia de Chiriquí
El pasaje llegaba solo hasta una laguna, hoy llamada “Chiriquí”. Se marcharon de allí y durante más de dos meses navegaron por un mar embravecido. Las naves estaban en un estado lamentable. Se refugiaron unos días, arreglaron como pudieron las embarcaciones y penosamente regresaron en lo que es la entrada del canal. Si hubiera explorado por tierra hacia el sur, hubieran llegado a un punto hoy llamado Colón, en la bahía Limón que es  donde nace junto al río hubiera visto el otro lado y descubierto el océano Pacífico. Eso hubiera cambiado todo seguramente.
Núñez de Balboa en 1510 el primer establecimiento permanente en tierras continentales americanas, Santa María de la Antigua del Darién. En 1511 obtuvo el cargo de gobernador. Movido por el propósito de encontrar el mar del que hablaban los indígenas, se internó en el continente. Se dispuso a cruzar el istmo de Panamá, cosa que le llevó bastante tiempo. Tras dos días de marcha por la selva alcanzó Ponca. Mandó llamar a su cacique y le interrogó sobre la ruta que debía seguir. Este trayecto fue el más duro del viaje. Tardaron en cubrirlo cinco días, dado lo abrupto del mismo. Finalmente llegaron a su objetivo el 24 de septiembre de 1513. El día siguiente hacia las diez de la mañana los guías le indicaron el lugar desde el cual podría ver el otro mar. Balboa ordenó detenerse a su gente y partió solo, pues deseaba ser el primer español que viera la Mar del Sur. Coronó la montaña en unos minutos y desde allí contempló extasiado el Pacífico. 


Núñez de Balboa descubre el Océno Pacífico 
El escribano de la expedición, Andrés de Valderrábanos, escribió luego en su diario: “Y en martes veinte y cinco de aquel año de mil e quinientos y trece, a las diez horas del día, yendo el capitán Vasco Núñez en la delantera de todos los que llevaba por un monte raso, vido desde encima de la cumbre de la Mar del Sur antes que ninguno de los cristianos compañeros que allí iban”.  Llamó entonces al resto de sus hombres para que contemplaran la maravilla. A continuación procedió a tomar posesión en nombre de los reyes de Castilla: cortó varias ramas de los árboles, amontonó piedras y grabó sobre los troncos de algunos árboles los nombres del rey Fernando y de la reina Juana. Los indios miraban asombrados toda la ceremonia. Balboa hizo venir al escribano y le ordenó tomar los nombres de todos los que habían estado presentes en el acontecimiento: 67 españoles. Tomó posesión de sus aguas y otorgó el nombre de Mar del Sur.
Construyó una ruta que serviría para transportar sus buques desde Santa María la Antigua del Darién (costa atlántica de Panamá) a la bahía de San Miguel en el Pacífico, aunque este recorrido de 50 a 65 km, fue pronto abandonado.
En noviembre de 1515 el capitán Antonio Tello de Guzmán descubrió una ruta que atravesaba el istmo desde el golfo de Panamá hasta la ciudad abandonada de Nombre de Dios. Esta ruta, que en parte ya era conocida por los nativos, fue mejorada y empedrada en algunos tramos, a partir de 1519, y se conoció con el nombre de Camino Real de Nombre de Dios, convirtiéndose en la primera gran ruta del istmo.
En 1520 Fernando de Magallanes encontró un paso diferente entre los dos océanos en el extremo sur del continente americano. Pero el camino era demasiado peligroso, y surgió la necesidad de encontrar una forma de cruzar el continente.
En 1533 un empresario en Perú, Gaspar de Espinosa, sugirió al Consejo de Indias la creación de una vía alternativa excavando un canal, desde la Ciudad de Panamá, en el Pacífico, hasta el poblado de Cruces, a orillas del río Chagres, cerca de la línea del canal que acabó construyendo Ferdinand de Lesseps en el siglo XX (a 30 km de Panamá). Una vez en el río Chagres la carga se transportaría en barcos hasta el mar Caribe, y viceversa. Espinosa murió antes de que este proyecto se hiciera realidad, y el camino se construyó muy poco después.
En 1534, Carlos I de España ordenó el primer estudio sobre la propuesta para una ruta a través del Istmo de Panamá.

