jueves, 27 de abril de 2023

LOS PRIMEROS BORBONES - (Y tercera parte)

 

DECISIONES POLITICAS DE LOS PRIMEROS BORBONES 

Carlos III Este largo reinado del primer hijo de Felipe V posibilitó la incorporación de España al ritmo del crecimiento de las naciones más avanzadas de Europa mediante la superación del déficit acumulado en el siglo XVII. Vino de ser el rey de Nápoles, lo que le aportaba gran experiencia de gobierno. Posiblemente no fuera un hombre inteligente, pero supo rodearse de saber elegir a sus colaboradores. Carlos III deparó a los españoles el reinado más fructífero y positivo de todo el siglo. Para los madrileños en concreto con las grandes obras y embellecimiento de la ciudad, haciendo de ella una digna capital de un reino, ha quedado para siempre en el recuerdo como “El mejor alcalde de Madrid” Obras como la Puerta de Alcalá, de Sabatini, Museo del Prado del arquitecto Juan de Villanueva. Las fuentes de Neptuno y Cibeles y la Fuente de Apolo o de las Cuatro Estaciones, tres grandes grupos escultóricos diseñados por Ventura Rodríguez para el Salón del Prado. El Museo del Prado del año 1785. En principio no había de funcionar como pinacoteca, sino que se trataría del Gabinete de historia natural. De Juan de Villanueva. El Observatorio Astronómico y el Jardín Botánico, que aún hoy podemos visitar. Todo ello inmerso en los jardines del Buen Retiro. Carlos III hizo que desaparecieran las grandes fiestas palaciegas, que habían sido tan numerosas. Fue el símbolo del Despotismo Ilustrado, impulsor de los grandes proyectos ministeriales, reforma fiscal, creación del primer banco Nacional, fomento de la industrialización, las comunicaciones y la colonización, patrocinio de las academias y de las asociaciones de amigos del país. A poco de llegar contó con Leopoldo de Gregorio, marqués de Esquilache, hombre imbuido del pensamiento ilustrado que trabajó por el saneamiento de la hacienda pública y el recorte de las clases privilegiadas.
Después del famoso “Motín de Esquilache”, emboscada en la que el rey no pudo apoyarle, marchó al exilio. Le sucedió Pedro de Abarca, conde de Aranda, militar efectivo y adecuada para pacificar los disturbios ocasionados por las clases altas soliviantadas por la pérdida de sus privilegios, y unas clases populares que los combatían. Grandes ministros reformistas fueron Pedro Rodríguez de Campomanes y José Moriño, marqués de Floridablanca. Desde sus puestos contribuyeron a la modernización de la administración y del pensamiento político español. “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo” era el lema de los que pertenecían al Despotismo Ilustrado europeo. Es decir que la clase gobernante participaban que el monarca y el Estado eran garantes de la seguridad y bien del pueblo. Pero sin la participación de éste. De este modo el país estaba dirigido por un reducido número de personas y el rey gobernaba prácticamente sin intermediarios y sin tener que responder de sus actuaciones. Las medidas gubernamentales alcanzaban desde las esferas políticas y económicas a las religiosas, sociales y educativas. Esquilache y el arquitecto italiano Sabatini fueron los encargados de hacer de Madrid una ciudad limpia, y a la altura de las grandes capitales europeas. Se instalaron farolas de aceite, se empedraron las calles, se implantó la evacuación de basuras, se potenció