miércoles, 12 de octubre de 2022

EL LEGADO ESPAÑOL EN AMÉRICA

La imagen estereotipada de una conquista de saqueo y rapiña no responde en absoluto a la realidad histórica de una empresa que fue, sustantivamente, una empresa de incorporación de los pueblos americanos a la sociedad, a la religión y a la cultura española y, por ende, europea.
Ya la Reina Católica, Isabel de Castilla, promulgó decretos en 1494 para la protección de los indios frente a los posibles (y ciertos) abusos de los colonizadores. Determinó que los indios seguirían siendo propietarios de sus tierras y prohibió expresamente la esclavitud. Pero la corona no se quedó solo en esto, puso decisión, recursos, conocimientos y sus mejores hombres a la tarea de integrar a los pueblos americanos a la cultura española, es decir la que predominaba en Europa. Isabel muere en 1504 y ese mismo año muere Colón. Ambos nunca supieron que se había descubierto un continente. Se creía aún que eran un conjunto de islas cercanos a la India, por eso Colón les llamó “indios”.
Pero Fernando el católico se planteó seriamente promulgar por escrito como orden real, los derechos de los indígenas. Así nacieron las “Las Leyes de Burgos u Ordenanzas para el tratamiento de los indios”. Juristas y teólogos estudiaron el asunto y de aquí salió el resultado de que lo importante era la evangelización del indígena. También que la corona tenía el dominio sobre los territorios descubiertos o por descubrir, y el indio era un hombre libre, no podrá ser explotado, pero debía trabajar a favor de la corona, a través de los españoles que allí estaban, y para ello se crearon la “encomienda” y el “requerimiento”.
Estas Leyes de Burgos se les considera hoy como el primer acuerdo sobre los Derechos Humanos, siendo el precursor de ese derecho.
Podemos asegurar que España no se limitó a explorar aquel vasto territorio, sino que realizó una empresa aún más asombrosa y trascendente: la incorporación de sus gentes a su cultura y a su fe, en definitiva, a la civilización cristiana, europea y occidental. Y no con la intención de que fuera una forma circunstancial, sino definitiva.
Más adelante el rey emperador Carlos I, para el buen gobierno de los indios, con las bases de la voluntad ya de la reina Isabel en su ordenanza de 1494 y la promulgación en 1512 de la Leyes de Burgos por el rey Fernando y asimismo para hacerse pública la polémica creada por fray Bartolomé de las Casas, convocó para 1540 una junta legislativa que se albergó en la Universidad de Salamanca, para iniciar las reorganización que los humanistas venían pidiendo décadas atrás. Fueron invitados legisladores y religiosos influyentes como el abogados, teólogos y economistas. Ello redundó en la promulgación de las Leyes Nuevas, del 20 de noviembre de 1542 en Barcelona. Fundamentalmente sus puntos es que suprime las Encomiendas, que tanto problemas habían dado, y regula la forma de hacer los nuevos Descubrimientos y de gratificar a los Conquistadores. También suprime la esclavitud de los indígenas, y las guerras de Conquista. Recogen, entre otros, los siguientes derechos: la prohibición de injuriarlos o maltratarlos, la obligación de pagarles salarios justos, su derecho al descanso dominical, la jornada laboral máxima de ocho horas y un grupo de normas protectoras de su salud, especialmente de la de mujeres y niños. Esto en el año 1542.
Hay que tener en cuenta que América antes de la llegada de los españoles no fue una edad de oro, ni es un paraíso perdido. La vida era muy dura, por eso la esperanza de vida era corta. De 16 a 22 años para los hombres y de 14 a 18 años para las mujeres, además de cada diez niños nacidos sólo cinco o seis llegaban a esas edades pues morían antes de los 5 años, a veces por enfermedades, otras por infanticidios.
Todo se regía por la lucha por la supervivencia, se pasaba hambre. No había vacas, no había gallinas, no había ovejas ni cabras, todo ello fue traído en barcos por los españoles. Cuando no se tenía que comer  se comían cortezas, hierbas y madera, o se practicaba el canibalismo como algo muy habitual y extendido. Había epidemias de virus que no se podían parar, no se conocían los remedios naturales para curar todos los males. Había enfermedades antes los españoles, se han encontrado momias con síntomas de tuberculosis, también otras momias de niños que fueron emborrachados y abusados. Las guerras encarnizadas eran constantes. Incluso las civilizaciones a las que se les atribuyen la construcción de las grandes pirámides se dedicaban al exterminio y a la caza de humanos. No existía nada que uniera a esas gentes; ni lengua, ni costumbres, ni creencias... nada. Por eso es un error decir que llegaron los españoles y NOS conquistaron; no existía un “nosotros”.
Porque, en efecto, existía, era constatable el desfase tecnológico entre ambas orillas del océano Atlántico. De hecho, observado desde parámetros de clasificación cultural occidentales, como ha advertido Sanchiz, “las civilizaciones precolombinas se encontraban en una fase cultural equiparable a la Edad del Bronce cuando los españoles llegaron a América”.
Más significativo le ha parecido el hecho de que los indígenas americanos no hicieran uso de la rueda, “no por desconocimiento, ya que sí se observa la forma de la rueda en pequeñas figuras y juguetes”.  El ejemplo de la rueda, “que no se usó con fines de transporte porque por motivos bioclimáticos no había animales de tiro”. De todas formas si conocían la rueda y solo la usaron para juguetes porque los animales no les servían, se dejaron muchas posibilidades que ofrece la rueda, correas de trasmisión, engranajes, poleas, polipastos, carretillas, etc.
Tampoco tenían desarrollado un sistema de navegación avanzado. Jamás hubiesen podido alejarse mucho de las costas, ni aguantar temporales o fuertes corrientes.
Realmente fue un Descubrimiento en toda regla, se descubrió un continente. Una vez hecho esto quedan cuatro cosas por hacer fundamentales para aquella época. Colonizar, extraer riqueza, evangelizar y adaptar a los indígenas a la civilización más avanzada. Y esa labor la realizó España, incluso con una integración social mutua. En el norte, la zona no dependiente de la corona española, las cosas fueron distintas. Allí se apartó al indígena, no se le intentó civilizar y eso que estaban mucho más atrasados que en el sur. No eran ni agricultores ni ganaderos. Eran nómadas. Ni se les enseñó. No se les dio idioma, ni religión y mucho menos se mezclaron.
Y hay que recalcar que en américa nunca hubo colonias españolas, sino virreinatos, es decir que el pueblo era español. Hasta que llegaron las emancipaciones. Pero eso es otra historia.
UNIVERSIDAD DE SAN MARCOS
LIMA -PERÚ (1551)

