domingo, 2 de junio de 2019

SIGLO XX-56- CONSECUENCIAS DE LA GUERRA CIVIL

El coste humano de la Guerra Civil tuvo unas consecuencias inmediatas. Además de muertos, heridos desaparecidos y la pérdida de la gente joven, y la desproporción entre hombres y mujeres. También el exilio y abandono de su país de infinidad de gente. Al igual que después de un incendio se asegura el monte apagando cualquier rescoldo que queda, pues la represión posterior a la guerra pretendió apagar cualquier posibilidad de rebeldía para una nueva forma de gobernar que se tenía pensado. Aunque los historiadores no se ponen de acuerdo en el número de víctimas durante la guerra, se puede afirmar que fueron más de 300.00, la mitad en los frentes y la otra parte en las retaguardias de ambos bandos. Posteriormente con la represión en la España franquista se calcula que unas 40.000 personas murieron fusiladas, otras 500.000 se vieron obligadas a marcharse del país y unas 300.000 fueron encarceladas, condenadas a penas de prisión o trabajos forzados. El país había quedado desbastado, con las carreteras, puentes y vías férreas destruidos o dañados. La renta per cápita cayó un 28% y no volvió a su nivel anterior a la guerra hasta 1952. La producción industrial bajó casi un tercio y la agrícola lo hacía en una quinta parte. Los costes financieros de la guerra, sumados los dos bandos se calcula que pudieron llegar a unos 700 millones de dólares de la época. El Movimiento Nacional, aparato burocrático del franquismo, sustituyó a la antigua administración del Estado. Todos los avances democráticos y de progreso social y cultural serían eliminados de raíz. El Franquismo fue una régimen fascista con aspiraciones totalitarias hasta 1945, prooccidental hasta 1957 y desarrollador en 1958 y 1959. Creó un nuevo orden económico y social, represivo. No obstante tuvo apoyo popular porque se basó en los valores más tradicionales, familia, orden y religión. Muchos intelectuales de prestigio optaron por el exilio. La atmósfera política no propició las manifestaciones en las artes y la cultura. Una férrea censura se aplicó a todos los ámbitos con objeto de promover los valores del catolicismo y la tradición, pero no de apertura de ideas y de libertades. No obstante ya en los años 50 el régimen había evolucionado. La Falange se había diluido en el Movimiento Nacional, la represión ya no era tan dura, aunque si selectiva. Y fundamentalmente la economía se había estabilizado. Se construyeron aeropuertos, embalses, nuevos trenes, planes de electrificación. Se inauguraron Universidades Laborales en Gijón, Córdoba, Sevilla, Zamora y Tarragona. Se potenció el sistema de la Seguridad Social, con atención sanitaria, médica y hospitalaria. Sistemas de Jubilación, Viudedad, Orfandad, Desempleo, jornada laboral reducida, vacaciones pagadas. En los años 60 no se había producido todavía una reforma fiscal, con lo cual el sistema tributario era obsoleto. De todas formas España era secularizada y consumista. EL INSTITUTO NACIONAL DE INDUSTRIA
El fuerte impulso que dio el turismo en España supuso una gran fuente de ingresos además del progreso de la construcción y el desarrollo de las zonas costeras de Valencia, Alicante y Andalucía, fundamentalmente. El Instituto Nacional de Industria se dedicaba a subvencionar empresas en crisis interviniendo en el desarrollo del sector industrial. También hay que sumar el hecho de que el régimen no podía obviar el asunto de la sucesión de Franco. Aquí es donde podemos indicar que comienza la Transición Española. Muchos no se ponen de acuerdo en señalar la fecha de que comienza la Transición. Como sabemos Francisco Franco gobernó como dictador. Pero lo que nunca se aprecia es que el franquismo no fue totalitario sino autoritario. El totalitarismo es poner el partido por encima del estado. Franco hizo lo contrario, puso al Estado, que era él, por encima del partido. El resultado es el mismo: