miércoles, 8 de octubre de 2025
LA GENÉTICA ESPAÑOLA
La última investigación más reciente, codirigida por David Reich, de la Escuela de Medicina de Harvard (EE.UU.), muestra que las migraciones y los intercambios genéticos han sido la norma a lo largo de la historia y que el aislamiento genético ha sido la excepción. Siguiendo las últimas investigaciones genéticas sobre el cromosoma nuclear "Y", que es el que aportan los varones y se transmite sólo de varón a varón tenemos:
Hace 4.000 años, una migración procedente de la estepa rusa llegada en carros de caballos barrió la herencia genética de los hombres de Europa y que asciende al 20% de los españoles actuales. Son los Yamnas, de los que se ha excavado muchas tumbas de túmulos en su tierra original.
martes, 7 de octubre de 2025
INSTITUCIONES DE GOBIERNO EN AMÉRICA ESPAÑOLA
Pocos años
después del Descubrimiento, desde 1503 se fue organizando Instituciones que
algunas gobernaban desde la península. Luego se crearon otras en la misma
América. La primera Institución fue el Gobernador en 1501, Nicolás Ovando, que
destituyó a Cristóbal Colón por denuncias de maltrato a los indígenas. El
primer adelantado fue Bartolomé Colón en 1537.
Francisco Pizarro fue adelantado y primer gobernador de Nueva Castilla,
que fue la base territorial sobre la cual se asentó y expandió el virreinato del
Perú. El primer Virreinato fue el de Perú (1542), con capital en Lima.
Hernán
Cortés en 1521 propuso el nombre de “Nueva España” tras la conquista. Fue su
primer Gobernador y en 1528 la corona instaló una Real Audiencia en Nueva
España con el objetivo de instaurar un mayor control judicial y de gobierno.
Después se creó el Virreinato de Nueva España (1535), con capital en México y
jurisdicción en todo el territorio actual de América Central y del Norte.
Las
Instituciones En La Península Fueron:
El Rey,
El Consejo
De Indias
La Casa De
Contratación
En América
Los Virreyes
Las
Audiencias
Los Cabildos
Los
Adelantados
Los
Capitanes Generales
Los
Gobernadores
Las
Consulados.
Sólo en los
primeros años posteriores a la conquista, el rey tuvo a su cargo directo los
asuntos de América, luego la mayoría de las tareas pasaron a ser desempeñadas
por la Casa de Contratación de Sevilla creada en 1503, que también fue
delegando atribuciones al Consejo de Indias, creado en 1511, que finalmente,
hacia el siglo XVII era la institución española con más poderes en América.
El Consejo
de Indias proponía los candidatos a ocupar los cargos de virreyes, gobernadores
u otros cargos importantes. Presentaba las propuestas de ley que luego eran
evaluadas por el monarca quien decidía sobe la conveniencia de su aprobación.
Tenía
además, funciones judiciales, interviniendo en grado de apelación, sobre las
sentencias de montos elevados dictadas por las Audiencias. Tenía a su cargo el
juicio de residencia que se aplicaba a virreyes, gobernadores, capitanes
generales y otros funcionarios importantes, acusados ante el juez de
residencia, comisionado que se trasladaba a las distintas ciudades de América
con este fin, por abusos de poder o corrupción entre otras cuestiones, y
también cuando finalizaban su mandato. El funcionario acusado debía permanecer
en su puesto mientras duraba el proceso. Las penas a aplicar podían consistir
en multas, confiscación de bienes o prisión.
Enviaba
igualmente Visitadores Generales con funciones de Supervisión y Control.
También le incumbía el ejercicio del Real Patronato, por concesión otorgada a
los Reyes Católicos por el papa Julio II para ejercer en América funciones
eclesiásticas.
La Casa de
Contratación, tenía fines comerciales, regulando la actividad mercantil.
Regulaba el sistema de flotas y galeones, cobraba impuestos y actuaba como
tribunal de comercio. A partir de 1583, el Tribunal de Comercio se independizó
de la Casa de Contratación, y ésta compartió sus actividades con un nuevo
organismo, el Consulado, ente gremial que conformaban poderosos comerciantes
que regulaban el comercio con las Indias, de manera monopólica.
En América,
la máxima autoridad eran los Virreyes, representantes del rey, con poderes
políticos, religiosos, militares y judiciales. En general, duraban tres años en
sus funciones.
Los
Capitanes Generales, ejercían todos los poderes pero en territorios de menores
dimensiones, en los que se dividía el virreinato, llamados capitanías
generales.
Los
Gobernadores, ejercían sus funciones en territorios aún más pequeños, las
gobernaciones. Intervenían en grado de apelación en las decisiones de los
Cabildos, que luego podían apelarse nuevamente ante la Audiencia. Reemplazaron
a los Adelantados, durante el reinado de Felipe II.
