jueves, 26 de noviembre de 2020

45.- REINOS CRISTIANOS - CORONA DE ARAGÓN (10)

Juan II de Aragón y de Navarra en julio de 1458 se coronó rey de Aragón. Y encumbró a su hijo Fernando en detrimento de Carlos. Juan era ya hombre de avanzada edad, sesenta y un años. Por su parte, el gobierno municipal de Barcelona, que asumía la capitalidad de los condados, se dirigió a Juan II para reclamar su presencia en la ciudad. Tanto las Cortes del reino de Aragón como las de Barcelona exigieron a Juan II que designara a su primogénito Carlos de Viana como príncipe heredero y futuro rey de la Corona de Aragón. El monarca aragonés decidió, firmar la llamada Concordia de Barcelona en enero de 1460 por la que perdonaba a su hijo Carlos, y reconoció obligado a Carlos como primogénito. El acercamiento entre padre e hijo duró poco tiempo ya que el príncipe Carlos, desde Barcelona, negoció con Enrique IV de Castilla su boda con Isabel de Castilla. Estos contactos, a espaldas de su padre, sirvieron de justificación para que Juan II ordenara la detención y encierro de su propio hijo en diciembre de 1460 en Lérida. Esto provocó revueltas en los condados donde las clases privilegiadas que eran contrarias a Juan obligaron al rey a liberar a su hijo y a firmar unas capitulaciones, en las que no podría entrar Juan en Barcelona y reconocía a Carlos heredero de todos sus reinos. Fernando y su madre llegan a Barcelona y entre diciembre de 1461 y febrero de 1462, la reina conspirará contra las autoridades desafectas a su esposo. Pero inesperadamente muere Carlos de Viana enfermo y se complicó la situación. Fernando II es reconocido heredero de la corona aragonesa. La reina, temiendo también ella por su vida y por la de su hijo Fernando, se refugia en el condado de Gerona. Los enemigos del monarca formaron un ejército para terminar con el levantamiento campesino y destituir al monarca en 1462. Aragoneses, valencianos y mallorquines, mientras tanto, prestan su apoyo a Juan II, además de los de la Busca y los remensas, y algunos nobles y clérigos. Juan II consiguió ayuda de Luis XI de Francia a cambio de las rentas del Rosellón y Cerdaña. El 28 de mayo de 1462 el Monarca rompió la Capitulación y entró con sus tropas en el condado de Barcelona; era el comienzo de la guerra civil iniciada desde las instituciones más representativas, la Generalitat, el Consell de Cent de Barcelona y el Consell del Principat, dominadas por los grupos oligárquicos. Pudo invadir los condados en 1462, lo que le costó su destitución según los acuerdos tomados en su día. El ejército de la Generalitat entra en Gerona y asedia la ciudadela, donde se encuentran la reina Juana y el infante Fernando. Aquellos días, tropas populares formadas por campesinos la ayudan a resistir, testimonio elocuente de la profunda división de la sociedad condal. La reina supo defenderse en espera de ayuda. La Diputació de Barcelona desposee a Fernando de los derechos de su primogenitura y ofrecen su gobierno a Enrique IV de Castilla, nombrándole Conde de Barcelona, pero se encontró la resistencia del rey francés y Enrique la rechazó. Luego se lo ofrecieron a Pedro de Portugal, pero este muere en la batalla de Calaf. Ofrecieron el condado también a Renato de Anjou, que había sido vencido por el padre de Juan II, (Alfonso V), en Nápoles y estaba refugiado en Francia. En 1466 que aceptó ser rey de Aragón pero envió a su hijo Juan que muere cuatro años después.
                                      ESCUDO DE JUAN II
En 1468 muere el infante Alfonso de Castilla, (el hermano de Isabel), por lo que después de numerosos conflictos, se llega al pacto de los Toros de Guisando, y se reconoce a la infanta Isabel, la hermana de Enrique IV, rey de Castilla, como heredera. El rey Juan II, padre de Fernando, trató de conseguir por todos los medios posibles el matrimonio de Fernando con Isabel. Se firmó un acuerdo según el cual los contrayentes actuarían conjuntamente y tomarían decisiones entre los dos. Además, este enlace no era del agrado del rey Enrique IV, por lo que se lleva a cabo en secreto.
En 1471, el rey Juan recupera gran parte de Barcelona y asedia el resto de la ciudad que llegará hasta octubre de 1472 en que la ciudad se rinde tras la promesa de una amnistía, (la Capitulación de Pedralbes). La guerra civil ha durado diez años. Se ponía fin a la guerra pero no a la crisis económica ni al conflicto entre los campesinos y los señores. También quedaba por recobrar los condados del Rosellón y Cerdaña que el francés retenía. Lo que hoy es Cataluña saldría a medio plazo bien librada porque mantenía sus estructuras políticas y sociales con capacidad de reforma y esto la hizo entrar en la modernidad. Sin embargo no fue igual para Aragón que había contribuido a la victoria de Juan II para que mantuviera unida a la Corona y asegurarse el comercio marítimo en el Mediterráneo. La fuerza de los nobles detuvo cualquier cambio. Juan II dejó a su hija de su primer matrimonio, Leonor, el reino de Navarra. Desde aquí es cuando Navarra queda desprendida de la unión con las fuertes coronas de Aragón y Castilla y Fernando, que era hijo de su matrimonio don Juana Enriquez, heredó el reino de Aragón y los condados catalanes. Todavía en 1478 Cerdeña se sometía definitivamente a la Corona de Aragón, viéndose así el anciano Monarca reconfortado en los últimos meses de su vida. Murió Juan II en enero de 1479. Fue enterrado en el real monasterio de Poblet. Su hijo Fernando el Católico le sucedía como rey de Aragón y de los restantes reinos y estados de la Corona, y representó el triunfo monárquico y el tránsito a la Modernidad. Su hija Leonor, habida con su primera esposa Blanca, le sucedió en el reino de Navarra, siendo jurada reina el día 28 del mismo mes en Tudela donde murió quince días más tarde. En su testamento dejó a su hermano Carlos todos los títulos y dispuso que fuera heredero Francis I Febo, su nieto, pidiendo que se encomendara a la protección al rey de Francia.