represión e inseguridad jurídica. Pero esa diferencia es lo que permitió evolucionar al régimen hacia otra cosa, ir tomando los raíles hacia la monarquía. Ya que fue por su voluntad y no la del partido y sus gentes la que fue pensando en la Transición para después de su muerte. Por eso digo que la Transición empezó en 1969, no con la muerte de Franco. Ya desde los años 60 el país había entrado en un proceso modernizador, industrial, turístico y con un desarrollo lento pero efectivo y consolidado. Se rodeó de tecnócratas y gentes que supieran evolucionar, dentro de sus principios, con ideas que fueran colocando al país en el lugar que le correspondía en el concierto internacional. El día 22 de julio de 1969 en las Cortes franquistas, Don Juan Carlos, ante el Jefe del Estado y el presidente de las Cortes, el Príncipe hincó las rodillas sobre un cojín de terciopelo granate, colocado sobre una tarima de madera. Sobre la mesa, el libro de los Santos Evangelios. El presidente de las Cortes preguntó: – En nombre de Dios y sobre los Santos Evangelios, ¿juráis lealtad a Su Excelencia el Jefe del Estado y fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional y demás leyes Fundamentales del Reino? – Sí, juro lealtad a Su Excelencia el Jefe del Estado y fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional y demás Leyes Fundamentales del Reino. El presidente de las Cortes concluyó – Si así lo hiciereis que Dios os lo premie, y si no, os lo demande. Con este juramento quedó sellado la forma en que transitaría el gobierno de España a la muerte de Franco. Franco diseñó un futuro que asegurase los valores y sobre todo la unidad de España.
Nombró a Carrero Blanco, su mano derecha y el hombre del cual nunca tuvo dudas de su fidelidad. El sería el encargado de asegurarse esa unidad y que el pueblo aprobase una monarquía que aunara y que asegurase la paz y una forma de gobierno que evitase lo sucedido en las aventuras republicanas del país y que habían llevado a un desgobierno lleno de huelgas, atentados, asesinatos e incluso declaraciones de independencia. A Franco podríamos llamarle muchas cosas menos que fuese tonto o poco previsor. Años antes de morir piensa y prepara el futuro como una monarquía que asegurase los valores y sobre todo la unidad de España. El guion estaba escrito por Carrero Blanco. El diseño con el Rey como continuidad y cambio del régimen, estaba apoyado por algunos miembros, y el propio Franco nunca pensó en otro rey que Juan Carlos. Pero el 20 de diciembre de 1973 el Almirante Carrero es brutalmente asesinado por ETA. Fue un gran golpe en todos los sentidos, incluso en lo personalmente emocional. Designa a Arias Navarro como presidente de gobierno lo que sorprende a los más conservadores. En abril del 74 Portugal logra que su “Revolución de los claveles” triunfe sin derramamiento de sangre, lo que es un aviso para el Franquismo. Mientras ETA da su golpe asesino en la calle del Correo de Madrid, lo que hace endurecer las medidas del gobierno. No obstante Arias había iniciado unas tímidas reformas anunciadas en lo que se llamó el “espíritu del 12 de febrero”. A pesar de la enorme presión internacional el 27 de septiembre de 1975 son ejecutados 5 de los 11 etarras condenados a muerte, lo que provoca gran cantidad de manifestaciones y retirada de embajadores y descrédito internacional. Sin embargo el pueblo español el día 1 de octubre realiza manifestaciones de apoyo a Franco realmente multitudinarias, fundamentalmente la de la Plaza de Oriente de Madrid. Poco tiempo después Franco sufre un infarto, del que se recupera, pero a partir de entonces queda seriamente enfermo. No está en condiciones de gobernar, y aunque se opone al principio, Juan Carlos recibe poco después la orden de Franco de asumir la Jefatura del Estado. Franco muere después de varias operaciones el día 20 de noviembre. Dos días después don Juan Carlos es proclamado rey de España.

