viernes, 5 de septiembre de 2025

ALFONSO XI DE CASTILLA Y LEÓN - BATALLA DEL SALADO

Alfonso XI de Castilla que era hijo del monarca castellano-leonés Fernando IV y de su esposa Constanza de Portugal, fue rey de Castilla y León entre los años 1312 y 1350. Al morir su padre, Alfonso XI contaba solamente con un año de edad, lo que explica que se constituyera una regencia, o más bien unas tutorías. En el año 1325 Alfonso XI, pese a que aún no había cumplido los catorce años, accedió a la mayoría de edad.

Alfonso XI fue, asimismo, un destacado combatiente contra los nazaríes granadinos, a los cuales prestaban su apoyo por esas fechas los benimerines del norte de África. Los acuerdos alcanzados con el Reino de Aragón para lanzar una ofensiva conjunta contra los musulmanes de Granada no resultaron positivos. El primer triunfo del ejército de Alfonso XI, que contó con la estimable ayuda aragonesa, fue la toma de la localidad de Teba, en el año 1330. También hay que incluir la recuperación de la plaza de Gibraltar, en el año 1333, por parte de los benimerines. No obstante, un éxito espectacular fue el triunfo logrado por las tropas de Alfonso XI contra los musulmanes en la batalla del Salado, en el año 1340. Según las crónicas de la época las tropas cristianas persiguieron sin tregua a sus rivales, Según ha señalado el profesor Moxó “el balance de la batalla del Salado resultó realmente impresionante, contrastando la escasez de bajas cristianas apenas rebasó la veintena de caballeros, con las voluminosas pérdidas musulmanas, entre muertos, heridos y prisioneros”. El profesor Luis Suárez Fernández ha manifestado que con la victoria lograda por Alfonso XI en el Salado “terminaba la lucha por el dominio del Estrecho, que sería en adelante castellano”.

Al año siguiente el monarca castellano-leonés obtenía un nuevo éxito militar, esta vez la batalla del río Palmones. De todos modos, el acontecimiento más llamativo fue, sin duda alguna, la toma por las tropas de Alfonso XI, en el año 1344, de la importante plaza de Algeciras. Dicha empresa resultó muy costosa, pero resultó un sonoro triunfo para las armas castellanas. El rey nazarí de Granada Yusuf no sólo aceptó la entrega de la plaza de Algeciras al monarca Alfonso XI, sino que pactó con él la entrega de una importante cantidad de dinero, unas 12.000 doblas de oro, en concepto de parias. Poco después Alfonso XI hizo una solemne entrada en la localidad de Algeciras, lo que aconteció a finales de marzo del año 1344. También intentó Alfonso XI conquistar la plaza de Gibraltar, aunque a la larga sin éxito. En cualquier caso es imprescindible poner de manifiesto que la denominada “batallas del Estrecho” supuso un claro triunfo para la Corona de Castilla, pues a partir de esas fechas se pudo abrir la comunicación marítima directa entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico, lo que tuvo importantes consecuencias tanto políticas como económicas.

GUERRERO BENIMERINÉS
Centrándonos en la batalla del Salado diremos que tuvo lugar el lunes 30 de octubre de 1340, en la actual provincia de Cádiz.  Fue una de las batallas más importantes del último periodo de la Reconquista. En ella, las fuerzas combinadas de Castilla y Portugal derrotaron decisivamente a los benimerines, último reino magrebí que trataría de invadir la península ibérica.
Tras la decisiva victoria de las Navas de Tolosa en 1212, protagonizada por los reyes de Castilla, Navarra y Aragón, los almohades perdieron el control sobre el sur de la península ibérica y se replegaron al norte de África, dejando tras de sí un conjunto de desorganizadas reinos de Taifas que fueron ocupadas por los reinos cristianos entre 1230 y 1264. Tan solo el reino de Granada logró mantenerse independiente, aunque fue forzado a pagar un elevado tributo en oro a Castilla cada año. Por aquel entonces, el reino de Granada comprendía las actuales provincias de Granada, Almería y Málaga, más el istmo y peñón de Gibraltar.


