jueves, 13 de julio de 2023

LA ESCLAVITUD EN AMÉRCIA PARTE 4

 En el Nuevo Mundo, en islas como Cuba, Puerto Rico y La Española, donde la alarmante tasa de mortalidad de la población nativa provocó las primeras leyes reales para proteger a la población local (Leyes de Burgos, 1512–1513). Aunque en Hispanoamérica hubo esclavos indios (en el Caribe), esta condición fue propia de los africanos. Los indios habían sido  declarados libres por la Corona de Castilla, pero no a los africanos, situación que era considerada normal. Había esclavos negros en casi todas las ciudades costeras de España y hasta en la misma corte papal. Es más, la solución de importar negros en las Indias para aliviar el trabajo de los naturales fue sugerida por los mismos religiosos (dominicos) que luchaban en favor de los indios (el padre Bartolomé de Las Casas incluido). Ante las disputas habidas en la época y con motivo de la evangelización del Nuevo Mundo, en 1537, el papa Paulo III emite una bula donde prohibió que los indios fueran esclavizados. Sobre el comercio negrero la mentalidad era muy distinta a las consideraciones a los indígenas. 

Los negros no eran considerados seres humanos como los demás. Por lo que no podían tener los derechos habituales y eran considerados como objetos en la práctica. Por supuesto que se debatió si tenían o no alma. Los indígenas fueron considerados personas con alma, por lo que no se les podía esclavizar. Por lo tanto salía económico comprar esclavos negros. El “Asiento de negros” era un convenio entre la Corona y un particular o sociedad comercial. La Corona concedía un arrendamiento de una explotación determinada, con exclusividad. Se utilizó para la explotación de minas y para el comercio de esclavos negros. La primera que se concedió el asiento de negros ocurrió en 1516 con una compañía genovesa. Muy pronto, los portugueses se hicieron con este lucrativo negocio y lo controlaron durante siglos.  La legislación española se planteó muy pronto la ilegalidad de dicha práctica (gracias a los escritos de Bartolomé de las Casas y de la Escuela de Salamanca). A partir de 1595 comienza el régimen de asientos, mediante el cual la Corona delega (vende) su monopolio en una persona o entidad mercantil, por un tiempo determinado, señalándose también el número de negros a introducir. En la práctica, los beneficiarios de este sistema serán los comerciantes portugueses, que contaban con factorías en África y eran además, desde 1580, súbditos de Felipe II

ENRIQUE I REY DE PORTUGAL 

El rey de Portugal sacaba beneficios de esto a través de la Casa de los Esclavos, con el asiento de la saca de negros de las factorías, y los monarcas españoles sacaban beneficios a costar de vender licencias para permitir llevar esclavos negros a América. La licencia para transportar un esclavo costaba ocho ducados.  Como en muchas zonas de América ya no quedaban muchos indígenas debido a las epidemias, pero la demanda de mano de obra seguía creciendo, los españoles empezaron a importar esclavos africanos. Incluso el fraile Bartolomé de las Casas recomendó la importación de africanos para eliminar la escasez, si bien Las Casas cambiaría de idea posteriormente y se posicionaría también en defensa de los africanos.

En 1530 el Emperador Carlos V prohíbe la esclavitud de los naturales de América pero en 1534 permite la esclavización de los rebeldes capturados en guerra justa. Pero para reemplazar a los indios llegaron los negros. La legislación española se planteó muy pronto la ilegalidad de dicha práctica (gracias a los escritos de Bartolomé de las Casas y de la Escuela de Salamanca), por lo que hizo que se importaran personas esclavizadas de África, que además tenían mayor resistencia física y a las enfermedades, especialmente las tropicales, comenzando así un comercio a gran escala de esclavos africanos: el comercio negrero.
El cultivo de azúcar es intensivo en fuerza de trabajo. Para cultivar el azúcar los portugueses hicieron uso de un importante número de esclavos africanos. El fuerte San Jorge de la Mina en la Costa de Oro británica, se convirtió en un importante depósito de e
sclavos que eran allí llevados