el alcantarillado. También se diseñaron paseos y se levantaron numerosos edificios y monumentos públicos. Aunque a menor escala esta política se extendió también a otras ciudades. Para conseguir el dinero necesario Esquilache potenció el rescate de rentas y propiedades enajenadas anteriormente y lo más importante inició una persecución de los fraudes que solían hacer al fisco las clases altas aprovechando sus privilegios. La jerarquía eclesiástica y la alta nobleza, muy poderosa, iniciaron una campaña de desprestigio contra Esquilache, que al coincidir con una época de malas cosechas, se sumó a ella la clase popular. Se había liberado el precio de los cereales, lo que favoreció la especulación, el alza de precio y por tanto el descontento popular. Finalmente con la excusa de un bando poco importante que prohibía el sombrero de ala ancha y la larga capa castellana, porque favorecían la delincuencia, fue el detonante, manipulado, par el Motín que dio como resultado el exilio del ministro, y otras medidas de carácter económico. Luego se inició una investigación para averiguar los verdaderos promotores de la revuelta y desde el principio la animadversión que tenían contra la Compañía de Jesús, hicieron que los investigadores les señalaran como los is¡instigadores de los motines. Ya Portugal y Francia habían decretado la expulsión de la Orden y eran una idea de los ilustrados europeos. Incluso dentro de la propia Iglesia. Los Jesuitas eran un grupo de presión contra Carlos III, por lo que fueran o no los culpables firmó la ley de expulsión y la confiscación de todos sus bienes. Unos dos mil de España y otro tanto de América fueron embarcados hacia Roma. Años después estos gobiernos consiguieron del papa la disolución de la Orden en 1773. La Iglesia era un estamento de mucho pode y la política de Carlos III no pretendía combatir a la Iglesia pero si no mantener un estado dentro de otro estado. La enfrentamiento en nuevos conflictos bélicos hacían necesaria la recaudación. Se creó la Lotería Nacional, se emitió deuda pública. Las dificultades con las comunicaciones con América a causa de la guerra con Inglaterra, impedía la recaudación y la llegada de productos. En el interior una mala red de comunicaciones dificultaban la distribución. Se construyeron caminos y canales (de riego y navegables como los de Aragón y Tauste y el Canal de Castilla). La política internacional española se centraba fundamentalmente en la defensa de los territorios americanos. Los intereses de la Europa central hace tiempo que habían desaparecido. A raíz de la sublevación del las trece colonias inglesas en el norte de América desde 1763 existía con Inglaterra una paz tensa. Invadieron las islas Malvinas, que con el tiempo abandonaron. A todo esto Francia lo había perdido todo en América, mientras que España mantenía intacto su Imperio. Al finalizar la guerra en 1773, el poder inglés se ratificó. España recuperó Manila y La habana y devolvió Sacramento a Portugal. En 1783 Inglaterra en la Paz de Versalles reconoció la independencia de los Estados Unidos y devolvió a España algunos territorios salvo Gibraltar. Al morir Carlos III se terminaron las reformas de la Ilustración en España, y al año siguiente estallaría la Revolución Francesa, lo que marcaría sin duda el reinado de su hijo, Carlos IV, marcando una etapa diferente.