En 1269 la debilitada dinastía almohade había sucumbido ante otra tribu bereber emergente, los Banu Marin (benimerines para los castellanos). Desde su capital en Fez, esta tribu originaria del sur de Marruecos pronto dominó la mayor parte del Magreb, llegando por el este hasta la actual frontera entre Argelia y Túnez. A partir de 1275 dirigieron su atención hacia Granada. El choque no tardó en llegar, y así, a finales del siglo XIII, los benimerines ya habían declarado la guerra santa a los cristianos y realizado varias incursiones en el Campo de Gibraltar, con el fin de asegurarse el dominio sobre el tráfico marítimo en el Estrecho. En 1288, a instancias del rey Yusuf I de Granada, firmaron una alianza formal con los nazaríes con el objetivo final de tomar Cádiz. Sin embargo, una serie de rebeliones en el Rif retrasaron la campaña contra Castilla hasta 1294, año en que los benimerines asediaron Tarifa sin éxito debido a la tenaz resistencia ofrecida por Guzmán el Bueno.
En 1329 los benimerines y sus aliados granadinos atacaron de nuevo a los castellanos, a quienes derrotaron y tomaron Algeciras estableciendo allí la capital de sus dominios europeos en el primer tercio del siglo XIV. Sin embargo, la conquista definitiva de Algeciras por el Reino de Fez (benimerín) ocurrió en el año 1344, durante el sitio de 1342-1344.
Recordemos que en 1330 Castilla se impondría a Granada en la batalla de Teba, se firmó la Paz de Teba por la que los monarcas castellano, aragonés y nazarí se comprometían a una tregua de cuatro años y a la entrega de parias al rey castellano por parte del emir granadino.

A pesar de ello, desde su base en Algeciras, los musulmanes sitiaron Gibraltar, ocupada por los cristianos en 1309 y la reconquistaron en 1333.
La flota castellana del Estrecho no era lo suficientemente poderosa como para detener el constante flujo de tropas musulmanas hacia la Península, por lo que Alfonso XI de Castilla solicitó apoyo naval a la Corona de Aragón. Esta accedió a enviar en 1339 una flota, pero tras una operación en Algeciras, el almirante aragonés resultó herido por una flecha y su flota se dispersó. Siguió entonces un ataque de los benimerines contra la escuadra castellana, con un resultado catastrófico para esta: todos los barcos, excepto cinco que pudieron refugiarse en Cartagena, fueron destruidos por los musulmanes y Tenorio hecho prisionero y decapitado. Castilla quedaba así abierta de par en par a una nueva invasión norteafricana.
Al conocer el desastre, Alfonso XI de Castilla, (el justiciero),  decidió entonces jugar su última carta enviando a su mujer, María de Portugal, para que pidiera ayuda al padre de esta. No obstante, el rey Alfonso IV de Portugal, que entonces se encontraba algo rencoroso con su yerno por el abandono al que tenía sometida a su hija en favor de su amante Leonor de Guzmán, declinó inicialmente la propuesta, exigiendo que si el monarca castellano necesitaba ayuda, fuera él quien se la pidiera personalmente. Ante la situación, Alfonso XI no pudo hacer otra cosa que tragarse su orgullo y enviar una carta de su puño y letra a Lisboa. Alfonso IV respondió entonces positivamente y mandó una flota a Cádiz, que se unió a un contingente de 12 naves aragonesas que ya se encontraban ancladas allí.
Alfonso XI de Castilla puso en junio de 1333 sitio a Gibraltar, que había sido recuperada por los benimerines y que estaba en manos del infante Abu-Malik. Tras casi dos meses frente a Gibraltar, el monarca abandonó el istmo y se marchó a Sevilla sin cumplir su objetivo.