Ingentes recursos y conocimientos fueron invertidos en la tarea de poner a América a un nivel aceptable. Pensemos que los indígenas no sabían navegar a vela, no conocían la rueda ni el hierro. Se emplearon entonces conocimientos de astronomía, navegación, construcción naval, ingeniería militar, arquitectura, bellas artes, literatura, teología, derecho, administración y economía; fueron necesarios para el buen fin de la empresa americana. No sorprende la hegemonía de España en todos esos campos durante los siglos XVI y XVII. Después vino el siglo XVIII. Para unos de consolidación y reforma. De revisionismo y claudicación para otros. Un siglo durante el que, en cualquier caso, España mantuvo una posición entre las cuatro o cinco grandes potencias mundiales.
Sin duda, en la América española se cometieron abusos, no pocos impulsados o consentidos por las autoridades locales, y no se niega la barbarie cometida a espaldas de las leyes vigentes. Pero es indiscutible que todos ellos lo fueron al margen de la legalidad, en contra de la ley dictada desde la metrópoli. Una ley que, no pocas veces, perjudicaba los intereses materiales de los colonos españoles, y de ahí su incumplimiento muchas veces. España se impuso desde un principio un objetivo de integración de la población aborigen en la sociedad de la nueva España trasatlántica mediante una política de discriminación positiva (como diríamos hoy) de los indígenas mediante las leyes protectoras. Si alguien puede informar de Universidades o Colegios para indígenas en las colonias inglesas, francesas, holandesas o de cualquier país en América, le agradeceré me de ese dato.
A partir de 1640, fueron muchos los mercaderes españoles que invertían sus metales preciosos en América, sobre todo en Perú, en vez de arriesgarse a que fueran confiscados en España o se perdieran en el viaje. Este capital fue la base para la transformación de las ciudades en la era posterior a la minería. El oro y la plata que se traían a la España península era el Quinto Real, es decir el 20% del total obtenido. El resto quedaba en América o los Virreinatos. Si no hubiera sido así los españoles no habrían podido dejar en América 55 Universidades desde 1550 y más ciudades patrimonio de la Humanidad (32), que en la propia España. Por otro lado hay que decir que la cantidad de oro y plata llegada a España en 300 años es menos que la hoy obtenida sólo en Perú en un año o en México en el mismo periodo. Los métodos de extracción eran muy rudimentarios comparativamente, y no digamos las dificultades del transporte.
Las aportaciones de España en la colonización de América.
Cuando en el año 1636 se fundó la Universidad de Harvard (inicialmente dirigida hacia el estudio de la Teología), ya había en las Indias españolas una decena de Universidades que llegarían a más de treinta en el momento de la independencia. Treinta Universidades, la primera la Real y Pontificia Universidad de México, creada por real cédula del emperador Carlos V  inaugurada el 25 de enero de 1553. A esto hay que agregar una veintena de colegios mayores adscriptos.
Una característica de algunas Universidades en la América española es que tenían cátedras de lengua indígena, cuyo conocimiento era obligatorio para todos los curas y religiosos que en la América española ejercieran la enseñanza.
Portugal nunca fundó una en Brasil. Tampoco lo hicieron Francia y Holanda
La rueda. Polea y polipasto, como elemento de trabajo y transporte.  La noria. Aunque los mexicas tenían tornos de alfarería, no se les había ocurrido usar la rueda como medio para facilitar el transporte. El arado, que contribuyó, de manera decisiva, a la transformación de la agricultura. El hierro. La metalurgia de Toledo era la más avanzada de Europa.
La cerámica de Valencia, azulejos, vajillas. Las armas de fuego. La pólvora. La seda.
El papel y la imprenta moderna, con la edición en América de diccionarios, libros religiosos, científicos, jurídicos, etc., contribuyó a la difusión de la cultura europea en el Nuevo Mundo
La escritura y la gramática de Antonio de Nebrija. En 1500 se publicó en Toledo La Celestina, en 1508 Amadís de Gaula en Zaragoza y, después, vendrían Cervantes, Calderón de la Barca, Quevedo, Lope de Vega, etc., cuyas obras llegaron a América al poco de ser publicadas en España. La vid. (Perú, Chile, Argentina y California). El vinagre. Los olivos. La cebada. La fabricación de cerveza. Leguminosas (garbanzos, lentejas, habas)
El arroz, las almendras, el ajo, la cebolla, la ciruela pasa y otras variedades de frutos secos.