Desembocadura del río Chagres
Desde la desembocadura del río Chagres, las cargas se transportaban por vía marítima, primeramente al almacén real en Nombre de Dios, y a partir de su construcción en 1597, a la ciudad de Portobelo, donde durante más de dos siglos se llevaría a cabo la famosa Feria de Portobello, que consistía en grandes intercambios entre la parte sur del continente americano (Virreinato del Perú) y el resto del continente y Europa. Esta ruta fue utilizada durante varios siglos, incluso en 1840 durante la fiebre del oro de California, y en la actualidad todavía se puede recorrer a pie el itinerario que siguió el Camino Real de Cruces.
En 1550, otro navegante portugués, Antonio Galvao, pensó en la construcción de un paso artificial desde Tehuantepec, Nicaragua, Panamá o Darién. Pero durante el reinado de Felipe II, José de Acosta escribió en 1590 : “Algunas personas han hablado de excavar este terreno de seis leguas y unir un mar con el otro. Eso sería inundar la tierra porque un mar está más bajo que el otro”. ​Con Felipe III el proyecto se retomó pero el Consejo de Indias alertó de que ese proyecto podría suponer un riesgo para los territorios españoles en América por el encargo a unas empresas holandesas.
En julio de 1698, cinco buques partieron de Escocia con el fin de establecer una colonia perteneciente al Reino de Escocia en Darién y construir una ruta para el comercio con China y Japón. Llegaron a Darién y la llamaron Caledonia. Pero la expedición no estaba preparada. Los colonos lo abandonaron definitivamente, pero ya había partido de Escocia ayuda para ellos. Encontraron los mismos problemas, además de sufrir un ataque y un bloqueo por parte de los españoles.

Más de tres siglos transcurrieron antes de que se comenzara el primer esfuerzo de construcción. Los franceses trabajaron por 20 años, a partir de 1880, pero las enfermedades y los problemas financieros los vencieron.
En 1903, Panamá y Estados Unidos firmaron un tratado mediante el cual Estados Unidos emprendió la construcción de un canal interoceánico para barcos a través del Istmo de Panamá. El año siguiente, Estados Unidos compró a la Compañía Francesa del Canal de Panamá sus derechos y propiedades por $40 millones y comenzó la construcción. Este monumental proyecto fue terminado en 10 años a un costo aproximado de $387 millones. Desde 1903, los Estados Unidos ha invertido cerca de $3 mil millones en la empresa canalera, de los cuales dos tercios fueron recuperados.
Los problemas de ingeniería incluían cavar a través de la Cordillera Continental, construir la represa más grande del mundo en aquella época, diseñar y construir el canal de esclusas más imponente jamás imaginado, construir las más grandes compuertas que jamás se han colgado, y resolver problemas ambientales de enormes proporciones.
1914. El canal de Panamá fue finalmente inaugurado.



En 1977, Estados Unidos y Panamá se unieron en una asociación para la administración, operación y mantenimiento del Canal de Panamá. De acuerdo con dos tratados firmados en una ceremonia en las oficinas de la OEA en Washington, D.C., el 7 de septiembre de 1977, el Canal debía ser operado hasta el final del siglo bajo arreglos diseñados para fortalecer los lazos de amistad y cooperación entre los dos países. Los tratados fueron aprobados en Panamá en un plebiscito el 23 de octubre de 1977 y el Senado de los Estados Unidos dio su aprobación y consentimiento para su ratificación en marzo y abril de 1978. Los nuevos tratados entraron en vigor el primero de octubre de 1979.
La Comisión del Canal de Panamá reemplazó a la antigua Compañía del Canal de Panamá, la cual junto a la antigua Zona del Canal y su gobierno, desapareció el primero de octubre de 1979. El 31 de diciembre, tal como lo requería el tratado, Estados Unidos transfirió el Canal a Panamá.

Juan Carlos I y el presidete de Panamá, Juan Carlos Varela 
En el año 2015 el Rey de España Don Juan Carlos I procede a la inauguración de la ampliación del Canal de Panamá, cuyo proyecto ha liderado la empresa española SACYR.

 

viernes, 30 de mayo de 2025

ÓRDEN DE LOS CABALLEROS TEMPLARIOS

Fue fundada en Jerusalén en 1118 por Hugo de Payns y otros ocho caballeros franceses, con el nombre de pobres caballeros de Cristo. Nacieron con la finalidad de proteger a los peregrinos que visitaban Tierra Santa, pero pronto su influencia se extendió por todo el mundo cristiano. A diferencia de lo que ocurrió en otros reinos europeos los caballeros del Temple encontraron en la península Ibérica un escenario no muy distinto al de las lejanas tierras de Ultramar. 


Las peregrinaciones a Roma empiezan a ser sustituidas por las peregrinaciones a Jerusalén y Santiago de Compostela. Crean la una Guía Turística del Camino de Santiago de Ida y Vuelta, (que es el Juego de la Oca). Los peregrinos estaban sometidos a la voluntad de los saltadores, al cobro de los Portazgos, (impuesto al entrar en una ciudad) de los distintos reinos y los ataques de las alimañas. La toma de Jerusalén por los turcos provoca la reacción del Papa Urbano II, que proclama el Concilio de Clermont (1095), donde expone las vejaciones a las que son sometidos los peregrinos y los peligros que amenazan a los Cristianos occidentales. Urbano II, inicia el discurso con la frase "Deus Vult" (Dios lo quiere). Los Príncipes y Reyes de Europa, se adhieren al llamamiento y queda convocada la I Cruzada.