ESTATUA DE ALFONSO XI EN CÓRDOBA 
Segundo asedio a Gibraltar. Tras la tregua pactada con los musulmanes en la toma de Algeciras, Alfonso XI se dispuso a sitiar de nuevo Gibraltar e inició el cerco en 1349. Aunque al principio intentó tomar la plaza al asalto  la escasez de dinero hizo que desistiera del asalto y se limitarla a sitiarla.
En febrero de 1350 habían transcurrido siete meses y los musulmanes eran abastecidos en abundancia. Vino a sumar algo desastroso en la conquista de Gibraltar: una epidemia de peste que llegó hasta el campamento real. Pese a los consejos para abandonar lo que hoy es La Línea, Alfonso XI se negó a levantar el sitio y murió a causa de esta pandemia. En esta última ocasión, Alfonso XI había pasado estos siete meses en lo que hoy es La Línea junto a su amante, Leonor de Guzmán.
Levantado el cerco de Gibraltar sin conseguir recuperar esta plaza, el cuerpo del monarca fue llevado a Sevilla, donde recibió sepultura. Con su muerte, la Reconquista quedó interrumpida.
Alfonso XI falleció en 1350, víctima de la Peste negra, mientras asediaba Gibraltar. 
 
 

jueves, 4 de septiembre de 2025

PARADOR NACIONAL DE SANTIAGO DE LOS REYES CATÓLICOS

Los viajeros que visitan los Paradores, algunos de los 98 que existen, (hay uno en Portugal), no saben que podrían pertenecer a una comunidad agrupada en torno al club Amigos de Paradores, que no para de crecer.
Visita obligada es el Parador de Santiago de Compostela.

Cruzando Galicia, de día siguiendo la ruta del sol, de noche en pos de la Vía Láctea, el peregrino hacía el camino del Finisterre, el “finis terrae”, donde el mar se hunde en el océano tenebroso más allá del cual el hombre medieval imaginaba monstruos y portentos.
Y cruzando la ciudad antigua entre edificios con miradores corridos de madera, ha de llegar el viajero a la enorme plaza de piedra, que se llama el Obradoiro, porque en ella obraron los canteros que labraban las piedras de los edificios que la cercan, es decir, la catedral y el santuario, el hospital  (hoy Parador), el palacio de Raxoy y el colegio de San Jerónimo.


Si has apalabrado tu estancia en el Parador, estarás en uno de los hoteles más lujosos y con más historia de España. Ya su ubicación, con unas fantásticas vistas a la Catedral de Santiago de Compostela y a la Plaza del Obradoiro, convierte a este edificio en testigo excepcional del tránsito de millones de peregrinos de todo el mundo. Se localiza en el Antiguo Hospital Real fundado en 1499 por los Reyes Católicos con el objeto de acoger a los peregrinos que llegaban a la ciudad. Es de estilo plateresco y cierra uno de los lados cortos de la Plaza. El parador se conoce también como Hostal de los Reyes Católicos y cuenta en su interior con un Museo, cuatro claustros, elegantes y lujosos comedores y estancias y unas habitaciones históricas y excepcionales. El parador conserva en su interior muchos de los elementos arquitectónicos de la construcción original del siglo XV como paramentos, arcos, techos abovedados, artesanados de madera de estilo mudéjar, mobiliario y tapices. Acorde a la categoría del parador está la calidad de la oferta gastronómica de sus dos restaurantes, el Dos Reis y el Enxebre. El primero está especializado en cocina mediterránea y el segundo en platos de la cocina tradicional gallega. También dispone de varios salones para eventos y reuniones, centro de negocios y una tienda de recuerdos.

Después de acomodar el equipaje es obligado un garbeo por el edificio mirando los cuatro patios, las vidrieras y los salones. Si en eso tañen las campanas de la catedral, es que te llaman par que acudas obediente, sube la escalinata barroca  y entra en la basílica.
Y agradece la visita, porque Galicia te acogerá con los brazos abiertos.
Los Reyes Católicos Isabel y Fernando visitaron Santiago en 1486 y decidieron construirlo para atender a los peregrinos que llegaban del camino de Santiago.

