sábado, 21 de octubre de 2023

REINO DE LEÓN (2)

Ordoño III nació  en el 925 y fue rey de León al morir su padre en el 951, pero solamente durante cuatro años.
Pasó algún tiempo en la corte de su padre, Ramiro II, instalada en los territorios de Galicia puestos a su cargo, conocidos ya en la época con el nombre de Portugal. Cuando contaba aproximadamente con 5 años se trasladó junto a su familia a la Corte de León, lugar donde su padre fue proclamado rey.
A la muerte del padre, Ordoño III ocupa el trono el 5 de enero del año 951, tras presenciar la abdicación formal de su padre ante los personajes más importantes del reino. El nuevo rey demostró en varias ocasiones su gran pericia en el manejo de las armas y su amplio conocimiento de las distintas instituciones y de la administración. Pocos años después, en el 955, tuvo que vencer una peligrosa rebelión de los partidarios de su hermanastro Sancho, encabezados por la reina de Pamplona, el hijo de ella y Fernán González de Castilla. También emprendió una campaña por Portugal, marchó hacia Lisboa donde consiguió un buen botín y prisioneros. Mientras el conde de Castilla fue atacado por los musulmanes, y recibió la ayuda de Ordoño y vencieron en San Esteban de Gormaz y firmaron una tregua.
Al año siguiente Ordoño III enfermó y murió en el 956. Hay que destacar que supo reorganizar la administración de los territorios y las instituciones que inició su padre.
Le sucedió Sancho I de León, llamado el Craso, y también “el gordo”, que  fue rey de León en dos períodos diferentes: entre 956 y 958; y entre 960 y 966.  

SANCHO I, EL GORDO

Su padre le había encargado el gobierno de Castilla en el 944. Cuando abdicó su padre a favor de Ordoño III fue como empezó a fraguar la conspiración que narramos en el capítulo anterior. Como fue derrotado se refugió en Pamplona con su abuela y parece ser que le provocó tal ansiedad por la comida que llegó a tener una descomunal obesidad.
Desde el principio de su reinado en León estuvo presionado por el conde de Castilla y por la nobleza gallega y astur. No cumplió los acuerdos con el Califato de Córdoba. Los musulmanes atacaron y vencieron en el 957. Esto tuvo serias repercusiones negativas ya  que no podía montar a caballo, eso no se entendía. Tampoco podía caminar sin ayuda ni tener relaciones sexuales, con lo cual no había heredero directo por lo que se marchó nuevamente a Pamplona.
Debido a la influencia del conde castellano Fernán González se eligió rey de León a Ordoño IV, hijo de Alfonso IV de León. Ordoño IV había nacido en Pamplona y por lo visto era cruel, perverso, en fin una mala persona. No era un candidato ideal para la corona, pero era legítimo. En realidad este hombre fue una marioneta del conde castellano, que lo casó con su hija Urraca. Dos años de un reinado lleno de conflictos con los nobles que lo despreciaban al igual que el pueblo.
En eso estaba cuando  Sancho I, el gordo, que ya se había curado de su obesidad, se comprometió con los musulmanes a entregarles diez fortalezas en la zona del Duero a cambio de ayuda para recuperar el reino de León. Los moros atacaron y hicieron preso al conde castellano quien tuvo que retirar su apoyo el rey Ordoño IV y apoyar a Sancho I. Éste pasó a Galicia donde consiguió apoyos de nobles y clero y por fin pudo entrar triunfante en León cumpliendo un periodo de reinado desde 960 al 966.

MONASTERIO DE SAN PELAYO

Por lo cual Ordoño huyó a Burgos. Trató de conseguir el favor del califa para recuperar el trono. Éste murió y el sucesor no aceptó el trato y  firmó un pacto con el rey Sancho I.
Ordoño profundamente humillado, perdió toda esperanza de volver a su tierra y se retiró viviendo de forma anónima en Córdoba acompañado por su hijo. Ordoño murió en el 960 y sus restos se depositaron en León.
Con lo cual ya Sancho I reinaba con tranquilidad y convocó en Sahagún lo que se considera la primera convocatoria en Cortes, donde asistieron miembros del clero y la nobleza. Tuvo que entregar las fortalezas prometidas a raíz de una ofensiva musulmana donde se hicieron con Atienza y Calahorra. Pero se creó un periodo de paz con los moros durante diez años. El conde castellano Fernán González persistía en sus intentos independentistas por lo que el rey  se centró en Galicia y Portugal a fin de sofocar las incipientes rebeliones. Negoció la paz al ero poco después enfermó seguramente envenenado, sin saberse por quien. El mismo año de su muerte el rey había erigido el monasterio de San Pelayo, consagrado en honor al niño mártir cordobés cuyos restos mortales fueron llevados a Oviedo. Al parecer el niño se resistió hasta la muerte para no consentir tener relaciones sexuales con el califa Ab al-Rahman III.