sábado, 4 de mayo de 2019

EDAD CONTEMPORÁNEA-48-EL OCASO DE LA MONARQUÍA

El auge burgués e industrial del momento estaba metiendo mucho dinero en las provincias vascas, Asturias y sobre todo en Cataluña, donde ciudades como Barcelona, Sabadell, Manresa y Tarrasa, con sus manufacturas textiles y su proximidad fronteriza con Europa, aumentaban la riqueza y por supuesto inspiraba, al igual que hoy, un sentimiento de superioridad al resto del país no era un sentimiento separatista todavía pero si de descentralizar el estado, un federalismo. Y para arreglar las cosas se desata la Primera Guerra Mundial. España se declara neutral. La clase obrera sufrió las consecuencias de la carestía de los productos. Y a raíz de esto y otros muchos conflictos sociales el ejército ganó prestigio como garante de la paz. En 1917 una huelga revolucionaria declarada por la UGT. En 1918 una crisis de capitalización a causa de la guerra de Marruecos. En el exterior se veía a España como un país imposible de gobernar. Comenzaron a oírse voces como “el peligro bolchevique”, el “separatismo”, y “debilidad del liberalismo”. Por ejemplo en 1920 hubo 1.060 huelgas con 7.260 días laborables perdidos. Los anarquistas reconocieron la revolución rusa como la oportunidad esperada para terminar con el capitalismo. Esto forzó la división del Psoe y en el ala más izquierda se independizó con el nombre de Partido Comunista de España. Y claro, apareció un militar para arreglar las cosas. En septiembre de 1923 el general Primo de Rivera da un golpe de estado que dura hasta 1930. Miguel Primo de Rivera, el dictador aunque tuviera buenas intenciones usaba métodos muy equivocados y se preocupaba de poner orden social fundamentalmente, y la unidad de España, pero faltaba un programa político. Entre los tantos a su favor se cuentan la construcción y equipamiento de nuevas escuelas, el respeto a la huelga y los sindicatos libres, la jubilación pagada para cuatro millones de trabajadores, la jornada laboral de ocho horas, que hay que decir que fuimos los primeros del mundo en adoptarla, una sanidad nacional bastante potable, lazos estrechos con Hispanoamérica, las exposiciones internacionales de Barcelona y Sevilla, la concesión de monopolios como teléfonos y combustibles a empresas privadas (Telefónica, Campsa), y una inversión en obras públicas, sin precedentes en nuestra historia, que modernizó de forma espectacular reservas de agua, regadíos y redes de transporte. Pero el pueblo y la Iglesia sobre todo, seguían en su letanía.
El bolchevismo intentaba controlar desde Rusia el tinglado, el socialismo y el anarquismo peleaban por la revolución, y el fascismo, que acababa de aparecer en Italia, era todavía un experimento nuevo, cuyas siniestras consecuencias posteriores aún no eran previsibles, que gozaba de buena imagen en no pocos ambientes. Y todo esto llegaba a nuestro país, que, por ejemplo la Barcelona industrial, sobre todo, siguió siendo escenario de lucha entre patronos y sindicatos, pistolerismo y violencia. El nacionalismo catalán siempre apretando cuando el estado anda flojo, jugaba fuerte para conseguir una autonomía propia. La primera pitada al himno nacional tuvo lugar en 1925 en el campo del FC Barcelona, con el resultado inmediato del cierre temporal del estadio. La represión de Primo de Rivera se centró especialmente en intelectuales y periodistas, la crítica de la dictadura. Blasco Ibáñez, Unamuno, Ortega y Gasset, entre muchos, tomaron partido contra él. Y Alfonso XIII, un rey sin arrestos comenzó a distanciarse tímidamente. Así que para cuando el rey dejó caer a Primo de Rivera, la monarquía