Es un edificio de estilo plateresco diseñado por el Arquitecto Enrique Egás y construido entre 1501 y 1511.
La fachada gótico plateresca nos muestra a la izquierda de abajo a arriba a santa Catalina y San Juan Bautista. Derecha de abajo a arriba Eva, Santa Lucia y Maria Magdalena. En el friso los 12 Apóstoles y en las enjutas los medallones de Isabel y Fernando.
A la izquierda de la ventana central Cristo, Santiago y San Pedro.
A la derecha Virgen con el niño y San Juan.

Tiene 4 patios, dos góticos y dos barrocos con los nombres de los evangelistas. La Capilla Real tiene una reja del siglo XVI hecha en Toledo.
Es un verdadero placer pasar una noche en el Hostal que además de lo histórico cuenta con un servicio muy esmerado.









martes, 2 de septiembre de 2025

PREMIOS NOBEL ESPAÑOLES

“El mercader de la muerte, ha muerto”. Este fue el titular que en 1888 se encontró Alfred Nobel en un diario francés en el que era un obituario dirigido a su persona. La cuestión es que Nobel no había fallecido, aunque este mensaje le calaría hondo. Y es que la invención de la dinamita, que en principio se utilizaba para la construcción, pero enseguida pasó a ser un elemento usado en las guerras; y que su empresa estaba vinculada al mundo de los metales y la fundición y por ende a la fabricación de cañones, le generaron esa fama de 'mercader de la muerte', la de una persona que se había hecho rico creando herramientas para matar más rápido a gente.
Este hecho desencadenaría la creación de los premios Nobel. Sin mujer ni hijos y con 350 patentes a sus espaldas, como ya se ha explicado, decidió destinar su fortuna a la fundación de los reconocidos galardones. España ha sido un país que ha aportado grandes figuras a campos como la ciencia, ejemplo de ello es la recientemente fallecida Margarita Salas, o la literatura, donde es fácil recitar un reguero de escritores patrios que han puesto su granito de arena a la historia de las letras. A pesar de ello, la representación española en los Premios Nobel no ha sido muy boyante desde que los prestigiosos galardones suecos se entregaron por primera vez en 1901.

JOSÉ ECHEGARAY
Premio Nobel de Literatura. En el año 1904 recibió este premio siendo el primer español en ser condecorado con este galardón.
Nació en Madrid el 19 de abril de 1832 y murió en Madrid el 14 de septiembre de 1916. Un hombre que lo fue todo en la ciencia, en la literatura y en la política. Como diputado participó, entre otros muchos debates, en la elaboración y aprobación de la Constitución de 1869. Recorremos la extensa biografía de este ilustre parlamentario que vivió todos los cambios del último tercio del siglo XIX y los primeros años del XX. Fue ingeniero de caminos, catedrático de Cálculo y de Física matemática, presidente de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales; diputado y ministro de Hacienda y de Fomento. Y, sobre todo, fue dramaturgo y premio Nobel de Literatura -compartido con el poeta provenzal Frédéric Mistral en 1904-, primer español en obtener el galardón de la Academia Sueca. Es por todo ello una figura esencial de la segunda mitad del siglo XIX.
La noticia del Nobel es recibida con un enorme interés en la prensa y en las calles, aunque estará acompañado de cierta polémica, ya que algunos autores ponen en duda sus méritos literarios. La entrega del galardón se celebra un año más tarde en el propio Senado, en una ceremonia presidida por el rey Alfonso XIII. También el Ateneo de Madrid acoge un acto conmemorativo al día siguiente tras una multitudinaria manifestación organizada en su honor.
 
SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL
Premio Nobel de Medicina. En 1906 recibió este premio junto a Camilo Golgi en reconocimiento a su aporte sobre la estructura del sistema nervioso, además de otros trabajos para la ciencia.
Nació en Petilla de Aragón, Navarra, el 1 de mayo de 1852 – Murió en Madrid, 17 de octubre de 1934. fue un médico especializado en histología y anátomo-patología. Obtuvo el premio Nobel de Medicina por descubrir los mecanismos que gobiernan la morfología y los procesos conectivos de las células nerviosas, una nueva y revolucionaria teoría que empezó a ser llamada la "Doctrina de la neurona", basada en que el tejido cerebral está compuesto por células individuales. Pedro Laín Entralgo lo ha considerado la cabeza de la llamada "Generación del 80" o "Generación de Sabios"

JACINTO BENAVENTE
Nació en Madrid, 12.VIII.1866 –y murió en Madrid el 14.VII.1954. Dramaturgo y renovador del teatro del siglo XX. Premio Nobel de Literatura galardonado en 1922 tras una gran carrera en la que escribió varios géneros como poesía, teatro o relato. Propuesto por José Echegaray, Jacinto Octavio Picón y José Rodríguez Carracido, Benavente fue elegido académico en 1912 para ocupar el sillón L, vacante desde la muerte de Marcelino Menéndez y Pelayo, aunque nunca llegó a escribir su discurso de entrada a la Real Academia Española.  Entre 1920 y 1924 escasearon sus estrenos, pero fueron años de renovado éxito en América, adonde volvió a viajar, esta vez como director artístico de la compañía de Lola Membrives. En Argentina recibió la noticia de que le había sido concedido el Premio Nobel. Tras numerosos homenajes en su prolongado viaje por América —incluso fue nombrado hijo adoptivo de Nueva York—, regresó a España y recibió una calurosa acogida de su público, aunque, como sucedió en 1905 con la concesión del Nobel a Echegaray, el premio fue motivo de polémica. A pesar del reconocimiento oficial que significó la imposición de la Gran Cruz de Alfonso XIII por el rey, el mundo de las letras le dio la espalda cuando el crítico y poeta Enrique Díez-Canedo pidió para él un homenaje.

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
Premio Nobel de Literatura. En 1956 se convirtió en el tercer Nobel de la literatura española, dejando en su trayectoria una de las obras más conocidas de la historia de España, ‘Platero y yo’.
Nació en Moguer, Huelva, 1881 – Murió en San Juan de Puerto Rico, 1958
Entre 1905 y 1912 el autor vivió en su pueblo natal, entregado a la lectura y admirando la vida campesina andaluza. Este acercamiento al mundo rural se tradujo en un nuevo sentimentalismo que, sin abandonar la languidez inicial, se enriqueció con impulsos apasionados y juveniles.
En este período escribió Elegías (1908-1910), Olvidanzas (1909), La soledad sonora (1911), Poemas mágicos y dolientes (1911), Melancolía (1912) y Laberinto (1913), así como el libro en prosa Platero y yo (1914), tierna elegía a un borriquillo que se convirtió en uno de sus textos más célebres. De regreso a Madrid conoció a Zenobia Camprubí, española educada en Estados Unidos, con la que se casó en Nueva York en 1916. La vitalidad y las constantes atenciones de Zenobia influyeron decisivamente en el rumbo que adoptó su trayectoria poética. 