 ESTATUA EN LA ISLA DE GOREA, SENEGAL 

Los negros fueron así emigrantes forzosos a América, eran considerados seres subhumanos, asimilados frecuentemente a animales, sin tan siquiera poder ser considerados sujetos de derecho y por lo tanto considerados, jurídicamente, como meros objetos. Aunque especialmente, el debate estaba inicialmente en si los individuos de raza negra tienen alma humana, puesto que en caso afirmativo esta actividad sería considerada ilegal por la Iglesia, lo que llevó a un fuerte movimiento para afirmar que las personas de raza negra no tienen alma. En el caso de los indígenas naturales de América se había decidido que tienen alma por lo que no se les podía esclavizar. De hecho era costumbre en muchas plantaciones explotar al esclavo negro bajo severas condiciones hasta su muerte, pues salía más barato comprar nuevos esclavos que mejorar sus condiciones de vida.  La fuente de esclavos fue África, y la Isla de Gorea, colonia francesa, fue el lugar preciso donde se estableció el mercado de esclavos.
La doctrina de la Iglesia referente a la esclavitud de los negros se mantuvo en vigor durante los s. XV y XVI en España. En la práctica durante estos dos siglos para nada cambió la esclavitud de los negros en la España peninsular. Se siguieron comprando y vendiendo ,tanto entre seglares como entre eclesiásticos, como un bien suntuario, aunque su condición fue más llevadera que la de sus hermanos en América.
Pese a lo que se difunde en la famosa "Leyenda Negra" Las Nuevas  Leyes de Indias son una decisión del emperador Carlos I que convocó en 1540 una junta legislativa que se reunió en la Universidad de Salamanca con la organización de un importante grupo de humanistas, legisladores y religiosos, economistas y abogados. Las disposiciones ponen coto a los abusos detectados en la aplicación torticera de la institución de la Encomienda. Recogen una serie de derechos a los indígenas. En el caso de los negros fueron esclavizados.

FUERTE SAN JOSÉ- CARTAGENA DE INDIAS 

El primer asiento de negros fue firmado por la corona a cambio de 900.000 ducados, y obtuvo el monopolio de la introducción de negros a Cartagena de Indias, a donde llevó 25.338 esclavos entre 1595 y 1600. Y el sistema duró hasta mediado el siglo XVII, suspendiéndose en 1640 a raíz de la separación de Portugal. Por ello, hasta mediados del siglo XVI, Portugal se convirtió en el mayor traficante de esclavos de Europa. Los árabes continuaron con sus negocios de esclavos proveyendo, sobre todo, a países orientales. Cuando se abandona el Mediterráneo Oriental y se toma el Reino de Granada eso hace prácticamente imposible que se esclavicen blancos en la Península. Dentro de los esclavos negros estaban los llamados bozales, es decir, los que se habían culturizado en el norte de África o en algún reino cristiano. Los que no eran bozales tenían una vida más complicada, porque primero tenían que aprender prácticamente todo sobre la cultura que les rodeaba.

El jesuita Pedro Claver logró comunicar el cristianismo a los esclavos. Fue el misionero y sacerdote jesuita español que pasó a la posteridad por su entrega a aliviar el sufrimiento de los esclavos del puerto negrero de Cartagena de Indias donde vivió la mayor parte de su vida. Se apodó a sí mismo el “esclavo de los negros”. Fue santificado. Al llegar Pedro Claver a las Indias en 1610, una primera toma de contacto con la plaza fuerte de Cartagena de Indias, ésta era un hervidero de negreros, piratas e inquisidores. Cartagena de Indias era, por su posición en el mar Caribe, el principal mercado de esclavos del Nuevo Mundo. Mil esclavos llegaban allí al mes, y los mosquitos y las enfermedades devoraban a los sanos. El precio de compra de un esclavo era dos escudos. Aunque muriera la mitad del “cargamento”, el tráfico seguía siendo rentable. Ni las repetidas censuras del Papa, ni las de los moralistas católicos podían prevalecer contra ese comercio movido por la avaricia. Los misioneros no podían suprimir la esclavitud, sólo mitigarla.

lunes, 10 de julio de 2023

LA ESCLAVITUD EN AMÉRICA - PARTE 3

El 4 de mayo de 1493, por la famosa bula “Ínter Costera”, del papa Alejandro VI, quedaba oficialmente incorporado a la real Corona de Castilla el reino de las "Indias Occidentales, Islas y Tierra Firme del Mar Océano".
Un nuevo reino venía a engrosar el ya poderoso patrimonio de la reina Isabel, América. Al igual que el reino granadino, el de las Indias se encontraba habitado por gentes infieles, por naturales desconocedores de la fe de Cristo, aunque bastante aptos para ser evangelizados e introducidos en civilizadas costumbres. La Providencia elegía a Castilla, el reino peninsular en donde más vivo se mantenía el espíritu de cruzada contra los infieles, para supremo y único organizador y realizador de la mayor empresa de expansión que conocieron los siglos. 