La I Cruzada se dirige a Jerusalén y lo toman en 1099. En 1100, se proclama como Rey de Jerusalén a Balduino I. Pedro el Ermitaño, arrastró a la lucha por la liberación de los Santos Lugares a gente sin preparación. Sólo la intervención del ejército Cruzado, formado por los franceses y flamencos bajo el mando de Godofredo de Bouillon y su hermano Balduino, consiguieron pasar por Constantinopla, cruzar Asia Menor y tomar Jerusalén en julio de 1099. El Rey Balduino I, había asentado su palacio en una Mezquita, que se había construido sobre la ruinas del Templo de Salomón. Luego cambia su residencia a la Torre de David y los Pobres Compañeros de Cristo, pasan a ocupar toda la mezquita que se levantaba sobre las Ruinas del templo de Salomón, pasando a denominarse, del Templo y a sus caballeros Templarios. Mediante solemnes votos pronunciados ante el Patriarca de Jerusalén, se comprometieron a defender a los peregrinos. Observaron la pobreza, la castidad y la obediencia, según la regla de los canónigos regulares. Sus jefes eran dos hombre venerables: Hugo de Payns y Godofredo de Saint-Omer. En un principio, quienes tomaron tan santa decisión eran solamente nueve y durante 9 años sirvieron con ropas de seglar y se vistieron con lo que los fieles les dieron en limosna. En 1128, Hugo de Payns, obtiene el permiso del Rey de Jerusalén, Balduino II, para oficializar la Orden. Los Templarios, venían con las cabalgaduras disponibles, a los puertos de Haifa y Tolomeida, a recoger a los Peregrinos que dirigían a Jerusalén. Los Caballeros Templarios, renunciaban a todo tipo de bienes personales, siendo la Orden la Propietaria de todos los Bienes. Las Reglas de la Orden eran una adaptación de las de San Benito, adaptadas a la versión reformada por los Cistercienses Se adopta el hábito blanco, y posteriormente se le añade la cruz roja. La llegada de los templarios a los reinos peninsulares se produjo en fechas muy tempranas. De hecho, en marzo de 1128, la reina de Portugal, doña Teresa, hace una donación, el castillo en Braga. La orden llegó a tener más de veinte mil miembros repartidos entre sus propiedades en Tierra Santa, y las extendidas por gran parte de Europa, producto de donaciones. Gracias a una buena gestión, su riqueza creció hasta límites insospechados llegando a convertirse en importantísimos banqueros capaces, incluso, de conceder préstamos a reyes y nobles. Posibilitaron la circulación de una gran cantidad de plata por Europa. La orden dispuso de suficientes recursos como para financiar la construcción de setenta iglesias y casi ochenta catedrales durante la Edad Media. Sus crecientes desplazamientos de mercancías, tropas y caballos y llegó el momento en que la magnitud del volumen de transporte les inclinó a construir sus propios barcos. Surgieron por lo tanto astilleros, además de buenos puertos y muelles en sus territorios. De hecho, se calcula que el Temple transportaba unos seis mil peregrinos al año a Tierra Santa desde diversos puertos de Europa, y es comprensible que prefiriesen viajar en estos barcos ya que iban escoltados por galeras armadas que les protegían de la presencia de piratas sarracenos en el Mediterráneo. Autorizados y exentos de impuestos aduaneros por bulas papales, también se dedicaban al comercio de especias, tinturas, tejidos, porcelanas, cristales y lana. Esta importante flota operaba mayoritariamente en el Mediterráneo, la ida y vuelta a Tierra Santa. 

En el Atlántico mantenían un importante tráfico con Inglaterra. A lo largo del Sena dispusieron de una pequeña flota fluvial que conectaba sus casas convento. Sus barcos no estaban sujetos al pago de peaje y ni eran registrados. En el Occidente europeo, la función militar fue sustituida por la económica, aunque en la península Ibérica la función fue doble; por una parte, intervinieron en las campañas de los reyes cristianos contra los musulmanes y, por otra, llevaron a cabo una serie de actividades económicas destinadas a sufragar la guerra en Tierra Santa. La Orden creció rápidamente en los primeros tiempos gracias a las donaciones de todo tipo: tierras, castillos, molinos, ciudades, iglesias, rentas, permisos de explotación. Con frecuencia, los bienes iban acompañados de personas, que ingresaban en la orden como frailes o como donados. Se constituyeron en explotadores modélicos de sus propiedades. El sistema de administración se basaba en las encomiendas. A menudo, sólo trabajaban directamente una parte de sus tierras, las más cercanas y sobre todo las más productivas. El resto lo cedían con diferentes tipos de contratos