Ganado bovino, incluido el toro de lidia, y, con ello, los productos lácteos. El trigo. El limón. La naranja, la manzana, la pera, el melocotón y el higo. La caña de azúcar, el lino, el cáñamo.  El ganado ovino. El caballo y su guarnicionería. El sebo. El alquitrán. El calendario juliano, y después, el Gregoriano. El reloj mecánico, inventado en Europa en el siglo XIII. Las arquitecturas europeas y árabes. Iglesias, monasterios, catedrales, viviendas, pueblos y ciudades. . Técnicas de jardinería. Técnicas de construcción de barcos de pequeños, y hasta de gran tonelaje.
Técnicas de navegación transoceánicas. La ballestilla, el astrolabio, el cuadrante, la brújula marina, la ampolleta, instrumentos de navegación y la cartografía. Técnicas de explotación de la minería y el utillaje de hierro como picos, alzaprimas, cuñas y almádenas,  los molinos de ganga accionados por fuerza hidráulica, o el método de amalgama.
Las universidades. El Derecho Romano que constituían la base jurídica en Castilla.
La aritmética, geometría, astronomía y música. El sistema financiero: el dinero, la banca, la letra de cambio, las sociedades mercantiles, etc. Troqueles, prensas y demás utensilios para acuñar monedas.  La Casa de La Moneda de México, la primera "Casa de la moneda" de América. Conocimientos de economía y administración. Conocimientos de farmacia
Construcción de hospitales y su gestión.  Técnicas hidráulicas, acueductos y embalses,  canalizaciones y el molino hidráulico. El tornillo de Arquímedes. Técnica de los tapices, importantísimas fueron las colecciones de tapices de los reyes Fernando e Isabel.
La marroquinería, el repujado, el damasquinado, la esmaltería, la azabachería, la mazonería, la orfebrería, la joyería. Encuadernación de libros. El vidrio, la técnica de las vidrieras
Técnicas de pintura. La técnica del laminado del oro ("pan de oro”). La música occidental llevada por los españoles durante el renacimiento y el barroco, así como los instrumentos musicales necesarios para su interpretación: el violín, el laúd, el arpa, el clave, el clavicordio, trompetas, atabales, sacabuches, el bajón, flautas, tambores, etc. La guitarra española, el instrumento más popular en España. Las técnicas de entretejido: alfombras, vestidos, terciopelos.
La técnica del artesonado.
Las técnicas urbanísticas para planificar las nuevas ciudades coloniales consideradas hoy, en muchos casos, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: Ciudad de Potosí y ciudad histórica de Sucre, en Bolivia; Cartagena de Indias y centro histórico de Santa Cruz de Mompox, en Colombia; ciudad vieja de La Habana y sus fortificaciones, Trinidad, centro histórico de Cienfuegos, centro histórico de Camagüey, en Cuba; Viejo San Juan, en Puerto Rico; centros históricos de Quito y Cuenca, en Ecuador; centros históricos de México, Oaxaca, Puebla, San Miguel de Allende, Guanajuato, Morelia, Zacatecas y Campeche, en México; distrito histórico de Panamá; centros históricos de Cuzco, Lima y Arequipa, en Perú; Antigua Guatemala, en Guatemala; Coro, en Venezuela, y otras muchas ciudades coloniales construidas por los españoles y que hoy son candidatas a figurar en la lista de la Unesco: Salta, en Argentina; Villa de Leyva, en Colombia, etc.
La ingeniería militar. Fuertes, los castillos, murallas, fortificaciones. La ingeniería civil: innumerables puentes (puesto que desconocían el arco, tenían que utilizar puentes de cuerdas suspendidos), puertos, canales y calzadas, en cuya construcción se empleó la grúa (la de cigüeñal, la de arbolar, la de pisar, la portuaria, la accionada por rueda, la flotante), dragas, la máquina de hinca de pilotes, las máquinas de achique, la noria de vejigar, etc.
El Camino Real de Tierra Adentro, que comunicaba la Ciudad de México con Santa Fe de Nuevo México (hoy en Estados Unidos), fue una de las obras de ingeniería más importantes de las realizadas por los españoles en América, hasta el punto de haber sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2010. Las lentes. El idioma común. La religión católica. El mestizaje
Ingentes recursos y conocimientos fueron invertidos en la tarea de poner a América a un nivel aceptable. España no se limitó a explorar aquel vasto territorio sino que realizó una empresa aún más asombrosa y trascendente: la incorporación de sus gentes a su cultura y a su fe, en definitiva, a la civilización cristiana, europea y occidental; no de manera circunstancial sino definitivamente. Pero se realizó de una forma organizada y constante, no a los dictados de las conveniencias de la Metrópoli. Y era así, porque aquellos territorios eran también españolas.
Cuando acusan de saqueo de oro y plata es porque no saben que las cantidades que se sacaron en los doscientos cincuenta años que España estuvo allí a base de pico y pala se sacan hoy en día en un año con las herramientas actuales. De la producción se llevaba a l Metrópoli el 20%, el 80% restante se quedaba en América, y allí se invertía por sus propietarios en ganadería, agricultura, construcción, etc. Porque para un español de aquellos tiempos era mucho más rentable vivir en América que vivir en la península, dado que su vida era mucho más cómoda.