44.- REINOS CRISTIANOS - CORONA DE ARAGÓN (9)

Tenemos aquí a dos reyes con el mismo nombre y numeral, pero de coronas distintas, Juan II de Navarra y Juan II de Castilla, ambos Trastámara y primos carnales. Y ambos reinos ya desde hacía años, estaban ligados por diferentes motivos, y con los años lo estarían aún más. En 1425 murió Carlos III de Navarra, y Juan II fue proclamado como rey consorte de Navarra. Actuó, utilizó la dignidad real, en cambio, para sus continuas intervenciones militares en Castilla. La reina de Aragón tenía a su esposo Alfonso V en el extranjero, por lo que Juan II de Navarra junto con su cuñada María asumió las responsabilidades de gobierno. La Corona castellana por entonces se vio inmersa en una serie de guerras y conflictos internos de caos y desorden político, alimentados por las ambiciones de los “infantes de Aragón” (hermanos menores de Juan II de Navarra) para controlar al rey Juan II de Castilla; los intereses y alianzas fueron tan complejos que llevaron al enfrentamiento entre Juan, rey de Navarra, aliado circunstancialmente con el valido del rey de Castilla, Álvaro de Luna, y su propio hermano, el infante Enrique, que fue hecho prisionero por los castellanos. Las luchas se prolongaron durante los años 1425 a 1429, estando a punto el rey Alfonso V de invadir Castilla en este año y derrotar a don Álvaro, ahora en el bando contrario. Pero finalmente en julio de 1430 se firma una tregua de cinco años favorable, a la causa del valido Álvaro de Luna; los infantes de Aragón, por su parte, debían retirarse de Castilla, con los graves perjuicios que de ello se derivaban; la tregua debe interpretarse como la renuncia del monarca aragonés a seguir defendiendo sus intereses dinásticos en Castilla y los extensos dominios señoriales de los Trastámara aragoneses para dedicarse, en exclusividad a la política italiana. A fines de 1435 Alfonso V se marchó y ya no regresó a la Península, dejando a Juan como lugarteniente real de Aragón, Valencia y Mallorca. La falta de descendencia, hicieron recaer en Juan II la categoría de heredero, por lo que pudo actuar en el reino de Aragón como auténtico soberano. Al igual que en Navarra, Juan II desarrolló en Aragón una política personalista en la que primaron sus intereses dinásticos en Castilla; el reino aragonés se vio inmerso en un conflicto que le exigía una aportación continuada de dinero y de hombres, además de sufrir las zonas lindantes con Castilla los devastadores efectos de la guerra. En mayo de 1441 moría su esposa Blanca de Navarra. La muerte de la Reina se producía mientras su marido, Juan, seguía inmerso en las banderías internas castellanas, capitaneando la liga de nobles castellanos que, aliada circunstancialmente con los “infantes de Aragón”, conseguía desterrar del reino al valido Álvaro de Luna y capturar al rey de Castilla, su primo, en Medina del Campo; durante los dos años y medio siguientes, Juan de Navarra pudo actuar, siquiera momentáneamente, como amo y señor del gobierno de Castilla. La sucesión al reino de Navarra iba a generar un prolongado enfrentamiento entre dos bandos irreconciliables, los agramonteses y los beamonteses. Los distintos estados de la Corona de Aragón se negaban en Cortes a seguir suministrando ayuda económica a su lugarteniente para la guerra frente a Castilla. En Navarra el gobierno quedaba en manos del príncipe de Viana que, por ley, debía ser coronado, ya que, según el testamento de doña Blanca el primogénito Carlos quedaba como heredero universal de sus bienes, aunque le instaba a no tomar el título real sin contar con la anuencia paterna. El viudo rey consorte no tenía ninguna intención de perder su regio cargo, aunque, todavía ocupado en los asuntos castellanos, dejaba momentáneamente el gobierno de Navarra en manos de su hijo Carlos.
Juan II en Navarra firma las capitulaciones matrimoniales en 1443 con Juana Enríquez. La boda se celebró en 1447, y de este segundo matrimonio nacieron cuatro hijos: Fernando, el futuro Rey Católico, las infantas Leonor y María y Juana. Ya en la batalla de Olmedo habían sido vencidos los infantes de Aragón en 1445, con lo cual ese asunto se fue diluyendo. Juan II decidió en 1450 instalarse, junto con su nueva familia, en la Corte navarra, agravando así la crisis sucesoria. La destitución del príncipe de Viana, su hijo, del cargo de lugarteniente, se completó con la pérdida de poder de los beamonteses, partidarios de Carlos y de la legitimidad sucesoria, y el ascenso político de los agramonteses, partidarios de Juan II, culminando así la ruptura entre padre e hijo, que arrastró al reino de Navarra a una situación de guerra civil. Desde 1450 el príncipe Carlos, derrotado entró en negociaciones con Castilla, pactos firmados en septiembre de 1451, que sirvieron para ser acusado por su padre de alta traición. El enfrentamiento civil se saldó, momentáneamente, con la derrota de los beamonteses en Aybar, en octubre de 1451, en la que el príncipe Carlos fue hecho prisionero. Mientras que la mujer de Juan, que estaba en estado de gestación se trasladó a Sos, Aragón, donde nació Fernando, en 1452. Juan II llegó a nombrar a Juana Enríquez, su segunda mujer, como gobernadora de Navarra, y negoció, en 1455 en Barcelona, la sucesión al trono navarro, desheredando para ello a Carlos de Viana y a su hermana Blanca, en beneficio de su hija menor Leonor. El príncipe Carlos, derrotado en Navarra, acudió a Nápoles, donde fue acogido por su tío, el rey Alfonso V de Aragón. Con la muerte del rey de Aragón en 1458, Juan heredó el trono aragonés y su hijo Carlos se convirtió en el príncipe heredero de la Corona. Navarra desde entonces ocupó un lugar secundario en el desarrollo del conflicto por la sucesión entre padre e hijo. Alfonso V dejó a Ferrante, su hijo natural, el reino de Nápoles, mientras que su hermano Juan II fue reconocido como rey de Aragón y heredero de los diversos estados de la Corona, que eran muchos.

miércoles, 18 de noviembre de 2020

43.- REINOS CRISTIANOS - CORONA DE ARAGÓN (8)