INVASIÓN VIKINGA 

Sucedió a su padre Ramiro  III de León, que fue rey entre 966 y 985. Llegó al trono a los cinco años de edad. La regente fue su tía Elvira Ramírez, que era religiosa. La figura del regente era nueva en este reino, y reforzó el carácter hereditario de la monarquía. Hay que tener en cuenta que en las monarquías, las regentes han de ser de sangre noble, a ser posible de la familia real. Se ratificó el tratado de paz con los musulmanes y en el años 968 algunos personajes del clero y la nobleza se unieron para luchar contra la invasión de los vikingos que habían desembarcado en Galicia donde estuvieron un año.  
Las tropas leonesas, castellanas y pamplonesas sufrieron derrotas en Soria y Navarra Lo que provocó una crisis política con lo que la regente se retiró y se nombró a la madre del rey Teresa Ansúrez.

ALMANZOR 

A todo esto, el califato estaba ocupado por un niño de once años completamente manejado por el pérfido Almanzor. Entre 977 y 984 dirigió varias campañas contra el reino de León apoderándose de Zamora, Ledesma, Rueda, Atienza, Salamanca y otras localidades. No pudo entrar en León gracias a una tormenta de granizo.
Al llegar la mayoría de edad del rey la nobleza galaico-portuguesa era desafecta al rey ya que éste les acusaba de ser conspiradores contra su padre que había muerto envenenado. Además el rey no hacía sino acumular derrotas en manos de los musulmanes. Para colmo tenía mal carácter, poco diplomático, sin tacto y era poco inteligente. Por lo cual los nobles se rebelaron y proclamaron rey a Bermudo, hijo de Ordoño III, en el año 981, por lo que el reino quedó dividido en dos. León y Castilla con Ramiro III y Galicia y Portugal para Bermudo II.
Dos años después Ramiro atacó a Bermudo con resultado incierto.  Poco a poco Bermudo iba siendo reconocido en el condado de Saldaña y otras localidades. Ramiro se iba debilitando y Bermudo pidió ayuda a Almanzor, pagando con la devolución de Zamora y un tributo anual. El ejército de Almanzor entró en León y salió victorioso, quedando Bermudo como único soberano.
En el año 984 murió Ramiro de muerte natural.

viernes, 20 de octubre de 2023

MEDINACELI - SORIA

 

Medinaceli es una antigua villa amurallada situada en lo alto de un promontorio a la que se llega por una estrecha carretera. Próxima al reino de Aragón, todavía guarda ese carácter inaccesible que sólo poseen los territorios de frontera. En la cuenca del río Jalón con sus tierras al amparo del apacible correr de sus aguas, en una planicie elevada, Medinaceli un remanso, un santuario de paz y reposo para el visitante.


ARCO ROMANO 
Las leyendas cobran vida sin quererlo en las empedradas calles y plazas de la villa, oculta de la carretera. La antigua Occilis, (poblado celta) ciudad de los belos y luego municipio romano. Durante la dominación romana de Hispania, se empezaron a explotar las salinas en el valle, se construyó en la Villa el interesante Arco Romano y la Fuente de la Canal, cuya excelente agua proviene de las mismas canalizaciones y depósitos de decantación que construyeron los romanos. Medinaceli fue frontera divisoria entre cristianos y musulmanes. Fue un enclave militar estratégico.