Pero la primera participación de la Orden del Temple en una Guerra se realizó en la Península Ibérica. En Tierra Santa habían participado en diferentes escaramuzas. Por entonces la mayoría de la Península Ibérica, se hallaba en gran parte en manos de los Sarracenos. La Orden del Temple, se constituyó como el principal baluarte del Reino de Aragón y el Condado de Barcelona. Ramón Berenguer III, Conde de Barcelona, entra en la orden en 1131.La entrada de los Templarios en la Península, coincide con el reinado de Alfonso I de Aragón y Navarra, el "Batallador ". Para establecerse de forma definitiva en la Península, la Orden recibió del Conde de Barcelona el Castillo Grañena. Fue un gran admirador de la Orden del Temple y decidió crear un Orden similar a la que denominó Orden de Montjoy, que luego se incorporó a la del Temple aportando las inmensas posesiones que tenía en el Sur de Aragón. 
Alfonso I el Batallador, murió en 1134, durante el asedio de Fraga, dejando el reino sin descendencia legal, pero con testamento de la Corona a las Órdenes del Temple, Hospital y Santo Sepulcro. En 1132, la Orden del Temple era la única Orden reconocida. Los Nobles aragoneses, se oponen al Testamento y buscan una solución con las Órdenes, para que el trono de Aragón no recaiga en Alfonso VII de Castilla, que pretendía la corona ya que era tataranieto de Sancho III el Mayor rey de Pamplona. Se llegó al acuerdo que sucediera el hermano Ramiro, Ramiro II el Monje) y en Navarra fue para García Ramírez, "el Restaurador". Separando de esta forma las coronas de Navarra y Aragón después de cincuenta años, quedando fijadas las fronteras definitivas entre Navarra y Aragón. Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona y príncipe de Aragón, pronto alcanzaría un acuerdo con los templarios para que colaboraran en la Reconquista: la concordia de Gerona, en 1143. Por ella recibieron los castillos de Monzón, Mongay, Barberá, Remolins, junto con la Orden militar de Belchite de Lope Sanz. También otorga donaciones de tierras y derechos sobre las conquistas. Según estas condiciones, cualquier paz o tregua tendría que ser consentida por los templarios, y no solo por el rey. Ramiro, hermano de Alfonso tiene una hija que se llama Petronila y es considerada como la legítima sucesora al Reino. Ramón Berenguer IV, Conde de Barcelona y señor de Provenza se casa con Petronila, pasando a ser Príncipe de Aragón siendo la reina su mujer, Petronila. La legitimación del reinado exigía la renuncia expresa de las Órdenes que habían sido testamentarias de Alfonso I. La influencia y buena relación de Ramón Berenguer IV con la Orden del Temple, de la que su padre era caballero, allanó la resolución del conflicto. Como en toda Europa, la orden se enriqueció con numerosas donaciones de padres que no podían dar un título nobiliario más que al hijo mayor, y buscaban cargos eclesiásticos, militares, cortesanos o en órdenes religiosas. Por entonces la vieja fortaleza de Calatrava había sido encomendada por el rey castellano Alfonso VII a los caballeros templarios. Al morir el monarca a mediados del siglo XII los templarios abandonaron la fortaleza, aduciendo que aquel promontorio fortificado era indefendible en medio de la estepa castellana si no se contaba con fuerzas suficientes. Como era de esperar, los almohades atacaron la fortaleza toledana, pero el abad Raimundo, del monasterio cisterciense de Fitero, organizó su defensa auxiliado por un monje que había sido caballero, Diego Velázquez. Entre los dos aguerridos clérigos convocaron una cruzada, logrando formar un pequeño ejército que resistió heroicamente el ataque. En recompensa, el rey castellano Sancho III otorgó la plaza de Calatrava a los que llamó la Gran Orden Militar de Calatrava. Los reinos cristianos, eran conscientes del peligro almohade y después de varios choques, Alfonso VIII, firma una tregua, que rompe cinco años más tarde, cuando Alfonso VIII de Castilla y León, se propone tomar Sevilla. Aquí es cuando se produce el famoso Combate de Alarcos, el 18 de Julio de 1195, próximo a Ciudad Real, con una evidente inferioridad numérica del ejercito Cristiano. Fue una humillante derrota, que confirmo las estrategias militares que llevo a la Orden del Temple, a retirarse de la Fortaleza de Calatrava. La orden de Calatrava, perdió el enigmático castillo de Calatrava y numerosas posesiones. Años después,1212, la venganza se consumaba con la victoria de la batalla de Las Navas de Tolosa, el principio del fin del reino musulmán. La Batalla de las Navas de Tolosa, que enfrentó a un ejército aliado cristiano formado en gran parte por las tropas castellanas, las aragonesas y las navarras, contra el ejército Almohade, numéricamente superior. Entre los cristianos estaban varios ordenes entre ellas las del Temple. Un años después se sufre la importante derrota de la batalla de Muret, 1213, donde el Temple perdió para Aragón el imperio tras los Pirineos. Esta batalla marcó el final de la expansión de la Corona de Aragón en la región, y, el final de la posible formación de un poderoso reino aragonés-catalán-occitano que hubiera cambiado el curso de la historia de España. El papa, en una bula obligó al Comandante de las tropas del rey francés, ganador de la batalla, Montfort, a ceder la tutela del infante Jaime, que al morir su padre en la batalla quedó huérfano, a los caballeros templarios de la Corona de Aragón. Los templarios se convirtieron en custodios de Jaime I, (luego el Conquistador), en el Castillo de Monzón. 