Tras el compromiso de Caspe en 1412, se había elegido la opción de Fernando de Trastámara o de Antequera, con lo cual fue entonces infante de Castilla, rey de Aragón de Valencia, de Mallorca, de Sicilia, de Cerdeña y de Córcega; duque de Neopatria y de Atenas; conde de Barcelona, de Rosellón y de Cerdaña. Lo cierto es que ambas coronas quedaban en manos de una sola casa, una dinastía, los Trastámara, que aunque también tuvieron sus serios conflictos, (la guerra castellano-aragonesa de 1429-1430). Realmente a partir de aquí las coronas de Aragón y Castilla van uniéndose, con problemas y por diferentes motivos, pero llegan a eso.
- ------------------BENEDICTO XIII --------------- Acudió a Tortosa para ser investido por el papa Benedicto XIII, y le invistió también como rey de Sicilia, Córcega y Cerdeña a cambio del apoyo real en la disputa que Benedicto mantenía con los otros dos papas que simultáneamente gobernaban el orbe cristiano: Gregorio XII y Juan XXIII, en pleno Cisma de Occidente que dividía a la Iglesia Católica. Luego marchó a Barcelona a jurar la Constitución catalana. Fernando era hijo segundo de Juan I de Castilla y de Leonor de Aragón, hermana del rey aragonés Martín el Humano. Reinó poco tiempo tan solo tres años y nueve meses. Pero reorganizó la Hacienda y saneó la economía y la administración de la Corona. Trabajó en la seguridad ciudadana, intentó impedir las persecuciones contra los judíos y procuró luchar contra la corrupción. Normalizó la situación interna de Sicilia con el nombramiento en 1415 de su hijo Juan como virrey de Sicilia, logrando acabar con la guerra civil que desde el fallecimiento de Martín el Joven enfrentaba a la viuda de este, Blanca I de Navarra, con el hijo ilegítimo de aquel, Fadrique de Luna. Los llamados por Don Juan Manuel “infantes de Aragón”, Enrique, Pedro y Sancho los situó como grandes maestres de las órdenes militares de Santiago, Calatrava y Alcántara; por su parte, las infantas de Aragón María y Leonor acabaron siendo reinas consortes de Castilla y de Portugal respectivamente. Además, como perteneciente al linaje de Trastámara, Fernando I tenía grandes patrimonios en Castilla, donde era también regente, lo que le permitió de facto gobernar en ambas Coronas, ya que no renunció a la regencia castellana tras alcanzar el trono aragonés. Se desvinculó de Benedicto XIII (el papa Luna o antipapa) e intentó que renunciase al pontificado. Tras la decisión tomada en el Concilio de Constanza. La entrevista que Fernando I tuvo con el emperador Segismundo, el rey de Aragón decidió contribuir a poner fin al Cisma dejando de apoyar al papa Luna, lo que permitió que la Corona de Aragón volviera a ocupar el centro de las decisiones en Europa. A principios de 1416, encontrándose enfermo y preocupado por sus posesiones en Castilla cuya regencia ostentaba, comunicó a su segundo hijo Juan, que se encontraba en Sicilia que en cuanto tuviera noticia de su muerte se dirigiera inmediatamente a Sevilla para tomar el gobierno. Falleció en abril de ese año.