CONVENTO DE SANTA ISABEL 

El Palacio del Marqués de Casablanca se trata de una casa palaciega de finales del s. XVII con su escudo de armas en la fachada principal donde destacan también la forja de sus ventanas y las formas de sus buhardillas.  Los propietarios siempre se sintieron más cómodos en el sur por lo que dejaron en el olvido esta propiedad. Es por esta razón que sus palacios andaluces se encuentran en mejor estado de conservación.
El Convento de las Hermanas Clarisas de Santa Isabel Fundado por las Clarisas en 1528, se trata del único en activo de los cuatro con los que contó la Medinaceli. Se halla adosado a la iglesia de San Martín, de origen románico.

PALACIO DUCAL 

El Mirador de Medinaceli. Pegando al campo de fútbol y al lado del convento tenemos uno de los miradores de Medinaceli. Se trata de unos de los flancos del otero donde se encuentra esta villa por lo que es ideal para contemplar el paisaje.
El Beaterio de San Román-Sinagoga. Este edificio de incierto origen y negro futuro ha tenido diferentes funciones. Fue parroquia hasta 1558 y en esa fecha en que se convirtió en hogar de mujeres devotas y aristócratas. Éstas, sin obedecer reglas muy estrictas, vivían en comunidad tomando el nombre de Beaterio que lo ocuparon hasta 1939. La estructura de su planta, su ubicación en el barrio judío, algunos restos arquitectónicos y su orientación dan argumentos a la teoría que afirma que fue una sinagoga. Muy cerquita de este edificio encontramos una llamativa construcción.
El Nevero Medieval es posiblemente de época árabe, se trata de un pozo para el almacenamiento y conservación de la nieve en invierno y su uso durante las estaciones cálidas.

ARCO ÁRABE 

La Casa Palaciega y El Cuartel. Actualmente es un restaurante pero sólo admirar su fachada y su arquitectura merece la pena. Se trata de una casa palaciega del siglo XV en cuyo interior se han conservado muchos elementos originales.
La Plaza Mayor de Medinaceli, de buen tamaño donde podemos encontrar edificios como el Palacio Ducal, el Aula Arqueológica, la Alhóndiga y la Casa de Grande Covián.
El Palacio Ducal de Medinaceli fue una iniciativa privada, está restaurando este palacio del siglo XVI que se estructura en torno a un patio interior. Resalta su sobriedad aunque debemos destacar su estilo renacentista. En el interior encontraremos expuesto el gran mosaico que se encontró en la calle de San Gil.

CASTILLO DE MEDINACELI 

El Aula Arqueológica es un lugar imprescindible para conocer la historia del lugar y de las diferentes culturas que ocuparon la villa. Su interior contiene reconstrucciones y maquetas del pasado prehistórico e histórico de Medinaceli y su comarca.
La Alhóndiga, hoy edificio del Ayuntamiento. Este pequeño edificio del s. XVI cuenta con una doble galería con cuatro arcadas en cada una y el escudo ducal que preside su entrada. Su construcción se proyecta como sede del comercio de cereal. La planta superior se convirtió en Casa del Concejo y la parte trasera fue la cárcel del partido judicial.
Los monumentos de la villa histórica de Medinaceli se vieron muy deteriorados por años de abandono como resultado de la despoblación y de la crisis del modelo económico de la agricultura latifundista. En las últimos años la Medinaceli ha sido restaurada pudiendo salvarse de la ruina total edificios como el Palacio Ducal. También se han rehabilitado la Plaza Mayor y el empedrado de las calles.

ERMITA DEL HUMILLADERO 

La Casa de Grande Covián. Esta casa recibe el nombre de su propietario Francisco Grande Covián,  afamado médico e investigador. La Plaza Beato Julián. En este punto encontramos la Ermita del Beato Julián de San Agustín y el Mirador de la Pepa.
Ermita del Beato Julián de San Agustín. Se trata de un templo sencillo construido tras su muerte en 1606. Parece ser que la ermita se levantó sobre las ruinas de su casa natal.
El Mirador de la Pepa. Este mirador es un lugar espectacular donde admirar todo el paisaje que rodea a la villa de Medinaceli. Al estar en un alto, tiene un montón de lugares donde admirar la belleza que le rodea.

AYUNTAMIENTO EN LA PLAZA

La Puerta Árabe o Puerta de la Villa, por la calle del Hospital encontramos una de las puertas de la muralla. Se trata de uno de los accesos originales del primer asentamiento romano en la villa. A lo largo de los tiempos ha variado ligeramente su posición y su construcción originales. Junto a esta puerta se establecía tradicionalmente el mercado.
Desde este lugar, llegamos al Rollo Medieval por la calle San Gil.