parlamentaria estaba fiambre total. Tras el fracaso de la dictadura de Primo de Rivera, unos se inclinaban por soluciones autoritarias conservadoras, y otros, menos pero bastantes, por soluciones autoritarias desde la izquierda. Siempre hubo republicanos de izquierdas y de derechas. Las ideas independentistas vasca y catalana, fastidiaban el paisaje, ávidos de pescar en rio revuelto. La Iglesia iba a lo suyo, sin ponerse el mono de trabajo de la actualidad, y en materia de educación escolar, emancipación de la mujer y reformas sociales no facilitaba las cosas, precisamente. Alfonso XIII era ya cadáver. Los partidarios del trono eran cada vez menos, e intelectuales como Ortega y Gasset, Unamuno o Marañón empezaron a dirigir fuego directo contra Alfonso XIII. Los últimos tiempos de la monarquía fueron agónicos. La oposición a la monarquía se fue extendiendo. Socialistas y anarquistas por una parte, y el naciente partido de Alianza Republicana respaldado por intelectuales y algunos miembros del ejército y también Acción Republicana liderada por Manuel Azaña. Un creciente movimiento de los partidos nacionalistas. Así pues, socialistas, republicanos, sindicalistas y nacionalistas pactaron en San Sebastián en agosto de 1930 una salida republicana constituyente para el país. En el Pacto de San Sebastián es donde se encuentran las ideologías que marcarán la futura República Española. La “Dictablanda”, periodo desde la caída de Primo de Rivera no funcionó. Con buenas intenciones decidió aplazar la elecciones previstas y en su lugar convocó elecciones municipales para abril de 1931. El gobierno de Dámaso Berenguer inició su singladura con el objetivo de retornar a la Corona su discutida autoridad moral. Legaliza partidos y sindicatos, pero es inútil, Berenguer constata su soledad política. El gobierno fue desestabilizado por un grupo de militares tras el levantamiento de Jaca en diciembre de 1930, que fracasó y luego sus cabecilla fueron fusilados convirtiéndose en héroes para los partidarios de la República. Berenguer dimite en febrero de 1931 y el declinar de la monarquía es imparable. Se constituye un gobierno de concentración nacional presidido por Juan B. Aznar, un militar. A este gobierno agonizante solo le da tiempo a convocar elecciones municipales, las primera en España, la fecha es el 12 de abril de 1931. Si bien las opciones monárquicas obtienen más votos, los partidos republicanos son los que consiguen más concejales, 34.368 frente a los 19.035 de los monárquicos. Es sin duda el advenimiento de la República. Alfonso XIII tenía las horas contadas, no querían hablar con él, sino echarlo a la puta calle. Y la peña se dedicó a pensar en la II República, dado que el rey se lo había puesto en bandeja. La España monárquica empezaba a ser inviable. A nadie le importó su labor humanitaria en la Guerra Mundial ni al tratar de salvar a los monarcas rusos del afeitado general. No tuvo apoyos ni de dentro del país ni de fuera. Realmente el pescado estaba vendido y ya se sabía que las elecciones municipales eran realmente un referéndum, no sobre los ayuntamientos sino sobre monarquía o república.
En Eibar la población se echa a la calle proclamando la República. Alfonso XIII, ese mismo día 14 de abril emprende un viaje a Francia, sin retorno. Ya en Francia escribe desde las páginas del ABC,” …Soy el Rey de todos los españoles, pero, quiero apartarme de cuanto sea lanzar a un compatriota contra otro en fratricida guerra civil. No renuncio a ninguno de mis derechos porque más que míos, son depósito acumulado de la Historia, de cuya custodia ha de pedirme cuenta algún día”.