Y la gran parte de lo que sacó España se invirtió allí mismo en ciudades, universidades, hospitales, iglesias, escuelas, fábricas, etc. Lugares en los que se integró a los indios con los españoles porque tenían los mismos derechos. Los indigenistas no puede ser que desconozca o añoren la época anterior a la conquista porque ¿Dónde dejan el canibalismo, el desconocimiento de la navegación marítima, el desconocimiento de la escritura, el desconocimiento de la agricultura, etc.? España sacó a la mayor parte de la población originaria de América del Paleolítico Inferior, y el que no lo vea es que no lo quiere ver. Igual que los romanos nos dieron a los españoles casi todo lo que somos.
Los datos estadísticos están publicados por la propia Casa de Contratación de Sevilla que controlaba exhaustivamente todo el tráfico. No obstante si algunos ignorantes quieren seguir echando la culpa de su atraso a España pueden leer a Humbolt y entender de una vez para siempre que el campesino de Perú o de Méjico a finales del XVIII tenía más nivel de vida con diferencia que el alemán.
Las Fundaciones de Ciudades en América realizadas por España
Santo Domingo. Ciudad fundada por Bartolomé Colón el 5 de agosto de 1498. Santiago de Cuba la capital de Cuba fue fundada en 1515 por el conquistador español Diego Velázquez de Cuéllar
La Ciudad de Guatemala, fue fundada en 1541 como centro militar. La ciudad de Bogotá fue fundada el 6 de agosto de 1538 por el español Gonzalo Jiménez de Quesada. Buenos Aires tuvo dos fundaciones, la primera en 1536 por Pedro de Mendoza, fue destruida y la segunda en 1580 por Juan de Garay. Santiago de Chile, fundada el 12 de febrero de 1541, Pedro de Valdivia.
La capital de Venezuela, fue fundada como centro ganadero en 1560 por el mestizo Francisco Fajardo. En 1567, el conquistador español Diego de Losada, refunda formalmente la ciudad el 25 de julio de 1567 con el nombre de Santiago de León de Caracas. La capital de Ecuador, Quito  la funda Sebastián de Belalcázar el 6 de diciembre de 1534, como ciudad de San Francisco de Quito. La capital de Perú, Lima se funda el 18 de enero de 1535, con el nombre de la Ciudad de los Reyes. Paraguay, capital Asunción, fechada su fundación el 16 de septiembre de 1541, por el teniente gobernador Domingo Martínez de Irala. Panamá fue fundada el 15 de agosto de 1519 por Pedrarias Dávila cerca de una ranchería Cueva a la que llamaban Panamá.
México. El 13 de agosto de 1521, los mexicas fueron derrotados con la toma de la ciudad, a manos de los españoles. Los territorios que anexionó Cabeza de Vaca al Imperio Español integrándolos en el Virreinato de Nueva España, podrían equivaler en extensión a lo que hoy es la actual Europa occidental y el hito de su conquista, quizás solo haya sido superado por el Gran Alejandro casi dos mil años antes en su expansión cultural y militar hacia el antiguo oriente.
España exploró y conquistó extensísimos territorios que abarcaron desde Carolina del Norte en la costa Este norteamericana hasta Alaska en la punta noroeste del subcontinente: California, Arizona, Nuevo México, Texas, Alabama, Mississippi, Arkansas, Kansas, Florida, Luisiana, Virginia, Georgia, Carolina del Sur y del Norte, Tennessee, Oklahoma, Oregón, Nevada, etc.
Desde 1573 se dictaron normas y ordenanzas para la fundación y disposición urbanística de las nuevas ciudades y se reguló hasta el extremo. Se adoptó el sistema de cuadrícula castellano. Una plaza mayor y alrededor las principales edificaciones gubernativas y religiosas. La plaza era el centro del comercio, el paseo, celebraciones, etc.  Actividades de ocio y festivas.
España dejó unas 30 Universidades funcionando antes de la independencia, 39 ciudades y monumentos que son ahora Patrimonio de la Humanidad, más de 150.000 licenciados en diversas materias, de distintas razas y colores de piel, dejaron hospitales, Lima por ejemplo tenía una cama por cada cien habitantes cifra que hoy no tiene por ejemplo Los Ángeles. Se construyeron caminos, alguno de más de tres mil kilómetros como en Camino real de México a la tierra alta hoy EE. UU.
La corona y el pueblo español se desangró con la exploración y la conquista.
Muchos hombres murieron solamente por su fe, por su impresionante voluntad de descubrir. Recordemos sin ir más lejos la muerte de Magallanes y la llegada de Elcano con solamente 18 hombres, hambrientos, después de tres años de viajar y confirmar empíricamente que el planeta era esférico. Eso señala perfectamente la calidad de aquellos hombres, capaces de alcanzar el máximo sueño, la mayor gesta lograda por el hombre.