.-------------FERNANDO DE ANTEQUERA ------------ Le sucedió su hijo, Alfonso V de Aragón, llamado el Magnánimo, hijo primogénito de Fernando I y de Leonor de Alburquerque. El fallecimiento prematuro de su padre le hizo ceñirse la corona, con tan sólo veinte años. En 1419 surgieron las primeras discrepancias con las cortes catalanas, que no sólo exigían la destitución de sus consejeros castellanos, y también se oponían, paradójicamente, a proseguir la secular expansión de Cataluña por el Mediterráneo, debido al previsible perjuicio que la ausencia real provocaría en los estados hispánicos de la Corona de Aragón. El rey, sin embargo, zarpó hacia Cerdeña y consolidó el dominio catalán pero renunció dado el apoyo que la ciudad de Génova prestaba a los corsos en 1421. En julio de 1421, Alfonso el Magnánimo venció a Luis de Anjou, pretendiente al trono napolitano, y a los genoveses, aunque dos años más tarde una revuelta popular le obligó a replegarse a Cataluña. Permaneció en sus reinos peninsulares, enzarzándose en una estéril guerra con el monarca castellano Juan II para defender los intereses políticos y económicos de sus hermanos, los infantes de Aragón, en Castilla. En mayo de 1432, Alfonso V partió definitivamente hacia Italia, para instalarse en Sicilia. En 1435 intentó asediar Gaeta, pero en la batalla de Ponza cayó prisionero de los genoveses, aliados del nuevo soberano napolitano, Renato de Anjou. Años después en Milán, Alfonso se hizo amigo de Felipe María Visconti, duque de Milán y señor de Génova. Esta amistad facilitaría, en 1443, después de años de lucha con Venecia, Florencia, el Papado y los angevinos, la conquista de Nápoles por parte del rey aragonés. Estableció su corte en Nápoles, convirtió la ciudad un gran centro humanístico y se dedicó por completo a la política italiana. Dejó el gobierno de sus reinos hispánicos, sucesivamente, a la reina María (1432-1454) y al hermano de ésta Juan de Navarra (1454-1458). Con todo, desde la distancia, favoreció las aspiraciones de los campesinos de remensa catalanes (1448), aunque no dudó en sofocar violentamente la revuelta del campesinado mallorquín (1453). Alfonso V murió en junio de 1458, y fue sucedido en la Corona de Aragón por Juan II de Aragón por Juan II de Aragón y de Navarra, y en el reino de Nápoles por su hijo natural Fernando I de Nápoles. Juan II había nacido en 1398 en Medina del Campo, es decir que era castellano de nacimiento. Su padre era Fernando de Trastámara, (o Fernando de Antequera), segundo hijo del rey de Castilla y su madre Leonor de Alburquerque, tía de Fernando y sobrina del fundador de la dinastía Trastámara el rey Enrique II de Castilla. La rama menor de los Trastámara, hijos del rey Fernando I de Aragón y Leonor de Alburquerque ahora llamados los “infantes de Aragón”, controlaban la nobleza castellana y pretendían Navarra. De tal forma que a raíz del matrimonio del infante Juan y la heredera de Navarra, Blanca, en los acuerdos se establecía que el primogénito habido de la pareja, fuera hombre o mujer, heredaría el reino de Navarra y las propiedades territoriales que el infante Juan tuviera en Castilla y en Aragón. En mayo de 1421 nacía, en Peñafiel, el príncipe Carlos, hijo de Juan II y Blanca. Fue jurado como heredero de Navarra por las Cortes. Recibía también el título de príncipe de Viana. El interés dinástico y personal del infante Juan seguía centrado, no obstante, en Castilla, corona en la que tenía compromisos ineludibles. Juntamente con sus hermanos intervino desde 1419 decisivamente en los asuntos castellanos, primero apoyando la causa del valido Álvaro de Luna, y desde 1425 luchando en su contra. En 1425 murió Carlos III de Navarra, y Juan fue proclamado como rey de Navarra. La situación de Juan II como rey de Navarra fue compleja, ya que desde su reconocimiento como tal, actuó únicamente como rey consorte, utilizó la dignidad real, en cambio, para sus continuas intervenciones militares en Castilla.