A partir de la histórica fecha de la incorporación de las islas y tierras firmes oceánicas, la empresa imperial indiana, la expansión del Imperio cristiano por las regiones "remotas" y hasta entonces "incógnitas", venía a ser exclusiva de la real Corona de Isabel. La Corona de Aragón no se interesó en la colonización, si bien Fernando trabajó y negoció los acuerdos de la primera expedición.
La historia de la esclavitud en España a partir del siglo XV, por tradición, era lícito en Castilla hacer esclavos a los enemigos en las guerras contra los moros (y luego contra reyes paganos de África o Canarias, si se dictaminaba que era guerra justa), para ponerlos a trabajar o para intercambiar por un rescate u otros prisioneros.
Se ha dicho que fue una empresa explotadora de los Reyes Católicos para con el pueblo indígena y también que pretendieron con ello culminar un fabuloso negocio apropiándose de las riquezas naturales de aquellas tierras.
De la abrumadora documentación que todavía hoy se conserva, emerge la principal razón una vez descubierta América: la expansión de la fe de Cristo y como territorio de la corona que se le consideró desde el primer momento, poner en marcha un proceso de modernización de la cultura y la industria, en todos sus ámbitos.


El mismo Cristóbal Colón le habló a Isabel de un proyecto para extender el catolicismo, primero en las islas y tierras que se fueran descubriendo, y luego tendiendo la mano a los reyes de la India que buscaban establecer contacto con los cristianos.
El problema se planteó cuando Colón que no lograba ni riquezas ni siquiera el orden necesario entre las gentes, tratando de impartir justicia mandó colgar a algunos colonos que se habían excedido en sus exigencias con los indios. Todo esto lo comunicó a los monarcas, enviando un navío con algunos hombres con noticias y alguna riqueza conseguida. Pero los reyes entendieron que desobedeció las ordenes de la corona al enfrentarse agrediendo a los indígenas rebeldes que no querían trabajar en las condiciones que impuso, y vender a algunos como esclavos, cosa que Isabel había dejado claro en su voluntad de que se tratara a los indios como súbditos de Castilla. Algunos de los hombres que habían retornado acusaron a Colón de mal gobernante.
Sabemos ahora que la reina adoptó su propia resolución: En 1499 los monarcas deciden poner fin al monopolio que tenía Colón sobre las navegaciones a las Indias. Podría explorar pero no descender a tierra siquiera.
El 27 de agosto llegó Francisco de Bobadilla con poderes de los reyes y 500 hombres armados. Encarceló en un barco a los tres hermanos Colón el 15 de septiembre y los envió encadenados a la península a mediados de octubre, llegando a Cádiz el 25 de noviembre de 1500. Y luego otra Cédula Resolutiva de la libertad de los indios, fechada en Sevilla el 20 de junio de 1500, donde Isabel ordenó recoger a los indios para entregárselos a Pedro de Torres y repatriarlos a sus familias, todo ello por su cuenta y riesgo.