lunes, 29 de abril de 2019

EDAD CONTEMPORÁNEA -47- MEJORAS REALIZADAS DEL SIGLO XIX

La división definitiva de España en provincias se hizo, después de varios intentos en 1833 cuando los liberales estaban asentados en el poder. Se crearon 49 provincias al frente de las cuales se puso lo que actualmente son los Delegados del Gobierno. Paralelamente con la uniformidad administrativa y social surgieron los nacionalismos radicales y separatistas. Las Guerras Carlistas se convirtieron en defensa de los fueros tradicionales de Navarra y el País Vasco. Se promulgaron el Código Civil, el Código de Comercio y el Código Penal, que garantizaban que en todo el territorio nacional se aplicaran las mismas leyes para todos, por encima de las leyes tradicionales. La Hacienda Pública estaba en bancarrota, ya desde la época de después de Trafalgar, y la Guerra vino a empeorar la situación. Lo que llevó con el tiempo a la Desamortización de Mendizábal que abordó la desamortización eclesiástica en 1836 lo que significó un gran aumento en los recursos de la Hacienda, por la venta de los bienes de la Iglesia. Existía desde Carlos III el Banco de San Carlos, que aunque era privado se creó para conceder préstamos a la corona. Funcionó hasta 1820 en que se creó el Banco de San Fernando, que emitía billetes solo con valor en Madrid. Pero no solo se fundó ese banco sino también el de Barcelona, Bilbao, Santander, Málaga, etc. todos tenían la capacidad de emitir billetes en su provincia. La segunda mitad del siglo XIX experimenta una lenta pero continuada recuperación. Siempre subordinada a la deuda ocasionada por las pérdidas de las colonias, la invasión francesa y las guerras carlistas. Una característica general del siglo es la baja productividad agrícola española. La población activa estaba en su mayoría dedicada al sector. La mayoría era de cultivo extensivo del cereal y constituía un modelo atrasado. La industria llegó a España de la mano de instituciones públicas y de capital extranjero. La burguesía nacional seguía anclada al pasado y no se sumó a la industria. Cataluña apostó por la industria textil algodonera ya que desde hacía tiempo contaba con telares mecánicos. Aunque el éxito industrial catalán fue importante, si lo comparamos con el francés o el inglés se ve la debilidad de la base industrial. Con la industrialización vino el incremento de la población y la emigración de las zonas agrarias a la ciudad. Esto hizo ampliar las ciudades que todavía seguían oprimidas por sus murallas. Madrid, Barcelona y Bilbao servían de ejemplo a otras ciudades. Se prefirió el ensanche de las ciudades, con sus grandes expropiaciones y derribos antes que añadir barrios que oprimirían aún más la ciudad. Evidentemente junto con la aparición de la industria al poco tiempo se inician los movimientos obreros. En 1855 aparece en Barcelona la primera huelga general en España. Le seguirán ocupaciones de fincas en Andalucía, se propaga el ideario anarquista que entró en contacto con las asociaciones obreras y círculos republicanos. Todo esto se incrementa con las crisis de 1851 al 1854 y después con la revolución de 1868. El carbón y la máquina de vapor liberaron la industria de la dependencia de la ubicación de las fuentes de energía. El ferrocarril y el barco se hicieron imprescindibles. Pero fue ya en el siglo XX, en que se comenzó a emplearse la electricidad cuando se consigue el verdadero desarrollo de la movilidad industrial.
El abastecimiento de agua en Madrid siempre fue un problema desde que la corte se instaló en la ciudad. Se realizaba, durante siglos, por medio de pozos y fuentes, que ya resultaban insuficientes. Proyectar un canal de agua para el abastecimiento parecía una fantasía. Pero se iniciaron las obras en agosto de 1851 y se inauguraron siete años después. Se llamó, como hoy en día Canal de Isabel II. También llegó el telégrafo siendo en 1857 cuando se disponía de una red básica a nivel nacional. La primera prueba del teléfono fue realizada en Mataró en 1877. la construcción de edificios siempre contó con la dificultad económica, inestabilidad política y voluntad partidaria de los gobiernos de turno. No obstante son de esta época el Congreso de los Diputados, de 1850. La Biblioteca Nacional obtuvo de las desamortizaciones unos 70.000 libros y esto hizo que la Biblioteca Pública del Palacio dejara ser propiedad de la corona y en 1896 se pudo inaugurar la actual biblioteca. El Teatro Real en cambio, fue promovido por la reina Isabel II. Se pudo inaugurar en 1850. el comercio dejó de ser local, para convertirse en nacional y exterior. Se importaban bienes de equipo y se exportaban alimentos. Se desarrolló la prensa de masas, con páginas de publicidad y artículos documentados. Hasta mediados del siglo el Estado controlaba la formación y lo planes de estudio de las universidades., convirtiendo así en instituciones cerradas sin apenas contacto con la sociedad y de bajo nivel científico. Hacia finales del siglo las críticas destacaron por parte de intelectuales de la época como Giner de los Ríos, Unamuno, etc. la tradicional moral de la Iglesia influía negativamente en el desarrollo de las ciencias como el darwinismo, la antropología, el positivismo, etc. la creación de la institución Libre de Enseñanza en la década de 1870, aunque limitada a las ciencias naturales, realizó no obstante algo de recuperación.
Hubo en el país cuatro epidemias de cólera, la última en 1885. el hambre estuvo presente en casi todo el siglo, con una mortalidad alta, infantil y en adultos. Pero es de este siglo el nacimiento del Romanticismo. Una reacción frente a la tradición establecida. Los artistas románticos buscaron una huida de la realidad que les rodeaba dando rienda suelta a un ideal sublime.

