jueves, 25 de febrero de 2021

105.- ESPAÑA SIGLO XIX (4) GUERRA DE INDEPENDENCIA -2-

Y como sabemos, el pueblo español no se quedó quieto. En la guerra organizaron colectas, suprimieron impuestos, enviaron comisionados a Inglaterra solicitando ayuda económica y militar que aceptaron los ingleses, porque ganas, lo que se dice ganas, si le tenían, y muchas al Emperador.

Las autoridades habían recibido precisamente del rey antes de su marcha la orden de obediencia y fidelidad a los franceses, lo que provocaba una disyuntiva complicada. Estar del lado del rey era a la vez estar a favor de los franceses y en contra de tus propios compatriotas, que lo que querían era que volviera su rey. Y para ello había que desobedecerle. Una guerra contra el aliado del rey.

GENERAL CASTAÑOS

Dado que las autoridades provinciales no respondían se formaron Juntas Supremas, que lo primero que hicieron fue crear un ejército al mando del General Castaños. El Consejo de Regencia, que se constituyó para oponerse al rey francés, reunió a las Cortes en Cádiz el año 1810, declarando “Único y legítimo Rey de la Nación Española a Don Fernando VII de Borbón”. Ello explica que en sus años de ausencia de nuestro territorio fuera llamado por el pueblo con el sobrenombre de "El Deseado".

Tanto Fernando, como su hermano Carlos y su tío Antonio partieron al cautiverio del castillo de Valençay, pasando allí casi 6 años, dando continuas muestras de adhesión a Napoleón.

Fernando VII, su hermano y su tío dedicaban sus ociosas existencias en Valençay a bordar, jugar al billar y a la lotería, fiestas y lujos. Mientras nuestros compatriotas se batían con los franceses. Pero numerosos ilustrados que eran admiradores de la cultura gala, los llamados "afrancesados", aceptaron al hermano de Napoleón como rey, permaneciendo en el trono hasta 1814, siendo designado por nuestros compatriotas como "Pepe Botella".

Sirva como prueba de la felonía de Fernando el contenido de esta carta dirigida a Napoleón, elogiando la decisión de aquél de haber colocado a su hermano en el trono de España:

“Señor: Doy muy sinceramente, en mi nombre y de mi hermano y tío, a V.M.I. y R., la enhorabuena de la satisfacción de ver instalado a su querido hermano el rey José en el trono de España. Habiendo sido objeto de todos nuestros deseos la felicidad de la generosa nación que habita en tan dilatado terreno, no podemos ver a la cabeza de ella a un monarca más digno ni más propio por sus virtudes para asegurársela, ni dejar de participar al mismo tiempo el grande consuelo que nos da esta circunstancia” Pero aún cabe más ignominia, pues cuando el pueblo español estaba en plena lucha con el enemigo galo, Fernando le dirigía a Napoleón esta otra misiva: “Señor: El placer que he tenido viendo en los papeles públicos las victorias que la Providencia corona sucesivamente la augusta frente de V.M.I. y R., y el grande interés que tomamos mi hermano, mi tío y yo en la satisfacción de V.M.I y R. nos estimulan a felicitarle con el respeto, el amor, la sinceridad y reconocimiento en que vivimos bajo la protección de V.M.I. y R.” Es decir que le felicitaba por los éxitos militares de Napoleón contra el pueblo español.

FERNANDO VII EN FRANCIA

Además era tal el grado de adulación de Bonaparte por parte de Fernando, que llegó a pedirle a aquél la mano de su sobrina Lolotte, hija de Luciano Bonaparte y de Catalina Boyer, y también en caso contrario de Zenaida Bonaparte, hija del rey intruso José I y de Julia Clary.

Técnicamente la guerra suele dividirse en varias fases. La primera se frena la ocupación gracias al levantamiento popular y termina con la victoria de Bailén. La segunda fase es la división de la península con los franceses confinados en el norte del Ebro. Y la tercera es la gran ofensiva francesa de los años 1810 y 1811 que terminaron en fracaso. La cuarta corresponde a la guerra de guerrillas y la quinta con la respuesta aliada de ingleses y españoles en 1813 aprovechando la situación europea adversa a Napoleón.