42.- REINOS CRISTIANOS - CORONA DE ARAGÓN (7)

A Pedro IV le sucede su hijo Juan I de Aragón, el Cazador. Fue rey de Aragón, Valencia, Mallorca, Cerdeña y Córcega, y conde de Barcelona, Rosellón y Cerdaña (1387-1396). Tenía una buena formación intelectual y fue un promotor de las artes y las letras, cediendo el gobierno a su esposa Violante de Bar. Dedicó mucho dinero a los fastos de su corte no aportando suficiente para las revueltas en Cerdeña. Las Cortes de Aragón terminaron por rechazar el pago de los espectáculos y fiestas dado que el pueblo sufría por una fuerte crisis económica. Juan I pidió entonces dinero prestado a los banqueros florentinos y esto originó la decadencia de la economía catalana y de Aragón y Valencia. Esto además produjo revueltas contra los judíos en Mallorca, Valencia, Lérida y Barcelona en el año 1391. Murió sin descendencia masculina. Fue sucedido por su hermano Martín I de Aragón, el Humano. Rey de Aragón, de Valencia, de Mallorca, de Cerdeña y conde de Barcelona. Rey de Sicilia entre 1409 y 1410.
-----------COMPROMISO DE CASPE -------- Su esposa María de Luna se enfrentó a las pretensiones sucesorias de la viuda Violante de Bar, que argumentaba esperar un hijo del rey fallecido y que sería el heredero legal, como Mateo I, que en su momento alegó sus derechos al trono aragonés. Las tropas de Mateo fueron rechazadas por las de Martín. Éste juró los fueros ante las Cortes en octubre de 1397 y fue coronado en 1399. Un reinado marcado por el Cisma de Occidente desde 1378. Acudió a la coronación para jurar fidelidad a Benedicto XIII. Incluso le defendió en 1403 contra un ataque y lo acogió en su castillo de Peñíscola. Moría Martín I en mayo de 1410 sin sucesor, produciendo un interregno que duró dos años durante el cual se disputaron el trono hasta seis pretendientes. Se resolvería mediante la firma del “Compromiso de Caspe”. La línea sucesoria había reinado durante 275 años ininterrumpidamente. Hubo un plan de los catalanes, de reunir un Parlamento General de todos los Estados del reino, pero fue boicoteado. Luis de Anjou, proclamado como Luis II, Rey de Sicilia, gracias a su matrimonio con Yolanda de Aragón, en 1410, a la muerte de Martín I de Aragón, reclamó la Corona de Aragón. Con lo cual tenemos dos bandos enfrentados. Los de Anjou, contaban con el apoyo de la burguesía catalana y algunos nobles aragoneses bajo el mando de arzobispo de Zaragoza. Por su parte Jaime de Urgel, que era el familiar más cercano del fallecido, reclamó el trono también y contaba con los nobles de la parte norte de Aragón, la familia de los Luna, y otras familias valencianas.
--------------- FERNANDO DE ANTEQUERA ------------ Jaime fue nombrado lugarteniente de Aragón y realizó una mala gestión. Luego conde de Urgel le rechazaban porque no había nacido en Aragón y porque abusó del poder al enfrentarse con el bando que le era contrario antes de jurar su cargo, ocasionando varias muertes. Por su parte, Fernando de Trastámara o de Antequera, que era sobrino del fallecido reclamó el trono aragonés. Partía con clara desventaja, pero la rivalidad de sus contrincantes hizo