Los
Adelantados eran aquellos que habían conquistado las tierras para España, y que
habían firmado con el rey una capitulación, acuerdo por el cual los gastos de
la expedición quedaba a cargo de los conquistadores, recibiendo a cambio
poderes políticos, militares y judiciales sobre los territorios conquistados.
Los
gobernadores designaban como sus asistentes a los tenientes generales y a los
tenientes de gobernador que se desempeñaban en ciudades que no eran cabeza de
provincia.
Las
Audiencias tenían funciones Judiciales y estaban integradas por los oidores,
prestigiosos hombres del Derecho, cuyas decisiones sólo podían ser apeladas
ante el Consejo de Indias cuando se tratara de asuntos de importancia económica
considerable. Entre otras funciones asesoraban y vigilaban a los virreyes en el
cumplimiento de sus funciones. Las Audiencias se instalaban en las provincias
mayores, que contaban con un gobernador-presidente, que presidía la Audiencia.
Las provincias menores contaban sólo con un gobernador.
Existían las
Audiencias Virreinales, ubicadas en las capitales de los virreinatos, que eran
presididas por el virrey. Las pretoriales, presididas por el gobernador y
situadas en la ciudad cabecera de provincia y las subordinadas en otras
ciudades.
Los
Cabildos, gobernaban las más pequeñas unidades administrativas, las ciudades, y
el ámbito rural que las rodeaba. Las ciudades sin Cabildo no tenían existencia
política. Eran instituciones integradas por vecinos, considerándose como tales,
los que tenían casa poblada en la ciudad. La formaban los alcaldes, uno o dos,
con funciones judiciales, los regidores con atribuciones militares, el alférez
real, que representaba a la ciudad en las ceremonias públicas y el alguacil
mayor con poder de policía.
Entre las
autoridades residentes en América no había una jerarquía, sino un equilibrio de
funciones que eran autónomas pero a su vez interdependientes entre sí.
lunes, 6 de octubre de 2025
CARLOS I DE ESPAÑA, NO ERA EL REY V DE ALEMANIA
En realidad Alemania no existía. Lo que conocemos como
Alemania era parte del Imperio Carolingio. Alemania fue unificada como un
moderno Estado-Nación en 1871, cuando se forjó el Imperio alemán, con el Reino
de Prusia como su principal constituyente.
El "conjunto de reinos germanos" se refiere a las distintas entidades políticas establecidas por pueblos germánicos en Europa tras la caída del Imperio Romano de Occidente, que incluyen el Reino Franco, el Reino Visigodo, el Reino Ostrogodo, el Reino Vándalo, el Reino Suevo y el Reino de los Anglosajones, entre otros. Estos reinos se formaron entre los siglos V y VIII, fusionando elementos germánicos y romanos y sentando las bases de la Europa medieval.
El "conjunto de reinos germanos" se refiere a las distintas entidades políticas establecidas por pueblos germánicos en Europa tras la caída del Imperio Romano de Occidente, que incluyen el Reino Franco, el Reino Visigodo, el Reino Ostrogodo, el Reino Vándalo, el Reino Suevo y el Reino de los Anglosajones, entre otros. Estos reinos se formaron entre los siglos V y VIII, fusionando elementos germánicos y romanos y sentando las bases de la Europa medieval.
Carlomagno al verse morir dividió el territorio en marcas, condados y ducados. Carlos IV era realmente rey del Imperio Germánico y rey de los romanos, emperador por tanto. Y Carlos V exactamente igual, no se podía ser Emperador sin ser rey de romanos. No se trataba de un estado, sino un conjunto de reinos.
El Sacro Imperio Romano Germánico (962-1806) fue una agrupación política ubicada en la Europa occidental y central, cuyo ámbito de poder recayó en el Emperador descendiente de Carlomagno por elección desde la Edad Media hasta inicios de la Edad Contemporánea.
La tradición del Imperio de Carlomagno que desapareció en el siglo X, el cual llevaba el título de Emperador Romano de Occidente. Se denominó “Sacro” en época de Barbarroja, para dar el sentido legítimo de la voluntad divina en el sentido del cristianismo. La designación “Sacrum Imperium” apareció en 1157, mientras que el título “Sacrum Romanum Imperiuma” fue en 1184 y fue usado de manera definitiva desde 1254. El nombre de Nación Germánica fue añadido en el siglo XV.
Napoleón creó la Confederación del Rin en 1806 que susituyó al Imperio Sacro Germano Romano. La Confederación Germánica fue una unión establecida en 1815 por el Congreso de Viena que agrupó a 39 Estados alemanes en una confederación de Estados soberanos bajo la presidencia de la Casa de Austria. Sucedió que Alemania Unficada como un moderno estado-nación en 1871, cuando se forjó el Imperio alemán, con el Reino de Prusia como su principal constituyente.
Carlos de Habsburgo, (nuestro Carlos I), Rey de España, cuando murió su abuelo, Fernando el Católico, en 1516, en virtud del testamento redactado el día anterior, lo nombraba Gobernador y Administrador de los Reinos de Castilla y León, en nombre de su hija, la reina Juana I incapacitada por su enfermedad. Y en la Corona de Aragón hacía lo propio, solo que hasta que Carlos llegara en Castilla gobernaría el cardenal Cisneros.