La Guerra, a priori era claramente un fracaso para las fuerzas españolas. Combatirían contra el mejor ejército del mundo en aquel momento, con unas tropas mal preparadas militarmente, con una masa muy patriótica pero no disciplinadas militarmente. Algunos batallones estaban formados por seminaristas y estudiantes. Pero Napoleón había subestimado la capacidad de la reacción de los españoles. Había enviado unos 100.000 hombres, cifra más que suficiente, pero integradas en su mayor parte por adolescentes, lo que dice claramente la importancia que le dio al asunto. España contaba con unos 85.000 hombres de muy variada procedencia, mercenarios, extranjeros de campañas anteriores y estaban también mal equipados. La incorporación inglesa fue por el oeste, aprovechando su alianza con Portugal. El sur era cosa de la resistencia española y la meseta central la dominaba el francés.

Los franceses fueron venciendo en diferentes plazas pero al llegar a Zaragoza no la consiguieron tomar. Las prácticas militares no servían contra una población arriesgada, hombres mujeres y niños que no actuaban como ejército profesional. Levantaron el cerco y se marcharon. Tampoco consiguieron tomar Tarragona ni en Gerona. Recordar a Agustina de Aragón, una catalana defensora del sitio de Zaragoza.

Pero lo que fue determinante para la victoria española fue la batalla de Bailén.

La derrota francesa de Bailen tuvo numerosas consecuencias, primero originó un enorme entusiasmo en la sociedad española sobre todo por el heroísmo de la población en Zaragoza y Gerona. Este entusiasmo se propagó por Europa. Fue la primera derrota en campo abierto de un ejército napoleónico. Y la pérdida de 20.000 soldados imperiales.

Napoleón estaba decidido a vengar la afrenta y se puso al frente de su Grand Armeé.

NAPOLEÓN AL FRENTE DE LA GRAND ARMEÉ

A todo esto, el rey José I, huyó de Madrid tras la derrota de las tropas francesas en Bailén en el mes de julio de 1808.

 

miércoles, 24 de febrero de 2021

104.- ESPAÑA SIGLO XIX (3) GUERRA DE INDEPENDENCIA

 En la historia hay derrotas momentáneas que sirven de guía y son el germen de la victoria final. La gente pacífica dejó de serlo porque las cosas no pintaban bien para su país. Lógicamente el clero se opone a los franceses, libertinos conocidos. Con lo cual el pueblo español se alza en armas, pero con un desparrame brutal de entrada.

JOAQUIN MURAT - LUGARTENIENTE FRANCÉS EN MADRID 

Algunos que habían esperado de Francia que ayudara a España a entrar en la modernidad y trajeran los avances, y el progreso de las ideas nuevas de Europa, pues resulta que son los enemigos de país, y por el contrario los que defienden a España y están dispuestos a dar su vida por la patria, combaten defendiendo a un rey que no le importa su país ni su pueblo, solo quiere emparentar precisamente con su invasor, porque vive en un exilio dorado a costa de Bonaparte. Ahí viene el dilema. Elegir entre ser patriota o ser afrancesado. Y así toda España se vuelve una trampa inmensa, tanto para los franceses como para quienes, y esto es lo más triste de todo, creyeron que con ellos llegaban, por fin, la libertad y las luces. Cartagena, Zamora, Oviedo, La Coruña, Badajoz, Sevilla, Murcia, Valencia, etc. fueron alzándose contra el francés.

Los franceses a los que muchos esperaban con sus nuevas ideas, resulta que nos invaden y atropellan despiadadamente. Mientras que los que defienden a España son en gran parte el rancio pasado y el estancamiento.

Se delegó en instituciones ancestrales como las Cortes del Reino de Aragón, que no se habían reunido desde la derogación de los fueron a comienzos del siglo anterior. Donde no existían esas instituciones se crearon nuevas llamadas Juntas supremas. Lo primero que hicieron las Juntas es declarar la guerra a Napoleón. Y crear un ejército al mando de un general de prestigio, Marcenado, Blake, Castaños o González de la Llama. Se contaba con los cuerpos regulares y la presencia de voluntario alistados en todos los lugares. Se organizaron colectas, se suprimieron impuestos e incluso se llegó a acuñar moneda en el exterior.

RENDICIÓN FRANCESA EN BAILEN 

Las Juntas Supremas habían conseguido la ayuda de los ingleses, que se la tenían jurada a Napoleón, y mandaron al general Wellington al frente de sus tropas y del ejército español. También recibieron ayuda económica y militar.

El alzamiento de Zaragoza fue fundamental ya que se extendió por Cataluña, Navarra y Castilla la Vieja.

