martes, 23 de febrero de 2021

103.- ESPAÑA SIGLO XIX (2) GUERRA DE INDEPENDENCIA

Como dijimos en el capítulo anterior, el pueblo de Madrid se levantó contra la ocupación de Madrid por los franceses y desde Móstoles se le declaró la guerra a Francia. En el levantamiento del día 2 de mayo la represión del lugarteniente francés Murat, fue cruel ya que se trataba de gente del pueblo, civiles casi sin armas de fuego, mujeres, hombres, viejos, etc. Al día siguiente se realizaron los fusilamientos de los rebeldes prisioneros.


DECLARACIÓN DE GUERRA A NAPOLEÓN

4 de mayo.-  Cuando el infante Antonio Pascual dejó la presidencia de la Junta el 4 de mayo, el francés Murat se presentó en la Junta Suprema del reino para pedir formar parte de ella, siendo rechazado en primera instancia y luego aceptado para evitar males mayores.

6 de mayo.-  La Junta en Madrid recibe un decreto fechado el día 4 por el que Carlos IV nombraba a Murat como Lugarteniente del Reino para que gobernase en su propio nombre. También recibió el día 6 de mayo la renuncia de Fernando VII, que revertía sus derechos en su padre Carlos.

La Junta Suprema publicó la renuncia de Fernando. Sin embargo, dado que Carlos IV ya había renunciado, de nuevo, se daba la paradoja de que existía un reino sin rey, con lo cual Murat ostentaba el grado de Lugarteniente del emperador hasta el nombramiento de un nuevo rey. Murat en Madrid mandó quitar el nombre de Fernando de todos los actos públicos. El pueblo y la aristocracia se las vieron venir. Llegaban noticias de Bayona por emisarios ocultos de Fernando.

10 de mayo.-  Dado que Carlos IV había abdicado por presión en su hijo Fernando en Aranjuez, éste siguiendo las indicaciones de Napoleón, en Bayona, Fernando abdicó en su padre, que a su vez traspasó la corona a Napoleón para que fuera depositario de los derechos del Trono y los dispusiera en favor de alguna persona de su familia, cosa que fue aprobada junto con algunos pequeños cambios en un texto constitucional. La Constitución de Bayona, de la que nadie habla. “Su Majestad el rey Carlos IV ha resuelto ceder, como cede por el presente, todos sus derechos sobre el trono de España y de las Indias a Su Majestad el emperador Napoleón Bonaparte”. Con estas palabras fue con las que, en 1808, Carlos IV, rey hasta entonces de España y por lo tanto de una considerable extensión de América, otorgó a Napoleón el trono de nuestro país.  - Mientras tanto Napoleón, el dominador de Europa, se convirtió finalmente en dueño de los destinos de España. La familia real española estaba en su poder, los documentos de abdicación de uno y otro monarca, las tropas ocupaban puestos estratégicos y la insurrección de Madrid había sido sofocada. Los órganos de la administración, La Junta de Gobierno y el Consejo de Castilla, le eran sumisos. Tenía en sus manos la fuerza y los resortes de España entera. - Todos en Bayona estaban felices porque al fin y al cabo la corona española no era la primera vez que la ceñía un extranjero. El proceso se había realizado con formalidad. Fernando que soñaba con emparentar con Napoleón veía el camino preparado. Carlos tenía su vejez asegurada y a Godoy lo enviarían a vivir cerca de Paris. La Junta Suprema conjuntamente con los asesores de Napoleón habían redactado la Constitución de Bayona dando al hecho un carácter formal quedando libres por tanto de responsabilidades. ¡Que chupi! Todos contentos! Por dinero, tierra y un exilio dorado habían vendido el trono de España al francés, que sería el mandamás en estas tierras.

GUERRA DEL PUEBLO ESPAÑOL CONTRA FRANCIA

Pero el corso no calculó un aspecto de la jugada. Vio que todos esos eran unos felones y cobardes, pero no contó con las pelotas que le echaría al asunto el pueblo español. Y lo pagó muy caro al final.

22 de Mayo.- Un rosario de sublevaciones contra los franceses fue surgiendo. Al principio en los territorios no controlados militarmente por los franceses. Oviedo, La Coruña, Badajoz, Sevilla, Murcia, Valencia, Zaragoza, etc.

25 de mayo.- Napoleón anuncia al pueblo español que no reinaría él en España confirmando la Junta de Gobierno Presidida por Murat.

6 de Junio de 1808.-  Es proclamado rey de España José Bonaparte, el hermano mayor de Napoleón, como José I de España el 6 de junio. El 15 de junio Napoleón reunió una Junta de Notables que a modo de Cortes y en nombre del pueblo español aprobaban el traspaso de la corona basándose en las abdicaciones y sancionaron una Constitución decretada por José como Ley Fundamental del Reino. Obtuvo el apoyo de las instituciones con lo cual todo tenía las formalidades legales. La inmensa mayor parte de los españoles ni se enteraron, (ni siquiera ahora) de la existencia de dicha Constitución, aunque salió publicada entre el 27 y 30 de junio de 1808 y el 29 de marzo de 1909.

Vamos resumiendo. El rey José I no obtuvo la confianza de la mayoría del pueblo y no pudo detener el conflicto armado que ya se estaba desarrollando. José I fue rechazado por el Consejo de Castilla, La Junta Suprema Central y en su momento por las Cortes de Cádiz.

JOSE BONAPARTE REY DE ESPAÑA 

La Constitución de Bayona pudo haber sido un camino hacia una España más liberal y moderna, pese a su carácter conservador y autoritario. Sólo se aplicó a intervalos debido a las circunstancia de la guerra que se había iniciado en el país. - José nunca tuvo apoyo popular ni supo ganárselo. Apenas pudo mantener una precaria administración y evitar la desmembración del país. Realmente poco pudo hacer, ya que el 1 de agosto de 1808 el rey y su gobierno abandonaron apresuradamente Madrid, presos del pánico producido por la derrota de las tropas napoleónicas en Bailén.

Pero la Guerra de la Independencia Española ya estaba en marcha con derrotas y victorias. - La masa popular era controlada por un líder a menudo espontáneo que se dirigía a las autoridades principales para que declarasen la guerra en nombre de “La Religión, La patria, Las Leyes y el Rey”. Dado que Fernando VII a su marcha había ordenado al Consejo de Castilla que los franceses fueran tratados como amigos y aliados, se presentaba para esa autoridad que solía ser el capitán general que ejercía de presidente de la Audiencia. Por otro lado resultaba ilógico para un militar de carrera unir el ejército español a una masa de voluntarios movidos por el patriotismo, con unidades formadas por seminaristas y estudiantes, en fin, todo hacía prever una lógica derrota de los españoles, visto el desequilibrio de fuerzas entre un ejército profesional, bien pertrechado, que pasaba por ser el mejor del mundo contra un ejército mal dirigido, mal preparado militarmente.

Al no responder positivamente a los deseos del pueblo muchos fueron destituidos, encarcelados o asesinados. Se delegó en instituciones ancestrales como las Cortes del Reino de Aragón, que no se habían reunido desde la derogación de los fueron a comienzos del siglo anterior. Donde no existían esas instituciones se crearon nuevas llamadas Juntas supremas. Lo primero que hicieron las Juntas es declarar la guerra a Napoleón

200 AÑOS DE LA BATALLA DE AYACUCHO