Rollo Medieval. 
Se trata de una construcción que identifica al municipio o villa su categoría administrativa pero también en la mayoría de casos servían de picota.
Rollo de Justicia 
Desde la Calle San Gil tomamos la Calle del Hospital para llegar hasta la Alcazaba y Castillo de Medinaceli.
Muralla de Medinaceli. Junto al castillo encontramos los restos de la antigua muralla y el lugar perfecto para ver los alrededores.

Alcazaba y Castillo de Medinaceli. El castillo de Medinaceli se sitúa sobre la antigua alcazaba árabe y en uno de los extremos de la muralla. Los árabes que tenían como líder a Almanzor hicieron de este lugar su cuartel general. Aunque no está del todo claro, parece ser que Almanzor está enterrado en el interior de lo que fue la alcazaba. Actualmente su interior es el cementerio de la villa.
Desde el castillo podemos ver varios puntos cercanos como son el Corazón de Jesús Medinaceli y la Fuente de la Canal. Esta fuente tiene orígenes romanos y aunque fue restaurada en 1828, su aspecto actual es fruto de la remodelación de 1984. Merece la pena destacar que tiene la galería abovedada de 100 metros en la montaña para recoger las aguas del manantial. 
Corazón de Jesús Medinaceli. En la ladera de acceso encontramos el Sagrado Corazón de Jesús en una plataforma desde donde contemplar unas vistas espectaculares.
Volvemos a caminar por las calles de Medinaceli para buscar el mosaico romano que se encuentra en plena calle.
Mosaico Romano. Para contemplar esta maravilla debemos caminar hasta la Plaza de San Pedro. Parte del mosaico se encuentra bajo una vivienda por lo que veremos un pedazo de él.  Desde el mosaico cogemos la Plaza de la Iglesia para contemplar la Colegiata de la Asunción de Nuestra Señora Santa María la Mayor, fue construida sobre un templo probablemente románico a principios del s. XVI. En esta fecha Medinaceli tenía cierto tamaño y disponía de unas doce iglesias románicas por lo que el duque solicitó al Vaticano la unificación de todas las parroquias en una sola. En cuanto al estilo arquitectónico, podemos hablar de un estilo gótico del que destacan su Reja que cierra el Coro, la Capilla Mayor y el Cristo de Medinaceli.

Arco romano de Medinaceli. 
Por último contemplamos el Arco Romano construido en el siglo I. Se trata quizá del monumento de la villa más conocido y una de las razones por las que visitar Medinaceli. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1930.
En ocasiones nos da la sensación de estar caminando por un enorme decorado de una película. Aunque hay algunas partes mejor conservadas que otras, en general Medinaceli guarda un encanto fascinante. Cada una de sus calles y viviendas están realizadas con los materiales tradicionales siguiendo el mismo estilo. Esta armonía arquitectónica le hace merecedor de ser uno de los pueblos más bonitos de España.
Ermita del Humilladero, se encuentra a
 las afueras de Medinaceli. Lo más llamativo de esta ermita es la portada o fachada principal en estilo renacentista y los frescos de su interior, no en buen estado.


El Arco Romano, a la entrada de la antigua ciudad, en el casco medieval, en un sitio algo solitario, encontramos este arco construido seguramente en los siglos I- II d. C. Tiene la característica de ser el único arco romano de triple arquería que se conserva. Modelo del arco de Trajano, es un arco de triunfo monumental. Está bastante estropeado. Lógicamente en piedra colocados a soga y tizón, (una piedra a lo largo y otras dos a lo corto) Mide algo más de 13 metros y 2 de ancho. Supongo que el arco central sería para carruajes.
El arco representaba la grandeza y el poder que tenía el imperio romano.
Para mí, simplemente tocar con las manos una construcción romana de 1800 años, ya me da vértigo. Es mi pasión. Fue declarado Monumento en 1930.

jueves, 19 de octubre de 2023

REINO DE LEÓN -1-

El reino de León nació cuando el último rey de Asturias, Alfonso III, el magno, trasladó la capital desde Oviedo a León, y separó su reino entre sus hijos, entre los años 909 y 910.
El reino de León tuvo dieciocho monarcas, hasta que en el 1230, el rey de León Fernando III el Santo, heredó el reino de Castilla al morir su padre y lo unió al de León. Así se constituyó el conjunto llamado Corona de Castilla-León. Si bien quedaron tres unidades administrativas diferentes, León, Castilla y Galicia.