La primera revuelta popular fue en Asturias. Se publicaron los sucesos de Madrid del 2 de mayo. Los representantes de las autoridades y cabildos se reunieron en la Junta General del Principado y decidieron mantener la monarquía de Fernando a la vez que defender la nación. Se comunicó a las capitales vecinas, Santander, León, y las Juntas de Galicia los acuerdo adoptados, propagando la sublevación. La Junta General Asturiana se desvinculó de la autoridad central, el Consejo de Castilla y le sustituyó en el poder. Se extendió por todo el país. En Barcelona, que estaba ocupada por los franceses, la sublevación comenzó en la provincia. Fijaron la Junta General en Lérida.

En el sentido administrativo de la rebelión se aplicó el fundamento jurídico utilizado en el Compromiso de Caspe. Al rey se le consideraba secuestrado por Napoleón, lo órganos de la monarquía estaban incapacitados por encontrarse la Corte ocupada por un enemigo. Y esa autoridad, la soberanía, volvía a recaer en el pueblo, quien la había transmitido a las Juntas Supremas Provinciales. Hay realmente un sentimiento de unidad que a mediados de julio se robusteció por la victoria de Bailén y por la insistencia británica de tener un interlocutor válido que canalizara las ayudas económicas y militares aprobadas en aquel país. Por lo que las Juntas con representantes se reunieron y declararon constituida la Junta Central Suprema y Gubernativa del reino. No obstante no lo tuvieron fácil ya que había instituciones provenientes del antiguo orden que no querían cambios, por lo que la Junta Central acabó por traspasar a las Cortes de Cádiz la misión de la transformación administrativa.

En una primera fase de la guerra las fuerzas españolas cosechan derrotas una detrás de otra. Los primeros enfrentamientos fueron derrotas en Cabezón de la Sal y en Medina de Rioseco. Los prisioneros fueron ejecutados y el pueblo saqueado. Esto hizo pensar que el asunto estaba prácticamente resuelto para Napoleón. Ocuparon Logroño y en el ataque a Zaragoza los franceses fueron incapaces de tomar casa por casa.  La participación de paisanos españoles, de toda clase y condición en defensa de la ciudad convirtió esta batalla en algo desconocido para los franceses. Es cuando se enteran de su derrota en Bailén, lo que hace que desistan de Zaragoza replegándose a Vitoria.

El general Castaños estaba destinado en el Campo de Gibraltar, y desde el mes de abril mantenía contactos secretos con el gobernador británico de Gibraltar, sir Hew Dalrymple. El 26 de mayo recibió un mensaje de la Junta de Sevilla para unirse al alzamiento, cosa que hizo inmediatamente poniéndose él y a sus 9.000 hombres a la órdenes de esta la misma.

CUADRO "LOS DESASTRES DE LA GUERRA" GOYA

La Junta le nombró general en jefe de un improvisado ejército que se encuadró e instruyó en pocas semanas con tropas regulares y voluntarias. Con este ejército logró derrotar al general Dupont en la batalla de Bailén el 19 de julio de 1808.

Realmente la batalla se produjo en unas condiciones climáticas duras. Un extremo calor que asfixiaba a las tropas recibió ayuda de la población cercana. Hubo encuentros muy sangrientos y finalmente el francés general Dupont, sin recibir los refuerzos previstos y ante el temor que Castaños llegara por la retaguardia ayudando a las tropas del General español Redding, fue derrotado. Esperando la llegada de Castaños para negociar las capitulaciones de su victoria Redding cesa las hostilidades. Unos 18000 soldados franceses depusieron sus armas. La batalla de Bailén será la primera victoria sobre un cuerpo de ejército de Napoleón en toda Europa. Aunque la historiografía señala al general Castaños como el vencedor de Bailén, ya que era el comandante supremo y el estratega organizador, llevándose los honores, lo cierto es que en la batalla propiamente dicha no intervino en la misma, sino que fue Redding el artífice de la victoria española.

En la batalla de Bailén participó como ayudante de campo de Coupigny en la 2ª división, José de San Martín, futuro libertador de lo que hoy es Argentina. Estaba asignado al escuadrón de Caballería Borbón. Su valiente y brillante comportamiento le valió el ascenso a teniente coronel y la Medalla de Oro de Bailén.

 

martes, 23 de febrero de 2021

103.- ESPAÑA SIGLO XIX (2) GUERRA DE INDEPENDENCIA

Como dijimos en el capítulo anterior, el pueblo de Madrid se levantó contra la ocupación de Madrid por los franceses y desde Móstoles se le declaró la guerra a Francia. En el levantamiento del día 2 de mayo la represión del lugarteniente francés Murat, fue cruel ya que se trataba de gente del pueblo, civiles casi sin armas de fuego, mujeres, hombres, viejos, etc. Al día siguiente se realizaron los fusilamientos de los rebeldes prisioneros.