Recibieron un tercio de la ciudad en Mallorca por sus campañas y también en Valencia. En 1265, colaboraron en la conquista de Murcia. En recompensa, recibieron diferentes propiedades. En 1248, Luis IX de Francia, decide convocar y liderar la Séptima Cruzada, pero su objetivo ya no es Tierra Santa, sino Egipto. El propio rey fue capturado. Fueron los templarios, quienes negociaron la paz y prestaron al monarca la fabulosa suma que componía el rescate. Cuando cae Acre, en 1291 ya luchan los últimos templarios. Cambiaron su cuartel general a Chipre, pero la abandonaron por la oposición de sus habitantes. La orden había participado en una revuelta que destronó al monarca Chipriota, en favor de su hermano, esto permitió que la Orden prolongase su existencia unos años más. Fue Felipe IV el Hermoso, rey de Francia, (no confundir con el marido de Juana de Castilla), quien destruyó la Orden del Temple, pero antes de acceder al trono de Francia en 1285, Felipe ya era rey de Navarra tras casarse en 1274 con la reina Juana I de Navarra. Con lo que nos queda Felipe I de Navarra y IV de Francia, aunque lo de Navarra se lo suelen saltar cuando lo nombran. La historia nos dice que Felipe junto con el Papa Clemente V, tras acusarlos de herejía, el viernes 13 de octubre de 1307, salió a la caza del templario, y encarceló a más de 15000, a los que torturó buscando confesiones, muriendo muchos de ellos en dichas torturas o en la hoguera. De paso, al acabar con el Temple, Felipe se ahorró tener que pagarles la enorme deuda que tenía contraída con ellos. La tradición cuenta que cuando el último gran maestre del Temple, Jaques de Molay estaba siendo quemado a fuego lento, este lazó una maldición; “Clemente V, yo os emplazo ante el tribunal de Dios antes de 40 días, y a vos rey Felipe, antes de un año”. 33 días después de la ejecución, el Papa Clemente V fallecía enfermo, y a los nueve meses, Felipe IV el hermoso, moría por las heridas producidas tras caerse del caballo.

jueves, 29 de mayo de 2025

REINOS CRISTIANOS DE LA EDAD MEDIA

Desde la llegada de los musulmanes en el 711d.C,  hasta su derrota total en 1492, existieron en la península ibérica hasta diez reinos cristianos: Asturias, Pamplona, León, Aragón, Castilla, Galicia, Portugal, Navarra, Mallorca y Valencia. Si bien realmente fueron cinco los que predominaron en diferentes periodos de tiempo, más o menos largos: Asturias-León, Pamplona-Navarra, Castilla, Aragón y Portugal.

Mapa de España siglo VIII
Además no debemos olvidar lo que luego se convirtió en Cataluña, una serie de condados pirenaicos que fueron protegidos y regidos por el Imperio Carolingio durante doscientos años, y después de un breve espacio de tiempo siendo vasallos del Califato cordobés, se unieron al reino de Aragón, conservando su identidad.
De lo que podemos estar seguros es que España se va creando lentamente, primero con pueblos prehistóricos y luego con la llegada de los romanos se crea la provincia romana de Hispania, que al caer lentamente el Imperio, ceden por pacto a los visigodos el territorio y se realiza el desplazamiento y expulsión de los últimos bárbaros, Alanos, Vándalos y Suevos.
Y de aquella provincia de Hispania, se convierte en el reino visigodo que dará lugar a los reinos cristianos que hemos nombrado, luchando y pactando con los musulmanes invasores.
A partir de la desaparición de Roma, la Hispania romana queda en manos de sus pobladores, como propietarios dentro de las fronteras, formando reinos, y rechazando a los invasores y construyendo su laborioso futuro.
La Edad Media se suele dividir en Alta, Plena y Baja.