Alfonso III de Asturias 
tuvo que soportar la rebelión de su hijo García, que apoyado por su madre y su suegro, el conde de Castilla, y también sus hermanos Ordoño y Fruela. El rey llego a capturar y encerrar a su hijo y seguidamente traslado la capital a León. Estableció el gobierno y el Tribunal de Justicia. Pero se vio obligado a abdicar y distribuyó su extenso reino entre sus hijos, León para García, que quedó en libertad, Galicia y Portugal para Ordoño y Asturias para Fruela. Aunque ninguno se proclamó rey hasta la muerte del padre en el 910. 

García de León 
consiguió que sus hermanos le prestaran vasallaje, y se considerasen subordinados, terminando así la aventura separatista.
García se casó con la hija del conde de Castilla y siempre estuvo vinculado a la nobleza castellana. Comenzó pronto la lucha contra los musulmanes. Incursionó en Toledo y alcanzó la frontera del Duero repoblando varias plazas.
En la batalla de Arnedo contra el invasor es posible que fuera herido y de esto falleció en el 914. No dejó descendencia por lo que su hermano Ordoño, rey de Galicia accedió al trono leonés como Ordoño II de León.
Ordoño solamente reinó diez años. Tuvo cinco hijos de los cuales uno sería Alfonso IV de León, y otro Ramiro, que luego reinaría León como Ramiro II.
Ordoño II en el 915 marchó hacia Zamora y sometió en al-Ándalus, Medellín, Mérida y Badajoz, y exigió el tributo de parias. Luego hubo otra batalla, Estableció un campamento en San Estaban de Gormaz  y desde allí se desarrolló la batalla de Castromoros, con un triunfo total. Esta batalla fue un hito en la historia medieval de España.
Más adelante y conjuntamente con Sancho Garcés de Pamplona marcharon sobre Nájera, Tudela y Tarazona. Luego Ordoño conquistó Talavera.

ORDOÑO II DE LEÓN
La batalla de Valdejunquera fue una derrota importante. Luchaban unidos el rey de León y el de Pamplona en el año 920. Algunos nobles, que rechazaban la unión de los reyes no acudieron en ayuda de ellos y Ordoño mando capturarlos y encerrarlos hasta el 926.
En 921 Ordoño se dirigió con su ejército a conquistar Atienza y abatió unos cuantos castillos de Guadalajara. Llegó a las proximidades de Toledo.
Dos años después Ordoño conquistó definitivamente Nájera dando muerte al musulmán que gobernaba, de los Benu Qasi y las plazas se anexionaron a Pamplona y se reforzó la alianza de los reinos con el matrimonio de la hija del rey de Pamplona con Ordoño que había repudiado a su segunda esposa.
Ordoño murió en el 924 de muere natural. Le sucedió su hermano Fruela, que reinó tan solo catorce meses. Por suerte, porque fue un desastre. Aparte de establecer la paz con los musulmanes, como hacía con su reino de Asturias, mandó matar injustamente a los hijos de un noble que eran partidarios de los hijos de Ordoño y desterró al obispo de León. Murió de lepra y se le sepultó en la catedral de León, aunque  hay quien señala que fueron trasladados. Le sucedió el segundo hijo de Ordoño II, Alfonso Ordoñez como Alfonso IV, aunque hubo serias disputa y seguramente antes reinó Alfonso “el jorobado”, pero  los hermanos se repartieron el reino de manera que Sancho, el mayor de ellos, se quedó como rey de Galicia y los hijos de Fruela controlarían Asturias.