A partir de entonces, Carlos comenzó a pensar en tomar el título de "Rey", aconsejado por sus consejeros flamencos. Carlos solicitó al Consejo de Castilla su decisión de titularse Rey. Tras largas deliberaciones el cardenal Cisneros comunicó al reino la decisión. El mismo mes se informó de la nueva intitulación real:
“Doña Juana y don Carlos su hijo, reina y rey de Castilla, de León, de Aragón, de las Dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las islas de Canaria, de las Islas, Indias y Tierra Firme del mar Océano, condes de Barcelona, señores de Vizcaya y de Molina, duques de Atenas y Neopatria, condes de Ruisellón y de Cerdaña, marqueses de Oristán y de Gociano, archiduques de Austria, duques de Borgoña y de Brabante, condes de Flandes, de Tirol, etc”. Esos son los títulos que heredó.
El Impero era Sacro, es decir "Sagrado", porque era el protector de la iglesia romana en Europa. Y también era el Emperador de los reinos, fue elegido como rey de romanos, por lo tanto emperador, por ser nieto del emperador anterior Maximiliano I, padre de Felipe el hermoso, que ya había fallecido.
domingo, 5 de octubre de 2025
FERNANDO DE TRASTÁMARA REY DE ARAGÓN Y DE CASTILLA
Juan de Trastámara, (su padre), como regente en Aragón en
nombre de su propio hermano, el ausente rey de Aragón Alfonso V, había sido
desafiado por la nobleza y el alto clero del reino. Entre rebeliones y
disturbios su esposa embarazada, Juana Enríquez, tuvo que refugiarse en la
frontera con Navarra. Allí nació Fernando de Trastámara en 1452.
Juan II V en 1458 hereda el reino de Aragón y designó a Fernando
gobernador de Cataluña en 1462, bajo la regencia de su madre por su corta edad.
Fueron muy mal recibidos en Barcelona por la oligarquía que detentaba el poder
en la ciudad Condal.
Cataluña estaba entonces profundamente dividida. Los "malos usos" ( prestaciones señoriales que los cultivadores o pageses consideraban que abusivas). y eran característicos del feudalismo catalán. Habían causado un creciente enfrentamiento entre los campesinos y sus señores tanto laicos como eclesiásticos..
El golpe de Estado producido en Barcelona en 1462, después de varias conspiraciones, para eliminar el poder regio, provocó la huida, en difíciles circunstancias de Juana y su hijo Fernando. Refugiados en Gerona fueron rodeados por un ejército. Así comenzó la guerra civil catalana que iba a durar diez años. El rey Juan buscó el apoyo de Francia de Luis XI. La necesidad de obtener fondos le llevó a hipotecar los condados transpirenaicos del Rosellón y la Cerdaña a la corona francesa.
La recuperación de Juan II hizo evidente a los rebeldes que no podrían imponerse sin apoyos externos. En este momento aparece por primera vez Fernando como jefe de las fuerzas aragonesas, aunque solo con carácter nominal por su corta edad. El condestable fue derrotado en la batalla de Calaf, muriendo poco después.
Cataluña estaba entonces profundamente dividida. Los "malos usos" ( prestaciones señoriales que los cultivadores o pageses consideraban que abusivas). y eran característicos del feudalismo catalán. Habían causado un creciente enfrentamiento entre los campesinos y sus señores tanto laicos como eclesiásticos..
El golpe de Estado producido en Barcelona en 1462, después de varias conspiraciones, para eliminar el poder regio, provocó la huida, en difíciles circunstancias de Juana y su hijo Fernando. Refugiados en Gerona fueron rodeados por un ejército. Así comenzó la guerra civil catalana que iba a durar diez años. El rey Juan buscó el apoyo de Francia de Luis XI. La necesidad de obtener fondos le llevó a hipotecar los condados transpirenaicos del Rosellón y la Cerdaña a la corona francesa.
La recuperación de Juan II hizo evidente a los rebeldes que no podrían imponerse sin apoyos externos. En este momento aparece por primera vez Fernando como jefe de las fuerzas aragonesas, aunque solo con carácter nominal por su corta edad. El condestable fue derrotado en la batalla de Calaf, muriendo poco después.
JUAN II DE ARAGÓN
Un poderoso ejército derrotó en 1467 a las fuerzas aragonesas, encabezadas por el jovencísimo príncipe Fernando, en la batalla de Viladamat. Prisioneros los mejores jefes militares realistas, el propio Fernando se salvó milagrosamente. Enfermo Juan II solo podía buscar ayuda en la vecina Castilla. Conservaba importantes contactos tras la proclamación como heredera de la princesa Isabel en 1468. La propuesta consistió en acordar el matrimonio de Isabel con su hijo Fernando, primo segundo de Isabel-
Fernando se ocupó de enviar refuerzos a su padre. Su destreza contribuyó a lograr la definitiva derrota de la rebelión catalana en 1472. Fernando en un joven lleno de criterio y muy maduro para su edad. Lo demostró con creces en el difícil momento de la Sucesión Castellana en 1474, contra el reino de Portugal. La guerra promovida por los partidarios de la Beltraneja en alianza con Portugal y Francia puso en gravísimas dificultades a los nuevos reyes. Fernando tuvo que multiplicarse tanto en el frente diplomático como en el militar.