viernes, 30 de septiembre de 2022

ACUEDUCTOS ROMANOS EN HISPANIA Y SU TÉCNICA

La grandeza del Imperio Romano crecía proporcionalmente al volumen de agua que entraba en él. Para establecerse era necesario dotar a las ciudades y territorios de su imperio de unas sólidas infraestructuras, algunas de las cuales han llegado en servicio hasta nuestros días.
Idearon, trazaron y mantuvieron una ingente red de acueductos, cisternas y depósitos, con una tecnología punta, para asegurar un satisfactorio suministro. La arquitectura del agua se convirtió en símbolo de la grandeza de Roma y, consecuentemente, también de sus gobernantes y emperadores. 
Cuando hablamos de acueductos, tendemos a identificarlos con los grandes puentes sobre arcos, al estilo del de Segovia, sin tener en cuenta que estos son solo la parte monumental de un trazado que puede llegar a superar los cien kilómetros de longitud. Así es en realidad una conducción de agua, que es lo que etimológicamente significa acueducto. A través de estas inmensas canalizaciones, el agua llegaba en condiciones de potabilidad a las ciudades para dar servicio primero al ámbito público (fuentes y termas) y después al privado (domicilios).
¿Como se construyeron los acueductos romanos en Hispania? Tenemos unos cuantos:
Acueducto de Albarracín-Cella - Aqua Fontis Aureae - Acueducto Aqua Nova Domitiana Augusta (Córdoba) - Acueducto de Bejís - Caños de Carmona-Acueducto de les Ferreres- Acueducto de Gades - Acueducto de Huelva - Acueducto de los Milagros - Acueducto de Peña Cortada - Acueductos de la rambla de Carcauz - Quedan restos del acueducto romano de Altea - Acueducto de Segovia - Acueducto de Sexi - Acueducto de Valdepuentes (Córdoba).
ACUEDUCTO DE SEGOVIA
La construcción y el mantenimiento de los acueductos era una de las empresas más costosas y una de las obligaciones a las que tenían que hacer frente las ciudades que querían disponer y vanagloriarse de semejante infraestructura.
Desde el punto de captación, pasando por todos los obstáculos del terreno, que se salvaban mediante sifones, puentes, conducciones subterráneas, son sistemas de vasos comunicantes,  hasta llegar al punto o torre de distribución. Desde aquí, los acueductos alimentaban en primer lugar las fuentes y las termas públicas.
Las grandes ciudades contaban también con divertículos acuáticos, ninfeos (monumentos dedicados a las ninfas) y enormes fuentes decoradas por las que caía el agua en cascada.
Las casas cuyos propietarios podían permitirse este lujo disponían de agua corriente, conectada a la red hidráulica de la ciudad. Tampoco menospreciaban el agua proporcionada por la naturaleza. Así, el agua de lluvia era almacenada en cisternas que servían para llenar los estanques de los jardines que adornaban los patios.

ACUEDUCTO DE LOS MILAGROS 
Gran parte de las domus (viviendas urbanas) y villae (residencias en las afueras de la ciudad o bien en el campo) disponían de sus propias termas.
El agua corriente conectada a la red pública era siempre de pago y el precio dependía del caudal contratado. Puede creerse que el grifo monomando, que mezcla agua fría y caliente, es una conquista del confort actual, pero no. Aunque hay muy pocos ejemplares, se conservan hoy, procedentes de las frías provincias romanas
Sería un error creer que las piscifactorías son un invento moderno. Además de las diversas técnicas de pesca, los romanos dispusieron de viveros, tanto para peces de agua salada como de agua dulce. El cordubense Columela, en el libro octavo de su De re rustica, comenta ampliamente el procedimiento de cría.
ACUEDUCTO DE TARRAGONA 
Las tintorerías (tinctoriae y fullonicae) también requerían un importante suministro de agua. Las conocemos con detalle gracias sobre todo a los restos conservados en Pompeya.
Las presas y canales eran infraestructuras para aumentar, mediante el riego, la producción agrícola. Este aporte de agua, que no precisaba potabilidad, comportaba obras no tan aparatosas como las de los acueductos y, por ello, se han conservado en menor medida. La agricultura árabe, por ejemplo, abundó en los mismos parámetros que la romana. Los romanos se sentían muy orgullosos de sus realizaciones en el campo de la ingeniería hidráulica.
Los ríos constituyen un riesgo en el caso de inundaciones, que destruyen cuanto se asienta en sus orillas. Con todo, las inundaciones en Roma fueron frecuentes, intentaron paliarlas mediante canales y otras obras de gran envergadura. Además de las diversas técnicas de pesca, los romanos dispusieron de viveros, tanto para peces de agua salada como de agua dulce.
PUENTE ROMANO DE SALAMANCA 
La fuerza motriz del agua no fue en absoluto menospreciada. Se comprueba en los molinos hidráulicos y en la minería. En las explotaciones auríferas, el caso de Las Médulas (León) es de una gran espectacularidad: la perforación de galerías en el conglomerado de la montaña permitía hacer circular una enorme cantidad de agua, cuya presión provocaba el derrumbe para recuperar el oro del yacimiento.
Pero no hay que olvidar que los acueductos eran la necesaria estructura para la enorme cantidad de agua que se empleaba en la ornamentación, el lujo y el espectáculos.
No había ciudad que se preciara, por pequeña que fuese, que no contara al menos con unos baños o termas públicas. Su módica entrada daba acceso al común de los mortales, que podían asistir a diario y disfrutar de momentos de relax e intercambio social. Su ingeniería era brillante. La calefacción funcionaba mediante la circulación de aire caliente bajo un pavimento hidráulico, sostenido con pilares de ladrillo, sobre el que se echaba agua fría, dando lugar a una especie de sauna. En los caldaria había también pequeñas piscinas cuya agua se calentaba con el mismo procedimiento.
ACUEDUCTO DE ALMUÑECAR 
Estas obras adquieren en ocasiones una complejidad extrema y su realización, incluso hoy y con nuestros medios, sería objeto del máximo esmero y no poca dificultad en su replanteo, de forma que se garantizase su correcto funcionamiento.
Doscientos cincuenta años tardaron los trabajos de explotación en las Médulas, hasta principios del siglo III, en lo que hoy es El Bierzo. Fueron la mayor mina de oro del Imperio y la construcción de los canales fue el primer paso que permitió extraer oro de la montaña. Fueron una de las obras hidráulicas más extensas del mundo antiguo, y su trazado una obra de ingeniería que ha perdurado 2.000 años. Los canales han sido recuperados como rutas de senderismo y ahora se valora su inclusión dentro del espacio cultural y protegido de este Patrimonio de la Humanidad en 1997. El entorno de las minas de oro romanas es uno de los principales tesoros paisajísticos de El Bierzo. Pero lo que no todo el mundo sabe es que, oculta en las faldas de las montañas que rodean la antigua explotación aurífera, se encuentra una impresionante red de canales de agua que abastecían la mina y que suman más de 600 kilómetros de longitud, algunos de los cuáles se pueden recorrer ahora en itinerarios de montaña.