ALFONSO IV DE LEÓN 

En el 929 fallece Sancho y Galicia continúa bajo la supremacía del reino de León.
A la muerte de la mujer de Alfonso éste sufre una depresión que le hace dimitir y retirarse a un monasterio. Su hermano Ramiro entró a saco y logró reunir, no sin luchas, los reinos de León, Galicia y Portugal. Pero Alfonso IV se arrepintió, abandonó los hábitos y se desplazó a León. Con los apoyos de los hijos de Fruela y aprovechando la ausencia de Ramiro II, que estaba en Zamora. Enterado éste, marchó a León, sitió la ciudad y la recuperó. Ramiro II hizo prisioneros a los hijos de Fruela y conjuntamente con Alfonso ordenó que les arrancaran los ojos, práctica habitual en la ley goda. Los encerró en un monasterio hasta la muerte.
Ramiro II reinó desde el 931 hasta el 951. Considerado como un hombre decidido e inteligente. Tuvo entre otros hijos a el que sería Ordoño III.
En el año 932 el ejército leonés tomo momentáneamente Madrid pero solamente pudo saquear algunas tierras cerca de Talavera. Mientras la zona de Osma y Pamplona fue atacada por los musulmanes donde asesinaron a doscientos monjes.
A comienzos del 939 Ramiro II llegó hasta Santarem que estaba en manos de los musulmanes. El califa había reunido un ejército muy poderoso, de cien mil hombres según las crónicas, para desbaratar la alianza de Zaragoza con León. Pero en la batalla de Simancas los cristianos habían formado una alianza con los castellanos, leoneses, pamploneses y aragoneses. Esta es otra batalla de las más destacada de la historia de España. Los cristianos vencieron y el califa logró huir por los pelos. Los restos del ejército musulmán fueron aniquilados. Asimismo el califa crucificó a más de trescientos oficiales por no haber combatido con convicción. Esta victoria cristiana aseguró la línea del Duero y la zona comenzó a llamarse Extrema Durri. (Extremadura). Se repoblaron las zonas de Salamanca, Ledesma, Venta de Baños, Peñaranda y otras.

RAMIRO II DE LEÓN 

En los últimos diez años el rey Ramiro II de León tuvo muchos problemas internos fundamentalmente por el ansia de independencia de Castilla, gobernada por el conde Fernán González, cuñado del rey de Pamplona. El conde se declaró en rebeldía y realizó una incursión y saqueo por tierras musulmanes. Ramiro logró imponer su voluntad y encarceló al conde y alguno de sus seguidores.
Pero en el 945 liberó a Fernán González por la necesidad de contar con un guerrero prestigioso para hacer frente al califa cordobés. Éste le juró fidelidad  y se pactó el matrimonio de una hija del castellano con Ordoño, el hijo del leonés.
La última gesta del rey leonés fue en 950 cuando venció a los musulmanes en Talavera de la Reina, donde aniquiló a doce mil musulmanes y consiguió un rico botín.
Volvió a León y  dejó el reino a su hijo Ordoño III en el 951. 
Ramiro había engrandecido la corte con la construcción de un nuevo Palacio Real y restauró varios monasterios.

miércoles, 18 de octubre de 2023

REINO DE CASTILLA (4)

Como dijimos en el capítulo anterior, la batalla de Navas de Tolosa en 1212, no supuso el fin del imperio Almohade, pero marcó el inicio del declive musulmán y tuvo una importancia muy grande en la cristiandad no solo de España, sino de toda Europa que festejó la victoria de la cruz.
En dicha batalla el reino de León no acudió porque sus Cortes no lo permitieron. Tenían un litigio sin resolver.  El rey castellano Alfonso VIII había pedido la mediación del papa Inocencio II y éste accedió y amenazó con la excomunión a quien se atreviera a violar la paz mientras los castellanos lucharan contra los musulmanes. El mismo papa había obligado al monarca castellano, sin éxito, a devolver unos castillos y poblados a Alfonso IX de León, que eran los que causaban el litigio entre los reyes castellano y leonés. No obstante León permitió que acudieran voluntarios a la batalla, como así fue.
Pero aprovechando la ausencia de las tropas castellanas, el rey leonés se hizo con las plazas de Castilla que estaban dentro del reino de León, por lo cual Alfonso VIII no pudo hacer nada. De todas formas se firmó un pacto entre León, Portugal y Castilla solucionando el asunto satisfactoriamente para todos.
Alfonso VIII fundó el Estudio General Español, en Palencia, germen de la posterior Universidad. Por entonces es cuando se escribió el cantar del Mío Cid.
Dos años después de la batalla de las Navas muere Alfonso VIII, el 6 de octubre de 1214. Leonor de Plantagenet, esposa de Alfonso VIII, había sido la propiciadora de la fundación del Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas ya en 1187. Allí es donde descansan los restos de Alfonso desde octubre de 1214 y el de su esposa que falleció a los pocos días.