LOS PRIMEROS BORBONES (Segunda parte)

 

DECISIONES POLÍTICAS DE LOS PRIMEROS BORBONES 

Fernando VI “Paz con todos, guerra con ninguno”. Ese fue el lema que empleó el rey para definir su pensamiento. El reinado, desde 1746 hasta 1759 tuvo como propiedad todo alejamiento bélico, y ese pacifismo activo fue especialmente importante para revitalizar la Hacienda Pública y completar el proceso modernizador de la administración del Estado Para esta tarea contó con importantes hombres, magníficos ministros que estudiaban los proyectos y los sometían a la aprobación del rey, que luego se encargarían de mandar ejecutar. Destacó José de Carvajal, uno de los mejores conocedores de la política europea de mediados del siglo XVIII. A su lado trabajó también Zenón de Somodevilla, más conocido por el Marques de la Ensenada, persona dinámica, creador del catastro y negociador del Concordato con la Santa Sede en 1753. Mediante este pacto se limitó las cantidades de dinero que se enviaban a Roma, al mismo tiempo que se reforzó el patronato regio, lo que permitió al rey ser el que designaba a la mayoría de las figuras del clero.
Ensenada además encontró satisfacción en la potenciación de la flota naval española. Se ampliaron los astilleros de Cádiz, El Ferrol y Cartagena y contrató clandestinamente a ingenieros y capataces ingleses, que tenían prohibida su salida de la isla dado sus conocimientos navales. Fomentó la agricultura nacional, abrió canales de riego, perfeccionó los transportes y comunicaciones, restauró la Real Armada y protegió cuanto tenía que ver con las artes y las ciencias: uno de esos grandes hombres, resumiendo, con los que España y los españoles tenemos una deuda inmensa y del que, por supuesto, para no faltar a la costumbre, ningún escolar español conoce hoy el nombre. El rey siguió con la costumbre de nombrar ministros competentes, gente capaz, ilustrada, con ganas de trabajar y visión de futuro, que pese a las contradicciones y vaivenes del poder y la política hizo de nuestro siglo XVIII, posiblemente, el más esperanzador de la dolorosa historia de España. En aquella primera media centuria se favoreció las ciencias y las artes, se creó una marina moderna y competente, y bajo protección real y estatal se fundaron las academias de la Lengua, de Medicina y la Biblioteca Nacional. Pero todos esos triunfos y avances tuvieron su resistencia, el interior fue el sector más reaccionario de la Iglesia que veía la Ilustración como quién ve a Satanás. Y siempre con las amenazas conspiratorias de su malvada madrastra la Isabel de Farnesio (segunda esposa de Fernando VI) a la cual desterró a La Granja de San Ildefonso. Entre la propia clase eclesiástica había gente docta y leída, con ideas avanzadas. El problema era que la ciencia, les desmontaba dogmas y consignas para ellos irrefutables. Pasó, por ejemplo, la barbaridad de Jorge Juan que era un humanista, ingeniero naval y científico, junto con Antonio de Ulloa, que fue un naturalista, militar y escritor, los dos marinos científicos más brillantes de su tiempo, a la vuelta de América para medir la longitud del meridiano terrestre demostrando que la Tierra está achatada en los polos, reformando el modelo naval español. Y así llegó a darse la circunstancia siniestra de que en algunos libros de ciencia figurase la pintoresca advertencia: «Pese a que esto parece demostrado, no debe creerse por oponerse a la doctrina católica». Pese a todo, hombres doctos y valientes, algunos fueron dignos eclesiásticos, dieron en la correcta dirección pese a las trabas y peligros; como cuando el Gobierno decidió implantar la física newtoniana en las universidades y la mayor parte de los rectores y catedráticos se opusieron a esa iniciativa, o cuando el Consejo de Castilla encargó al capuchino Villalpando que incorporase las novedades científicas a la Universidad, y los nuevos textos fueron rechazados por los docentes. El rey Fernando VI en sus 13 años de reinado, intentó siempre por todos los medios mantener la neutralidad de España en los conflictos entre Francia e Inglaterra que intentaron su implicación, primero Francia conquisto Menorca a los ingleses y la ofreció a España a cambio de su alianza, más tarde Inglaterra ofreció Gibraltar  a cambio de su alianza contra Francia, Fernando VI había visto tantas guerras innecesarias, provocadas por las ambiciones de su madrastra, que evito su implicación en cualquiera por muy bien que le sirviesen las propuestas. Fernando sufría, como su padre, crisis de melancolía, carácter indolente y una esposa a la que idolatraba, Barbara de Braganza. Cuando ella murió, en 1758, Fernando se volvió tremendamente melancólico, (con lo cual le quedó el mote) permaneciendo encerrado  en Villaviciosa de Odón (Madrid), donde paso a sumirse en profunda locura.