La red de canales permaneció poco conocida e infravalorada hasta época reciente y su cartografía y estudio detallado no se acometió hasta los primeros años del siglo XXI. Casi enterrados por el paso del tiempo, deformados por los procesos de erosión de las laderas y sepultados bajo un manto de arbustos. Una extensión de más de 600 km. Una de las características que más llama la atención en las observaciones de campo es la pendiente suave y uniforme que presenta el trazado de los canales, que en algunos casos alcanza los 143 km y que se mantiene, con un pequeño margen de error, en torno al 0,2-0,3%. Al mantenerse la pendiente regular a lo largo de muchos kilómetros, el trazado de los canales queda identificado de manera peculiar sobre el terreno. Y es que la construcción del canal se llevaba a cabo desde la explotación hacia el curso de agua y no al revés. Lo que marca la posición es la altura de la mina. Entre diferentes puntos de explotación en Las Médulas existen diferencias de cota de hasta 200 metros.
El Acueducto de Segovia se construyó para traer agua desde el río Frío, en la sierra de Guadarrama, a la ciudad de Segovia.
Se trata de una obra de ingeniería romana con
Azud de toma de agua. Es una presa derivadora, desde la que se deriva el agua del río hacia la cacera, que deberá llevarla a la ciudad.
Decantadora, desarenadora, una vez el agua ha sido derivada desde el azud, una serie de muros verticales contra los que choca el agua, -diríamos un pequeño laberinto-, hace que las piedras y arena que arrastra el agua se depositen y el agua inicie su recorrido hasta la ciudad.
El recorrido se realizaba por una cacera abierta en el terreno, con la suficiente pendiente, para que el agua se desplazara hasta las dos casetas desarenadoras y decantadoras, existentes ya en la ciudad. La entrada y salida del agua, dejaba bajo ella un importante deposito, en el que por la gravedad, las arenas y piedras que arrastraba el agua, se depositaban y desde las que podía derivarse el agua al canal del acueducto, o bien, en caso de que no fuese precisa, podrían echarla fuera.
Por medio de un canal situado sobre la parte alta de la construcción, llamado acueducto aéreo, el agua se trasladaba al recinto amurallado, donde debió existir un depósito o gran cisterna en la que alojar las aguas, para desde allí poderlas llevar a la fortaleza y edificios que pudieran tener ese privilegio. La plaza de las arquetas, es el nombre de una de las plazas de la zona, derivada seguramente de ello.
Si nuestra cultura bebe en las fuentes de la griega, nuestra tecnología evoluciona a partir de la romana
 

jueves, 29 de septiembre de 2022

QUIJOTE QUE ESTÁS EN LOS CIELOS...

En mi humilde mesa de trabajo tengo delante, presidiendo mis ratos con veleidades de escribir algo coherente, dos maderas con figuras de bronce, una de Sancho y otra de D. Quijote. También un mapa medieval del mundo conocido en aquel entonces, y claro está, un diccionario que me aclare las muchas dudas que en mi sesera constantemente golpea la ignorancia, acompañada, eso sí, de un deseo de acertar.
No sé si es un tributo al genio o una forma de que, de una forma silenciosa, alguien me señale cuán pequeño es mi sitio en este mundo.
A raíz de la presentación de una versión del Quijote, realizada por Pérez-Reverte, con polémica incluida, por encargo de la Real Academia Española, he pretendido, modestamente sumarme a la discusión, iluso de mí, con una defensa de los valores que la obra representa y señalarlo para que se sepa.
 

Y es que en la Academia creen que el Quijote es un «libro fundamental» en la formación escolar. «Un maestro lúcido con un buen Quijote en las manos puede hacer por un muchacho mucho más que un plan de estudios completo», aseguró Pérez-Reverte.
De hecho, el académico considera que el Quijote «no debería leerse nunca con 15 años a palo seco». Por eso esta edición (la suya), puede ser una «magnífica herramienta de trabajo», capaz de llevar a los alumnos por el «bosque complejo» de la obra cervantina y permitir una «lectura continuada de lo que es la esencia de la aventura de Quijote y Sancho».
Comentar en clase un pasaje o un capítulo del Quijote es adentrarse en el mundo de la filosofía sin apenas darse cuenta y además con la facilidad del humor. Tenemos allí todos los componentes del ser humano, lo mejor y lo peor perfectamente descrito. Encontraremos la hidalguía, la aventura, la nobleza, y también la codicia, la envidia y la adoración de lo material por encima de lo moral y de lo espiritual.
Precisamente Quijote es sinónimo de luchar por causas nobles y justas, aún sabiendo que lo más seguro es perder.
Pienso que nunca se pierde cuando se lucha o trabaja por causas justas, porque de alguna forma, aunque sea remota, quedará algún resabio de la enseñanza o del espíritu que inspiró al emprendedor. Y alguien recogerá esa ilusión y la siembra traerá alguna vez los frutos deseados.