El heredero fue su hijo Enrique I desde el mismo año de la muerte de su padre, aunque él tenía tan solo 10 años. Su madre, que había fallecido, era la prevista para ser la regente, por lo que tuvo que ser la hermana mayor de Enrique, Berenguela la regente. El conde Álvaro Núñez de Lara se hizo con la regencia efectiva y procuró matrimonios para Enrique, que no se produjeron. El conde trataba de apartar de la sucesión a Fernando de León, que fue el futuro rey Fernando III el santo. Después de una sucesión de traiciones del conde murió el rey Enrique I a los trece años por un accidente, en 1217. El conde trató de evitar que sea visto el cadáver pero su madre, Berenguela se apoderó de Dueñas y con los obispos de Palencia y Burgos se trasladaron al monasterio de Huelgas.
Berenguela de Castilla y Alfonso IX de León habían estado casados, pero el papa anuló el matrimonio, a pesar de que tenían cinco hijos, pero consiguió la madre que sus hijos sean considerados legítimos.

BERENGUELA DE CASTILLA 

Al morir el rey Enrique I, el 6 de junio de 1217, Berenguela recurrió al padre de éste, Alfonso IX de León para que cuidará al hijo de ambos, Fernando. Ella mientras fue una regente prudente que supo desempeñar su trabajo a pesar de las intrigas de los nobles y de Alfonso de León. Pero al morir el rey leonés, Berenguela consiguió para su hijo Fernando, mediante la Concordia de Benavente con Teresa de Portugal, el reino de León a cambio de las renuncias  de sus hermanastras previo abono de cuantiosas propiedades y sumas.
En 1217 Fernando III el Santo recibe de su madre Berenguela el reino de Castilla el 1 de julio. Por lo tanto Berenguela fue reina regente de Fernando solamente veinticuatro días.
Berenguela cuidó de los monasterios y las catedrales como la de Burgos y Toledo. Murió en 1245 y sus restos también reposan en el monasterio de las Huelgas Reales.
A partir de Fernando el Santo rey de Castilla y de León, se considera el nacimiento de la Corona de Castilla-León.

FERNANDO III EL SANTO

Pero dese 1217 en que fue proclamado rey de Castilla tuvo varios incidentes, con los habituales enemigos de su madre, los Núñez de Lara e incluso su propio padre. Fernando no combatió contra su padre, y le envió mensajes de que bajo su reinado Castilla sería un reino amigo y, aunque al principio Alfonso no hizo caso, terminó retirándose a León cansado de estas acciones y al morir el conde Álvaro Núñez, el 26 de agosto de 1218 se firma el Pacto de Toro entre padre e hijo que pondrá fin a esta situación. En noviembre de 1219 se armó a si mismo caballero y unos días después se casó con Beatriz de Suabia hija del rey Federico II de Alemania. Nacieron diez hijos, entre ellos el futuro Alfonso X el sabio.
En 1224 murió el califa Almohade y se aceleró la creación de los terceros reinos de Taifas, cada vez más débiles.  Fernando aprovechó la situación.
A la muerte de Alfonso IX de León en 1230 se plantea el asunto de la sucesión. El testamento dejaba la corona a sus hijas de su primer matrimonio. Los nobles se dividieron en dos bloques. Unos apoyaban a las hermanas y otro a Fernando. Consiguió éste que sus hermanastras firmaran la renuncia tras un acuerdo.
De esta forma es como Fernando reino en ambos reinos con el nombre de Fernando III formándose así la Corona de Castilla-León. Si bien quedaron tres unidades administrativas diferentes, León, Castilla y Galicia.
Al año siguiente se reunió con el rey de Portugal y se fijaron las fronteras definitivamente y sellaron la paz.

CRISTOBAL COLÓN Y LA FUERZA DE SU PASIÓN - (1)

Para un europeo del siglo XV era muy difícil imaginar un mapamundi de aquellos tiempos. No habían viajado por toda la tierra conocida. Tenía...