DECLARACIÓN DE GUERRA A NAPOLEÓN

4 de mayo.-  Cuando el infante Antonio Pascual dejó la presidencia de la Junta el 4 de mayo, el francés Murat se presentó en la Junta Suprema del reino para pedir formar parte de ella, siendo rechazado en primera instancia y luego aceptado para evitar males mayores.

6 de mayo.-  La Junta en Madrid recibe un decreto fechado el día 4 por el que Carlos IV nombraba a Murat como Lugarteniente del Reino para que gobernase en su propio nombre. También recibió el día 6 de mayo la renuncia de Fernando VII, que revertía sus derechos en su padre Carlos.

La Junta Suprema publicó la renuncia de Fernando. Sin embargo, dado que Carlos IV ya había renunciado, de nuevo, se daba la paradoja de que existía un reino sin rey, con lo cual Murat ostentaba el grado de Lugarteniente del emperador hasta el nombramiento de un nuevo rey. Murat en Madrid mandó quitar el nombre de Fernando de todos los actos públicos. El pueblo y la aristocracia se las vieron venir. Llegaban noticias de Bayona por emisarios ocultos de Fernando.

10 de mayo.-  Dado que Carlos IV había abdicado por presión en su hijo Fernando en Aranjuez, éste siguiendo las indicaciones de Napoleón, en Bayona, Fernando abdicó en su padre, que a su vez traspasó la corona a Napoleón para que fuera depositario de los derechos del Trono y los dispusiera en favor de alguna persona de su familia, cosa que fue aprobada junto con algunos pequeños cambios en un texto constitucional. La Constitución de Bayona, de la que nadie habla. “Su Majestad el rey Carlos IV ha resuelto ceder, como cede por el presente, todos sus derechos sobre el trono de España y de las Indias a Su Majestad el emperador Napoleón Bonaparte”. Con estas palabras fue con las que, en 1808, Carlos IV, rey hasta entonces de España y por lo tanto de una considerable extensión de América, otorgó a Napoleón el trono de nuestro país.  - Mientras tanto Napoleón, el dominador de Europa, se convirtió finalmente en dueño de los destinos de España. La familia real española estaba en su poder, los documentos de abdicación de uno y otro monarca, las tropas ocupaban puestos estratégicos y la insurrección de Madrid había sido sofocada. Los órganos de la administración, La Junta de Gobierno y el Consejo de Castilla, le eran sumisos. Tenía en sus manos la fuerza y los resortes de España entera. - Todos en Bayona estaban felices porque al fin y al cabo la corona española no era la primera vez que la ceñía un extranjero. El proceso se había realizado con formalidad. Fernando que soñaba con emparentar con Napoleón veía el camino preparado. Carlos tenía su vejez asegurada y a Godoy lo enviarían a vivir cerca de Paris. La Junta Suprema conjuntamente con los asesores de Napoleón habían redactado la Constitución de Bayona dando al hecho un carácter formal quedando libres por tanto de responsabilidades. ¡Que chupi! Todos contentos! Por dinero, tierra y un exilio dorado habían vendido el trono de España al francés, que sería el mandamás en estas tierras.

GUERRA DEL PUEBLO ESPAÑOL CONTRA FRANCIA

Pero el corso no calculó un aspecto de la jugada. Vio que todos esos eran unos felones y cobardes, pero no contó con las pelotas que le echaría al asunto el pueblo español. Y lo pagó muy caro al final.

22 de Mayo.- Un rosario de sublevaciones contra los franceses fue surgiendo. Al principio en los territorios no controlados militarmente por los franceses. Oviedo, La Coruña, Badajoz, Sevilla, Murcia, Valencia, Zaragoza, etc.

25 de mayo.- Napoleón anuncia al pueblo español que no reinaría él en España confirmando la Junta de Gobierno Presidida por Murat.

6 de Junio de 1808.-  Es proclamado rey de España José Bonaparte, el hermano mayor de Napoleón, como José I de España el 6 de junio. El 15 de junio Napoleón reunió una Junta de Notables que a modo de Cortes y en nombre del pueblo español aprobaban el traspaso de la corona basándose en las abdicaciones y sancionaron una Constitución decretada por José como Ley Fundamental del Reino. Obtuvo el apoyo de las instituciones con lo cual todo tenía las formalidades legales. La inmensa mayor parte de los españoles ni se enteraron, (ni siquiera ahora) de la existencia de dicha Constitución, aunque salió publicada entre el 27 y 30 de junio de 1808 y el 29 de marzo de 1909.