Tuvo que acudir en ayuda de su padre ante la nueva invasión francesa de Cataluña y resignarse a aceptar inteligente y momentáneamente la pérdida del Rosellón y la Cerdaña. Para luego centrarse en Castilla donde su aprovechamiento de la indecisa batalla de Toro fue magistral.
Años antes en el “Compromiso de Caspe” en 1412, se buscaba un rey entre Aragón, Valencia y el Principado de Cataluña y es elegido Fernando de Trastámara. A éste Fernando I de Aragón le sucedió su hijo Alfonso V de Aragón. A este le sucede en Aragón Juan II, que será el padre de Fernando.
Juan II se casó con Blanca de Navarra, se había convertido en rey consorte de Navarra y en mayo de 1421 nació el que sería el Príncipe de Viana. En mayo de 1441 moría su esposa Blanca de Navarra. La sucesión al reino de Navarra iba a generar un prolongado enfrentamiento entre dos bandos, padre e hijo. Viudo, Juan II en Navarra se casa en 1443 con Juana Enríquez. En octubre de 1451, el príncipe Carlos de Viana, derrotado y acusado por su padre de alta traición fue hecho prisionero. Mientras que la mujer de Juan, que estaba en estado de gestación se trasladó a Sos, Aragón, donde nació Fernando, en 1452.
Un poderoso ejército derrotó en 1467 a las fuerzas aragonesas, encabezadas por el jovencísimo príncipe Fernando, en la batalla de Viladamat. Prisioneros los mejores jefes militares realistas, el propio Fernando se salvó milagrosamente. Enfermo Juan II solo podía buscar ayuda en la vecina Castilla. Conservaba importantes contactos tras la proclamación como heredera de la princesa Isabel en 1468. La propuesta consistió en acordar el matrimonio de Isabel con su hijo Fernando, primo segundo de Isabel-
Fernando se ocupó de enviar refuerzos a su padre. Su destreza contribuyó a lograr la definitiva derrota de la rebelión catalana en 1472. Fernando en un joven lleno de criterio y muy maduro para su edad. Lo demostró con creces en el difícil momento de la Sucesión Castellana en 1474, contra el reino de Portugal. La guerra promovida por los partidarios de la Beltraneja en alianza con Portugal y Francia puso en gravísimas dificultades a los nuevos reyes. Fernando tuvo que multiplicarse tanto en el frente diplomático como en el militar.
Tuvo que acudir en ayuda de su padre ante la nueva invasión francesa de Cataluña y resignarse a aceptar inteligente y momentáneamente la pérdida del Rosellón y la Cerdaña. Para luego centrarse en Castilla donde su aprovechamiento de la indecisa batalla de Toro fue magistral.
Años antes en el “Compromiso de Caspe” en 1412, se buscaba un rey entre Aragón, Valencia y el Principado de Cataluña y es elegido Fernando de Trastámara. A éste Fernando I de Aragón le sucedió su hijo Alfonso V de Aragón. A este le sucede en Aragón Juan II, que será el padre de Fernando.
Juan II se casó con Blanca de Navarra, se había convertido en rey consorte de Navarra y en mayo de 1421 nació el que sería el Príncipe de Viana. En mayo de 1441 moría su esposa Blanca de Navarra. La sucesión al reino de Navarra iba a generar un prolongado enfrentamiento entre dos bandos, padre e hijo. Viudo, Juan II en Navarra se casa en 1443 con Juana Enríquez. En octubre de 1451, el príncipe Carlos de Viana, derrotado y acusado por su padre de alta traición fue hecho prisionero. Mientras que la mujer de Juan, que estaba en estado de gestación se trasladó a Sos, Aragón, donde nació Fernando, en 1452.
CARLOS, PRÍNCIPE DE VIANA
Juan II de Aragón y de Navarra se coronó rey de Aragón, desheredando para ello a Carlos de Viana y a su hermana Blanca, en beneficio de su hija menor Leonor. Y encumbró a su hijo Fernando en detrimento de Carlos.
El monarca aragonés firmó obligado, la llamada “Concordia de Barcelona” en enero de 1460 por la que perdonaba a su hijo Carlos, y lo reconoció como primogénito heredero. El príncipe Carlos, desde Barcelona, negoció con Enrique IV de Castilla (su sobrino, hermanastro de Isabel), su boda con Isabel de Castilla. Estos contactos sirvieron de justificación para que Juan II ordenara la detención y encierro de nuevo de su hijo Carlos en 1460. Esto provocó revueltas en Cataluña. Pero inesperadamente muere Carlos de Viana. Fernando es reconocido heredero titulándose Rey de Aragón, Valencia, Mallorca, Cerdeña y Conde de Barcelona, que lo sería desde el 20 de enero de 1479, hasta su muerte, el 23 de enero de 1516. Y en vida de su padre fue rey de Sicilia desde 1468.