que cometieran errores tácticos que le beneficiaron. Aunque el parlamento se reunió en Calatayud en febrero de 1411 se llegó a un acuerdo teórico para determinar la fórmula de elección. El asesinato del arzobispo de Zaragoza perpetrado por Antón de Luna desencadenó una gran violencia que decidió al gobernador aragonés a aceptar la intervención del ejército del de Antequera. Por otro lado, como el de Anjou no recibió la respuesta y ayuda de Francia, se pasaron al bando castellano. El de Urgel se fue quedando cada vez más solo en su actitud beligerante, rechazado por los que preferían una vía pacífica y legal, terminaron estos por elaborar una normativa que favorecía al de Castilla. Numerosas reuniones y gestiones de las Cortes finalmente se decidió formar un tribunal examinador con tres representantes de cada reino. Propuesta de los aragoneses en Alcañiz en 1412. La reunión de los compromisarios tuvo lugar en Caspe. El ganador debería tener la mayoría de los votos y al menos uno por cada reino. Mientras se esperaba la reunión, Fernando de Antequera invadió el 18 de abril de 1412 el reino de Valencia para presionar a los compromisarios, que tras escuchar durante dos meses los informes lo eligieron el 24 de junio. El poder de las armas y la fuerza bruta, en Caspe se transformó en el poder de la palabra y la convicción. Casi nada en un mundo regido por las guerras y la sangre. El conde de Urgel se levantó en armas. Fernando fue a Tortosa a ser investido por el papa Benedicto XIII, y luego a Barcelona para que lo acatasen como rey, donde le hicieron jurar que respetaría la constitución catalana y ser pactista con las Cortes catalanas. En agosto entró en Zaragoza para jurar su título ante las Cortes. Jaime de Urgel que como dijimos se había levantado en armas, fue vencido en Castelflorite, luego asediado en el castillo de Balaguer donde se rindió. Fue condenado, confiscado sus bienes y murió en Játiva en 1433. La sentencia del tribunal se inclinó por Fernando I de Trastámara, entronizando así una nueva dinastía en Aragón, los Trastámara. De aquella, los catalanes quedarían decepcionados pues ninguno de sus candidatos conseguiría aceptación. Algunos estudiosos interpretan que la dinastía de los Trastámara son los culpables de la decadencia de la lengua aragonesa y también de la forma de hacer política. Otros piensan que algunos traicionaron a la Corona de Aragón eligiendo a un castellano. Fernando de Trastámara o de Antequera fue entonces infante de Castilla, rey de Aragón de Valencia, de Mallorca, de Sicilia, de Cerdeña y de Córcega; duque de Neopatria y de Atenas; conde de Barcelona, de Rosellón y de Cerdaña. Lo cierto es que ambas coronas quedaban en manos de una sola casa, una dinastía, los Trastámara, que aunque también tuvieron sus serios conflictos, (la guerra castellano-aragonesa de 1429-1430), después se unirían con el matrimonio de Isabel y Fernando en 1469, siendo hijos de primos carnales.

COLÓN Y LA FUERZA DE SU PASIÓN - (2)

En 1.484 Colón presentó al reino de Portugal su empresa de ir a las Indias Orientales por Occidente. Juan II le escuchó atentamente y quedó ...