Carga de la caballería árabe
La Alta Edad Media va desde el siglo V al X, desde la caída de Roma hasta la consolidación de las sociedades con sus reinos territoriales.
La población de la península en el período años 750 al 1100 no debió de superar los cuatro millones de habitantes, con muy distintas densidades de población: alta en los valles del Guadalquivir, Tajo, Ebro y Levante, y desproporcionada para sus recursos en las montañas del norte, mientras que la mayor parte de la Meseta tendría muy bajas densidades.
A los hispanogodos sometidos a un gobierno musulmán se les permitió mantener su religión cristiana (mozárabes) y se ofreció reducción de impuestos a los que se convirtieron al islam (muladíes). La economía en al-Ándalus se basó en una agricultura con mejoras técnicas y nuevos productos, en la ganadería y en un próspero comercio que hizo crecer a las ciudades que ya existían (Córdoba, Zaragoza, Granada, Sevilla, Málaga, Valencia, etc.). También fundaron numerosas ciudades nuevas; Madrid en 865 para proteger a Toledo, Murcia en 825, Badajoz en 875, Almería en 955 por Abderramán III, etc. 
Los musulmanes mantuvieron la agricultura de secano (trigo, vid y olivo) e impulsaron la agricultura de regadío con avances técnicos que conocían como la noria, acequias, pozos, etc. Introdujeron nuevos cultivos desde oriente: arroz, cítricos, caña de azúcar, algodón, etc. El aumento de la producción permitió vender el excedente (producción sobrante) por lo que el comercio creció. Al-Ándalus mantenía circuitos comerciales del califato que llegaban hasta la India, así que el comercio fue una gran fuente de riqueza.
Pero además de la sociedad dominada por los musulmanes, se iban desarrollando y conquistando territorio los reinos cristianos, ya desde Covadonga, si bien esa zona cantábrica no fue primordial para los musulmanes, más interesados en la región transpirenaicas, pero fueron rechazados en Poitiers.

Baja Edad Media
En España la historia en el siglo X viene marcada por la desintegración del Califato de Córdoba y el inicio de los Reinos de Taifas. A la vez las luchas de los reinos cristianos
Ya desde el siglo XI se presenció el nacimiento de nuevas formas de vida y la península comenzó a abrirse al exterior. Cambió la forma de relación entre cristianos y musulmanes, ya que los primeros salieron de la situación de penuria económica y experimentaron un notable crecimiento gracias a recibir las “parias”, es decir tributos que pagaban las Taifas, pequeños reinos musulmanes, como compensación para no ser atacados e incluso ser defendidos de un ataque de otro reino.
Se extendieron las construcciones románicas, primer estilo arquitectónico medieval europeo. El contacto con otros reinos europeos se acentuó con el relegamiento  del viejo rito visigodo en favor del rito latino.  Este cambio en la liturgia tuvo repercusiones culturales ya que se introdujo la escritura, la carolina, en detrimento de la visigótica.
El impulso de la Reconquista determinó el mayor peso de la mesetas central en el conjunto peninsular, que se fue incrementando en detrimento de la de la periferia. En el siglo XII se afianzaron las distintas nacionalidades cristianas que no tardaron en manifestar antagonismos y se producían los cambios sociales y culturales que configurarían en su conjunto lo que se conoce como la Baja Edad Media.
Los efectos de la repoblación afectó a las zonas ocupadas y a las que venían  de los repobladores. Los nobles de la meseta central no querían que sus hombres marcharan a las tierras andaluzas dejando por lo tanto su trabajo. El poder de la iglesia era muy importante. Los negocios marítimos fueron el enriquecimiento de algunos burgueses que acapararon puestos de gobierno. Los mercaderes, y profesionales como juristas notarios, cirujanos, etc. formaban una clase intermedia entre la nobleza y la clase popular compuesta por artesanos y obreros poco especializados. Por debajo estaban los pobres, enfermos, esclavos que la mayoría eran musulmanes capturados en combate, y los judíos recluidos en guetos identificados obligatoriamente en el vestir y dedicados a labores artesanales y comerciales. 


Penetró en España en el siglo XI el Arte Románico por los Pirineos y se extendió por el norte del país a través del Camino de Santiago. Pero precisamente por la gran afluencia en las iglesias, por su poca capacidad para albergar feligreses, nace el Gótico, con unas características muy señaladas. Arquitectura de gran altura, contrafuertes, poderosas columnas, cristaleras amplias y hermosas y espacios abiertos de gran capacidad. Aparece en la península a finales del siglo XII y se le denomina el Gótico español para designar la división espacial del arte gótico que corresponde a los reinos hispano-cristianos y llega al siglo XVI.
Se diferencian el Gótico de la Corona de Aragón donde predomina el Gótico-mudéjar, del Navarro, del castellano , del gallego, etc.
A diferencia del Románico, el Gótico se extiende por la totalidad del territorio peninsular. E incluso también en las islas. Fue influido en la península por las tradiciones culturales y lógicamente el arte andalusí.
Gran parte de sus construcciones las encontramos en los cascos antiguos de las ciudades, haciendo ver el lugar con el atractivo medieval.