Fernando creció hasta convertirse en caballero seguro de sí mismo.
El rey castellano, Enrique IV deseaba que su hija Juana, fuese la heredera, pero siempre existieron dudas de su paternidad, amén de que él mismo desterró a su esposa, y estando desterrada quedó embarazada de su amante, Pedro de Castilla con quien tuvo hijos gemelos, y abrumada, decidió huir.
El deshonor de Enrique era evidente y un golpe enorme al no poder demostrar la fidelidad de la reina y por consecuencia la sospecha de la bastardía de su hija Juana.
A esto se sumaba que la boda entre Enrique IV y Juana de Avis, que eran primos segundos, no tenía el necesario. consentimiento papal. Con lo cual se decide el acuerdo de Los Toros de Guisando en septiembre de 1468, donde Isabel sería reconocida como Princesa de Asturias.
Juan II de Aragón y de Navarra se coronó rey de Aragón, desheredando para ello a Carlos de Viana y a su hermana Blanca, en beneficio de su hija menor Leonor. Y encumbró a su hijo Fernando en detrimento de Carlos.
El monarca aragonés firmó obligado, la llamada “Concordia de Barcelona” en enero de 1460 por la que perdonaba a su hijo Carlos, y lo reconoció como primogénito heredero. El príncipe Carlos, desde Barcelona, negoció con Enrique IV de Castilla (su sobrino, hermanastro de Isabel), su boda con Isabel de Castilla. Estos contactos sirvieron de justificación para que Juan II ordenara la detención y encierro de nuevo de su hijo Carlos en 1460. Esto provocó revueltas en Cataluña. Pero inesperadamente muere Carlos de Viana. Fernando es reconocido heredero titulándose Rey de Aragón, Valencia, Mallorca, Cerdeña y Conde de Barcelona, que lo sería desde el 20 de enero de 1479, hasta su muerte, el 23 de enero de 1516. Y en vida de su padre fue rey de Sicilia desde 1468.
Fernando creció hasta convertirse en caballero seguro de sí mismo.
El rey castellano, Enrique IV deseaba que su hija Juana, fuese la heredera, pero siempre existieron dudas de su paternidad, amén de que él mismo desterró a su esposa, y estando desterrada quedó embarazada de su amante, Pedro de Castilla con quien tuvo hijos gemelos, y abrumada, decidió huir.
El deshonor de Enrique era evidente y un golpe enorme al no poder demostrar la fidelidad de la reina y por consecuencia la sospecha de la bastardía de su hija Juana.
A esto se sumaba que la boda entre Enrique IV y Juana de Avis, que eran primos segundos, no tenía el necesario. consentimiento papal. Con lo cual se decide el acuerdo de Los Toros de Guisando en septiembre de 1468, donde Isabel sería reconocida como Princesa de Asturias.
MATRIMONIO DE ISABEL Y FERNANDO
La boda de Isabel y Fernando sería en Castilla, donde luego
se radicarían. Se necesitaba organizar el viaje de Fernando y sacar a Isabel de
Ocaña, donde era prácticamente una prisionera. Ella se fue a Madrigal. Desde
allí Isabel escribió al rey explicándole que de los tres pretendientes había
escogido a Fernando, y que éste le reconocía también como su legítimo rey.
Isabel se movía dentro de la legalidad con astucia. En 1469 Isabel tenía
dieciocho años y Fernando diecisiete.En 1493 el rey de Francia, Carlos VIII decidió entonces devolver a Fernando el Rosellón (tratado de Barcelona), indemnizar a Enrique VII de Inglaterra y llegar a un acuerdo con Maximiliano y su hijo Felipe (el hermoso), que se preparaba para un matrimonio español, creyendo tener las manos libres. Luego reclamó Nápoles.
Fernando formó una Liga Santa a la que se incorporaron también sus aliados y, en Atella, derrotó a los franceses con un experto general, Gonzalo de Córdoba, a quien los italianos llamaron el Gran Capitán.
Pronto nacieron dos nietos varones, Miguel de Portugal (que murió dos años después) y Carlos de Borgoña, (hijo de Juana y Felipe el hermoso) destinado éste a ser Carlos I de España y el emperador Carlos V.
El Gran Capitán volvió a Italia y en Barletta y las victorias de Ceriñola y Garellano forjó una fama que se mantuvo hasta 1635: la Infantería española era reina de las batallas. Luis XII no tuvo más remedio que concertar una tregua dejando Nápoles bajo ocupación hispana.