Amigos dejadme que os cuente un asunto interesante:  “Como a tres leguas deeste valle está una aldea que, aunque pequeña, es de las más ricas que hay en estos contornos; en la cual había un labrador muy honrado, y tanto, que  aunque es anexo al seer rico el ser honrado, más lo era por la virtud que tenía que por la riqueza que alcanzaba. Mas lo que le hacía más dichoso, según decía era tener una hija de tan extremada hermosura, rara discreción, donaire y virtud. La fama de su belleza se comenzó a extender por todas las aldeas vecinas, y por las apartadas ciudades, y por los oídos de toda clase de gente,  y como a imagen de milagros de todas partes a verla venían. Guardábale su padre y guardábase ella, que no hay candados, guardas ni cerraduras que mejor guarden a una doncella que el recato proprio.  La riqueza del padre y la belleza de la hija movieron a muchos, así del pueblo como a forasteros, a que por mujer se la pidiesen, más él, como a quien toca de disponer de rica joya, andaba confuso sin saber determinarse a quién la entregaría de los infinitos que le importunaban. Y entre lo muchos, que tan buenos deseos tenían, uno fui yo, a quién dieron muchas y grandes esperanzas de buen suceso conocer que el padre conocía quién yo era, al ser natural del mismo pueblo, limpio de sangre, en edad floreciente, en la hacienda rico y con el ingenio no menos acabado. Con todas estas mismas partes la pidió también otro del mismo pueblo, que fue causa de suspender y poner en la balanza la voluntad del padre, a quién parecía que con cualquiera de nosotros esta su hija bien empleada; y  por salir desta confusión determinó decírselo a Leandra, que así se llamaba la rica que en miseria me tiene  puesto, advirtiendo que, pues lo dos eramos iguales, era bien dejar a la voluntad de la hija el escoger a su gusto; cosa digna de imitar de todos los padres que a sus hijos quieran poner en estado: no digo que dejen escoger a su gusto en cosas ruines y malas, sino que se les propongan las buenas y que dellas escojan a su gusto”

En fin, amigo que lees, si te interesa esta cuestión, te invito a que dediques con la mente descansada, a leer dentro del Ingenioso Hidalgo, el capítulo LI, donde allí se narra estos sucesos, y advirtiéndote que encontrarás el delicioso placer de la caricia de una lectura amable y rica, de vocablos y pensamientos, dando por bien empleado tu tiempo para el disfrute inteligente, quitándose a la holganza inútil de ver televisión, donde sabrás del puterío de moda o de la corrupción política, que viene desde tiempos inmemoriales. Ambas cosas y que de esas siempre tendrás, más la buena lectura solo necesita de tu voluntad para el descanso a la vez que ganas en saber. La única diferencia que encontrarás, es que en el libro podrás aportar tu imaginación y desarrollarás tus sentimientos buenos, mientras que con otras posibilidades encontrarás todo precocinado para comer tal y como a sus intereses convengan.”