No resulta extraño así que el historiador Rafael Altamira, a la vista del documento correspondiente, reflexionase así: “Fecha memorable para el mundo entero, porque señala el primer reconocimiento del respeto debido a la dignidad y libertad de todos los hombres, por incultos y primitivos que sean; principio que hasta entonces no se había proclamado en ninguna legislación, y mucho menos se había practicado en ningún país”.
Es importante subrayar que, aunque la doctrina universal fuese contraria en la práctica a la libertad de los esclavos, la reina Isabel dudó ya entonces en su propia conciencia de la licitud del tráfico con seres humanos, decidiendo finalmente liberarlos.
Con esta decisión, Isabel se anticipó en 35 años a la formulación del derecho de gentes de Francisco de Vitoria de la Escuela de Salamanca y Domingo de Soto, teólogo de Carlos V. 
En un principio se había esclavizado a los pueblos indígenas americanos nativos. Pero en el año 1500 Fernando el Católico ordena la libertad de los indios antillanos que hayan sido reducidos a esclavitud. En 1503 se admite la esclavitud de los indios caribes, debido a su antropofagia, y de los indios rebeldes a la conquista española. Luego las Leyes de Indias de 1512 que protegía a los nativos.
La Reina ordenaba ya en 1503 al gobernador Nicolás Ovando propiciar los matrimonios mixtos, “Que son legítimos y recomendables porque los indios son vasallos libres de la corona española”. Como consecuencia directa de estos matrimonios mixtos, los cargos en la administración indiana debían tener preferencia para los criollos, hijos de españoles y americanos.

domingo, 25 de junio de 2023

LA ESCLAVITUD EN AMÉRICA - (Parte 2)

España renunció a tener bases en África de acuerdo con el Tratado de Tordesillas (1494), que otorgaba a los portugueses el dominio sobre el hemisferio oriental en el que se encontraba África.

DIVISIÓN SEGÚN EL TRATADO DE TORDESILLAS 

La llegada de Cristóbal Colón a América se realizó en un contexto donde los reinos españoles, si bien no tenían el comercio de esclavos africanos en sus manos, estaban plenamente involucrados en el uso de éstos en sus campos de producción, a los que se sumaban los canarios, moros y otros grupos. El mismo Colón había vivido un tiempo en Madeiras, la cual contaba con una numerosa cantidad de esclavos que trabajaban las plantaciones de azúcar. En su llegada a América, en la isla Guanahani se encontró con los indios taínos. Andaban desnudos y no conocían el trabajo del hierro, por lo que muchos autores los describen como culturalmente inferiores a los pueblos subsaharianos de África. La relación con los nativos del lugar fue descrita por él mismo como una relación amistosa, y confiaba que los indígenas fácilmente se harían cristianos. Así, Colón tomó siete hombres y los llevó a Castilla con la intención de “que aprendieran nuestra habla y volverlos, salvo que Vuestras Altezas, cuando mandaren, puédanlos llevar todos a Castilla o tenerlos en la misma isla cautivos, porque con cincuenta hombres los tendré a todos sojuzgados y les hará hacer todo lo que quisiere”. Aún con estas buenas relaciones que se dieron con los nativos, Colón vio la posibilidad de hacer ganancias con el tráfico esclavista con estos indígenas, lo que puede parecer contradictorio. Sin embargo, debemos tener en cuenta que en la mentalidad de la época, la esclavitud a los pueblos bárbaros o conquistados o vencidos en batallas era algo normal. Tal vez la única excepción se dio en la década de 1470 cuando la reina Isabel prohíbe el tráfico de los habitantes de Canaria, los “Guanches”.

COLÓN TRAE INDIOS A LOS RR.CC.