Los RR CC tenían ente sí un problema de sucesión. La herencia pasaba a Juana y Felipe. Las relaciones entre ambos cónyuges eran tormentosas , la reina Isabel tenía la seguridad de que su hija se volvería loca, al igual que su propia madre, y Felipe era amigo de Francia. Algunos nobles que habían combatido a los Reyes Católicos en 1475, se prestaron a servir de apoyo a Felipe que quería sustituir a Fernando en el momento en que Isabel falleciera.
La Guerra de Granada comenzó en 1481 y duró 10 años. Fernando se acuarteló con sus oficiales y fue una campaña militar en la que lentamente fue conquistando ciudades y llegó a hacer prisionero al Boabdil el chico, al que liberó con condiciones de terminar la guerra entragando la ciudad de granada, para seguridad se quedó con sus dos hijos como garantía. La capitulación se realizó el 1 de enero de 1492 y la entrega de la ciudad al día siguiente. Europa entera celebró la victoria al Islam.
La reina Isabel la Católica falleció en 1504 en Medina del
Campo. Previamente informada por sus embajadores de la situación, añadió a su
testamento un codicilo en el cual disponía que si Juana estaba ausente,
renunciaba por sí misma o era incapacitada, Fernando y no Felipe debía tomar
las riendas del poder. Felipe el Hermoso viajó a España en compañía de su
esposa, con tropas, y reunió en torno a su persona un partido nobiliario. Ante
la perspectiva de una nueva división con guerra, Fernando cedió a su yerno el
ejercicio (concordia de Salamanca, 1505) a cambio de una indemnización, y se
retiró a Aragón y luego a Italia.
Fernando incorporó Nápoles a la Corona de Aragón y relevó al Gran Capitán de sus funciones como virrey.
En septiembre de 1506 falleció Felipe el Hermoso, Juana escribió a su padre que volviera para gobernar, la apoyaba el cardenal Cisneros y el segundo duque de Alba. Fernando dejó en manos del Cardenal Cisneros conjuntamente con un Consejo de Regencia. En agosto de 1507, el Rey Católico retornó a España decidido a recuperar el poder que antes le habían arrebatado en Castilla. Se encontró con su hija el 28 de agosto de 1507, y volvió a asumir el gobierno de Castilla. Fue cuando se enteró de la situación de su hija Juana. Por entonces estaba rota por el dolor por la muerte de su marido y además embarazada, daba muestras de demencia. Poco después, la soberana comunicó su intención de trasladar los restos de Felipe el Hermoso a la ciudad de Granada a pie. Al llegar a la cercana villa de Torquemada, la reina debió detenerse, debido a las molestias provocadas por el embarazo de la que iba a ser su hija Catalina que nació poco después.
Fernando incorporó Nápoles a la Corona de Aragón y relevó al Gran Capitán de sus funciones como virrey.
En septiembre de 1506 falleció Felipe el Hermoso, Juana escribió a su padre que volviera para gobernar, la apoyaba el cardenal Cisneros y el segundo duque de Alba. Fernando dejó en manos del Cardenal Cisneros conjuntamente con un Consejo de Regencia. En agosto de 1507, el Rey Católico retornó a España decidido a recuperar el poder que antes le habían arrebatado en Castilla. Se encontró con su hija el 28 de agosto de 1507, y volvió a asumir el gobierno de Castilla. Fue cuando se enteró de la situación de su hija Juana. Por entonces estaba rota por el dolor por la muerte de su marido y además embarazada, daba muestras de demencia. Poco después, la soberana comunicó su intención de trasladar los restos de Felipe el Hermoso a la ciudad de Granada a pie. Al llegar a la cercana villa de Torquemada, la reina debió detenerse, debido a las molestias provocadas por el embarazo de la que iba a ser su hija Catalina que nació poco después.
En febrero de 1509, Fernando ordenó encerrar a Juana en Tordesillas para evitar que se formase un partido nobiliario en su torno. Tres años después de la muerte de su esposo. Allí permaneció durante medio siglo, hasta su muerte en 1555. Murió siendo reina de Castilla. Fernando gobernó como regente de Castilla por segunda vez, dejando nuevamente la gobernación al cardenal Cisneros y él se centró en Italia. Fernando ejerció las funciones de rey de Castilla, contando con el apoyo de los más fuertes sectores de la nobleza y especialmente de Cisneros, arzobispo de Toledo, y del duque de Alba, Fadrique Álvarez de Toledo. Cisneros, que seguía viviendo con la modestia de un fraile, puso a disposición del Rey los cuantiosos recursos. En 1509, Cisneros conquistó Orán.
Luis XII de Francia pudo reunir en Pisa una asamblea que se dio a sí misma tal nombre y preparó el juicio contra Julio II en octubre de 1511. Fernando de Aragón hubo de volver al enfrentamiento con Francia: puso en pie una nueva Liga que llamó Santísima porque defendía las prerrogativas del vicario de Cristo y en ella entraron su consuegro Maximiliano y su yerno Enrique VIII de Inglaterra. Francia disponía de mejores tropas, a cuyo frente se hallaba un hermano de Germana de Foix, que logró la brillante victoria de Rávena sobre los aliados. Pero en esta batalla perdió la vida. Luis XII había reconocido los derechos de esta rama de los Foix sobre el patrimonio del linaje que ostentaban los Albret.