miércoles, 24 de abril de 2019

EDAD CONTEMPORÁNEA -46- EL DESASTRE DEL 98

España había sido un poderoso Imperio, y como tal tuvo muchos enemigos, los vecinos los más peligrosos. Aprovechando las traiciones de Fernando VII, la invasión francesa, la güera contra Napoleón, las ideas de la ilustración, los liberales y la influencia de la revolución francesa y la independencia de EE. UU., las emancipaciones americanas llegaron, y aunque nos duela, llegaron de mano de los hijos de los españoles nacidos en aquel continente, que prefirieron Inglaterra y EE. UU. antes que a España. Siendo muy condescendientes era explicable, pero no la forma, ya que en realidad aquello fue una impresionante Guerra Civil de todo un continente, del cual salieron multitud de países que no tenían ni remotamente un sentido de Estado, y salvo algún que otro que deseaba la emancipación pero contando con la corona española, el resto fue por las bravas. Estamos en el reinado de Alfonso XIII. Tras la pérdida de la América continental nos quedan a principios del siglo XIX bajo la corona española, Cuba y Puerto Rico, las islas Filipinas y un conjunto de islotes y pequeños archipiélagos en el pacífico. Cuba y Puerto Rico, como sabemos están situadas en cerca de EE. UU. Su economía estaba basada en la agricultura de exportación del azúcar y tabaco, fundamentalmente. Pero estaban obligadas a comprar las harinas castellanas y los textiles catalanes e impedidas de exportar azúcar a Europa. Por supuesto que no tenían capacidad de autogobierno. Para colmo de males existía la explotación esclavista en beneficio de una oligarquía muy preponderante. En Filipinas la población española era escasa. La soberanía se había mantenido gracias a una fuerza militar y a la presencia de varias órdenes religiosas. En Cuba en 1868 se comenzó a sufrir los movimientos autonomistas. Una sublevación popular que dio comienzo a la lucha por la abolición de la esclavitud en las plantaciones azucareras y por la autonomía política. El pastel estaba servido. Hay que saber que durante los treinta años de trata de esclavos legal en el caribe, (1790-1820) se ha podido establecer la presencia de 146 embarcaciones catalanas entradas en Cuba. En Cataluña se podían encontrar muchos grupos de presión para evitar las reformas en Cuba que pretendían acabar con la esclavitud. Estos espacios reunieron a los empresarios más importantes del momento, como Joan Güell y Ferrer A partir del 1865 el único país europeo que tiene esclavitud es España.
Los comerciantes que volvieron ricos después de establecerse en el caribe, y otras países, se les llamó “indianos”. Eran líderes locales en la época de finales del XIX y principios del XX Gente de Galicia, Asturias, Cantabria, el País Vasco, Cataluña y Canarias, se vieron obligados en esa época a emigrar a países como Brasil, Cuba, Argentina, Uruguay, Chile Venezuela o México. Los que lograron amasar verdaderas fortunas y decidieron volver años más tarde a sus lugares de origen, destacando el prestigio de su fortuna e incluso comprando títulos nobiliarios. Pero muchos se enriquecieron con la trata de esclavos, como el marqués de Comillas, y con negocios de ultramar y grupos de presión políticos que obstaculizaran la posibilidad de legislación abolicionista. La esclavitud no se suprimió definitivamente en las colonias españolas hasta el 7 de octubre de 1886. Norteamérica, después de la guerra de Secesión, había abolida la esclavitud. Y eso influyó poderosamente. Por supuesto que su fuerza hegemónica en el caribe era clara, lo que ayudaba a las ideas de desplazar a España del área. La Guerra de los Diez Años en Cuba duró hasta 1878, y concluyó con la Paz de Zanjón, en la que el general Martínez Campos se comprometió a dar a Cuba formas de autogobierno. Surge el Partido Liberal Cubano, que representaba a sectores de la burguesía criolla. Pero en 1892 José Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano, partidario de la independencia sin anestesia. La guerra se recrudeció a partir de 1895. Desde España llega el general Weyler que no se le ocurrió otra cosa que una represión brutal y campos de concentración. No obstante esto no impidió que la lucha continuara. Puerto Rico miraba de reojo, ya que había conseguido la abolición formal de la esclavitud en 1873, con la I República. En Filipinas se creó la Liga Filipina creada por José Rizal. El