SEVERO OCHOA
Premio Nobel de Medicina. En 1959 recibió este premio junto al estadounidense Arthur Konberg por sus descubrimientos sobre el ADN y el ARN. Nació en Luarca, Asturias, 24 de septiembre de 1905 – Murió en Madrid, 1 de noviembre de 1993). Bioquímico y biólogo molecular.
Emigra a los Estados Unidos en 1941 y empieza a trabajar en el Departamento de Farmacología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, en Saint Louis, donde realiza interesantes estudios enzimológicos con los investigadores Carl Cori y Gerty Cori.
En 1942 pasa a trabajar en la Universidad de Nueva York como investigador asociado en la Facultad de Medicina. Es profesor asistente de Bioquímica en 1945, profesor y director del Departamento de Farmacología de dicha facultad desde 1946 hasta 1954, y profesor de Bioquímica y jefe del Departamento de Bioquímica desde 1954 hasta su jubilación.
En 1971 es nombrado director del Laboratorio de Biología Molecular de la Universidad Autónoma de Madrid y en 1985 se traslada definitivamente a España. En la década de los 80 dirige simultáneamente dos grupos de investigación sobre biosíntesis de proteínas, uno en el Instituto de Biología Molecular de Madrid y otro en el Roche Institute of Molecular Biology de Nueva Jersey. Aunque se jubila oficialmente en 1975, nunca abandona la investigación.

VICENTE ALEIXANDRE
Premio Nobel de Literatura. Este escritor sevillano recibió el galardón en 1977 en reconocimiento a su gran obra poética que representa con veracidad la dura realidad española de su época.
Nació en Sevilla, 26.IV.1898 y murió en Madrid, 13.XII.1984
Poeta perteneciente a la Generación del 27, de la que también formaron parte escritores como Federico García Lorca, Pedro Salinas, Luis Cernuda, Rafael Alberti o Dámaso Alonso. Vicente Aleixandre escribió un total de doce poemarios, entre los que se encuentran "Ámbito", "En un vasto dominio" o "Diálogos del conocimiento", cinco obras en prosa y más de una docena de cuadernos sueltos. Además, ganó el Premio Nacional de Literatura y el Premio de la Crítica en dos ocasiones.
Su lenguaje poderoso, cruzado por rafagueantes imágenes y por conceptos sometidos a una tensión que nunca acaba de resolverse, conduce a un mundo de sobrecogedora grandeza, de dilatados límites, en el que el hombre encuentra su lugar al lado de las demás criaturas y seres elementales, unido a una naturaleza de la que consustancialmente no se diferencia: hijo, al fin, de una misma patria universal. Con La destrucción o el amor obtuvo el Premio Nacional de Literatura de 1933, aunque no fue publicado el libro hasta entrado 1935. Al estallar la Guerra Civil, los jóvenes poetas movilizados lo llevaban en sus mochilas como un talismán.
Durante la contienda, Aleixandre participó con Rafael Alberti en un meeting para los obreros ferroviarios en la Estación del Norte y colaboró en las revistas republicanas y con la dramática “Oda a los niños de Madrid muertos por la metralla”, inspirada en los bombardeos de la aviación insurgente el día 7 de noviembre de 1936 contra la población civil de la capital. La evocación en prosa de Federico García Lorca, al enterarse de la terrible muerte del amigo, fue otra de sus contribuciones a la causa republicana.

CAMILO JOSÉ CELA. 
Premio Nobel de Literatura. El autor español recibió en 1989 este premio, un galardón más, aunque quizás el más destacado, entre los muchos premios que recibió a lo largo de su carrera gracias a su obra con grandes éxitos como ‘La Colmena’.
Nació en La Coruña, 1916 y murió en Madrid, 2002
Su trayectoria transitó desde la narrativa de posguerra, hasta erigirse en uno de los valores de la literatura posterior a la Guerra Civil, junto a autores como Miguel Delibes, Carmen Laforet, Juan Goytisolo, Rafael Sánchez Ferlosio o Gonzalo Torrente Ballester. Suceden a estas obras los primeros y mejores libros de viajes, modalidad paisajística y testimonial: Viaje a la Alcarria (1948).
La colmena se publicó en 1951, fue su novela más  famosa. Una excelente muestra de la vida en Madrid en la época de posguerra.
Personaje carismático, y transgresor, muy serio de aspecto pero con un fino sentido del humor y la ironía. Fue senador por designación real y el corrector de la Constitución de 1978.  Cela fue miembro de la Real Española (1957) y fue galardonado, entre otros muchos premios, con el Príncipe de Asturias de las Letras (1987).