La muerte del noble en el campo de Rávena supuso que los derechos de la Casa de Foix recaían en la esposa de Fernando, Germana de Foix, por lo que el rey de Francia ya no tenía ningún interés en apoyar las reivindicaciones territoriales de la Casa de Foix.
Pero Fernando convocó a las Cortes aragonesas en 1512, a fin de solicitar un subsidio con el que financiar armas y jinetes para las campañas en el Norte peninsular.
El arzobispo de Zaragoza, Alonso de Aragón, hijo de Fernando
el Católico, colaboró con un importante contingente de 3.000 peones y 400
jinetes en la “guerra santa”. Aunque la
invasión ya se había iniciado el 10 de julio el grueso de las tropas entró el
19 de julio. Fue realmente un paseo militar. Pocos días después los navarros
capitularon sin combatir.
Tras la rendición de Pamplona, y luego Tudela que capituló el 9 de septiembre y el 4 de octubre de 1512, Fernando el Católico entró en ella para jurar su fueros y privilegios.
La rendición de las plazas fue paulatina. En junio de 1515 se resolvió por las Cortes de Burgos que se anexionaba definitivamente Navarra a Castilla, guardando los fueros y costumbres del reino. Castilla contaba con más medios para defender el territorio de una posible invasión francesa. En cualquier caso la anexión no supuso ninguna subordinación a Castilla. Navarra conservó sus Cortes, fueros y costumbres, sus leyes y su moneda y el rey estuvo representado por un virrey. La Navarra ultra pirenaica pasó a la soberanía de Francia y sus monarcas llevaron el título de reyes de Francia y Navarra hasta 1789. En España la actual Comunidad Foral de Navarra abarca el territorio correspondiente a la Alta Navarra. La Baja Navarra forma parte del llamado País Vasco francés.
Fue el último gran éxito de Fernando el Católico.
En 1511, Fernando el Católico encargó un estudio jurídico-teológico que concluyó que la guerra contra los indígenas de América sólo será justa. Las Leyes de Burgos, sancionadas por Fernando el 27 de diciembre de 1512, surgieron por la preocupación de la Corona por el trato a los indígenas. Dichas Leyes fueron consecuencia política y jurídica de los frailes dominicos. Fue esta la primera vez que la Corona convocó a teólogos y juristas para que le aconsejaran sobre el problema del Nuevo Mundo. Se determinó por tanto que los indios son libres y deben ser tratados como tales. Han de ser instruidos en la fe, como mandan las bulas pontificias. Tienen obligación de trabajar, sin que ello estorbe a su educación en la fe, y de modo que sea de provecho para ellos y para la corona. Han de tener contacto y comunicación con los cristianos y deben de recibir un salario justo por su trabajo.
Tras la rendición de Pamplona, y luego Tudela que capituló el 9 de septiembre y el 4 de octubre de 1512, Fernando el Católico entró en ella para jurar su fueros y privilegios.
La rendición de las plazas fue paulatina. En junio de 1515 se resolvió por las Cortes de Burgos que se anexionaba definitivamente Navarra a Castilla, guardando los fueros y costumbres del reino. Castilla contaba con más medios para defender el territorio de una posible invasión francesa. En cualquier caso la anexión no supuso ninguna subordinación a Castilla. Navarra conservó sus Cortes, fueros y costumbres, sus leyes y su moneda y el rey estuvo representado por un virrey. La Navarra ultra pirenaica pasó a la soberanía de Francia y sus monarcas llevaron el título de reyes de Francia y Navarra hasta 1789. En España la actual Comunidad Foral de Navarra abarca el territorio correspondiente a la Alta Navarra. La Baja Navarra forma parte del llamado País Vasco francés.
Fue el último gran éxito de Fernando el Católico.
En 1511, Fernando el Católico encargó un estudio jurídico-teológico que concluyó que la guerra contra los indígenas de América sólo será justa. Las Leyes de Burgos, sancionadas por Fernando el 27 de diciembre de 1512, surgieron por la preocupación de la Corona por el trato a los indígenas. Dichas Leyes fueron consecuencia política y jurídica de los frailes dominicos. Fue esta la primera vez que la Corona convocó a teólogos y juristas para que le aconsejaran sobre el problema del Nuevo Mundo. Se determinó por tanto que los indios son libres y deben ser tratados como tales. Han de ser instruidos en la fe, como mandan las bulas pontificias. Tienen obligación de trabajar, sin que ello estorbe a su educación en la fe, y de modo que sea de provecho para ellos y para la corona. Han de tener contacto y comunicación con los cristianos y deben de recibir un salario justo por su trabajo.