LOS PRIMEROS BORBONES (PRIMERA PARTE)

DECISIONES POLÍTICAS DE LOS PRIMEROS BORBONES 

Felipe V El primer rey de la dinastía de los Borbones que tuvo España fue Felipe V. Dejando aparte las luchas, guerras y batallas, mencionaremos las realizaciones de tipo político y social, cultural, administrativo, económico, etc. que desarrollaron los Borbones. La anterior división en reino dio paso a un Estado centralista. La cadena de “validos” que habían intrigado en los reinado de los Austrias se quebró en favor de una sucesión de competentes ministros. En 1721 ya eran cinco, Estado, Hacienda, Marina Guerra e Indias. Estos estudiaban y conocían y tomaban decisiones sobre los asuntos y despachaban directamente con el rey. Le daban a conocer las medidas propuestas y éste resolvía. Eficaces gestores fueron los ministros Grimaldi, Patiño y Campillo, entre otros. Felipe V en 1707 había promulgado los “Decretos de Nueva Planta”. Conjunto de decretos por los cuales quedaron abolidas las leyes e instituciones propias de la Corona de Aragón, es decir, del Reino de Valencia, del Reino de Aragón, del Principado de Cataluña y del Reino de Mallorca, terminando de esta forma la estructura compuesta y mantenida por la monarquía de los Austrias. También fue aplicada a la organización jurídica y administrativa de la Corona de Castilla, es decir los antiguos reinos de Navarra, Castilla, León, Asturias y Galicia. Solo las Provincias Vascongadas y Navarra, así como el Valle de Arán, conservaron sus fueros e instituciones forales tradicionales por su demostrada fidelidad al nuevo rey durante la Guerra de Sucesión Española. 
Felipe V promulgó una variante de la Ley Sálica, que impedía reinar a las mujeres y a sus descendientes. Solo podrían heredar el trono de no haber herederos varones en la línea principal (hijos) o lateral (hermanos y sobrinos), con lo que se pretendía bloquear el acceso de dinastías extranjeras al trono español. Se establece el castellano como la lengua oficial del estado. Aparece el catastro. Se disminuye el poder de la Iglesia. No es cierto que Felipe V incorporara Cataluña a Castilla, sino que uniformó legislaciones y centralizó el gobierno, fenómeno general en toda la Europa de aquel tiempo, lo que también conllevó grandes cambios en la vieja planta castellana. Cervera, en Lérida, fue agraciada con la única universidad autorizada en Cataluña. Felipe V en el tema cultural fue un buen rey. Bajo su gobierno la arquitectura brilló con luz propia. Ordenó la construcción del Palacio Real de La Granja de San Ildefonso, realmente un pequeño Versalles. Tapices, escultura, pinturas, etc. adornaron el palacio. Tras el incendio del Alcazar de Madrid, ordenó la construcción de maravilloso Palacio Real. También reformó y amplió el palacio de Aranjuez. Se preocupó en la fundación de la Real Academia española, (futura de la Lengua), la Real Academia de la Historia, la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara. Reformó la industria naval con la creación de astilleros y la fabricación de nuevas embarcaciones. Se mejoró el sistema fiscal. También se aumentaron los impuestos y se crearon aduanas, encargadas de recaudar los impuestos del comercio interior y exterior. La educación también fue reformada. La enseñanza primaria siguió en manos de la iglesia. Pero la educación universitaria fue reformada a fondo. Se crearon colegios mayores, que eran administrados por el Estado, como el Colegio de Minería; en ellos se implantó el sistema de provisión de becas. Las academias científicas completaron las reformas en este campo. La resistencia de algunos sectores de la Iglesia y la aristocracia española no podían retener la entrada de ideas. Por primera vez en España se separaron religión y justicia, y se diferenció entre pecado y delito. Continuará

miércoles, 29 de marzo de 2023

ÚLTIMO VIAJE DE COLÓN

Empezó en la primavera de 1502. A final de junio llegó a lo que es hoy la República  Dominicana. Allí había sido gobernador, pero ya no le permitían bajar a tierra siquiera. Los reyes le habían permitido sólo ser expedicionario. Descubrir tierras, levantar mapas. Fue un mal gobernante y no supo mantener el orden ni con los españoles en tierra ni con los indios, pero era un gran marino. Allí Colón dijo al gobernador que se aproximaba un gran huracán, cosa que no le creyeron  porque pensaron que era una excusa para bajar a tierra. El gobernador necesitaba mandar una flota hacia España, y desoyendo las indicaciones del almirante envió a las embarcaciones que se encontraron con el huracán que hundió casi toda la flota. Colón se había marchado y se refugió penosamente, pero quedaron las naves muy dañadas.