domingo, 25 de septiembre de 2022

EL CRISTIANISMO DESDE ROMA A LOS REYES CATÓLICOS

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En el Imperio Romano, desde Constantino y Teodosio la religión cristiana era el credo obligatorio para todos los ciudadanos y la Iglesia cristiana, apoyándose muy directamente en las instituciones del Estado, se había convertido en iglesia imperial. El Reino visigodo de Tolosa con capital en la ciudad gala, comenzó en el año 418, tras el pacto o foedus entre los visigodos y Roma, y duró hasta el 507 y la actuación de los visigodos se ve supeditada por las circunstancias históricas de este pueblo a dar paso al Reino visigodo de Toledo o hispano-visigodo, con capital en la hispana Toledo, que se extendió desde el 507 hasta el 711, año en el que comienza la invasión musulmana. Los cronistas insisten en presentar a Fernando e Isabel como los restauradores de aquella Hispania que arrancaba de Roma su legitimidad, pero que había perdido en el 711 su propio ser. Una larga serie de escritores insisten en que la tarea de recuperación no se refería tanto al territorio, la propiedad, como al cristianismo. Con ello remataban la reconquista. En 1491 Rodríguez de Almela al entregarles un ejemplar de su Crónica,  en las vísperas de la caída de Granada, les recordaba a los reyes que el origen de su legitimidad estaba en la estirpe goda que la recibiera de roma por el pacto del 418. Se identificaba por tanto la política con la religión cristiana. Solo los bautizados estaban en condiciones de ser súbditos del rey y por tanto de estar bajo el amparo de las leyes, usos y costumbres del reino.  
El cristianismo es una fe que se proclama verdad absoluta, “dogma de fe” y la vida es un tránsito durante el cual se deben obtener los méritos para una posterior vida eterna, que es la importante. Norma válida para todos, desde el rey hasta el último morador.  Por lo tanto el primer deber de un rey era eliminar los obstáculos que hubiera para que sus súbditos pudieran alcanzar el logro de este fin sobrenatural.
Los reyes, para los tiempos de Isabel tenían el mandato de Dios, es decir la obligación de reinar, no sólo el derecho, y los súbditos eran los beneficiarios de las leyes, fueros, cartas y privilegios usos y costumbres que juraban en el momento que eran reconocidos como reyes.  
Al comienzo del reinado de Fernando e Isabel, judíos y musulmanes formaban comunidades propias, pero habitaban en tierra ajena. Tenían casas de oración, sus leyes y autoridades y escuelas. Tenían permiso del rey para ello. Abonaban una cantidad de dinero por ello y no podían formar parte de las instituciones.
Todo esto es importante para entender los hechos que tanto se les reprochan a  nuestros reyes y que inicia la enorme falacia de la “Leyenda Negra”.
Si se pierde este punto de vista, tan alejado de nosotros en nuestros días, no podremos comprender los hechos sucedidos, sus porqués y las decisiones que tomaron en aquella época. Por ejemplo la apostasía, la herejía el sacrilegio y los pecados contra natura, eran castigados  duramente, incluso con la muerte, dado que eran crímenes horrendos que había que extirpar. Por el contrario el poder y la justicia estaban sometidos a fuertes limitaciones porque por encima de ellos existía el orden moral del cual la iglesia es la custodia.
Los españoles se identificaban más con "su ser católico" que con su "ser nacional". Esto es así por el gran peso que ha tenido en la formación de los españoles el Imperio Romano y la Iglesia Católica, que son universales.
No era posible que en un reino existieran dos religiones. Eso pasó en España desde la llegada de los judíos, (con el permiso de los romanos), y luego por la fuerza de las armas con la invasión musulmana. De ahí que los pobladores hispano-godos rechazaran al musulmán, creando reinos territoriales unidos por la fe.
Claro que hubo alianzas entre ellos e incluso entre cristianos y musulmanes para combatir al enemigo común. Y también tropas musulmanas en un ejército cristianos, como el del Cid. También sucedió que las Taifas, pequeños reinos provenientes de la caída del Califato de Córdoba en el 1031, fueron las más de las veces vasallos de un reino cristiano, pagando unas "parias". El propio reino nazarí de Granada era vasallo de la Corona de Castilla-León. El impago de ese tributo y la toma de la plaza de Zahara en 1481 por parte del gobernador de Ronda, Mohamed al Zagrí, hizo que Fernando e Isabel se organizaran y al año siguiente comenzó una guerra que duraría 10 años. Al reconquistar Granada, termina la presencia libre y la influencia de los musulmanes en el país. Quedando como extraños los judíos, que muchos eran conversos, es decir que se habían convertido al catolicismo.
Aunque en años anteriores los reyes Isabel y también Enrique IV habían defendido a los judíos de los ataques del pueblo que los rechazaba, la cuestión de los falsos conversos era insostenible.
Los reyes se debían a la religión cristiana y esa fue una de las razones para la expulsión de los falsos conversos y los judíos, con la promesa de que podrían volver si fueran bautizados.
La misma Monarquía Hispánica es un monarquía pactista, plurinacional y federal. Si se repasa los personajes de nuestra historia, uno enseguida se da cuenta que nos encontramos con gentes de todos los lugares de la tierra, porque lo que primaba era la lealtad al rey. Para la Monarquía Hispánica y para la Iglesia Católica lo importante no ha sido nunca la naturaleza (nacionalidad) de una persona, sino la lealtad al Rey y al Papa.
No ocurre lo mismo en los demás  países de Europa que profesan religiones cristianas protestantes, que son iglesias nacionales desde el siglo XVI. Los reyes europeos protestantes lo son "Por la gracia de Dios". Los reyes españoles lo son "Porque son investidos en las Cortes después de jurar los fueros". Y, desde luego, lo que acrecentó más el nacionalismo, fueron las revoluciones republicanas, que en sí mismas son siempre nacionalistas.
La legalidad del poder en España la otorgaba la Santa Sede, pues por la "Donación de Constantino", era ella la heredera del Imperio romano. Es decir, que sin aprobación de la Santa Sede y el Sumo Pontífice, nadie legalmente podía ser rey. Los reyes españoles siempre se consideraron los herederos legales del Imperio Romano y, por tanto, sometidos al Sumo Pontífice o Papa. Si el Papa excomulgaba a un rey, cualquier súbdito estaba legitimado para destronarlo y que daban rotos automáticamente todos los vínculos de vasallaje y servidumbre.
La misma Reconquista es mucho más romana y católica que española. Fue impulsada mucho más por los Papas que por los reyes, siempre a través de cruzadas que tenían que ofrecer grandes beneficios espirituales y materiales (bulas) a los participantes.
A los reyes hispanos y a la alta nobleza militar les costaba mucho aventurarse en las cruzadas, porque para ellos era más ventajoso tener súbditos musulmanes que cristianos, que eran mucho más exigentes. Por eso en la Reconquista siempre tienen un papel militar protagonista los obispos, las órdenes religioso-militares, como el Temple, Hospitalarios y, después, las hispánicas creadas exprofeso, como la Orden de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa, entre otras. Tenían más importancia los mesnaderos del Rey y las milicias concejiles, los caballeros pardos castellanos (sin nobleza natural) o en la corona de Aragón gentes de cualquier origen que dispusieran de un caballo y armas, como los almogávares, que la alta nobleza castellana o los ricoshombres aragoneses.
Estás características únicas de España respecto a los demás países europeos explica porque los españoles nunca fueron nacionalistas. Recién a principios del siglo XX, en que la pérdida de las últimas provincias de ultramar, de la que eran beneficiarios privilegiados los vascos y catalanes, y el republicanismo importado de Europa y América impulsa un nacionalismo regionalista.

COLÓN Y LA FUERZA DE SU PASIÓN - (2)

En 1.484 Colón presentó al reino de Portugal su empresa de ir a las Indias Orientales por Occidente. Juan II le escuchó atentamente y quedó ...