Vamos resumiendo. El rey José I no obtuvo la confianza de la mayoría del pueblo y no pudo detener el conflicto armado que ya se estaba desarrollando. José I fue rechazado por el Consejo de Castilla, La Junta Suprema Central y en su momento por las Cortes de Cádiz.

JOSE BONAPARTE REY DE ESPAÑA 

La Constitución de Bayona pudo haber sido un camino hacia una España más liberal y moderna, pese a su carácter conservador y autoritario. Sólo se aplicó a intervalos debido a las circunstancia de la guerra que se había iniciado en el país. - José nunca tuvo apoyo popular ni supo ganárselo. Apenas pudo mantener una precaria administración y evitar la desmembración del país. Realmente poco pudo hacer, ya que el 1 de agosto de 1808 el rey y su gobierno abandonaron apresuradamente Madrid, presos del pánico producido por la derrota de las tropas napoleónicas en Bailén.

Pero la Guerra de la Independencia Española ya estaba en marcha con derrotas y victorias. - La masa popular era controlada por un líder a menudo espontáneo que se dirigía a las autoridades principales para que declarasen la guerra en nombre de “La Religión, La patria, Las Leyes y el Rey”. Dado que Fernando VII a su marcha había ordenado al Consejo de Castilla que los franceses fueran tratados como amigos y aliados, se presentaba para esa autoridad que solía ser el capitán general que ejercía de presidente de la Audiencia. Por otro lado resultaba ilógico para un militar de carrera unir el ejército español a una masa de voluntarios movidos por el patriotismo, con unidades formadas por seminaristas y estudiantes, en fin, todo hacía prever una lógica derrota de los españoles, visto el desequilibrio de fuerzas entre un ejército profesional, bien pertrechado, que pasaba por ser el mejor del mundo contra un ejército mal dirigido, mal preparado militarmente.

Al no responder positivamente a los deseos del pueblo muchos fueron destituidos, encarcelados o asesinados. Se delegó en instituciones ancestrales como las Cortes del Reino de Aragón, que no se habían reunido desde la derogación de los fueron a comienzos del siglo anterior. Donde no existían esas instituciones se crearon nuevas llamadas Juntas supremas. Lo primero que hicieron las Juntas es declarar la guerra a Napoleón

sábado, 20 de febrero de 2021

102.- ESPAÑA SIGLO XIX (1) GUERRA DE INDEPENDENCIA

 2 DE MAYO 1808 -  

A partir de ahora los hechos son tan importantes y tantos que se solapan en las fechas, por lo que iremos señalando día por día cada uno de ellos.

20 de abril de 1808.-  En Madrid, Toledo y Burgos crecía el descontento contra los franceses, ante los rumores de que iba a restaurarse en el trono a Carlos IV. En Madrid, Murat hacía ostentación de sus fuerzas, lo cual causaba animadversión en el pueblo madrileño. Se sabía que Napoleón tenía medio secuestrados a Carlos IV y Fernando VII. Y eso jodía, claro. Además las tropas napoleónicas se comportaban con chulería propia de un invasor. Ni la corte ni el ejército pensaban en la resistencia frente al francés en aquél momento. Nadie iba a suponer que Fernando VII, después de proclamarse rey en el motín de Aranjuez, con el apoyo popular, iba a ser el mayor traidor que hubo en España. Solo estaba interesado en lamerle las botas a Napoleón. Deseaba ser nombrado rey por Napoleón y emparentar con él. Pero estas no eran las ideas del emperador. Quería desterrar definitivamente a los Borbones.

25 de abril.-  La Junta en Madrid recibe un decreto por el que Carlos IV nombraba al francés Murat como Lugarteniente del Reino para que gobernase en su propio nombre.

Se daba la paradoja de que existía un reino sin rey, con lo cual Murat ostentaba el grado de Lugarteniente del emperador hasta el nombramiento de un nuevo rey.

29 de abril de 1808.-  Murat recibe la orden de enviar a los restantes miembros de la familia Borbón a Bayona, pero el infante don Francisco de Paula se negaba a salir de España, tenía 12 años, y más cabeza que toda su familia.

1 de mayo.-  Sabidas estas cosas, en la noche del 1 al 2 de mayo de 1808, el letrado Juan Villamil es nombrado miembro de una nueva Junta Suprema de Gobierno (clandestina), para reemplazar a la que ya los franceses dominaban.

