jueves, 26 de noviembre de 2020

45.- REINOS CRISTIANOS - CORONA DE ARAGÓN (10)

Juan II de Aragón y de Navarra en julio de 1458 se coronó rey de Aragón. Y encumbró a su hijo Fernando en detrimento de Carlos. Juan era ya hombre de avanzada edad, sesenta y un años. Por su parte, el gobierno municipal de Barcelona, que asumía la capitalidad de los condados, se dirigió a Juan II para reclamar su presencia en la ciudad. Tanto las Cortes del reino de Aragón como las de Barcelona exigieron a Juan II que designara a su primogénito Carlos de Viana como príncipe heredero y futuro rey de la Corona de Aragón. El monarca aragonés decidió, firmar la llamada Concordia de Barcelona en enero de 1460 por la que perdonaba a su hijo Carlos, y reconoció obligado a Carlos como primogénito. El acercamiento entre padre e hijo duró poco tiempo ya que el príncipe Carlos, desde Barcelona, negoció con Enrique IV de Castilla su boda con Isabel de Castilla. Estos contactos, a espaldas de su padre, sirvieron de justificación para que Juan II ordenara la detención y encierro de su propio hijo en diciembre de 1460 en Lérida. Esto provocó revueltas en los condados donde las clases privilegiadas que eran contrarias a Juan obligaron al rey a liberar a su hijo y a firmar unas capitulaciones, en las que no podría entrar Juan en Barcelona y reconocía a Carlos heredero de todos sus reinos. Fernando y su madre llegan a Barcelona y entre diciembre de 1461 y febrero de 1462, la reina conspirará contra las autoridades desafectas a su esposo. Pero inesperadamente muere Carlos de Viana enfermo y se complicó la situación. Fernando II es reconocido heredero de la corona aragonesa. La reina, temiendo también ella por su vida y por la de su hijo Fernando, se refugia en el condado de Gerona. Los enemigos del monarca formaron un ejército para terminar con el levantamiento campesino y destituir al monarca en 1462. Aragoneses, valencianos y mallorquines, mientras tanto, prestan su apoyo a Juan II, además de los de la Busca y los remensas, y algunos nobles y clérigos. Juan II consiguió ayuda de Luis XI de Francia a cambio de las rentas del Rosellón y Cerdaña. El 28 de mayo de 1462 el Monarca rompió la Capitulación y entró con sus tropas en el condado de Barcelona; era el comienzo de la guerra civil iniciada desde las instituciones más representativas, la Generalitat, el Consell de Cent de Barcelona y el Consell del Principat, dominadas por los grupos oligárquicos. Pudo invadir los condados en 1462, lo que le costó su destitución según los acuerdos tomados en su día. El ejército de la Generalitat entra en Gerona y asedia la ciudadela, donde se encuentran la reina Juana y el infante Fernando. Aquellos días, tropas populares formadas por campesinos la ayudan a resistir, testimonio elocuente de la profunda división de la sociedad condal. La reina supo defenderse en espera de ayuda. La Diputació de Barcelona desposee a Fernando de los derechos de su primogenitura y ofrecen su gobierno a Enrique IV de Castilla, nombrándole Conde de Barcelona, pero se encontró la resistencia del rey francés y Enrique la rechazó. Luego se lo ofrecieron a Pedro de Portugal, pero este muere en la batalla de Calaf. Ofrecieron el condado también a Renato de Anjou, que había sido vencido por el padre de Juan II, (Alfonso V), en Nápoles y estaba refugiado en Francia. En 1466 que aceptó ser rey de Aragón pero envió a su hijo Juan que muere cuatro años después.
                                      ESCUDO DE JUAN II
En 1468 muere el infante Alfonso de Castilla, (el hermano de Isabel), por lo que después de numerosos conflictos, se llega al pacto de los Toros de Guisando, y se reconoce a la infanta Isabel, la hermana de Enrique IV, rey de Castilla, como heredera. El rey Juan II, padre de Fernando, trató de conseguir por todos los medios posibles el matrimonio de Fernando con Isabel. Se firmó un acuerdo según el cual los contrayentes actuarían conjuntamente y tomarían decisiones entre los dos. Además, este enlace no era del agrado del rey Enrique IV, por lo que se lleva a cabo en secreto.
En 1471, el rey Juan recupera gran parte de Barcelona y asedia el resto de la ciudad que llegará hasta octubre de 1472 en que la ciudad se rinde tras la promesa de una amnistía, (la Capitulación de Pedralbes). La guerra civil ha durado diez años. Se ponía fin a la guerra pero no a la crisis económica ni al conflicto entre los campesinos y los señores. También quedaba por recobrar los condados del Rosellón y Cerdaña que el francés retenía. Lo que hoy es Cataluña saldría a medio plazo bien librada porque mantenía sus estructuras políticas y sociales con capacidad de reforma y esto la hizo entrar en la modernidad. Sin embargo no fue igual para Aragón que había contribuido a la victoria de Juan II para que mantuviera unida a la Corona y asegurarse el comercio marítimo en el Mediterráneo. La fuerza de los nobles detuvo cualquier cambio. Juan II dejó a su hija de su primer matrimonio, Leonor, el reino de Navarra. Desde aquí es cuando Navarra queda desprendida de la unión con las fuertes coronas de Aragón y Castilla y Fernando, que era hijo de su matrimonio don Juana Enriquez, heredó el reino de Aragón y los condados catalanes. Todavía en 1478 Cerdeña se sometía definitivamente a la Corona de Aragón, viéndose así el anciano Monarca reconfortado en los últimos meses de su vida. Murió Juan II en enero de 1479. Fue enterrado en el real monasterio de Poblet. Su hijo Fernando el Católico le sucedía como rey de Aragón y de los restantes reinos y estados de la Corona, y representó el triunfo monárquico y el tránsito a la Modernidad. Su hija Leonor, habida con su primera esposa Blanca, le sucedió en el reino de Navarra, siendo jurada reina el día 28 del mismo mes en Tudela donde murió quince días más tarde. En su testamento dejó a su hermano Carlos todos los títulos y dispuso que fuera heredero Francis I Febo, su nieto, pidiendo que se encomendara a la protección al rey de Francia.

200 AÑOS DE LA BATALLA DE AYACUCHO