descontento de ciertos grupos indígenas con la administración española y el excesivo poder de las órdenes religiosas fue su caldo de cultivo. Pretendía simplemente la expulsión de los españoles, de las órdenes religiosas y la confiscación de sus latifundios y así lograr la independencia. Rizal fue capturado y ejecutado pero la insurrección se mantuvo. Los líderes independentistas de Cuba y Filipinas estaban en estrecho contacto con los norteamericanos. El gobierno de Sagasta llegó al convencimiento de que era necesario reconocer una amplia autonomía. EE. UU. jugó sus cartas, y como siempre, (sigue haciéndolo) se las arregla para sentirse amenazado y justificar su ataque. El gobierno estadounidense envió a La Habana el acorazado de segunda clase Maine. El viaje era más bien una maniobra intimidatoria y de provocación hacia España, que se mantenía firme en el rechazo de la propuesta de compra realizada por los Estados Unidos sobre Cuba y Puerto Rico. El 25 de enero de 1898, el Maine hacía su entrada en La Habana sin haber avisado previamente de su llegada, lo que era contrario a las prácticas diplomáticas tanto de la época como actuales. En correspondencia a este hecho, el gobierno español envió al crucero Vizcaya al puerto de Nueva York. Sin embargo, a las 21:40 del 15 de febrero de 1898, una explosión ilumina el puerto de La Habana. El Maine había saltado por los aires. De los 355 tripulantes, murieron 254 hombres y 2 oficiales. El resto de la oficialidad disfrutaba, a esas horas, de un baile dado en su honor por las autoridades españolas.
Sin esperar el resultado de una investigación, la prensa sensacionalista de William Randolph Hearst publicaba al día siguiente el siguiente titular: «El barco de guerra Maine partido por la mitad por un artefacto infernal secreto del enemigo». A fin de determinar las causas del hundimiento se crearon dos comisiones de investigación, una española y otra estadounidense Tradicionalmente ha sido una opinión muy extendida entre los historiadores españoles el creer que la explosión fue provocada por los propios estadounidenses para utilizarla como excusa para su entrada en la guerra en una operación de bandera falsa. España negó desde el principio que tuviera algo que ver con la explosión del Maine, pero la campaña mediática realizada desde los periódicos de William Randolph Hearst, hoy día el Grupo Hearst, convencieron a la mayoría de los estadounidenses de la culpabilidad de España. EE.UU. acusó a España del hundimiento y declaró un ultimátum en el que se le exigía la retirada de Cuba, además de empezar a movilizar voluntarios antes de recibir respuesta. Por su parte, el gobierno español rechazó cualquier vinculación con el hundimiento del Maine y se negó a plegarse al ultimátum estadounidense, declarándole la guerra en caso de invasión de sus territorios, aunque, sin ningún aviso, Cuba ya estaba bloqueada por la flota estadounidense. Comenzaba así la Guerra Hispano-Estadounidense, que con posterioridad se extendería a otras colonias españolas como Puerto Rico, Filipinas y Guam. Por la Paz de París en diciembre de 1898, España no tiene otra, renuncia a Cuba, cede Filipinas, Puerto Rico y Guam. Seguía manteniendo la soberanía en tres archipiélagos del Océano Pacífico (islas Marianas, Las Carolinas y Las Palaos; Sibutú y Cagayán (no habían sido incluidas en el tratado de paz por error). Las Marianas, Las Carolinas y Las Palaos fueron vendidas a Alemania. Sibutú y Cagayán pasaron a soberanía de EE. UU., mediante el pago de 100.000 dólares al gobierno español. Murieron 50.000 soldados. Volvieron importantes capitales de inversión en aquellas zonas que posibilitaron un saneamiento de la Hacienda. Los intelectuales de la generación del 98 como Unamuno y Baroja expresaron la crisis de la conciencia nacional en sus escritos. La indignación popular era fortísima. Tanto es así que llegaron una serie de medidas de reforma y modernización de la política y la educación, llamado el Regeneracionismo. También esto fue aprovechado por los nacionalistas periféricos y dejó con el culo al aire al régimen de la Restauración Monárquica y su capacidad para afrontar problemas de altura internacional y de autoridad interna.

COLÓN Y LA FUERZA DE SU PASIÓN - (2)

En 1.484 Colón presentó al reino de Portugal su empresa de ir a las Indias Orientales por Occidente. Juan II le escuchó atentamente y quedó ...