JUANA I DE CASTILLA
El Rey aceptó, pero es absolutamente cierto que permaneció al margen de esos horizontes y preocupado especialmente por ejecutar la incorporación definitiva de Nápoles a la Corona de Aragón. Esperaba garantizar las comunicaciones mercantiles tan afectadas por la piratería.
La vejez de Fernando corrió en paralelo con el engrandecimiento de la figura del cardenal Jiménez de Cisneros. El rey, el “viejo aragonés”, se moría. Otorgó todas sus posesiones a su hija Juana, y en el puesto de ella, debía asumir el gobierno y la regencia de los reinos de Castilla y Aragón, su nieto Carlos de Gante, futuro Carlos I y, hasta su llegada de la corte de Flandes, nombró a su hijo Alonso de Aragón (hijo de Aldonza y nacido durante su matrimonio con Isabel) regente de los reinos de la Corona de Aragón y al Cardenal Cisneros, regente de Castilla.
Falleció el gran rey Fernando el católico el 23 de enero de 1516, cuando se hallaba en una remota aldea extremeña, Madrigalejo. Como escribió el historiador de la época, Pedro Mártir de Anglería, “el señor de tantos reinos, el adornado de tantas palmas, el propagador de la religión católica y el vencedor de tantos enemigos, murió en una miserable casa rústica y, contra la opinión de las gentes, pobre”.
El cardenal Cisneros estaba al frente del gobierno hasta la llegada de Carlos de Gante el 19 de septiembre de 1517. Pero no pudo continuar viajando y se detuvo en Burgos, donde falleció el 8 de noviembre de 1517.
En su libro el hispanista Henry Kamen, dice que de Fernando en realidad, sabemos muy poco sobre su vida, porque la documentación es malísima, especialmente en lo referido a la Corona Aragonesa. El primer archivo nacional surgió en el siglo XVI en Castilla y, por tanto, la documentación sobre los Reyes Católicos está monopolizada por la figura de Isabel la Católica. Se le atribuyen a ella muchas cosas que son mérito exclusivo de él, apunta. Antes que él, solo Jaume Vicens Vives logró una aproximación solvente a la figura del aragonés a través de una biografía fuertemente contestada por los nacionalistas.
El Rey aceptó, pero es absolutamente cierto que permaneció al margen de esos horizontes y preocupado especialmente por ejecutar la incorporación definitiva de Nápoles a la Corona de Aragón. Esperaba garantizar las comunicaciones mercantiles tan afectadas por la piratería.
La vejez de Fernando corrió en paralelo con el engrandecimiento de la figura del cardenal Jiménez de Cisneros. El rey, el “viejo aragonés”, se moría. Otorgó todas sus posesiones a su hija Juana, y en el puesto de ella, debía asumir el gobierno y la regencia de los reinos de Castilla y Aragón, su nieto Carlos de Gante, futuro Carlos I y, hasta su llegada de la corte de Flandes, nombró a su hijo Alonso de Aragón (hijo de Aldonza y nacido durante su matrimonio con Isabel) regente de los reinos de la Corona de Aragón y al Cardenal Cisneros, regente de Castilla.
Falleció el gran rey Fernando el católico el 23 de enero de 1516, cuando se hallaba en una remota aldea extremeña, Madrigalejo. Como escribió el historiador de la época, Pedro Mártir de Anglería, “el señor de tantos reinos, el adornado de tantas palmas, el propagador de la religión católica y el vencedor de tantos enemigos, murió en una miserable casa rústica y, contra la opinión de las gentes, pobre”.
El cardenal Cisneros estaba al frente del gobierno hasta la llegada de Carlos de Gante el 19 de septiembre de 1517. Pero no pudo continuar viajando y se detuvo en Burgos, donde falleció el 8 de noviembre de 1517.
En su libro el hispanista Henry Kamen, dice que de Fernando en realidad, sabemos muy poco sobre su vida, porque la documentación es malísima, especialmente en lo referido a la Corona Aragonesa. El primer archivo nacional surgió en el siglo XVI en Castilla y, por tanto, la documentación sobre los Reyes Católicos está monopolizada por la figura de Isabel la Católica. Se le atribuyen a ella muchas cosas que son mérito exclusivo de él, apunta. Antes que él, solo Jaume Vicens Vives logró una aproximación solvente a la figura del aragonés a través de una biografía fuertemente contestada por los nacionalistas.
ESTATUA DE FERNANDO EL CATOLICO EN MADRID
“No solo los catalanes han despreciado a Fernando el
Católico. Tampoco los castellanos han mostrado nunca grandes simpatías por un
hombre que en realidad solo hablaba castellano y, pese a nacer en la región de
Zaragoza. La nobleza castellana sentía aversión por Fernando, al que llamaban
de forma despectiva, “el viejo catalán”. A lo mejor tiene que ver con su
carácter o su actitud”. Lo cierto es que Fernando e Isabel trabajaron para
desterrar los enormes privilegios de las noblezas castellanas.
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