miércoles, 24 de febrero de 2021

104.- ESPAÑA SIGLO XIX (3) GUERRA DE INDEPENDENCIA

 En la historia hay derrotas momentáneas que sirven de guía y son el germen de la victoria final. La gente pacífica dejó de serlo porque las cosas no pintaban bien para su país. Lógicamente el clero se opone a los franceses, libertinos conocidos. Con lo cual el pueblo español se alza en armas, pero con un desparrame brutal de entrada.

JOAQUIN MURAT - LUGARTENIENTE FRANCÉS EN MADRID 

Algunos que habían esperado de Francia que ayudara a España a entrar en la modernidad y trajeran los avances, y el progreso de las ideas nuevas de Europa, pues resulta que son los enemigos de país, y por el contrario los que defienden a España y están dispuestos a dar su vida por la patria, combaten defendiendo a un rey que no le importa su país ni su pueblo, solo quiere emparentar precisamente con su invasor, porque vive en un exilio dorado a costa de Bonaparte. Ahí viene el dilema. Elegir entre ser patriota o ser afrancesado. Y así toda España se vuelve una trampa inmensa, tanto para los franceses como para quienes, y esto es lo más triste de todo, creyeron que con ellos llegaban, por fin, la libertad y las luces. Cartagena, Zamora, Oviedo, La Coruña, Badajoz, Sevilla, Murcia, Valencia, etc. fueron alzándose contra el francés.

Los franceses a los que muchos esperaban con sus nuevas ideas, resulta que nos invaden y atropellan despiadadamente. Mientras que los que defienden a España son en gran parte el rancio pasado y el estancamiento.

Se delegó en instituciones ancestrales como las Cortes del Reino de Aragón, que no se habían reunido desde la derogación de los fueron a comienzos del siglo anterior. Donde no existían esas instituciones se crearon nuevas llamadas Juntas supremas. Lo primero que hicieron las Juntas es declarar la guerra a Napoleón. Y crear un ejército al mando de un general de prestigio, Marcenado, Blake, Castaños o González de la Llama. Se contaba con los cuerpos regulares y la presencia de voluntario alistados en todos los lugares. Se organizaron colectas, se suprimieron impuestos e incluso se llegó a acuñar moneda en el exterior.

RENDICIÓN FRANCESA EN BAILEN 

Las Juntas Supremas habían conseguido la ayuda de los ingleses, que se la tenían jurada a Napoleón, y mandaron al general Wellington al frente de sus tropas y del ejército español. También recibieron ayuda económica y militar.

El alzamiento de Zaragoza fue fundamental ya que se extendió por Cataluña, Navarra y Castilla la Vieja.

La primera revuelta popular fue en Asturias. Se publicaron los sucesos de Madrid del 2 de mayo. Los representantes de las autoridades y cabildos se reunieron en la Junta General del Principado y decidieron mantener la monarquía de Fernando a la vez que defender la nación. Se comunicó a las capitales vecinas, Santander, León, y las Juntas de Galicia los acuerdo adoptados, propagando la sublevación. La Junta General Asturiana se desvinculó de la autoridad central, el Consejo de Castilla y le sustituyó en el poder. Se extendió por todo el país. En Barcelona, que estaba ocupada por los franceses, la sublevación comenzó en la provincia. Fijaron la Junta General en Lérida.

En el sentido administrativo de la rebelión se aplicó el fundamento jurídico utilizado en el Compromiso de Caspe. Al rey se le consideraba secuestrado por Napoleón, lo órganos de la monarquía estaban incapacitados por encontrarse la Corte ocupada por un enemigo. Y esa autoridad, la soberanía, volvía a recaer en el pueblo, quien la había transmitido a las Juntas Supremas Provinciales. Hay realmente un sentimiento de unidad que a mediados de julio se robusteció por la victoria de Bailén y por la insistencia británica de tener un interlocutor válido que canalizara las ayudas económicas y militares aprobadas en aquel país. Por lo que las Juntas con representantes se reunieron y declararon constituida la Junta Central Suprema y Gubernativa del reino. No obstante no lo tuvieron fácil ya que había instituciones provenientes del antiguo orden que no querían cambios, por lo que la Junta Central acabó por traspasar a las Cortes de Cádiz la misión de la transformación administrativa.

En una primera fase de la guerra las fuerzas españolas cosechan derrotas una detrás de otra. Los primeros enfrentamientos fueron derrotas en Cabezón de la Sal y en Medina de Rioseco. Los prisioneros fueron ejecutados y el pueblo saqueado. Esto hizo pensar que el asunto estaba prácticamente resuelto para Napoleón. Ocuparon Logroño y en el ataque a Zaragoza los franceses fueron incapaces de tomar casa por casa.  La participación de paisanos españoles, de toda clase y condición en defensa de la ciudad convirtió esta batalla en algo desconocido para los franceses. Es cuando se enteran de su derrota en Bailén, lo que hace que desistan de Zaragoza replegándose a Vitoria.

El general Castaños estaba destinado en el Campo de Gibraltar, y desde el mes de abril mantenía contactos secretos con el gobernador británico de Gibraltar, sir Hew Dalrymple. El 26 de mayo recibió un mensaje de la Junta de Sevilla para unirse al alzamiento, cosa que hizo inmediatamente poniéndose él y a sus 9.000 hombres a la órdenes de esta la misma.

CUADRO "LOS DESASTRES DE LA GUERRA" GOYA

La Junta le nombró general en jefe de un improvisado ejército que se encuadró e instruyó en pocas semanas con tropas regulares y voluntarias. Con este ejército logró derrotar al general Dupont en la batalla de Bailén el 19 de julio de 1808.

Realmente la batalla se produjo en unas condiciones climáticas duras. Un extremo calor que asfixiaba a las tropas recibió ayuda de la población cercana. Hubo encuentros muy sangrientos y finalmente el francés general Dupont, sin recibir los refuerzos previstos y ante el temor que Castaños llegara por la retaguardia ayudando a las tropas del General español Redding, fue derrotado. Esperando la llegada de Castaños para negociar las capitulaciones de su victoria Redding cesa las hostilidades. Unos 18000 soldados franceses depusieron sus armas. La batalla de Bailén será la primera victoria sobre un cuerpo de ejército de Napoleón en toda Europa. Aunque la historiografía señala al general Castaños como el vencedor de Bailén, ya que era el comandante supremo y el estratega organizador, llevándose los honores, lo cierto es que en la batalla propiamente dicha no intervino en la misma, sino que fue Redding el artífice de la victoria española.

En la batalla de Bailén participó como ayudante de campo de Coupigny en la 2ª división, José de San Martín, futuro libertador de lo que hoy es Argentina. Estaba asignado al escuadrón de Caballería Borbón. Su valiente y brillante comportamiento le valió el ascenso a teniente coronel y la Medalla de Oro de Bailén.

 

200 AÑOS DE LA BATALLA DE AYACUCHO