2 de mayo.-  El jurista Juan Villamil se encontraba en su casa de Móstoles y recibió la comunicación de que el pueblo se había revelado cuando las tropas francesas sacaban del Palacio Real al infante Francisco de Paula para llevarlo a Francia ese mismo día. - El levantamiento del 2 de mayo no fue realizado por el Estado Español, ni por el ejército, sino por las clases populares de Madrid contra el ocupante tolerado (por indiferencia, miedo o interés) por gran cantidad de miembros de la administración. - 

A la madrugada del día 2 de mayo el pueblo veía como se llevaban a la reina María Luisa con los dos infantes. Alguien dio el aviso voz en grito y “mueras” a los franceses y se fue creando una multitud, que llevaron a las armas para evitar que se llevaran a los infantes. Apareció entonces el infante don Antonio, emocionado por el acto del pueblo. Su aparición provocó un estallido de entusiasmo en la gente. El alboroto hizo llegar a los franceses que dispararon contra la muchedumbre. Lo que causó que se extendiera la rebelión. Se trató de un acto espontáneo, carente de preparación y medios. Murat, el francés, disponía de 50 mil hombres armados. Los militares españoles no eran más de 5 mil y estaban a las afueras, no obstante fueron avisados. Se acuartelaron pero el pueblo no se retiró. Hasta soltaron a los presos que pidieron sumarse a la lucha.

LA CARGA DE LOS MAMELUCOS DEL 2 DE MAYO (PINTURA DE GOYA)

El pueblo madrileño se alzó en armas, es un decir, ya que apenas si tenían. El ejército español tenía orden de su rey de amistad con los franceses, por lo que además de estar en clara diferencia numérica, era una desobediencia militar al rey. Pero el pueblo recibió la ayuda de algunos destacamentos del ejército y los capitanes del parque de artillería Daoíz y Velarde, que proveyeron de armas y ante los hechos, fueron atacados por los franceses muriendo en la refriega. Los madrileños armados con palos, agujas, barras de hierro, cuchillos y poco más, cargaron contra un destacamento francés y le robaron el cañón. - En fin, que los españoles hicieron lo que pudieron frente a un ejército profesional. Al final fueron conducidos a una emboscada donde los “mamelucos”, soldados musulmanes del ejército francés, se despacharon a gusto con sus cimitarras. Quedó en la memoria gracias al gran reportero gráfico que teníamos, Goya, con “La carga de los Mamelucos”. Se dice que el pintor pudo ver desde una ventana la matanza. - Reprimida la protesta, la sangre derramada no hizo sino inflamar los ánimos de los españoles y dar la señal de comienzo de la lucha en toda España contra las tropas invasoras. - El mismo 2 de mayo por la tarde, en la villa de Móstoles, ante las noticias horribles traídas por los fugitivos de la represión en la capital, Juan Villamil, jurista, redactó un oficio que fue firmado por el alcalde de Móstoles, Andrés Torrejón y Simón Hernández, y que sería distribuido por todo el país. Se trataba de una declaración de guerra a Napoleón. Un pueblo, que no un gobierno, el alcalde de un pueblo que prácticamente sin armas, le declaran la guerra al Emperador europeo, al mejor ejército del mundo en aquellos años. ¡Con un par de huevos! Encendida estaba la llama de la lucha por la libertad del sometimiento. Comenzaba así la guerra de la independencia. Puede decirse que la reacción del pueblo español representó lo mismo que había representado la Revolución Francesa unos años antes.

LOS FUSILAMIENTOS DEL 3 DE MAYO - CUADRO DE GOYA 

3 de mayo.-  Comenzó una represión cruel. Los franceses, no conformes con haber aplacado el levantamiento, se plantearon tres objetivos: controlar la administración y el ejército español, aplicar un riguroso castigo a los rebeldes para escarmiento de todos los españoles y afirmar que ellos gobernarían España. Reprimida la protesta por las fuerzas napoleónicas presentes en la ciudad. Sin embargo, la sangre derramada no hizo sino inflamar los ánimos de los españoles y dar la señal de comienzo de la lucha en toda España contra las tropas invasoras. Comenzará así la noticia de que la Guerra de la Independencia se está preparando.

ESPAÑA, NAPOLEÓN Y LA ILUSTRACIÓN

La Ilustración fue un movimiento cultural e intelectual europeo especialmente en Francia e Inglaterra, que se desarrolló desde fines del sig...