El cautiverio de estos nuevos paganos por parte de Colón no era necesario justificarla al tratarse de tierras vacantes por tanto estaban susceptibles a que un príncipe cristiano los dominara. La venta de estos esclavos indígenas, fue explícitamente autorizada por los reyes católicos en una carta escrita el 12 de abril de 1495. Curiosamente, cuatro días después es despachada una carta que suspende la venta de indios esclavos hasta conocer la opinión de los letrados, teólogos y canonistas, lo que resulta muy curiosa, considerando que la esclavitud estaba plenamente inserta en la sociedad española, tal como lo entendió Colón a su llegada. Esto marca el principio de lo que sería una larga discusión sobre la licitud de la esclavitud en América y muestra por parte de los Reyes Católicos un espíritu de justicia. La soberana castellana se convirtió en la primera persona en preocuparse de los derechos de los indios.
Las carabelas vuelven a España el 24 de febrero de 1495 con un cargamento de 400 esclavos indios. Sabemos esto por dos Reales Cédulas del 12 y 16 de abril de 1495.
Al parecer, los indios fueron hechos esclavos en acciones de guerra emprendidas por Colón y descritas por Bartolomé de las Casas. Los así “alzados”, en el derecho de guerra de la época, eran hechos prisioneros en calidad de esclavos. No puede sorprender por tanto que el almirante actuase de ese modo, conforme a las ideas comunes de su tiempo. A no ser que esa acción de guerra fuese “injusta”, como la califica el propio De las Casas, censurando a Colón por actuar “sin voluntad de los Reyes”, pero reconociéndole al mismo tiempo como hombre “cristiano y virtuoso y de muy buenos deseos”.
Antonio de Torres había salido de La Isabela con un cargamento de esclavos, el 2 de febrero de 1495, arribando al puerto de Cádiz a primeros de abril. En pocos días, el obispo de Badajoz, Juan Rodríguez de Fonseca, comunicó la llegada de la remesa a los reyes, pidiéndoles instrucciones sobre los esclavos. El 16 de abril salió de la cancillería una Real Cédula en la que se ordenaba al obispo Fonseca que paralizase la venta de esclavos “Porque nos querríamos informarnos de Letrados, Teólogos e Canonistas si con buena conciencia se pueden vender”. De esta consulta a teólogos y canonistas no se conserva más documento hoy que el anuncio de los propios reyes en su carta, ya citada, del 16 de abril.
El 4 de mayo de 1493, por la famosa bula “Ínter Caetera II”, de Alejandro VI, quedaba oficialmente incorporado a la real Corona de Castilla el reino de las "Indias Occidentales, Islas y Tierra Firme del Mar Océano".

LEYES DE BURGOS (1512)

A diferencia de lo que ocurre en África con los portugueses, en América se da una intensa conquista y colonización, por lo que se pasó de extraer esclavos del continente a importarlos, una vez que esclavizar a los locales se restringe por parte de la reina Isabel. Fernando el católico promulga las Leyes de Burgos en 1512 puesto que la esclavización no encajaba con las leyes castellanas, esto causó controversias jurídicas. En 1530, bajo el reinado de Carlos I, la esclavitud de los indios fue prohibida oficialmente, aunque algunos la practicaron de forma ilegal. Algunos españoles disponían de las encomiendas, un sistema de trabajo en el que el conquistador disponía de un determinado territorio y una cantidad establecida de indígenas para el trabajo. Pero en 1534 permite la esclavización de los rebeldes capturados en guerra justa, y finalmente en 1548 la Escuela de Salamanca, tras un profundo estudio humanístico, entre otras cosas vino a regular el trabajo de los indios, y sus derechos sociales, cosa que se promulgó ya con el rey Carlos I. Fundamentalmente sus puntos es que suprime las Encomiendas hasta la muerte del propietario, que tanto problemas habían dado, y regula la forma de hacer los nuevos Descubrimientos y de gratificar a los Conquistadores. También suprime todo tipo de esclavitud de los indígenas, y las guerras de Conquista. Recogen, entre otros, los siguientes derechos: la prohibición de injuriarlos o maltratarlos, la obligación de pagarles salarios justos, su derecho al descanso dominical, la jornada laboral máxima de ocho horas y un grupo de normas protectoras de su salud, especialmente de la de mujeres y niños. Esto en el año 1542.

ESCLAVOS NEGROS LLEGAN A AMERICA 

La corona de Castilla nunca tuvo barcos negreros. Pero para reemplazar a los indios llegaron los negros por esclavistas europeos dentro de las civilizaciones amerindias. Pero no sería exacto decir que los europeos introdujeron la esclavitud en el Nuevo Mundo. Tal institución ya existía, y en formas brutales, dentro de las civilizaciones amerindias. Ello no los disculpa. Sistemas análogos, pero mucho más atenuados, imperaban en Europa.
El comercio comienza con la disposición de caciques negros, que se introducen en el territorio africano y brutalmente se hacen con personas que sean susceptibles de ser vendidas a los negreros europeos. Los tiranos de África los venden, o entre ellos mismos los negros se venden. Los asientos o monopolios para la importación de negros a las colonias españolas se van sucediendo sin interrupción. El contacto con el mundo negro se origina con las expediciones portuguesas a las costas occidentales de África. Cuando se manifiesta que los indios americanos son ineptos para el trabajo del embrionario capitalismo europeo, se echa mano del resistente negro de África. La intervención de los Papas no va más allá de los principios del derecho internacional de la época: se acantonan en su poder espiritual de estimuladores de las Cruzadas. Las concesiones de Eugenio IV o de Nicolás V, de invadir y aun someter a esclavitud a los sarracenos y demás infieles que estuvieran en posesión de tierras cristianas, no volvió a repetirse por parte de los demás Papas.