MARIO VARGAS LLOSA
Premio Nobel de Literatura en 2010. El autor nacido en Perú pasó buena parte de su vida ligado a España, nacionalidad que obtuvo en el año 1993. Nació en Arequipa, Perú el 28 de marzo de 1936 y murió en Perú el 13 de abril de 2025. Esta condecoración por parte de la Academia Sueca hace honor a su extensa y exitosa obra.
En 1962, visitó la Cuba revolucionaria como corresponsal durante la crisis de los misiles, y en ese contexto expresó simpatía por la revolución, a la que consideraba de carácter libertario. Su cercanía con el proceso cubano lo llevó a participar como jurado del premio de novela de la Casa de las Américas en 1965. Sin embargo, en 1971, tras el encarcelamiento del poeta Heberto Padilla, rompió públicamente con el régimen de Fidel Castro, marcando un giro en su postura política
Mario Vargas Llosa, que ganó el Premio Nobel de Literatura en 2010 y desde 1993 compartió la nacionalidad peruana con la española. Asimismo, Llosa posee entre sus logros el Premio Príncipe de Asturias, el Planeta y el Cervantes. Entre sus libros, se pueden destacar títulos como "La ciudad y los perros", "La tía Julia y el escribidor", "La fiesta del chivo", "La guerra del fin del mundo", "Conversación en la Catedral", "Travesuras de la niña mala" o "El pez en el agua". Recientemente, sacó al mercado "Tiempos Recios".
En 1994 fue incorporado como miembro de la Real Academia Española y galardonado con el Premio Miguel de Cervantes. Su obra ha sido traducida a más de 30 idiomas.

lunes, 1 de septiembre de 2025

PALACIO EPISCOPAL DE ASTORGA

Fue edificado probablemente en el siglo XII gracias a la donación de un solar que hizo la reina Urraca I de León. Era un vetusto caserón cuadrangular, con un amplio patio y numerosas habitaciones que, a mediados del siglo XIX, estaba en un estado ruinoso. Este edificio quedó totalmente destruido por un incendio el 23 de diciembre de 1886. Ya que la ciudad no disponía de un arquitecto diocesano, el obispo Juan Bautista Grau Vallespinós decidió encargar la construcción del nuevo palacio a su amigo Gaudí.


Proyectado por el arquitecto Antoni Gaudí. Está situado en la ciudad, en cuya capital se encuentra la casa Botines, que junto con El Capricho de Comillas (Cantabria) son las únicas obras de Gaudí fuera de Cataluña. La construcción se llevó a cabo entre 1889 y 1915.
Esta obra pertenece al período neogótico de Gaudí (1888-1898), etapa en que el arquitecto se inspiró sobre todo en el arte gótico medieval,
El encargo fue del obispo Grau y tras la muerte de éste en 1893, Gaudí dimitió por desavenencias con el cabildo, por lo que las obras estuvieron paradas durante varios años, quedaba por terminar el piso superior y la cubierta. Finalmente, fue terminado entre 1907 y 1915 por el arquitecto Ricardo García Guereta, quien siguió el trazado de Gaudí pero con un sello más convencional.


Durante la Guerra Civil se utiliza como cuartel y oficinas de la Falange y alojamiento de fuerzas nacionales.
En 1956 D. José Castelltort, obispo natural de Igualada, hace las últimas adaptaciones en el piso segundo del edificio con la intención de habitarlo lo antes posible, pero su repentino fallecimiento lo impide.


Le sucederá en la silla episcopal D. Marcelo González Martín, quien decide definitivamente residir en el Seminario y dedicar el Palacio a sede del Museo de los Caminos, que abrirá al público en 1964.



RAMÓN MARÍA DEL VALLE-INCLÁN.

Nació en Villanueva de Arosa, en 1869 - Murió en Santiago de Compostela, 1935. Narrador y dramaturgo. Se le considera, junto con Federico Ga...