Su objetivo seguía siendo navegar hacia las tierras de oriente yendo por occidente. Navegaron hasta encontrar tierra y llegaron a la actual Honduras. Fueron costeando hasta lo que es Panamá. Allí encontraron un gran bahía, una entrada que daba un paso hacia oriente.  Pensó que había dado con un foso que abriría el paso al para cruzar por mar hacia el otro lado. El pasaje llegaba solo hasta una laguna, hoy llamada Se marcharon de allí y durante más de dos meses navegaron por un mar embravecido. Las naves estaban en un estado lamentable. Se refugiaron unos días, arreglaron como pudieron las embarcaciones y penosamente regresaron en lo que es la entrada del canal. Si hubiera explorado por tierra junto al río hubiera visto el otro lado, lo que consiguió Núñez de Balboa diez años después, en 1513, ver el océano Pacífico.
Siguieron hasta que el 24 de febrero de 1503, Colón fundó el primer asentamiento español en territorio continental, Santa María de Belén. Los españoles tuvieron frecuentes conflictos con los indígenas, por lo que el hermano del almirante, Bartolomé ordenó el arresto del rey Quibián y toda su familia. El monarca logró escapar arrojándose al río desde la canoa donde se encontraba encadenado, por lo que sus captores lo creyeron ahogado. Una vez en tierra, logró convencer a las demás tribus de atacar Santa María de Belén. Lograron una alianza de paz con varias tribus indígenas, principalmente con la del rey Quibián de Veragua (actual República de Panamá), el que se entrevistó con Colón a bordo de una de sus naves.  Luego de varios exitosos ataques por parte de los indígenas, Santa María de Belén fue abandonada por sus habitantes, quienes partieron nuevamente a España. 

REPLICA DE LA SANTA MARÍA 

Colón, por otra parte, ya con 51 años y con artritis parte con dos carabelas, la Capitana y la Santiago, y dos naos, el Gallego y el Vizcaíno. Sin embargo, una incursión de carcoma en la flota le obligó a encallar las naves en Jamaica deliberadamente el 25 de junio de 1503.  Inicialmente, los nativos dieron la bienvenida a la flota, proporcionándoles alimento y refugio. Pero a medida que los días se convirtieron en semanas las tensiones aumentaron. Después de 6 meses de estancia, algunos hombres de la tripulación mataron a unos nativos. Se les negó la comida, el hambre y la venganza eran inminentes y Colón tuvo la suerte de que al consultar el libro de un matemático y astrónomo alemán encontró que el siguiente eclipse lunar sucedería el 29 de febrero de 1504. Sabiendo esto, tres días antes del eclipse, Colón pidió reunirse con el líder de los indígenas para informarle que el Dios cristiano estaba muy enojado con ellos y que sufrirían las “consecuencias”. Así que, para mostrar su enojo, en tres días “las llamas de la ira” harían desaparecer la luna del cielo.
De hecho, ocurrió lo que dijo Colón. Comenzó el eclipse y la “luna sangrienta” hizo su aparición. Según el hijo del navegante, los nativos se encontraban sumidos en tal terror que de inmediato pidieron a Colón que “hablara con Dios” para devolver a la luna a su tamaño original.