sábado, 24 de junio de 2023

LA ESCLAVITUD EN AMÉRICA (Parte 1)

El Imperio Romano, con el avance del cristianismo, fue suavizando la situación de los esclavos, con Constantino I el Grande fue legalizada como castigo, más benigno que la condena a muerte. Digamos un derecho de conquista por guerra justa. La esclavitud en Europa, durante la Edad Media, persistió en pocas zonas. Entre cristianos y musulmanes se había establecido un régimen de mutuas represalias.
La esclavitud fue una constante durante la Edad Media en los reinos cristianos peninsulares. Las guerras de reconquista, el comercio con otras áreas del Mediterráneo, la piratería, las primeras relaciones comerciales de mercaderes catalanes y mallorquines con el norte de África y la conquista de las Islas Canarias fueron los canales proveedores de los mercados de esclavos en España. Entre los esclavos árabes y otros de raza blanca, los negros, poco a poco, fueron engrosando el contingente de esclavos a lo largo y ancho de la Península, siendo más abundantes en el sur y en levante, menos en la meseta castellana y más escasos en el norte. Así, a medida que fueron disminuyendo los esclavos procedentes del área mediterránea, aumentaron los del África sahariana debido a las exploraciones y contactos de navegantes.

MONUMENTO A ENRIQUE EL NAVEGANTE 

Siglo XV - El portugués Enrique “el navegante”, por 1425 crea en el Algarve, un centro de estudios náuticos, geográficos y astronómicos, desde donde organizó diversas expediciones marítimas a las costas occidentales del continente africano, empresas que tenían una finalidad tanto comercial como evangelizadora.
El mismo Papa felicita a Enrique el Navegante por sus descubrimientos y la evangelización que suponen. Simplemente habla de "muchos de Guinea y otros Negros cogidos por la fuerza". En su expansión en África los creyeron subproductos de la civilización musulmana. Por ello las expediciones portuguesas se hicieron bajo el signo de "cruzada" . Semejante error fue mantenido hasta el siglo siguiente. Las ideas medievales niegan personalidad jurídica a los infieles.
Los primeros europeos en llegar a las costas de Guinea fueron los portugueses. El primer europeo que compró esclavos africanos en la región de Guinea fue Antão Gonçalves, un explorador portugués del 1441. Originalmente interesados solo en el comercio de oro y especias, establecieron colonias en las islas inhabitadas de São Tomé.
Sobre la esclavitud de los negros cabe destacar el periodo previo al descubrimiento de América y la trata atlántica de esclavos que es la conquista de las islas Canarias, ello en el marco de la expansión ultramarina de España y Portugal. Ya desde 1425 los portugueses habían ocupado la isla de Madeira y los colonos se encontraban dedicados a la producción de trigo. Enrique "el Navegante" decidió crear un cultivo de caña de azúcar, comprada en Sicilia a comerciantes que la importaban del sudeste asiático, en la isla sostenido por esclavos africanos. Prácticamente al mismo tiempo dos carabelas con pescadores de Palos de la Frontera y algunos marinos del Puerto de Santa María partieron de Andalucía y llegaron al Golfo de Guinea, se apoderaron de ciento veinte esclavos y se los llevaron a Palos, en la actual provincia de Huelva, que se convertiría a partir de entonces en un lugar de trata de esclavos negros. Las islas Canarias resultaban interesantes al estar pobladas, por lo que eran objeto de saqueos para nutrir el tráfico de esclavos. En ellas se encontraba el pueblo guanche. Eran un pueblo que desconocía los metales y los tejidos, aunque sí conocían la cerámica. En un primer momento fue Portugal quien se quiso adjudicar las islas para sí, pero los intentos de conquista fueron infructuosos. Durante la Guerra de Sucesión Castellana, entre los reinos de Castilla y Portugal en 1478, los reyes de Castilla, Fernando e Isabel enviaron una armada a las costas de Guinea. Esta flota fue sorprendida en la batalla naval de Guinea por once navíos portugueses, que se apoderaron del botín castellano en oro y esclavos y lo llevaron a Lisboa. La guerra de Sucesión Castellana terminó al año siguiente con la firma del Tratado de Alcáçovas, donde Alfonso V de Portugal renunciaba a sus aspiraciones al trono castellano, reconocía la soberanía castellana en Canarias a cambio de la soberanía en el Atlántico, lo que le daba poder sobre Guinea, Madeira, las Azores, Cabo Verde y "cualesquier otras islas que se hallaren o conquistaren, de las Islas de la Canaria para Ayuso contra Guinea". 