La sociedad se dividía en musulmanes: árabes, bereberes y muladíes, y en no musulmanes que eran discriminados: mozárabes, judíos y esclavos. Eso tuvo como consecuencia la coexistencia de varios grupos sociales en al-Ándalus, aunque con diferentes derechos según su religión y su origen. Aunque los musulmanes antes del siglo XI fueron más tolerantes con otras religiones que los cristianos. Se produjeron frecuentes conflictos sociales entre musulmanes y no musulmanes, ya que estos estaban discriminados y entre árabes y bereberes para controlar el poder, lo que llevó a la desintegración del poderoso Califato de Córdoba en el 1031.
Las luchas por la religión y por el territorio entre reinos cristianos y el poder musulmán algo que ya nace desde el reino Astur-Leonés, el de Galicia, el de Aragón, Pamplona (luego Navarra) Castilla, etc.,  marcó para la pérdida de territorio musulmán que quedaban en muchas ocasiones completamente despobladas. Y los efectos de las repoblaciones de las tierras conquistadas por los cristianos afectaron tanto a las zonas ya ocupadas como a las despobladas. Los nobles castellano-leoneses se resistían a dejar marchar a las fértiles tierras andaluzas a sus campesinos ya que veían peligrar sus ingresos. Además se trataba de que los musulmanes no controlasen las plazas fortificadas. En Andalucía los nobles se hicieron con el poder efectivo ya que los extranjeros no podían, por ley, aspirar a cargos de gobierno. En Valencia se repartieron las propiedades y se privilegió el comercio y la artesanía. En Aragón la nobleza consiguió que  se dictaran leyes que convirtieron a los colonos en siervos. Y esto mismo ocurrió en los condados catalanes donde se decretó la “remenca” (redención), que consistía en pagar un rescate si se quería abandonar la tierra. Existió allí un fuerte burguesía mercantil y un proceso de feudalización. El poder económico de la Iglesia allí era muy importante ya que un tercio del territorio catalán le estaba sometido.

Jaime I entra en Valencia 

Los negocios marítimos fueron la base del enriquecimiento de algunos burgueses que acapararon puestos en el gobierno. Mercaderes y profesionales formaban una clase media. Y por debajo estaban los pobres y enfermos, los esclavos que trabajaban en tareas domésticas y luego estaban los artesanos, en su mayoría musulmanes. Los judíos convivían en guetos y debían vestir de una manera determinada, y se dedicaban a labores artesanas, comerciales y financieras.
En muchas zonas de la península se desarrolló la ganadería, que necesitaba poca mano de obra y algo de agricultura. Las malas comunicaciones eran todo un problema. Se exportaba lana a Europa, pero a falta de una industria textil, el transporte estaba en manos de los nobles, ya que solamente ellos poseían caballos. Es por eso por lo que los grandes ganaderos eran los propietarios de las mejores tierras y más extensas, quedando las más pequeñas y pobres para los agricultores .
La minería experimentó un gran auge, en Ávila, Talavera y Valmaseda, sobre todo. También fue importante la extracción de sal.
La expulsión de los artesanos musulmanes de las ciudades supuso un problema y acentuado por el odio popular hacia ellos. Hubo revueltas que los monarcas pusieron fin echando a los musulmanes de las zonas rurales también. Los adinerados y las órdenes militares se adueñaron de las tierras abandonadas y por falta de mano de obra se transformaron de agrícolas a ganaderas.

Reinos de Taifas en el 1037
Los judíos en su mayoría se habían dispersado por la franja mediterránea desde los romanos. Fueron mejor tratados por los musulmanes. Los reyes cristianos los respetaban encargándoles de la administración local y recaudación de impuestos. También se ocupaban en el comercio de paños, joyería y peletería. Algunos pocos judíos poseían tierras y prestaban servicios militares, pero no constan nobles entre ellos. Alfonso X los incluyó en sus tareas culturales y ellos tradujeron del árabe al castellano obras científicas. Muchos judíos hablaban árabe y castellano lo cual les hacía muy útiles. La actividad más controvertida de los judíos fue el de las finanzas. Debido a que los cristianos no podían prestar dinero por considerarlo usura, se permitía entre judíos y cristianos cuando éstos recurrían al préstamo. Cobraban un interés ciertamente alto, el máximo era del 33% y en Aragón era del 20%.
Se desarrolló entonces la cultura hispano-hebrea. Filosofía, matemáticas, astronomía y medicina, y se cultivó la poesía. Además los reyes Alfonso X y Jaime I fomentaron la lectura y escritura en lenguas romances, que se manifestaba en anotaciones al margen para favorecer la comprensión de los textos latinos.
La historia de cada uno de los reinos cristianos y de al-Andalus, muchas veces se solapan los hechos de unos con otros, cada cual tiene su vida propia y perviven diferenciados. De modo que se ofrece cada reino por separado, aunque la misma historia figure en dos reinos a la vez en alguna ocasión.
La carga de los tres reyes en Tolosa 
La Baja Edad Media En España, podemos situarla en el siglo XIII. En el año 1212 los Almohades son vencidos en la Batalla de Las Navas de Tolosa, por tres reinos cristianos, lo que marca indeleblemente el principio del fin de los musulmanes en la península. Para entonces el poder musulmán quedó reducido al reino de Granada que fue fundado en el 1238.
 Los efectos de las repoblaciones de las tierras conquistadas por los cristianos afectaron tanto a las zonas ya ocupadas como a las despobladas. Los nobles castellano-leoneses se resistían a dejar marchar a las fértiles tierras andaluzas a sus campesinos ya que veían peligrar sus ingresos. Además se trataba de que los musulmanes no controlasen las plazas fortificadas. En Andalucía los nobles se hicieron con el poder efectivo ya que los extranjeros no podían, por ley, aspirar a cargos de gobierno. En Valencia se repartieron las propiedades y se privilegió el comercio y la artesanía. En Aragón la nobleza consiguió que  se dictaran leyes que convirtieron a los colonos en siervos. Y esto mismo ocurrió en los condados catalanes donde se decretó la “remenca” (redención), que consistía en pagar un rescate si se quería abandonar la tierra. Existió allí un fuerte burguesía mercantil y un proceso de feudalización. El poder económico de la Iglesia allí era muy importante ya que un tercio del territorio catalán le estaba sometido.