Monasterio de la Cartuja-Sevilla 

Entonces Colón se encerró en una cabaña durante 50 minutos, aparentemente para hablar con el altísimo. Usó su reloj de arena para registrar las fases del eclipse y, justo antes de que llegara a su fin, anunció que Dios estaba de acuerdo en “devolverles” la luna. Así pues, los nativos agradecidos los alimentaron y ayudaron hasta su partida por el Caribe el 29 de junio de 1504. Un año había estado allí hasta que fue rescatado.
Durante ese tiempo Colón ya no era necesario, era una rémora estaba olvidado en España. En una carta a los reyes se quejaba amargamente de su suerte. Dijo que vio evidencias de oro fabulosas. Podrían la cristiandad recuperar Jerusalén.

JUAN DE LA COSA
Por entonces el marino y cartógrafo Juan de la Cosa que había viajado con Colón en el primer y segundo viaje, participó como piloto mayor en la expedición de Alonso de Ojeda a las costas del continente sudamericano. A su regreso a Andalucía dibujó su famoso mapamundi y poco después volvió a embarcarse hacia las Indias. En los años siguientes alternó viajes a América bajo su propio mando con encargos especiales de la Corona. Es su mapa, al norte, dice “Mar Descubierta por los Ingleses”.  Juan Caboto, navegante y explorador genovés, por encargo del rey inglés había llegado a la parte continental de Norteamérica. Llegó a la costa de Terranova el 24 de junio de 1497, creyendo que eran las costas asiáticas de Cipango.
Además Pedro Álvares Cabral en el año 1500, siguiendo la ruta recién inaugurada por Vasco da Gama, alrededor de África inició una expedición en nombre del rey de Portugal.  El objetivo era regresar con especias valiosas y establecer relaciones comerciales en la India. Su flota de trece navíos parece que se desvió accidentalmente de su ruta, aunque es posible que buscara conscientemente visitar las tierras americanas que le habían correspondido a Portugal en el reparto con Castilla realizado por el Tratado de Tordesillas (1494), de esta manera arribó a lo que, inicialmente, se pensó que era una gran isla que sería la “Terra de Vera Cruz”. Como el nuevo territorio se encontraba dentro de la órbita portuguesa de acuerdo con el Tratado de Tordesillas, Cabral envió una nave con la noticia al rey Manuel I de Portugal.  Había reivindicado para Portugal las tierras que más tarde constituirían lo que hoy es Brasil.
En fin, Colón ya viejo, se embarcó en una carabela y llegó a Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, el 7 de noviembre de 1504. Veinte días después de su llegada, moría la reina Isabel.
De Cádiz pasó a Sevilla, de ahí a Segovia y de aquí a Valladolid tratando de entrevistarse con el rey Fernando el Católico para comentar el resultado de sus últimas expediciones y para negociar los privilegios que habían sido rebajados ostensiblemente por los Reyes sin contar con el Descubridor. Nunca lo consiguió.
Al llegar a Valladolid se empezó a sentir mal y sufrió un ataque al corazón. Colón murió, sin honores, en Valladolid en 1506, a los 55 años de edad. El destino quiso que ni él ni la reina Isabel  supieran que se había descubierto un continente desconocido. Se pensaba que eran un conjunto de islas cercanas a la India. 
Sus restos fueron trasladados a Sevilla y de allí a Santo Domingo, luego a La Habana y a Sevilla de nuevo, en donde reposan actualmente dichos restos o parte de ellos porque en Santo Domingo reclaman que los restos que poseen son los verdaderos. 
Pero la vida lo llevó más allá de sus sueños, donde la pasión se hace materia y la realidad se impone. Una vez más el destino quiso estar a favor del hombre que marcaría con su gesta un punto épico de la humanidad: que él nunca supiera la verdad, que muriese con su deseo cumplido.
Aunque los hechos eran todavía más inconmensurables, más grandiosos que lo previsto, realmente había llegado a un nuevo mundo.

EL AZOTE DE BOLÍVAR - JOSÉ TOMÁS BOVES

  Generalmente en Sudamérica se entiende por “ejército realista” a las tropas llegadas desde España a combatir contra los emancipadores amer...