GUERREROS GUANCHES 

La reina Isabel declara que los isleños (guanches), están bajo su protección y no podían esclavizarse, pero ante cualquier amago de rebelión los españoles actuaban de manera desmedida esclavizando a sus habitantes. Así ocurrió en 1488 en la Gomera, en Gran Canaria 1493, y también en Tenerife. Estos esclavos eran repartidos por el Mediterráneo, aunque se sabe que algunos de éstos más adelante, acompañaron a los españoles a América como domésticos.
Portugal circunnavega el África en busca de una ruta hacia Oriente, pero en su trayecto encuentra una rentable empresa en el continente negro basada en la creación de factorías a lo largo de la costa y la adquisición de oro, marfil y la propia población negra que será una mercancía de gran importancia durante varios siglos, de la cual los portugueses serán los principales proveedores.  En 1450 el comercio portugués estaba ya consolidado. Se intercambiaban tejidos de lino, alfombras, trigo y otros objetos por oro, marfil, especias, goma, pieles, almizcle y esclavos que los árabes traían de la llamada "Tierra de los Negros". El comercio esclavista en África, fue manejada exclusivamente, por Portugal en un inicio y se dio unas décadas antes de la llegada de Colón a América. Portugal había terminado la Reconquista de su territorio antes que España. Y contaba además de otros factores como su tecnología náutica, superior al resto, la geografía, el notable interés y patrocinio de uno de sus gobernantes, todo ello sumado a un impulso religioso, ya que los reyes cristianos consideraban su deber el conquistar a los infieles. En esto último, el Papa jugó un importante. En 1455 el Papa Nicolás V hizo la bula “ROMANUS PONTIFEX” a favor de Portugal, para que pueda ejercer dominio en las nuevas tierras, y se legitima el hacer la guerra a los pueblos gentiles y paganos. Esta bula no condena en lo absoluto la esclavitud hacia los conquistados. En la década de 1440 los portugueses habitualmente realizaban incursiones de cacería de esclavos al sur del recién descubierto río Senegal, pero los africanos habían aprendido a defenderse con sus embarcaciones ligeras. Entonces aquella forma violenta sería dejada de lado en poco tiempo para iniciar el comercio con los traficantes bereberes y árabes. Para ello, se estableció un fuerte en la costa de Mauritania. La factoría resultó ser bastante importante ya que por un lado, proporcionaba los esclavos necesarios para trabajar la recién conquistada región de Algarve en Portugal, importante para la pesca y por otro lado era un buen punto de escala para nuevos viajes para rodear África. Los mercaderes árabes recorrían el país, daban caza a los naturales, compraban prisioneros y los llevaban al mercado más próximo. Los portugueses ofrecían caballos, telas, armas de fuego y otras mercancías a cambio de los esclavos y polvo de oro.

VASCO DA GAMA 

Pensemos que los portugueses ya en 1487 ya habían identificado el Cabo de Buena Esperanza y luego Vasco da Gama en 1498 había llegado a la India. Todo ello costeando África.
España, por su parte, en su búsqueda de una ruta hacia la India va dirigida en dirección este-oeste y Colón se encuentra con un continente nuevo del cual sus habitantes también pasan a formar parte de la mano de obra cautiva. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en África con los portugueses, en América se da una intensa conquista y colonización, por lo que se pasó de extraer esclavos del continente a importarlos, una vez que esclavizar a los locales se restringe (1495) y finalmente se prohíbe en las Leyes de Indias, (1512 y 1548).
 

COLÓN Y LA FUERZA DE SU PASIÓN - (2)

En 1.484 Colón presentó al reino de Portugal su empresa de ir a las Indias Orientales por Occidente. Juan II le escuchó atentamente y quedó ...