Alfonso X el sabio 
Los negocios marítimos fueron la base del enriquecimiento de algunos burgueses que acapararon puestos en el gobierno. Mercaderes y profesionales formaban una clase media. Y por debajo estaban los pobres y enfermos, los esclavos que trabajaban en tareas domésticas y luego estaban los artesanos, en su mayoría musulmanes. Los judíos convivían en guetos y debían vestir de una manera determinada, y se dedicaban a labores artesanas, comerciales y financieras.
En muchas zonas de la península se desarrolló la ganadería, que necesitaba poca mano de obra y algo de agricultura. Las malas comunicaciones eran todo un problema. Se exportaba lana a Europa, pero a falta de una industria textil, el transporte estaba en manos de los nobles, ya que solamente ellos poseían caballos. Es por eso por lo que los grandes ganaderos eran los propietarios de las mejores tierras y más extensas, quedando las más pequeñas y pobres para los agricultores .
La expulsión de los artesanos musulmanes de las ciudades supuso un problema y acentuado por el odio popular hacia ellos. Hubo revueltas que los monarcas pusieron fin echando a los musulmanes de las zonas rurales también. Los adinerados y las órdenes militares se adueñaron de las tierras abandonadas y por falta de mano de obra se transformaron de agrícolas a ganaderas.
Los reyes cristianos respetaban a los judíos encargándoles de la administración local y recaudación de impuestos. También se ocupaban en el comercio de paños, joyería y peletería. Algunos pocos judíos poseían tierras y prestaban servicios militares, pero no constan nobles entre ellos. Muchos judíos hablaban árabe y castellano lo cual les hacía muy útiles. La actividad más controvertida de los judíos fue el de las finanzas.
Se desarrollo en esa Edad la cultura hispano-hebrea. Filosofía, matemáticas, astronomía y medicina, y se cultivó la poesía. Los reyes Alfonso X y Jaime I fomentaron la lectura y escritura en lenguas romances, que se manifestaba en anotaciones al margen para favorecer la comprensión de los textos latinos.

Iglesia Románica de San Martín de Tours 
El Arte Románico penetró en España en el siglo XI por los Pirineos y se extendió por el norte del país a través del Camino de Santiago. Pero precisamente por la gran afluencia en las iglesias, por su poca capacidad para albergar feligreses, nace el gótico, con unas características muy señaladas. Arquitectura de gran altura, contrafuertes, poderosas columnas, cristaleras amplias y hermosas y espacios abiertos de gran capacidad. Aparece en la península a finales del siglo XII y se le denomina el Gótico español para designar la división espacial del arte gótico que corresponde a los reinos hispano-cristianos y llega al siglo XVI.

Catedral Gótcia de Burgos 
Se diferencian el Gótico de la Corona de Aragón donde predomina el Gótico-mudéjar, del Navarro, del castellano , del gallego, etc.
A diferencia del Románico, el Gótico se extiende por la totalidad del territorio peninsular. E incluso también en las islas. 
Fue influido en la península por las tradiciones culturales y lógicamente el arte andalusí.
Gran parte de sus construcciones las encontramos en los cascos antiguos de las ciudades, haciendo ver el lugar con el atractivo medieval.
 
 

ESPAÑA, NAPOLEÓN Y LA ILUSTRACIÓN

La Ilustración fue un movimiento cultural e intelectual europeo especialmente en Francia e Inglaterra, que se desarrolló desde fines del sig...